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27.11.06 

Articulos de Opinion 27-11-06

Telerman, Bonasso, Zaffaroni, Kirchner: "The great pretenders"
x Colectivo Nuevo Proyecto Histórico


El presidente Néstor Kirchner y la senadora Cristina Fernández reciben en la Casa de Gobierno a Shakira. Como lo hacía Fernando De la Rúa e Inés Pertiné. Demostrando que su frivolización de la política es inherente a la política espectáculo que llevan a cabo. Nada ha cambiado de la época de Carlos Menem.

Partes de la Guerra Social (PGS) nº 11

01. El grotesco progresista: La excusa "Asamblea de Almagro"
Entre tanto, Jorge Telerman [intendente de Buenos Aires], mientras que con la mano derecha clausura la Asamblea de Almagro, con la izquierda, hace homenajes a los desaparecidos. En tanto que recuerda a los muertos del pasado, intenta hacer desaparecer en el presente toda huella del poder constituyente post 19+20.
Un showman de la simulación que -al mejor estilo actoral- lanzó el 20 de noviembre en el teatro Gran Rex (junto a su ministra de los "Derechos y Humanos" Gabriela Cerruti, y al hijo de los fabricantes de helados Emilio Pérsico del Movimiento Evita); a las "Guardias Urbanas Sociales", o a mejor decir, con el léxico marketinero del imperio de lo efímero, los "Promotores de Ciudadanía", ¡Já!.
Todo aderezado bajo el arrullo del estribillo del activismo comprado, que por un cargo dejó los ideales en la puerta de los despachos oficiales, pero no se priva, de tener la caradurez de entonar: "Somos la gloriosa JP, de Evita y del país que soñaron Maximiliano Kosteki, Darío Santillán y Martín "El Oso" Cisneros". Al mismo tiempo que, toda esta militancia cooptada vive del erario público como plusvalía política, los espacios sociales autodeterminados como la Asamblea de Almagro resultan perseguidos.
Y peor aún, porque Telerman posa de "popular" a costa de practicar la confiscación del recuerdo de los muertos caídos en la lucha popular. Esta hipocresía del cafierista, duhaldista y hoy Kirchnerista Jorge Telerman, ¡Dan ganas de vomitar! De esta consistencia fangosa está compuesto el centroizquierdismo del intendente porteño, o ¡El neoliberalismo por medios progresistas! Una sucursal del gobierno de los "Derechos y Humanos" del pingüino patagónico, este último empachado, a última hora, de asambleísmo gualeguaychense. Una forma de organización autonomizada del estado que tiene a mal traer a la "clase política" y a la mass media. En particular, reflejando su pestilencia anti-asamblearia en sus hediondas editoriales está el diario Clarín. No son columnas firmadas por ningún principiante, sino por Ricardo Kirschbaum y Ricardo Roa. Editor General y Editor General adjunto, respectivamente.
02. La misma "Trup"
Formando parte del decorado kirchnerista también lo tenemos al representante Miguel Bonasso. Que tiene menos afiliados en su partido que Moria Casán. Pero igual llegó al Congreso subido a la lista sábana. Cuenta entre sus aliados del gobierno de los "Derechos y Humanos" a más de uno de los tantos políticos "borocotizados" como Fernando Melillo, Beatriz Baltroc y José Roselli. En realidad, existe una larga lista de políticos que son impresentablemente irrepresentativos, en el sentido más literal del término. Ya que, no se pueden presentar por su propia cuenta. Carentes de bases militantes resultan im-presentables por i-rrepresentativos. No representan a nadie más que a su grupo de compinches mendicantes, que están esperando el arribo al estado de su leader de cotillón para conchabarse. Como los partidos acoplan cada vez menos a la multitud en el parlamento, la representación se ha vuelto una mera simulación de la representación. Haciendo aún más cuestionable a la posmoderna Nueva Clase (NC), que a los políticos de la representación bajo el modernismo.
Pero volvamos a Bonasso, ¡"Miguelito"!, ¡Dirigentes eran los de antes! Que por lo menos tenían a alguien que los siguiera, no como a la Nueva Clase de "izquierda" queriendo "capital-(izar)" el Argentinazo, cuando de autónomos no tienen un pelo. ¡Pobres setentistas con estos ex setentistas como Bonasso! Apenas si son un famélico remedo, una verdadera falsificación de los cuadros de conducción revolucionaria de antaño. Concomitantemente, ¡Bonasso no para de dar vergüenza ajena! Defendiendo otro inmoral aumento de sueldos para los diputados mientras media Argentina sigue en la pobreza. Pobre Bonasso, no aprendió nada del 2001. El próximo ¡QSVT! lo incluirá a él también.
Y que decir del juez "marxista" Raúl Zaffaroni, integrante de la Corte Suprema de (in)Justicia patronal, que mientras escribe sobre "Teoría Crítica" criminal vive en Boyacá 932, Capital Federal, como un príncipe de la nobleza del Estado-Capital. Zaffaroni tiene una casa que es todo un palacete colonial. Una propiedad tan lujosa que lo hace digno de un "escrache" ante la inconsecuencia con lo que predica. Recordemos que el juez omitió declarar ante la OA (Oficina Anticorrupción), cuando era titular del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación), y ante la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), dos propiedades y sus cuentas bancarias en el extranjero. Por lo visto, la probidad republicana no es más que un mito weberiano pasado de moda.
Mientras tanto, una parte de los desocupados siguen cobrando 150 pesos mensuales (¡cincuenta dólares!), y otros ni esa suma miserable. Existen 150.000 cartoneros y el 75% de los presos no tiene condena. Todo un siniestro comportamiento del bello izquierdismo hecho estado, sólo apto como ejemplo para periodistas del portal "lavaca.org". La simulación del mediactivismo, la derecha de la contrainformación que ensalza a cuanto "progre" sea apto para canalizar la autonomía en el poder dominante. Mientras "Raulito" vive como todo un "Emir", su justicia no da cuenta del nuevo genocidio en democracia de los muertos por desnutrición y enfermedades evitables que el mismo capitalismo provoca. Pero bueno, como dice el músico, "Desde lejos no se ve". En las alturas asépticas y aisladas de la Corte Suprema de "¿Justicia?" de la Nación, no hay olor a pobre ni sucia sangre, trabajo infantil y esclavos asalariados del working poor, ni tampoco llegan "los sordos ruidos" de la Asamblea de Almagro.
03. Misiones y más allá la inundación
La multitud sólo se tiene a sí misma. Unicamente puede confiar en su método horizontal y autodeterminado. Sólo puede sentirse segura en las propias organizaciones que autoinstituye alumbrando una "Res-Pública" asamblearia. La multitud es poderosa en su antagonía ante tanto criminal que anda suelto con "licencia para desaparecer", como a Julio López, otorgada por el propio estado. La Nueva Clase política, con la misma caradurez que piden que los vuelvan a votar, gerencia el estado de excepción permanente en que se ha convertido la democracia del capital.
Ínterin, como el gobierno de Kirchner no haya una sólida base social donde afianzar su legitimidad (producto que la sociedad postfordista se profundizó desde la destrucción de la legalidad Capital-Parlamentaria hecha añicos hace cinco años), se mueve en un estado de emergencia perpetuo. Pasando Lupo del "Tomo todo" previo a la elección en Misiones, a "Mejor me las tomo" como un cordero, antes que se haga realidad la consigna sacrificial de un pasacalle con el que amaneció Posadas el lunes 30 de octubre, conteniendo la leyenda: "¡Kirchner: Si seguís, Ka-gaste!".
Por ahora el presidente flota, pero el tsunami multitudinario que todo lo inunda no puede ser descartado. Como la crisis de hegemonía nunca se cerró, puesto que en octubre del 2005 el FPV (Frente Para la Victoria) arañó un escaso 26% del total del padrón; producto de un posfordismo con 75 por ciento de la multitud en el precariado, excedentariado y autoempleo; que conlleva a la abstención electoral y al voto contra los candidatos de Mr. "K", la acción directa y los métodos piqueteros, la expansión del asambleísmo y la pobreza sin y "con" empleo. Entonces, con este contexto, siempre aparece como una amenaza más latente una crisis orgánica que en la era fordista y keynesiana. Y Kirchner lo sabe.
El gobierno vive un equilibrio cuya fragilidad social resulta encubierta tras una simulada fortaleza. Alimentada por la encuestología a la carta que inventa la intención de voto que quiere escuchar el poder mientras cae en el más crudo descrédito; mimado por los grandes medios de información salvados por el modelo Duhaldista-Lavagnista-Kirchnerista, evitando su quiebra a costa de la devaluación de la moneda, y por ende, de los ingresos de la clase trabajadora: ocupada, negada y jubilada; sostenido por los elencos políticos de la NC que viven del botín del estado como antes del 2001; respaldado por la academia del mandarinato pre-burgués que tiene tomada de rehén a la UNBA (Universidad Nacional de Buenos Aires); y entonado por el coro de empresarios que se siguen llenando los bolsillos a dos manos.
Peronistas y radicales, "Nac&Pop" y Frepasistas, desarrollistas y progresistas, centroizquierdistas y neokeynesianos, populistas y ex-setentistas; cadáveres insepultos que prolongaron su vida después del 20 de diciembre. Sanguijuelas que continúan sorbiendo la sangre de las nuevas generaciones de la multitud, y el prestigio de históricas luchadoras como Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, que hoy hacen un triste papel de comparsa kirchnerista.
25 de noviembre de 2006



