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18.10.06 

Articulos de Opinion 18-10-06

Gualeguaychú ante su futuro:
La batalla final


La Asamblea Ciudadana tiene nuevo coordinador, y vive un clima que los vecinos definen como "muy caliente" mientras el gobierno opta por las intimidaciones y el Banco Mundial -parte del negocio- impulsa créditos a las empresas pasteras. ¿Contra qué pelea Gualeguaychú, además de la contaminación? La lógica de lo que sucede, la idea de la muralla, las incertidumbres, y el regreso a las acciones directas.
El nuevo coordinador de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, Gustavo Rivollier, está perplejo. No es ecologista mediático, militante de partido político, ni activista flamígero, sino vecino de la ciudad, técnico en computación, y hombre que no pierde la capacidad de asombro.
Y dice a lavaca: "Nos tocó una difícil. Estamos luchando contra un orden económico internacional, con empresas que sólo buscan ganar plata sin importarles que la gente se muera sin que nadie sepa por qué. Nos tocó pelear contra el orden económico mundial".

No habla buscando una frase efectista, sino con el tono del que va descubriendo en la conversación los alcances del reclamo de Gualeguaychú contra la instalación en Fray Bentos, Uruguay, de las dos primeras fábricas de pasta de celulosa previstas para la cuenca del río Uruguay.
Y dice, después del corte de último fin de semana en la ruta 136, y por lo tanto en la frontera argentino-uruguaya:
-Yo creo que acá en las próximas semanas se juega a todo o nada. Empieza la batalla final.
-¿Cuál sería esa batalla?
-Si les dan el crédito del Banco Mundial a las pasteras, todo va a ser my difícil, y sólo quedaría para hacer cosas demasiado pesadas. Pero si logramos quebrar el crédito... el otro día me preguntaban: ¿ustedes creen que al Banco Mundial le importa lo que ustedes hagan? Y yo no sé. Pero por lo menos que quede claro que la paz social en la región está en juego por culpa de ellos.

>>>Piedra libre atrás de los gendarmes

La Asamblea Ciudadana se reunió en El Teatro de Gualeguaychú este martes 17 de octubre, para evaluar el corte de ruta del fin de semana largo. La novedad: el concejal radical Osvaldo Moussou, primer coordinador hasta aquí de la Asamblea, anunció su retiro ya que volverá a presentarse como candidato. Algunos murmullos en El Teatro diagnosticaban la salida como parte de un recambio dentro de la Asamblea, en la que los "popes", o los "gordos" (esto es: los referentes más dóciles al gobierno, que suelen aparecer en los medios oficiales y en las empresas periodísticas) perdieron credibilidad y para colmo sólo estuvieron en el corte del fin de semana unos minutos, persiguiendo fines primordialmente fotográficos. La retirada de Moussou en todo caso cumple con el pacto de evitar la "partidización" de la Asamblea, en un período electoral. Llegó a la Asamblea ya como concejal, pero estar ahora en campaña lo inhabilita.
La coordinación consiste justamente en coordinar el desarrollo de las reuniones, y no implica un cargo "dirigente" en una asamblea que se define como horizontal. Explica el pizzero José Pepo Pouler: "Lo importante es que no hay cabezas, no hay dirigentes. Aquí, moción que avanza, la Asamblea la acompaña. No hay ganadores ni perdedores. Lo bueno es que volvió la palabra a la gente, se ve a todos opinando, participando. Los viejos referentes responden al gobierno pero perdieron la credibilidad. Ellos creían que tenían todo controlado, y sería eso lo que le decían al gobierno. Pero acá se estaba gestando otra cosa".
Otra cosa: la Asamblea decidió volver a la ruta el fin de semana largo de mediados de octubre, instaló nuevamente con tractores un gran acoplado cruzando la ruta, y cerró así nuevamente la frontera con el Uruguay. El gobierno se mostró sorprendido, empujó a la justicia a través de un fiscal que ordeno fotografiar y filmar a los asambleístas (inolvidable momento para la teoría de la separación de los poderes) y a través de las empresas periodísticas hizo hablar a sus "voceros" considerando que con el corte "pueden estar cometiendo un delito". A esto debe considerárselo criminalización de la protesta, y consiste en tratar como delincuente a toda persona que reclame sus derechos y ejerza la facultad de manifestarse.
En la ruta, empezaron a verse fotógrafos raros (señores de más edad, más afeitados, de pelo más corto y menos informales que los fotógrafos habituales). Se trata de policías disfrazados de civil, y/o agentes de eso que se ha dado en llamar "inteligencia", desde siempre dedicados a espiar a los ciudadanos, demostrando quién suele ser el enemigo para las fuerzas estatales.
María Elena Marchioli describe: "Había uno que se escondía atrás de los gendarmes. Los gendarmes se abrían un poco, y él nos sacaba la foto. Fue todo muy feo, cosas de las épocas de los militares".

