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26.9.06 

Articulos de Opinion 26-9-06

EL GENOCIDIO LLAMA DOS VECES
Por Alfredo Grande
( Medico Psiquiatra. Psicoanalista. Profesor Universitario.
Escritor.Miembro de la Dirección Nacional de la Liga Argentina por los Derechos
del Hombre).


La experiencia de los sobrevivientes del Terrorismo de Estado se
encuadra dentro de las llamadas situaciones límites. Limite entre la vida y lamuerte. Y no me refiero solamente a la muerte entendida desde la biología,sino muy especialmente la muerte de los vínculos familiares y de amistad,los proyectos vitales, las convicciones mas profundas. Muerte incluso del denominado sentimiento de autoestima, que es vital para sostener lacontinuidad de la dignidad de la vida.

El Terrorismo de Estado es terror y es Estado. Combinación letal porque desaparece la función de terceridad que supuestamente éste debería ejercer en los enfrentamientos entre particulares. El Estado Genocida demuestra que esa función era en el mejor de los casos ilusoria, en el peor directamentealucinatoria.

Las víctimas sobrevivientes del Terrorismo de Estado tienen diversos
mecanismos para compensar el sufrimiento soportado. Deben enfrentarse con el perverso mecanismo construido por la cultura represora denominado "culpa del sobreviviente". Esta situación en modo alguno es natural e inevitable.
Es una forma de continuar el terrorismo de estado por otros medios. Ahora, como mortificación interna. Si el sobreviviente, es decir la víctima tiene culpa, el victimario tiene una dispensa que no le corresponde.

La situación político institucional actual es adecuada para la
elaboración de esta culpa del sobreviviente. Se ha podido visibilizar nuevamente al represor sin la piel de cordero que las leyes de la impunidad le habían otorgado. Pero la cultura represora no va a permitir que puedan vivir en pazaquellos que lograron escapar de la trampa fascista de la desaparición forzada de personas. Si no hay culpa, entonces el mecanismo elegido es actualizar el terror. Actualizar el castigo. Actualizar el sufrimiento.
Y la forma de lograr es tan inesperada cuanto cobarde. Los mismos juicios que buscan el castigo de los máximos responsables de la masacre y exterminio, se convierten en laberintos temporales. De ellos tampoco se puede salir, porque una y otra vez la victima se re- encuentra con los inicios de la pesadilla.
Parecía que finalmente se había despertado, y que las vigilias
democráticas iban a estar exentas de terrores y temores. Pero con absurdas e inconducentes pruebas testimoniales, para probar lo que ya está históricamente probado, la victima vuelve a encontrarse con la víctima que fue, y que gracias a este perverso mecanismo, nuevamente vuelve a ser.

Entonces no se trata que la víctima recuerde. Por el contrario: es una forma perversa de actualizar el insoportable trauma que prolongó la muerte en vida durante un cautiverio cruel, degradante, hasta el límite de lo no soportable. Entonces pienso que se trata, una y otra vez, de otro efecto de la nefasta teoría de los dos demonios. Castigo para el victimario y castigo para víctima. Diferentes castigos, naturalmente. Los tiempos actuales no permiten que los jerarcas de la muerte puedan seguir disfrutando de la indulgencia de los mansos. Pero no hay nada que autorice a que las victimas, que deben ser, al decir de los letrados, el mas preciado bien a tutelar, porque ellas son la memoria del horror, sean traumatizas una vez mas.
Es cierto: lo han sido muchas veces. Pero no abusemos más de la capacidad de resistir de las cigarras.

Me opongo a esta forma de conseguir testimonios y pruebas. Todavía es posible que las victimas reparen en alguna medida el ataque a la salud que padecieron. No hay poder sobre la tierra que debiera obligarlas a repetir la pesadilla. Re victimizar a la víctima es otra trampa de la cultura represora que a todos nos compete destruir.



