Articulos de Opinion 22-11-06
Venezuela: Poética del Voto
Manos fuera de Venezuela. 10 millones de razones? y una sola
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels
Nadie debe creer que sólo con votos se transforma el mundo. Como si fuese magia, como si fuesen dioses. Nadie ha de pensar que la "democracia" representativa burguesa, adicta a la corrupción, resolverá los estragos del saqueo y la explotación, la amargura de las personas, su dolor, sus desesperaciones. ¿Dónde se ha visto? Nadie en su sano juicio ha de esperar que la realidad cambie sin derrotar al capitalismo. Nadie en su sano juicio ha de suponer que cambiaremos al mundo sin construir el socialismo. Científico, claro. Una y otra vez la democracia de los burgueses traiciona los votos. No hay razón para tenerle confianza, para tener ilusiones. Una y otra vez la confianza de los pueblos se llevó una bofetada, una desilusión y una tanda de palos con muertos venidos de las manos de quienes se llevaron los votos y las esperanzas. No cometamos los mismos errores. Contemos con el ejemplo de Venezuela. No es lo mismo votar en el contexto de un proceso revolucionario, desde abajo, que votar en el contexto del fraude consuetudinario? Estas elecciones son una operación de envergadura mayor concerniente a la transición revolucionaria a su expresión margen de todo control imperial y contra la omnipotencia de la explotación y el saqueo? por suerte contamos con Venezuela.
Vienen las elecciones venezolanas a lomos de la Historia, a todo galope, vienen con su ejemplo decisivo y urgente, ratificación de la clase trabajadora, del campo y la ciudad, protagonista clave de la revolución. Ratificación del rumbo a favor del socialismo. Vienen las elecciones, ya se avizoran, con su deseo ardiente de impulsar su revolución hacia delante. Poesía pura que se siente eléctrica desde abajo.
Vienen las elecciones damas y caballeros, a favor de la revolución dentro de la revolución. Vienen las elecciones inflamadas de interés en las ideas del socialismo y el ambiente general revolucionario y militante de la base. Vienen las elecciones con un empuje inédito, sin deprimirse y bien peinadas? nadie se equivoque. Se trata de una manifestación magnífica, una oportunidad para luchar abiertamente por el socialismo. El futuro con pasión venezolana que baila su rumba de control obrero?cogestión, pué. Como uno se cansa de vivir desterrado de su propio voto se avecina la hora de ratificar en la revolución verdadera de Venezuela ese destino que lo pueblos acunan, de mil maneras, incluida la del voto contra toda realidad alienada de barbarie y explotación.
Este voto será un rito de la revolución como travesía terrena, rito siempre nuevo, como el sol de la revolución venezolana. El voto será un rito de confirmación que por su naturaleza volcánica y luciferina, no puede desligarse del socialismo científico que nos embelesa, el voto vendrá del ejercicio de la libertad y el ejercicio de la revolución para el derrocamiento absoluto de toda forma de alienación, saqueo y explotación y para la construcción de una sociedad, vida, amores y relaciones humanas nuevas? Y este es definitivamente el sentido primero y último que entraña la revolución permanente? conjugar el socialismo siempre en verbo futuro, tenerlo a la mano como la más alta y brillante estrella de la mañana.
Es un poema fenomenal que entusiasma, que florece en preguntas, movilizaciones, debates? que servirá para ilustrarnos sobre la inteligencia de los trabajadores. Nadie se engañe, todos sabemos de los peligros internacionales que acechan a la Revolución Bolivariana además del riesgo de tendencias burocráticas, la corrupción y el peligro de enfrentar a un grupo de trabajadores contra otro. Pero allá en Venezuela saben muy bien los trabajadores que tienen la capacidad de dirigir y mejorar efectivamente la administración, la producción industrial, de dirigir su revolución madurarla solidariamente. Eso es el corazón de una revolución. Vienen las elecciones y los trabajadores quieren demostrar que pueden dirigir la industria sin capitalistas. Vienen las elecciones y nadie quiere la revolución a medias.
El voto hablará del mundo entero de las resonancias del corazón de la Revolución percutido por el alma de Venezuela, el alma de todos los trabajadores, el alma en los ojos y en las manos? el alma en el dedo índice que dirá con su voto hacia dónde han de ir las relaciones económicas y políticas, la historia contemporánea, la batalla de las ideas, la lucha anti-imperialista y la Revolución Bonita. Hay que ganar las elecciones con Venezuela, ganarlas entre todos para legitimar, del dicho al hecho, el avance Revolucionario del socialismo, en Venezuela y en el mundo entero. Serán mucho más que 10 millones de votos. Ni lo duden.
Estas elecciones serán un paso más contra el poder económico de la oligarquía para expropiar a la oligarquía e introducir la economía socialista planificada. Estas elecciones serán un paso más para resolver los problemas de la población venezolana. No serán milagrosas, no resolverán todo, son una ratificación necesaria y una reiteración tumultuosa de las esperanzas que ven realizaciones. Armadas con las cifras necesarias, los trabajadores caminaran hacia el futuro para demostrarnos que han aprendido cuál es su situación verdadera.
El paso siguiente es previsible. Los trabajadores celebrarán masivamente y batirán el récord de votación en cantidad de votos y con calidad de ideas. Será una gran victoria para los trabajadores y será ratificación de la señal para que muchos otros trabajadores, de Venezuela y del mundo, sigamos ese ejemplo. Demostrarán que el control obrero sólo podría desarrollarse seriamente si se nacionalizan las fuentes de trabajo con un programa claro y socialista en pleno siglo XXI, contra todo lo que haga peligrar sus triunfos. Las elecciones serán fundamentales en la lucha contra el Capitalismo, privado o de estado. No son unas elecciones cualquiera, estas elecciones tienen por base suprema la Revolución Bolivariana que si bien es indispensable perfeccionarla con ideas científicas, hace una diferencia monumental, es su matriz y su fuerza. Eso las hace distintas, especiales, nadie se equivoque. Las elecciones profundizarán los cambios no sólo para avanzar en el control obrero, también para elevar la discusión política, filosófica e ideológica sobre el rumbo hacia donde queremos, podemos o debemos ir. ¿No es eso hermoso?
Combatamos la indiferencia al voto revolucionario en todas sus formas; al juego irresponsable de la distracción, la palabrería abstencionista erudita, la especulación pura; no tengamos algo en común, con los pequeños y grandes burgueses y su espíritu plagado con todas las cobardías, todas las abdicaciones, todas las traiciones posibles? no nos impedirán que ratifiquemos el rumbo de la revolución a cambio bagatelas y derrota.
Estas elecciones probarán cómo los revolucionarios ejercen su voz, su voto y su movilización, cuál es su participación real y cómo se erigen en protagonistas verdaderos. Como, los venezolanos, luchan por el cambio a pesar de los pesares, contra todo tipo de frenos y obstáculos, contra la oligarquía y contra la burocracia. Estas elecciones serán también un paso más contra la burocracia, la corrupción y el arribismo. Contra todo lo que dentro y fuera intenta frenar el avance del socialismo y la conciencia de los trabajadores que son profundamente críticos y cada día más activos. Estas elecciones fortalecerán la columna vertebral de la revolución para que la clase trabajadora dirija no sólo las empresas, sino también la sociedad y el estado todo. Fortalecerá la dirección de los trabajadores en una economía socialista planificada basada en la nacionalización de la tierra, los bancos y las grandes empresas. Para eso servirán las elecciones, para elevar la calidad del voto y todo lo que eso exige como movilización concreta.
Las elecciones nacerán de los talleres, las reuniones, en cada sección de la fábrica? nacerán de un debate en la casa, en las escuelas, en las oficinas? ideas para llevar a la práctica el entusiasmo y la urgencia de futuro. Estas elecciones nacerán del impulso paciente de los movimientos revolucionarios de la clase trabajadora venezolana, con el perfume emocionado del carachazo heroico en febrero de 1989, pasando por las victorias extraordinarias del presidente Chávez, las derrotas propinadas a la oligarquía en abril de 2002 y el triunfo ejemplar contra la huelga patronal contrarrevolucionaria, este voto es el voto que triunfó en el referéndum y ahora insistirá en su rumbo hacia le socialismo?
Estas elecciones venezolanas sabrán a gloria. Se verán las caras de los trabajadores, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, orgullosos de su revolución y sus convicciones en plena acción, con su mirada alegre y decidida que es la única garantía de que esta revolución no tiene retorno, nada es comparable con esto. Estas elecciones ayudarán a hombres y mujeres a pensar y actuar como individuos libres, no como esclavos. Trabajadores capaces de luchar e instaurar medidas anti-burocráticas, como el derecho de revocación, la limitación de los salarios de todos los funcionarios, la inspección de gastos, etc., y el "socialismo científico del siglo XXI"
La revolución avanza, "El problema de la burocracia, la corrupción y el arribismo es el centro de la ecuación. Estas son las herramientas utilizadas por la contrarrevolución para detener la revolución en su camino. La oligarquía y el imperialismo están intentando encontrar puntos de apoyo dentro del movimiento bolivariano, luchan por introducir un caballo de Troya en sus filas para poder acabar con sus defensas. La lucha por el poder en Venezuela se decidirá en la lucha de tendencias opuestas dentro del movimiento bolivariano que, en última instancia, reflejan la lucha de oposición y de intereses de clase incompatibles entre sí." La conciencia crece a pasos agigantados. Los trabajadores discuten el socialismo, luchan por el control obrero y el nacimiento de una cultura nueva con valores nuevos, solidarios y socialistas. Obtienen conclusiones muy avanzadas a partir de sus experiencias y sus necesidades. Se preparan para tomar el poder, no sólo en las fábricas, sino también tomar en sus manos la sociedad. Estas elecciones son un paso más. Con más de 10 millones de votos.
