Articulos de Opinion 19-12-06
Diciembre: memoria y proyección de las rebeldías
x Claudia Korol
Pasados ya cinco años del 19 y 20 de diciembre, 16 años del santiagazo, y casi llegando al cuarto año del gobierno de Kirchner, cabe preguntarse qué queda de esas rebeldías, y de la energía popular desplegada en la resistencia a las políticas neoliberales
Este 16 de diciembre se cumplieron 13 años del "santiagazo". Se cumplen también cinco años de la rebelión del 19 y 20. Vale la pena recordar entonces que antes del 2001, se sucedieron en nuestro país distintos levantamientos populares, de rechazo a las consecuencias de las políticas neoliberales del capitalismo.
El fuego que llegó a la Plaza de Mayo hace cinco años, venía atizándose en las hogueras del interior del país, en las regiones declaradas "inviables" por los ideólogos de este proyecto de destrucción social, de saqueo y de devastación de los bienes naturales, de negación de la soberanía nacional, de desaparición de las identidades colectivas, de secuestro de la democracia, de corrupción política, de pérdida de derechos, de desgarramiento individual de las personas, empujadas por la exclusión a salvarse como se pueda.
El "ya basta" de los argentinos y argentinas, que el mundo "escuchó" en el 2001, -porque la rebelión lo hizo audible-, venía extendiéndose en revueltas, en las que sin fuerzas organizadas que pudieran dar cauce al cansancio y la rabia del pueblo, éste de todas maneras se decidía a poner freno, con sus escasos recursos, es decir, poniendo el cuerpo, para impedir que siguiera expandiéndose la barbarie capitalista.
Uno de los fuegos que ardió más fuerte, en aquellos años de reinado neoliberal, fue el de Santiago del Estero. El santiagazo sacudió a la sociedad como un grito de alerta, no suficientemente comprendido por las lógicas políticas de quienes miden y clasifican los movimientos del pueblo en función de los resultados inmediatos, ni tampoco por quienes hacen de la gobernabilidad y el orden, un programa que rechaza en todas sus formas a la Argentina plebeya.
En algunos de estos análisis, los levantamientos en los que existe un fuerte componente espontáneo, "sin programa ni vanguardia", o "sin conducción política", especialmente sin "su" conducción política, resultan estériles.
Si el miedo a la iniciativa popular es consustancial en la lógica del poder, es al menos curioso observar la desconfianza que estos sucesos provocan en franjas de la izquierda, que sienten amenazados sus proyectos, sus acumulaciones, sus cálculos electorales, sobre todo cuando se constata que estos movimientos no se traducen mecánicamente en votos para uno u otro partido -que esperan pasar la gorra para recibir los dividendos del cansancio popular-. Para otros sectores de la izquierda, la rebelión fue considerada la antesala inmediata de la revolución.
En ambas concepciones subyace una lógica que sustrae del centro de la reflexión al sujeto exasperado por el hambre, la miseria, las dificultades de la sobrevivencia cotidiana, así como la valoración real de los alcances y de los límites de los niveles de conciencia y organización alcanzados en la resistencia popular.
Las modificaciones en la subjetividad popular suelen ser procesos en los que la transformación resulta menos "evidente" que en los actos institucionales cuantificables, codificables, clasificables, y por lo tanto, confiables. Sin embargo, sus huellas van creando memoria y conciencia, cultura e identidad. Así lo expresan, en nuestro continente, los pueblos originarios, que 500 años después de que se iniciara su genocidio, "renacen" frente al mundo con capacidad de desafío de la cultura hegemónica, y con fuerza para la lucha y para la presentación de otras posibles cosmovisiones para interpretar al mundo, lejanas y opuestas a la lógica depredadora del capitalismo.
En el santiagazo, sucedido en diciembre de 1993, a diez años de la retirada de la dictadura militar, los tres poderes constitutivos de la "democracia republicana", fueron incendiados por la ira de una sociedad provinciana, que suele ser vista como "excesivamente tranquila".
Una semana antes, el 9 de diciembre, el pueblo de La Rioja había salido a la calle. Domingo Cavallo era el artífice de la estrategia económica neoliberal del gobierno del PJ, como lo fue en el 2001 con el radical De La Rúa.
Un año y medio después, en la Semana Santa de 1995, en una protesta social en Tierra del Fuego, fue asesinado Víctor Choque. La democracia comenzó a matar de bala las protestas, y siguió matando de gatillo fácil, hambre, desnutrición, enfermedades curables, falta de trabajo, depresión, abortos clandestinos, paco, abuso sexual de niñas, tráfico de personas, violencia contra las mujeres? y distintas modalidades de criminalización de la pobreza.
Años después, el 17 de diciembre de 1999, en el marco del correntinazo, eran asesinados por efectivos de la Gendarmería, Francisco Escobar y Mauro Ojeda. La orden de desalojar el puente, donde se desplegaba la lucha autoconvocada, había sido dada por el flamante ministro del interior Federico Storani.
Antes y después, estuvieron las puebladas de Cutral Có (1996/1997; el 12 de abril de 1997 fue asesinada Teresa Rodríguez), y Mosconi (en mayo del 2000 fueron asesinados Orlando Justiniano y Matías Gómez, en noviembre del 2000 fue asesinado Aníbal Verón, en junio del 2001 fueron asesinados Oscar Barrios y Carlos Santillán). En esos años también se sucedieron los cortes de ruta de los desocupados y desocupadas en Jujuy, en la Provincia de Buenos Aires, Santa Fe y en otros puntos del país.
Las políticas neoliberales, no se pudieron conjugar fácilmente con la gobernabilidad. Por eso en el mismo momento del Santiagazo, cuando en el corazón del pueblo se incubaba la revuelta, los "cerebros" del poder bipartidista redactaban el Pacto de Olivos, para hacer perdurable la dominación política.
Alternancia bipartidista, reelecciones, acuerdos parlamentarios, habilitaron esta manera de gobernar en la que el concepto de militancia fue sustituido por la profesionalización de la carrera política. Una carrera personal reemplazando las causas colectivas, carrera cuya meta no son los ideales, sino perdurar, individualmente, a cualquier costo. En este contexto, la "borocotización" de la política resulta de la exacerbación de un juego en el que el libro de pases de un equipo al otro del poder está siempre abierto, de acuerdo a las posibilidades, las candidaturas, los espacios y oportunidades que se reparten en cada momento.
El 19 y 20 de diciembre el Pacto de Olivos recibió una condena social. "Que se vayan todos". El poder se sintió amenazado. La gobernabilidad estallaba en mil pedazos. Todas las fracciones de la burguesía cerraron filas para reestablecerla, entendiendo que era la condición necesaria para continuar la dominación.
La energía desatada en las jornadas de la rebelión, se prolongó varios meses más. En el espacio liberado en la subjetividad popular, se multiplicaron asambleas, movimientos piqueteros, fábricas sin patrones, grupos barriales, culturales, medios de comunicación alternativos. Entre las características principales de estos movimientos, estaba la desconfianza hacia el poder y hacia el Estado, hacia los partidos políticos, hacia las jerarquías.
Se desplegaron múltiples iniciativas tendientes a crear colectivamente respuestas a la exclusión, a reinventar el trabajo, a resolver colectivamente la comida, la salud, la recreación, a compartir la poesía, las murgas, a multiplicar los mensajes en radios y medios alternativos de comunicación? es decir, la decisión de recuperar lo perdido y reinventar lo necesario. Experiencias de poder popular, de autonomía, atravesadas por un democratismo de base, asambleario, movilizado, que supo también encontrar caminos para ocupar el espacio público.
Ninguno de los proyectos políticos existentes alcanzaba para dar cauce a toda esa energía, y ninguno era suficientemente confiable para los sectores movilizados. Por ello se propagaron ejercicios diversos de autogestión y organización del pueblo, y también se amplió la capacidad de desafío, la imaginación y creatividad, la iniciativa, la autoestima. La Argentina plebeya, se volvió un gigantesco laboratorio de ensayos de alternativas.
Claro que hubiera sido mucho más potente, si a la hora del cansancio social, hubiéramos tenido organizaciones que pudieran proyectar no sólo nuevos niveles de resistencia, sino también constituirse en experiencias significativas de poder popular; si hubiéramos contado con mayor capacidad para interpretar las búsquedas que se venían desarrollando en nuestro pueblo. Pero la debilidad de nuestros movimientos, no puede ser el punto de vista excluyente para el análisis del conjunto de la realidad social; a riesgo de invertir las nociones de la transformación, volviendo a creer que el sujeto de los cambios son las organizaciones autoproclamadas de manera abierta o encubierta como vanguardia.
El 26 de junio del 2002, la orden de represión y muerte dictada por el gobierno de Duhalde, cumplió con el objetivo de poner a la defensiva al movimiento popular que se venía organizando. Si los nombres de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki resuenan con mayor potencia que la de otros compañeros y compañeras caídos en democracia, es tal vez porque este crimen se produjo precisamente en el momento que el movimiento popular estaba alcanzando mayor capacidad de desafío; y porque la Masacre de Avellaneda fue parte de una operación política que permitió al poder revertir el ascenso de la resistencia de masas.
El adelantamiento de las elecciones, -que cumplió con su objetivo de desarticular el incipiente frente que reunía como oposición desde los movimientos piqueteros hasta la CTA, partidos de izquierda, y sectores socialdemócratas y socialcristianos-, así como la distribución masiva de asistencialismo, fueron acciones complementarias del mismo plan político, tendiente a frenar el impulso popular, asfixiarlo, fragmentarlo, cooptarlo y reducirlo a su mínima expresión.
En este escenario, el gobierno de Néstor Kirchner resultó el instrumento más apto para disciplinar la enorme energía transformada en movimientos, a partir de una política cultural básicamente anclada en datos fundantes de la identidad y de las lógicas políticas tanto del peronismo como de las izquierdas: la resolución desde el Estado?gobierno de las demandas populares, fue ofrecida como único mecanismo de acción política viable.
De esta manera, la disyuntiva planteada desde el poder, fue "integrarse" al gobierno y a sus mecanismos de cooptación política, o quedar confinados a lugares de exclusión, meramente testimoniales. Así se cumplía con varios objetivos simultáneamente: la domesticación de las rebeldías y de las iniciativas autónomas, su disciplinamiento desde el aparato estatal, la fragmentación de los movimientos que protagonizaban la resistencia, la cooptación de una parte de los mismos, y el aislamiento de quienes no negociaran su capacidad de autonomía, o de quienes persistieran en políticas de poder popular, al margen de las estructuras controladas desde el aparato del Estado.
Cuando miramos el camino recorrido, es importante intentar aprender de cada batalla ganada o perdida, y también reconocernos en nuestra energía, en nuestras capacidades, en nuestros logros, en nuestras debilidades y fortalezas. Pudimos voltear varios gobiernos provinciales y un gobierno nacional. No alcanzamos a crear alternativas populares que fueran más allá del nivel de conciencia colectivo construido como "sentido común", que se expresa actualmente en un proyecto cosmetológico de embellecimiento del capitalismo, de corte neopopulista ?populista en el discurso, en las políticas estratégicas, neoliberal-.