La organización que Bush califica de "terrorista": ¿Qué es Hezbollah?
x Jon Van Camp
Fuente: La Haine

Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre] Al evitar con éxito que Israel alcanzara sus objetivos en su ataque de este verano, Hezbollah ha dado un ejemplo de resistencia que podría inspirar otras luchas en Oriente Próximo, luchas que abran camino para que enraíce y crezca una alternativa laica de izquierda
Israel la califica de organización "terrorista" y "extremista". George Bush dice que es un instrumento de Irán y afirma que ha "matado a más estadounidenses que cualquier otra organización terrorista salvo Al-Qaeda."
Pero los líderes gubernamentales que intentan destruir a Hezbollah no son los únicos que lo condenan. Tanto Human Rights Watch como Amnistía Internacional han acusado a Hezbollah de violación de los derechos humanos, y Robert Fisk, el periodista del Independent que ha ayudado a revelar los peores crímenes israelíes y estadounidenses en Oriente Próximo, dice que Hezbollah "ha provocado la última guerra" en Líbano, y es responsable de "haber ocasionado una catástrofe a sus correligionarios."
No obstante, Hezbollah ha conseguido un apoyo creciente en Oriente Próximo, que trasciende a sus bases chiíes en Líbano...por la sencilla razón de que, en palabras de Aijaz Ahmad en la revista Frontline de India, " es la única organización que, por medio de la resistencia armada, ha obligado a los israelíes a abandonar un territorio capturado por el Estado judío."
¿Qué clase de organización es Hezbollah y cómo debería considerarla la izquierda?
Hezbollah surgió de un Líbano fracturado por la guerra civil. La región de Líbano ha tenido siempre en su seno varias comunidades religiosas, pero los colonialistas franceses que controlaron la zona favorecieron a la comunidad cristiana maronita que se convirtió en la más poderosa de ellas una vez constituido el Líbano.
De acuerdo con los términos del pacto de 1943, a los maronitas les correspondía la presidencia del Estado, y se concedía a los cristianos una mayoría de escaños en el Parlamento. El cargo de primer ministro se reservaba para un musulmán sunní, y a los chiíes- que pronto se convirtieron en el sector mayoritario de la población- se les dejaba el menos relevante puesto de presidente del Parlamento.
Los dirigentes maronitas fueron tradicionalmente pro-occidentales y pro-israelíes, mientras que los líderes musulmanes se sintieron cada vez más influenciados por el nacionalismo árabe. Esas tensiones fueron la causa de la guerra civil que se produjo, con mayor o menor continuidad, desde 1975 hasta 1990. Israel y Estados Unidos apoyaron a la derecha concentrada en torno a las falanges cristianas.
En 1978, Israel tomó una franja del territorio del sudeste del Líbano y, cuatro años después, lanzó una invasión a gran escala, con el objetivo de instalar un gobierno cristiano de ultraderecha y echar a los militantes de la Organización para la Liberación de Palestina establecidos en el país.
Estados Unidos envió a los marines como parte de una fuerza internacional para supervisar la retirada de la OLP, fuerza de "paz" que comenzó a intervenir cada vez más a favor de la derecha libanesa y de las fuerzas de ocupación de Israel.
Durante el conflicto, la comunidad que más sufrió fue la chií- para entonces, la más numerosa de las comunidades religiosas de Líbano- que totalizaba el 40 por ciento de la población, y la más pobre, habitante de las chabolas de los suburbios del sudeste de Beirut y de los pueblos de la zona directamente expuestos a los ataques de Israel y sus invasiones.
En 1982, surgieron varios grupos armados chiíes- muchos de ellos con financiación y entrenamiento a cargo del nuevo gobierno islámico de Irán llegado al poder tras la revolución iraní de 1979, que trataba de extender su influencia en Líbano entre las diversas fuerzas rivales de la guerra civil. A las milicias apoyadas por Irán, aunque débilmente vinculadas entre ellas, se las conoció en conjunto como Hezbollah, en árabe, el "partido de Dios".
Las milicias chiíes se comprometieron en ataques a pequeña escala pero de efecto devastador, entre ellos la bomba contra la embajada estadounidense y el camión bomba contra los cuarteles de los marines de octubre de 1982, que causó 241 muertos. Ataques que llevaron a Ronald Reagan a ?largarse? y retirar las tropas del Líbano.
En 1985, los dirigentes de la Chía anunciaron la creación de Hezbollah en una "Carta abierta dirigida a los oprimidos del Líbano y al mundo entero." Aunque principalmente asociado al respaldo que recibía de Irán, Hezbollah continuó luchando para conseguir influencia entre los chiíes libaneses, y tuvo enfrentamientos militares con el grupo Amal (más moderado), formado en los años 1970.
No obstante, rápidamente, se convirtió en la principal fuerza de resistencia militar contra la ocupación del sudeste de Líbano. Los atentados de Hezbollah recurrieron a camicaces pero, a lo largo de los años 1980, cada vez más, se inclinaron a las operaciones guerrilleras encaminadas a ocasionar daños a las fuerzas de ocupación israelíes. A Hezbollah se le atribuye el haber obligado a Israel a retirarse de Líbano en 2000.