>>>El padrón , el madrón y el calzón

Las reacciones empezaron siendo de alerta, y terminaron con humor: "La gente les decía: che, sacame que no traje la máquina" cuenta María Elena. alguien spropuso mandarle a los fiscales el padrón de Gualeguaychú. "Y como es el día de la madre, les mandamos también el madrón" dijo el doctor Cerdá en un chiste malísimo, pero sumamente festejado. Otra propuesta fue hacer una lista con los DNI de cada asambleísta, y algunos pintaron su número de documento directamente en los parabrisas de los autos. El efecto gubernamental de inyectar miedo no pareció surtir efecto. Pouler: "Algunos de los 'popes' también quisieron meter miedo, diciendo que temían una represión. Una de las abogadas que está en la cancillería (se refiere a Ana Angiolini) salió con esas idioteces, hubo también amenazas del gobernador (Jorge Busti) pero la gente se tomó medio a risa todo eso. Está muy metido en la piel lo que queremos. Y lo que no queremos".
Rivollier: "La bronca es que todos sabíamos que nos filmaban, pero acá lo hicieron como apriete. Como provocación. La SIDE ya debe saber hasta qué calzón me puse esta mañana, pero en el corte todo eso se superó por la rotación, por el hecho de que todos íbamos siendo cubiertos por nuestros compañeros".
El corte finalizó exitosamente el domingo a las seis de la tarde, con miles de familias en la ruta tomando sus propias fotos.

>>>La democracia inKreíble

El gobierno lanzó sus amenazas a través de funcionarios que aparecían sin mencionar su nombre, pero profusamente consultados por las empresas periodísticas, tildando a los asambleístas de delincuentes en potencia por hacer el corte en la ruta 136.
Conviene recordar que hace apenas dos meses el gobierno defendió los cortes ante los Tribunales del Mercosur planteando que se tratan de un modo de ejercer la libertad de expresión por parte de la sociedad. Para llegar a esta idea el gobierno consultó al constitucionalista Roberto Gargarella, autor del libro El derecho a la protesta, el primer derecho. Pero pocos días después el propio Gargarella denunció ante lavaca la falsedad de la actitud oficial, en la entrevista titulada La democracia inkreíble. Allí Gargarella reveló la manipulación oficial con respecto al caso Gualeguaychú y dijo entre muchas otras cosas:
"Yo no le creo nada al gobierno. Esto tiene que ver con la ausencia de una actitud principista del poder político. Uno a lo mejor es ingenuo si le pide principios a la clase política, pero no existe un compromiso real con ideales de verdad y justicia. Es, digámoslo, cualunquismo argumentativo: posiciones tomadas por intereses. Cualquier argumento puede ser utilizado en defensa de ciertos intereses".
Un detalle que muestra la fuerza de la Asamblea, consiste en observar las reacciones que despierta. Así como pudo organizar las dos marchas más grandes de la historia en defensa del medio ambiente (30 de abril de 2005 y 2006), sufrió una invasión kirchnerista a comienzos de mayo (presidente, ministros, esposas, gobernadores, intendentes, amantes, barras bravas K, peluqueros, asesores, jefes de prensa, secretarios/as de todos ellos, etc) con la obvia intención de desmovilizar toda la protesta.
Ahora, los cortes les generaron ataques del gobierno argentino, el uruguayo, y toda la llamada "oposición" argentina (se trataría de una oposición un tanto oficialista) compuesta por una cantidad de personas a las cuales por alguna razón incomprensible se las llama "dirigentes políticos". En todo caso pudo vislumbrarse claramente, otra vez, la brecha entre los "dirigentes" oficialistas y opositores, y la sociedad que intenta dirigir sus propios pasos.