El discurso kirchnerista, dirigido principalmente a la captación de la generación de cuadros y militantes proveniente de la experiencia setentista -en sus distintas variantes-, impactó sobre los anhelos de una generación frustrada por la dictadura, ofreciéndole la oportunidad de una "revancha" aggiornada a los nuevos tiempos políticos, tanto nacionales como latinoamericanos.
El hecho de que esta generación es una parte principal de las direcciones de los múltiples movimientos nacidos en la resistencia, permitió que los procesos de cooptación no sólo fueran realizados a través de los mecanismos de corrupción política y clientelismo, sino también a través del convencimiento ideológico, y de la apelación simbólica a una memoria licuada por la derrota de los 70, y por el posibilismo de los años 80.
El sistema de alianzas estatales de la Revolución Cubana y del gobierno bolivariano de Venezuela, alentaron en los sectores de izquierda educados en las lógicas de las Internacionales, la repetición de modelos de actuación que parten de la identificación de los intereses populares de un país, con las necesidades geoestratégicas de otro Estado.
La falta de una profunda reflexión crítica, mediada por la práctica, lleva a la reproducción de estos modelos, incluso entre muchos de los militantes que en los años 70 criticaron ácidamente las lógicas de quienes "se resfriaban en Argentina, cuando nevaba en Moscú", y ahora disputan el primer lugar de preferencias, como correas de transmisión de las políticas de las nuevas mecas revolucionarias. La confusión entre internacionalismo revolucionario, y subordinación de los proyectos populares a las lógicas estatales, es uno de los debates aún pendientes en los movimientos políticos que reivindicamos el socialismo, como el proyecto que apunta a la abolición de todas las formas de dominación y opresión, como capacidad de autonomía de los pueblos, como ejercicio de soberanía de los sujetos colectivos que se reconocen en sus prácticas libertarias.
Pasados ya cinco años del 19 y 20 de diciembre, 16 años del santiagazo, y casi llegando al cuarto año del gobierno de Kirchner, cabe preguntarse qué queda de esas rebeldías, y de la energía popular desplegada en la resistencia a las políticas neoliberales.
No se trata de una pregunta retórica, sino del interés y la necesidad de pensar si estamos ante un cambio de escenario, en el que después de procesos de sucesivos desgarramientos y fragmentaciones de los movimientos populares, van quedando delimitados los contornos de un campo de organizaciones que actúa como base de operaciones de las políticas de gobierno, como mediadoras para el disciplinamiento social, y otro campo de movimientos que con diversos enfoques y propuestas, intentan aportar a la constitución de sujetos populares autónomos, frente a las distintas fracciones del poder.
El próximo escenario electoral, seguramente significará una nueva ronda de acciones e intentos de integración de sectores de la resistencia. Más acá y más allá de las mismas, algunos de los desafíos que se plantean a los movimientos político sociales autónomos son: cómo afianzar en este contexto los lazos que construyen y recrean el trabajo de base, cómo poner en debate las concepciones ideológicas y políticas de las izquierdas, que favorecieron los procesos de cooptación, qué características debieran tener los procesos de formación de militantes, con qué fundamentos, metodologías, valores, de manera de no volverse tan fácilmente asimilables por la dominación.
Debería ser parte de nuestros debates la consideración de cuáles son los sujetos sociales que devienen sujetos políticos de la resistencia, y en este sentido advertir el nuevo dinamismo que van asumiendo algunas franjas de trabajadores sindicalizados, que desafían a las burocracias gremiales; las potencialidades del movimiento estudiantil, la rebeldía acumulada en expresiones culturales de la juventud, que van desde las murgas hasta los diversos grupos de hip hop y otras expresiones de rechazo al orden capitalista que los niega como sujetos; el potente desafío que puede desarrollarse a la cultura patriarcal capitalista, desde las franjas no domesticadas del feminismo y de los movimientos de mujeres así como de agrupaciones que expresan a la diversidad sexual.
Rehacer redes de rebeldías, unidades de los que luchan, crear y fortalecer aquellos movimientos que tengan como contraseña el trabajo de base, reconocernos entre aquellos espacios políticos, sociales y culturales contrahegemónicos, como parte de un mismo espacio de creación de alternativas populares, que no se definen principalmente en su identidad por el apoyo o la oposición a un eventual gobierno, sino por la decisión de ir asumiendo la batalla contra todas las opresiones, y la disposición para ello de articular a todos y a todas las agredidas por el poder, pensar juntos y juntas el mundo que soñamos separados, crear colectivamente teorías que interpreten y proyecten nuestras prácticas, enamorar las palabras de los actos y los actos de las palabras que los nombran, pueden ser algunas aproximaciones, en un tiempo en que el pragmatismo no puede conducirnos más que a la mediocridad, y en el mediano plazo, a la liquidación del aporte simbólico de una generación que entregó sus vidas, no para la legitimación de un capitalismo serio, no para honrar la deuda con el FMI, sino para restablecer el valor de la dignidad humana, de la libertad, de la justicia.
Diciembre. Toda la memoria, para multiplicar y organizar las rebeldías.
17/12/2006
América Libre
La ciudad como un cuerpo político. Entrevista con David Harvey
Por Mariana Canavese
17 de dezembro de 2006
Fuente AMAUTA.org
El geógrafo británico destaca la importancia de la alianza entre los barrios, los movimiento sociales y los trabajadores fabriles como protagonistas del cambio social.
Si al geógrafo David Harvey se le pidiera que trazara el mapa de su propia enunciación, diría: "Vivo en el vientre de la bestia pero interpreto que mi misión es darle a la bestia un poco de dolor de vientre de vez en cuando". Afincado en Nueva York - su principal área de estudio-, Harvey piensa cómo funciona el mundo desde el ordenamiento territorial: los procesos a través de los cuales el capital crea paisajes, las ciudades como sitios en los que se dirimen conflictos sociopolíticos, sus habitantes como arquitectos del futuro urbano. Hilvanando geografía, historia, economía y política, y frente a las versiones espaciales de la tesis del goteo, desarrolló el concepto de "acumulación por desposesión": una remozada dinámica de cercamiento de la propiedad comunal fundada en privatizaciones que habilitan la acumulación de capital y desplazan, en el desarrollo urbano, los derechos colectivos por derechos individuales de propiedad y beneficio.
Con el centro porteño de fondo, tensado entre una marcha que reclama más seguridad y su contramarcha, Harvey aclarará que no estudió especialmente el caso de Buenos Aires, aunque ha leído sobre piqueteros, sabe que existen movimientos barriales y que aquí están pasando "cosas emocionantes". Ha convocado a conquistar el derecho a disentir en espacios públicos y participa activamente en movimientos sociales estadounidenses.
Hoy afirma que la hegemonía de los Estados Unidos está declinando, que perdió relevancia política y económica y que ya no puede crear el mundo a su semejanza: "Y aunque Wall Street sigue siendo una institución central - continúa Harvey -, alrededor del 40 por ciento de las acciones que cotizan allí corresponde a extranjeros, y la mitad de la deuda estadounidense está en manos de China y Japón". Fue en los últimos días del imperio británico, tras el estallido de la crisis de Suez en 1956, cuando él empezó a pensar críticamente el dominio imperial. En 1969 se mudó a Baltimore y, desde las entrañas de ese otro imperio, descubrió a Marx junto a un grupo de alumnos: "Habíamos escuchado decir todo tipo de cosas desagradables sobre él. Pero, cuando lo leímos, nos dimos cuenta de que era mucho más interesante y útil de lo que nadie había sugerido".
?¿Qué implica articular geografía y marxismo?
?Hay que entender la situación que se da aquí, en Nueva York o donde sea. Después hay que tratar de comprender las fuerzas que crearon esa situación, quién estuvo a cargo de esa construcción cómo la hizo y cuáles son las consecuencias de haber dispuesto ese medio ambiente tal como es. Para mí, esto es algo clave y es lo que veo que hace Marx cuando leo El Capital. Pero la mayoría de los que se consideran marxistas no me consideran a mí marxista en lo más mínimo. La mayoría no presta ninguna atención a la ciudad y sólo se centra en la producción. Yo nunca fui de la opinión de que el agente de la historia sea la fábrica proletaria. Siempre pensé que lo era la combinación y las alianzas entre los barrios, los movimientos sociales en materia de vivienda, salud y educación, y los movimientos de las fábricas. Los marxistas nunca fueron buenos geógrafos. Nunca entendieron los desarrollos geográficos ni las ciudades. Cuando tuvieron poder, no supieron qué hacer con el desarrollo geográfico desparejo. Hemos atravesado el último siglo, un período de enormes transformaciones, de una urbanización que pasó del 7 por ciento al 50 por ciento de la población mundial, y los marxistas actuaron como si ese enorme cambio dinámico de la población en toda la organización de la superficie de la Tierra no marcara ninguna diferencia.
?¿A qué se refiere con "desarrollo geográfico desparejo"?
?Es uno de mis términos preferidos; a través de él se mantiene el capitalismo. Si usted hubiese mirado el mundo en los años 80 y se hubiese preguntado dónde estaban las economías exitosas, habría dicho que en Alemania occidental y Japón. Y si mira ahora y se pregunta dónde están las economías exitosas, se responderá que en China ven muchos pequeños lugares como Botswana o Bangalore. En algún lugar hay una economía exitosa y se supone que todos debemos seguirla. Pero en cuanto todos la seguimos, ya no es exitosa. Esto también es aplicable a las ciudades. Si uno se pregunta cuáles son las ciudades que hoy son centros de dinamismo... En los 80, Nueva York era un lugar espantoso: el índice de delito era monstruoso, había una enorme epidemia de crack, las condiciones de vida eran horribles. Hoy Manhattan es el gran patio de recreo de los ricos y tiene mucho éxito como centro de las operaciones financieras mundiales y de las actividades transnacionales. Si uno va a Frankfurt o a Londres ve exactamente lo mismo. Pero eso también significa que es sumamente caro vivir en esas ciudades. Entonces me pregunto en qué sentido Nueva York es, hoy, una ciudad global exitosa. La respuesta es: Sí, es muy exitosa desde el punto de vista de los muy acaudalados, pero es un lugar terrible para los inmigrantes y los pobres.
?En relación con los desarrollos urbanos actuales, ligados a la lógica de los barrios cerrados y los procesos de "favelización", ¿qué sucede con su idea de que forzar los espacios abiertos para la protesta y la contención es un derecho inalienable?