A partir de 2000, Hezbollah continuó llevando a cabo operaciones militares para presionar a Israel con el fin de que abandonara Shebaa Farms- la última zona del territorio libanés ocupado por Israel-, defenderse de las repetidas incursiones y provocaciones israelíes y conseguir la liberación de prisioneros libaneses retenidos por Israel. Su incursión del 12 de julio, que el gobierno israelí tomó este verano como pretexto para la guerra, ha seguido esa pauta.
Al contrario que la campaña de bombardeos de Israel, Hezbollah, principalmente, tomó como objetivos a las fuerzas militares israelíes. La mayoría de las víctimas israelíes durante el ataque fueron soldados, mientras que la inmensa mayoría de los libaneses muertos por los misiles y bombas israelíes fueron civiles inocentes.
Hezbollah es un partido político que dirige una red de escuelas, hospitales y otros servicios sociales en los que mucha gente confía para llenar las lagunas de los servicios que el gobierno libanés no proporciona. Asimismo, controla una serie de empresas, entre otras, panaderías, bancos, fábricas y ropa de línea islámica, así como una televisión por satélite y una emisora de radio.
Hezbollah organizó la ayuda humanitaria para el sudeste de Líbano tras los bombardeos israelíes de 1993 y 1996 y en la actualidad ofrece dinero para alquileres y mobiliario a todos aquellos que han perdido sus hogares en los bombardeos de este verano.
A principios de los años 1990, Hezbollah tomó la decisión de participar en la política oficial, ganando por primera vez escaños en las elecciones al Parlamento de Líbano en 1992. Hoy, la organización tiene 12 diputados y dos ministros en el Gobierno.
Dirige un grupo parlamentario en el que se encuentran otras fuerzas políticas, entre ellas partidos laicos y no musulmanes. La lista de candidatos de esta coalición para las elecciones de 2005 incluía no sólo a chiíes sino a cristianos, sunníes y drusos.
Hezbollah recibe apoyo y ayuda- también militar- de Irán y Siria pero no es una marioneta de sus gobiernos tal como afirma la administración Bush.
Si bien es cierto que Irán tuvo una influencia decisiva durante los primeros años de Hezbollah, la organización desde entonces ha desarrollado su propio consejo y estructura de mando que son elegidos para la toma de decisiones políticas y militares. Según un informe, hecho público después del alto el fuego, del analista Anthony Cordesman "ningún oficial en activo u otros funcionarios militares cree que Hezbollah haya actuado a las órdenes de Irán o Siria."
En general, chiíes y no chiíes y la mayoría de la sociedad libanesa consideran a Hezbollah una organización legítima de resistencia nacional. Incluso antes de la guerra de este verano, un estudio del Center for Strategic Studies revela que las tres cuartas partes de los cristianos libaneses- la tradicional base de la derecha- identifican a Hezbollah como un grupo legítimo que se enfrenta a la agresión israelí.
Algunos en la izquierda se centran en los vínculos de Hezbollah con el fundamentalismo islámico para minimizar su importancia política- por ejemplo, en una reciente carta dirigida a Socialist Worker, que despacha a Hezbollah como un "movimiento parecido a nuestra propia derecha fundamentalista."
Pero el islamismo de Hezbollah debe entenderse en su especificidad. Por ejemplo, aunque asume prejuicios contra las mujeres, predominantes en el Islam (y en la cristiandad, de hecho), la ideología chií de Hezbollah no es tan reaccionaria como la de los wahhabíes del Afganistán Talibán o la de los gobernantes de Arabia Saudí. Las mujeres dirigen muchos de los servicios sociales de Hezbollah si bien están excluidas de la dirección política o militar.
Hezbollah está en contra de la homosexualidad, algo común a muchas corrientes del islamismo, y algunos de sus líderes se han servido de eslóganes anti-semitas al explicar su oposición a Israel.
Pero por otra parte, al contrario que sus patrocinadores de la dirección política iraní, Hezbollah no tiene como objetivo la constitución de un Estado islámico, al menos en Líbano. El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah ha afirmado que "Líbano es un país plural, no es un país islámico." Lo que explica porqué Hezbollah ha podido ganarse un apoyo más amplio que el de su base chií, no sólo entre los libaneses sino en todo Oriente Medio. El principal atractivo de Hezbollah se basa en su decisión de plantar cara a las agresiones de Israel y al imperialismo estadounidense, y no en su ideología islamista y en los aspectos retrógrados de su programa social y político.
Al evitar con éxito que Israel alcanzara sus objetivos en su ataque de este verano, Hezbollah ha dado un ejemplo de resistencia que podría inspirar otras luchas en Oriente Próximo, luchas que abran camino para que enraíce y crezca una alternativa laica de izquierda.
Socialistworker, 22 de septiembre de 2006