>>>Gualeguaychú a las brasas

La desconfianza sobre el final de la presentación ante la Corte de La Haya es absoluta. El gobierno argumenta que si se fue a La Haya no se justifican los cortes de ruta. "Una cosa no tiene nada que ver con la otra" discrimina Pepo Pouler. "En La Haya se discute la no aplicación del Estatuto del Río Uruguay por parte del Uruguay. Y los cortes son contra las pasteras".
En todo caso Pouler llega a la siguiente conclusión: "Todos en la Asamblea entendimos que si nos quedamos quietos, nos abrochan. Nos cocinan".
En esa línea razona Rivollier ante los avances del Banco Mundial y su Corporación Financiera Internacional para dar créditos a la pastera finlandesa Botnia: "Nos ponen en las brasas. El verdadero problema es que nos pusimos contra un sistema económico, del cual La Haya forma parte, y va a tomar todas las medidas en línea con lo que haga el Banco Mundial. Te pueden decir: hagamos más estudios, pero ¿quiénes son las consultoras? Las mismas que ellos ponen, las mismas de siempre, que van a decir lo mismo de siempre".
Rivollier denuncia: "Ninguno es independiente, todos son parte del negocio. A veces me asombra el gobierno. Porque nuestro problema con el Banco Mundial es idéntico a cuando Kirchner pateó al Fondo Monetario Internacional. El FMI representa un modelo económico que sabés que no anda, te hunde. Nosotros luchamos contra un orden económico internacional. ¿Cómo puede ser que el gobierno no nos entienda, si se supone que opina las mismas cosas?"
Gustavo se hace la pregunta, sin hacerse demasiadas ilusiones con respecto a las respuestas después de haber leído la entrevista a Gargarella. "Además, el Banco Mundial es el que viene financiando desde hace años la forestación con eucalipto, que es la materia prima para la pasta de celulosa. Ahí se ve cómo les cierra un negocio que vienen preparando desde hace mucho".

>>>Diferencia entre gobierno y sociedad

Frente a eso, ¿qué hacer? ¿Resignarse? Rivollier cree que es importante detener los créditos a las empresas. "Y si les dan los créditos, todo va a ser dificil, sólo quedaría para hacer cosas demasiado pesadas". Las conversaciones en Gualeguaychú mencionan con naturalidad estadías eternas en las rutas y hasta las cadenas que un grupo de mujeres pensó utilizar para encadenarse al asfalto, están siendo acondicionadas. María Elena habla de otra hipótesis: ir haciendo una muralla en la ruta, a razón de una hilera de piedras por cada día que pase mientras Botnia se sigue construyendo alrededor del falo de 130 metros de altura, chimenea que resultó la primera, más visible y provocadora de las construcciones de la multinacional.
En la Asamblea de este 17 de octubre hubo otra sorpresa, la visita de Jorge Daniel Taillant, marido de la secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti y presidente del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA), entidad que forjó la ascendente carrera de la señora y que apoyó en algunos aspectos a los asambleístas de Gualeguaychú. Por ejemplo, presentó las 40.000 firmas de vecinos ante la Corporación Financiera Internacional como aval al rechazo a las pasteras. Taillant llegó a Gualeguaychú para decir que la única aliada que tienen los asambleístas en el gobierno es su esposa. Pero a la vez, insistió con un argumento tradicional de su ONG con respecto a la importancia de la movilización social. Pepo traduce: "Dijo que a los organismos financieros hay que mandarles fotos, lindas fotos, donde se vea mucha gente movilizada y reclamando".
La práctica de las ONG y los organismos internacionales muchas veces tal vez se reduzca a eso: fotos. Taillant no habló de cortes. Pouler: "Lo que pasa es que lo de la movilización es muy lindo, muy bonito, pero lo que les duele a todos es el corte de ruta". En este punto, la señora Picolotti ya anticipó su oposición a los cortes, aunque tal vez el viaje de su marido muestre una intención de despegarse del gobierno que envía a espiar y criminalizar a los asambleístas. Taillant se fue aplaudido, tras informar que el trámite del gobierno en La Haya es una vía muerta, y que lo único que tendrá sentido es la movilización (y las fotografías) además de cadenas de mails, faxes y acciones que molesten a los funcionarios.
María Elena, en cambio, cree que el destino de todo esto es un corte puro y duro, hasta detener la construcción de Botnia. Pouler intuye que el verano será un momento de enormes asambleas en la ruta: "Perdimos el apoyo que el gobierno decía que nos daba. Pero de todo el país nos están llegando formas de apoyo de la gente, de la sociedad. Así que ya vamos a ver cómo se concreta".
Rivollier no tiene la menor idea de cómo será las cosas. "No sé si será bueno o malo poner todos los huevos en una sola canasta. Pero la gente está con una bronca enorme. Vamos a ver qué pasa en la próxima asamblea. Esto hay que entenderlo así: día a día".



