Articulos de Opinion 12-12-06
EL GOLPE DE ESTADO EN MÉXICO
El próximo pasado 1° de diciembre desde las 00.°° hrs., en Nuestro país se llevó a cabo una ceremonia en la casa presidencial de los pinos, donde se consumó un golpe de estado "técnico" con el que se avaló que desde esa hora hasta pasadas las nueve de la mañana de ese día, las fuerzas armadas y castrenses del país ostentaran y ejercieran el poder en nuestra patria.
No olvidemos que en política, la forma es fondo y más en nuestro país donde los símbolos y las ceremonias son significantes. El entonces presidente, Vicente Fox Quesada, al entregarle la banda presidencial a uno de los cadetes del ejército mexicano, abdicó simbólica, pero oficialmente su mandato a favor las fuerzas armadas.
En ese evento se reforzó este hecho, al presentar el ahora Presidente de la República, venido de una elección tramposa, a su gabinete de seguridad que lo acompañará durante estos seis años, recibiendo también de uno de los cadetes del ejército mexicano una bandera nacional, que no la banda correspondiente, que los militares ya tenían en su poder.
Más tarde y entrando por la puerta de atrás, que no lateral, como dicen los medios oficialistas, en el salón de plenos del Congreso Mexicano, sin haberse instalado la sesión, Vicente Fox, nuevamente con la banda presidencial puesta, pero con el poder previamente entregado, le transfirió esta misma a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, para que este jurara que es el nuevo presidente de la República y salir huyendo de una sesión que oficialmente ni siquiera se instauró. Es decir, confirmó en este evento que recibió el símbolo del poder, pero no el poder mismo.
Cuando los diputados provenientes de las filas del PAN, gritaban, ¡Si se Pudo!, avalaron este golpe a la democracia y apoyaron a quienes respaldan ideológicamente a su Instituto Político, agrupados en el yunque, del que la mayoría de ellos forman parte; a estos, lo que menos les interesa, es sostener un estado democrático como lo han demostrado durante toda su historia conservadora desde siempre, ya que son descendientes de Miramón y Mejía y por supuesto de los cristeros adorados y adoradores por y del vaticano. Su postura seguirá siendo de hinojos siempre ante Dios en el cielo y en la tierra, ante el mejor postor, para seguir regalando a nuestra patria.
OAXACA
Esta provincia tan pobre como golpeado su pueblo sigue siendo el blanco de los explotadores, entreguistas, intolerantes y al parecer, cuando menos por el momento, irreductibles caciques provenientes del PRI, avalados por los del PAN.
Más de un centenar de prisioneros, otros tantos desaparecidos, el incendio y la destrucción de parte de la ciudad como tarea cumplida las fuerzas diversas al servicio del Ulises Ruiz Ortiz. Muchos muertos, si muchos, porque no hay que contabilizarlos, sino sentirlos, tanto como les duelen a cada familia que hoy se reconoce incompleta, con mucho dolor, pero también con mucho odio y coraje acumulados, que se suman a la impotencia proveniente de su pobreza. Cada uno de ellos, renacerán en cada uno de sus familiares que lógicamente no quedarán conformes y la tan "cacaraeada" democracia se incubará en serio en las montañas, los valles y los barrios pobres de las ciudades del país ahora de manera clandestina y violentamente. El retroceso democrático se ha iniciado con un golpe de estado técnico y simbólico, pero con una realidad objetiva de detenciones y torturas que llevarán a todas las fuerzas del pueblo oaxaqueño y nacionales a cuestionarse las formas de lucha y a repensar si las del diálogo son posibles. El primero de diciembre a las 0°° horas despertó el militarismo en nuestro país pero levantó de un solo tajo la resistencia del México Bronco. La historia, señores conservadores los juzgará y les aseguro que los encontrará culpables.
LOS INTERESES Y LOS AMIGOS
Los hombres del poder no tienen amigos, ni patria ni destino, tienen intereses y compromisos. Se disfrazan de lo que sea, mientras puedan acceder a dominar al que se deje y sus capitales y cuentas bancarias aumenten, así como también sus mecanismos para acrecentar esa dominación.
Desde 1934 el Instituto Lingüístico de Verano viene operando en nuestro país con la tarea principal y supuesta de rescatar las lenguas originales de nuestros países. En México el día de hoy, conservan el 70 % de los archivos de estos idiomas nativos, tienen más acervo que la misma SEP y el INI; desde luego que la base ha sido traducir a estos idiomas la Biblia cristiana.
Aleatoriamente y en realidad como trabajo principal, han alfabetizado a nuestros indígenas en inglés y francés, nunca en español y les han enseñado a defender a sus comunidades frente a quien sea, pero reconociendo como patria a los Estados Unidos de Norteamérica y como bandera, la de las barras y las estrellas.
Curiosamente, en zonas que geopolíticamente no le resultan importantes a los señores del norte, ya sea porque no son rutas estratégicas para el comercio o la guerra o porque no hay minerales importantes o porque la biodiversidad y el agua no son importantes en esos lugares, la política del citado Instituto para con los grupos étnicos que ahí habitan es de exterminio de los mismos, ya que como también han incursionado en los servicios médicos, esterilizan a las mujeres para que ya no tengan descendencia, así vayan a atenderse por una simple gripa. Esto sucede en el los estados del centro con las etnias Otomies o Náhuatl, por citar algunas.
En contraparte en las zonas que tienen minerales, son ricas en biodiversidad, en energía o en agua o son geopolíticamente importantes; la enseñanza a la población original es de de sobrevivencia, aún en condiciones extremas de falta de agua o alimentos; la preparación incluye la milicia. Es decir, tienen más de 70 años preparando generaciones enteras para la contra insurgencia, por supuesto en contra de nuestro propio país y también contra cualquier gobierno democrático; no así en contra de gobiernos vende patrias y extranjeros de los cuales resultarán sus aliados fundamentales.
De ahí que la APPO les resulte a los panistas y priistas una pesadilla, porque esta organización significa una auténtica revuelta venida desde abajo, con la energía que da la pobreza, donde ya no se tiene nada que perder y hasta la muerte les resulta gananciosa, porque la gente obtiene el descanso eterno, no sin antes haber colaborado, abonando con su esfuerzo y su sangre al proceso de liberación de sus pueblos.
Esa revuelta se da donde las etnias son las más fuertes de nuestro país y donde su filosofía los lleva a darse cuenta que los 500 años transcurridos desde la llegada de los españoles de aquel entonces, son un soplo, porque la filosofía de sus pueblos es distinta y por lo tanto su concepción del tiempo difiere de la nuestra; su ciencia es su religión y su religión es absolutamente científica; de ahí que para ellos la transferencia del bastón de mando no es solo un símbolo, sino un compromiso y en donde verdaderamente la forma es fondo y ahora, al enfrentarse nuevamente contra los gobiernos foráneos forjados con el cincel del dinero y los intereses, están dispuestos como ya lo demuestran a hacer valer lo que sus autoridades naturales les digan, independientemente de que algunas formen parte del PAN o el PRI o el PRD, ya que para las etnias oaxaqueñas esto resulta de la menor trascendencia y su bastón de mando con el coyote al frente está por encima de cualquier ícono venido de fuera. Para ellos, todos son extranjeros y por supuesto que saben respetar a los demás en la medida en que se sea recíproco con ellos.
En la mentalidad de los Ulises Ruiz, los Calderón, los Salinas, los Slim, los Azcárraga y por supuesto los Bush y todos sus amigos, el plan Puebla Panamá es inaplazable y en medio están Chiapas y Oaxaca, así como las etnias Guatemaltecas y centroamericanas. Sus intereses no pueden esperar más. Ya compran tierras en todos estos países y en el México del sur.
Oaxaca y su Istmo significan la apertura del canal de Tehuantepec, sea de cualquier manera, marítimo o ferroviario; también la biodiversidad chiapaneca, las minas oaxaqueñas, significan para Estados Unidos la posibilidad de la partición de México con una historia guerrera que no les conviene, saborean la anexión de la parte norte y central de nuestro país, precisamente hasta el Istmo de Tehuantepec y probablemente abracen la idea de una Federación centroamericana, con un nuevo mini país conformado por el sur de México, del Istmo para abajo, como una gran República bananera a su servicio y como presión para una Sudamérica que despierta a pasos agigantados.
Que tristeza ver al hijo de mi amigo personal en ese entonces el General Omar Torrijos que pagó con su vida en un "accidente" el haber conseguido el tratado "Torrijos-Carter" que ahora su vástago hecha por los suelos, basado en una democracia electorera de un pueblo que no está maduro para entender la trascendencia del haber votado por el "sÍ" a la ampliación del canal de Panamá. Por supuesto que el Señor Slim, ya está listo como uno de los principales inversionistas. ¡Pobre Panamá! Cuando su pueblo caiga en la cuenta de que volvieron a hipotecar su soberanía, cuando vean deshechas sus cadenas ecológicas y sobre todo cuando vean que como pueblo se pauperizan más frente a la opulencia de los nuevos conquistadores.
Los imperialistas por ahí tienen los instrumentos jurídicos, el NAFTA y el tratado Mac Lane-Ocampo. De ahí que saludemos de pie a los heroicos pobladores de Atenco quienes frenaron la gran puerta aérea de este plan al no permitir la construcción del aeropuerto en su municipio; también la lucha del pueblo oaxaqueño y chiapaneco que de la pobreza obtienen fortaleza y de su languidez, sangre para defender sus comunidades y de paso todo el país.
Nuestra tristeza también para los estudiantes universitarios y pueblo de las grandes ciudades que inconscientes no alcanzan a darse cuenta de que es la hora de la rebelión contra la anti democracia, que Oaxaca nos defiende también a nosotros, que sus muertos son por nuestras familias y que no lo queremos entender así.
Cada aplauso a Calderón y sus secuaces, a Ulises Ruiz y sus golpeadores, a los ricos y sus triunfos es un pedacito de democracia y soberanía que perdemos. Yo me pregunto ¿hasta cuando? Recuerdo a Leonel Rugama, joven poeta y mártir nicaragüense quien cayó luchando heroicamente frente a los esbirros somocistas, cuando apenas rebasaba los 20 años; quien nos decía que un estudiante que no es consciente y por lo tanto no hace nada por su pueblo y su país, es un asesino de la masa porque debería de serlo y quien si era consciente y tampoco hacía nada, era doblemente asesino de la masa, porque se hacía cómplice constante de una felonía. Así era la exigencia para los estudiantes.
Por cierto que ojala que mi amigo también Daniel Ortega, ahora después de tantos años y tantos fracasos del Frente Sandinista, saque la casta y recuerde los principios, escritos con letras de sangre en el himno original del Frente Sandinista de Liberación Nacional que tantas veces cantamos en Nicaragua a finales de los años setentas. Es el momento en que Daniel nos tiene que demostrar que por sus venas corre más sangre de revolucionario que de terrateniente.
No afirmo tampoco que todo México es Oaxaca, como si no existieran las demás entidades o como si no hubiera pueblo a la altura de las circunstancias en todos lados, simplemente me refiero al caso Oaxaca como una prioridad geoplolítica de primer orden y política militar inmediata de urgencia, por tener a los esbirros encima de ellos en estos momentos.
De hecho a los luchadores de los estados del norte les espera a mediano plazo la ardua tarea de evitar que nos roben nuevamente otra parte del territorio nacional. Pareciera por cierto que ya se nos olvidó el proceso que comenzó con la "independencia" de Texas en 1936 y que concluyó con la perdida de otros estado al norte del país, lo que muchos llaman los estados del suroeste de los Estados Unidos y otros llamamos el México Ocupado.
Los Irlandeses han estado peleando por el norte de su país más de trescientos años y a nosotros parece que ya se nos olvidó ese robo histórico de más de la mitad de nuestro territorio. Si no nos aplicamos, pronto seremos los Palestinos de América, un pueblo sin territorio, arrimados como pueblo de segunda clase de un país de primer mundo que nos dejó sin territorio. ¿O de verdad habrá quienes crean que en Estados Unidos somos vistos como norteamericanos?. Para nada, para ellos somos los chicanos, los grasientos. Sin embargo, algunos coincidimos en que mexicanos de allá son el pueblo mexicano del otro lado de la frontera de un México Ocupado.
SOBRE LA ACTUACIÓN DEL NUEVO "GOBIERNO"
Desde la "ceremonia" llevada a cabo a las cero horas, se dejó sentir la forma de actuar del nuevo gobernante y sus colaboradores: Sumisión total a las fuerzas armadas y a los organismos para impartir "justicia" e imponer el orden en nuestro país.
A quien fuera director de la Policía Federal Preventiva, se le coloca como Procurador General de la República, es decir, quien debería de ser juzgado por sus actos, ahora resulta ser el juzgador de quienes reprimió y persiguió injustamente en su momento. La propia conformación del gabinete pone de manifiesto la implementación de la mano dura para todos los sectores.
Esa obsesión por las manos de Felipe, comienza ya a dejarse sentir, mis manos limpias, mis manos firmes, mis manos de todo tipo. Que recuerdos de los años sesentas con el dictadorzuelo Díaz Ordaz, quien tenía también obsesión por sus manos: Tengo mi mano tendida al pueblo, y con ellas asesinó a miles de jóvenes, niños, mujeres y civiles en distintos eventos. Calderón es la viva reencarnación de de ese siniestro personaje de nuestra historia.
Luego la farsa de rebajarse el 10 % de salarios, cuando Fox se los acababa de subir, es decir, yo me los subo y tu te los bajas para que todo siga igual, pero al fin y al cabo eso es lo de menos, lo que deberían de hacer es quitarse todos los privilegios, ya que ellos no pagan renta, comidas, viajes, celulares, automóviles, viajes, ropa, servidumbre, servicios. Esa es la verdadera sangría al país. Pero el pueblo no es tonto, de ahí la frase en las marchas populares que sintetiza todo lo que yo pueda decir de este tema: ¡Salario mínimo al presidente para que vea lo que se siente!
Pero eso si, reducciones a los miembros de las fuerzas armadas, ninguna, es más, para ellos si habrá aumentos de todo tipo, porque la seguridad para el Señor Calderón se sustenta en más y mejor pagada, que no preparada policía. Yo le refuto desde aquí y le digo que la inseguridad se termina con más empleo, educación, valores y exterminio de la corrupción, pero se que esto último es imposible que se acabe, porque el primero que tendría que renunciar y caminar por su propio pie hacia un ministerio público, sería el propio presidente Calderón; también su ahora secretaria de educación pública que tantos recursos desvío a favor de su campaña; su cuñado incómodo, hildebrando, aunque bastante cómodo con los millones de pesos que obtuvo y sigue obteniendo de los negocios que le ofreció el ahora presidente, bajo el principio de a mi no me den, pónganme donde hay; su otro cuñado quien comienza a hacer negocios editoriales con los libros de texto gratuito y nada menos que con los eventos del bicentenario de la independencia de España y cosa curioso con empresarios españoles.
La detención de más miembros de la APPO es otro de sus actos de gobierno, dándole continuidad a los del ahora, felizmente ex presidente Fox. Hay muchos gritos y protestas por la detención del compañero Flavio y de su hermano, pero ojo, hay más de cien detenidos anteriores, por eso hablo de los miembros de la APPO y no de dirigentes, porque por supuesto que el gran problema del "presidente" y de su equipo es cómo terminar ese movimiento que tiene una asamblea ahí sí, dirigente, con más de 250 miembros los cuales ya comienzan a esconderse, es decir a clandestinizarse, como reacción normal hacia los actos violentos de gobierno. Por eso afirmo que comienza una regresión de cuando menos cuarenta años del proceso democrático, donde una buena parte de la izquierda mexicana que creyó que era posible la liberación del país mediante procesos pacíficos, es obligado a regresar a las catacumbas, para regresar tarde o temprano como un efecto bumerarng contra quienes hoy los obligan a esconderse.
De ahí el último acto de "gobierno" al mandar el presupuesto para el 2007 con buenos aumentos para las fuerzas armadas. El golpear al pueblo, presupone reacciones que pretenden reprimir y para eso necesitan alimentar y avituallar bien a los represores.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
De estos hay que decir mucho y escribir poco, porque el pueblo comienza a identificarlos, pero por supuesto hay que tenerlos presentes.
Siguen siendo el poder tras el trono, que no el cuarto poder y lo que nos queda, más que analizarlos por enésima vez es recordarnos que si seguimos viendo y oyendo televisión comercial y la radio del mismo tipo, seguimos fortaleciéndolos, además de que en contrapartida colaboramos con la idiotización de nuestros hijos y la de nosotros mismos.
Ya los Griegos excluían de la asamblea a los idiotas, es decir al pueblo, porque no lo consideraban capaz de entender nada ni de tampoco aportar. Claro, estamos hablando de una sociedad esclavista.
Hoy en día la democracia, nos permite decidir con nuestro voto, pero la verdad es que gran parte de ese voto es idiota, porque gran parte de los votantes solo atina a decirle a los candidatos: ¿Qué me va a dar a cambio del voto? Esos, la mayoría son producto de una formación telenovelera y del consumo de noticieros tendenciosos y por supuesto la falta de lectura. Así que cada quien sabe donde se sitúa.