Invasores de fronteras
x Mike Davis
Fuente: La Haine

El viajero que pasa hoy de Tijuana a San Diego se ve inmediatamente sacudido por las chillonas palabras de una enorme valla publicitaria: "¡Paremos la invasión de la frontera!" Promovido por el furibundo grupo anti-inmigración de los Minutemen y sus escuadrones de vigilantes, el mismo truculento eslogan hiere a quienes tratan de cruzar otros pasos fronterizos en Arizona y Texas.
Los Minutemen, que en alguna ocasión han sido definidos burlonamente como payasos armados, se han convertido en altivas celebridades del conservadurismo de base que controlan las principales estaciones de la llamada AM hate radio, así como los más encendidos sitios de la blogosfera de derechas. Tanto en el interior del país como en los estados fronterizos, los candidatos republicanos pugnan desesperadamente para ganarse su simpatía. Con un electorado alienado ante el espectáculo de las carnicerías de Bagdad y de Nueva Orleáns, el llamado Peligro Oscuro se ha convertido de golpe en el deus ex machina republicano para mantener el control del Congreso en las elecciones de noviembre.
Los titubeos del Partido Republicano en el ejercicio de su hegemonía, asentada durante demasiado tiempo en las cenizas del 11 de septiembre y en las armas imaginarias de Saddam, plantean la necesidad urgente de que aquél busque nuevas vías para hacerse con el control de los suburbios. Nunca desde que Kofi Annan consideró el envío de sus helicópteros negros para atemorizar Wyoming se había vivido una amenaza para la República tan clara e inmediata como la que supone la formación del siniestro ejército de aspirantes a matones que ha sido dispuesto a lo largo de la ribera del Río Grande.
A tenor de lo que vociferan todos estos demagogos, deberíamos asumir que las torres gemelas fueron derruidas por devotos de la Virgen de Guadalupe o que el español ha sido designado como la lengua oficial de Connecticut. Tras el intento fallido de barrer el mal del mundo a través de las invasiones de Afganistán y de Irak, los republicanos, con el apoyo de ciertos sectores del Partido Demócrata, proponen ahora que nos invadamos a nosotros mismos enviando a los Marines y a los Boinas Verdes, junto con la Guardia Nacional, a los hostiles desiertos de California y de Nuevo México, donde parece que la soberanía nacional se halle en un brete.
La distinción entre nativos e inmigrantes ha sido y es fuente de fanatismo y punto de arranque de estrambóticas y surrealistas caricaturas de la realidad. Y es que lo irónico del caso es el hecho de que sí que existe algo que podría ser denominado como una ?invasión de la frontera?, pero con la salvedad de que las vallas de los Minutemen se hallan situadas en el lado equivocado de la autopista.
Lo que pocas personas reparan, por lo menos fuera de México, es que, al mismo tiempo que todas esas niñeras, cocineros y empleados domésticos se dirigen hacia el norte para hacerse cargo del lujoso tren de vida de los airados republicanos, hordas de gringos se agolpan hacia el sur para gozar de sus espléndidas pensiones de jubilación en asequibles segundas residencias bajo el sol mexicano.
Sí: tal y como reza la inmortal expresión de Pete Wilson, "sencillamente, siguen viniendo". El Departamento de Estado Norteamericano ha estimado que, a lo largo de la última década, el número de estadounidenses que viven en México ha subido de 200.000 a un millón ?esto significa una cuarta parte del total de expatriados estadounidenses-. El reciente crecimiento espectacular de las remesas de Estados Unidos hacia México ?de 9.000 millones de dólares se ha pasado a 14.500 millones en sólo dos años- fue interpretado, inicialmente, como el resultado de una lucha eficaz contra el trabajo ilegal. Sin embargo, visto con mayor detenimiento, dicho fenómeno se explica por el auto-envío de dinero por parte de los estadounidenses para financiar sus casas y su estrenada vida de jubilados en México.
Pese a que algunos de ellos son ciudadanos que en su día obtuvieron la nacionalidad estadounidense y que ahora vuelven a sus pueblos y ciudades de nacimiento tras años y años de trabajo "al otro lado", el director general de FONATUR, la agencia estatal para el desarrollo del turismo, caracterizó recientemente al inversor medio en suelo mexicano como "un hijo del baby boom que ha saldado buena parte de su primera hipoteca y que empieza a percibir dinero heredado".