?La favelización y la creciente segregación de las ciudades son fenómenos mundiales. La tendencia a cerrar la ciudad puede verse en China - donde están construyendo barrios cerrados por todas partes - y también en Nueva York. Manhattan es, cada vez más, una comunidad cerrada. Allí el ingreso ha subido muchísimo mientras que en municipios como el Bronx, Brooklyn o Queens bajó. Hay un desarrollo geográfico desparejo de la ciudad, y con esto tiene que ver en parte e1 actual gobierno, que busca darle seguridad a Manhattan como patio de recreo. Respecto de la favelización, creo que el efecto general de las políticas neoliberales que comenzaron en los 90 fue acentuar las desigualdades sociales, agravar la pobreza absoluta e incrementar, la actividad delictiva. Esta es la historia en casi todas partes, desde México y América del Sur hasta Johannesburgo e incluso Australia. En esto también el modelo fue Nueva York. Después del ataque a Nueva York por parte de los financistas en los 70, terminamos con una gigantesca ola delictiva. En cuanto al espacio público, creo que hoy está bajo amenaza en casi todas partes. En particular en Estados Unidos, se usa la idea de que hay terrorismo para detener la protesta social y el argumento es: Bueno, no sé, podría haber algunos terroristas en medio de esto. Lo que estamos viendo es una restricción gradual del derecho a la protesta pública.
?¿Hay alguna posibilidad dé organizar las ciudades por mandato colectivo?
?Se trata de pensarla no como una ciudad de fragmentos sino como un cuerpo político, una entidad que tiene un carácter, un papel que desempeñar en la división internacional del trabajo. En Nueva York, por ejemplo, tenemos un alcalde, Michael Bloomberg, que tiene una visión de conjunto de la ciudad y la está implementando. Apunta a hacer de Nueva York una ciudad competitiva en relación al interés de la clase capitalista transnacional. No es autoritario exactamente, pero dice estar por encima de la política. Está invirtiendo en la ciudad y tiene muchos proyectos de desarrollo; le preocupa la calidad de vida, aunque no para toda la población. La está convirtiendo en una ciudad muy atractiva para el capital financiero y para los turistas. Sé que esto es un problema pero lo que digo es que al menos tiene una visión de la ciudad en su conjunto y la está llevando a cabo desde esta perspectiva de clase. Nuestro problema es por qué no podemos hacer algo similar desde una perspectiva de clase alternativa. Hay casos. Por ejemplo: se le pueden hacer muchas críticas a Porto Alegre pero allí hubo un intento de mirar la ciudad en su conjunto y decir: A través de la elaboración participativa del presupuesto podemos involucrar a toda la población en las decisiones de la construcción de la ciudad. Es una buena idea. Trae problemas, por supuesto, pero al menos en esa instancia no se tiene un movimiento social en un barrio y otro en otro barrio sino que se dice: Pensemos a la ciudad en su conjunto, veamos cómo funciona y hagámonos cargo de ella. Hay una gran diferencia entre los movimientos sociales en la ciudad y los movimientos sociales acerca de la ciudad. Hay un cambio de perspectiva y de escala. Creo que los que se producen en la ciudad, si se quedan en eso, se vuelven demasiado limitados para ser transformadores en lo político. Lo importante es que empiecen a hablar de cómo debería ser la ciudad en su conjunto. De lo contrario, son sólo movimientos engañosos.
?Usted escribió que el nuevo urbanismo reivindica la comunidad, pero en versiones como la de la Costa Este americana lo hace sólo con proyectos concebidos para dientes pudientes.
?La conformación de un grupo particular de personas y el asociarse en una idea de comunidad para hacer algo distinto es muy positivo. Lo que no me gusta es cuando nos venden como seguro algo llamado "comunidad" en donde la gente no tiene que agruparse para nada. La gente compra un lugar. Esto suele quedarse sólo en el nivel de la localidad, sin intentas establecer contacto con otras personas.
?¿Cómo se imagina una ciudad con plenitud de derechos?
?Trato de no pensar en términos abstractos cómo sería una ciudad que respetara el derecho de protesta. Creo que los derechos de este tipo se conquistan a través de la lucha así que lo que imagino es que la gente empezará a luchar por sus derechos para construir la ciudad de un modo diferente.
David Harvey es geógrafo, sociólogo urbano e historiador social de reputación académica internacional. Entre sus libros traducidos al castellano en los últimos años: Espacios de esperanza (Akal, Madrid, 2000) y El nuevo imperialismo (Akal, Madrid, 2004).
Los de Abajo
Gloria Muñoz Ramírez
Apoyo a Oaxaca
Mientras las organizaciones de derechos humanos continúan documentando abusos sexuales, amenazas de violación y mutilación, torturas y traslado ilegal de 138 detenidos, entre otros graves abusos cometidos durante la represión al movimiento popular de Oaxaca, en diversos lugares del planeta siguen las muestras de solidaridad con el pueblo oaxaqueño y las protestas contra el gobierno de Calderón.
Un nuevo llamado a la solidaridad internacional ha salido de la selva de Chiapas: "Confiamos y creemos en verdad en todas las personas honestas en el mundo, entendemos esta gran necesidad que tiene ahora el pueblo de Oaxaca", señaló el teniente coronel Moisés, del EZLN. "No debemos cansarnos de luchar, de luchar hasta llegar al final", convocó el encargado de la Comisión Intergaláctica de los zapatistas.
La nueva jornada mundial de movilizaciones por Oaxaca se realizará el próximo 22 de enero, y coincidirá con otro aniversario de la matanza de Acteal, en un año más de impunidad e ignominia. Las demandas son: "Libertad de todos los detenidos, presentación con vida de todos y todas las desaparecidas, salida del gobernador Ulises Ruiz Ortiz y de las fuerzas federales de Oaxaca, castigo a los torturadores, violadores y asesinos del gobierno y la policía".
Este 17 de diciembre, en Francia, se anuncia una reunión de información y debate sobre las luchas y las resistencias del pueblo de Oaxaca, y para el próximo 21 se espera en Roma, Italia, una sesión de videos y charlas sobre la situación general de México, en el centro social Corto Circuito.
Para la Jornada Mundial del día 22 se programa en la ciudad canadiense de Vancouver una doble acción de solidaridad con Oaxaca y "contra el nuevo gobierno fascista de México". La manifestación se realizará frente al consulado mexicano y, más tarde, se celebrará una vigilia y mitin informativo en la Galería de Arte.
Asimismo, en Roma, se prepara una protesta frente a las oficinas de la ONU, mientras en Bruselas, Bélgica, se planea un plantón frente a la embajada de México, convocada por el Colectivo de Información y Solidaridad con Oaxaca.
Todas estas acciones se suman a las cerca de 200 movilizaciones que se han llevado a cabo en más de 50 ciudades. Tan sólo en lo que va de diciembre diversas organizaciones y colectivos se han organizado para protestar en Canadá, Italia, Francia, Estados Unidos, Argentina, Suiza, Austria, Australia, País Vasco y España.
Asimismo, con el objetivo de "constatar las condiciones de represión y hostigamiento" contra las comunidades indígenas de la entidad, integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca-Vancouver (CIPO-Van) comenzaron una misión de observación y acercamiento con organizaciones no gubernamentales estatales y nacionales. Desde Europa se prepara también el arribo de la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos.
"Adelante, sin temor", finaliza su llamado el teniente coronel Moisés. El próximo 22 de diciembre el pueblo de Oaxaca constatará, una vez más, que no está solo.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx
¡Arriba las manos esto es la Navidad!
13 estrategias de autodefensa para no sucumbir al chantaje publicitario navideño
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels
El trineo de la mercancía navideña tirado por jaurías de publicistas.
Sin la publicidad, sin la complicidad de los gobernantes, sin la complacencia de los mandos clericales? el cometido mercantil de los festejos navideños naufragaría en las tiendas departamentales. Los mass media han secuestrado, en alianza con sinnúmero de socios, la Navidad. Antes, durante y después del que se conoce como día del aniversario natalicio de Jesucristo, una vorágine mercantil se apodera del mundo y lo inunda con mal gusto, juguetería basura y música cursi al servicio de un episodio de expansión comercial cuya capacidad de penetración ha rebasado todo el límite. Y se lo promueve como logro moral del capitalismo.
Se trata de un ultraje navideño con juguetes, arbolitos, esferas, luces, moños y excesos de todo tipo. La "industria publicitaria" cumple su tarea ideológica, camuflada de cristiana, entrañable e inofensiva. Reino terrenal de sistema avasallante de producción publicitaria en éxtasis capitalista de objetos incontables y en plena crisis de sobreproducción. Nos inunda la publicidad, juega con nuestros sueños, planifica estrategias de ventas con bases materiales concretas y complejas, se hace de nuestras palabras y penetra nuestros campos imaginarios, nuestros deseos, nuestros apetitos, nuestras ambiciones? alienación que desgarra toda relación con la vida real para garantizar la usurpación del salario a cambio de baratijas de ocasión. "Noche de paz y noche de amor"? dicen.
Asalto ideológico penetrante que nos exige autodefensas para ayudarnos a desconfiar del oropel publicitario, interpretar correctamente las exageraciones y las ambigüedades, desnudar las trampas de la lengua burguesa. Aunque la tengamos metida en casa, la guerra ideológica emprendida por los mass media para hacernos compradores compulsivos de cualquier basura, debe ser combatida sistemáticamente y con los bolsillos del salario perfectamente cerrados.
13 ideas para cambiarle la suerte al salario de los trabajadores amenazado por los buitres de la publicidad navideña:
1. Celebrar sin fanatismo. (celebréis lo que celebréis) No hay dios padre ni dios hijo que se ponga contento con llenarle los bolsillos a esos mercachifles dueños de la payasada mercantil que nos saquea los salarios.
2. No legitimemos las ideas y creencias del patrón ni de la clase a que él pertenece. No legitimemos los intereses de una clase dominante ni sus ritos ni su modo de vendérnoslos.
3. No nos dejemos extorsionar: los modos en que la burguesía celebra sus "fiestas navideñas" no tiene por qué ser imitada. No se es "débil", "feo", "perdedor", "pobre" o "tonto" si uno decide hacer con su dinero celebraciones totalmente distintas a las del burgués ostentoso.
4. Nada de lo que se anuncia la publicidad debe ser comprado si no corresponde a necesidades concretas de los trabajadores. Nada debe ser comprado bajo chantaje, vergüenza o imposición alguna. Se puede discutir abiertamente la compra de artículos o regalos para celebrar, analizarlo con amigos y compañeros de trabajo, comparar precios y hacer compras colectivas. Eso ayuda a no enfrentar en soledad las argucias de la publicidad para engañar y saquear el dinero de los trabajadores.
5. No comprar llevado por la idea de ser envidiado por todos. No permitir que manipulen nuestros deseos, instintos, antojos, afectos y cariños. Ningún juguete suplanta la relación personal, ningún objeto sustituye la solidaridad y el amor. Ni un solo peso a los manipuladores especialistas en propinar al pueblo golpes bajos para obligarlo a gastar en fetiches perversos.
6. La publicidad mercantil es la ideología de la burguesía, es el púlpito del capitalismo, no le creamos un ápice. No gastar en Navidad, más allá de lo racionalmente indispensable, no nos hace pecadores, insignificantes ni estúpidos. No dejemos que nos acomplejen.
7. Es mentira que con regalos se fortalece el afecto. De padres a hijos o de padres entre sí. Los hombres (trabajadores, obreros y campesinos) no dejarán de ser hermanos porque no gasten su salario en complacer a los publicistas. Que por su parte no son hermanos más que del dinero.