Los de Abajo
Gloria Muñoz Ramírez
Apoyo mundial a la APPO

El movimiento popular de Oaxaca gana espacios y legitimidad en el mundo de la resistencia. Ya no sólo es la represión la que convoca a activistas, colectivos, agrupaciones políticas, religiosas y de derechos humanos, gente del arte, la academia y la cultura de más de 20 países, sino la expresión de una forma organizativa autónoma que se convierte poco a poco en referente de transformación política impulsada desde abajo.
Un acto represivo impulsó la creación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en junio pasado, y otra salvaje embestida de los gobiernos federal y estatal, iniciada el 27 y 29 de octubre, que incluyó nuevos asesinatos, detenciones y la ocupación de la ciudad por la Policía Federal Preventiva (PFP), detonó un movimiento internacional de solidaridad sólo comparable en intensidad al que han convocado los zapatistas y el pueblo de San Salvador Atenco (con sus propias y diferentes historias).
Hasta el momento se registran en las diferentes redes internacionales de comunicación más de 160 acciones de solidaridad con Oaxaca en menos de un mes. Sólo en la jornada de movilización del pasado día 20, convocada e impulsada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y conseguida por la propia legitimidad que se ha ganado el movimiento, se reportaron 47 movilizaciones en 46 ciudades del planeta.
Las embajadas y consulados mexicanos han sido blanco de las protestas contra la política de represión gubernamental. Marchas, mítines, veladas, conferencias, bloqueos, performance y otras actividades culturales también han acompañado las acciones. Pero no únicamente han salido a las calles a condenar la ola de violencia institucional, ahora se han iniciado charlas informativas y debates en Europa, Estados Unidos y América Latina sobre la importancia de acompañar un movimiento autónomo que enfrenta todos los días al poder con una práctica cuya principal fuerza y motor es el pueblo mismo.
Se están formando ya colectivos de solidaridad internacional con el pueblo de Oaxaca, o asambleas de apoyo, es decir, se empieza a pasar de la movilización a la conformación de una red organizada que acompañe políticamente al movimiento. Y justo en este proceso surgen el debate y las preguntas sobre la constitución y estrategia de la APPO, pues es políticamente correcto manifestarse contra la impunidad y la opresión en cualquier lugar del mundo, pero involucrarse con una experiencia política nueva es ya un segundo paso.
En Salamanca, España, por ejemplo, se constituyó la Asamblea de Solidaridad con Oaxaca, misma que ahora empieza un debate sobre el carácter político de la APPO, para el que convoca "a todas las personas, pueblos, colectivos y movimientos que luchan con los pueblos de Oaxaca". Sin pretender deslegitimar un movimiento que se abre camino en las calles, barricadas y asambleas, en medio de la represión cotidiana, dejan claro que necesitan el intercambio de ideas. El arduo camino, evidentemente, apenas empieza, con raíces profundas y verdaderas.



Radio Universidad de Oaxaca

¿La Revolución será transmitida (también) por la radio? La respuesta que flota en el aire.
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels

La Radio de la Verdad

Radio Universidad de Oaxaca es "la voz de los sin voz" gracias a la intervención decidida de estudiantes, obreros, campesinos y trabajadores? que entendieron la importancia de fortalecer su organización ayudándose con los medios de comunicación. Esta no es una radio que nació "revolucionaria" por auto-proclamación para liderar la "rebeldía popular" al margen de los movimientos de base. Esta es una radio tomada por el pueblo para ayudarse a profundizar la lucha y fortalecer el espíritu revolucionario del pueblo de Oaxaca.
Aun bajo la metralla de agresiones variopintas que la Radio Universidad de Oaxaca sufre, se mantiene firme su tarea de apoyar toda estrategia de autodefensa, resistencia y organización. Radio Universidad no sólo es una trinchera para repeler ataques, su papel ha sido crucial en las horas más difíciles gracias a su capacidad de nutrirse con la lucha y expandir el espíritu revolucionario de la APPO y de todos los que, a una sola voz, exigen la renuncia de Ulises Ruiz y la transformación radical de la sociedad. He aquí un ejemplo de trabajo en comunicación.
Esta Radio trabaja incesantemente para elevar el nivel de la conciencia revolucionaria y el nivel del debate contra la burguesía local, nacional y mundial. Toman el micrófono para hacer escuchar las quejas y las denuncias, las consignas y la rabia, para recitar poemas, para escuchar canciones rebeldes y poesía guerrera. El micrófono de Radio Universidad da la bienvenida a todas esas voces e ideas que los monopolios han silenciado siempre. Una Radio transformada con la fuerza de las urgencias políticas y la inteligencia de los proyectos emancipatorios. Esta Radio Universidad dejó de ser vocero de esa escucha "exquisita" y decorativa tributaria de una forma de cultura acústica burguesa sectaria y oficialista. Esta Radio fue liberada del silencio funcional de la demagogia burocrática para ponerse al servicio de la insurrección rumbo otro mundo mejor que es posible sólo con la lucha de los trabajadores. He aquí una prueba al alcance del oído.
Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.
Esta toma popular sobre los medios de comunicación es un objeto de estudio y práctica urgente en Latinoamérica. Es preciso multiplicar el ejemplo de Radio Universidad de Oaxaca. Están dadas las condiciones objetivas y nos urge profundizar las condiciones subjetivas y organizativas. No son pocas las organizaciones rebeldes de trabajadores y luchadores de medios de comunicación (se definan como se definan) que comprenden la circunstancia actual y se esfuerzan por unificar criterios y tácticas para impulsar una red de medios mundial y socialista. Las iniciativas que ya operan en Internet, en frecuencias AM y FM, en televisoras comunitarias y barriales, periódicos, revistas, volantes? podrían organizar sus fuerzas para transformar al mundo radicalmente. Y para eso es necesario que impulsemos una Corriente Internacional que enriquezca este debate y ejemplo, que contribuya a romper con toda resistencia sectaria y ayude a que caminemos en un frente único de medios dispuestos a ponerse, hombro con hombro, a luchar desde abajo con los movimientos sociales, con los obreros y con los campesinos revolucionarios hasta derrotar la miseria y la barbarie con el triunfo del socialismo. Cada día está más claro.
La Verdad de la Radio.
De nada sirve tomar los medios si se ha de repetir el discurso hegemónico. La toma de los medios de comunicación tiene vertientes políticas y estratégicas muy diversas. Es preciso apoyarse en diagnósticos correctos y balances de fuerzas preciso. Radio Universidad de Oaxaca trabaja en condiciones concretas con urgencias concretas y con tesis políticas concretas. Su trabajo a estas horas está determinado primordialmente por las urgencias de la autodefensa y la construcción de la conciencia revolucionaria. Es un trabajo de comunicación cercado y amenazado a cada momento y su valor creativo tiene dimensiones heroicas y ejemplares.
No hay lugar para calenturas aventureras ni payasadas de secta. Ganar un medio de comunicación para una lucha concreta implica responsabilidades y exigencias que no tienen punto de reposo y tampoco espacio para ambigüedades ni desviaciones. Hay tareas de propaganda prioritarias, hay tareas de resignificación estratégicas, hay tareas de guerrilla semiótica ineludibles, hay tareas de enriquecimiento simbólico vitales. Los lenguajes radiofónicos, con sus virtudes y sus límites, se ponen a debate en el crisol de la parxis creativa mandatado por un proceso revolucionario. Hay herencias y ejemplos históricos magníficos pero principalmente hay desafíos de transición extraordinarios en el futuro inmediato que exige rigor creativo, disciplina programática, sentido del humor, pasión y arte radiofónico al servicio de la revolución. La imaginación al poder.
Defendamos Radio Universidad que es nuestra y es mundial. Urge la solidaridad internacional contra el cerco militar y policíaco. Urge la solidaridad internacional para derrotar a Ulises Ruiz. Urge la solidaridad internacional contra los órdenes de aprensión contra los luchadores de la APPO. Urge la solidaridad internacional con el pueblo de Oaxaca y urge la solidaridad internacional contra la censura, el bloqueo informativo, la represión contra las personas y las conciencias. Urge la solidaridad internacional con la APPO y con la Radio Universidad que ahora es la Radio de la Revolución mexicana permanente. "La conquista de la aldea por la radio es una tarea para los próximos años, estrechamente ligada a la eliminación del analfabetismo y a la electrificación del campo, y hasta cierto punto es una condición previa del cumplimiento de estas tareas. Cada provincia debería partir a la conquista del campo con un programa definido de desarrollo de la radio. ¡Extendamos sobre la mesa el mapa de una nueva guerra! Desde cada centro provincial hay que conquistar la radio; ante todo, cada uno de los pueblos importantes. Es necesario que nuestra aldea iletrada o semiiletrada, antes aún de saber leer y escribir como debe, sea capaz de acceder a la cultura a través de la radio, que es el medio más democrático de difusión de información del conocimiento. Es preciso que por medio de la radio el campesino sea capaz de sentirse ciudadano de nuestra Unión, ciudadano del mundo entero . [1] "León Trotky. ¿A dónde vamos? Textos sobre arte, cultura y literatura
Lista de links a RADIO UNIVERSIDAD de Oaxaca
http://216.240.136.6:8000/radio1400.mp3
http://freeit.org:8000/appo-orig3.mp3.m3u
http://freeit.org:8000/appo-orig3.mp3
http://vancouver.indymedia.org:8000/appo.mp3
http://radio.indymedia.org:8000/appo.mp3.m3u
http://216.240.136.6:8000/radio1400.mp3
http://s8.viastreaming.net:7100/
http://67.15.192.20:8010/
http://icecast.freeteam.nl/appo.mp3
http://icecast.v2v.cc:8000/appo1.mp3
http://icecast.v2v.cc:8000/appo2.mp3
http://orelha.radiolivre.org:8000/appo.mp3
http://stream.wrct.org:8000/appo.mp3
http://stream.wrct.org:8000/appo2.mp3
http://radio.indymedia.org:8000/appo.mp3
http://radio.indymedia.org:8000/appo2.mp3
http://rivereto.infotage.net:8000/appo.mp3
http://ahimsa-radio1.indymedia.org:8300/appo.mp3
http://stream.r23.cc:2323/appo.mp3
http://compi.ath.cx:8000/appo.mp3
http://compi.ath.cx:8000/appo2.mp3
http://stream.kunstlabor.at:5800/appo.mp3
http://stream.r23.cc:2323/appo.mp3
http://radio.indybay.org:8000/planton.mp3
KÉ HUELGA RADIO (102.9 FM - EN EL DF)
http://kehuelga.org:8000/radio.mp3
http://orelha.radiolivre.org:8000/kehuelga

[1] http://www.marxists.org/espanol/trotsky/1920s/literatura/8f.htm


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Organización del Pueblo Indígena Mepha´a
Ayutla de los Libres, Guerrero, México

Noviembre de 2006, Sierra de Ayutla, Guerrero.

A la Otra Campaña.
A la Comisión Sexta del EZLN.