No será mediante "campañas políticas" de cartón, llenas de declaraciones estereotipadas, que sea posible conseguir liberar toda la fuerza de los votos con su espíritu revolucionario y no será con palabrería que se liberará el hombre nuevo socialista y fraterno; por el contrario es sólo por la vía de la afirmación y de la ratificación, 10 millones de veces contundente, y más, que la fidelidad inquebrantable al socialismo con todos sus potencias de emancipación del espíritu y del hombre, habrá de impulsarnos, con aproximaciones sucesivas y dialécticas a la revolución permanente.
Estas elecciones son una batalla que nos llama y nos exige hacer nuestra parte solidaria, necesaria, hombro con hombro con los venezolanos más avanzados. Estas elecciones nos atraviesan y nos competen nadie puede hacerse tonto, mucho de nuestro destino depende de que sepamos estar junto a los trabajadores y campesinos en su lucha. Que sepamos estar con los revolucionarios verdaderos contra los reformistas, los burócratas y la quinta columna de la oligarquía. Poner todo de nuestra parte para que Venezuela sepa cuánto y como solidarizamos con sus avances y sus ideas rumbo al socialismo científico como arma que puede proporcionaros, a todos, dentro y fuera, las armas para llevar esta lucha a una conclusión victoriosa mundialmente. Con crítica fraternal, tras el ejemplo de Venezuela.
Se hablará para siempre de la alegría, franca, noble de Venezuela hoy? su condición esencial de alma revolucionaria que nos inspira e incentiva. Los votos ahora aguardan semblante apacible, aguardan ahora como noticia promisoria de que algo nuestro se levanta en el horizonte nuestro. Su voto será un nosotros. Y será nuestros padres con sus luchas saboreando esta hora suave salida del hogar. Su voto será los caminos venezolanos nuevos que llevan el corazón a galope. Su voto hablará latiendo en el corazón de los recuentos y los proyectos. Su voto camina con el amanecer y con el mar caribe para sanar nuestra orfandad con urnas repletas de pueblo hospitalario y enamorado. Su voto, señoras y señores, debe dolerle mucho al enemigo. Su voto es curativo.
Nuestra tarea es defender ala Revolución Bonita, día y noche, ayudarla a florecer y a expandirse, incluso nuestra tarea consiste en comprender, aunque nos cueste, la magnificencia poética de la revolución el poderío de sus verdades mejores, sus núcleos racionales y emocionales? la vida misma como poesía, nuestra tarea es desconfiar de cualquier modo burocrático o sectario de pensar, nuestra tarea es exaltar lo maravilloso de los votos en una democracia genuina, desde abajo, obrera y campesina socialista y fantástica que no es falsa, que está en marcha, que exige esfuerzos y que tiene futuro?
No hay en la Venezuela revolucionaria voto neófito y eso fascina al mundo, donde la luz y sombra, bien y mal, amor y odio, placer y dolor se identifican en un pensamiento socialista que ilustra de manera explícita las tesis de una revolución que aumenta su intensidad en los hechos para que cada mañana el reloj prodigue raudales de vida. Estos 10 millones de votos, al menos, traspasarán todas las barreras donde la vida se fuma una tregua terca y nos ofrece todos sus malabares de historia nueva, nunca antes vistos, en la nave de los locos que sueñan una revolución plena. Venezuela va ala vanguardia.
Votar ahora en Venezuela comporta una actividad conciente para transformar el mundo vinculada a la actividad de construir el socialismo científico del siglo XXI . Votos que son banderas de todos los problemas humanos, bajo todas sus formas, con las fuerzas de un proceso revolucionario que exige tiempo, ratificación, profundidad y ampliación. Que todos los revolucionarios preñados por el socialismo científico sepan ser inspiración de la poesía de propaganda, del lirismo de la lucha, de la época de los triunfos, poesía totalmente revolucionaria capaz de insuflar fuerzas confianza de sí, razón de sí y certeza de futuro. Negación de los determinantes históricos que frenan a la humanidad, defensa de la cultura revolucionaria, entrega sin reservas para que la revolución venezolana siga dando sus frutos. Venezuela va adelane.
La "política" vieja, la de las componendas criminales, aúlla en los anaqueles de la historia, no por su derroche de "buenos modales" sino porque hay un pueblo que pasó ser protagonista de su vida. El voto venezolano no es esa "mercancía" barata que prometen ancianamente los centristas a una multitud de espejos desvencijados por el caballo de Troya de la demagogia. De eso está plagado el mundo entero. El voto venezolano tomará indistintamente la forma de la revolución y nos hará mirarnos al espejo del mundo. El voto de Venezuela es de la humanidad entera y se halla en el fondo de nuestros bolsillos, en los peines y en las sábanas más blancas. El voto de los venezolanos abre la puerta siguiente de nuestro pecho jadeante, el voto de los venezolanos es corazón de esperanzas entre los dedos que apuntarán las elecciones.
Se ha hablado tanto de Venezuela y se ha dicho tan poco. De su solidaridad inmensa, de sentirla, de juzgarla, de contar sus cicatrices, de palpar las injusticias en su contra. Se ha hablado tanto de Venezuela, han sido tantos tus críticos... sus detractores, que por doler nos duelen las calumnias, los el petróleo robado, las penalidades de la clase trabajadora y la injusticia económica, política y social? nos duele Venezuela en todo el mundo? pero nos alegra en ella la humanidad entera que cuenta ahora con las elecciones como guía.
El voto es un frente mundial de centenares de millones de hombres rumbo al socialismo en serio. Científico pues. Ese voto en Venezuela cuenta con nuestras voces que por todas partes anhelan decir a cada venezolano cuánto importa que triunfe nuevamente su Revolución en las urnas, en las fábricas recuperadas, en las tierras reapropiadas, en sus debates y en sus escuelas? Ese voto es una táctica y estrategia dialéctica con el programa de transición hacia el socialismo. Coro mundial los sueños venezolanos y de todos.
Votos frente al peligro, votos cada vez más reales, indicios que ensanchan todas nuestras especulaciones sobre una vida digna. Voto que termine con cualquier reflexión peregrina y sea nata pura revolucionaria quintaesencia? leche de la lucha. Voto lácteo e innumerable, vía láctea, vía madre. Es hora de aunar los dictámenes de la revolución a los del voto. Ninguna acción individual o colectiva, sobre todo revolucionaria, puede prescindir de cualquier herramienta que enriquezca a la revolución misma.
A estas horas sabemos que el voto se ejercerá como un relámpago; conjugará los aspectos más urgentes de nuestra realidad mundial y será una concreción de peldaño, un salto adelante, un descorrer las cortinas para que entre el sol de un día nuevo. La revolución necesita tiempo. Hay que salir a las calles y vivir la transparencia de las elecciones venezolanas, vivir esa casa de cristal que son sus calles enfiestadas de revolución y virtud socialista, salir a las calles nítidas y contagiosas con su ebriedad de triunfos y futuro, su exhibicionismo de fraternidad. Bailar ese estremecimiento de calidez caribe y oleaje profundo. Salir a las calles a olfatear los votos, salir a leerlos en los asuntos íntimos de la existencia que pasa revista a sus tareas de construcción colectiva. Votos que andan ya sobrevolando Venezuela como pájaros que buscan nido en la primavera de la voluntad, en los solsticios del socialismo? nuestro y de ellos. Todo el tiempo. Manos fuera de Venezuela.
Bolivia: Ofensiva contra los más reaccionarios
x Econoticiasbolivia.com
Sellada la alianza estratégica con las transnacionales petroleras, el gobierno de Evo Morales inició en Bolivia una triple ofensiva contra los sectores más reaccionarios de la oligarquía latifundista y los grupos más conservadores asentados en el oriente y sur del país.
La triple acción se sustenta en la decisión del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) de imponer su mayoría en la Asamblea Constituyente, en el intento para promover la censura de los prefectos (gobernadores) opositores y las presiones para obligar al Senado a modificar una ley de tierras.
Con la primera acción, el MAS quiere eliminar el veto que hace un año otorgó a la oligarquía tanto para la redacción de la nueva Constitución Política del Estado como para la definición del alcance y magnitud de las autonomías regionales. El pasado viernes, la bancada gubernamental aprobó el reglamento de debates que le faculta para hacer todo lo que quiera en la Constituyente, sin necesidad de pactar ni negociar con nadie.