8. Es mentira que en la Navidad de los burgueses todos somos "hermanos", "hijos de Dios"? etc. En estas festividades la lucha de clases persiste y ningún comerciante dejará sus riquezas para beneficiar a los trabajadores, a quienes, por el contrario, esquilma y engaña ayudado por publicistas. Ni un centavo para ellos.
9. No hace falta emborracharse ni embrutecerse para ser felices. Tampoco se es feliz por gastar mucho dinero. Todavía hay muchos momentos de felicidad que son gratis. Cosa de ingeniárnoslas.
10. No dejarse "estimular" con las payasadas que inventan los publicistas empeñados en emocionarnos, sensibilizarnos, cachondearnos para que paguemos cualquier precio por cualquier basura.
11. Ninguna publicidad logrará garantizar "mayor poder sexual", "mágia", "seducción"? los trabajadores no deben conceder ninguna credibilidad a quienes ofrecen paraísos imaginarios ni ilusiones mediocres. Todo lo que buscan es quedarse con el producto del trabajo, saquear lo que le queda al trabajador después de que el patrón ya ha esquilmado los salarios.
12. Cuestionemos y sancionemos socialmente la publicidad burguesa produciendo interpretaciones críticas y disidentes sobre sus dispositivos ideológicos y sus fines contra la clase trabajadora.
13. El salario de los trabajadores debe ser defendido por los trabajadores. Especialmente contra la publicidad burguesa.
El dinero o la vida (o las dos cosas):
La publicidad en épocas navideñas expresa también la urgencia mercantil de las empresas. Les urge vendernos todo y para eso no importa qué clase de canallada (con música sacra o escenas glamorosas) halla que inventar. Los patrones afilan sus colmillos con ayuda de publicistas para vendernos su ideología y su mercadería. El producto del trabajo convertido en un botín acorralado con artefactos, engañifas, tentaciones generalmente innecesarias, inútiles e inservibles.
Quieren nuestro dinero a como de lugar y quieren que lo entreguemos felices de la vida. Ese es su cinismo que mueve a risa por la ironía que se agudiza cuando se habla de "fraternidad entre hermanos" pero a la hora de quedarse con la mejor parte, la burguesía cierra las puertas de sus casas para que los pobres no entren a robar los juguetes caros de los niños ricos. Quieren vendernos cenas, viajes, cuentas bancarias, relojes, juguetes, bebidas? la ideología dominante desarrolla todo para intervenir en la conciencia de aquellos a los que somete y emplea el discurso publicitario navideño esencialmente para satisfacer la ansiedad de los patrones y sus "nichos de mercado".
El capitalismo con su publicidad actualiza perversiones mercantiles contra el proletariado a quien aplica un tratamiento diversificado entre la seducción y el desprecio, a lo largo del año, claro, pero muy especialmente en navidad. La clase trabajadora es acribillada desde los medios de publicidad para engordar los ingresos que la burguesía secuestra impunemente con cualquier pretexto. Ocurre una guerra abierta inter-burguesa, batalla entre empresas, caracterizada por la virulencia manipuladora de mensajes elaborados por especialistas de la canallada mercenaria.
La clase trabajadora sufre los estragos de esa guerra porque es la enemiga de clase, la fuerza que produce la riqueza y la fuerza a la que el capitalismo devasta saqueándole el producto de su trabajo hasta la ignominia. Navidad es un pretexto más donde las paradojas de agudizan porque la hipocresía burguesa es infinita, celebran el nacimiento de Cristo mintiendo y robando a diestra y siniestra. Hay que recordar aquello de la aguja y el camello y aquello de los mercaderes en el templo.
El discurso dominante se explicita en los valores de las compras. Los trabajadores son víctima de una marejada discursiva que los somete al adoctrinamiento mercantil, manipulación psicológica, violencia simbólica destinada a amaestrarlos ante los caprichos del mercado. La publicidad medra los deseos, pero también los fabrica para "negociarlos" continuamente en su escalada permanente para la apropiación del mundo.
Es preciso multiplicar las luchas contra al modelo hegemónico de publicidad y la transformación radical de la cultura, degenerada en manos del capitalismo. Lucha contra el régimen de propiedad de las herramientas de producción en comunicación y contra las relaciones de producción dominantes .Lucha contra la alienación y la manipulación, lucha contra el discurso nazi-fascista incubado en la publicidad burguesa.
Lucha por una corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.
- Dr. Fernando Buen Abad Domínguez
Palestina: La hora de los tramposos
x Txente Rekondo
El guión golpista y tramposo que se ha venido sucediendo en los últimos meses en Palestina ha dado otro paso más. La decisión del presidente de la ANP de convocar nuevas elecciones obedece a la defensa de sus intereses y de los de los que en teoría serían llamados a ocupar el banquillo de los acusados en un supuesto proceso de los enemigos de la autodeterminación palestina.
Desde la victoria de Hamas en las elecciones de enero, los pasos de este guión marcadamente intervencionista se han venido sucediendo para mayor sufrimiento de la población palestina. Las urnas, superando el label occidental de democracia, hablaron claro y dieron el mandato popular a la formación islamista y nacionalista de Hamas, y desde ese día todos los resortes de los mal llamados demócratas se pusieron en marcha para acabar con la voluntad palestina.
Primero se articuló un bloqueo económico, después el gobierno sionista retuvo los millones que le correspondían al pueblo palestino en concepto de impuestos, y a ello se añadió la ofensiva militar sionista y el bloqueo de Gaza. El mensaje que las democracias occidentales mandaban al pueblo palestino era claro y conciso, "podéis votar libremente siempre y cuando elijáis a los candidatos que nosotros apoyamos", todo un ejercicio de democracia occidental.
Crisis
Mientras que se pretende mostrar al mundo la situación palestina como un círculo en permanente crisis, lo cierto es que ésta es el reflejo más manifiesto de lo que en realidad está aconteciendo con el movimiento Al Fatah, que debe soportar una crisis interna en diferentes frentes. A los ya conocidos conflictos por hacerse con la dirección del movimiento se le sumas los que enfrentan a los llamados dirigentes de la primera generación y los de las nuevas generaciones, además de los que mantienen abiertos los diferentes sercitos de seguridad próximos a Al Fatah y frente a otros grupos de la resistencia palestina.
Hoy en día el movimiento que en su día lideró el difunto Arafat es una amalgama de facciones, coaliciones y redes personales y familiares, sin un liderazgo claro y con una organización opaca. Además ante los ojos de la población palestina estos dirigentes representan la imagen vivas de una vieja guardia, ligada y asociada a la corrupción, al colaboracionismo con el enemigo sionista y sus aliados occidentales. Son los nuevos ricos que han sabido enriquecerse a costa del sufrimiento de la mayoría del pueblo y cuya materialización más gráfica representan los coches de lujo y las vivienda faraónicas que les acompañan.
Al Fatah representa hoy en día la imagen de un movimiento en decadencia, atado a los deseos inconfesables de algunos de sus dirigentes y que de seguir por esa vía, además de apostar por un enfrentamiento civil (algo que nunca en la historia del pueblo palestino había tenido lugar), puede desembocar en la desintegración del movimiento y ello también arrastrará en buen medida los logros de palestina en su lucha por alcanzar sus objetivos nacionales.
Ya lo expresó hace algún tiempo una de las voces más consecuentes del movimiento (por eso permanece secuestrado en las cárceles sionistas), Maruan Barguti, señalando la necesidad de encontrar "nuevas formas de trabajo, nuevas instituciones, que representen todos los centros de poder de nuestro pueblo".
Similitudes
La incompetencia de Al Fatah, tras más de cuarenta años de hegemonía, representan la imagen viva de un movimiento en clara decadencia, la fotografía de la incompetencia y la corrupción. Son la representación del "cinismo político, de la corrupción, del doble rasero, del derrotismo de todo un pueblo".
Las presiones occidentales, con el estado sionista y Estados Unidos a la cabeza, y con la inestimable colaboración de una desorientada Unión Europea, han logrado ahogar aún más a la población palestina, marcando con fuego su "osadía" de creer que por las vías democráticas y electorales podían elegir su futuro y a sus representantes. La lección de democracia práctica que esos actores han transmitido al pueblo palestino no hará sino aumentar el sufrimiento al mismo, y añadir un grado más de desestabilización a una región ya de por sí bastante compleja.
El olvido intencionado del pasado de un pueblo es un mal síntoma, por eso frente a quienes ahora hablan de la necesidad de crear un gobierno de unidad nacional palestino, olvidan que fue Hamas quine tras su triunfo electoral propuso esa fórmula de gobierno para articular conjuntamente la defensa de los intereses de todo el pueblo, y no la administración de una migajas de poder en beneficio de unos pocos, la política que viene manteniendo desde hace años la dirección política de Al Fatah.
Flaco favor han hecho a la democracia los que han reventado la experiencia electoral palestina, mostrando ala mayoría del ese pueblo que sólo los resultados electorales que convienen a Occidente pasan la prueba del algodón. Todo este recorrido, cual camino del calvario palestino, no hace sino ahondar todavía más las heridas de Palestina, para regocijo del sionismo y de sus aliados, extranjeros (EEUU y la UE) como locales (toda esa amalgama de colaboracionistas dispuestos a administrar el sufrimiento de los demás en beneficio propio). Porque si profundizamos en la realidad palestina veremos que no es cuestión de personajes sino de estrategias. Los colaboradores palestinos que hoy en día parecen dominar Al Fatal, y que estarían dispuestos a dinamitar el pasado heroico de ese movimiento (Mahmud Abas, Mohamed Dahlan), si fueran honestos comprenderían que el apoyo y el aplauso de los enemigos políticos de su pueblo no puede significar nada bueno para el mismo, y que la voluntad de Palestina, manifestada en las urnas, debería bastar para comprender la necesidad imperiosa de un cambio profundo en el rumbo que llevan tiempo manteniendo.
Aprovecharse de la coyuntura impulsada por Israel, anunciar el relanzamiento de un plan de paz que nace defectuoso desde su inicio, no es más que seguir complaciendo la mano de la ocupación y de sus intereses. Como dice el refrán popular, no significa más "que pan para hoy y hambre para mañana". Si se llevan adelante los deseos de Abas y sus aliados, puede que la población palestina cambie su intención de voto y apueste por unos dirigentes que les permitan superar la grave crisis humanitaria actual, pero será sólo cuestión de tiempo que esa dirección corrupta sea expulsada de la escena política de Palestina, al menos si ésta decide seguir sus pasos hacia la autodeterminación definitiva de su pueblo, y no quedarse encadenada a las miserias coyunturales que significan determinadas ayudas, aunque éstas estén disfrazadas de un falso humanitarismo.
De momento parece que en Palestina es la hora de los tramposos, pero todos los esfuerzos y las maniobras para desfigurar la verdadera voluntad de ese pueblo acabarán chocando con el verdadero muro que desde hace décadas ha venido construyendo la resistencia palestina en defensa de los intereses de todo el pueblo.
Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)
x Claudia Korol
Pasados ya cinco años del 19 y 20 de diciembre, 16 años del santiagazo, y casi llegando al cuarto año del gobierno de Kirchner, cabe preguntarse qué queda de esas rebeldías, y de la energía popular desplegada en la resistencia a las políticas neoliberales
Este 16 de diciembre se cumplieron 13 años del "santiagazo". Se cumplen también cinco años de la rebelión del 19 y 20. Vale la pena recordar entonces que antes del 2001, se sucedieron en nuestro país distintos levantamientos populares, de rechazo a las consecuencias de las políticas neoliberales del capitalismo.
El fuego que llegó a la Plaza de Mayo hace cinco años, venía atizándose en las hogueras del interior del país, en las regiones declaradas "inviables" por los ideólogos de este proyecto de destrucción social, de saqueo y de devastación de los bienes naturales, de negación de la soberanía nacional, de desaparición de las identidades colectivas, de secuestro de la democracia, de corrupción política, de pérdida de derechos, de desgarramiento individual de las personas, empujadas por la exclusión a salvarse como se pueda.
El "ya basta" de los argentinos y argentinas, que el mundo "escuchó" en el 2001, -porque la rebelión lo hizo audible-, venía extendiéndose en revueltas, en las que sin fuerzas organizadas que pudieran dar cauce al cansancio y la rabia del pueblo, éste de todas maneras se decidía a poner freno, con sus escasos recursos, es decir, poniendo el cuerpo, para impedir que siguiera expandiéndose la barbarie capitalista.
Uno de los fuegos que ardió más fuerte, en aquellos años de reinado neoliberal, fue el de Santiago del Estero. El santiagazo sacudió a la sociedad como un grito de alerta, no suficientemente comprendido por las lógicas políticas de quienes miden y clasifican los movimientos del pueblo en función de los resultados inmediatos, ni tampoco por quienes hacen de la gobernabilidad y el orden, un programa que rechaza en todas sus formas a la Argentina plebeya.
En algunos de estos análisis, los levantamientos en los que existe un fuerte componente espontáneo, "sin programa ni vanguardia", o "sin conducción política", especialmente sin "su" conducción política, resultan estériles.
Si el miedo a la iniciativa popular es consustancial en la lógica del poder, es al menos curioso observar la desconfianza que estos sucesos provocan en franjas de la izquierda, que sienten amenazados sus proyectos, sus acumulaciones, sus cálculos electorales, sobre todo cuando se constata que estos movimientos no se traducen mecánicamente en votos para uno u otro partido -que esperan pasar la gorra para recibir los dividendos del cansancio popular-. Para otros sectores de la izquierda, la rebelión fue considerada la antesala inmediata de la revolución.
En ambas concepciones subyace una lógica que sustrae del centro de la reflexión al sujeto exasperado por el hambre, la miseria, las dificultades de la sobrevivencia cotidiana, así como la valoración real de los alcances y de los límites de los niveles de conciencia y organización alcanzados en la resistencia popular.
Las modificaciones en la subjetividad popular suelen ser procesos en los que la transformación resulta menos "evidente" que en los actos institucionales cuantificables, codificables, clasificables, y por lo tanto, confiables. Sin embargo, sus huellas van creando memoria y conciencia, cultura e identidad. Así lo expresan, en nuestro continente, los pueblos originarios, que 500 años después de que se iniciara su genocidio, "renacen" frente al mundo con capacidad de desafío de la cultura hegemónica, y con fuerza para la lucha y para la presentación de otras posibles cosmovisiones para interpretar al mundo, lejanas y opuestas a la lógica depredadora del capitalismo.
En el santiagazo, sucedido en diciembre de 1993, a diez años de la retirada de la dictadura militar, los tres poderes constitutivos de la "democracia republicana", fueron incendiados por la ira de una sociedad provinciana, que suele ser vista como "excesivamente tranquila".
Una semana antes, el 9 de diciembre, el pueblo de La Rioja había salido a la calle. Domingo Cavallo era el artífice de la estrategia económica neoliberal del gobierno del PJ, como lo fue en el 2001 con el radical De La Rúa.
Un año y medio después, en la Semana Santa de 1995, en una protesta social en Tierra del Fuego, fue asesinado Víctor Choque. La democracia comenzó a matar de bala las protestas, y siguió matando de gatillo fácil, hambre, desnutrición, enfermedades curables, falta de trabajo, depresión, abortos clandestinos, paco, abuso sexual de niñas, tráfico de personas, violencia contra las mujeres? y distintas modalidades de criminalización de la pobreza.
Años después, el 17 de diciembre de 1999, en el marco del correntinazo, eran asesinados por efectivos de la Gendarmería, Francisco Escobar y Mauro Ojeda. La orden de desalojar el puente, donde se desplegaba la lucha autoconvocada, había sido dada por el flamante ministro del interior Federico Storani.
Antes y después, estuvieron las puebladas de Cutral Có (1996/1997; el 12 de abril de 1997 fue asesinada Teresa Rodríguez), y Mosconi (en mayo del 2000 fueron asesinados Orlando Justiniano y Matías Gómez, en noviembre del 2000 fue asesinado Aníbal Verón, en junio del 2001 fueron asesinados Oscar Barrios y Carlos Santillán). En esos años también se sucedieron los cortes de ruta de los desocupados y desocupadas en Jujuy, en la Provincia de Buenos Aires, Santa Fe y en otros puntos del país.
Las políticas neoliberales, no se pudieron conjugar fácilmente con la gobernabilidad. Por eso en el mismo momento del Santiagazo, cuando en el corazón del pueblo se incubaba la revuelta, los "cerebros" del poder bipartidista redactaban el Pacto de Olivos, para hacer perdurable la dominación política.
Alternancia bipartidista, reelecciones, acuerdos parlamentarios, habilitaron esta manera de gobernar en la que el concepto de militancia fue sustituido por la profesionalización de la carrera política. Una carrera personal reemplazando las causas colectivas, carrera cuya meta no son los ideales, sino perdurar, individualmente, a cualquier costo. En este contexto, la "borocotización" de la política resulta de la exacerbación de un juego en el que el libro de pases de un equipo al otro del poder está siempre abierto, de acuerdo a las posibilidades, las candidaturas, los espacios y oportunidades que se reparten en cada momento.
El 19 y 20 de diciembre el Pacto de Olivos recibió una condena social. "Que se vayan todos". El poder se sintió amenazado. La gobernabilidad estallaba en mil pedazos. Todas las fracciones de la burguesía cerraron filas para reestablecerla, entendiendo que era la condición necesaria para continuar la dominación.
La energía desatada en las jornadas de la rebelión, se prolongó varios meses más. En el espacio liberado en la subjetividad popular, se multiplicaron asambleas, movimientos piqueteros, fábricas sin patrones, grupos barriales, culturales, medios de comunicación alternativos. Entre las características principales de estos movimientos, estaba la desconfianza hacia el poder y hacia el Estado, hacia los partidos políticos, hacia las jerarquías.
Se desplegaron múltiples iniciativas tendientes a crear colectivamente respuestas a la exclusión, a reinventar el trabajo, a resolver colectivamente la comida, la salud, la recreación, a compartir la poesía, las murgas, a multiplicar los mensajes en radios y medios alternativos de comunicación? es decir, la decisión de recuperar lo perdido y reinventar lo necesario. Experiencias de poder popular, de autonomía, atravesadas por un democratismo de base, asambleario, movilizado, que supo también encontrar caminos para ocupar el espacio público.
Ninguno de los proyectos políticos existentes alcanzaba para dar cauce a toda esa energía, y ninguno era suficientemente confiable para los sectores movilizados. Por ello se propagaron ejercicios diversos de autogestión y organización del pueblo, y también se amplió la capacidad de desafío, la imaginación y creatividad, la iniciativa, la autoestima. La Argentina plebeya, se volvió un gigantesco laboratorio de ensayos de alternativas.
Claro que hubiera sido mucho más potente, si a la hora del cansancio social, hubiéramos tenido organizaciones que pudieran proyectar no sólo nuevos niveles de resistencia, sino también constituirse en experiencias significativas de poder popular; si hubiéramos contado con mayor capacidad para interpretar las búsquedas que se venían desarrollando en nuestro pueblo. Pero la debilidad de nuestros movimientos, no puede ser el punto de vista excluyente para el análisis del conjunto de la realidad social; a riesgo de invertir las nociones de la transformación, volviendo a creer que el sujeto de los cambios son las organizaciones autoproclamadas de manera abierta o encubierta como vanguardia.
El 26 de junio del 2002, la orden de represión y muerte dictada por el gobierno de Duhalde, cumplió con el objetivo de poner a la defensiva al movimiento popular que se venía organizando. Si los nombres de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki resuenan con mayor potencia que la de otros compañeros y compañeras caídos en democracia, es tal vez porque este crimen se produjo precisamente en el momento que el movimiento popular estaba alcanzando mayor capacidad de desafío; y porque la Masacre de Avellaneda fue parte de una operación política que permitió al poder revertir el ascenso de la resistencia de masas.
El adelantamiento de las elecciones, -que cumplió con su objetivo de desarticular el incipiente frente que reunía como oposición desde los movimientos piqueteros hasta la CTA, partidos de izquierda, y sectores socialdemócratas y socialcristianos-, así como la distribución masiva de asistencialismo, fueron acciones complementarias del mismo plan político, tendiente a frenar el impulso popular, asfixiarlo, fragmentarlo, cooptarlo y reducirlo a su mínima expresión.
En este escenario, el gobierno de Néstor Kirchner resultó el instrumento más apto para disciplinar la enorme energía transformada en movimientos, a partir de una política cultural básicamente anclada en datos fundantes de la identidad y de las lógicas políticas tanto del peronismo como de las izquierdas: la resolución desde el Estado?gobierno de las demandas populares, fue ofrecida como único mecanismo de acción política viable.
De esta manera, la disyuntiva planteada desde el poder, fue "integrarse" al gobierno y a sus mecanismos de cooptación política, o quedar confinados a lugares de exclusión, meramente testimoniales. Así se cumplía con varios objetivos simultáneamente: la domesticación de las rebeldías y de las iniciativas autónomas, su disciplinamiento desde el aparato estatal, la fragmentación de los movimientos que protagonizaban la resistencia, la cooptación de una parte de los mismos, y el aislamiento de quienes no negociaran su capacidad de autonomía, o de quienes persistieran en políticas de poder popular, al margen de las estructuras controladas desde el aparato del Estado.
Cuando miramos el camino recorrido, es importante intentar aprender de cada batalla ganada o perdida, y también reconocernos en nuestra energía, en nuestras capacidades, en nuestros logros, en nuestras debilidades y fortalezas. Pudimos voltear varios gobiernos provinciales y un gobierno nacional. No alcanzamos a crear alternativas populares que fueran más allá del nivel de conciencia colectivo construido como "sentido común", que se expresa actualmente en un proyecto cosmetológico de embellecimiento del capitalismo, de corte neopopulista ?populista en el discurso, en las políticas estratégicas, neoliberal-.