Compañeros y compañeras, ya hace más de un mes, que la militarización en los territorios indígenas de la Costa Montaña de Guerrero ha sido reforzada y con ella la guerra de baja intensidad en contra de las comunidades donde existe organización social adherida a la Otra Campaña. Especial ha sido el caso de nuestra organización, que junto a la Organización Independiente de Pueblos Mixtecos estuvimos encargados de la visita del Delegado Zero y la Karavana a la comunidad indígena del Charco en el Municipio de Ayutla.
Ante esta situación hemos estado denunciando de manera intermitente de lo que ha acontecido en nuestras comunidades base, por medio de la información que las comisiones nombradas por asamblea han estado reportando. Entre los días 10 y 15 de noviembre una comisión regional de la organización junto a otros compañeros y compañeras de otras organizaciones de la Coordinadora Costa Chica Montaña de la Otra Campaña, hicimos un recorrido por la Sierra de Ayutla para documentar y complementar la información sobre los daños que ha causado el incremento de efectivos militares en la zona y sobre el acoso del que han sido objeto nuestros compañeros y compañeras.
Nos ha sido muy difícil buscar una forma para poder contar todo lo que ha sucedido, para conjuntar las diversas historias encontradas, el sufrimiento y la dignidad que han mostrado las comunidades ante estos hechos. La mejor manera que hemos encontrado es la de compartirles por medio de este escrito la siguiente historia:
DÍAS DE MILITARIZACIÓN EN LAS BARRANCAS DE GUERRERO
El día de Cayetano.
Es un día domingo cuando el sol tropical quema a plomo, son las dos de la tarde en un caserío de la comunidad de Barranca de Guadalupe rodeado de platanar, bejucos de maracuyá, árboles de guayaba, mango, guanábanas y una pequeña hortaliza que contiene de una siembra de trigo (mijo), es un huerto con casa de adobe, piso de tierra y láminas de cartón, en ella vive la familia del campesino indígena Cayetano Espinoza Manuel.
Él se encuentra tejiendo un collar de flor de muertos que cortó temprano en su milpa, está sentado bajo un cobertizo de palos y láminas de cartón que hacen la veces de una troje, es 15 de octubre de 2006 y mientras ensarta las flores en el hilo de carrizo recuerda que el día viernes 13 de octubre más de 150 "guachos" (ejército federal) entraron al centro de Barranca de Guadalupe, ahí hicieron destrozos, rompieron la manguera del agua que va al pueblo, cometieron violaciones a los derechos humanos, se comieron los elotes de las huertas de sus compañeros y le dieron medicina a su padrino Fortunato Flores Elena, de 58 años, y con esa medicina se puso muy malo y lo tuvieron que bajar el sábado a la cabecera municipal de Ayutla, donde llegaron después de recorrer cuatro horas de terracería en mal estado y pagar un viaje especial, para lo cual tuvieron que vender dos chivos. Sin embargo, no sirvió de mucho, Fortunato murió horas después en la clínica de salud municipal.
Del rostro de Cayetano, endurecido por el sol y el trabajo de campo, brotan lágrimas de dolor y rabia que caen por una gruesa cicatriz de labio leporino mal operado, mientras las lágrimas recorren su rostro recuerda que su madrina le cuenta que Fortunato estaba bien, que solo le dolía el estómago pero podía trabajar, que no tenía mucho problema, que incluso un día antes se presentó en la comisaría de Barranca para cumplir con su cargo de xuan xuaji (el principal), que sirve para mantener la costumbre y tradiciones del pueblo.
Cayetano está a punto de terminar la cadena de flores para el funeral de su padrino, cuando seca sus lágrimas y levanta la vista se percata que su casa ha sido rodeada por 150 elementos del ejército federal con uniformes camuflados, algunos ya lo tienen en la mira de sus fusiles G-3, otros elementos comienzan a registrar las inmediaciones de la casa, miran detenidamente las paredes, mueven las ropas remendadas y roídas que penden de un mecate, patean los costales de maíz. Un teniente se acerca a la troje y arranca una bolsa de nailon trabada entre los maderos, en su interior hay semillas y comienza el interrogatorio:
"A ver cabrón, ¿dónde tienes sembrada la marihuana?", Cayetano no contesta, y el teniente continúa: "no te hagas pendejo, estas son semillas de marihuana, ¿dónde la tienes?"
Entre su corto español, mezclado con idioma mepha`a, y una mala dicción producto del labio leporino, Cayetano se hace entender como puede y les explica que no son semillas de marihuana, que son semillas de trigo, de mijo, que lo está sembrando para hacer galletas, que ahí lo tiene sembrado en la hortaliza. Cayetano es obligado por los militares a enseñarles las plantas, seis elementos lo escoltan hasta la hortaliza, ahí les enseña como vienen creciendo las espigas y el teniente remata el interrogatorio diciendo:
"¡Más te vale, sino te carga¡ ¿Ahora dinos dónde están los encapuchados, dinos dónde están esos maleantes y asaltantes?" Cayetano les dijo que ahí son tranquilos, que no hay gente armada, que no hay maleantes, que los vayan a buscar a otro lado, que en las comunidades mepha`a no asaltan, les dice que los busquen en la cabecera de Ayutla, que ahí cerca si roban, que una semana atrás caminó seis horas cargando un bulto de chile para vender y con ese dinerito comprar jabón y que un kilómetro antes de llegar a la cabecera le salieron tres personas armadas y le robaron su carga, "ahí búsquenlos, aquí en la sierra no hay nada".
Cuando regresaron de la hortaliza, los hijos pequeños de Cayetano, Israel de ocho años y Fidelina de seis, están llorando a un lado de la puerta, Israel no tiene pantalones y ambos carecen de zapatos, su hermana mayor de 10 años, Alejandrina, intenta calmarlos sin resultados. Mientras tanto los soldados siguen buscando, saber qué cosa, en las inmediaciones de la casa. Con desprecio el teniente pregunta a Cayetano si pueden tomar agua de la manguera (que la familia compró e instaló desde un ojo de agua, pues la comunidad no cuenta con servicios). Cayetano les dice que no pueden, que se vayan, que espantan a su familia, que no tienen nada que hacer ahí, que ya se vayan. El teniente contesta con ironía: "Que bueno que no te gusta porque aquí nos vamos a quedar"; mueve las manos, los soldados bajan las mochilas de campaña y comienzan a instalar un campamento a un lado de la huerta.
Cayetano toma entre sus brazos a Fidelina, Alejandrina jala de una mano a Israel y entran a la cocina, ahí esta Manuela Eugenio, la madre de familia, también llora, tiene miedo pues sabe, que no hace mucho, ni lejos de ahí los "guachos" le han hecho cosas malas a las mujeres. Manuela guarda atropelladamente tortillas en una servilleta que bordó a mano mientras recuerda que sus compañeras de organización Isabel y Valentina, de Barranca Bejuco y Tecuani, fueron violadas por elementos del ejército federal, que tuvieron el valor de denunciar y que hasta hoy no se ha hecho justicia, pero también conoce a otras mujeres que han sido violadas por los soldados , pero por miedo no han denunciado. Al mismo tiempo recuerda, que su prima y compañera de la organización mepha´a, Otilia Eugenio Manuel, ha sido amenazada de muerte en varias ocasiones por tener el valor de encabezar y denunciar públicamente las protestas contra la violación de mujeres que hacen los guachos en su territorio.