Con la segunda acción, impulsada desde el Congreso, se intenta ejercer una rigurosa fiscalización sobre los prefectos opositores de derecha, electos por voto directo, pudiendo, incluso, propiciar su enjuiciamiento y destitución. Esta acción está en curso.
Con la tercera medida, el gobierno intenta, a través de movilizaciones indígenas y campesinas y la presión directa del Estado, obligar al Senado (donde hay una ligera mayoría de la derecha opositora) a aprobar una serie de modificaciones a la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Ley INRA), que lesiona muy parcialmente los derechos de pequeños pero muy poderosos grupos de latifundistas y traficantes de tierras, que detentan campos ociosos para el engorde y la especulación.
Los afectados han unido fuerzas y se atrincheran en las regiones del oriente y sur (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), aglutinando a muchos sectores empresariales, cívicos y laborales tras sus banderas como la "autonomía" y el "respeto a la democracia".
En esta pulseada, el gobernante MAS cree que puede arrinconar a los sectores más reaccionarios de la oligarquía, que ya no cuentan con el aval de las transnacionales petroleras, las que a principios de mes lograron firmar nuevos y millonarios contratos con el Estado.
Sin embargo, la simultaneidad de las acciones contra la oligarquía ha tenido como efecto inmediato que estas fuerzas se unan y fortifiquen con amplio respaldo popular, siendo incierto el resultado de estas tres medidas, que bien podrían ser dejadas parcialmente de lado, una o dos, en función de la tercera.
Una de las acciones que logró unificar a todos los sectores de la oposición de derecha en contra del gobierno es la aplicación de la mayoría del MAS en la Asamblea Constituyente, que deja a todos los opositores convertidos en virtuales "invitados de piedra", por lo que no tienen más opción que avalar todo lo que defina el oficialismo o abandonar las sesiones y buscar levantar una Asamblea paralela, tal como amenazaron algunos de sus dirigentes.
La ruptura en la Constituyente posibilitó, además, que los sectores más reaccionarios lideren la oposición en desmedro de los sectores más moderados, especialmente en el tema de las tierras, donde había un parcial acuerdo entre los empresarios productores y las fuerzas del MAS.
Inicialmente, la táctica oficial era aislar a los sectores más retardatarios del agro, donde un puñado de hacendados concentra las mejores tierras. "En el tema de la tierra se entrecruzan intereses de grupos empresariales productivos legítimos y sectores especulativos influyentes en la sociedad oriental, con amplio peso político. Nuestra estrategia es potenciar la alianza con el sector productivo y aislar al político-especulativo, aunque a veces se entrecruzan ambos intereses", decía el vicepresidente Álvaro García Linera.
El proyecto de modificaciones a la Ley INRA no modifica su carácter pro-empresarial ni afecta a los inmensos latifundios que están en producción ni a sus proyecciones de crecimiento, pero afectaba, en algún modo, a los acaparadores de tierras al reducir los plazos para verificar que las tierras cumplan una función económica social a dos años (los empresarios quieren que sea cinco) y al definir que las tierras revertidas sean entregadas a los indígenas (los empresarios quieren que los beneficiarios sean sólo los lugareños).
Según los balances periodísticos, el gobierno enfrentará una semana conflictiva luego de que Comités Cívicos del oriente y sur, además de los Prefectos, parlamentarios y asambleístas de la oposición, declararon emergencia, vigilia y la intervención de organismos internacionales en contra de Evo Morales.
Cívicos y prefectos de Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni, se declararon en estado de emergencia y medidas de presión, mientras políticos y asambleístas trabajan y consultan a organismos internacionales los recursos que interpondrán contra la mayoría absoluta como forma de aprobación del nuevo texto constitucional.
En las primeras reacciones, la derechista Unidad Nacional (UN), a la cabeza de su jefe, el millonario empresario del cemento, Samuel Doria Medina, movilizó a 66 personas en una huelga de hambre en ocho piquetes instalados en todo el país.
El Estado de Israel: La Muralla de Hierro de Jabotinski
x Ezequiel Hazán
Las metáforas nunca son inocentes, uno no elige por casualidad sus palabras. La concepción de la política hacia los árabes como una muralla ha delineado claramente no solo las formas sino el espíritu del Estado de Israel.
Este artículo se propone polemizar con respecto a las ideas del sionismo socialista, y sus diferencias con los planteos del ala revisionista liderada por Jabotinsky.
Desde una visión esquemática, se podrían resumir los ideales del sionismo socialista en la concreción de una sociedad socialista judía en Palestina. Siguiendo a Ber Borojov, el diagnóstico hecho por el ala izquierda del sionismo es que la problemática del antisemitismo era consecuencia del carácter económicamente "anormal" de la población judía en la Diáspora, que la obligaba a instalarse en actividades del tipo de prestamistas o pequeños comerciantes, que los hacia incapaces de competir económicamente y a la vez despertaba el antisemitismo en cualquier lugar donde se encontraran. La solución de Borojov es la migración a Palestina donde, según el, los judíos, cual versión distorsionada de los Manuscritos Filosóficos de 1844 de Marx, encontrarían su ser genérico trabajando la tierra, convirtiéndose en agricultores y trabajadores (1).
Este planteo, de la "regeneración" del judío en la nueva tierra, se liga a la idea original del diagnostico del judío en la diáspora hecho por el sionismo hertzliano. Max Nordau expresaba, aunque no en una variante marxista, que en esa nueva tierra el judío podrá regenerarse moralmente: "Otros esperan el remedio del sionismo, que no es para ellos el cumplimiento de una mística promesa de las Sagradas Escrituras, sino el camino hacia una existencia en la cual el judío habrá de hallar finalmente las simples y primarias condiciones de vida, que resultan sobreentendidas a todo no-judío, a saber: un apoyo social seguro, buena voluntad en la sociedad, posibilidad de utilizar sus condiciones para el desarrollo de su verdadera personalidad, en vez de malgastarlas en la represión, tergiversación u ocultamiento de sus cualidades." (2)
En lo que se diferencia Borojov de Nordau es en que, para este ultimo, la regeneración daría lugar a una sociedad burguesa. Para Borojov, el proceso crearía una sociedad judía proletaria que, a través de la lucha de clases, llevaría a la concreción de una sociedad socialista. Es visto entonces que, en el programa de la izquierda sionista, la construcción de la nación antecede a la del socialismo. Lo primero es condición para lo segundo.
Según lo planteado por Shulamit Carmi y Henry Rosenfeld, en "El surgimiento del nacionalismo militarista en Israel" (Revista Debats. Nº33), el conflicto, la dinámica y los objetivos del sionismo socialista no estaban necesariamente atados al problema árabe, sino por el conflicto que mantenía con otras líneas políticas dentro la población judía, y es esta lucha la que va a definir la relación entre árabes y judíos. A su vez, diferencian dos sectores dentro de la izquierda: uno representado por movimientos como Hashomer Hatzair o Ahduth Haavodah, que patrocinaban un estado único o binacional para los dos pueblos, y otro sector, representado por el Mapai, que estaba a favor de la partición propuesta por las Naciones Unidas.
Según lo que plantean los autores, la izquierda socialista fue derrotada políticamente por el sector que ellos denominan de la derecha socialista, representada en el Mapai. En esta lucha, lo que estaría derrotado es el espíritu socialista, antimilitarista y antiestatalista -al estilo kibbutziano- de la izquierda, en detrimento del estatalismo --la mamlachtiut- del Mapai. Este es resultado del abandono del ideal socialista por parte de este último.
La guerra del `48 con su resultado final consuma el hecho estatal y propicia la salida militar como forma de solución al problema árabe. Carmi y Rosenfeld manifiestan que, el catalizador de este cambio, es este abandono por parte del laborismo del socialismo, y es aquí donde se daría lugar a un nacionalismo militarista. Lo contradictorio de este planteo es, como al principio de su trabajo plantean los autores, la negación de la consecución necesaria entre los postulados del sionismo socialista más radicalizado y la creación de un órgano estatal judío.
Considero que el planteo es erróneo ya que, mas allá de las explicitas intenciones antiestatistas de ciertos sectores de la izquierda sionista, no se puede hablar de "traición" o "abandono" por parte de la misma de sus postulados. Esa hipótesis que elucido se debe a que, como se remarca al principio del artículo citado, la colonización y libre migración judía son presupuestos inobjetables para la realización de la sociedad socialista judía. Esto era compartido por el amplio y diverso arco de tendencias de izquierda sionista, y es, según lo que Jabotinsky señala, lo que los árabes no estaban dispuestos a aceptar (3)
Por tanto, si la colonización sionista es el objetivo a consolidar, no podía ser lograda en base a un acuerdo, ya que las condiciones que se buscaban implicaban un sometimiento voluntario de los intereses árabes, lo cual por supuesto no iba a suceder...
Por eso mismo, la posible divergencia que puede existir entre derecha e izquierda sionista es de talante, no de programa: lo que una dice claramente y con todas las letras la otra lo dice veladamente. Aquello que Jabotinsky esboza como imposible de eludir para el fortalecimiento de la colonización judía en Palestina --expulsión de la población árabe, constitución de un poder de fuego que la mantenga a raya- se transforman en fórmulas que inevitablemente la izquierda sionista tiene que aplicar para ser fiel a su programa.