Tengo cinco meses, desde le 16 de julio que no compro en un "super" ni consumo productos industrializados y todavía no he muerto. Comencé haciéndolo como una postura política en protesta contra el fraude electoral, pero ya se me hizo, felizmente una costumbre. No sostengamos a los sostenedores de la TV y radio idiotas y estaremos prestando un gran servicio a nuestra patria y a nuestra salud, además de que cuestionaremos el poder de quienes ahora lo ostentan. Peguémosles en donde más les duele, en el bolsillo.
Exijamos más y mejores canales abiertos de radio y TV, adonde se hable con verdad y el pueblo pueda acceder a ellos, no solo como convidado de piedra, sino como auténtico protagonista. Vuelvo a Oaxaca. Ahí esta la experiencia de la radio y la TV en manos del pueblo.
Manifestémonos desde aquí por la excarcelación de todos los presos políticos del país, independientemente a que partido o movimiento pertenezcan, sean famosos o no, exijamos que los medios hablen de ellos y de nuestras causas.
Particularmente, desde aquí todo mi apoyo moral para David Cilia y a mi queridísima Rocío Verena Ocampo que luchan denodadamente por la excarcelación de Beto, su hijo, hoy detenido y torturado en Oaxaca. Alberto Cilia Ocampo, siguiendo el ejemplo de sus siempre luchadores e incansables padres, se encontraba en Oaxaca como observador de una organización de derechos humanos y como muchos otros, fue injustamente detenido y salvajemente torturado.
De esto deberían de hablar los medios, de estas verdades y no de tantas incoherencias verdaderamente estúpidas. Será por eso que siguen siendo el vehículo comunicador de este "presidente" que por lo visto por su impopularidad, terminará siendo un "presidente" electrónico y virtual, el dedo chiquito ejecutor, el patiño del verdadero poder: La Telecracia.
Luis Cisneros Luján 6/12/06
Los Niños de Oaxaca
Por: Marcela Turati
Huajuapan, Oaxaca.- Toda la mañana del domingo, desde su encierro en la cárcel de Tlacolula, Francisco mareaba a los guardias con su terco sonsonete: "Señor, ¿a qué horas voy a ver a mi mamá? ¡Quiero ver a mi mamá!".
Su cantaleta de niño de nueve años ayudó a que los otros pequeños presos que tenía a su lado también consiguieran el permiso de abrazar a sus madres, recluidas en el mismo penal. Los minutos que duró el reencuentro acariciaron los golpes de ellas, recibieron la bendición materna y lloraron juntos, antes de que las trasladaran al penal de alta seguridad de Nayarit.
Sólo en la colonia popular llamada San Juan Diego-El Fenic, el sábado 25 de noviembre ?el día de la marcha de antiulisistas en la capital? cuatro niños fueron capturados por elementos de las policías Federal Preventiva y estatal. Los reos más pequeños del conflicto, motivado por la inconformidad contra el gobernador Ulises Ruiz, tienen nueve, diez, 12 y 13 años.
Ellos vieron la golpiza que recibieron los adultos (entre ellos sus mamás y hermanos mayores), durmieron encerrados bajo llave, soportaron extensos interrogatorios, pasaron hambre, fueron incomunicados y sus cuerpos esculcados en busca de explosivos.
Una de ellas, Miriam, la más grande, fue amarrada de las manos y obligada a mantenerse en cuclillas, como los adultos.
El martes todos fueron excarcelados, pero no liberados del todo: periódicamente tienen que firmar su libertad, aunque todavía ni firma tienen. La pena por los delitos que se les imputa es más larga que sus años de vida: incendio de edificios, saqueo, sedición y uso de explosivos.
Los niños son también los primeros excarcelados que pueden decir qué pasó la noche del 25, cuando la policía extendió una gran red que arrastró a todo el que caminaba por la calle.
"Los policías nos preguntaron que si llevábamos armas y nos llevaron al zócalo, nos sentaron. Nos amarraron por detrás nuestras manos, nos llevaron a la cárcel de Tlacolula. Me quitaron mis dos chamarras y mis agujetas, me metieron con una señora.
"A los hombres los golpeaban, les jalaban sus cabellos, a las señoras les dieron cachetadas, les pegaban en la cabeza, que porque no podían hablar bien el español", dice Mayra Maceda, la de 13, que hasta la semana pasada estuvo en las listas de desaparecida.
Ella fue a la marcha en representació n de su papá, que es ayudante de albañil y no consiguió permiso para faltar al trabajo para cumplir la cuota al Fenic. Iba emocionada, pero de eso no le queda ni una pizca. Jacobo, su papá, se culpa de la dejadez de haberla mandado en su representación.
Me desapartaron de mamá
Afuera de su casa, calladito, mirando siempre el piso, está Francisco Santos Reyes, el huérfano más pequeño de la marcha del día 25. La manifestación que le arrebató el mismo día a su mamá, Juana Magdalena, y a su hermana Paula.
"No platica nada, nomás que le agarró la policía su brazo y lo aventó pa' llá, que a la mamá le jalaron su cabello, que a mi'ja Paula le metieron un fierro (esposas) ése bien feo que le ponen en la mano y dice que se hinchó feo la mano de su hermana", cuenta Fernando Lorenzo, su papá, que se ve angustiado por el retraimiento de su chiquito.
"Lo único que habla es que cuándo viene su mamá, por eso le dije que a lo mejor ya va a venir", agrega.
Lo dice al regresar con las credenciales de elector de las dos detenidas de la familia, la única prueba que tiene de su existencia, ya que no tiene ninguna foto de ellas. Le dice también a Francisco que corra a casa por su acta de nacimiento, porque ambos dudan de si tiene ocho o nueve años.
"Cuando llegó la policía nos llevaron donde había muchos policías (el zócalo). Nos metieron en el autobús y allí nos desapartaron. A nosotros los policías nos pusieron de un lado y a las mamás del otro. Las mujeres policías les estaban preguntando cómo se llamaban, les jalaban su pelo, le dieron patadas y cachetadas", recuerda.
Vi cuando la golpearon
Cuando la señora Bernardita Ortiz Bautista se enteró de la marcha en la capital, alistó a sus dos niñas mayorcitas, Beatriz Belén, de 12, y Rosalba, de diez, y pidió a su hijo Alejandro, el que ya va al Conalep, que las acompañara. Pensaba que si marchaba podrían inscribirla al padrón de Oportunidades.
Caminaron bajo el sol, como los maestros, e hicieron el cerco humano a la PFP para exigirle salir de Oaxaca. Fue a bordo de la suburban que agarraron a la familia.
"Llegaron los policías y nos dijeron que alzáramos las manos, yo me espanté, pensé que me iban a matar. Mi mamá y yo lloramos. Nos dijeron que cerráramos los ojos para no ver a dónde nos llevaron, pero yo sí vi. En un lugar donde hay una iglesia y muchos policías nos revisaron todo nuestro cuerpo, mochilas y nos preguntaban si traíamos cohetes", dice Rosalba, la que se apuntó a la marcha para conocer Oaxaca por primera vez.
Ahí separaron a las niñas de Bernardita, que ya iba amarrada. Vieron cómo una mujer policía le pegaba con un palo largo (tolete) para que caminara rápido. En Tlacolula la volvieron a ver, también a su hermano.
"Eran muchos hombres, como 50 o 100, algunos iban hinchados, un señor lo golpearon bien feo, le sacaron su ojo, le dijeron que caminara más rápido o le pegaban. Luego mandaron a las mamás a una casa, luego ya supe que era la cárcel. Mamá no volteó porque la agarraban del cabello y no las dejaban ver, y los policías nos dijeron que si seguimos platicando nos iban a golpear como los hombres", sigue la más chica.
Todos los niños estuvieron media hora afuera de la cárcel, sentados. Más tarde los llevaron a cuartos con cama, y les dieron una cobija. Hasta el domingo al medio día se acordaron de que necesitaban comida y les dieron su ración del día: salsa de huevo y un vaso de agua.
Toda la mañana, Francisco estuvo exigiendo ver a su mamá, lo repetía cada 10 minutos.
Gracias a su insistencia, Rosalba y Belén vieron a Bernardita.
"Mi mamá me contó el domingo que le dieron dos patadas, no sé cuantas cachetadas, aparte le jalaron el cabello. Estaba triste y roja de su cara. Había llorado toda la noche, y cuando la vimos empezó a llorar, nos abrazamos, nos preguntó si nos habían pegado, si teníamos cobija y comida, me dijo que ya no llore, y después se la llevaron", dice Belén, seria, muy seria.
El lunes, a las 5 de la mañana, los niños fueron llevados al Tutelar de Menores. Dicen que ahí un señor les dijo que ya no iban a ver más a sus mamás y los interrogaron. En el camino fueron llevados con un señor ?"hinchado, le habían partido su cabeza"?, a quien dejaron en una clínica.
"Me preguntaban que qué hacía en Oaxaca, que si había quemado cosas, aventado bombas, cohetes, les dije que yo no me metí en la pelea, me dijeron que si les decía dónde vivía me iban a llevar con mi papá, y les dije la verdad y ellos me dijeron mentiras porque me llevaron a Tlacolula", dice Rosalba.
Su casa es un jacal de lámina, un cuadro hace seis años fraccionado. De atrás de la lámina salen cuatro niños más pequeños, sus hermanitos, de los que ahora se hace cargo. Mientras mamá no vuelva, no regresarán a la escuela.
P.S. Anexamos expediente del caso de menores detenid@s en Atenco.
RED@ctuar
Red de Encuentro y Diversidad para la Actuación
[nodo virtual de cambalache chorero sobre artes escénicas y demás chunches]
www.redactuar.com.mx
www.laotrachilanga.org.mx
desde algún lugar del exilio virtual
LA OTRA CAMPAÑA VA
libertad y justicia a pres@s polític@s de atenco
presentación de tod@s l@s desaparecid@s polític@s
La democratización de la comunicación en camino
Osvaldo León
En los tiempos que corren, los derechos de comunicación y ciudadanía se ven confrontados a serias amenazas y restricciones emanadas de instancias de poder, pero a la vez se afirman en cada vez más amplios movimientos sociales y de opinión. De hecho, esta situación no es más que un reflejo de la tensión que está sacudiendo a la democracia misma.
En América Latina y el Caribe, una serie de indicios apunta a señalar que se asiste a un momento de giros importantes que se dirimirán en el plano político, ante el generalizado malestar ciudadano por el déficit de la democratización y los impactos de las reformas neoliberales. En este marco está cobrando fuerza la demanda por la democratización de la comunicación.
El Gran Hermano
La primera víctima de la guerra es la verdad ?y por ende el periodismo-, es una sentencia consagrada. La decisión del gobierno del presidente Bush de entablar una guerra indefinida contra el terrorismo, tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York, ha confirmado tal sentencia, con la particularidad que en las circunstancias le sirvió de palanca para lograr que la opinión pública doméstica acepte la ecuación más "seguridad" a cambio de recortes en las libertades y derechos civiles consagrados, con serias repercusiones en materia de comunicación.
La nueva Doctrina de Seguridad Nacional estadounidense adoptada nueve días después del atentado, define la actual estrategia de ese país con la cual se atribuye el derecho de guerra preventiva en cualquier lugar del mundo. Este concepto marca un giro en la política internacional, pues establece que en adelante sólo prevalecerá una nación soberana y que las demás y el derecho internacional tendrán que subordinarse a tal designio. Esto implica que cualquier acción adversa a Estados Unidos es susceptible de ser considerada como terrorista.
El 26 de octubre 2001, Bush suscribe el Acta Patriótica que "otorgó a las agencias de inteligencia poderes ilimitados para la escucha de cualquier teléfono. A estas agencias también se les autorizó recopilar una amplia gama de información de varias instituciones públicas ?escuelas, hospitales, instituciones financieras de crédito y otras, comunicaciones en Internet, establecimientos comerciales, entre otras- sin tener que revelar ante juzgado alguno ni una acusación criminal, ni el propósito y alcance de la investigación, con la sola condición que tenga que ver con una vaga sospecha de 'terrorismo'", escribe Ahmad Aijaz (2003).
Desde entonces, se han multiplicado los mecanismos para controlar la información: agencias de propaganda para inundar a los medios de comunicación a nivel planetario (como la Office for the Strategic Influence, OSI), guerras psicológicas de nuevo tipo, "combate a Internet", etc., para ganar la batalla de la opinión pública. Cabe subrayar que en esta escalada destaca la disposición de la Casa Blanca para lograr un control férreo de la Red de redes, que amenazaría su condición de espacio libre y abierto.
Las consecuencias de estas políticas implementadas por la potencia mundial, por donde se lo quiera ver, no se han traducido en un mundo más seguro, pero sí en uno más atemorizado y disminuido en sus derechos.
La otra cara de la misma moneda, en cambio, muestra la imposición cada vez mayor de políticas de liberalización y desregulación, sobre todo en materia de telecomunicaciones, orientadas a eliminar cualquier regulación o espacio estatal que pudiera interponerse a la expansión transnacional, conjuntamente con normativas que buscan preservar sus intereses, como es el caso de la novedosa interpretación de los derechos de propiedad intelectual promovidas en la Organización Mundial del Comercio.
Asimismo, vemos que el proceso de concentración de la industria mediática y de la cultura sigue imperturbable, rigiéndose por criterios exclusivamente comerciales para los cuales lo que cuenta es el paradigma de consumidor/a por sobre el de ciudadano/a, por sobre el interés público. Y es así, por ejemplo, que la "diversidad cultural" ha pasado a reducirse en oferta de una gama de productos y servicios para satisfacer el "gusto" de los consumidores, quienes -por lo demás- son sistemáticamente monitoreados (incluso con recursos propios del espionaje) por especialistas para ubicar "nichos de mercado". Todo esto, cuando precisamente los media se afirman como un ámbito crucial en la configuración del espacio público y de la ciudadanía misma por el creciente peso que han venido adquiriendo en la definición de las agendas públicas y la legitimación de tal o cual debate.
Cuestiones de democracia
En este contexto global, otro factor que destaca, cuando se trata de hablar de derechos de comunicación y ciudadanía, es el malestar que se manifiesta respecto a la democracia "realmente existente" en prácticamente todas las sociedades bajo régimen democrático occidental, por supuesto con el tono y dimensión a las particulares dinámicas internas de ellas.
Haciéndose eco de esta realidad, la Agenda Latinoamericana-mundial 2007 aborda esta temática con una serie de reflexiones de diversos autores y autoras, comenzando por las de su director, Pedro Casaldáliga (2006), quien coloca una certera serie de preguntas: "¿De qué hablamos cuando hablamos de democracia? La democracia actual, que es la forma política común de Occidente, en qué es o no es democracia. ¿'Votar, callar y ver la tele', como decía el humorista? La democracia que conocemos, para la mayoría es fundamentalmente democracia electoral y aun con todas las restricciones impuestas por el capital y sus medios de comunicación. No es democracia económica, ni democracia social, ni democracia étnico-cultural. No es democracia participativa, es, cuando mucho, delegada o representativa; pero ¿representativa de qué intereses y delegada con qué controles?"
Estas preocupaciones, en esencia, son las que condensan el accionar público de una diversidad de movimientos y organizaciones ciudadanos que pugnan por una nueva democracia participativa, bajo la premisa que los males de la democracia tienen que curarse con más democracia. Pero el frente conservador ha sostenido y sostiene que tal planteamiento no es viable porque el exceso de demandas terminará provocando una sobrecarga del sistema y la consiguiente crisis de autoridad o de gobernabilidad ?como suele decirse en el mundo institucional-, por tanto, que la solución es menos democracia, apelando a elites "lucidas" y mejores mecanismos procedimentales.
La terca realidad, sin embargo, señala que la emergencia de nuevos actores y discursos políticos que desafían los causes institucionales y al sistema de partidos, se ha traducido en importantes redefiniciones de la agenda pública y, a la postre, de la política institucionalizada. Y, a la par, resulta sintomático que cada vez más la gente no se sienta representada por los partidos políticos, en la medida que son vistos más como integrantes del aparato del Estado que como canales de expresiones de la sociedad civil, por la prioridad que dan a sus funciones institucionales en desmedro de las que tienen que ver con la vinculación social.
Es así que los partidos han dejado de ser el agente único de mediación política, ante el surgimiento de otros actores ?particularmente los movimientos sociales- que se presentan en sus antípodas: no jerarquizados, flexibles, descentralizados, con rotación en puestos de mando, propiciando la designación paritaria de género y representación de minorías, exigiendo transparencia, rendición de cuentas, participación amplia en la toma de decisiones, etc.