El discurso kirchnerista, dirigido principalmente a la captación de la generación de cuadros y militantes proveniente de la experiencia setentista -en sus distintas variantes-, impactó sobre los anhelos de una generación frustrada por la dictadura, ofreciéndole la oportunidad de una "revancha" aggiornada a los nuevos tiempos políticos, tanto nacionales como latinoamericanos.
El hecho de que esta generación es una parte principal de las direcciones de los múltiples movimientos nacidos en la resistencia, permitió que los procesos de cooptación no sólo fueran realizados a través de los mecanismos de corrupción política y clientelismo, sino también a través del convencimiento ideológico, y de la apelación simbólica a una memoria licuada por la derrota de los 70, y por el posibilismo de los años 80.
El sistema de alianzas estatales de la Revolución Cubana y del gobierno bolivariano de Venezuela, alentaron en los sectores de izquierda educados en las lógicas de las Internacionales, la repetición de modelos de actuación que parten de la identificación de los intereses populares de un país, con las necesidades geoestratégicas de otro Estado.
La falta de una profunda reflexión crítica, mediada por la práctica, lleva a la reproducción de estos modelos, incluso entre muchos de los militantes que en los años 70 criticaron ácidamente las lógicas de quienes "se resfriaban en Argentina, cuando nevaba en Moscú", y ahora disputan el primer lugar de preferencias, como correas de transmisión de las políticas de las nuevas mecas revolucionarias. La confusión entre internacionalismo revolucionario, y subordinación de los proyectos populares a las lógicas estatales, es uno de los debates aún pendientes en los movimientos políticos que reivindicamos el socialismo, como el proyecto que apunta a la abolición de todas las formas de dominación y opresión, como capacidad de autonomía de los pueblos, como ejercicio de soberanía de los sujetos colectivos que se reconocen en sus prácticas libertarias.
Pasados ya cinco años del 19 y 20 de diciembre, 16 años del santiagazo, y casi llegando al cuarto año del gobierno de Kirchner, cabe preguntarse qué queda de esas rebeldías, y de la energía popular desplegada en la resistencia a las políticas neoliberales.
No se trata de una pregunta retórica, sino del interés y la necesidad de pensar si estamos ante un cambio de escenario, en el que después de procesos de sucesivos desgarramientos y fragmentaciones de los movimientos populares, van quedando delimitados los contornos de un campo de organizaciones que actúa como base de operaciones de las políticas de gobierno, como mediadoras para el disciplinamiento social, y otro campo de movimientos que con diversos enfoques y propuestas, intentan aportar a la constitución de sujetos populares autónomos, frente a las distintas fracciones del poder.
El próximo escenario electoral, seguramente significará una nueva ronda de acciones e intentos de integración de sectores de la resistencia. Más acá y más allá de las mismas, algunos de los desafíos que se plantean a los movimientos político sociales autónomos son: cómo afianzar en este contexto los lazos que construyen y recrean el trabajo de base, cómo poner en debate las concepciones ideológicas y políticas de las izquierdas, que favorecieron los procesos de cooptación, qué características debieran tener los procesos de formación de militantes, con qué fundamentos, metodologías, valores, de manera de no volverse tan fácilmente asimilables por la dominación.
Debería ser parte de nuestros debates la consideración de cuáles son los sujetos sociales que devienen sujetos políticos de la resistencia, y en este sentido advertir el nuevo dinamismo que van asumiendo algunas franjas de trabajadores sindicalizados, que desafían a las burocracias gremiales; las potencialidades del movimiento estudiantil, la rebeldía acumulada en expresiones culturales de la juventud, que van desde las murgas hasta los diversos grupos de hip hop y otras expresiones de rechazo al orden capitalista que los niega como sujetos; el potente desafío que puede desarrollarse a la cultura patriarcal capitalista, desde las franjas no domesticadas del feminismo y de los movimientos de mujeres así como de agrupaciones que expresan a la diversidad sexual.
Rehacer redes de rebeldías, unidades de los que luchan, crear y fortalecer aquellos movimientos que tengan como contraseña el trabajo de base, reconocernos entre aquellos espacios políticos, sociales y culturales contrahegemónicos, como parte de un mismo espacio de creación de alternativas populares, que no se definen principalmente en su identidad por el apoyo o la oposición a un eventual gobierno, sino por la decisión de ir asumiendo la batalla contra todas las opresiones, y la disposición para ello de articular a todos y a todas las agredidas por el poder, pensar juntos y juntas el mundo que soñamos separados, crear colectivamente teorías que interpreten y proyecten nuestras prácticas, enamorar las palabras de los actos y los actos de las palabras que los nombran, pueden ser algunas aproximaciones, en un tiempo en que el pragmatismo no puede conducirnos más que a la mediocridad, y en el mediano plazo, a la liquidación del aporte simbólico de una generación que entregó sus vidas, no para la legitimación de un capitalismo serio, no para honrar la deuda con el FMI, sino para restablecer el valor de la dignidad humana, de la libertad, de la justicia.
Diciembre. Toda la memoria, para multiplicar y organizar las rebeldías.
17/12/2006
América Libre
La ciudad como un cuerpo político. Entrevista con David Harvey
Por Mariana Canavese
17 de dezembro de 2006
Fuente AMAUTA.org
El geógrafo británico destaca la importancia de la alianza entre los barrios, los movimiento sociales y los trabajadores fabriles como protagonistas del cambio social.
Si al geógrafo David Harvey se le pidiera que trazara el mapa de su propia enunciación, diría: "Vivo en el vientre de la bestia pero interpreto que mi misión es darle a la bestia un poco de dolor de vientre de vez en cuando". Afincado en Nueva York - su principal área de estudio-, Harvey piensa cómo funciona el mundo desde el ordenamiento territorial: los procesos a través de los cuales el capital crea paisajes, las ciudades como sitios en los que se dirimen conflictos sociopolíticos, sus habitantes como arquitectos del futuro urbano. Hilvanando geografía, historia, economía y política, y frente a las versiones espaciales de la tesis del goteo, desarrolló el concepto de "acumulación por desposesión": una remozada dinámica de cercamiento de la propiedad comunal fundada en privatizaciones que habilitan la acumulación de capital y desplazan, en el desarrollo urbano, los derechos colectivos por derechos individuales de propiedad y beneficio.
Con el centro porteño de fondo, tensado entre una marcha que reclama más seguridad y su contramarcha, Harvey aclarará que no estudió especialmente el caso de Buenos Aires, aunque ha leído sobre piqueteros, sabe que existen movimientos barriales y que aquí están pasando "cosas emocionantes". Ha convocado a conquistar el derecho a disentir en espacios públicos y participa activamente en movimientos sociales estadounidenses.
Hoy afirma que la hegemonía de los Estados Unidos está declinando, que perdió relevancia política y económica y que ya no puede crear el mundo a su semejanza: "Y aunque Wall Street sigue siendo una institución central - continúa Harvey -, alrededor del 40 por ciento de las acciones que cotizan allí corresponde a extranjeros, y la mitad de la deuda estadounidense está en manos de China y Japón". Fue en los últimos días del imperio británico, tras el estallido de la crisis de Suez en 1956, cuando él empezó a pensar críticamente el dominio imperial. En 1969 se mudó a Baltimore y, desde las entrañas de ese otro imperio, descubrió a Marx junto a un grupo de alumnos: "Habíamos escuchado decir todo tipo de cosas desagradables sobre él. Pero, cuando lo leímos, nos dimos cuenta de que era mucho más interesante y útil de lo que nadie había sugerido".
?¿Qué implica articular geografía y marxismo?
?Hay que entender la situación que se da aquí, en Nueva York o donde sea. Después hay que tratar de comprender las fuerzas que crearon esa situación, quién estuvo a cargo de esa construcción cómo la hizo y cuáles son las consecuencias de haber dispuesto ese medio ambiente tal como es. Para mí, esto es algo clave y es lo que veo que hace Marx cuando leo El Capital. Pero la mayoría de los que se consideran marxistas no me consideran a mí marxista en lo más mínimo. La mayoría no presta ninguna atención a la ciudad y sólo se centra en la producción. Yo nunca fui de la opinión de que el agente de la historia sea la fábrica proletaria. Siempre pensé que lo era la combinación y las alianzas entre los barrios, los movimientos sociales en materia de vivienda, salud y educación, y los movimientos de las fábricas. Los marxistas nunca fueron buenos geógrafos. Nunca entendieron los desarrollos geográficos ni las ciudades. Cuando tuvieron poder, no supieron qué hacer con el desarrollo geográfico desparejo. Hemos atravesado el último siglo, un período de enormes transformaciones, de una urbanización que pasó del 7 por ciento al 50 por ciento de la población mundial, y los marxistas actuaron como si ese enorme cambio dinámico de la población en toda la organización de la superficie de la Tierra no marcara ninguna diferencia.
?¿A qué se refiere con "desarrollo geográfico desparejo"?
?Es uno de mis términos preferidos; a través de él se mantiene el capitalismo. Si usted hubiese mirado el mundo en los años 80 y se hubiese preguntado dónde estaban las economías exitosas, habría dicho que en Alemania occidental y Japón. Y si mira ahora y se pregunta dónde están las economías exitosas, se responderá que en China ven muchos pequeños lugares como Botswana o Bangalore. En algún lugar hay una economía exitosa y se supone que todos debemos seguirla. Pero en cuanto todos la seguimos, ya no es exitosa. Esto también es aplicable a las ciudades. Si uno se pregunta cuáles son las ciudades que hoy son centros de dinamismo... En los 80, Nueva York era un lugar espantoso: el índice de delito era monstruoso, había una enorme epidemia de crack, las condiciones de vida eran horribles. Hoy Manhattan es el gran patio de recreo de los ricos y tiene mucho éxito como centro de las operaciones financieras mundiales y de las actividades transnacionales. Si uno va a Frankfurt o a Londres ve exactamente lo mismo. Pero eso también significa que es sumamente caro vivir en esas ciudades. Entonces me pregunto en qué sentido Nueva York es, hoy, una ciudad global exitosa. La respuesta es: Sí, es muy exitosa desde el punto de vista de los muy acaudalados, pero es un lugar terrible para los inmigrantes y los pobres.
?En relación con los desarrollos urbanos actuales, ligados a la lógica de los barrios cerrados y los procesos de "favelización", ¿qué sucede con su idea de que forzar los espacios abiertos para la protesta y la contención es un derecho inalienable?