Un claro ejemplo de esta política, donde los objetivos nacionalistas de la izquierda sionista priman sobre los internacionalistas y llevan a aplicar acciones de exclusión de la población árabe, se puede observar en el proceso de sindicalización de la clase obrera en el territorio palestino. Como bien observa Yossi Schwartz (4), la Histsadrut (Federación General Obrera de los trabajadores en Eretz Israel), dominada por los partidos sionistas socialistas mayoritarios, trató de por todo los medios de oponerse a la creación de sindicatos unidos, donde obreros judíos y árabes se integraran en un plano de igualdad. Tanto desde el sector de Hapo`el Hatza`ir, Arlosoff o Ben Gurion, desde Ahdut Haávoda, proponían como solución conciliadora la creación de tibios sindicatos unidos que, obviamente, estarían internamente separados en secciones judías y árabes.
Estas resistencias a la unión de la clase obrera, eran resultado de que la misma iba contra las verdaderas metas de la Hitsadrut, que eran la consolidación de un sector obrero exclusivamente judío y de una economía judía autosuficiente (separada) de la población árabe. Solo una visión muy cándida e ingenua podría creer que esto se podía hacer sin algún tipo de conflicto, y que no implicaba la aplicación de una violencia contra la población nativa. Por eso mismo discrepo con los autores citados, en que la izquierda sionista haya sido infiel y en consecuencia, puede afirmarse que el texto de Jabotinsky, "La muralla de hierro. Nosotros y los árabes", es claramente el programa del sionismo en general.
La concreción de un aparato estatal era la única forma de crear esas condiciones favorables. Solo la construcción de un estado, con su poder centralizador, con sus vasos comunicantes burocráticos y con su monopolio de la fuerza coercitiva, personificada en un ejército judío, podía llevar a cabo la tarea de expulsión de la población nativa y del establecimiento de la población judía en Palestina. Es la erección del organismo estatal lo que permite continuar el proceso de colonización y la libre inmigración que postulaba la izquierda.
Las luchas nacionales del siglo XX han sido luchas estatales. En el caso especifico del conflicto israelí-palestino, esta lucha está teñida de un cariz etnicista, ya que la estatalidad proclamada por el proyecto sionista, sea de izquierda o de derecha, es de por sí excluyente. Como bien indica Dan Dinner (5), el estado de Israel implicaba la construcción de un estado judío y no un estado representante de quienes habitan ese territorio más allá de su origen étnico o su religión.
Si el objetivo era traer la mayor cantidad de población judía a Palestina, para crear una nación étnicamente homogénea, no era a través de un acuerdo con los árabes que se iba a lograr- "... Que los árabes de la tierra de Israel voluntariamente lleguen a un acuerdo con nosotros está más allá de toda esperanza en el presente, y en el futuro inmediato...", dirá Jabotinsky (6).
Sólo la fuerza coercitiva de un estado judío, la Muralla de hierro, podía permitir que se mantuvieran las condiciones para realizar el sueño del sionismo socialista, porque sólo ella permitía eliminar el obstáculo a esas condiciones: la población árabe. A la vez, obligaba a estos a aceptar las nuevas condiciones, gracias a la coerción aplicada por el naciente estado. O como con su "educada indiferencia" y sinceridad expresara Jabotinsky:
"...Todo esto no significa que algún tipo de acuerdo no sea posible, sólo un acuerdo voluntario es imposible. Mientras exista una mínima esperanza de que puedan expulsarnos, no negociarán esas esperanza (...) Un pueblo efectúa tales enormes concesiones sólo cuando ya no tiene esperanzas. Sólo cuando no se percibe ni una sola hendidura en la muralla de hierro..." (7)
Este horizonte de conflicto, implícito en la idea de "la muralla de hierro", convertía al nacionalismo militarista en la ideología del nuevo estado judío. La idea expresada por Moshe Dayan, en el texto de Dan Dinner, de que la colonización no solo implicaba plantar un árbol o construir una casa sino también el fusil y el casco (8) concuerda absolutamente con Jabotinsky. Los dos tienen presente que la colonización tendrá que hacerse contra la población nativa, y protegida por una fuerza que la mantenga a raya.
El paso siguiente que hará el sionismo, ya como ideología de estado y, por tanto, política oficial de Israel, será el no reconocimiento de la identidad palestina y la afirmación del derecho de los judíos a permanecer allí. En este sentido, los derechos del pueblo palestino no se discuten, hacerlo sería poner en peligro el mismo Estado de Israel. La legitimación estará dada por un justificativo que se remite al texto bíblico que, según el sionismo, a su vez remitiría a un derecho divino sobre el territorio palestino.
No es la existencia concreta y actual en este lugar lo que daría el derecho a la existencia de una nacionalidad judeo-israelí, sino la existencia de ese derecho histórico que ata indefectiblemente a los judíos a esa tierra. Reconocer los derechos de los palestinos es considerado el principio de la destrucción del estado de Israel. Un ejemplo de esto es citado por Dan Dinner: Menajem Beguin (primer ministro en 1977), en una conferencia pronunciada en el kibbutz Ein Hakhoresh, ante una pregunta del público sobre el reconocimiento de la existencia del pueblo palestino, respondió:
"Tenga cuidado, amigo mío: si usted reconoce a Palestina destruye su derecho a vivir en Ein Hakhoresh. Porque si está aquí Palestina y no Eretz Israel, entonces usted es un conquistador y no un constructor del país. Es usted un intruso. Si está aquí Palestina, el país pertenece al pueblo que vivía aquí antes que usted viniera. Solamente si está aquí Eretz Israel, tiene usted derecho a vivir en Ein Hakhoresh y Degania. Si éste no es su país, el país de sus antepasados y el de sus hijos ¿qué hace usted entonces aquí? Ha llegado a este país de otro pueblo, como ellos afirman. Les ha expulsado y les ha quitado su tierra" (9).
Se ve claramente además que la justificación dada por un derecho histórico a la tierra sigue teniendo vigencia.
En este marco, los ataques son considerados actos terroristas injustificados, perpetrados no por palestinos que reivindican su pertenencia a la tierra de la que fueron expulsados, sino por terroristas árabes. Un rótulo que debilita el discurso del adversario. Y a su vez, toda acción militar israelí es simplemente una "represalia" al accionar terrorista.
Pero esta justificación de la agresiva política israelí --tanto en apropiación de tierras como en acciones militares- no solo se sostiene en un desconocimiento de los reclamos palestinos y en la reivindicación de Palestina como tierra ancestral judía. Imbricada a estos elementos discursivos aparecen otros nuevos que lo refuerzan. Gilad Atzmon, activista israelí pro palestino y "autoexiliado" en Inglaterra, señala que el genocidio nazi y el temor a un antisemitismo que tendría visos de "interminable", complementan este discurso sionista preexistente (10).
¿En qué forma son usados estos elementos aparecidos tras la segunda guerra mundial? Ellos vigorizan el mito de Israel como "refugio de los judíos" y permiten sostener una razón aun más importante: mantienen la idea de que sólo un estado judío evitará la repetición de Auschwitz. Esta victimización y la idea de un perpetuo antisemitismo como dispositivos resultan efectivos ya que, los israelíes, consideran que el concepto de "Estado judío" es legítimo, y se ven a sí mismos como libres de toda responsabilidad ante los ataques palestinos, de los que se sienten víctimas.
Las metáforas nunca son inocentes, uno no elige por casualidad sus palabras. Concebir la política con respecto a los árabes como una muralla ha delineado claramente no solo las formas sino el espíritu del estado de Israel. Ha hecho de él no una graciosa y tranquila republica burguesa hertzliana o un paraíso socialista cooperativo, cual si fuera un gran kibbutz. Más bien lo ha llevado convertirse en una virtual Esparta, desconfiada de sus vecinos y siempre atenta a las posibles rebeliones de aquellos a los que somete internamente.
Notas
1) BOROJOV, Ber, El nacionalismo del proletariado judío. Repertorio de fuentes sobre Israel- Cátedra de Historia de Asia y África II. Facultad de Humanidades y Artes. UNR.
2) NORDAU, Max, La situación de los judíos en el siglo XIX (discurso en el primer congreso sionista). Ídem.
3) JABOTINSKY, Vladimir, La muralla de hierro, nosotros y los árabes. Repertorio de fuentes sobre Israel- Cátedra de Historia de Asia y África II. Facultad de Humanidades y Artes. UNR.
4) SCHWARZ, Yossi, Apuntes sobre la historia del movimiento obrero en Medio Oriente, en www.rebelion.org.
5) DINER, Dan. Israel: el problema del Estado nacional y el conflicto del Oriente próximo, Historia Universal Siglo XXI, Vol. 36, Madrid, l985.
6) JABOTINSKY, op. cit.
7) Idem.
8) DINER, op. cit. 9) Citado por Diner, D. "Israel: el problema del Estado nacional y el conflicto del Oriente próximo", p 154.