De poetas y aeropuertos
Por Rosana Lecay[1]

A mi soledad, amiga y carcelera, porque haciéndote evidente pretendo que te alejes y me des respiro.
Al aeropuerto, frío hogar del viajero frecuente.
"...pero hay que correr el riesgo
de levantarse y seguir cayendo."
Eterna soledad. M.Cantero/F.Staiti (Enanitos Verdes)
El aeropuerto de la ciudad de México es gigantesco y maneja un intenso tráfico aéreo. Sin embargo, a pesar de su extensión, de los ruidos y de la enorme cantidad de gente que transita por él, uno puede sentirlo familiar cuando por razones de trabajo se requiere frecuentarlo.
Entonces, la hostilidad y la agresividad de lo transitorio, que por definición es un aeropuerto, empieza a conocerse y a mirarse de otro modo. Se escogen los sanitarios que se saben más higiénicos y surge la preferencia por un determinado rincón de la sala de espera para leer a gusto un libro o repasar el tema de la clase que se va a dictar. Las tiendas se hacen conocidas, y también sus dependientes.
De vez en cuando, el aeropuerto brinda la emoción de cruzarse con alguna celebridad, un político, una actriz, un periodista, y de reojo analizamos sus medidas, su estatura y la calidad de su ropa para tener algo que contar en la oficina, mientras se toma en café de la mañana.
No deja de sorprender cómo hay siempre más personas recibiendo y despidiendo que viajando. Por cada viajero hay cuatro personas que lo van a dejar o que van a recogerlo, actitud derivada de la fuerte estructura familiar mexicana y de su ya conocida calidez.
El aeropuerto es un símbolo de libertad, es la puerta para salir de la rutina, el trampolín hacia lo nuevo, por eso genera una particular excitación.
Mis primeros cursos fuera de México me permitieron pasar a una dimensión de fiscalización nula que me atraía, a la posibilidad de dedicarme a mí al cien por ciento, sabiendo que, al final del curso, regresaría a la protección del nido.
A medida que los viajes se hicieron más frecuentes, y mi vida tomaba un rumbo más solitario, el aeropuerto se hacía más mío, en un sentido, pero también aumentaba mi anonimato entre toda esa gente que sólo pasaba temporalmente por allí, sin verme a los ojos, sin percibir mi presencia. Con un libro cerrado en las manos y el pase de abordar en el bolsillo suena en mi cabeza la canción del flaco Sabina: "...solo como un poeta en el aeropuerto, así estoy yo, así estoy yo sin ti..." ¡Qué imagen tan perfecta! Un poeta, un ser sensible, empático, profundo, enclavado en la transitoriedad del aeropuerto, profundamente solo.
Al llegar a mi destino me espera, en un lujoso hotel, la soledad de una habitación perfecta, ochenta y tres canales de televisión y un teléfono que nunca me acerca una voz cálida.
Cuando las llantas del avión friccionan nuevamente el suelo de la enorme capital mexicana, puedo ver cómo se encienden los celulares. "Ya aterrizamos, estoy bajando." "Te veo en veinte minutos." Yo me formo para comprar mi boleto de taxi. Ninguna de esas personas que estiran sus cuellos ante la puerta de llegadas me busca a mi. Y arrastrando mi maleta y mi tristeza me subo a un coche que me lleva a casa. No hace falta encender el celular, nadie va a llamar para saber de mi llegada.
Al menos trabajé el fin de semana; tuve contacto con jóvenes inquietos, que preferirían las ciencias políticas a la administración financiera, pero le encuentran mejores posibilidades de inserción en el mercado laboral. Tal vez tengan razón, lo que no deja de ser una pena. Yo me ocupé de dejar una pequeña semilla en ellos.