Con sus uniformes camuflados, los militares continúan levantando el campamento, ya son las 4:30 de la tarde, Cayetano toma los collares de flor anaranjada y sale de la casa acompañado de su familia, ya es hora de bajar al funeral de su padrino, pero también es el mejor pretexto para escapar de la amenaza que representan los federales. Cuando Manuela va saliendo con el itacate en mano y con Fidelina envuelta en el reboso y cargada al lomo, se escucha la voz del teniente que le grita a Cayetano: "Más te vale que regreses mañana, sino te vamos a buscar".
El día del funeral.
En la comisaría de Barranca Guadalupe van llegando las familias que bajan de los caseríos más alejados, que en conjunto forman la comunidad, las pocas familias que viven en el centro preparan los últimos detalles para el funeral del xuan xuaji Fortunato. Las cadenas de flores se van acumulando sobre el cajón de madera donde se encuentran los restos del principal. Por las veredas lejanas se mira que vienen bajando compañeros y compañeras de la Organización del Pueblo Indígena Mepha`a de Barranca Tecuani, Bejuco, Progreso y Camalote, vienen a acompañar la despedida y a platicar como se van a organizar para sacar a los "pinches guachos", pues donde quiera andan haciendo desmadre. Minutos después la banda de viento comienza a tocar, sus desafinadas notas se pierden y rebotan en Tecuani, el cerro de tigre.
El sol cayó hace dos horas, la banda reinicia su canto irregular, ya viene bajando del campo santo la caravana de familiares y vecinos, en quince minutos estarán de nuevo en la comisaría, un café caliente ya los espera.
Reunidos bajo una ramada de zacate se va consumiendo el café, los indígenas mepha´a que se han organizado platican sobre los destrozos que han estado causando los soldados en las últimas semanas, Cayetano cuenta lo que ha vivido horas antes, Mateo Víctor Santiago, que es el comisario suplente, y Don Leopoldo Eugenio cuentan que los soldados llegaron por ahí del viernes 13 rodeando la comunidad y acamparon en el solar de Víctor, que hicieron muy parecido a Cayetano pero que además se comieron los elotes de su huerta y trozaron la manguera que lleva el agua al centro del pueblo. Don Leopoldo cuenta que dos camionetas de militares llegaron afuera de su casa, cercana a la comisaría, que ahí los militares reunieron a niños de la comunidad, con soldados mepha`a que les sirven de traductores, pidieron información y a cambio les dieron dulces y 15 pesos a cada uno. Leopoldo dice que mando a su hijo para que viera que estaban haciendo y que estaban preguntándole a los niños que dónde se reunía la gente por las tardes, que dónde vivían los que organizan la comunidad, que si no bajaba gente armada al pueblo.
El día en que: "Los vamos a matar"
Los compañeros Luis Santiago y Esteban Cresencio de la comunidad Progreso, que ahí se encontraban acompañando a la familia de Fortunato, contaron que los militares llegaron primero a su comunidad, que empezaron a subir el día domingo 8 de octubre, que eran como 200 del 48 batallo de infantería, dijeron que también rodearon la comunidad y que les dejaron el mensaje de que se salieran de la organización o a todos los iban a matar.
La historia de Progreso se va reconstruyendo a pedazos, uno y otro de los reunidos van aportando sus vivencias. Recuerdan que tropas del Ejército acamparon en un lugar cercano a su comunidad El Progreso, que detenían al paso interrogando a hombres y mujeres. Fausto recuerda que un vecino expuso en la asamblea del pueblo que los soldados lo detuvieron el domingo 8 y le pidieron que diera nombres de gente de la comunidad porque querían ir a preguntar por ellos, que diera los nombres de la gente que participa en la Organización Me 'phaa, porque dijeron los guachos que ahí está el grupo armado, que es gente que molesta a los pueblos. Antes de soltarlo, le dijo un capitán del ejército que los soldados están en ese lugar porque "todos los que están en la Organización se van a morir".
Los relatos se amontonan y se hacen simultáneos, Don Leopoldo quiere seguir con su participación pero no le dejan, tiene que esperar turno y las velas en recuerdo al principal están a punto de apagarse. Jesús de Progreso dice que en un cerro, cerca del mismo campamento, los soldados pararon a un señor de la comunidad de El Timbre y le preguntaron dónde queda Barranca de Guadalupe, ahí el señor se dio cuenta de que iban con el ejército dos soldados me'phaa, uno de La Ciénega y otro de El Camalote, y que los utilizan como traductores para hablar con los indígenas. Pedro también habla y narra que el lunes nueve las tropas hicieron una balacera en su campamento, con disparos al aire, que se oyó en todo el pueblo y cundió el miedo. Otro más dice que cuando dispararon los soldados había dos señoras cerca del campamento, que estaban cortando leña y vieron que los guachos que dispararon eran de un grupo distinto al que estaba en el campamento, que llegaron en una tanqueta Humer, y ese mismo día se retiraron hacia abajo en la montaña.
La última candela se apaga cuando Vicente Díaz Luciano, comisario de Barranca Guadalupe, relata que reunió al pueblo el sábado 14 y que en asamblea se nombró una comisión para correr a los soldados, que en el la mañana del domingo, muy temprano, fueron al campamento que tenían los soldados en el solar de Víctor, que les exigieron que se fueran, que pagaran los daños y que la muerte de Fortunato era su culpa, que se fueran, que el pueblo y el comisario no estaban de acuerdo en que estuvieran ahí. Otros compañeros que acompañaron la comisión informan que cuando los soldados escucharon que el "principal murió", se pusieron nerviosos, y contestaron que ellos toman las mismas medicinas y no se mueren.
Los campesinos continúan la plática y cuentan que ese mismo día, como a eso de las 10:00 horas de la mañana, los militares levantaron el campamento y se fueron peinando la zona rumbo a la comunidad del Timbre. Cayetano suspira y recuerda que a las dos de la tarde llegaron a su casa y que, una hora después, llegaría el cuerpo inmóvil del padrino Fortunato a bordo de en una camioneta tres toneladas.
"Don" Leopoldo.
Por fin le llega de nuevo el turno a Don Leopoldo que desde hace rato esta ansioso por contar sus relatos, él es uno de los fundadores de la organización, el "Don" puede ser engañoso, pues una de las cosas que le pintan una sonrisa de oreja a oreja, es que piensen que sus hijos mayores son sus hermanos y si alguien que desconoce pregunta: ¿son hermanos?, pues el placer de Don Leopoldo es mayor. Lo cierto es que su familia es una de las más combativas en la organización, su hija Otilia es la defensora de las mujeres violadas por soldados federales, su hija Andrea es promotora de Derechos Humanos, a ella le faltan bastantes dientes, pues un soldado se los tumbó de un culatazo cuando impido que se llevaran a sus hermanos. Uno de sus hijos mayores, Victoriano, fue ya comisario municipal de Barranca y lo fue en los peores tiempos, a él le toco organizar al pueblo cuando en dos ocasiones mujeres y niños corrieron de sus territorios a las patrullas del ejército federal, eso le valió que el gobierno le fabricara delito y lo encarcelara por más de un año, hasta que se pudo demostrar su inocencia.