10) ATZMON, Gilad, Israeli people's most common mistakes, en www.gilad.com.uk
Observatorio de Conflictos, Argentina
Manos fuera de Venezuela. 10 millones de razones? y una sola
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels
Nadie debe creer que sólo con votos se transforma el mundo. Como si fuese magia, como si fuesen dioses. Nadie ha de pensar que la "democracia" representativa burguesa, adicta a la corrupción, resolverá los estragos del saqueo y la explotación, la amargura de las personas, su dolor, sus desesperaciones. ¿Dónde se ha visto? Nadie en su sano juicio ha de esperar que la realidad cambie sin derrotar al capitalismo. Nadie en su sano juicio ha de suponer que cambiaremos al mundo sin construir el socialismo. Científico, claro. Una y otra vez la democracia de los burgueses traiciona los votos. No hay razón para tenerle confianza, para tener ilusiones. Una y otra vez la confianza de los pueblos se llevó una bofetada, una desilusión y una tanda de palos con muertos venidos de las manos de quienes se llevaron los votos y las esperanzas. No cometamos los mismos errores. Contemos con el ejemplo de Venezuela. No es lo mismo votar en el contexto de un proceso revolucionario, desde abajo, que votar en el contexto del fraude consuetudinario? Estas elecciones son una operación de envergadura mayor concerniente a la transición revolucionaria a su expresión margen de todo control imperial y contra la omnipotencia de la explotación y el saqueo? por suerte contamos con Venezuela.
Vienen las elecciones venezolanas a lomos de la Historia, a todo galope, vienen con su ejemplo decisivo y urgente, ratificación de la clase trabajadora, del campo y la ciudad, protagonista clave de la revolución. Ratificación del rumbo a favor del socialismo. Vienen las elecciones, ya se avizoran, con su deseo ardiente de impulsar su revolución hacia delante. Poesía pura que se siente eléctrica desde abajo.
Vienen las elecciones damas y caballeros, a favor de la revolución dentro de la revolución. Vienen las elecciones inflamadas de interés en las ideas del socialismo y el ambiente general revolucionario y militante de la base. Vienen las elecciones con un empuje inédito, sin deprimirse y bien peinadas? nadie se equivoque. Se trata de una manifestación magnífica, una oportunidad para luchar abiertamente por el socialismo. El futuro con pasión venezolana que baila su rumba de control obrero?cogestión, pué. Como uno se cansa de vivir desterrado de su propio voto se avecina la hora de ratificar en la revolución verdadera de Venezuela ese destino que lo pueblos acunan, de mil maneras, incluida la del voto contra toda realidad alienada de barbarie y explotación.
Este voto será un rito de la revolución como travesía terrena, rito siempre nuevo, como el sol de la revolución venezolana. El voto será un rito de confirmación que por su naturaleza volcánica y luciferina, no puede desligarse del socialismo científico que nos embelesa, el voto vendrá del ejercicio de la libertad y el ejercicio de la revolución para el derrocamiento absoluto de toda forma de alienación, saqueo y explotación y para la construcción de una sociedad, vida, amores y relaciones humanas nuevas? Y este es definitivamente el sentido primero y último que entraña la revolución permanente? conjugar el socialismo siempre en verbo futuro, tenerlo a la mano como la más alta y brillante estrella de la mañana.
Es un poema fenomenal que entusiasma, que florece en preguntas, movilizaciones, debates? que servirá para ilustrarnos sobre la inteligencia de los trabajadores. Nadie se engañe, todos sabemos de los peligros internacionales que acechan a la Revolución Bolivariana además del riesgo de tendencias burocráticas, la corrupción y el peligro de enfrentar a un grupo de trabajadores contra otro. Pero allá en Venezuela saben muy bien los trabajadores que tienen la capacidad de dirigir y mejorar efectivamente la administración, la producción industrial, de dirigir su revolución madurarla solidariamente. Eso es el corazón de una revolución. Vienen las elecciones y los trabajadores quieren demostrar que pueden dirigir la industria sin capitalistas. Vienen las elecciones y nadie quiere la revolución a medias.
El voto hablará del mundo entero de las resonancias del corazón de la Revolución percutido por el alma de Venezuela, el alma de todos los trabajadores, el alma en los ojos y en las manos? el alma en el dedo índice que dirá con su voto hacia dónde han de ir las relaciones económicas y políticas, la historia contemporánea, la batalla de las ideas, la lucha anti-imperialista y la Revolución Bonita. Hay que ganar las elecciones con Venezuela, ganarlas entre todos para legitimar, del dicho al hecho, el avance Revolucionario del socialismo, en Venezuela y en el mundo entero. Serán mucho más que 10 millones de votos. Ni lo duden.
Estas elecciones serán un paso más contra el poder económico de la oligarquía para expropiar a la oligarquía e introducir la economía socialista planificada. Estas elecciones serán un paso más para resolver los problemas de la población venezolana. No serán milagrosas, no resolverán todo, son una ratificación necesaria y una reiteración tumultuosa de las esperanzas que ven realizaciones. Armadas con las cifras necesarias, los trabajadores caminaran hacia el futuro para demostrarnos que han aprendido cuál es su situación verdadera.
El paso siguiente es previsible. Los trabajadores celebrarán masivamente y batirán el récord de votación en cantidad de votos y con calidad de ideas. Será una gran victoria para los trabajadores y será ratificación de la señal para que muchos otros trabajadores, de Venezuela y del mundo, sigamos ese ejemplo. Demostrarán que el control obrero sólo podría desarrollarse seriamente si se nacionalizan las fuentes de trabajo con un programa claro y socialista en pleno siglo XXI, contra todo lo que haga peligrar sus triunfos. Las elecciones serán fundamentales en la lucha contra el Capitalismo, privado o de estado. No son unas elecciones cualquiera, estas elecciones tienen por base suprema la Revolución Bolivariana que si bien es indispensable perfeccionarla con ideas científicas, hace una diferencia monumental, es su matriz y su fuerza. Eso las hace distintas, especiales, nadie se equivoque. Las elecciones profundizarán los cambios no sólo para avanzar en el control obrero, también para elevar la discusión política, filosófica e ideológica sobre el rumbo hacia donde queremos, podemos o debemos ir. ¿No es eso hermoso?
Combatamos la indiferencia al voto revolucionario en todas sus formas; al juego irresponsable de la distracción, la palabrería abstencionista erudita, la especulación pura; no tengamos algo en común, con los pequeños y grandes burgueses y su espíritu plagado con todas las cobardías, todas las abdicaciones, todas las traiciones posibles? no nos impedirán que ratifiquemos el rumbo de la revolución a cambio bagatelas y derrota.
Estas elecciones probarán cómo los revolucionarios ejercen su voz, su voto y su movilización, cuál es su participación real y cómo se erigen en protagonistas verdaderos. Como, los venezolanos, luchan por el cambio a pesar de los pesares, contra todo tipo de frenos y obstáculos, contra la oligarquía y contra la burocracia. Estas elecciones serán también un paso más contra la burocracia, la corrupción y el arribismo. Contra todo lo que dentro y fuera intenta frenar el avance del socialismo y la conciencia de los trabajadores que son profundamente críticos y cada día más activos. Estas elecciones fortalecerán la columna vertebral de la revolución para que la clase trabajadora dirija no sólo las empresas, sino también la sociedad y el estado todo. Fortalecerá la dirección de los trabajadores en una economía socialista planificada basada en la nacionalización de la tierra, los bancos y las grandes empresas. Para eso servirán las elecciones, para elevar la calidad del voto y todo lo que eso exige como movilización concreta.
Las elecciones nacerán de los talleres, las reuniones, en cada sección de la fábrica? nacerán de un debate en la casa, en las escuelas, en las oficinas? ideas para llevar a la práctica el entusiasmo y la urgencia de futuro. Estas elecciones nacerán del impulso paciente de los movimientos revolucionarios de la clase trabajadora venezolana, con el perfume emocionado del carachazo heroico en febrero de 1989, pasando por las victorias extraordinarias del presidente Chávez, las derrotas propinadas a la oligarquía en abril de 2002 y el triunfo ejemplar contra la huelga patronal contrarrevolucionaria, este voto es el voto que triunfó en el referéndum y ahora insistirá en su rumbo hacia le socialismo?
Estas elecciones venezolanas sabrán a gloria. Se verán las caras de los trabajadores, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, orgullosos de su revolución y sus convicciones en plena acción, con su mirada alegre y decidida que es la única garantía de que esta revolución no tiene retorno, nada es comparable con esto. Estas elecciones ayudarán a hombres y mujeres a pensar y actuar como individuos libres, no como esclavos. Trabajadores capaces de luchar e instaurar medidas anti-burocráticas, como el derecho de revocación, la limitación de los salarios de todos los funcionarios, la inspección de gastos, etc., y el "socialismo científico del siglo XXI"
La revolución avanza, "El problema de la burocracia, la corrupción y el arribismo es el centro de la ecuación. Estas son las herramientas utilizadas por la contrarrevolución para detener la revolución en su camino. La oligarquía y el imperialismo están intentando encontrar puntos de apoyo dentro del movimiento bolivariano, luchan por introducir un caballo de Troya en sus filas para poder acabar con sus defensas. La lucha por el poder en Venezuela se decidirá en la lucha de tendencias opuestas dentro del movimiento bolivariano que, en última instancia, reflejan la lucha de oposición y de intereses de clase incompatibles entre sí." La conciencia crece a pasos agigantados. Los trabajadores discuten el socialismo, luchan por el control obrero y el nacimiento de una cultura nueva con valores nuevos, solidarios y socialistas. Obtienen conclusiones muy avanzadas a partir de sus experiencias y sus necesidades. Se preparan para tomar el poder, no sólo en las fábricas, sino también tomar en sus manos la sociedad. Estas elecciones son un paso más. Con más de 10 millones de votos.