En América Latina, con el retorno constitucional tras la larga y obscura noche dictatorial, se establecieron "democracias de baja intensidad", "democracias incompletas" y otras denominaciones afines. La expectativa inicialmente generada, pronto dio paso al desencanto, que ha ido en aumento, por cuanto en la región se adoptan las políticas de corte neoliberal diseñadas por el Consenso de Washigton que han conllevado a una creciente concentración del poder y las riquezas, al empobrecimiento generalizado de las mayorías y al deterioro de sus condiciones de vida. Esto es, las promesas de bienestar de las reformas económicas neoliberales no sólo que no llegaron, sino que, por el contrario, lo que se ha producido es una mayor desigualdad social, que ha colocado a los estratos medios en situaciones de exclusión. Bajo estas condiciones, esas grandes mayorías ciudadanas se han visto forzadas a ocuparse de la sobrevivencia cotidiana, alejándose de cualquier posibilidad de intervenir en los asuntos públicos y en la toma de decisiones sobre los destinos de la sociedad.
Como recientemente lo reconoció el ex secretario de la OEA y ex presidente de Colombia, César Gaviria, en el foro "Globalización y Democracia" realizado en Bogotá. "Al hacer un balance sobre los más de quince años de aplicación del modelo neoliberal en Colombia que él emprendió en 1990, dijo: 'reconozco mi cuota de culpa de haber creído que esos cambios económicos iban a generar crecimiento sostenido y mejoramiento de los indicadores de la desigualdad y la pobreza', agregando que las reformas económicas son importantes, pero no la tarea fundamental, y, dentro de lo que catalogó como 'factores no económicos del crecimiento', insistió en el papel del Estado y de sus instituciones, ya que la solución de los problemas sociales depende que éste funcione y no empujar sin criterio la privatización'". (Suárez Montoya: 2006)
Daniel Campione (2006), analizando el proceso vivido en Argentina, pero que perfectamente calza para el resto de países latinoamericanos, señala: "La democracia argentina de los 80-90 puede ser entendida, y así lo hacen varios autores, como una democracia degradada, con las instituciones avasalladas por el 'decisionismo' desplegado desde la conducción estatal, que rebasa normas jurídicas y manifestaciones de voluntad social contrarias a las soluciones elegidas. Más allá de cambios de orientación en las políticas adoptadas, en más de un sentido esa caracterización puede ser mantenida hasta el presente.
"Sin embargo, nos inclinamos a pensar que operan fenómenos más complejos y profundos: Asistimos a la transformación del contenido de un régimen político sobre una armadura jurídico-constitucional que permanece intocada en lo sustancial. La representación política (aun con todas las limitaciones de la democracia parlamentaria) y el sentido amplio de ciudadanía, tienden a debilitarse seriamente, a favor del imperio indiscutido de una elite política sin otro compromiso firme que el de 'procesar' las orientaciones del gran capital. Se espera que la dirigencia ponga toda su dedicación y recursos para contribuir a optimizar las posibilidades de obtención de ganancias por la gran empresa en su ámbito territorial, y para el 'posicionamiento' del país en el mercado mundial, adecuando en lo posible el desenvolvimiento ideológico y cultural a esos requerimientos". Y más adelante acota: "?la transición al régimen democrático y su estabilización no les trajo aparejada (a las clases subalternas) ninguna ventaja apreciable, sino al contrario la persistencia del deterioro social y la expansión de las carencias a sectores cada vez más amplios".
Nuevos protagonismos
El descontento con el funcionamiento de la democracia y el incremento de la desconfianza frente a la institucionalidad y los partidos políticos llevaron a que se ponga sobre el tapete el tema de la "gobernabilidad", vista como el gerenciamiento de mecanismos de control y compensación social para evitar las repercusiones perturbadoras de las inequidades y desigualdades sociales, dejando de lado una cuestión central: el bloqueo de los canales institucionales para procesar las demandas sociales. Y es, justamente, ese bloqueo el que ha dado pauta para que se proyecten movimientos sociales de los más diversos, y cada vez más politizados, que más allá de sus reivindicaciones específicas demandan reformas políticas profundas, con la mirada en la instalación de asambleas constituyentes que refunden la democracia.
De hecho, estos movimientos se han constituido como espacios que se sustentan en la construcción de ciudadanía, reivindicando derechos en contraposición al clientelismo y las dádivas o caridad de los poderes establecidos. Pero además, un buen contingente le ha dado cara a la globalización, estableciendo articulaciones internacionales cuya expresión más significativa es el Foro Social Mundial en donde se promueve la construcción de una agenda social global, que por supuesto incluye una agenda social en comunicación. La globalización mirada desde este lado lo sintetiza el eslogan de la Vía Campesina que dice: "globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza".
La irrupción de estos movimientos en la escena política latinoamericana parece estar llevando a que incluso dentro de los organismos multilaterales se trate de afinar los enfoques, como lo insinúa la revista IDEA del Banco Interamericano de Desarrollo, BID (2006), cuando señala: "Los movimientos sociales han sido considerados tradicionalmente desviaciones de la norma; producto, básicamente, de la atomización, alienación y frustración social. Pero un vistazo desde una nueva perspectiva permite captar individuos que son racionales, socialmente activos y bien integrados a la comunidad, pero ansiosos de hacer valer sus intereses a través de canales distintos a los que ofrecen las instituciones establecidas. Dada la naturaleza en general pacífica y contenida de estos movimientos y el apoyo de los medios de comunicación, que contribuyen a darlos a conocer, legitimarlos y amplificarlos, los movimientos sociales se han convertido en un actor político complejo e influyente". La nota tiene como destaque: "Las protestas sociales se han convertido en un instrumento político poderoso, capaz de derrocar presidentes".
En efecto, por acción de estos movimientos un buen número de mandatarios de varios países de la región han sido derrocados, en la mayoría de casos vinculados a escándalos de corrupción (un componente muy presente en los procesos de privatización), pero a ellos se debe también que en los últimos años el mapa político haya cambiado de color, ante la presencia de gobernantes que apuntan a cambios o cuando menos correctivos a las políticas dictadas por el Consenso de Washington. En el año en curso, esta tendencia pudo ampliarse mucho más, pero más pudieron procedimientos con fuerte olor a fraude (Costa Rica, Perú, México, Ecuador), dizque para "salvar la democracia". Como sea, en Latinoamérica y Caribe se perfila una creciente, e inédita, reivindicación de autonomía de los gobiernos respecto a Estados Unidos, que abre la perspectiva de avanzar en la integración regional.
Tan solo para dimensionar este giro socialmente hablando, hoy tenemos a un mulato gobernando en Venezuela; un obrero, en Brasil; y un indígena, en Bolivia. Y eso hace que más allá de sus comportamientos políticos, las elites los rechacen. De los tres, Lula es sin duda quien más concesiones ha hecho, pero como anota Boff: "Es notorio que nuestras elites políticas y económicas se sienten incómodas con un obrero en la presidencia. Ellas llevaron a cabo la Independencia y proclamaron la República sin el pueblo y hasta contra el pueblo. Nunca cultivaron una relación orgánica con él. Al contrario, jamás lo reconocieron y admiraron, con excepción de su carnaval y su canción popular".
¿Dictadura mediática?
Este contexto, de obvia polarización social, ha repercutido sobre el sistema mediático, dando lugar a que se considere que los grandes medios prácticamente han pasado a ocupar el vacío que se ha creado por el descalabro de los partidos del establecimiento, como articuladores de este sector, lo cual ha redundado en su creciente pérdida de credibilidad. De modo que el virtual "consenso mediático" (a imagen y semejanza del Consenso de Washington) establecido en la región entre esos grandes medios, también se ha visto afectado.
En este sentido la situación más relevante es la de Venezuela, donde el 11 de abril 2002 fue escenario de un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, quien, en un hecho inusual, fue restituido al poder por la reacción popular. Como han coincidido en señalar un sinnúmero de analistas, se trató básicamente de un "golpe mediático", por el rol que jugaron en estos acontecimientos los grandes medios, particularmente la TV.
Al analizar estos sucesos, Roberto Hernández Montoya (2003), sostiene: "La singularidad de la Venezuela de abril de 2002 es que lo esencial giró alrededor de los medios. Fueron el campo de batalla y las armas de la batalla al mismo tiempo. Los militares dieron el golpe a través de los medios desde el 7 de febrero? (pero) Asimismo ocurrió con la recuperación del poder por parte de Chávez. También mediática... Pero fue mucho más, porque el 12 y el 13 para la recuperación del poder sí hubo desplazamientos no mediáticos; eso sí: mediante la participación de medios no tradicionales".
Una situación parecida, con las particularidades del caso, se había registrado el 19 y 20 diciembre 2001 en Argentina, cuando las movilizaciones populares con sus "cacerolazos" forzaron la salida del presidente Fernando de la Rúa. Luego, habría de repetirse en Bolivia, en la insurrección de octubre 2003 y en la de junio 2005, que propiciaron la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada y de Carlos Mesa, respectivamente, como también en la rebelión ocurrida en Ecuador en abril 2005, donde el presidente Lucio Gutiérrez corrió similar suerte. Pero también ha sido una constante en México y otros países. De ahí que no le falta razón a Hernández Montoya cuando advierte: "Ya la amenaza no es de las dictaduras clásicas solamente, sino de la dictadura que instauran los medios, como han hecho en Venezuela".
En tal sentido, lo acontecido en los diversos procesos electorales registrados en Latinoamérica en el curso de este año, resulta muy ilustrativo. Para referirme tan solo a la última contienda, que fue la realizada en Brasil, en el acto de celebración por la reelección del presidente Lula, apareció un tela que decía: "el pueblo venció a los media", como denuncia al rol jugado por éstos en la campaña. En efecto, diversos analistas coinciden en señalar que los medios forzaron la realización del segundo turno, entre ellos el dueño de la empresa de encuestas Vox Populi, Marcos Coimbra, particularmente por la cobertura parcial que realizaron en las vísperas del primer turno.
Por tal razón, diversos intelectuales (más de 4.500) suscribieron el "Manifesto por uma Mídia Democrática e Independente", en el cual, apoyándose en cifras del Observatorio Brasileño de los Media, señalan que la semana que antecedió al primer turno se registró "una brutal escalada de parcialidad e improbidad por parte de los grandes medios brasileños". Según esas cifras, las notas negativas sobre los dos candidatos más opcionados que difundieron los cinco grandes periódicos se reparten así: 226 para Lula y tan sólo 17 para Geraldo Alckim. Y más adelante acotan: "Exigimos respeto al principio de la igualdad de condiciones ?en este caso: de equilibrio informativo en las referencias positivas y negativas para los dos candidatos-, sin el cual no se puede hablar de elecciones libres. Exigimos que cese inmediatamente el desequilibrio criminal en el reparto de notas negativas y positivas entre los dos candidatos".
En sus primeras declaraciones, el presidente brasileño anticipó que en su segundo mandato impulsará la reforma política y la democratización de la comunicación, acogiendo el pedido que en tal sentido vienen formulando movimientos sociales y ciudadanos, entre los que destaca el Foro Nacional de Democratización de la Comunicación (FNDC) constituido en 1991.
Un movimiento que avanza
Como un signo de los nuevos tiempos, en la región se puede apreciar que está ganando presencia pública el debate sobre los medios y la comunicación en general. La demanda de un amplio debate sobre el tema ha sido una de los principales planteamientos del movimiento por la democratización de la comunicación, que se viene construyendo a partir del que se formó para impulsar el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC), cuyo coralario más significativo fue el Informe MacBride (Un solo mundo, voces múltiples).
Como se recordará, este informe fue aceptado por consenso en la XXI Conferencia General de la UNESCO realizada en Belgrado en 1975, pero no implementado debido al enfrentamiento que provocó entre países partidarios y adversarios, hasta la salida de Estados Unidos (1984) y el Reino Unido (1985) de ese organismo mundial como medida de fuerza para que éste modifique su agenda, como en efecto sucedió. El polémico informe, basado en un estudio riguroso, señalaba la necesidad de superar las desigualdades y desequilibrios existentes en los ámbitos de la comunicación, información y cultura entre el mundo rico del Norte y el pobre del Sur, con énfasis en el respeto al pluralismo y la diversidad. 26 años después, las desigualdades y desequilibrios señalados no solo que perduran, sino que se han agravado.
No obstante los avatares en el plano oficial, y el sesgo voluntarista e incluso elitista -al no apelar a la participación ciudadana- que prevaleció, es justo reconocer que las ideas fuerza del NOMIC calaron en espacios sociales por lo que, empatando con las aperturas democráticas, por ejemplo, fue acogida la proclama: "sin democratización de la comunicación, no hay democracia", promovida por diversos actores sociales vinculados a este sector, entre ellos el mundo de lo que se ha dado en llamar "comunicación alternativa".
Es generalizada la duda sobre la utilidad y, por tanto, sentido de las cumbres mundiales promovidas por Naciones Unidas. Pero lo que no se puede desconocer es que éstas han permitido catalizar procesos de convergencia de la sociedad civil. Es así que, la confluencia de entidades comprometidas en promover el derecho a la comunicación logra cuajar, por primera vez, de cara a la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena, el mes de junio 1993. Uno de los aportes en tal sentido fue el Encuentro Latinoamericano de Medios de Comunicación Alternativa y Popular" (Quito, 19-23 abril 1993), que formuló una propuesta a dicha Cumbre para que se afirme y fortalezca el Derecho a la Comunicación.
En 1998, coincidiendo con el 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en Ottawa, tiene lugar el Foro Mundial Viena+5, para hacer el balance desde la sociedad civil, donde se reafirma la demanda por el Derecho a la Comunicación y se exhorta a Naciones Unidas que convoque a una Conferencia Mundial de la Comunicación, con amplia participación de la sociedad civil.
Esta vez, la demanda por el Derecho a la Comunicación fue formulada como "una aspiración que se inscribe en el devenir histórico que comenzó con el reconocimiento de derechos a los propietarios de los medios de información, luego a quienes trabajan bajo relaciones de dependencia en ellos, y, finalmente, a todas las personas, que la Declaración Universal de Derechos Humanos, en su Artículo 19, lo consignó como el derecho a la información y a la libertad de expresión y opinión. Parte de una concepción más englobante de todos los derechos reconocidos y reivindicados en torno a la comunicación, que incorpora de manera particular los nuevos derechos relacionados con el cambiante escenario de la comunicación, y un enfoque más interactivo de la comunicación, en el cual los actores sociales son sujetos de la producción informativa y no simplemente receptores pasivos de la información. Asimismo, asume que el reconocimiento de este derecho es necesario al ejercicio de los demás derechos humanos y un elemento fundamental de la vigencia democrática". (León: 1998)
En este marco, y en conexión con el evento en Ottawa, también se realizó, en San Salvador, El Salvador (9-11 septiembre 1998), el Foro Internacional: Comunicación y Ciudadanía, que tuvo la particularidad de propiciar una confluencia entre el mundo de la comunicación y los movimientos sociales, asumiendo que la lucha por la democratización de la comunicación precisa ir más allá de los sectores involucrados directamente en este campo, para que se convierta en bandera de todos los movimientos sociales y ciudadanos. Esto es, ahí se tendieron puentes para una interacción que ha prosperado significativamente con el devenir del tiempo.
El pedido de la Conferencia Mundial de Comunicación formulada por la sociedad civil coadyuvó para que el organismo mundial ?que había decidido suspender la organización de cumbres mundiales- convoque a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI). Y bueno, en la fase preparatoria surge la Campaña por los Derechos de la Comunicación en la Sociedad de la Información (CRIS, por su sigla en inglés), impulsada sobre todo por entidades de Europa y América Latina que ya venían convergiendo en torno a anteriores iniciativas -sea eventos puntuales, redes o plataformas-; en la cual encontraron por primera vez un espacio de aglutinación común que planteaba una convocatoria mundial. Vale anotar que tal campaña fue lanzada en el marco del Foro Social Mundial 2002, realizado en Porto Alegre.
Hablando de derechos
Con la Campaña por los Derechos de la Comunicación en la Sociedad de la Información se estableció una plataforma clave para promover un enfoque de derechos en la CMSI, como alternativa a la visión tecnologista que primaba en la convocatoria de ésta. Por lo mismo, le correspondió asumir un cierto liderazgo entre sectores de la sociedad civil que coincidían en esta meta.
Si bien muchos de los actores de CRIS siguen defendiendo el concepto del "derecho a la comunicación", el término "derechos de la comunicación" (communication rights) fue preferido en el contexto de la CMSI por ser percibido como menos polémico, y por lo tanto, de más amplia convocatoria. Además, se llegó a un consenso entre actores de la sociedad civil de que, antes de plantear nuevos derechos internacionales (tarea que, de todas maneras, no figuraba en el mandato de la Cumbre), lo urgente era lograr garantías para el pleno ejercicio de los derechos ya reconocidos, lo cual está aún lejos de ser una realidad. Vale aclarar que en inglés, el derecho a la comunicación, se traduce the right to communicate. El uso del verbo le da una connotación más proactiva ("el derecho a comunicar"). (Communication rights traducimos como "derechos de la comunicación", pero a veces se traduce "derechos a la comunicación").