?La favelización y la creciente segregación de las ciudades son fenómenos mundiales. La tendencia a cerrar la ciudad puede verse en China - donde están construyendo barrios cerrados por todas partes - y también en Nueva York. Manhattan es, cada vez más, una comunidad cerrada. Allí el ingreso ha subido muchísimo mientras que en municipios como el Bronx, Brooklyn o Queens bajó. Hay un desarrollo geográfico desparejo de la ciudad, y con esto tiene que ver en parte e1 actual gobierno, que busca darle seguridad a Manhattan como patio de recreo. Respecto de la favelización, creo que el efecto general de las políticas neoliberales que comenzaron en los 90 fue acentuar las desigualdades sociales, agravar la pobreza absoluta e incrementar, la actividad delictiva. Esta es la historia en casi todas partes, desde México y América del Sur hasta Johannesburgo e incluso Australia. En esto también el modelo fue Nueva York. Después del ataque a Nueva York por parte de los financistas en los 70, terminamos con una gigantesca ola delictiva. En cuanto al espacio público, creo que hoy está bajo amenaza en casi todas partes. En particular en Estados Unidos, se usa la idea de que hay terrorismo para detener la protesta social y el argumento es: Bueno, no sé, podría haber algunos terroristas en medio de esto. Lo que estamos viendo es una restricción gradual del derecho a la protesta pública.
?¿Hay alguna posibilidad dé organizar las ciudades por mandato colectivo?
?Se trata de pensarla no como una ciudad de fragmentos sino como un cuerpo político, una entidad que tiene un carácter, un papel que desempeñar en la división internacional del trabajo. En Nueva York, por ejemplo, tenemos un alcalde, Michael Bloomberg, que tiene una visión de conjunto de la ciudad y la está implementando. Apunta a hacer de Nueva York una ciudad competitiva en relación al interés de la clase capitalista transnacional. No es autoritario exactamente, pero dice estar por encima de la política. Está invirtiendo en la ciudad y tiene muchos proyectos de desarrollo; le preocupa la calidad de vida, aunque no para toda la población. La está convirtiendo en una ciudad muy atractiva para el capital financiero y para los turistas. Sé que esto es un problema pero lo que digo es que al menos tiene una visión de la ciudad en su conjunto y la está llevando a cabo desde esta perspectiva de clase. Nuestro problema es por qué no podemos hacer algo similar desde una perspectiva de clase alternativa. Hay casos. Por ejemplo: se le pueden hacer muchas críticas a Porto Alegre pero allí hubo un intento de mirar la ciudad en su conjunto y decir: A través de la elaboración participativa del presupuesto podemos involucrar a toda la población en las decisiones de la construcción de la ciudad. Es una buena idea. Trae problemas, por supuesto, pero al menos en esa instancia no se tiene un movimiento social en un barrio y otro en otro barrio sino que se dice: Pensemos a la ciudad en su conjunto, veamos cómo funciona y hagámonos cargo de ella. Hay una gran diferencia entre los movimientos sociales en la ciudad y los movimientos sociales acerca de la ciudad. Hay un cambio de perspectiva y de escala. Creo que los que se producen en la ciudad, si se quedan en eso, se vuelven demasiado limitados para ser transformadores en lo político. Lo importante es que empiecen a hablar de cómo debería ser la ciudad en su conjunto. De lo contrario, son sólo movimientos engañosos.
?Usted escribió que el nuevo urbanismo reivindica la comunidad, pero en versiones como la de la Costa Este americana lo hace sólo con proyectos concebidos para dientes pudientes.
?La conformación de un grupo particular de personas y el asociarse en una idea de comunidad para hacer algo distinto es muy positivo. Lo que no me gusta es cuando nos venden como seguro algo llamado "comunidad" en donde la gente no tiene que agruparse para nada. La gente compra un lugar. Esto suele quedarse sólo en el nivel de la localidad, sin intentas establecer contacto con otras personas.
?¿Cómo se imagina una ciudad con plenitud de derechos?
?Trato de no pensar en términos abstractos cómo sería una ciudad que respetara el derecho de protesta. Creo que los derechos de este tipo se conquistan a través de la lucha así que lo que imagino es que la gente empezará a luchar por sus derechos para construir la ciudad de un modo diferente.
David Harvey es geógrafo, sociólogo urbano e historiador social de reputación académica internacional. Entre sus libros traducidos al castellano en los últimos años: Espacios de esperanza (Akal, Madrid, 2000) y El nuevo imperialismo (Akal, Madrid, 2004).
Los de Abajo
Gloria Muñoz Ramírez
Apoyo a Oaxaca
Mientras las organizaciones de derechos humanos continúan documentando abusos sexuales, amenazas de violación y mutilación, torturas y traslado ilegal de 138 detenidos, entre otros graves abusos cometidos durante la represión al movimiento popular de Oaxaca, en diversos lugares del planeta siguen las muestras de solidaridad con el pueblo oaxaqueño y las protestas contra el gobierno de Calderón.
Un nuevo llamado a la solidaridad internacional ha salido de la selva de Chiapas: "Confiamos y creemos en verdad en todas las personas honestas en el mundo, entendemos esta gran necesidad que tiene ahora el pueblo de Oaxaca", señaló el teniente coronel Moisés, del EZLN. "No debemos cansarnos de luchar, de luchar hasta llegar al final", convocó el encargado de la Comisión Intergaláctica de los zapatistas.
La nueva jornada mundial de movilizaciones por Oaxaca se realizará el próximo 22 de enero, y coincidirá con otro aniversario de la matanza de Acteal, en un año más de impunidad e ignominia. Las demandas son: "Libertad de todos los detenidos, presentación con vida de todos y todas las desaparecidas, salida del gobernador Ulises Ruiz Ortiz y de las fuerzas federales de Oaxaca, castigo a los torturadores, violadores y asesinos del gobierno y la policía".
Este 17 de diciembre, en Francia, se anuncia una reunión de información y debate sobre las luchas y las resistencias del pueblo de Oaxaca, y para el próximo 21 se espera en Roma, Italia, una sesión de videos y charlas sobre la situación general de México, en el centro social Corto Circuito.
Para la Jornada Mundial del día 22 se programa en la ciudad canadiense de Vancouver una doble acción de solidaridad con Oaxaca y "contra el nuevo gobierno fascista de México". La manifestación se realizará frente al consulado mexicano y, más tarde, se celebrará una vigilia y mitin informativo en la Galería de Arte.
Asimismo, en Roma, se prepara una protesta frente a las oficinas de la ONU, mientras en Bruselas, Bélgica, se planea un plantón frente a la embajada de México, convocada por el Colectivo de Información y Solidaridad con Oaxaca.
Todas estas acciones se suman a las cerca de 200 movilizaciones que se han llevado a cabo en más de 50 ciudades. Tan sólo en lo que va de diciembre diversas organizaciones y colectivos se han organizado para protestar en Canadá, Italia, Francia, Estados Unidos, Argentina, Suiza, Austria, Australia, País Vasco y España.
Asimismo, con el objetivo de "constatar las condiciones de represión y hostigamiento" contra las comunidades indígenas de la entidad, integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca-Vancouver (CIPO-Van) comenzaron una misión de observación y acercamiento con organizaciones no gubernamentales estatales y nacionales. Desde Europa se prepara también el arribo de la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos.
"Adelante, sin temor", finaliza su llamado el teniente coronel Moisés. El próximo 22 de diciembre el pueblo de Oaxaca constatará, una vez más, que no está solo.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx
¡Arriba las manos esto es la Navidad!
13 estrategias de autodefensa para no sucumbir al chantaje publicitario navideño
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels
El trineo de la mercancía navideña tirado por jaurías de publicistas.
Sin la publicidad, sin la complicidad de los gobernantes, sin la complacencia de los mandos clericales? el cometido mercantil de los festejos navideños naufragaría en las tiendas departamentales. Los mass media han secuestrado, en alianza con sinnúmero de socios, la Navidad. Antes, durante y después del que se conoce como día del aniversario natalicio de Jesucristo, una vorágine mercantil se apodera del mundo y lo inunda con mal gusto, juguetería basura y música cursi al servicio de un episodio de expansión comercial cuya capacidad de penetración ha rebasado todo el límite. Y se lo promueve como logro moral del capitalismo.
Se trata de un ultraje navideño con juguetes, arbolitos, esferas, luces, moños y excesos de todo tipo. La "industria publicitaria" cumple su tarea ideológica, camuflada de cristiana, entrañable e inofensiva. Reino terrenal de sistema avasallante de producción publicitaria en éxtasis capitalista de objetos incontables y en plena crisis de sobreproducción. Nos inunda la publicidad, juega con nuestros sueños, planifica estrategias de ventas con bases materiales concretas y complejas, se hace de nuestras palabras y penetra nuestros campos imaginarios, nuestros deseos, nuestros apetitos, nuestras ambiciones? alienación que desgarra toda relación con la vida real para garantizar la usurpación del salario a cambio de baratijas de ocasión. "Noche de paz y noche de amor"? dicen.
Asalto ideológico penetrante que nos exige autodefensas para ayudarnos a desconfiar del oropel publicitario, interpretar correctamente las exageraciones y las ambigüedades, desnudar las trampas de la lengua burguesa. Aunque la tengamos metida en casa, la guerra ideológica emprendida por los mass media para hacernos compradores compulsivos de cualquier basura, debe ser combatida sistemáticamente y con los bolsillos del salario perfectamente cerrados.
13 ideas para cambiarle la suerte al salario de los trabajadores amenazado por los buitres de la publicidad navideña:
1. Celebrar sin fanatismo. (celebréis lo que celebréis) No hay dios padre ni dios hijo que se ponga contento con llenarle los bolsillos a esos mercachifles dueños de la payasada mercantil que nos saquea los salarios.
2. No legitimemos las ideas y creencias del patrón ni de la clase a que él pertenece. No legitimemos los intereses de una clase dominante ni sus ritos ni su modo de vendérnoslos.
3. No nos dejemos extorsionar: los modos en que la burguesía celebra sus "fiestas navideñas" no tiene por qué ser imitada. No se es "débil", "feo", "perdedor", "pobre" o "tonto" si uno decide hacer con su dinero celebraciones totalmente distintas a las del burgués ostentoso.
4. Nada de lo que se anuncia la publicidad debe ser comprado si no corresponde a necesidades concretas de los trabajadores. Nada debe ser comprado bajo chantaje, vergüenza o imposición alguna. Se puede discutir abiertamente la compra de artículos o regalos para celebrar, analizarlo con amigos y compañeros de trabajo, comparar precios y hacer compras colectivas. Eso ayuda a no enfrentar en soledad las argucias de la publicidad para engañar y saquear el dinero de los trabajadores.
5. No comprar llevado por la idea de ser envidiado por todos. No permitir que manipulen nuestros deseos, instintos, antojos, afectos y cariños. Ningún juguete suplanta la relación personal, ningún objeto sustituye la solidaridad y el amor. Ni un solo peso a los manipuladores especialistas en propinar al pueblo golpes bajos para obligarlo a gastar en fetiches perversos.
6. La publicidad mercantil es la ideología de la burguesía, es el púlpito del capitalismo, no le creamos un ápice. No gastar en Navidad, más allá de lo racionalmente indispensable, no nos hace pecadores, insignificantes ni estúpidos. No dejemos que nos acomplejen.
7. Es mentira que con regalos se fortalece el afecto. De padres a hijos o de padres entre sí. Los hombres (trabajadores, obreros y campesinos) no dejarán de ser hermanos porque no gasten su salario en complacer a los publicistas. Que por su parte no son hermanos más que del dinero.