No será mediante "campañas políticas" de cartón, llenas de declaraciones estereotipadas, que sea posible conseguir liberar toda la fuerza de los votos con su espíritu revolucionario y no será con palabrería que se liberará el hombre nuevo socialista y fraterno; por el contrario es sólo por la vía de la afirmación y de la ratificación, 10 millones de veces contundente, y más, que la fidelidad inquebrantable al socialismo con todos sus potencias de emancipación del espíritu y del hombre, habrá de impulsarnos, con aproximaciones sucesivas y dialécticas a la revolución permanente.
Estas elecciones son una batalla que nos llama y nos exige hacer nuestra parte solidaria, necesaria, hombro con hombro con los venezolanos más avanzados. Estas elecciones nos atraviesan y nos competen nadie puede hacerse tonto, mucho de nuestro destino depende de que sepamos estar junto a los trabajadores y campesinos en su lucha. Que sepamos estar con los revolucionarios verdaderos contra los reformistas, los burócratas y la quinta columna de la oligarquía. Poner todo de nuestra parte para que Venezuela sepa cuánto y como solidarizamos con sus avances y sus ideas rumbo al socialismo científico como arma que puede proporcionaros, a todos, dentro y fuera, las armas para llevar esta lucha a una conclusión victoriosa mundialmente. Con crítica fraternal, tras el ejemplo de Venezuela.
Se hablará para siempre de la alegría, franca, noble de Venezuela hoy? su condición esencial de alma revolucionaria que nos inspira e incentiva. Los votos ahora aguardan semblante apacible, aguardan ahora como noticia promisoria de que algo nuestro se levanta en el horizonte nuestro. Su voto será un nosotros. Y será nuestros padres con sus luchas saboreando esta hora suave salida del hogar. Su voto será los caminos venezolanos nuevos que llevan el corazón a galope. Su voto hablará latiendo en el corazón de los recuentos y los proyectos. Su voto camina con el amanecer y con el mar caribe para sanar nuestra orfandad con urnas repletas de pueblo hospitalario y enamorado. Su voto, señoras y señores, debe dolerle mucho al enemigo. Su voto es curativo.
Nuestra tarea es defender ala Revolución Bonita, día y noche, ayudarla a florecer y a expandirse, incluso nuestra tarea consiste en comprender, aunque nos cueste, la magnificencia poética de la revolución el poderío de sus verdades mejores, sus núcleos racionales y emocionales? la vida misma como poesía, nuestra tarea es desconfiar de cualquier modo burocrático o sectario de pensar, nuestra tarea es exaltar lo maravilloso de los votos en una democracia genuina, desde abajo, obrera y campesina socialista y fantástica que no es falsa, que está en marcha, que exige esfuerzos y que tiene futuro?
No hay en la Venezuela revolucionaria voto neófito y eso fascina al mundo, donde la luz y sombra, bien y mal, amor y odio, placer y dolor se identifican en un pensamiento socialista que ilustra de manera explícita las tesis de una revolución que aumenta su intensidad en los hechos para que cada mañana el reloj prodigue raudales de vida. Estos 10 millones de votos, al menos, traspasarán todas las barreras donde la vida se fuma una tregua terca y nos ofrece todos sus malabares de historia nueva, nunca antes vistos, en la nave de los locos que sueñan una revolución plena. Venezuela va ala vanguardia.
Votar ahora en Venezuela comporta una actividad conciente para transformar el mundo vinculada a la actividad de construir el socialismo científico del siglo XXI . Votos que son banderas de todos los problemas humanos, bajo todas sus formas, con las fuerzas de un proceso revolucionario que exige tiempo, ratificación, profundidad y ampliación. Que todos los revolucionarios preñados por el socialismo científico sepan ser inspiración de la poesía de propaganda, del lirismo de la lucha, de la época de los triunfos, poesía totalmente revolucionaria capaz de insuflar fuerzas confianza de sí, razón de sí y certeza de futuro. Negación de los determinantes históricos que frenan a la humanidad, defensa de la cultura revolucionaria, entrega sin reservas para que la revolución venezolana siga dando sus frutos. Venezuela va adelane.
La "política" vieja, la de las componendas criminales, aúlla en los anaqueles de la historia, no por su derroche de "buenos modales" sino porque hay un pueblo que pasó ser protagonista de su vida. El voto venezolano no es esa "mercancía" barata que prometen ancianamente los centristas a una multitud de espejos desvencijados por el caballo de Troya de la demagogia. De eso está plagado el mundo entero. El voto venezolano tomará indistintamente la forma de la revolución y nos hará mirarnos al espejo del mundo. El voto de Venezuela es de la humanidad entera y se halla en el fondo de nuestros bolsillos, en los peines y en las sábanas más blancas. El voto de los venezolanos abre la puerta siguiente de nuestro pecho jadeante, el voto de los venezolanos es corazón de esperanzas entre los dedos que apuntarán las elecciones.
Se ha hablado tanto de Venezuela y se ha dicho tan poco. De su solidaridad inmensa, de sentirla, de juzgarla, de contar sus cicatrices, de palpar las injusticias en su contra. Se ha hablado tanto de Venezuela, han sido tantos tus críticos... sus detractores, que por doler nos duelen las calumnias, los el petróleo robado, las penalidades de la clase trabajadora y la injusticia económica, política y social? nos duele Venezuela en todo el mundo? pero nos alegra en ella la humanidad entera que cuenta ahora con las elecciones como guía.
El voto es un frente mundial de centenares de millones de hombres rumbo al socialismo en serio. Científico pues. Ese voto en Venezuela cuenta con nuestras voces que por todas partes anhelan decir a cada venezolano cuánto importa que triunfe nuevamente su Revolución en las urnas, en las fábricas recuperadas, en las tierras reapropiadas, en sus debates y en sus escuelas? Ese voto es una táctica y estrategia dialéctica con el programa de transición hacia el socialismo. Coro mundial los sueños venezolanos y de todos.
Votos frente al peligro, votos cada vez más reales, indicios que ensanchan todas nuestras especulaciones sobre una vida digna. Voto que termine con cualquier reflexión peregrina y sea nata pura revolucionaria quintaesencia? leche de la lucha. Voto lácteo e innumerable, vía láctea, vía madre. Es hora de aunar los dictámenes de la revolución a los del voto. Ninguna acción individual o colectiva, sobre todo revolucionaria, puede prescindir de cualquier herramienta que enriquezca a la revolución misma.
A estas horas sabemos que el voto se ejercerá como un relámpago; conjugará los aspectos más urgentes de nuestra realidad mundial y será una concreción de peldaño, un salto adelante, un descorrer las cortinas para que entre el sol de un día nuevo. La revolución necesita tiempo. Hay que salir a las calles y vivir la transparencia de las elecciones venezolanas, vivir esa casa de cristal que son sus calles enfiestadas de revolución y virtud socialista, salir a las calles nítidas y contagiosas con su ebriedad de triunfos y futuro, su exhibicionismo de fraternidad. Bailar ese estremecimiento de calidez caribe y oleaje profundo. Salir a las calles a olfatear los votos, salir a leerlos en los asuntos íntimos de la existencia que pasa revista a sus tareas de construcción colectiva. Votos que andan ya sobrevolando Venezuela como pájaros que buscan nido en la primavera de la voluntad, en los solsticios del socialismo? nuestro y de ellos. Todo el tiempo. Manos fuera de Venezuela.
Bolivia: Ofensiva contra los más reaccionarios
x Econoticiasbolivia.com
Sellada la alianza estratégica con las transnacionales petroleras, el gobierno de Evo Morales inició en Bolivia una triple ofensiva contra los sectores más reaccionarios de la oligarquía latifundista y los grupos más conservadores asentados en el oriente y sur del país.
La triple acción se sustenta en la decisión del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) de imponer su mayoría en la Asamblea Constituyente, en el intento para promover la censura de los prefectos (gobernadores) opositores y las presiones para obligar al Senado a modificar una ley de tierras.
Con la primera acción, el MAS quiere eliminar el veto que hace un año otorgó a la oligarquía tanto para la redacción de la nueva Constitución Política del Estado como para la definición del alcance y magnitud de las autonomías regionales. El pasado viernes, la bancada gubernamental aprobó el reglamento de debates que le faculta para hacer todo lo que quiera en la Constituyente, sin necesidad de pactar ni negociar con nadie.