Cabe recordar que el concepto del derecho a la comunicación fue acuñado en el marco del NOMIC, en los años 70 y 80, y estuvo al centro de la disputa en la UNESCO señalada anteriormente. El informe de la Comisión MacBride a la Asamblea General de 1975, señala: "Nuestras conclusiones están fundadas en la firme convicción que la comunicación es un derecho individual básico así como un requerimiento colectivo de todas las comunidades y naciones. La libertad de información ?y más específicamente el derecho a buscar, recibir e impartir información- es un derecho fundamental, y, por cierto un pre-requisito para muchos otros. La naturaleza inherente a la comunicación, su pleno ejercicio y potencial dependen del entorno político, social y de las condiciones económicas (...). Es en este contexto que la democratización de la comunicación en los niveles nacional e internacional, así como el más amplio rol de la comunicación en democratizar la sociedad, adquieren la máxima importancia". (Citado por Burch, S et al:2004).
En ciertos sectores del entorno de Naciones Unidas, el término "derecho a la comunicación" sigue siendo asociado a una lectura sesgada del NOMIC, promovida por sus detractores. Ello contribuyó a agudizar el debate sobre el tema en el marco de la propia CMSI. Finalmente se evitó la referencia directa, reteniendo la definición: "La comunicación es un proceso social fundamental, una necesidad humana básica y el fundamento de toda organización social.", como reza en el párrafo 4 de la Declaración de Principios de la Cumbre.
Si bien ningún instrumento internacional reconoce, hasta ahora, el derecho a la comunicación, sectores que defienden la democratización de la comunicación siguen argumentando la necesidad de formular un nuevo derecho en el marco de la ley internacional, que, partiendo del marco jurídico internacional existente, establecería un "derecho a la comunicación" como derecho inalienable de todas las personas. Esta posición reconoce que diversos derechos humanos existentes son componentes clave de éste, pero que un derecho explícito a la comunicación los reforzaría, conceptualmente y en la práctica. Sin embargo, la definición precisa de este derecho queda todavía por elaborar.
El término "derechos de la comunicación", en cambio, al utilizar el plural, apunta implícitamente hacia los derechos existentes que se relacionan con la comunicación. Si bien el énfasis se desplaza hacia la plena realización de los derechos de la comunicación ya reconocidos en instrumentos internacionales y nacionales, -y ya no en establecer un nuevo marco global de derechos- sin embargo, deja entreabierta la puerta a la eventualidad de plantear, a futuro, nuevos derechos, correspondientes a las nuevas realidades comunicacionales.
En tal sentido, como escribe Seán O'Siochrú (2005), de la Campaña CRIS, "El llamado a la realización de los derechos de la comunicación, y la reafirmación de que cada cual tiene -o debe tener- un derecho a la comunicación, son demandas plenamente complementarias. El 'derecho a la comunicación' se puede emplear como un grito informal de movilización para la incidencia pública; pero también puede ser utilizado con un sentido legal formal, con un estatus similar a otros derechos fundamentales, consagrados en el derecho internacional. Los derechos de la comunicación se relacionan en forma más inmediata con un conjunto de derechos humanos existentes, que a mucha gente están vedados, y cuyo significado completo solo puede realizarse cuando se los considera juntos, como un grupo interrelacionado".
Así, la libertad de expresión, tal como está reconocida en instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, sería el núcleo de los derechos de la comunicación; pero la defensa de éstos va más allá, en el sentido de asegurar las condiciones para el pleno ejercicio de la libertad de expresión, en las actuales sociedades mediatizadas, donde el control sobre los recursos de la comunicación está distribuido de manera bastante desigual.
Para O'Siochrú: "Una aproximación inicial a la meta de los derechos de la comunicación podría expresarse así: éstos buscan asegurar la generación de un ciclo ponderado, creativo y respetuoso de interacción entre las personas y los grupos en la sociedad, que ratifique en la práctica el derecho de todos y todas, en igualdad de condiciones, para que sus ideas sean expresadas, oídas, escuchadas, consideradas y respondidas".
Por su parte, Cees Hamelink (2003) establece los vínculos entre la libertad de expresión y aspectos de otros derechos "conexos" o "habilitadores", igualmente contenidos en instrumentos internacionales de derechos. Estos incluirían:
- El derecho a participar en su propia cultura, de utilizar su lengua materna, incluyendo las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas;
- El derecho a la información con respecto a asuntos de gobierno y de interés público (libertad de información);
-El derecho a la protección de los intereses morales y materiales de los autores;
- El derecho al honor y a la reputación propia, y a la protección contra ataques personales;
- El derecho a la privacidad;
- El derecho a las reuniones y a la asociación pacíficas;
- El derecho a la educación primaria gratuita y a la introducción progresiva de la educación secundaria gratuita.
Plataforma común
Si los derechos de la comunicación adquieren especial relevancia hoy en día, es sobre todo por la importancia inédita que ha ido adquiriendo la comunicación en la sociedad actual. Factores como la creciente influencia de los media en casi todas las esferas de la vida -a lo cual se añade la tendencia a la concentración de su propiedad-; o el fenómeno de las telecomunicaciones, las tecnologías digitales e Internet, con su potencial democratizador de la comunicación, a la vez que sus peligros, como la facilidad de vigilancia electrónica, hacen que los derechos reconocidos hasta ahora en este plano, a lo mejor ya no sean suficientes, o que surja la necesidad de nuevas garantías y protecciones de derechos que hace poco se daban por adquiridos. Si desde hace más de dos siglos, la definición de derechos ha sido un proceso en evolución, no hay por qué suponer que este proceso haya terminado.
Pero más allá de las definiciones y marcos legales, el concepto de derechos de la comunicación nos ayuda a reivindicar su función social y a defender que no pueda ser tratado simplemente como un sector más de la economía, un servicio comercial, un negocio privado.
Si la defensa de la libertad de expresión fue articulada sobre todo frente a la amenaza de Estados totalitarios -y su marco legal sigue respondiendo principalmente a ésta-, hoy conviene preguntarnos si la mayor amenaza no proviene más bien de la concentración en grandes conglomerados mediáticos, cuyo poder está prácticamente por encima del Estado. Los marcos actuales de derechos prácticamente no ofrecen ninguna protección a la ciudadanía frente a ello.
Como señala O'Siochrú, "El peligro inminente es que cada momento del ciclo se está atando a las necesidades del capital y del mercado. El peligro en última instancia es que el ciclo del proceso de la comunicación en la sociedad sea interrumpido, que el proceso de aprendizaje social se haga cada vez más débil, y que al final el proceso de la creatividad sea transformado y reducido a la generación de ganancia a corto plazo, en forma insostenible, para una pequeña minoría (?) Los 'derechos de la comunicación', como concepto y como práctica, potencialmente tienen la profundidad y la amplitud para poder evaluar críticamente y entender estos peligros, pero también para ayudarnos a organizar soluciones integrales para abordarlas".
Con miras a buscar respuestas a estos retos en América Latina y el Caribe, diversas redes regionales de comunicación que venían participando en la Campaña CRIS acordaron, a partir del 1er Foro Social Américas (Quito, julio 2004), confluir en la convocatoria de una Campaña Continental por los Derechos de la Comunicación.
Esta campaña, en construcción, apunta a desarrollar acciones conjuntas y enlazar las iniciativas aisladas, al proponer una plataforma común para la diversidad de respuestas ciudadanas que han ido articulándose en torno a la problemática. Éstas incluyen, entre muchas otras, a las redes de comunicación alternativa, comunitaria o ciudadana, los observatorios de medios, las iniciativas de alfabetización mediática y de educomunicación, los defensores del lector, las instancias de defensa de consumidores/as de medios, las luchas por preservar la pluralidad y diversidad de medios frente a los intentos de monopolización, aquellas por democratizar las ondas radiales, propuestas de perspectiva e igualdad de género, las iniciativas de periodistas por defender su rol de servicio público ante la mercantilización de los medios, espacios de concertación para gravitar (advocacy) en instancias de decisión, etc.
Más allá de la dimensión mediática, se ha identificado también a otros ámbitos convergentes, como las luchas culturales, el movimiento del software libre, la defensa del acceso universal y apropiación efectiva de las nuevas tecnologías de información y comunicación, la lucha frente a los derechos de propiedad intelectual por recuperar el equilibrio entre intereses de autores, ciudadanía y empresas, para nombrar algunos.
Asimismo, ante la importancia de contar con actividades de investigación que contribuyan a enfocar nuevos terrenos y formas de acción, se apunta a estrechar los vínculos con los investigadores e investigadoras en la materia, como también a la elaboración de documentos de vulgarización de investigaciones y actividades de intercambio entre teoría y práctica.
Además, en el mismo sentido se inscribe el involucramiento cada vez mayor de movimientos y organizaciones sociales cuya agenda de luchas incorpora la democratización de la comunicación, reconociendo su creciente importancia estratégica, como condición fundamental que permita "equilibrar las reglas de juego" en este ámbito, a fin de poder disputar sentidos y proyectos de sociedad.
- Osvaldo León, ecuatoriano, estudió Ciencias de la Comunicación (maestría) en la Universidad de Montreal, Canadá, y Psicología Industrial (doctorado) en la Universidad Central del Ecuador. Actualmente es coordinador de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI).
Ponencia presentada en el FORO IBEROAMERICANO DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN, Sesión plenaria: Derechos de comunicación y ciudadanía, Cádiz, 18 noviembre 2006, que se realizó en el marco del IX Congreso Iberoamericano de Comunicación.
Bibliografía
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Suárez Montoya, Aurelio (2006): "Autocrítica frente al neoliberalismo y TLC", La Tarde, Pereira, octubre 3.
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De Auschwitz a Gaza
Gloria Rekarte
Mundoarabe.org, 13/11/2006
Las imágenes se suceden y la de hoy podría ser la de ayer, la de hace tres meses o la de hace 20 años. Todas son iguales. Todas, como un dramático duplicado de otras anteriores. Los cuerpos bombardeados, ametrallados o tendidos en el suelo tras el único y limpio disparo de un tirador de élite. El niño asesinado en la calle, aún aferrado a la galletita que llevaba en la mano; el joven arrestado, esposado, desnudado y ejecutado; los cuerpos de hombres y mujeres sacados de entre los escombros; los de bebés que apenas se distinguen entre los brazos de quienes les lloran con la ira, la impotencia y el dolor inmenso de un pueblo que sufre mucho más de lo que nunca seremos capaces de imaginar.
Palestina es un campo de concentración. Las vidas de los palestinos pertenecen al Ejército israelí como antes pertenecieron las de los judíos a las SS. Con el francotirador sionista que desde un tejado dispara a la cabeza de una niña de 12 años, con los tanques entrando en Beit Hanun, con el goteo de muertos o con las grandes operaciones militares; con el cierre total de Gaza y Cisjordania, con los asentamientos judíos; con Avigdor Lieberman como ministro de Asuntos Estratégicos, que sostiene el mismo ideario de limpieza étnica que alimentaba Heinrich Himmler; con el bloqueo; con el pueblo palestino confinado y diezmado, sometido a años de masacres, razzias, hostigamientos y represalias, Israel recrea en Palestina Auschwitz, Treblinka o Dachau.
El pueblo elegido se queda esta vez al otro lado de los muros que levanta; de los muros donde lenta pero enérgicamente, se abre paso el genocidio. Sin cámaras de gas, eso es cierto. La comunidad internacional no lo permitiría, quizás. Pero tampoco es necesario si las «operaciones de castigo», las «respuestas del Ejército israelí», su «determinación para destruir las organizaciones terroristas» y los «fallos» y «errores» que se saldan con decenas de muertos le brindan el mismo fin: un pueblo sentenciado y aniquilado. El número de muertos tampoco es el mismo. Todavía.
Cuentan con el mejor apoyo, el de EEUU, el que aplaude en nombre de los iraquíes la condena a la horca de Sadam Hussein. Y el de una Europa que calla ante el horror y pide a Israel que se contenga un poquito y a Palestina que sufra sus muertos en silencio. Sin respuestas ni alborotos. Sin recordarnos tan crudamente que no hemos hecho nada para que la imagen de hace 20 años no fuera la de ayer. Sin preguntarnos qué vamos a hacer para que no sea la misma que la de mañana.
Fuente: Gara
El plan de la OTAN para la guerra permanente
x Alex Callinicos
Ahora la OTAN quiere llevar la cosa mucho más lejos. "Agresiones convencionales a gran escala contra la alianza seguirán siendo muy improbables", pero "pueden surgir ataques futuros desde fuera del área euroatlántica y pueden conllevar formas de asalto no convencionales"
Vivimos en una era de imperialismo. El lío en que Estados Unidos y Gran Bretaña se han metido en Irak es improbable que cambie esta situación.
Tomemos el caso de la OTAN ?la Organización del Tratado del Atlántico Norte?, que celebró una cumbre en Riga, la capital de Letonia, hace dos semanas. La OTAN se fundó en 1949, supuestamente como una alianza militar defensiva contra la Unión Soviética, pero en realidad como instrumento para mantener a Estados Unidos en una posición de poder dominante en el área de la Europa Occidental de posguerra.
Ésta es la razón por la que la OTAN no se disolvió al final de la guerra fría. En vez de desaparecer, se expandió para incorporar al este y al centro de Europa, acercándose a las fronteras de Rusia. Letonia, por cierto, fue parte de la Unión Soviética hasta 1991.
Pero la OTAN no sólo es una ayuda a Estados Unidos para rodear y acorralar a Rusia. En su cumbre de relanzamiento en abril de 1999 en Washington, la alianza adoptó una nueva misión que la comprometía a operaciones "fuera de zona". Las fuerzas europeas actuarían globalmente como los subalternos del imperialismo norteamericano.
A juzgar por la "directriz política global" (Comprehensive Political Guidance), un documento para la cumbre de Riga que apareció la semana anterior en el Financial Times, ahora la OTAN quiere llevar la cosa mucho más lejos. "Agresiones convencionales a gran escala contra la alianza seguirán siendo muy improbables", dice el documento, pero "pueden surgir ataques futuros desde fuera del área euroatlántica y pueden conllevar formas de asalto no convencionales."
De ahí la importancia, para la OTAN, de aumentar "la capacidad de disuadir, interrumpir, defender y protegerse frente al terrorismo". A este fin, la OTAN deberá ser capaz de dirigir más de una operación de peso al mismo tiempo, así como de desarrollar un buen número de tareas a pequeña escala. Un 40 por ciento de las fuerzas terrestres de la alianza deberá llevar a cabo misiones en ultramar.
Es difícil saber si nos tenemos que tomar todo esto en serio. A la OTAN se la dejó muy notoriamente de lado por parte de Donald Rumsfeld después del 11 de septiembre de 2001. Estados Unidos confiaba únicamente en su "coalición de fuerzas de buena voluntad" en Afganistán e Irak.
Posteriormente, sin embargo, un cada vez más beligerante George Bush ha estado muy interesado en conseguir el apoyo de los aliados de Estados Unidos. Una de las primeras cosas que hizo después de su reelección fue visitar el cuartel general de la OTAN en Bruselas.
Francia y Alemania bloquearon toda implicación seria de la OTAN en Irak. Pero la OTAN se ha implicado de modo creciente en Afganistán, donde recientemente ha tomado el control de las fuerzas multinacionales que ocupaban el país.
Afganistán es apenas un escaparate para la OTAN. Tropas estadounidenses, británicas y canadienses han protagonizado luchas muy duras contra los talibanes insurgentes del sur de Afganistán, mientras 2.700 soldados alemanes con base en el norte tienen normas de compromiso que les impiden abandonar sus bases ante cualquier operación ofensiva.
Un artículo de la semana pasada publicado en el Financial Times predice que el descontento con el gobierno de Hamid Karzai se podría extender hacia el norte. Estados Unidos derrotó al régimen talibán en el 2001 con una combinación de poder aéreo y enormes cantidades de dinero que fueron utilizadas, como se dice en la página web de inteligencia Stratfor, para "alquilar" las fuerzas de la alianza del norte de Afganistán.
Pero ahora los líderes del norte, excluidos y presionados por Karzai, están oliendo su debilidad, están acumulando armamento y reconstruyendo sus ejércitos.
El gobierno de coalición de Angela Merkel en Alemania ha aprobado recientemente un Libro Blanco de Defensa en el que se solicita a las fuerzas armadas que jueguen un papel internacional más activo, por las razones habituales ?terrorismo y armas de destrucción masiva.
El Libro Blanco también dice que "Alemania, cuya prosperidad económica depende del acceso a materias primas, bienes e ideas, tiene un interés básico en una competencia pacífica."
Este tipo de razonamientos fue el que los dirigentes de Estados Unidos emplearon para justificar la protección de su poder global. Ahora parece que los líderes políticos de Alemania, hoy en día la economía de exportación más potente del mundo, están empezando a pensar en los mismos términos.
Que el estado más poderoso de la vieja Europa, el mismo que se opuso a la Guerra de Irak, empezase a mirar al mundo con los ojos de un poder imperial significaría sin duda un cambio real.