Los fines de semana que no doy clases transcurren en silencio entre la actividad física, las compras obligadas para la semana, la lectura y la música. Pero con una gran ausencia de afectos, con la mirada compasiva de esta amiga sutil que intenta decirme que no es tan malo, ni tan doloroso estar solo. Trato de pensarlo así, pero esta compañera obcecada que se instala sin permiso en mi sala y duerme en mi cama, me recuerda la distancia de lo familiar, que dejé tomando riesgos de los que no me arrepiento. Me recuerda el fracaso y el amor ausente, y que la vida se me escapa como el agua entre los dedos esperando a quien me rescate de la crueldad del silencio. Me recuerda lo sublime que puede ser un abrazo cuando está cargado de un sentimiento sincero.
La piel grita y se enrojece pidiendo una caricia auténtica y el alma se desgarra de dolor en el anonimato, en un túnel oscuro y frío que significa no ser nada para nadie.
Paso invisible, transparente para el mundo. La inexistencia destroza, aniquila la voluntad. Y se hace presente el profundo anhelo de recibir esa llamada, esa palabra, esa sonrisa que provoquen la sensación de sentirse valioso, valorado.
En honor a la verdad deberé admitir que tengo miedo de no volver a sentir otra vez aquello que me impulsó a cruzar fronteras y a rifarme la vida por amor. Tengo miedo de haber perdido el coraje y la entrega.
Muy dentro de mí, sin embargo, hay aún una personita esperanzada e ilusionada, que espera mirarse a los ojos de otra; y mientras siente la dulzura de una caricia en la cabeza pueda borrar las heridas del pasado y el dolor por lo perdido. Que espera volver a confiar para arriesgar todo nuevamente.
Dentro de mí existe la confianza de que volveré a sentir la mano cálida que apretando la mía me anime a continuar serena con mis pendientes.
Dentro de mí, muy adentro, construyo el momento en el que unos brazos seguros me reciban en el aeropuerto para poder derrumbarme en ellos después de una jornada intensa. Construyo el momento en el que apoye mi cabeza en un hombro amigo, y unos labios me susurren suavemente que todo está bien, que ya regresé a casa...
"Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de la luna,
y le hablo de esa amante inoportuna
que se llama soledad."
Joaquín Sabina

[1] Investigadora de la Fundación para la cultura del maestro A.C.



La Otra Campaña Sudcaliforniana en defensa de los derechos laborales

Se encuentra la Comisión Sexta en BCScon trabajadoras de la maquila, el calamar, la educación y otros sectores.
Santa Rosalía, Baja California Sur
15-Oct-2006
Por Karla Garza

En su recorrido por estas tierras "paradisiacas" para los turistas, La Otra Campaña se encuentra con dos grupos de mujeres trabajadoras como hay muchas (la vergonzante mayoría) en este país: trabajaban para empresas extranjeras que se regodean en la impunidad con la que pueden cometer toda clase de malos tratos contra ellas; empresas que las explotan y mal pagan, empresas para las que " no somos nadie", según las mismas mujeres. Unas en La Paz, otras en Santa Rosalía, tienen en común haber hecho caso omiso de quienes les dijeron que era inútil "ponerse con sansón a las patadas", decidieron no dejarse y se organizaron para protestar contra esas injusticias. Y tienen algo más en común: las despidieron por eso.