De hecho, de acuerdo con el Wall Street Journal, "estos cambios en la propiedad del suelo anticipan lo que será una auténtica ola demográfica. Con más de 70 millones de estadounidenses nacidos del baby boom, de los que se espera que se jubilen a lo largo de las próximas dos décadas, varios expertos predicen una enorme corriente migratoria hacia climas más cálidos y regiones más baratas. A menudo se trata de compradores que adquieren una propiedad inmobiliaria 10 o 15 años antes de su jubilación, propiedad que utilizan como segunda residencia o que, en algunos casos, ocupan durante la mayor parte del año. Los promotores, que construyen comunidades cerradas, edificios de apartamentos y campos de golf, cada vez sacan mayores beneficios de esta tendencia".
Por otra parte, el extraordinario incremento del valor de la propiedad inmobiliaria en los estados del sur y del suroeste de Estados Unidos confiere a los gringos un inmenso poder de influencia en la economía. Los sagaces hijos del baby boom no se limitan a preparar sus nidos para su eventual jubilación, sino que, cada vez más, especulan con las reservas de suelo mexicano, elevando el precio de la propiedad más allá de lo que se pueden permitir unos empobrecidos habitantes del país que, como consecuencia, se ven empujados hacia barrios insalubres o forzados a emigrar.
Al igual que ocurre en Galway, Córcega e incluso en Montana, el boom global de la segunda residencia está haciendo de la vida en bellos espacios naturales algo totalmente inasequible para sus residentes tradicionales. Muchos expatriados optan por establecerse en bien dispuestos refugios para estadounidenses como San Miguel de Allende o Puerto Vallarta; otros prueban en espacios más exóticos como la Rivera Maya, en el Yucatán, o Tulum, en Quintana Roo. Pero lo más interesante desde el punto de vista geopolítico es lo que está ocurriendo en la Baja California, ese vasto apéndice desértico de 1.000 millas pegado al paralizado estado-nación gobernado por Arnold Schwarzenegger, donde los agentes inmobiliarios se encargan de alimentar, a través de unos sitios web que vierten sin cesar hiperbólicos relatos, el fantasma de la amenaza que supone la inmigración ilegal.
Lo que en esencia está ocurriendo es que la Alta California está empezando a inundar la Baja California, en un proceso que puede hacer época si, libre de todo tipo de bridas, se completa y, así, consolida la intolerable marginalización social y la devastación ecológica que ya se avizoran en la última región verdaderamente fronteriza de México. Todas las contradicciones de la California post-industrial -desbocado crecimiento del precio del suelo en la zona costera, desarrollo suburbano incontrolado en valles interiores y desiertos, autopistas congestionadas y ausencia de medios de transporte de masas, crecimiento astronómico del uso de vehículos motorizados como forma de esparcimiento, etc.- no hacen más que anunciar la invasión de la maravillosa "península vacía". Para utilizar un término proveniente de un pasado negro pero no irrelevante, la Baja California puede convertirse en el lebensraum californiano.
De hecho, los dos primeros pasos hacia esta anexión informal ya se han realizado. En primer lugar, bajo la bandera del NAFTA, la California meridional ha exportado cientos de industrias contaminantes y de fábricas en las que los trabajadores se hallan altamente explotados a las zonas de maquiladoras de Tijuana y Mexicali. Asimismo, la Asociación Marítima del Pacífico, que representa los intereses de las mayores empresas navieras de la costa oeste, se ha coligado con corporaciones coreanas y japonesas para forzar la construcción de un enorme puerto-contenedor en Punta Coronel, 150 millas al sur de Tijuana, lo que supondría un importante debilitamiento del poder de las centrales sindicales de estibadores que operan en San Pedro y San Francisco.