Alex Callinicos es editor del semanario socialista británico socialistworker.co.uk, en donde se publicó este artículo el pasado 2 de diciembre
Traducción para www.sinpermiso.info: Oriol Farrés Juste
El próximo pasado 1° de diciembre desde las 00.°° hrs., en Nuestro país se llevó a cabo una ceremonia en la casa presidencial de los pinos, donde se consumó un golpe de estado "técnico" con el que se avaló que desde esa hora hasta pasadas las nueve de la mañana de ese día, las fuerzas armadas y castrenses del país ostentaran y ejercieran el poder en nuestra patria.
No olvidemos que en política, la forma es fondo y más en nuestro país donde los símbolos y las ceremonias son significantes. El entonces presidente, Vicente Fox Quesada, al entregarle la banda presidencial a uno de los cadetes del ejército mexicano, abdicó simbólica, pero oficialmente su mandato a favor las fuerzas armadas.
En ese evento se reforzó este hecho, al presentar el ahora Presidente de la República, venido de una elección tramposa, a su gabinete de seguridad que lo acompañará durante estos seis años, recibiendo también de uno de los cadetes del ejército mexicano una bandera nacional, que no la banda correspondiente, que los militares ya tenían en su poder.
Más tarde y entrando por la puerta de atrás, que no lateral, como dicen los medios oficialistas, en el salón de plenos del Congreso Mexicano, sin haberse instalado la sesión, Vicente Fox, nuevamente con la banda presidencial puesta, pero con el poder previamente entregado, le transfirió esta misma a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, para que este jurara que es el nuevo presidente de la República y salir huyendo de una sesión que oficialmente ni siquiera se instauró. Es decir, confirmó en este evento que recibió el símbolo del poder, pero no el poder mismo.
Cuando los diputados provenientes de las filas del PAN, gritaban, ¡Si se Pudo!, avalaron este golpe a la democracia y apoyaron a quienes respaldan ideológicamente a su Instituto Político, agrupados en el yunque, del que la mayoría de ellos forman parte; a estos, lo que menos les interesa, es sostener un estado democrático como lo han demostrado durante toda su historia conservadora desde siempre, ya que son descendientes de Miramón y Mejía y por supuesto de los cristeros adorados y adoradores por y del vaticano. Su postura seguirá siendo de hinojos siempre ante Dios en el cielo y en la tierra, ante el mejor postor, para seguir regalando a nuestra patria.
OAXACA
Esta provincia tan pobre como golpeado su pueblo sigue siendo el blanco de los explotadores, entreguistas, intolerantes y al parecer, cuando menos por el momento, irreductibles caciques provenientes del PRI, avalados por los del PAN.
Más de un centenar de prisioneros, otros tantos desaparecidos, el incendio y la destrucción de parte de la ciudad como tarea cumplida las fuerzas diversas al servicio del Ulises Ruiz Ortiz. Muchos muertos, si muchos, porque no hay que contabilizarlos, sino sentirlos, tanto como les duelen a cada familia que hoy se reconoce incompleta, con mucho dolor, pero también con mucho odio y coraje acumulados, que se suman a la impotencia proveniente de su pobreza. Cada uno de ellos, renacerán en cada uno de sus familiares que lógicamente no quedarán conformes y la tan "cacaraeada" democracia se incubará en serio en las montañas, los valles y los barrios pobres de las ciudades del país ahora de manera clandestina y violentamente. El retroceso democrático se ha iniciado con un golpe de estado técnico y simbólico, pero con una realidad objetiva de detenciones y torturas que llevarán a todas las fuerzas del pueblo oaxaqueño y nacionales a cuestionarse las formas de lucha y a repensar si las del diálogo son posibles. El primero de diciembre a las 0°° horas despertó el militarismo en nuestro país pero levantó de un solo tajo la resistencia del México Bronco. La historia, señores conservadores los juzgará y les aseguro que los encontrará culpables.
LOS INTERESES Y LOS AMIGOS
Los hombres del poder no tienen amigos, ni patria ni destino, tienen intereses y compromisos. Se disfrazan de lo que sea, mientras puedan acceder a dominar al que se deje y sus capitales y cuentas bancarias aumenten, así como también sus mecanismos para acrecentar esa dominación.
Desde 1934 el Instituto Lingüístico de Verano viene operando en nuestro país con la tarea principal y supuesta de rescatar las lenguas originales de nuestros países. En México el día de hoy, conservan el 70 % de los archivos de estos idiomas nativos, tienen más acervo que la misma SEP y el INI; desde luego que la base ha sido traducir a estos idiomas la Biblia cristiana.
Aleatoriamente y en realidad como trabajo principal, han alfabetizado a nuestros indígenas en inglés y francés, nunca en español y les han enseñado a defender a sus comunidades frente a quien sea, pero reconociendo como patria a los Estados Unidos de Norteamérica y como bandera, la de las barras y las estrellas.
Curiosamente, en zonas que geopolíticamente no le resultan importantes a los señores del norte, ya sea porque no son rutas estratégicas para el comercio o la guerra o porque no hay minerales importantes o porque la biodiversidad y el agua no son importantes en esos lugares, la política del citado Instituto para con los grupos étnicos que ahí habitan es de exterminio de los mismos, ya que como también han incursionado en los servicios médicos, esterilizan a las mujeres para que ya no tengan descendencia, así vayan a atenderse por una simple gripa. Esto sucede en el los estados del centro con las etnias Otomies o Náhuatl, por citar algunas.
En contraparte en las zonas que tienen minerales, son ricas en biodiversidad, en energía o en agua o son geopolíticamente importantes; la enseñanza a la población original es de de sobrevivencia, aún en condiciones extremas de falta de agua o alimentos; la preparación incluye la milicia. Es decir, tienen más de 70 años preparando generaciones enteras para la contra insurgencia, por supuesto en contra de nuestro propio país y también contra cualquier gobierno democrático; no así en contra de gobiernos vende patrias y extranjeros de los cuales resultarán sus aliados fundamentales.
De ahí que la APPO les resulte a los panistas y priistas una pesadilla, porque esta organización significa una auténtica revuelta venida desde abajo, con la energía que da la pobreza, donde ya no se tiene nada que perder y hasta la muerte les resulta gananciosa, porque la gente obtiene el descanso eterno, no sin antes haber colaborado, abonando con su esfuerzo y su sangre al proceso de liberación de sus pueblos.
Esa revuelta se da donde las etnias son las más fuertes de nuestro país y donde su filosofía los lleva a darse cuenta que los 500 años transcurridos desde la llegada de los españoles de aquel entonces, son un soplo, porque la filosofía de sus pueblos es distinta y por lo tanto su concepción del tiempo difiere de la nuestra; su ciencia es su religión y su religión es absolutamente científica; de ahí que para ellos la transferencia del bastón de mando no es solo un símbolo, sino un compromiso y en donde verdaderamente la forma es fondo y ahora, al enfrentarse nuevamente contra los gobiernos foráneos forjados con el cincel del dinero y los intereses, están dispuestos como ya lo demuestran a hacer valer lo que sus autoridades naturales les digan, independientemente de que algunas formen parte del PAN o el PRI o el PRD, ya que para las etnias oaxaqueñas esto resulta de la menor trascendencia y su bastón de mando con el coyote al frente está por encima de cualquier ícono venido de fuera. Para ellos, todos son extranjeros y por supuesto que saben respetar a los demás en la medida en que se sea recíproco con ellos.
En la mentalidad de los Ulises Ruiz, los Calderón, los Salinas, los Slim, los Azcárraga y por supuesto los Bush y todos sus amigos, el plan Puebla Panamá es inaplazable y en medio están Chiapas y Oaxaca, así como las etnias Guatemaltecas y centroamericanas. Sus intereses no pueden esperar más. Ya compran tierras en todos estos países y en el México del sur.
Oaxaca y su Istmo significan la apertura del canal de Tehuantepec, sea de cualquier manera, marítimo o ferroviario; también la biodiversidad chiapaneca, las minas oaxaqueñas, significan para Estados Unidos la posibilidad de la partición de México con una historia guerrera que no les conviene, saborean la anexión de la parte norte y central de nuestro país, precisamente hasta el Istmo de Tehuantepec y probablemente abracen la idea de una Federación centroamericana, con un nuevo mini país conformado por el sur de México, del Istmo para abajo, como una gran República bananera a su servicio y como presión para una Sudamérica que despierta a pasos agigantados.
Que tristeza ver al hijo de mi amigo personal en ese entonces el General Omar Torrijos que pagó con su vida en un "accidente" el haber conseguido el tratado "Torrijos-Carter" que ahora su vástago hecha por los suelos, basado en una democracia electorera de un pueblo que no está maduro para entender la trascendencia del haber votado por el "sÍ" a la ampliación del canal de Panamá. Por supuesto que el Señor Slim, ya está listo como uno de los principales inversionistas. ¡Pobre Panamá! Cuando su pueblo caiga en la cuenta de que volvieron a hipotecar su soberanía, cuando vean deshechas sus cadenas ecológicas y sobre todo cuando vean que como pueblo se pauperizan más frente a la opulencia de los nuevos conquistadores.
Los imperialistas por ahí tienen los instrumentos jurídicos, el NAFTA y el tratado Mac Lane-Ocampo. De ahí que saludemos de pie a los heroicos pobladores de Atenco quienes frenaron la gran puerta aérea de este plan al no permitir la construcción del aeropuerto en su municipio; también la lucha del pueblo oaxaqueño y chiapaneco que de la pobreza obtienen fortaleza y de su languidez, sangre para defender sus comunidades y de paso todo el país.
Nuestra tristeza también para los estudiantes universitarios y pueblo de las grandes ciudades que inconscientes no alcanzan a darse cuenta de que es la hora de la rebelión contra la anti democracia, que Oaxaca nos defiende también a nosotros, que sus muertos son por nuestras familias y que no lo queremos entender así.
Cada aplauso a Calderón y sus secuaces, a Ulises Ruiz y sus golpeadores, a los ricos y sus triunfos es un pedacito de democracia y soberanía que perdemos. Yo me pregunto ¿hasta cuando? Recuerdo a Leonel Rugama, joven poeta y mártir nicaragüense quien cayó luchando heroicamente frente a los esbirros somocistas, cuando apenas rebasaba los 20 años; quien nos decía que un estudiante que no es consciente y por lo tanto no hace nada por su pueblo y su país, es un asesino de la masa porque debería de serlo y quien si era consciente y tampoco hacía nada, era doblemente asesino de la masa, porque se hacía cómplice constante de una felonía. Así era la exigencia para los estudiantes.
Por cierto que ojala que mi amigo también Daniel Ortega, ahora después de tantos años y tantos fracasos del Frente Sandinista, saque la casta y recuerde los principios, escritos con letras de sangre en el himno original del Frente Sandinista de Liberación Nacional que tantas veces cantamos en Nicaragua a finales de los años setentas. Es el momento en que Daniel nos tiene que demostrar que por sus venas corre más sangre de revolucionario que de terrateniente.
No afirmo tampoco que todo México es Oaxaca, como si no existieran las demás entidades o como si no hubiera pueblo a la altura de las circunstancias en todos lados, simplemente me refiero al caso Oaxaca como una prioridad geoplolítica de primer orden y política militar inmediata de urgencia, por tener a los esbirros encima de ellos en estos momentos.
De hecho a los luchadores de los estados del norte les espera a mediano plazo la ardua tarea de evitar que nos roben nuevamente otra parte del territorio nacional. Pareciera por cierto que ya se nos olvidó el proceso que comenzó con la "independencia" de Texas en 1936 y que concluyó con la perdida de otros estado al norte del país, lo que muchos llaman los estados del suroeste de los Estados Unidos y otros llamamos el México Ocupado.
Los Irlandeses han estado peleando por el norte de su país más de trescientos años y a nosotros parece que ya se nos olvidó ese robo histórico de más de la mitad de nuestro territorio. Si no nos aplicamos, pronto seremos los Palestinos de América, un pueblo sin territorio, arrimados como pueblo de segunda clase de un país de primer mundo que nos dejó sin territorio. ¿O de verdad habrá quienes crean que en Estados Unidos somos vistos como norteamericanos?. Para nada, para ellos somos los chicanos, los grasientos. Sin embargo, algunos coincidimos en que mexicanos de allá son el pueblo mexicano del otro lado de la frontera de un México Ocupado.
SOBRE LA ACTUACIÓN DEL NUEVO "GOBIERNO"
Desde la "ceremonia" llevada a cabo a las cero horas, se dejó sentir la forma de actuar del nuevo gobernante y sus colaboradores: Sumisión total a las fuerzas armadas y a los organismos para impartir "justicia" e imponer el orden en nuestro país.
A quien fuera director de la Policía Federal Preventiva, se le coloca como Procurador General de la República, es decir, quien debería de ser juzgado por sus actos, ahora resulta ser el juzgador de quienes reprimió y persiguió injustamente en su momento. La propia conformación del gabinete pone de manifiesto la implementación de la mano dura para todos los sectores.
Esa obsesión por las manos de Felipe, comienza ya a dejarse sentir, mis manos limpias, mis manos firmes, mis manos de todo tipo. Que recuerdos de los años sesentas con el dictadorzuelo Díaz Ordaz, quien tenía también obsesión por sus manos: Tengo mi mano tendida al pueblo, y con ellas asesinó a miles de jóvenes, niños, mujeres y civiles en distintos eventos. Calderón es la viva reencarnación de de ese siniestro personaje de nuestra historia.
Luego la farsa de rebajarse el 10 % de salarios, cuando Fox se los acababa de subir, es decir, yo me los subo y tu te los bajas para que todo siga igual, pero al fin y al cabo eso es lo de menos, lo que deberían de hacer es quitarse todos los privilegios, ya que ellos no pagan renta, comidas, viajes, celulares, automóviles, viajes, ropa, servidumbre, servicios. Esa es la verdadera sangría al país. Pero el pueblo no es tonto, de ahí la frase en las marchas populares que sintetiza todo lo que yo pueda decir de este tema: ¡Salario mínimo al presidente para que vea lo que se siente!
Pero eso si, reducciones a los miembros de las fuerzas armadas, ninguna, es más, para ellos si habrá aumentos de todo tipo, porque la seguridad para el Señor Calderón se sustenta en más y mejor pagada, que no preparada policía. Yo le refuto desde aquí y le digo que la inseguridad se termina con más empleo, educación, valores y exterminio de la corrupción, pero se que esto último es imposible que se acabe, porque el primero que tendría que renunciar y caminar por su propio pie hacia un ministerio público, sería el propio presidente Calderón; también su ahora secretaria de educación pública que tantos recursos desvío a favor de su campaña; su cuñado incómodo, hildebrando, aunque bastante cómodo con los millones de pesos que obtuvo y sigue obteniendo de los negocios que le ofreció el ahora presidente, bajo el principio de a mi no me den, pónganme donde hay; su otro cuñado quien comienza a hacer negocios editoriales con los libros de texto gratuito y nada menos que con los eventos del bicentenario de la independencia de España y cosa curioso con empresarios españoles.
La detención de más miembros de la APPO es otro de sus actos de gobierno, dándole continuidad a los del ahora, felizmente ex presidente Fox. Hay muchos gritos y protestas por la detención del compañero Flavio y de su hermano, pero ojo, hay más de cien detenidos anteriores, por eso hablo de los miembros de la APPO y no de dirigentes, porque por supuesto que el gran problema del "presidente" y de su equipo es cómo terminar ese movimiento que tiene una asamblea ahí sí, dirigente, con más de 250 miembros los cuales ya comienzan a esconderse, es decir a clandestinizarse, como reacción normal hacia los actos violentos de gobierno. Por eso afirmo que comienza una regresión de cuando menos cuarenta años del proceso democrático, donde una buena parte de la izquierda mexicana que creyó que era posible la liberación del país mediante procesos pacíficos, es obligado a regresar a las catacumbas, para regresar tarde o temprano como un efecto bumerarng contra quienes hoy los obligan a esconderse.
De ahí el último acto de "gobierno" al mandar el presupuesto para el 2007 con buenos aumentos para las fuerzas armadas. El golpear al pueblo, presupone reacciones que pretenden reprimir y para eso necesitan alimentar y avituallar bien a los represores.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
De estos hay que decir mucho y escribir poco, porque el pueblo comienza a identificarlos, pero por supuesto hay que tenerlos presentes.
Siguen siendo el poder tras el trono, que no el cuarto poder y lo que nos queda, más que analizarlos por enésima vez es recordarnos que si seguimos viendo y oyendo televisión comercial y la radio del mismo tipo, seguimos fortaleciéndolos, además de que en contrapartida colaboramos con la idiotización de nuestros hijos y la de nosotros mismos.
Ya los Griegos excluían de la asamblea a los idiotas, es decir al pueblo, porque no lo consideraban capaz de entender nada ni de tampoco aportar. Claro, estamos hablando de una sociedad esclavista.