"Ellos no pagan el producto, no puede ser que esa carne cueste tan barata", señala doña Aurora ante el S.I. Marcos, refiriéndose a los 50 centavos que le pagan por cada kilo de calamar que limpia y los 3 pesos que los pescadores reciben por el mismo kilo. Y tiene razón doña Aurora, en los grandes supermercados de Tijuana a donde se lleva el calamar, el precio oscila entre los 80 y 90 pesos por kilo. Abismal distancia entra las jugosas ganancias de la empresa coreana Han Jin y la mísera remuneración de los trabajadores.

"Una oye a sus hijas cuando dicen ?mi mami está dormida?, porque trabajamos de 1 de la mañana a 1 de la tarde". Y en las jornadas de doce horas son inflexibles sus jefes extranjeros: "a ellos lo que les interesa es que salga todo el calamar, que se procese y se limpie para que no se eche a perder. Yo digo que está bien que nos den trabajo y que si su empresa capitalista tiene que trabajar 24 horas está bien, pero que haya tres turnos, pero no, ellos quieren que sea uno solo el que se parta el lomo. Yo me preguntaba dónde estaban las autoridades del trabajo.", dice doña Marina con su acento norteño exaltado de coraje. Denuncian también que no contaban con seguro social, pese a que les hacían muchos descuentos a sus salarios, "si nos cortamos nos corren a nuestras casas, que nos vayamos a dormir nos dicen". A su casa si se lastima, a su casa si resulta embarazada, a su casa si se le ocurre quejarse.

A pesar del enorme margen de ganancia, (según saben la empresa se lleva seis dólares por cada dólar invertido aquí) para las trabajadoras, en 7 años nunca hubo utilidades. Durante todo ese tiempo, dicen, "nos quedamos calladas porque tenemos necesidad de trabajar, tenemos hijos, y ellos donde quiera nos ponen el alto. Hay muchas madres solteras con necesidad de trabajo y ellos se aprovechan de eso; tenían un capataz que incluso tenía relaciones sexuales con algunas trabajadoras; algunas ahorita no se animan a hablar porque tienen miedo".

Pero muchas sí lo hicieron, "la mayoría estamos en un proceso, fuimos despedidas injustamente, porque exigimos tanto utilidades como el precio. Nos corrieron porque decidimos unirnos". Pero no sólo, luego de despedirlas se aseguraron de que no fueran a otra parte con sus descabelladas exigencias; "mandaron un oficio a todas las plantas con nuestros nombres para que no nos dieran trabajo; a otras las hicieron firmar una carta de retiro de la demanda para darles el trabajo. Para ellos nosotras no valemos nada. Nos han tratado hasta de locas, nos han tratado como a ellos se les ha dado la gana. Tenemos ganas de trabajar pero nos han cerrado las puertas".

El calamar es la única fuente de trabajo para los habitantes de este poblado costero, sin embargo, los permisionarios, el alcalde ?el perredista Pedro Osuna- y empresas como Han Jin son los únicos beneficiarios de este recurso.

Una de las ex trabajadoras cuenta haber intentado denunciar la situación en los medios de comunicación sin conseguir más que represalias por parte del gobierno local que además "se aprovecha de las madres solteras, de los discapacitados y los ancianos" para quienes solicita recursos que luego no les reparte o lo hace a medias. Ni con quién quejarse, aseguran, "aquí las instituciones están bien vendidas, somos el sótano del estado, para acá no llega nada". Mientras, "los que se están haciendo ricos son los permisionarios y solo si eres amigo de un permisionario te ayudan".

Pese a que las trabajadoras de Han Jin perdieron ya una demanda gracias a las artimañas de Reyes Machado, abogado y síndico local y Josefina Michel, presidenta de la Junta de Trabajo de La Paz, el pasado 28 de septiembre iniciaron un nuevo proceso de la mano de La Casa de la Trabajadora y el Trabajador y están dispuestas a seguir peleando.