8. Es mentira que en la Navidad de los burgueses todos somos "hermanos", "hijos de Dios"? etc. En estas festividades la lucha de clases persiste y ningún comerciante dejará sus riquezas para beneficiar a los trabajadores, a quienes, por el contrario, esquilma y engaña ayudado por publicistas. Ni un centavo para ellos.
9. No hace falta emborracharse ni embrutecerse para ser felices. Tampoco se es feliz por gastar mucho dinero. Todavía hay muchos momentos de felicidad que son gratis. Cosa de ingeniárnoslas.
10. No dejarse "estimular" con las payasadas que inventan los publicistas empeñados en emocionarnos, sensibilizarnos, cachondearnos para que paguemos cualquier precio por cualquier basura.
11. Ninguna publicidad logrará garantizar "mayor poder sexual", "mágia", "seducción"? los trabajadores no deben conceder ninguna credibilidad a quienes ofrecen paraísos imaginarios ni ilusiones mediocres. Todo lo que buscan es quedarse con el producto del trabajo, saquear lo que le queda al trabajador después de que el patrón ya ha esquilmado los salarios.
12. Cuestionemos y sancionemos socialmente la publicidad burguesa produciendo interpretaciones críticas y disidentes sobre sus dispositivos ideológicos y sus fines contra la clase trabajadora.
13. El salario de los trabajadores debe ser defendido por los trabajadores. Especialmente contra la publicidad burguesa.
El dinero o la vida (o las dos cosas):
La publicidad en épocas navideñas expresa también la urgencia mercantil de las empresas. Les urge vendernos todo y para eso no importa qué clase de canallada (con música sacra o escenas glamorosas) halla que inventar. Los patrones afilan sus colmillos con ayuda de publicistas para vendernos su ideología y su mercadería. El producto del trabajo convertido en un botín acorralado con artefactos, engañifas, tentaciones generalmente innecesarias, inútiles e inservibles.
Quieren nuestro dinero a como de lugar y quieren que lo entreguemos felices de la vida. Ese es su cinismo que mueve a risa por la ironía que se agudiza cuando se habla de "fraternidad entre hermanos" pero a la hora de quedarse con la mejor parte, la burguesía cierra las puertas de sus casas para que los pobres no entren a robar los juguetes caros de los niños ricos. Quieren vendernos cenas, viajes, cuentas bancarias, relojes, juguetes, bebidas? la ideología dominante desarrolla todo para intervenir en la conciencia de aquellos a los que somete y emplea el discurso publicitario navideño esencialmente para satisfacer la ansiedad de los patrones y sus "nichos de mercado".
El capitalismo con su publicidad actualiza perversiones mercantiles contra el proletariado a quien aplica un tratamiento diversificado entre la seducción y el desprecio, a lo largo del año, claro, pero muy especialmente en navidad. La clase trabajadora es acribillada desde los medios de publicidad para engordar los ingresos que la burguesía secuestra impunemente con cualquier pretexto. Ocurre una guerra abierta inter-burguesa, batalla entre empresas, caracterizada por la virulencia manipuladora de mensajes elaborados por especialistas de la canallada mercenaria.
La clase trabajadora sufre los estragos de esa guerra porque es la enemiga de clase, la fuerza que produce la riqueza y la fuerza a la que el capitalismo devasta saqueándole el producto de su trabajo hasta la ignominia. Navidad es un pretexto más donde las paradojas de agudizan porque la hipocresía burguesa es infinita, celebran el nacimiento de Cristo mintiendo y robando a diestra y siniestra. Hay que recordar aquello de la aguja y el camello y aquello de los mercaderes en el templo.
El discurso dominante se explicita en los valores de las compras. Los trabajadores son víctima de una marejada discursiva que los somete al adoctrinamiento mercantil, manipulación psicológica, violencia simbólica destinada a amaestrarlos ante los caprichos del mercado. La publicidad medra los deseos, pero también los fabrica para "negociarlos" continuamente en su escalada permanente para la apropiación del mundo.
Es preciso multiplicar las luchas contra al modelo hegemónico de publicidad y la transformación radical de la cultura, degenerada en manos del capitalismo. Lucha contra el régimen de propiedad de las herramientas de producción en comunicación y contra las relaciones de producción dominantes .Lucha contra la alienación y la manipulación, lucha contra el discurso nazi-fascista incubado en la publicidad burguesa.
Lucha por una corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.
- Dr. Fernando Buen Abad Domínguez
Palestina: La hora de los tramposos
x Txente Rekondo
El guión golpista y tramposo que se ha venido sucediendo en los últimos meses en Palestina ha dado otro paso más. La decisión del presidente de la ANP de convocar nuevas elecciones obedece a la defensa de sus intereses y de los de los que en teoría serían llamados a ocupar el banquillo de los acusados en un supuesto proceso de los enemigos de la autodeterminación palestina.
Desde la victoria de Hamas en las elecciones de enero, los pasos de este guión marcadamente intervencionista se han venido sucediendo para mayor sufrimiento de la población palestina. Las urnas, superando el label occidental de democracia, hablaron claro y dieron el mandato popular a la formación islamista y nacionalista de Hamas, y desde ese día todos los resortes de los mal llamados demócratas se pusieron en marcha para acabar con la voluntad palestina.
Primero se articuló un bloqueo económico, después el gobierno sionista retuvo los millones que le correspondían al pueblo palestino en concepto de impuestos, y a ello se añadió la ofensiva militar sionista y el bloqueo de Gaza. El mensaje que las democracias occidentales mandaban al pueblo palestino era claro y conciso, "podéis votar libremente siempre y cuando elijáis a los candidatos que nosotros apoyamos", todo un ejercicio de democracia occidental.
Crisis
Mientras que se pretende mostrar al mundo la situación palestina como un círculo en permanente crisis, lo cierto es que ésta es el reflejo más manifiesto de lo que en realidad está aconteciendo con el movimiento Al Fatah, que debe soportar una crisis interna en diferentes frentes. A los ya conocidos conflictos por hacerse con la dirección del movimiento se le sumas los que enfrentan a los llamados dirigentes de la primera generación y los de las nuevas generaciones, además de los que mantienen abiertos los diferentes sercitos de seguridad próximos a Al Fatah y frente a otros grupos de la resistencia palestina.
Hoy en día el movimiento que en su día lideró el difunto Arafat es una amalgama de facciones, coaliciones y redes personales y familiares, sin un liderazgo claro y con una organización opaca. Además ante los ojos de la población palestina estos dirigentes representan la imagen vivas de una vieja guardia, ligada y asociada a la corrupción, al colaboracionismo con el enemigo sionista y sus aliados occidentales. Son los nuevos ricos que han sabido enriquecerse a costa del sufrimiento de la mayoría del pueblo y cuya materialización más gráfica representan los coches de lujo y las vivienda faraónicas que les acompañan.
Al Fatah representa hoy en día la imagen de un movimiento en decadencia, atado a los deseos inconfesables de algunos de sus dirigentes y que de seguir por esa vía, además de apostar por un enfrentamiento civil (algo que nunca en la historia del pueblo palestino había tenido lugar), puede desembocar en la desintegración del movimiento y ello también arrastrará en buen medida los logros de palestina en su lucha por alcanzar sus objetivos nacionales.
Ya lo expresó hace algún tiempo una de las voces más consecuentes del movimiento (por eso permanece secuestrado en las cárceles sionistas), Maruan Barguti, señalando la necesidad de encontrar "nuevas formas de trabajo, nuevas instituciones, que representen todos los centros de poder de nuestro pueblo".
Similitudes
La incompetencia de Al Fatah, tras más de cuarenta años de hegemonía, representan la imagen viva de un movimiento en clara decadencia, la fotografía de la incompetencia y la corrupción. Son la representación del "cinismo político, de la corrupción, del doble rasero, del derrotismo de todo un pueblo".
Las presiones occidentales, con el estado sionista y Estados Unidos a la cabeza, y con la inestimable colaboración de una desorientada Unión Europea, han logrado ahogar aún más a la población palestina, marcando con fuego su "osadía" de creer que por las vías democráticas y electorales podían elegir su futuro y a sus representantes. La lección de democracia práctica que esos actores han transmitido al pueblo palestino no hará sino aumentar el sufrimiento al mismo, y añadir un grado más de desestabilización a una región ya de por sí bastante compleja.
El olvido intencionado del pasado de un pueblo es un mal síntoma, por eso frente a quienes ahora hablan de la necesidad de crear un gobierno de unidad nacional palestino, olvidan que fue Hamas quine tras su triunfo electoral propuso esa fórmula de gobierno para articular conjuntamente la defensa de los intereses de todo el pueblo, y no la administración de una migajas de poder en beneficio de unos pocos, la política que viene manteniendo desde hace años la dirección política de Al Fatah.
Flaco favor han hecho a la democracia los que han reventado la experiencia electoral palestina, mostrando ala mayoría del ese pueblo que sólo los resultados electorales que convienen a Occidente pasan la prueba del algodón. Todo este recorrido, cual camino del calvario palestino, no hace sino ahondar todavía más las heridas de Palestina, para regocijo del sionismo y de sus aliados, extranjeros (EEUU y la UE) como locales (toda esa amalgama de colaboracionistas dispuestos a administrar el sufrimiento de los demás en beneficio propio). Porque si profundizamos en la realidad palestina veremos que no es cuestión de personajes sino de estrategias. Los colaboradores palestinos que hoy en día parecen dominar Al Fatal, y que estarían dispuestos a dinamitar el pasado heroico de ese movimiento (Mahmud Abas, Mohamed Dahlan), si fueran honestos comprenderían que el apoyo y el aplauso de los enemigos políticos de su pueblo no puede significar nada bueno para el mismo, y que la voluntad de Palestina, manifestada en las urnas, debería bastar para comprender la necesidad imperiosa de un cambio profundo en el rumbo que llevan tiempo manteniendo.
Aprovecharse de la coyuntura impulsada por Israel, anunciar el relanzamiento de un plan de paz que nace defectuoso desde su inicio, no es más que seguir complaciendo la mano de la ocupación y de sus intereses. Como dice el refrán popular, no significa más "que pan para hoy y hambre para mañana". Si se llevan adelante los deseos de Abas y sus aliados, puede que la población palestina cambie su intención de voto y apueste por unos dirigentes que les permitan superar la grave crisis humanitaria actual, pero será sólo cuestión de tiempo que esa dirección corrupta sea expulsada de la escena política de Palestina, al menos si ésta decide seguir sus pasos hacia la autodeterminación definitiva de su pueblo, y no quedarse encadenada a las miserias coyunturales que significan determinadas ayudas, aunque éstas estén disfrazadas de un falso humanitarismo.
De momento parece que en Palestina es la hora de los tramposos, pero todos los esfuerzos y las maniobras para desfigurar la verdadera voluntad de ese pueblo acabarán chocando con el verdadero muro que desde hace décadas ha venido construyendo la resistencia palestina en defensa de los intereses de todo el pueblo.
Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)
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