Bueno, el caso es que es turno de "Don" Leopoldo, pero antes de continuar alguien saca los cigarrillos mentolados y sin filtro, la mayoría toma uno, lo encienden con un tizón y continúa la cesión. Leopoldo se ajusta el sombrero de palma y comienza su palabra, dice que como de costumbre, el día 15 de octubre, subió a su parcela, que ahí tenía un pachol (semillero) de chile verde protegido con una lona y una milpa con maíz, calabaza, camote y chayote. Hay una pausa, a Don Leopoldo se le endurece el rostro y continúa narrando: "cuando llegué a la parcela todo estaba destruido, ahí estaban, hicieron su campamento esos cabrones guachos, se durmieron encima de mi chilar, ahí se acostaron, era para venderlo y ahora no tengo nada. Además cortaron en pedacitos mi manguera de riego, rompieron la lona y ya se habían tragado como unos 50 kilos de elote, como 50 calabazas y nos 40 chayotes. De ahí me encabrone y fui con uno de ellos, dijo que era capitán del 48 batallón de infantería y se negó a dar su nombre, de ahí le dije que porque hacen eso, que yo trabajo y ellos destruyen, que no dejan de trabajar, también le pregunte que por qué agarran lo que no es suyo. Esos cabrones ni caso hicieron, solo se rieron y yo les dije que los iba a denunciar en derechos humanos, de ahí que me fui con el comisario y ya estaba lo del problema de mi compadre Fortunato y ahí estaba también el compa Mateo Victor, que también le hicieron campamento, fogata y robadera en su parcela. Así es como hacen los guachos".
Doña Teresa de Jesús.
Más historias y anécdotas de la violencia y destrucción que ha generado la militarización en la región, después de la matanza del Charco, se suceden en la reunión de los compañeros, por otro lado, junto a las ollas de café están reunidas las mujeres y también se platican, Manuela cuenta el miedo y la impotencia que sufrió horas antes, cuando concluye su relato las mujeres se percatan que Doña Teresa de Jesús está llorando, con sus 61 años de edad a cuestas y el ojo izquierdo carcomido en su totalidad por cataratas, no puede contener el llanto. Manuela le arrima una taza de café, Teresa la toma entre sus manos laceradas por el tiempo, aprieta la taza, bebe un poco, respira hondo y comienza a narrar el calvario que vivió hace años, una historia que hasta hoy se atreve a relatar, hoy ya la puede contar porque su marido ya no vive y en respeto a él no la había denunciado.
Doña Teresa de Jesús cuenta que años atrás, hace diez u ocho, no lo recuerda con claridad, salió de su casa acompañada de su hija Sabina a cortar plátanos y cilantro de su huerta, que después fueron a un arrollo cercano a su casa para buscar cangrejos, cuando estaban armando las trampas fueron rodeadas por 50 soldados del ejército federal y varios de ellos les apuntaron con sus armas, otros las arrodillaron y después las comenzaron a violar, ya no recuerda cuantos fueron, no quiere recordar. El llanto de Teresa continúa, otro apretón a la taza de café y prosigue diciendo: "después nos llevaron encañonadas a otro lugar, ahí había otro grupo de soldados y tenían a la Sra. Librada y a su hija - Doña Teresa remata diciendo - creo que le hicieron lo mismo que a nosotras".
Manuela atiza el fuego del café mientras Teresa se da valor para continuar, se hace un silencio y después las palabras le fluyen para contar que su esposo Marcelino, al ver que no regresaban, salió a buscarlas y que fue detenido por los guachos, que al verlas maltratadas enfureció y comenzó a insultar a los soldados por lo que fue golpeado, lo amarraron en un palo y lo obligaron a ver como las violaban nuevamente, al terminar colocaron una costalilla en la cabeza de Marcelino y lo golpearon con la culata de un arma. Más tarde la llevaron encañonada, junto a su hija y a su esposo, hasta su casa, ahí la obligaron a matar a tres de sus gallinas, a cocinarlas y a calentar tortillas para que el pelotón comiera; ya noche los guachos se retiraron.
Ya son las doce de la noche, ya nadie quiere contar nada más, ha sido demasiado sufrimiento para un día, las familias se retiran a sus casas de adobe con fogón de piso, los que viven en los caseríos lejanos y los que vienen de otros pueblos son alojados por familiares y amigos, ahora no se puede caminar de noche, el peligro y el miedo que representan los federales está cerca.
El día que siguió.
Amanece en Barranca Guadalupe, es ya lunes 16 de octubre, la niebla comienza a levantarse, los primeros rayos de sol alumbran la cumbre del cerro de tigre. Son las ocho de la mañana, Doña Teresa de Jesús va de regreso a su casa aliviada de haber contado su historia, por fin pudo compartir abiertamente el sufrimiento del que fue objeto, pero aún no sabe que le espera más adelante. Camina lento, pues con los años y el ojo izquierdo ciego no puede caminar de prisa, cuando se da cuenta un militar le sale al paso y le impide continuar su camino, voltea a la derecha y mira a por lo menos setenta elementos del ejército que peinan la zona. El soldado que ha tapado su camino hace señales y de inmediato arriba una patrulla terciando los fusiles. Entre ellos hay dos soldados que hablan mepha´a y comienzan a interrogarla, le preguntan por encapuchados, por maleantes, por siembra de drogas, sacan una lista con nombres y le preguntan que a quién conoce. Doña Teresa les dijo que no había nada en la comunidad, que todo está calmado, que ellos son los que hacen problema. Los soldados insisten, ella reclama en su lengua a los soldados mepha´a que hacen ahí, que sólo están asustando a su propio pueblo, que ellos mataron con su medicina a Fortunato, que no sirve lo que hacen. La discusión se alarga, media hora, una hora, a Doña Teresa se le vienen de nuevo los recuerdos, se le viene el coraje, toma valor y continúa su camino con machete en mano, ya no los escucha, ya no los oye, ya no tiene miedo de lo que puedan hacerle, solo sigue adelante.
En el centro de Barranca, Cayetano busca a su hijo mayor, que lleva el nombre del padre, ya está casado y con tres hijos varones, ya vive en su propio solar. Cuando encuentra a su hijo le pide que le acompañe a su casa, porque quiere ver si ya se fueron los militares para poder subir a la familia. Cayetano padre está preocupado, quiere ver como se encuentran sus animales. Caminan media hora, cuando llegan a la casa observan como los guachos han usado sus trastes y su jabón para lavar y hacer su comida, miran que han cortado toda fruta madura de su huerto, el maracuyá que vendería en unos días, la guanábana, los guayabos fueron macheteados para hacer estacas, también han usado su leña seca para hacer fogatas. Ahí esta el teniente, viene acercándose y les dice: "Ya no se preocupen, mañana nos vamos de aquí".
Cayetano y su hijo, por el momento, no tienen otra opción que regresar al centro y esperar a que se muevan de su huerto, sin embargo, en el silencio del regreso se repiten a si mismos que no dejarán de participar en la reuniones de la organización. Cayetano padre recuerda con orgullo como formó parte del cordón que recibió al Sup Marcos y a la Otra Campaña en la comunidad mixteca del Charco, donde otros compañeros de la organización perdieron la vida victimados por los guachos. Cayetano hijo recuerda como sudoroso, tembloroso tomó el micrófono, miró a los compañeros y compañeras de la Otra Campaña y explicó como sus comunidades luchan y construyen el poder popular.