Con la segunda acción, impulsada desde el Congreso, se intenta ejercer una rigurosa fiscalización sobre los prefectos opositores de derecha, electos por voto directo, pudiendo, incluso, propiciar su enjuiciamiento y destitución. Esta acción está en curso.
Con la tercera medida, el gobierno intenta, a través de movilizaciones indígenas y campesinas y la presión directa del Estado, obligar al Senado (donde hay una ligera mayoría de la derecha opositora) a aprobar una serie de modificaciones a la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Ley INRA), que lesiona muy parcialmente los derechos de pequeños pero muy poderosos grupos de latifundistas y traficantes de tierras, que detentan campos ociosos para el engorde y la especulación.
Los afectados han unido fuerzas y se atrincheran en las regiones del oriente y sur (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), aglutinando a muchos sectores empresariales, cívicos y laborales tras sus banderas como la "autonomía" y el "respeto a la democracia".
En esta pulseada, el gobernante MAS cree que puede arrinconar a los sectores más reaccionarios de la oligarquía, que ya no cuentan con el aval de las transnacionales petroleras, las que a principios de mes lograron firmar nuevos y millonarios contratos con el Estado.
Sin embargo, la simultaneidad de las acciones contra la oligarquía ha tenido como efecto inmediato que estas fuerzas se unan y fortifiquen con amplio respaldo popular, siendo incierto el resultado de estas tres medidas, que bien podrían ser dejadas parcialmente de lado, una o dos, en función de la tercera.
Una de las acciones que logró unificar a todos los sectores de la oposición de derecha en contra del gobierno es la aplicación de la mayoría del MAS en la Asamblea Constituyente, que deja a todos los opositores convertidos en virtuales "invitados de piedra", por lo que no tienen más opción que avalar todo lo que defina el oficialismo o abandonar las sesiones y buscar levantar una Asamblea paralela, tal como amenazaron algunos de sus dirigentes.
La ruptura en la Constituyente posibilitó, además, que los sectores más reaccionarios lideren la oposición en desmedro de los sectores más moderados, especialmente en el tema de las tierras, donde había un parcial acuerdo entre los empresarios productores y las fuerzas del MAS.
Inicialmente, la táctica oficial era aislar a los sectores más retardatarios del agro, donde un puñado de hacendados concentra las mejores tierras. "En el tema de la tierra se entrecruzan intereses de grupos empresariales productivos legítimos y sectores especulativos influyentes en la sociedad oriental, con amplio peso político. Nuestra estrategia es potenciar la alianza con el sector productivo y aislar al político-especulativo, aunque a veces se entrecruzan ambos intereses", decía el vicepresidente Álvaro García Linera.
El proyecto de modificaciones a la Ley INRA no modifica su carácter pro-empresarial ni afecta a los inmensos latifundios que están en producción ni a sus proyecciones de crecimiento, pero afectaba, en algún modo, a los acaparadores de tierras al reducir los plazos para verificar que las tierras cumplan una función económica social a dos años (los empresarios quieren que sea cinco) y al definir que las tierras revertidas sean entregadas a los indígenas (los empresarios quieren que los beneficiarios sean sólo los lugareños).
Según los balances periodísticos, el gobierno enfrentará una semana conflictiva luego de que Comités Cívicos del oriente y sur, además de los Prefectos, parlamentarios y asambleístas de la oposición, declararon emergencia, vigilia y la intervención de organismos internacionales en contra de Evo Morales.
Cívicos y prefectos de Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni, se declararon en estado de emergencia y medidas de presión, mientras políticos y asambleístas trabajan y consultan a organismos internacionales los recursos que interpondrán contra la mayoría absoluta como forma de aprobación del nuevo texto constitucional.
En las primeras reacciones, la derechista Unidad Nacional (UN), a la cabeza de su jefe, el millonario empresario del cemento, Samuel Doria Medina, movilizó a 66 personas en una huelga de hambre en ocho piquetes instalados en todo el país.
El Estado de Israel: La Muralla de Hierro de Jabotinski
x Ezequiel Hazán
Las metáforas nunca son inocentes, uno no elige por casualidad sus palabras. La concepción de la política hacia los árabes como una muralla ha delineado claramente no solo las formas sino el espíritu del Estado de Israel.
Este artículo se propone polemizar con respecto a las ideas del sionismo socialista, y sus diferencias con los planteos del ala revisionista liderada por Jabotinsky.
Desde una visión esquemática, se podrían resumir los ideales del sionismo socialista en la concreción de una sociedad socialista judía en Palestina. Siguiendo a Ber Borojov, el diagnóstico hecho por el ala izquierda del sionismo es que la problemática del antisemitismo era consecuencia del carácter económicamente "anormal" de la población judía en la Diáspora, que la obligaba a instalarse en actividades del tipo de prestamistas o pequeños comerciantes, que los hacia incapaces de competir económicamente y a la vez despertaba el antisemitismo en cualquier lugar donde se encontraran. La solución de Borojov es la migración a Palestina donde, según el, los judíos, cual versión distorsionada de los Manuscritos Filosóficos de 1844 de Marx, encontrarían su ser genérico trabajando la tierra, convirtiéndose en agricultores y trabajadores (1).
Este planteo, de la "regeneración" del judío en la nueva tierra, se liga a la idea original del diagnostico del judío en la diáspora hecho por el sionismo hertzliano. Max Nordau expresaba, aunque no en una variante marxista, que en esa nueva tierra el judío podrá regenerarse moralmente: "Otros esperan el remedio del sionismo, que no es para ellos el cumplimiento de una mística promesa de las Sagradas Escrituras, sino el camino hacia una existencia en la cual el judío habrá de hallar finalmente las simples y primarias condiciones de vida, que resultan sobreentendidas a todo no-judío, a saber: un apoyo social seguro, buena voluntad en la sociedad, posibilidad de utilizar sus condiciones para el desarrollo de su verdadera personalidad, en vez de malgastarlas en la represión, tergiversación u ocultamiento de sus cualidades." (2)
En lo que se diferencia Borojov de Nordau es en que, para este ultimo, la regeneración daría lugar a una sociedad burguesa. Para Borojov, el proceso crearía una sociedad judía proletaria que, a través de la lucha de clases, llevaría a la concreción de una sociedad socialista. Es visto entonces que, en el programa de la izquierda sionista, la construcción de la nación antecede a la del socialismo. Lo primero es condición para lo segundo.
Según lo planteado por Shulamit Carmi y Henry Rosenfeld, en "El surgimiento del nacionalismo militarista en Israel" (Revista Debats. Nº33), el conflicto, la dinámica y los objetivos del sionismo socialista no estaban necesariamente atados al problema árabe, sino por el conflicto que mantenía con otras líneas políticas dentro la población judía, y es esta lucha la que va a definir la relación entre árabes y judíos. A su vez, diferencian dos sectores dentro de la izquierda: uno representado por movimientos como Hashomer Hatzair o Ahduth Haavodah, que patrocinaban un estado único o binacional para los dos pueblos, y otro sector, representado por el Mapai, que estaba a favor de la partición propuesta por las Naciones Unidas.
Según lo que plantean los autores, la izquierda socialista fue derrotada políticamente por el sector que ellos denominan de la derecha socialista, representada en el Mapai. En esta lucha, lo que estaría derrotado es el espíritu socialista, antimilitarista y antiestatalista -al estilo kibbutziano- de la izquierda, en detrimento del estatalismo --la mamlachtiut- del Mapai. Este es resultado del abandono del ideal socialista por parte de este último.
La guerra del `48 con su resultado final consuma el hecho estatal y propicia la salida militar como forma de solución al problema árabe. Carmi y Rosenfeld manifiestan que, el catalizador de este cambio, es este abandono por parte del laborismo del socialismo, y es aquí donde se daría lugar a un nacionalismo militarista. Lo contradictorio de este planteo es, como al principio de su trabajo plantean los autores, la negación de la consecución necesaria entre los postulados del sionismo socialista más radicalizado y la creación de un órgano estatal judío.
Considero que el planteo es erróneo ya que, mas allá de las explicitas intenciones antiestatistas de ciertos sectores de la izquierda sionista, no se puede hablar de "traición" o "abandono" por parte de la misma de sus postulados. Esa hipótesis que elucido se debe a que, como se remarca al principio del artículo citado, la colonización y libre migración judía son presupuestos inobjetables para la realización de la sociedad socialista judía. Esto era compartido por el amplio y diverso arco de tendencias de izquierda sionista, y es, según lo que Jabotinsky señala, lo que los árabes no estaban dispuestos a aceptar (3)
Por tanto, si la colonización sionista es el objetivo a consolidar, no podía ser lograda en base a un acuerdo, ya que las condiciones que se buscaban implicaban un sometimiento voluntario de los intereses árabes, lo cual por supuesto no iba a suceder...
Por eso mismo, la posible divergencia que puede existir entre derecha e izquierda sionista es de talante, no de programa: lo que una dice claramente y con todas las letras la otra lo dice veladamente. Aquello que Jabotinsky esboza como imposible de eludir para el fortalecimiento de la colonización judía en Palestina --expulsión de la población árabe, constitución de un poder de fuego que la mantenga a raya- se transforman en fórmulas que inevitablemente la izquierda sionista tiene que aplicar para ser fiel a su programa.