La maquila, otro escenario, la misma historia.

Fue precisamente en ese local donde tuvo lugar el día anterior un diálogo entre la Comisión Sexta y ex trabajadoras de la maquila pertenecientes al Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Maquiladora (SITTIM), en La Paz.

Allí cuentan su historia que empezó hace 30 años: "Éramos al principio como 45 trabajadoras con malos tratos por parte de una empresa extranjera" -cuenta Teresa Rosas- "yo anduve promocionando el sindicato dentro de la maquila. En California Conection tenían por ejemplo la mala costumbre de no dejarnos ir al baño, o los llenaban de ácido y cloro a los baños para que no entráramos, eso fue lo que me motivó para no dejarme".

Así, escogieron el aniversario de la Revolución Cubana para estallar una huelga y dar nombre a su sindicato: 26 de julio. "La CTM nos dejó abandonadas pero tomamos la vía de la lucha. Tomamos maquinaria, luego el gobierno la compró y estuvimos dos años en lucha hasta que logramos la firma de un contrato de trabajo, pero luego viene el gobierno priísta y nos cierra nuestra fuente de trabajo, las trabajadoras nos integramos a las diferentes maquiladoras que había y ahí comienza nuestro peregrinar".

Peregrinar por otras maquiladoras siendo despedidas cada vez que de nuevo intentaban organizarse para crear sindicatos independientes, "fue hasta 1998 cuando pudimos constituirlo", de ahí nació el SITTIM y la Casa de la Trabajadora y el Trabajador cuyo equipo de voluntarios se dedica ahora a apoyar causas similares a la suya. Prestan asesoría legal gratuita, su espítritu de lucha y sus solidaridad, trabajo que el Delegado Zero les reconoce:

"Qué orgullo para la otra campaña encontrarlos. Qué bueno que exista gente como ustedes, porque hay gente allá afuera qu eluego pregunta quién nos está financiando, como si no fuera posible hacer las cosas con la voluntad, el apoyo y la solidaridaddesinteresada de la gente. Ustedes son un ejemplo y en ese sentido nos sentimos muy identificados como zapatistas con ustedes".

Sin embargo la situación laboral, les dice el Sup, es similar en todas partes, con las características del México porfirista, como lo ha constatado a lo largo del recorrido por el país. Como ejemplo, se refiere a la lucha de las trabajadoras y trabajadores de la maquila que La Otra Campaña conoció en el Valle de Tehuacán quienes trabajan hasta catorce horas diarias por 45 pesos: "el dueño de esas maquiladoras es este señor que se dedica a violar niñas y tiene a su amigo el gober precioso de Puebla, ése es el patrón de esos compañeros que son adherentes a la otra campaña". También remite a los logros de los trabajadores de Euzkadi, quienes "están produciendo y están demostrando que los trabajadores pueden dirigir una empresa y su ejemplo plantea que aquí sobra alguien, que es el que tiene todo, el patrón."

A la reunión asistieron también otros grupos de trabajadores con los que colabora esta casa: despedidos de la industria de la construcción, trabajadoras domésticas, trabajadores despedidos de Panamericana, mestras de la CNTE y académicos universitarios. Rodolfo, ex trabajador de Panamericana, cuenta: "estuvimos tocando muchas puertas y nunca fuimos escuchados. Yo estuve tres años dando vueltas hasta que llegamos a la casa del trabajador y nos enseñaron las cosas de la ley que uno ignora. Tres años peleándome, humillándome, alzando la voz pero el sindicato de Panamericana así como la compañía son muy poderosos". Él y muchos de sus compañeros esperaron tres años antes de ser indemnizados pro la empresa.

La lucha contra los sindicatos charros y por un sindicalismo independiente y democrático es también compartida por estos grupos. Antonieta, maestra con 20 años de servicio, perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, aquí, en la Sección 3 del SNTE, explica: "lo primero que hicimos fue una corriente democrática sindical que sirviera como puente entre las organizaciones sociales e independientes en BCS y confrontar al estado. La defensa de la educación pública que en nuestro estado tiene grandes enemigos: la iniciativa privada y los charros. Los sindicatos están siendo desmantelados, jinetean el dinero de los trabajadores, no los defienden".