En segundo lugar, decenas de miles de jubilados y veraneantes gringos se están apiñando a ambos extremos de la península. En el folleto publicitario de un reciente congreso celebrado en la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), se alardeaba de que, a lo largo de la costa noroccidental, de Tijuana a Ensenada, "se encuentran ya cerca de 57 urbanizaciones, lo que equivale a unas 11.000 casas o apartamentos cuyo valor conjunto se acerca a los 3.000 millones de dólares y que están enteramente destinados al mercado estadounidense".
Mientras, en el tropical extremo sur de la Baja California, otra nueva "Costa de Oro" se ha desplegado en la franja de 20 millas que une el Cabo San Lucas y San José del Cabo. De hecho, ?los Cabos? forman parte también de este archipiélago de cálidas urbanizaciones donde el crecimiento de dos dígitos de los valores de la propiedad inmobiliaria atrae capital especulativo proveniente de todos los lugares del mundo. Por su parte, los gringos de a pie pueden participar de los beneficios de este glamouroso casino inmobiliario de "los Cabos" adquiriendo y revendiendo sus hogares costeros o sus fracciones de los bienes poseídos en régimen de multipropiedad.
Pese a que los especuladores del Canadá occidental y de Arizona han dejado su imponente rastro a lo largo de toda la zona meridional de la Baja California, "Los Cabos" se han convertido también en el distrito turístico de Orange County, la región de donde proceden, precisamente, los grupos más violentos de Minutemen ?de ahí la enorme cantidad de registros de aviones privados en el aeropuerto local-. De hecho, parece que, para muchos acaudalados californianos del sur, no existe contradicción alguna entre fustigar la "invasión de inmigrantes" en presencia de los amigos conservadores de Newport Marina y, al día siguiente, volar hacia "los Cabos" para jugar al golf o salir al mar con sus kayak.
El siguiente paso de esta colonización tardía de la Baja California lo constituye la llamada "Escalera Náutica", un complejo de puertos deportivos y estaciones marítimas cuyo coste se estima cercano a los 3.000 millones de dólares y que será desarrollado por la FONATUR. Se trata de un complejo que permitirá adecuar en ambas costas inmejorables espacios para el establecimiento de todo un amplio conjunto de clubes de navegación.
Y, mientras, el "Show de Truman" ha alcanzado también la pequeña y pintoresca ciudad de Loreto, en la costa de la península que da al Golfo. La FONATUR ha unido sus fuerzas con una compañía de Arizona y con "nuevos urbanistas" de Florida para construir los "Pueblos de la Bahía de Loreto": 6.000 casas para ciudadanos de origen estadounidense expatriados en un régimen neo-colonial -un nuevo San Miguel de Allende para el Mar de Cortés, en otras palabras-. Los gestores del proyecto de Loreto alardean de que allá se encontrará lo último en diseño ecológico, a la vez que se explotará la energía solar y se restringirá el uso del automóvil. Sin embargo, al mismo tiempo el plan supondrá, en una sola década, un aumento de la población de Loreto de los 15.000 habitantes actuales a 100.000, lo que conllevará el mismo tipo de consecuencias sociales y medioambientales que se pueden observar en la insalubre periferia de Cancún y de otros centros turísticos de masas.
Uno de los elementos más apreciados de la Baja California lo constituye el hecho de que se hayan conservado los espacios todavía vírgenes que, han desaparecido por completo en el resto del oeste estadounidense. De ahí que los residentes locales, a la par que todo un movimiento ecologista indígena muy activo y convincente, trabajen para conservar este paisaje incomparable y para proteger el ethos igualitarista que pervive en las pequeñas localidades y pueblos pesqueros de la península. Sin embargo, la callada invasión de los hijos del baby boom procedentes del Norte podría destruir, en una sola generación, gran parte de la historia natural y de la cultura de la frontera de la Baja California. Los centros turísticos de masas y los suburbios neo-coloniales, así como la estrategia de desarrollo regional de la FONATUR, que se halla centrada exclusivamente en el turismo, aparecen como los últimos caballos de Troya del estadounidense Manifest Destiny.