Hoy en día la democracia, nos permite decidir con nuestro voto, pero la verdad es que gran parte de ese voto es idiota, porque gran parte de los votantes solo atina a decirle a los candidatos: ¿Qué me va a dar a cambio del voto? Esos, la mayoría son producto de una formación telenovelera y del consumo de noticieros tendenciosos y por supuesto la falta de lectura. Así que cada quien sabe donde se sitúa.
Tengo cinco meses, desde le 16 de julio que no compro en un "super" ni consumo productos industrializados y todavía no he muerto. Comencé haciéndolo como una postura política en protesta contra el fraude electoral, pero ya se me hizo, felizmente una costumbre. No sostengamos a los sostenedores de la TV y radio idiotas y estaremos prestando un gran servicio a nuestra patria y a nuestra salud, además de que cuestionaremos el poder de quienes ahora lo ostentan. Peguémosles en donde más les duele, en el bolsillo.
Exijamos más y mejores canales abiertos de radio y TV, adonde se hable con verdad y el pueblo pueda acceder a ellos, no solo como convidado de piedra, sino como auténtico protagonista. Vuelvo a Oaxaca. Ahí esta la experiencia de la radio y la TV en manos del pueblo.
Manifestémonos desde aquí por la excarcelación de todos los presos políticos del país, independientemente a que partido o movimiento pertenezcan, sean famosos o no, exijamos que los medios hablen de ellos y de nuestras causas.
Particularmente, desde aquí todo mi apoyo moral para David Cilia y a mi queridísima Rocío Verena Ocampo que luchan denodadamente por la excarcelación de Beto, su hijo, hoy detenido y torturado en Oaxaca. Alberto Cilia Ocampo, siguiendo el ejemplo de sus siempre luchadores e incansables padres, se encontraba en Oaxaca como observador de una organización de derechos humanos y como muchos otros, fue injustamente detenido y salvajemente torturado.
De esto deberían de hablar los medios, de estas verdades y no de tantas incoherencias verdaderamente estúpidas. Será por eso que siguen siendo el vehículo comunicador de este "presidente" que por lo visto por su impopularidad, terminará siendo un "presidente" electrónico y virtual, el dedo chiquito ejecutor, el patiño del verdadero poder: La Telecracia.
Luis Cisneros Luján 6/12/06
Los Niños de Oaxaca
Por: Marcela Turati
Huajuapan, Oaxaca.- Toda la mañana del domingo, desde su encierro en la cárcel de Tlacolula, Francisco mareaba a los guardias con su terco sonsonete: "Señor, ¿a qué horas voy a ver a mi mamá? ¡Quiero ver a mi mamá!".
Su cantaleta de niño de nueve años ayudó a que los otros pequeños presos que tenía a su lado también consiguieran el permiso de abrazar a sus madres, recluidas en el mismo penal. Los minutos que duró el reencuentro acariciaron los golpes de ellas, recibieron la bendición materna y lloraron juntos, antes de que las trasladaran al penal de alta seguridad de Nayarit.
Sólo en la colonia popular llamada San Juan Diego-El Fenic, el sábado 25 de noviembre ?el día de la marcha de antiulisistas en la capital? cuatro niños fueron capturados por elementos de las policías Federal Preventiva y estatal. Los reos más pequeños del conflicto, motivado por la inconformidad contra el gobernador Ulises Ruiz, tienen nueve, diez, 12 y 13 años.
Ellos vieron la golpiza que recibieron los adultos (entre ellos sus mamás y hermanos mayores), durmieron encerrados bajo llave, soportaron extensos interrogatorios, pasaron hambre, fueron incomunicados y sus cuerpos esculcados en busca de explosivos.
Una de ellas, Miriam, la más grande, fue amarrada de las manos y obligada a mantenerse en cuclillas, como los adultos.
El martes todos fueron excarcelados, pero no liberados del todo: periódicamente tienen que firmar su libertad, aunque todavía ni firma tienen. La pena por los delitos que se les imputa es más larga que sus años de vida: incendio de edificios, saqueo, sedición y uso de explosivos.
Los niños son también los primeros excarcelados que pueden decir qué pasó la noche del 25, cuando la policía extendió una gran red que arrastró a todo el que caminaba por la calle.
"Los policías nos preguntaron que si llevábamos armas y nos llevaron al zócalo, nos sentaron. Nos amarraron por detrás nuestras manos, nos llevaron a la cárcel de Tlacolula. Me quitaron mis dos chamarras y mis agujetas, me metieron con una señora.
"A los hombres los golpeaban, les jalaban sus cabellos, a las señoras les dieron cachetadas, les pegaban en la cabeza, que porque no podían hablar bien el español", dice Mayra Maceda, la de 13, que hasta la semana pasada estuvo en las listas de desaparecida.
Ella fue a la marcha en representació n de su papá, que es ayudante de albañil y no consiguió permiso para faltar al trabajo para cumplir la cuota al Fenic. Iba emocionada, pero de eso no le queda ni una pizca. Jacobo, su papá, se culpa de la dejadez de haberla mandado en su representación.
Me desapartaron de mamá
Afuera de su casa, calladito, mirando siempre el piso, está Francisco Santos Reyes, el huérfano más pequeño de la marcha del día 25. La manifestación que le arrebató el mismo día a su mamá, Juana Magdalena, y a su hermana Paula.
"No platica nada, nomás que le agarró la policía su brazo y lo aventó pa' llá, que a la mamá le jalaron su cabello, que a mi'ja Paula le metieron un fierro (esposas) ése bien feo que le ponen en la mano y dice que se hinchó feo la mano de su hermana", cuenta Fernando Lorenzo, su papá, que se ve angustiado por el retraimiento de su chiquito.
"Lo único que habla es que cuándo viene su mamá, por eso le dije que a lo mejor ya va a venir", agrega.
Lo dice al regresar con las credenciales de elector de las dos detenidas de la familia, la única prueba que tiene de su existencia, ya que no tiene ninguna foto de ellas. Le dice también a Francisco que corra a casa por su acta de nacimiento, porque ambos dudan de si tiene ocho o nueve años.
"Cuando llegó la policía nos llevaron donde había muchos policías (el zócalo). Nos metieron en el autobús y allí nos desapartaron. A nosotros los policías nos pusieron de un lado y a las mamás del otro. Las mujeres policías les estaban preguntando cómo se llamaban, les jalaban su pelo, le dieron patadas y cachetadas", recuerda.
Vi cuando la golpearon
Cuando la señora Bernardita Ortiz Bautista se enteró de la marcha en la capital, alistó a sus dos niñas mayorcitas, Beatriz Belén, de 12, y Rosalba, de diez, y pidió a su hijo Alejandro, el que ya va al Conalep, que las acompañara. Pensaba que si marchaba podrían inscribirla al padrón de Oportunidades.
Caminaron bajo el sol, como los maestros, e hicieron el cerco humano a la PFP para exigirle salir de Oaxaca. Fue a bordo de la suburban que agarraron a la familia.
"Llegaron los policías y nos dijeron que alzáramos las manos, yo me espanté, pensé que me iban a matar. Mi mamá y yo lloramos. Nos dijeron que cerráramos los ojos para no ver a dónde nos llevaron, pero yo sí vi. En un lugar donde hay una iglesia y muchos policías nos revisaron todo nuestro cuerpo, mochilas y nos preguntaban si traíamos cohetes", dice Rosalba, la que se apuntó a la marcha para conocer Oaxaca por primera vez.
Ahí separaron a las niñas de Bernardita, que ya iba amarrada. Vieron cómo una mujer policía le pegaba con un palo largo (tolete) para que caminara rápido. En Tlacolula la volvieron a ver, también a su hermano.
"Eran muchos hombres, como 50 o 100, algunos iban hinchados, un señor lo golpearon bien feo, le sacaron su ojo, le dijeron que caminara más rápido o le pegaban. Luego mandaron a las mamás a una casa, luego ya supe que era la cárcel. Mamá no volteó porque la agarraban del cabello y no las dejaban ver, y los policías nos dijeron que si seguimos platicando nos iban a golpear como los hombres", sigue la más chica.
Todos los niños estuvieron media hora afuera de la cárcel, sentados. Más tarde los llevaron a cuartos con cama, y les dieron una cobija. Hasta el domingo al medio día se acordaron de que necesitaban comida y les dieron su ración del día: salsa de huevo y un vaso de agua.
Toda la mañana, Francisco estuvo exigiendo ver a su mamá, lo repetía cada 10 minutos.
Gracias a su insistencia, Rosalba y Belén vieron a Bernardita.
"Mi mamá me contó el domingo que le dieron dos patadas, no sé cuantas cachetadas, aparte le jalaron el cabello. Estaba triste y roja de su cara. Había llorado toda la noche, y cuando la vimos empezó a llorar, nos abrazamos, nos preguntó si nos habían pegado, si teníamos cobija y comida, me dijo que ya no llore, y después se la llevaron", dice Belén, seria, muy seria.
El lunes, a las 5 de la mañana, los niños fueron llevados al Tutelar de Menores. Dicen que ahí un señor les dijo que ya no iban a ver más a sus mamás y los interrogaron. En el camino fueron llevados con un señor ?"hinchado, le habían partido su cabeza"?, a quien dejaron en una clínica.
"Me preguntaban que qué hacía en Oaxaca, que si había quemado cosas, aventado bombas, cohetes, les dije que yo no me metí en la pelea, me dijeron que si les decía dónde vivía me iban a llevar con mi papá, y les dije la verdad y ellos me dijeron mentiras porque me llevaron a Tlacolula", dice Rosalba.
Su casa es un jacal de lámina, un cuadro hace seis años fraccionado. De atrás de la lámina salen cuatro niños más pequeños, sus hermanitos, de los que ahora se hace cargo. Mientras mamá no vuelva, no regresarán a la escuela.
P.S. Anexamos expediente del caso de menores detenid@s en Atenco.
RED@ctuar
Red de Encuentro y Diversidad para la Actuación
[nodo virtual de cambalache chorero sobre artes escénicas y demás chunches]
www.redactuar.com.mx
www.laotrachilanga.org.mx
desde algún lugar del exilio virtual
LA OTRA CAMPAÑA VA
libertad y justicia a pres@s polític@s de atenco
presentación de tod@s l@s desaparecid@s polític@s
La democratización de la comunicación en camino
Osvaldo León
En los tiempos que corren, los derechos de comunicación y ciudadanía se ven confrontados a serias amenazas y restricciones emanadas de instancias de poder, pero a la vez se afirman en cada vez más amplios movimientos sociales y de opinión. De hecho, esta situación no es más que un reflejo de la tensión que está sacudiendo a la democracia misma.
En América Latina y el Caribe, una serie de indicios apunta a señalar que se asiste a un momento de giros importantes que se dirimirán en el plano político, ante el generalizado malestar ciudadano por el déficit de la democratización y los impactos de las reformas neoliberales. En este marco está cobrando fuerza la demanda por la democratización de la comunicación.
El Gran Hermano
La primera víctima de la guerra es la verdad ?y por ende el periodismo-, es una sentencia consagrada. La decisión del gobierno del presidente Bush de entablar una guerra indefinida contra el terrorismo, tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York, ha confirmado tal sentencia, con la particularidad que en las circunstancias le sirvió de palanca para lograr que la opinión pública doméstica acepte la ecuación más "seguridad" a cambio de recortes en las libertades y derechos civiles consagrados, con serias repercusiones en materia de comunicación.
La nueva Doctrina de Seguridad Nacional estadounidense adoptada nueve días después del atentado, define la actual estrategia de ese país con la cual se atribuye el derecho de guerra preventiva en cualquier lugar del mundo. Este concepto marca un giro en la política internacional, pues establece que en adelante sólo prevalecerá una nación soberana y que las demás y el derecho internacional tendrán que subordinarse a tal designio. Esto implica que cualquier acción adversa a Estados Unidos es susceptible de ser considerada como terrorista.
El 26 de octubre 2001, Bush suscribe el Acta Patriótica que "otorgó a las agencias de inteligencia poderes ilimitados para la escucha de cualquier teléfono. A estas agencias también se les autorizó recopilar una amplia gama de información de varias instituciones públicas ?escuelas, hospitales, instituciones financieras de crédito y otras, comunicaciones en Internet, establecimientos comerciales, entre otras- sin tener que revelar ante juzgado alguno ni una acusación criminal, ni el propósito y alcance de la investigación, con la sola condición que tenga que ver con una vaga sospecha de 'terrorismo'", escribe Ahmad Aijaz (2003).
Desde entonces, se han multiplicado los mecanismos para controlar la información: agencias de propaganda para inundar a los medios de comunicación a nivel planetario (como la Office for the Strategic Influence, OSI), guerras psicológicas de nuevo tipo, "combate a Internet", etc., para ganar la batalla de la opinión pública. Cabe subrayar que en esta escalada destaca la disposición de la Casa Blanca para lograr un control férreo de la Red de redes, que amenazaría su condición de espacio libre y abierto.
Las consecuencias de estas políticas implementadas por la potencia mundial, por donde se lo quiera ver, no se han traducido en un mundo más seguro, pero sí en uno más atemorizado y disminuido en sus derechos.
La otra cara de la misma moneda, en cambio, muestra la imposición cada vez mayor de políticas de liberalización y desregulación, sobre todo en materia de telecomunicaciones, orientadas a eliminar cualquier regulación o espacio estatal que pudiera interponerse a la expansión transnacional, conjuntamente con normativas que buscan preservar sus intereses, como es el caso de la novedosa interpretación de los derechos de propiedad intelectual promovidas en la Organización Mundial del Comercio.
Asimismo, vemos que el proceso de concentración de la industria mediática y de la cultura sigue imperturbable, rigiéndose por criterios exclusivamente comerciales para los cuales lo que cuenta es el paradigma de consumidor/a por sobre el de ciudadano/a, por sobre el interés público. Y es así, por ejemplo, que la "diversidad cultural" ha pasado a reducirse en oferta de una gama de productos y servicios para satisfacer el "gusto" de los consumidores, quienes -por lo demás- son sistemáticamente monitoreados (incluso con recursos propios del espionaje) por especialistas para ubicar "nichos de mercado". Todo esto, cuando precisamente los media se afirman como un ámbito crucial en la configuración del espacio público y de la ciudadanía misma por el creciente peso que han venido adquiriendo en la definición de las agendas públicas y la legitimación de tal o cual debate.
Cuestiones de democracia
En este contexto global, otro factor que destaca, cuando se trata de hablar de derechos de comunicación y ciudadanía, es el malestar que se manifiesta respecto a la democracia "realmente existente" en prácticamente todas las sociedades bajo régimen democrático occidental, por supuesto con el tono y dimensión a las particulares dinámicas internas de ellas.
Haciéndose eco de esta realidad, la Agenda Latinoamericana-mundial 2007 aborda esta temática con una serie de reflexiones de diversos autores y autoras, comenzando por las de su director, Pedro Casaldáliga (2006), quien coloca una certera serie de preguntas: "¿De qué hablamos cuando hablamos de democracia? La democracia actual, que es la forma política común de Occidente, en qué es o no es democracia. ¿'Votar, callar y ver la tele', como decía el humorista? La democracia que conocemos, para la mayoría es fundamentalmente democracia electoral y aun con todas las restricciones impuestas por el capital y sus medios de comunicación. No es democracia económica, ni democracia social, ni democracia étnico-cultural. No es democracia participativa, es, cuando mucho, delegada o representativa; pero ¿representativa de qué intereses y delegada con qué controles?"
Estas preocupaciones, en esencia, son las que condensan el accionar público de una diversidad de movimientos y organizaciones ciudadanos que pugnan por una nueva democracia participativa, bajo la premisa que los males de la democracia tienen que curarse con más democracia. Pero el frente conservador ha sostenido y sostiene que tal planteamiento no es viable porque el exceso de demandas terminará provocando una sobrecarga del sistema y la consiguiente crisis de autoridad o de gobernabilidad ?como suele decirse en el mundo institucional-, por tanto, que la solución es menos democracia, apelando a elites "lucidas" y mejores mecanismos procedimentales.
La terca realidad, sin embargo, señala que la emergencia de nuevos actores y discursos políticos que desafían los causes institucionales y al sistema de partidos, se ha traducido en importantes redefiniciones de la agenda pública y, a la postre, de la política institucionalizada. Y, a la par, resulta sintomático que cada vez más la gente no se sienta representada por los partidos políticos, en la medida que son vistos más como integrantes del aparato del Estado que como canales de expresiones de la sociedad civil, por la prioridad que dan a sus funciones institucionales en desmedro de las que tienen que ver con la vinculación social.
Es así que los partidos han dejado de ser el agente único de mediación política, ante el surgimiento de otros actores ?particularmente los movimientos sociales- que se presentan en sus antípodas: no jerarquizados, flexibles, descentralizados, con rotación en puestos de mando, propiciando la designación paritaria de género y representación de minorías, exigiendo transparencia, rendición de cuentas, participación amplia en la toma de decisiones, etc.