"Los derechos laborales han sufrido un ataque que ha minado todas las prestaciones que antes tenían y si durante mucho tiempo el trabajador se dedicó a tratar de democratizar su sindicato para poder conseguir alguien que lo represente y lo defienda por que ése es el trabajo del sindicato lo que hacían los patrones es que corrompían a los líderes sindicales para que pactaran acuerdos que no beneficiaban a los trabajadores. Pero aún así, gracias a las luchas que hicieron los trabajadores, como las de los trabajadores de la educación, lograron tener muchas conquistas; en cualquier momento en que los maestros se organizan para exigir sus derechos se les empieza a decir maestros banqueteros, flojos, huelguistas... "

EL EJEMPLO DE OAXACA EN LAS NUEVAS LUCHAS SINDICALES

"Esto es importante -continúa el sup- porque ahorita en Oaxaca hay un movimiento una de cuyas partes principales es el sindicato de maestros, en este caso la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Oaxaca, además de muchas otras organizaciones.Y la campaña de desprestigio que hay en los medios es que son flojos, y ahora el secretario de gobernación los amenaza de que tienen que regresar a clases porque si no los van a reprimir".

"Pero en este movimiento no están solos los maestros, en esta parte de lo que se llama la APPO, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, hay muchas organizaciones participando en igualdad de circunstancias y su demanda es muy clara, quieren que se vaya el gobernador, entre otras cosas porque no gobierna y el gobernador se resiste a irse y en el momento que no gobierna pues el mismo pueblo está ocupando esa tarea, se está gobernando a sí mismo. Y a eso le tienen miedo los de arriba porque un pueblo que se empieza a dar cuenta de que puede gobernarse a sí mismo, empieza a preguntarse y para qué los políticos y para qué los funcionarios. Esa es una parte del problema".

"La otra es que los sindicatos se mueven por intereses propios de los líderes y que los funcionarios no están dando justicia; el funcionario está unido con el líder sindical que es un charro y con la patronal y siempre el que queda abajo es el que está sufriendo. Entonces nos encontramos con que hay funcionarios corruptos y líderes sindicales charros; en el Sindicato de Educación, para no ir muy lejos, Elba Esther Gordillo, que es la que le dio la presidencia a Felipe Calderón con las transas que hizo en el fraude electoral. Por otro lado, las prestaciones que teníamos antes ya no están, porque los maestros tienen que tomar en cuenta que mientras está lo de la reforma al sistema de educación secundaria está el intento de privatización del ISSTE que es el que les daba la garantía que podían acceder a servicios médicos buenos o malos pero gratuitos, ahora no, ahora va a costar"

"Entonces la lucha del trabajador es por tratar de compensar su salario que no alcanza de otra forma. Pero esta ofensiva que les está quitando todo no es nadamás aquí en Baja California, es en todo el país y en todos los movimientos obreros, los sindicatos están siendo desmantelados y ya ni siquiera los charros están sirviendo. Y hay una cosa que se llama precarización del trabajo; antes llegabas a trabajar y formabas un contratato y ahora firmas en blanco tu renuncia y le pueden poner la fecha que ellos quieran, entonces cada día te acuestas a dormir sin saber si al otro día tienes trabajo".

"Y además decir derecho laboral que debería ser automático, resulta que hay que luchar por él, hay que hacer marchas, mítines, plantones, enfrentarse al funcionario, aguantar sus groserías, darte una vuelta y otra y llenar papeles y papeles para que te cumplan un derecho".
Pero aquí, concluye el Subcomandante Marcos, "lo que era un muro se convierte en una ventana, no sólo para que nosotros que venimos de otras partes de la República nos asomemos a la lucha de ustedes, sino también para que ustedes se asomen a las luchas de otras partes y llegue un momento que ese puente nos permita caminar unidos en nuestras luchas. Un puente que, paradójicamente, vaya por abajo".
http://www.jcm.companeros.org