Al día siguiente, martes 17 de octubre, Cayetano padre e hijo emprenden de nuevo el camino, cuando llegan al caserío ven con alivio que los guachos se han ido, comienza el recuento de daños y despojos. Junto a unos árboles de guayabo, lastimados por los infames machetes de soldado, encuentran una mochila militar, Cayetano padre corre a la casa, saca una ánfora con petróleo, rocía la mochila y le prende fuego, él no quiere saber nada del ejército federal. Después miran la trilla que dejaron los pelotones y observan que salieron rumbo a las comunidades mixtecas.
Días de lluvia.
Ha pasado una semana, es ya 25 de octubre, toda la noche llovió recio y se acercan los días en que se rinde culto a los ancestros. Manuela y Cayetano están cortando flor de muerto en su parcela, la flor anaranjada ha de servir para darle vida y color a los altares, para brindarle respeto a los hijos perdidos que descansan en el campo santo.
En casa Israel arrastra un camioncillo de plástico azul, le hace dar de tumbos, las maniobras son difíciles, pues el cochecillo carece de llantas, al igual que Israel carece de pantalones y zapatos. Por otro lado Alejandrina y Fidelina tortean bolitas de barro y asemejan hornear galletas en unas latas oxidadas; ellas y su hermano esperan a sus padres, se han quedado solas en la casa.
Cuando el camión sin llantas baja una pronunciada pendiente y gira bruscamente a la izquierda topa inesperadamente con las botas de un soldado, Israel sube la cabeza y mira como el guacho le apunta con el arma, él no sabe que hacer, solo dirige sus ojos vidriosos a su hermana, Fidelina ya rompió en llanto y Alejandrina la abraza. Los soldados buscan desesperadamente algo, nerviosos levantan trastos y bultos de maíz, quizá buscan la mochila quemada o tan solo son ganas de chingar. Entran a la solera de la casa y se asoman por las rendijas de la puerta de madera, Alejandrina carga a la más pequeña, se arrima a un lado de Israel y se arrinconan a la pared de adobe, los dos más pequeños lloran, un soldado se acerca apuntándoles con el fusil de asalto y le pregunta a la mayor: ¿dónde está tú papá?
Alejandrina no contesta solo cierra los ojos, los aprieta y comienza a llorar. Los soldados rodean la vivienda, buscan un rato más y se van sin haber encontrado absolutamente nada. Manuela y Cayetano vienen ya bajando con la flor, a lo lejos miran un grupo de al menos cuarenta guachos que vienen de su casa, ambos se quedan inmóviles, dejan que se vayan, tiran la flor y emprenden el trote, al llegar encuentran a sus hijos apretujados en un rincón.
Más tarde la hija mayor les cuenta lo que paso, Cayetano está decidido a bajar al centro de Barranca para decirle al comisario que él ya no aguanta más, que formen una comisión y bajen a la cabecera de Ayutla para denunciar a la Otra Campaña y a los medios de comunicación lo que le están haciendo a su familia y a toda la comunidad. La lluvia regresa a la montaña, hoy será mejor que ya no salga, todavía pueden regresar, mejor saldrá por la mañana.
Encuentro con Paulino
Ha pasado un día más, la lluvia no quiere calmarse, ahí va Cayetano bajando al centro de Barranca Guadalupe mientras va pensando que a ver cuando hay Asamblea de la organización, el no falla, que cuando hay curso de historia, que esa si le gusta porque lo mira como era antes y como es ahora, que es casi igual, que hay que luchar hoy como antes, que si Lucio Cabañas, que si Zapata, que si Villa, que esos si eran chingones se repite a si mismo.
Termina la vereda y entronca al camino real, ahí mira que viene un compañero, lo espera mientras arranca una espiga de zacate y comienza a juguetearla entre los dietes. Es el compañero Paulino y trae cara de preocupación, esta afligido. Cayetano le saluda, comienza a caminar el sendero, Paulino le cuenta que el día 23 de octubre salió de su casa a buena hora de la mañana, a trabajar en la reparación de la cerca de su huerta y ahí se encontró a su papá, que ya estaba trabajando, que como buen hombre mayor sale muy temprano al campo. Cuenta como él y su padre se detuvieron a tomar chilate (bebida de cacao) y se sentaron junto a un árbol, que desde ahí se mira bien los caseríos que están más abajo, que desde ahí vio como llegaron a su casa unos 40 guachos portando armas largas y vestidos con uniforme pinto y que inmediatamente rodearon su casa.
Paulino continua su relato, platica que unos 10 militares se acercaron a la puerta de la casa, donde el campesino tiene una tienda de abarrotes, y le dijeron a su esposa, Guillermina, que les vendiera refrescos, pero como su mujer no sabe hablar español no les contestó. Por esa razón los guachos se enojaron y el mando militar comenzó a gritar: "¡yo soy comandante, contésteme!", "¿si no quiere vender, entonces para que tiene una pinche tienda?". Guillermina al verle tan enojado tuvo miedo y le contestó en su idioma me'phaa diciendo: "no le entiendo bien y no les voy a vender refrescos, váyanse de mi casa".
El supuesto comandante, al no entender el idioma mepha`a, volvió gritarle a Guillermina, que no entendió. Después el militar saco una lista con nombres y se la puso en la cara, Guillermina replicó en me'phaa que no sabe leer y no podía leer los nombres que estaban ahí escritos. Ante la imposibilidad de los militares para entender entraron en la casa, ahí permanecieron una hora y al salir se instalaron en los alrededores.
Ante la presencia de los soldados, Paulino Felipe Rafael y su papá ya no pudieron regresar a su casa, Paulino y su padre se fue a refugiar a la casa de su vecino, quien les dijo que los militares eran del 48 Batallón de Infantería de Cruz Grande. Desde su refugio, como a eso de las 5 de la tarde, vieron que los militares se retiraron y una hora después pudieron regresar a su casa para ver lo que había pasado y cómo estaba la familia.
Mientras Cayetano mira el sendero lodoso que los ha de llevar al centro de Guadalupe, Paulino le dice que ese día se fue con su esposa a la casa de su tío Raymundo, a comentarle que habían llegado los militares y que rodearon su casa todo el día, y le pidió que avisara a los otros compañeros de la organización porque creía que los militares les iban hacer algo, luego paso a casa de sus suegros donde dejó a su esposa y el se fue con su papá. Al día siguiente, 24 de octubre, salieron de nuevo a trabajar y a vigilar su casa desde la huerta, cuenta que como a las 11 de la mañana vio que los militares volvieron a rodear su hogar, y ahí estuvieron hasta las 3 de la tarde. Le narra Paulino a Cayetano que ahí estuvo agazapado junto con su papá, que ahí se estuvieron como cuatro horas con el temor de que los militares los encontraran y les hicieran daño. Que por eso hoy quiere ver al comisario para denunciarle los hechos.
Día de muertos.