En América Latina, con el retorno constitucional tras la larga y obscura noche dictatorial, se establecieron "democracias de baja intensidad", "democracias incompletas" y otras denominaciones afines. La expectativa inicialmente generada, pronto dio paso al desencanto, que ha ido en aumento, por cuanto en la región se adoptan las políticas de corte neoliberal diseñadas por el Consenso de Washigton que han conllevado a una creciente concentración del poder y las riquezas, al empobrecimiento generalizado de las mayorías y al deterioro de sus condiciones de vida. Esto es, las promesas de bienestar de las reformas económicas neoliberales no sólo que no llegaron, sino que, por el contrario, lo que se ha producido es una mayor desigualdad social, que ha colocado a los estratos medios en situaciones de exclusión. Bajo estas condiciones, esas grandes mayorías ciudadanas se han visto forzadas a ocuparse de la sobrevivencia cotidiana, alejándose de cualquier posibilidad de intervenir en los asuntos públicos y en la toma de decisiones sobre los destinos de la sociedad.
Como recientemente lo reconoció el ex secretario de la OEA y ex presidente de Colombia, César Gaviria, en el foro "Globalización y Democracia" realizado en Bogotá. "Al hacer un balance sobre los más de quince años de aplicación del modelo neoliberal en Colombia que él emprendió en 1990, dijo: 'reconozco mi cuota de culpa de haber creído que esos cambios económicos iban a generar crecimiento sostenido y mejoramiento de los indicadores de la desigualdad y la pobreza', agregando que las reformas económicas son importantes, pero no la tarea fundamental, y, dentro de lo que catalogó como 'factores no económicos del crecimiento', insistió en el papel del Estado y de sus instituciones, ya que la solución de los problemas sociales depende que éste funcione y no empujar sin criterio la privatización'". (Suárez Montoya: 2006)
Daniel Campione (2006), analizando el proceso vivido en Argentina, pero que perfectamente calza para el resto de países latinoamericanos, señala: "La democracia argentina de los 80-90 puede ser entendida, y así lo hacen varios autores, como una democracia degradada, con las instituciones avasalladas por el 'decisionismo' desplegado desde la conducción estatal, que rebasa normas jurídicas y manifestaciones de voluntad social contrarias a las soluciones elegidas. Más allá de cambios de orientación en las políticas adoptadas, en más de un sentido esa caracterización puede ser mantenida hasta el presente.
"Sin embargo, nos inclinamos a pensar que operan fenómenos más complejos y profundos: Asistimos a la transformación del contenido de un régimen político sobre una armadura jurídico-constitucional que permanece intocada en lo sustancial. La representación política (aun con todas las limitaciones de la democracia parlamentaria) y el sentido amplio de ciudadanía, tienden a debilitarse seriamente, a favor del imperio indiscutido de una elite política sin otro compromiso firme que el de 'procesar' las orientaciones del gran capital. Se espera que la dirigencia ponga toda su dedicación y recursos para contribuir a optimizar las posibilidades de obtención de ganancias por la gran empresa en su ámbito territorial, y para el 'posicionamiento' del país en el mercado mundial, adecuando en lo posible el desenvolvimiento ideológico y cultural a esos requerimientos". Y más adelante acota: "?la transición al régimen democrático y su estabilización no les trajo aparejada (a las clases subalternas) ninguna ventaja apreciable, sino al contrario la persistencia del deterioro social y la expansión de las carencias a sectores cada vez más amplios".
Nuevos protagonismos
El descontento con el funcionamiento de la democracia y el incremento de la desconfianza frente a la institucionalidad y los partidos políticos llevaron a que se ponga sobre el tapete el tema de la "gobernabilidad", vista como el gerenciamiento de mecanismos de control y compensación social para evitar las repercusiones perturbadoras de las inequidades y desigualdades sociales, dejando de lado una cuestión central: el bloqueo de los canales institucionales para procesar las demandas sociales. Y es, justamente, ese bloqueo el que ha dado pauta para que se proyecten movimientos sociales de los más diversos, y cada vez más politizados, que más allá de sus reivindicaciones específicas demandan reformas políticas profundas, con la mirada en la instalación de asambleas constituyentes que refunden la democracia.
De hecho, estos movimientos se han constituido como espacios que se sustentan en la construcción de ciudadanía, reivindicando derechos en contraposición al clientelismo y las dádivas o caridad de los poderes establecidos. Pero además, un buen contingente le ha dado cara a la globalización, estableciendo articulaciones internacionales cuya expresión más significativa es el Foro Social Mundial en donde se promueve la construcción de una agenda social global, que por supuesto incluye una agenda social en comunicación. La globalización mirada desde este lado lo sintetiza el eslogan de la Vía Campesina que dice: "globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza".
La irrupción de estos movimientos en la escena política latinoamericana parece estar llevando a que incluso dentro de los organismos multilaterales se trate de afinar los enfoques, como lo insinúa la revista IDEA del Banco Interamericano de Desarrollo, BID (2006), cuando señala: "Los movimientos sociales han sido considerados tradicionalmente desviaciones de la norma; producto, básicamente, de la atomización, alienación y frustración social. Pero un vistazo desde una nueva perspectiva permite captar individuos que son racionales, socialmente activos y bien integrados a la comunidad, pero ansiosos de hacer valer sus intereses a través de canales distintos a los que ofrecen las instituciones establecidas. Dada la naturaleza en general pacífica y contenida de estos movimientos y el apoyo de los medios de comunicación, que contribuyen a darlos a conocer, legitimarlos y amplificarlos, los movimientos sociales se han convertido en un actor político complejo e influyente". La nota tiene como destaque: "Las protestas sociales se han convertido en un instrumento político poderoso, capaz de derrocar presidentes".
En efecto, por acción de estos movimientos un buen número de mandatarios de varios países de la región han sido derrocados, en la mayoría de casos vinculados a escándalos de corrupción (un componente muy presente en los procesos de privatización), pero a ellos se debe también que en los últimos años el mapa político haya cambiado de color, ante la presencia de gobernantes que apuntan a cambios o cuando menos correctivos a las políticas dictadas por el Consenso de Washington. En el año en curso, esta tendencia pudo ampliarse mucho más, pero más pudieron procedimientos con fuerte olor a fraude (Costa Rica, Perú, México, Ecuador), dizque para "salvar la democracia". Como sea, en Latinoamérica y Caribe se perfila una creciente, e inédita, reivindicación de autonomía de los gobiernos respecto a Estados Unidos, que abre la perspectiva de avanzar en la integración regional.
Tan solo para dimensionar este giro socialmente hablando, hoy tenemos a un mulato gobernando en Venezuela; un obrero, en Brasil; y un indígena, en Bolivia. Y eso hace que más allá de sus comportamientos políticos, las elites los rechacen. De los tres, Lula es sin duda quien más concesiones ha hecho, pero como anota Boff: "Es notorio que nuestras elites políticas y económicas se sienten incómodas con un obrero en la presidencia. Ellas llevaron a cabo la Independencia y proclamaron la República sin el pueblo y hasta contra el pueblo. Nunca cultivaron una relación orgánica con él. Al contrario, jamás lo reconocieron y admiraron, con excepción de su carnaval y su canción popular".
¿Dictadura mediática?
Este contexto, de obvia polarización social, ha repercutido sobre el sistema mediático, dando lugar a que se considere que los grandes medios prácticamente han pasado a ocupar el vacío que se ha creado por el descalabro de los partidos del establecimiento, como articuladores de este sector, lo cual ha redundado en su creciente pérdida de credibilidad. De modo que el virtual "consenso mediático" (a imagen y semejanza del Consenso de Washington) establecido en la región entre esos grandes medios, también se ha visto afectado.
En este sentido la situación más relevante es la de Venezuela, donde el 11 de abril 2002 fue escenario de un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, quien, en un hecho inusual, fue restituido al poder por la reacción popular. Como han coincidido en señalar un sinnúmero de analistas, se trató básicamente de un "golpe mediático", por el rol que jugaron en estos acontecimientos los grandes medios, particularmente la TV.
Al analizar estos sucesos, Roberto Hernández Montoya (2003), sostiene: "La singularidad de la Venezuela de abril de 2002 es que lo esencial giró alrededor de los medios. Fueron el campo de batalla y las armas de la batalla al mismo tiempo. Los militares dieron el golpe a través de los medios desde el 7 de febrero? (pero) Asimismo ocurrió con la recuperación del poder por parte de Chávez. También mediática... Pero fue mucho más, porque el 12 y el 13 para la recuperación del poder sí hubo desplazamientos no mediáticos; eso sí: mediante la participación de medios no tradicionales".
Una situación parecida, con las particularidades del caso, se había registrado el 19 y 20 diciembre 2001 en Argentina, cuando las movilizaciones populares con sus "cacerolazos" forzaron la salida del presidente Fernando de la Rúa. Luego, habría de repetirse en Bolivia, en la insurrección de octubre 2003 y en la de junio 2005, que propiciaron la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada y de Carlos Mesa, respectivamente, como también en la rebelión ocurrida en Ecuador en abril 2005, donde el presidente Lucio Gutiérrez corrió similar suerte. Pero también ha sido una constante en México y otros países. De ahí que no le falta razón a Hernández Montoya cuando advierte: "Ya la amenaza no es de las dictaduras clásicas solamente, sino de la dictadura que instauran los medios, como han hecho en Venezuela".
En tal sentido, lo acontecido en los diversos procesos electorales registrados en Latinoamérica en el curso de este año, resulta muy ilustrativo. Para referirme tan solo a la última contienda, que fue la realizada en Brasil, en el acto de celebración por la reelección del presidente Lula, apareció un tela que decía: "el pueblo venció a los media", como denuncia al rol jugado por éstos en la campaña. En efecto, diversos analistas coinciden en señalar que los medios forzaron la realización del segundo turno, entre ellos el dueño de la empresa de encuestas Vox Populi, Marcos Coimbra, particularmente por la cobertura parcial que realizaron en las vísperas del primer turno.
Por tal razón, diversos intelectuales (más de 4.500) suscribieron el "Manifesto por uma Mídia Democrática e Independente", en el cual, apoyándose en cifras del Observatorio Brasileño de los Media, señalan que la semana que antecedió al primer turno se registró "una brutal escalada de parcialidad e improbidad por parte de los grandes medios brasileños". Según esas cifras, las notas negativas sobre los dos candidatos más opcionados que difundieron los cinco grandes periódicos se reparten así: 226 para Lula y tan sólo 17 para Geraldo Alckim. Y más adelante acotan: "Exigimos respeto al principio de la igualdad de condiciones ?en este caso: de equilibrio informativo en las referencias positivas y negativas para los dos candidatos-, sin el cual no se puede hablar de elecciones libres. Exigimos que cese inmediatamente el desequilibrio criminal en el reparto de notas negativas y positivas entre los dos candidatos".
En sus primeras declaraciones, el presidente brasileño anticipó que en su segundo mandato impulsará la reforma política y la democratización de la comunicación, acogiendo el pedido que en tal sentido vienen formulando movimientos sociales y ciudadanos, entre los que destaca el Foro Nacional de Democratización de la Comunicación (FNDC) constituido en 1991.
Un movimiento que avanza
Como un signo de los nuevos tiempos, en la región se puede apreciar que está ganando presencia pública el debate sobre los medios y la comunicación en general. La demanda de un amplio debate sobre el tema ha sido una de los principales planteamientos del movimiento por la democratización de la comunicación, que se viene construyendo a partir del que se formó para impulsar el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC), cuyo coralario más significativo fue el Informe MacBride (Un solo mundo, voces múltiples).
Como se recordará, este informe fue aceptado por consenso en la XXI Conferencia General de la UNESCO realizada en Belgrado en 1975, pero no implementado debido al enfrentamiento que provocó entre países partidarios y adversarios, hasta la salida de Estados Unidos (1984) y el Reino Unido (1985) de ese organismo mundial como medida de fuerza para que éste modifique su agenda, como en efecto sucedió. El polémico informe, basado en un estudio riguroso, señalaba la necesidad de superar las desigualdades y desequilibrios existentes en los ámbitos de la comunicación, información y cultura entre el mundo rico del Norte y el pobre del Sur, con énfasis en el respeto al pluralismo y la diversidad. 26 años después, las desigualdades y desequilibrios señalados no solo que perduran, sino que se han agravado.
No obstante los avatares en el plano oficial, y el sesgo voluntarista e incluso elitista -al no apelar a la participación ciudadana- que prevaleció, es justo reconocer que las ideas fuerza del NOMIC calaron en espacios sociales por lo que, empatando con las aperturas democráticas, por ejemplo, fue acogida la proclama: "sin democratización de la comunicación, no hay democracia", promovida por diversos actores sociales vinculados a este sector, entre ellos el mundo de lo que se ha dado en llamar "comunicación alternativa".
Es generalizada la duda sobre la utilidad y, por tanto, sentido de las cumbres mundiales promovidas por Naciones Unidas. Pero lo que no se puede desconocer es que éstas han permitido catalizar procesos de convergencia de la sociedad civil. Es así que, la confluencia de entidades comprometidas en promover el derecho a la comunicación logra cuajar, por primera vez, de cara a la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena, el mes de junio 1993. Uno de los aportes en tal sentido fue el Encuentro Latinoamericano de Medios de Comunicación Alternativa y Popular" (Quito, 19-23 abril 1993), que formuló una propuesta a dicha Cumbre para que se afirme y fortalezca el Derecho a la Comunicación.
En 1998, coincidiendo con el 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en Ottawa, tiene lugar el Foro Mundial Viena+5, para hacer el balance desde la sociedad civil, donde se reafirma la demanda por el Derecho a la Comunicación y se exhorta a Naciones Unidas que convoque a una Conferencia Mundial de la Comunicación, con amplia participación de la sociedad civil.
Esta vez, la demanda por el Derecho a la Comunicación fue formulada como "una aspiración que se inscribe en el devenir histórico que comenzó con el reconocimiento de derechos a los propietarios de los medios de información, luego a quienes trabajan bajo relaciones de dependencia en ellos, y, finalmente, a todas las personas, que la Declaración Universal de Derechos Humanos, en su Artículo 19, lo consignó como el derecho a la información y a la libertad de expresión y opinión. Parte de una concepción más englobante de todos los derechos reconocidos y reivindicados en torno a la comunicación, que incorpora de manera particular los nuevos derechos relacionados con el cambiante escenario de la comunicación, y un enfoque más interactivo de la comunicación, en el cual los actores sociales son sujetos de la producción informativa y no simplemente receptores pasivos de la información. Asimismo, asume que el reconocimiento de este derecho es necesario al ejercicio de los demás derechos humanos y un elemento fundamental de la vigencia democrática". (León: 1998)
En este marco, y en conexión con el evento en Ottawa, también se realizó, en San Salvador, El Salvador (9-11 septiembre 1998), el Foro Internacional: Comunicación y Ciudadanía, que tuvo la particularidad de propiciar una confluencia entre el mundo de la comunicación y los movimientos sociales, asumiendo que la lucha por la democratización de la comunicación precisa ir más allá de los sectores involucrados directamente en este campo, para que se convierta en bandera de todos los movimientos sociales y ciudadanos. Esto es, ahí se tendieron puentes para una interacción que ha prosperado significativamente con el devenir del tiempo.
El pedido de la Conferencia Mundial de Comunicación formulada por la sociedad civil coadyuvó para que el organismo mundial ?que había decidido suspender la organización de cumbres mundiales- convoque a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI). Y bueno, en la fase preparatoria surge la Campaña por los Derechos de la Comunicación en la Sociedad de la Información (CRIS, por su sigla en inglés), impulsada sobre todo por entidades de Europa y América Latina que ya venían convergiendo en torno a anteriores iniciativas -sea eventos puntuales, redes o plataformas-; en la cual encontraron por primera vez un espacio de aglutinación común que planteaba una convocatoria mundial. Vale anotar que tal campaña fue lanzada en el marco del Foro Social Mundial 2002, realizado en Porto Alegre.
Hablando de derechos
Con la Campaña por los Derechos de la Comunicación en la Sociedad de la Información se estableció una plataforma clave para promover un enfoque de derechos en la CMSI, como alternativa a la visión tecnologista que primaba en la convocatoria de ésta. Por lo mismo, le correspondió asumir un cierto liderazgo entre sectores de la sociedad civil que coincidían en esta meta.
Si bien muchos de los actores de CRIS siguen defendiendo el concepto del "derecho a la comunicación", el término "derechos de la comunicación" (communication rights) fue preferido en el contexto de la CMSI por ser percibido como menos polémico, y por lo tanto, de más amplia convocatoria. Además, se llegó a un consenso entre actores de la sociedad civil de que, antes de plantear nuevos derechos internacionales (tarea que, de todas maneras, no figuraba en el mandato de la Cumbre), lo urgente era lograr garantías para el pleno ejercicio de los derechos ya reconocidos, lo cual está aún lejos de ser una realidad. Vale aclarar que en inglés, el derecho a la comunicación, se traduce the right to communicate. El uso del verbo le da una connotación más proactiva ("el derecho a comunicar"). (Communication rights traducimos como "derechos de la comunicación", pero a veces se traduce "derechos a la comunicación").