Un claro ejemplo de esta política, donde los objetivos nacionalistas de la izquierda sionista priman sobre los internacionalistas y llevan a aplicar acciones de exclusión de la población árabe, se puede observar en el proceso de sindicalización de la clase obrera en el territorio palestino. Como bien observa Yossi Schwartz (4), la Histsadrut (Federación General Obrera de los trabajadores en Eretz Israel), dominada por los partidos sionistas socialistas mayoritarios, trató de por todo los medios de oponerse a la creación de sindicatos unidos, donde obreros judíos y árabes se integraran en un plano de igualdad. Tanto desde el sector de Hapo`el Hatza`ir, Arlosoff o Ben Gurion, desde Ahdut Haávoda, proponían como solución conciliadora la creación de tibios sindicatos unidos que, obviamente, estarían internamente separados en secciones judías y árabes.
Estas resistencias a la unión de la clase obrera, eran resultado de que la misma iba contra las verdaderas metas de la Hitsadrut, que eran la consolidación de un sector obrero exclusivamente judío y de una economía judía autosuficiente (separada) de la población árabe. Solo una visión muy cándida e ingenua podría creer que esto se podía hacer sin algún tipo de conflicto, y que no implicaba la aplicación de una violencia contra la población nativa. Por eso mismo discrepo con los autores citados, en que la izquierda sionista haya sido infiel y en consecuencia, puede afirmarse que el texto de Jabotinsky, "La muralla de hierro. Nosotros y los árabes", es claramente el programa del sionismo en general.
La concreción de un aparato estatal era la única forma de crear esas condiciones favorables. Solo la construcción de un estado, con su poder centralizador, con sus vasos comunicantes burocráticos y con su monopolio de la fuerza coercitiva, personificada en un ejército judío, podía llevar a cabo la tarea de expulsión de la población nativa y del establecimiento de la población judía en Palestina. Es la erección del organismo estatal lo que permite continuar el proceso de colonización y la libre inmigración que postulaba la izquierda.
Las luchas nacionales del siglo XX han sido luchas estatales. En el caso especifico del conflicto israelí-palestino, esta lucha está teñida de un cariz etnicista, ya que la estatalidad proclamada por el proyecto sionista, sea de izquierda o de derecha, es de por sí excluyente. Como bien indica Dan Dinner (5), el estado de Israel implicaba la construcción de un estado judío y no un estado representante de quienes habitan ese territorio más allá de su origen étnico o su religión.
Si el objetivo era traer la mayor cantidad de población judía a Palestina, para crear una nación étnicamente homogénea, no era a través de un acuerdo con los árabes que se iba a lograr- "... Que los árabes de la tierra de Israel voluntariamente lleguen a un acuerdo con nosotros está más allá de toda esperanza en el presente, y en el futuro inmediato...", dirá Jabotinsky (6).
Sólo la fuerza coercitiva de un estado judío, la Muralla de hierro, podía permitir que se mantuvieran las condiciones para realizar el sueño del sionismo socialista, porque sólo ella permitía eliminar el obstáculo a esas condiciones: la población árabe. A la vez, obligaba a estos a aceptar las nuevas condiciones, gracias a la coerción aplicada por el naciente estado. O como con su "educada indiferencia" y sinceridad expresara Jabotinsky:
"...Todo esto no significa que algún tipo de acuerdo no sea posible, sólo un acuerdo voluntario es imposible. Mientras exista una mínima esperanza de que puedan expulsarnos, no negociarán esas esperanza (...) Un pueblo efectúa tales enormes concesiones sólo cuando ya no tiene esperanzas. Sólo cuando no se percibe ni una sola hendidura en la muralla de hierro..." (7)
Este horizonte de conflicto, implícito en la idea de "la muralla de hierro", convertía al nacionalismo militarista en la ideología del nuevo estado judío. La idea expresada por Moshe Dayan, en el texto de Dan Dinner, de que la colonización no solo implicaba plantar un árbol o construir una casa sino también el fusil y el casco (8) concuerda absolutamente con Jabotinsky. Los dos tienen presente que la colonización tendrá que hacerse contra la población nativa, y protegida por una fuerza que la mantenga a raya.
El paso siguiente que hará el sionismo, ya como ideología de estado y, por tanto, política oficial de Israel, será el no reconocimiento de la identidad palestina y la afirmación del derecho de los judíos a permanecer allí. En este sentido, los derechos del pueblo palestino no se discuten, hacerlo sería poner en peligro el mismo Estado de Israel. La legitimación estará dada por un justificativo que se remite al texto bíblico que, según el sionismo, a su vez remitiría a un derecho divino sobre el territorio palestino.
No es la existencia concreta y actual en este lugar lo que daría el derecho a la existencia de una nacionalidad judeo-israelí, sino la existencia de ese derecho histórico que ata indefectiblemente a los judíos a esa tierra. Reconocer los derechos de los palestinos es considerado el principio de la destrucción del estado de Israel. Un ejemplo de esto es citado por Dan Dinner: Menajem Beguin (primer ministro en 1977), en una conferencia pronunciada en el kibbutz Ein Hakhoresh, ante una pregunta del público sobre el reconocimiento de la existencia del pueblo palestino, respondió:
"Tenga cuidado, amigo mío: si usted reconoce a Palestina destruye su derecho a vivir en Ein Hakhoresh. Porque si está aquí Palestina y no Eretz Israel, entonces usted es un conquistador y no un constructor del país. Es usted un intruso. Si está aquí Palestina, el país pertenece al pueblo que vivía aquí antes que usted viniera. Solamente si está aquí Eretz Israel, tiene usted derecho a vivir en Ein Hakhoresh y Degania. Si éste no es su país, el país de sus antepasados y el de sus hijos ¿qué hace usted entonces aquí? Ha llegado a este país de otro pueblo, como ellos afirman. Les ha expulsado y les ha quitado su tierra" (9).
Se ve claramente además que la justificación dada por un derecho histórico a la tierra sigue teniendo vigencia.
En este marco, los ataques son considerados actos terroristas injustificados, perpetrados no por palestinos que reivindican su pertenencia a la tierra de la que fueron expulsados, sino por terroristas árabes. Un rótulo que debilita el discurso del adversario. Y a su vez, toda acción militar israelí es simplemente una "represalia" al accionar terrorista.
Pero esta justificación de la agresiva política israelí --tanto en apropiación de tierras como en acciones militares- no solo se sostiene en un desconocimiento de los reclamos palestinos y en la reivindicación de Palestina como tierra ancestral judía. Imbricada a estos elementos discursivos aparecen otros nuevos que lo refuerzan. Gilad Atzmon, activista israelí pro palestino y "autoexiliado" en Inglaterra, señala que el genocidio nazi y el temor a un antisemitismo que tendría visos de "interminable", complementan este discurso sionista preexistente (10).
¿En qué forma son usados estos elementos aparecidos tras la segunda guerra mundial? Ellos vigorizan el mito de Israel como "refugio de los judíos" y permiten sostener una razón aun más importante: mantienen la idea de que sólo un estado judío evitará la repetición de Auschwitz. Esta victimización y la idea de un perpetuo antisemitismo como dispositivos resultan efectivos ya que, los israelíes, consideran que el concepto de "Estado judío" es legítimo, y se ven a sí mismos como libres de toda responsabilidad ante los ataques palestinos, de los que se sienten víctimas.
Las metáforas nunca son inocentes, uno no elige por casualidad sus palabras. Concebir la política con respecto a los árabes como una muralla ha delineado claramente no solo las formas sino el espíritu del estado de Israel. Ha hecho de él no una graciosa y tranquila republica burguesa hertzliana o un paraíso socialista cooperativo, cual si fuera un gran kibbutz. Más bien lo ha llevado convertirse en una virtual Esparta, desconfiada de sus vecinos y siempre atenta a las posibles rebeliones de aquellos a los que somete internamente.
Notas
1) BOROJOV, Ber, El nacionalismo del proletariado judío. Repertorio de fuentes sobre Israel- Cátedra de Historia de Asia y África II. Facultad de Humanidades y Artes. UNR.
2) NORDAU, Max, La situación de los judíos en el siglo XIX (discurso en el primer congreso sionista). Ídem.
3) JABOTINSKY, Vladimir, La muralla de hierro, nosotros y los árabes. Repertorio de fuentes sobre Israel- Cátedra de Historia de Asia y África II. Facultad de Humanidades y Artes. UNR.
4) SCHWARZ, Yossi, Apuntes sobre la historia del movimiento obrero en Medio Oriente, en www.rebelion.org.
5) DINER, Dan. Israel: el problema del Estado nacional y el conflicto del Oriente próximo, Historia Universal Siglo XXI, Vol. 36, Madrid, l985.
6) JABOTINSKY, op. cit.
7) Idem.
8) DINER, op. cit. 9) Citado por Diner, D. "Israel: el problema del Estado nacional y el conflicto del Oriente próximo", p 154.
10) ATZMON, Gilad, Israeli people's most common mistakes, en www.gilad.com.uk
Observatorio de Conflictos, Argentina
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