Las veladoras se consumen en el campo santo, en medio está la cruz mayor cargada de coronas de xenpaxochitl, la flor de muertos. A la izquierda entre collares marchitos y nuevas coronas esta la tierra aún abultada donde reposa el principal Fortunato, en la cabecera una pequeña cruz de maderos es acompañada por dos cirios. Hoy es primero de noviembre, durante la noche los cantos milenarios a los ancestros replicaron hasta el cerro de tigre, ahora la bruma comienza a levantarse en la sierra de Ayutla. En cada hogar de las barrancas hay un pequeño altar, en la escuela del Charco han sido renovadas las guirnaldas en honor a los caídos.
Hoy es día de compartir con los seres que se extrañan, que están y no están, los que fueron y son la historia y la lucha de su pueblo. Hoy es día de estar tranquilo, de subir pasado el medio día al campo santo y comer con la familia una naranja o un maracuya junto a los sepulcros. Sin embargo, no habrá descanso en las barrancas.
Don Leopoldo y su familia están en la cocina, todos y todas se apiñan junto al fogón de piso, hace frío, comparten un café caliente y galletas de animalitos, los hijos más pequeños se pegan a las faldas de su madre. La paz de este hogar es interrumpida, el potente motor de una tanqueta Humer con matrícula 0804147 se filtra por las rendijas del adobe, a bordo del vehículo vienen seis elementos del ejército federal, los comanda el Teniente Torres que pertenece al campo militar número uno, vienen de la capital.
La zozobra hace presa de la familia, los militares se han parado frente a la casa, uno de ellos saca un aparato pequeño, como una calculadora y empieza a dirigirlo en diferentes direcciones, parece que desea ubicar algo. La familia ha escuchado que hay máquinas que se comunican con satélites y que te pueden espiar y piensan que a lo mejor es eso. Andrea sale de la cocina, entra en la casa y hurga dentro de una caja de cartón donde guarda sus pertenencias más valiosas, busca desesperada, por fin encuentra lo que busca. Ahora, con cuidado, saca de la caja una cámara de video, esta le fue entregada por su labor como promotora de derechos humanos.
Mientras tanto, fuera de la casa los militares, con sus uniformes camuflados, intentan penetrar en el solar, Don Leopoldo les cierra el paso, el Teniente detiene su paso, le pregunta con un tono de voz despectivo y autoritario: "?cuál es tú nombre?"; al tiempo que revisa una libreta. En ese momento sale de la casa Andrea con la cámara y comienza a gravar la escena.
Los militares, al darse cuenta que eran grabados, se molestaron y alzando la voz preguntaron porque los estaban filmando. Andrea replica, sin sus dientes, que se vayan a sus cuartes, que no tienen nada que hacer en el pueblo, que la constitución dice que ahí deben estar en tiempo en tiempo de paz y que si hay guerra que lo digan. El teniente Torres contesta con ironía: "en los cuarteles ya hay muchos soldados, nosotros venimos a dar seguridad a ustedes, si estamos en el cuartel no podemos hacer cosas buenas, por ejemplo ?dice el teniente- hoy que veníamos para acá una camioneta estaba atorada en el lodo y nosotros la jalamos con nuestro carro, si no salimos pues no podemos hacer esas cosas buenas". Evidentemente el teniente ha bajado el tono de su voz y sus intenciones ante la insistente cámara que le apunta, ¡carajo! hoy no tenemos manos libres, piensa el teniente muy adentro.
Las cuatro escoltas que cargan los fusiles de asalto G-3 se retiran para no ser captados por la cámara, otro saca una cámara y comienza la guerra de imágenes, un tercero regresa desarmado, pero con una lista de nombres. Mientras tanto Don Leopoldo medita las palabras del teniente y se atreve contradecirle: "Si hacen cosas buenas por qué hay mujeres violadas, por qué destruyen nuestras milpas y huertos. Si quieren hacer algo bueno váyanse a su cuartel y de paso le dicen al gobierno que repare los caminos y así ya no tienen que sacar carros". El teniente insiste en que hacen cosas buenas, labores de seguridad, que solo andan de visita, que los niños les saludan en los caminos, que bueno, hasta termina por invitarles a comer.
La discusión se alarga, los indígenas mepha´a no seden, les asiste la razón; los militares se burlan con sus respuestas, les asisten las armas. Sin embargo la situación da un vuelco, los dos hijos mayores de Don Leopoldo han visto la escena desde sus casas y han bajado para apoyar a la familia. Están jóvenes y bien curtidos por los duros trabajos que demanda el campo, sus ojos de obsidiana se clavan en los guachos cual vil navaja, la situación se tensa, ellos exigen a los militares que se vayan. Los soldados miran a su alrededor la gente ya comienza a salir de sus casas, y ellos hoy no vienen de a doscientos o trescientos, solo son seis y en una cámara quedará registrado el testimonio de lo que hagan. Minutos más tarde se escucha el ruido de un motor de militares que baja por la montaña.
Ese día por la tarde.
La gente ha regresado del campo santo, se han reunido en asamblea, ahí están Cayetano, Manuela, Andrea, Doña Teresa ? Vicente, Mateo, Victoriano ? Leopoldo, Paulino, el comisario ? en fin, está todo el pueblo concentrado. La voz del pueblo dice: "ya no soportamos a los guachos, vamos a denunciarlos, ya no vamos a dejarnos, a la otra los sacamos". Cuando en esa estamos llegan Jesús, Pedro y Victoriano del Progreso, compañeros del pueblo hermano, uno de ellos viene con el ojo morado y un brazo sangrando, han sido atacados por un grupo paramilitar? pero está, está es otra historia que luego les contamos.
Así es compañeros, compañeras como nos ha estado pasando, estas historias nos muestran que a pesar de lo que marca la constitución y de nuestros derechos como pueblos reconocidos en diferentes tratados internacionales, en los Acuerdos de san Andrés y a pesar de las diferentes recomendaciones de los relatores de la ONU para evitar la militarización de nuestros territorios indígenas, el Estado Mexicano de manera sistemática los ignora en nuestras tierras, mientras que a nivel internacional simula un compromiso con la causa de los derechos humanos y con los pueblos indígenas.
El ejército federal, los cuerpos policiacos y los grupos paramilitares, son para el Estado Mexicano las herramientas idóneas para implementar una guerra de extermino en contra de los pueblos organizados. Esta situación se traduce para nuestras comunidades en graves violaciones a nuestros derechos humanos como masacres y ejecuciones extrajudiciales (El Charco), detenciones arbitrarias, violaciones sexuales, allanamientos de morada y torturas, que son producto de una estrategia gubernamental implementada en Chiapas, Guerrero y Oaxaca para evitar la construcción del poder popular y la construcción de la autonomía. Es una estrategia para golpear a la población que reivindica sus derechos y al mismo tiempo generar una espiral de confrontación y de desgaste que derrote nuestras utopías.
Sin embargo, les decimos a todas y todos los que son compas que son de abajo y a la izquierda, que nuestras nuestra palabra -aunque es sencilla y mezclada con nuestro dolor y sufrimiento- busca descubrir la guerra silenciosa que nos hacen los malos gobiernos solo por nuestra decisión de construir con dignidad la fuerza y el poder de nuestros pueblos. Los pueblos indígenas no merecemos este destino, debemos ser tratados con respeto y debe garantizarse nuestro derecho a la libre autodeterminación y a la autonomía.
Organización del Pueblo Indígena Mepha´a.
Coordinadora Costa Chica-Montaña.
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