Cabe recordar que el concepto del derecho a la comunicación fue acuñado en el marco del NOMIC, en los años 70 y 80, y estuvo al centro de la disputa en la UNESCO señalada anteriormente. El informe de la Comisión MacBride a la Asamblea General de 1975, señala: "Nuestras conclusiones están fundadas en la firme convicción que la comunicación es un derecho individual básico así como un requerimiento colectivo de todas las comunidades y naciones. La libertad de información ?y más específicamente el derecho a buscar, recibir e impartir información- es un derecho fundamental, y, por cierto un pre-requisito para muchos otros. La naturaleza inherente a la comunicación, su pleno ejercicio y potencial dependen del entorno político, social y de las condiciones económicas (...). Es en este contexto que la democratización de la comunicación en los niveles nacional e internacional, así como el más amplio rol de la comunicación en democratizar la sociedad, adquieren la máxima importancia". (Citado por Burch, S et al:2004).
En ciertos sectores del entorno de Naciones Unidas, el término "derecho a la comunicación" sigue siendo asociado a una lectura sesgada del NOMIC, promovida por sus detractores. Ello contribuyó a agudizar el debate sobre el tema en el marco de la propia CMSI. Finalmente se evitó la referencia directa, reteniendo la definición: "La comunicación es un proceso social fundamental, una necesidad humana básica y el fundamento de toda organización social.", como reza en el párrafo 4 de la Declaración de Principios de la Cumbre.
Si bien ningún instrumento internacional reconoce, hasta ahora, el derecho a la comunicación, sectores que defienden la democratización de la comunicación siguen argumentando la necesidad de formular un nuevo derecho en el marco de la ley internacional, que, partiendo del marco jurídico internacional existente, establecería un "derecho a la comunicación" como derecho inalienable de todas las personas. Esta posición reconoce que diversos derechos humanos existentes son componentes clave de éste, pero que un derecho explícito a la comunicación los reforzaría, conceptualmente y en la práctica. Sin embargo, la definición precisa de este derecho queda todavía por elaborar.
El término "derechos de la comunicación", en cambio, al utilizar el plural, apunta implícitamente hacia los derechos existentes que se relacionan con la comunicación. Si bien el énfasis se desplaza hacia la plena realización de los derechos de la comunicación ya reconocidos en instrumentos internacionales y nacionales, -y ya no en establecer un nuevo marco global de derechos- sin embargo, deja entreabierta la puerta a la eventualidad de plantear, a futuro, nuevos derechos, correspondientes a las nuevas realidades comunicacionales.
En tal sentido, como escribe Seán O'Siochrú (2005), de la Campaña CRIS, "El llamado a la realización de los derechos de la comunicación, y la reafirmación de que cada cual tiene -o debe tener- un derecho a la comunicación, son demandas plenamente complementarias. El 'derecho a la comunicación' se puede emplear como un grito informal de movilización para la incidencia pública; pero también puede ser utilizado con un sentido legal formal, con un estatus similar a otros derechos fundamentales, consagrados en el derecho internacional. Los derechos de la comunicación se relacionan en forma más inmediata con un conjunto de derechos humanos existentes, que a mucha gente están vedados, y cuyo significado completo solo puede realizarse cuando se los considera juntos, como un grupo interrelacionado".
Así, la libertad de expresión, tal como está reconocida en instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, sería el núcleo de los derechos de la comunicación; pero la defensa de éstos va más allá, en el sentido de asegurar las condiciones para el pleno ejercicio de la libertad de expresión, en las actuales sociedades mediatizadas, donde el control sobre los recursos de la comunicación está distribuido de manera bastante desigual.
Para O'Siochrú: "Una aproximación inicial a la meta de los derechos de la comunicación podría expresarse así: éstos buscan asegurar la generación de un ciclo ponderado, creativo y respetuoso de interacción entre las personas y los grupos en la sociedad, que ratifique en la práctica el derecho de todos y todas, en igualdad de condiciones, para que sus ideas sean expresadas, oídas, escuchadas, consideradas y respondidas".
Por su parte, Cees Hamelink (2003) establece los vínculos entre la libertad de expresión y aspectos de otros derechos "conexos" o "habilitadores", igualmente contenidos en instrumentos internacionales de derechos. Estos incluirían:
- El derecho a participar en su propia cultura, de utilizar su lengua materna, incluyendo las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas;
- El derecho a la información con respecto a asuntos de gobierno y de interés público (libertad de información);
-El derecho a la protección de los intereses morales y materiales de los autores;
- El derecho al honor y a la reputación propia, y a la protección contra ataques personales;
- El derecho a la privacidad;
- El derecho a las reuniones y a la asociación pacíficas;
- El derecho a la educación primaria gratuita y a la introducción progresiva de la educación secundaria gratuita.
Plataforma común
Si los derechos de la comunicación adquieren especial relevancia hoy en día, es sobre todo por la importancia inédita que ha ido adquiriendo la comunicación en la sociedad actual. Factores como la creciente influencia de los media en casi todas las esferas de la vida -a lo cual se añade la tendencia a la concentración de su propiedad-; o el fenómeno de las telecomunicaciones, las tecnologías digitales e Internet, con su potencial democratizador de la comunicación, a la vez que sus peligros, como la facilidad de vigilancia electrónica, hacen que los derechos reconocidos hasta ahora en este plano, a lo mejor ya no sean suficientes, o que surja la necesidad de nuevas garantías y protecciones de derechos que hace poco se daban por adquiridos. Si desde hace más de dos siglos, la definición de derechos ha sido un proceso en evolución, no hay por qué suponer que este proceso haya terminado.
Pero más allá de las definiciones y marcos legales, el concepto de derechos de la comunicación nos ayuda a reivindicar su función social y a defender que no pueda ser tratado simplemente como un sector más de la economía, un servicio comercial, un negocio privado.
Si la defensa de la libertad de expresión fue articulada sobre todo frente a la amenaza de Estados totalitarios -y su marco legal sigue respondiendo principalmente a ésta-, hoy conviene preguntarnos si la mayor amenaza no proviene más bien de la concentración en grandes conglomerados mediáticos, cuyo poder está prácticamente por encima del Estado. Los marcos actuales de derechos prácticamente no ofrecen ninguna protección a la ciudadanía frente a ello.
Como señala O'Siochrú, "El peligro inminente es que cada momento del ciclo se está atando a las necesidades del capital y del mercado. El peligro en última instancia es que el ciclo del proceso de la comunicación en la sociedad sea interrumpido, que el proceso de aprendizaje social se haga cada vez más débil, y que al final el proceso de la creatividad sea transformado y reducido a la generación de ganancia a corto plazo, en forma insostenible, para una pequeña minoría (?) Los 'derechos de la comunicación', como concepto y como práctica, potencialmente tienen la profundidad y la amplitud para poder evaluar críticamente y entender estos peligros, pero también para ayudarnos a organizar soluciones integrales para abordarlas".
Con miras a buscar respuestas a estos retos en América Latina y el Caribe, diversas redes regionales de comunicación que venían participando en la Campaña CRIS acordaron, a partir del 1er Foro Social Américas (Quito, julio 2004), confluir en la convocatoria de una Campaña Continental por los Derechos de la Comunicación.
Esta campaña, en construcción, apunta a desarrollar acciones conjuntas y enlazar las iniciativas aisladas, al proponer una plataforma común para la diversidad de respuestas ciudadanas que han ido articulándose en torno a la problemática. Éstas incluyen, entre muchas otras, a las redes de comunicación alternativa, comunitaria o ciudadana, los observatorios de medios, las iniciativas de alfabetización mediática y de educomunicación, los defensores del lector, las instancias de defensa de consumidores/as de medios, las luchas por preservar la pluralidad y diversidad de medios frente a los intentos de monopolización, aquellas por democratizar las ondas radiales, propuestas de perspectiva e igualdad de género, las iniciativas de periodistas por defender su rol de servicio público ante la mercantilización de los medios, espacios de concertación para gravitar (advocacy) en instancias de decisión, etc.
Más allá de la dimensión mediática, se ha identificado también a otros ámbitos convergentes, como las luchas culturales, el movimiento del software libre, la defensa del acceso universal y apropiación efectiva de las nuevas tecnologías de información y comunicación, la lucha frente a los derechos de propiedad intelectual por recuperar el equilibrio entre intereses de autores, ciudadanía y empresas, para nombrar algunos.
Asimismo, ante la importancia de contar con actividades de investigación que contribuyan a enfocar nuevos terrenos y formas de acción, se apunta a estrechar los vínculos con los investigadores e investigadoras en la materia, como también a la elaboración de documentos de vulgarización de investigaciones y actividades de intercambio entre teoría y práctica.
Además, en el mismo sentido se inscribe el involucramiento cada vez mayor de movimientos y organizaciones sociales cuya agenda de luchas incorpora la democratización de la comunicación, reconociendo su creciente importancia estratégica, como condición fundamental que permita "equilibrar las reglas de juego" en este ámbito, a fin de poder disputar sentidos y proyectos de sociedad.
- Osvaldo León, ecuatoriano, estudió Ciencias de la Comunicación (maestría) en la Universidad de Montreal, Canadá, y Psicología Industrial (doctorado) en la Universidad Central del Ecuador. Actualmente es coordinador de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI).
Ponencia presentada en el FORO IBEROAMERICANO DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN, Sesión plenaria: Derechos de comunicación y ciudadanía, Cádiz, 18 noviembre 2006, que se realizó en el marco del IX Congreso Iberoamericano de Comunicación.
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De Auschwitz a Gaza
Gloria Rekarte
Mundoarabe.org, 13/11/2006
Las imágenes se suceden y la de hoy podría ser la de ayer, la de hace tres meses o la de hace 20 años. Todas son iguales. Todas, como un dramático duplicado de otras anteriores. Los cuerpos bombardeados, ametrallados o tendidos en el suelo tras el único y limpio disparo de un tirador de élite. El niño asesinado en la calle, aún aferrado a la galletita que llevaba en la mano; el joven arrestado, esposado, desnudado y ejecutado; los cuerpos de hombres y mujeres sacados de entre los escombros; los de bebés que apenas se distinguen entre los brazos de quienes les lloran con la ira, la impotencia y el dolor inmenso de un pueblo que sufre mucho más de lo que nunca seremos capaces de imaginar.
Palestina es un campo de concentración. Las vidas de los palestinos pertenecen al Ejército israelí como antes pertenecieron las de los judíos a las SS. Con el francotirador sionista que desde un tejado dispara a la cabeza de una niña de 12 años, con los tanques entrando en Beit Hanun, con el goteo de muertos o con las grandes operaciones militares; con el cierre total de Gaza y Cisjordania, con los asentamientos judíos; con Avigdor Lieberman como ministro de Asuntos Estratégicos, que sostiene el mismo ideario de limpieza étnica que alimentaba Heinrich Himmler; con el bloqueo; con el pueblo palestino confinado y diezmado, sometido a años de masacres, razzias, hostigamientos y represalias, Israel recrea en Palestina Auschwitz, Treblinka o Dachau.
El pueblo elegido se queda esta vez al otro lado de los muros que levanta; de los muros donde lenta pero enérgicamente, se abre paso el genocidio. Sin cámaras de gas, eso es cierto. La comunidad internacional no lo permitiría, quizás. Pero tampoco es necesario si las «operaciones de castigo», las «respuestas del Ejército israelí», su «determinación para destruir las organizaciones terroristas» y los «fallos» y «errores» que se saldan con decenas de muertos le brindan el mismo fin: un pueblo sentenciado y aniquilado. El número de muertos tampoco es el mismo. Todavía.
Cuentan con el mejor apoyo, el de EEUU, el que aplaude en nombre de los iraquíes la condena a la horca de Sadam Hussein. Y el de una Europa que calla ante el horror y pide a Israel que se contenga un poquito y a Palestina que sufra sus muertos en silencio. Sin respuestas ni alborotos. Sin recordarnos tan crudamente que no hemos hecho nada para que la imagen de hace 20 años no fuera la de ayer. Sin preguntarnos qué vamos a hacer para que no sea la misma que la de mañana.
Fuente: Gara
El plan de la OTAN para la guerra permanente
x Alex Callinicos
Ahora la OTAN quiere llevar la cosa mucho más lejos. "Agresiones convencionales a gran escala contra la alianza seguirán siendo muy improbables", pero "pueden surgir ataques futuros desde fuera del área euroatlántica y pueden conllevar formas de asalto no convencionales"
Vivimos en una era de imperialismo. El lío en que Estados Unidos y Gran Bretaña se han metido en Irak es improbable que cambie esta situación.
Tomemos el caso de la OTAN ?la Organización del Tratado del Atlántico Norte?, que celebró una cumbre en Riga, la capital de Letonia, hace dos semanas. La OTAN se fundó en 1949, supuestamente como una alianza militar defensiva contra la Unión Soviética, pero en realidad como instrumento para mantener a Estados Unidos en una posición de poder dominante en el área de la Europa Occidental de posguerra.
Ésta es la razón por la que la OTAN no se disolvió al final de la guerra fría. En vez de desaparecer, se expandió para incorporar al este y al centro de Europa, acercándose a las fronteras de Rusia. Letonia, por cierto, fue parte de la Unión Soviética hasta 1991.
Pero la OTAN no sólo es una ayuda a Estados Unidos para rodear y acorralar a Rusia. En su cumbre de relanzamiento en abril de 1999 en Washington, la alianza adoptó una nueva misión que la comprometía a operaciones "fuera de zona". Las fuerzas europeas actuarían globalmente como los subalternos del imperialismo norteamericano.
A juzgar por la "directriz política global" (Comprehensive Political Guidance), un documento para la cumbre de Riga que apareció la semana anterior en el Financial Times, ahora la OTAN quiere llevar la cosa mucho más lejos. "Agresiones convencionales a gran escala contra la alianza seguirán siendo muy improbables", dice el documento, pero "pueden surgir ataques futuros desde fuera del área euroatlántica y pueden conllevar formas de asalto no convencionales."
De ahí la importancia, para la OTAN, de aumentar "la capacidad de disuadir, interrumpir, defender y protegerse frente al terrorismo". A este fin, la OTAN deberá ser capaz de dirigir más de una operación de peso al mismo tiempo, así como de desarrollar un buen número de tareas a pequeña escala. Un 40 por ciento de las fuerzas terrestres de la alianza deberá llevar a cabo misiones en ultramar.
Es difícil saber si nos tenemos que tomar todo esto en serio. A la OTAN se la dejó muy notoriamente de lado por parte de Donald Rumsfeld después del 11 de septiembre de 2001. Estados Unidos confiaba únicamente en su "coalición de fuerzas de buena voluntad" en Afganistán e Irak.
Posteriormente, sin embargo, un cada vez más beligerante George Bush ha estado muy interesado en conseguir el apoyo de los aliados de Estados Unidos. Una de las primeras cosas que hizo después de su reelección fue visitar el cuartel general de la OTAN en Bruselas.
Francia y Alemania bloquearon toda implicación seria de la OTAN en Irak. Pero la OTAN se ha implicado de modo creciente en Afganistán, donde recientemente ha tomado el control de las fuerzas multinacionales que ocupaban el país.
Afganistán es apenas un escaparate para la OTAN. Tropas estadounidenses, británicas y canadienses han protagonizado luchas muy duras contra los talibanes insurgentes del sur de Afganistán, mientras 2.700 soldados alemanes con base en el norte tienen normas de compromiso que les impiden abandonar sus bases ante cualquier operación ofensiva.
Un artículo de la semana pasada publicado en el Financial Times predice que el descontento con el gobierno de Hamid Karzai se podría extender hacia el norte. Estados Unidos derrotó al régimen talibán en el 2001 con una combinación de poder aéreo y enormes cantidades de dinero que fueron utilizadas, como se dice en la página web de inteligencia Stratfor, para "alquilar" las fuerzas de la alianza del norte de Afganistán.
Pero ahora los líderes del norte, excluidos y presionados por Karzai, están oliendo su debilidad, están acumulando armamento y reconstruyendo sus ejércitos.
El gobierno de coalición de Angela Merkel en Alemania ha aprobado recientemente un Libro Blanco de Defensa en el que se solicita a las fuerzas armadas que jueguen un papel internacional más activo, por las razones habituales ?terrorismo y armas de destrucción masiva.
El Libro Blanco también dice que "Alemania, cuya prosperidad económica depende del acceso a materias primas, bienes e ideas, tiene un interés básico en una competencia pacífica."
Este tipo de razonamientos fue el que los dirigentes de Estados Unidos emplearon para justificar la protección de su poder global. Ahora parece que los líderes políticos de Alemania, hoy en día la economía de exportación más potente del mundo, están empezando a pensar en los mismos términos.
Que el estado más poderoso de la vieja Europa, el mismo que se opuso a la Guerra de Irak, empezase a mirar al mundo con los ojos de un poder imperial significaría sin duda un cambio real.
Alex Callinicos es editor del semanario socialista británico socialistworker.co.uk, en donde se publicó este artículo el pasado 2 de diciembre
Traducción para www.sinpermiso.info: Oriol Farrés Juste