Este texto aparecerá próximamente en www.Tomdispatch.com
Traducción para www.sinpermiso.info: David Casassas



Entrevista a Iñaki de Juana Chaos, preso político vasco hospitalizado en Algeciras

«Todas las medidas que han tomado han sido violentando mi voluntad» «El subdirector médico de la prisión ya me aclaró que no dejaría que pasara los 50 días»
Kaos. Paz para Euskal Herria (Gara) [23.09.2006 11:55]

Iñaki de Juana Chaos fue ingresado el pasado martes en el hospital de Algeciras y desde el miércoles recibe alimentación por vía intravenosa. GARA publica hoy una entrevista en exclusiva con el preso, fechada y datada el pasado 14 de setiembre en la cárcel de Algeciras, cuando el donostiarra llevaba ya 38 días sin ingerir alimentos. De Juana aclara en la entrevista que todas las medidas que los equipos médicos han tomado con él «y las que vengan» han sido realizadas contra su voluntad. No creo que tarden mucho». Así se refería De Juana la pasada semana a la posibilidad de que fuera alimentado «contra mi voluntad y a la fuerza». En esta entrevista, el preso donostiarra repasa su situación particular y la del Colectivo de Presos Políticos Vascos, resaltando que tras ella se esconde una estrategia política del Estado español.

¬El pasado 7 de agosto empezó una huelga de hambre indefinida. ¿Cuáles han sido las razones principales que le han empujado a ello?

Han sido cuatro: el convencimiento de que la jurisprudencia que se cree en este asunto afectará a todos los presos políticos y a la libertad de expresión y no sólo a mí; la seguridad de que no perjudico a nadie y que las consecuencias positivas serán para todos y las negativas exclusivamente para mí; la íntima necesidad de decir basta a tanta agresión; y exigir la excarcelación después de dos años cumplida la condena.

¬En vez de elegir otro modo de lucha, optó por la forma de protesta más dura...

Las formas de lucha de un preso son muy limitadas: chapeos, plantes, huelgas de hambre y alguna otra cosa puramente testimonial. Desgraciadamente, aunque también con muchas limitaciones, lo único que puede ser tomado en serio como denuncia y presión es poner tu vida en manos de la Administración. Y de cara al exterior es lo que más se entiende, precisamente por su dureza.

¬Lleva ya más de un mes sin comer. ¿Cómo ha pasado este tiempo?

Muy rápido, por la enorme motivación que tengo. Muy fuerte y animado. Físicamente, con el desgaste normal, pero sicológicamente con mayor convencimiento que cuando tomé la decisión.

¬La Audiencia Nacional española ordenó que fuera llevado a un centro hospitalario para ser sometido a diferentes pruebas, así como que sea alimentado incluso en contra de su voluntad. ¿Cuál es su opinión?

A día de hoy, 14 de setiembre, me han sacado al hospital las dos primeras semanas, a hacerme electrocardiogramas y diversas analíticas; pues me niego a ello voluntariamente para no colaborar con un equipo médico que es el mismo dispuesto a actuar contra mi voluntad y por la fuerza. Después de esas dos semanas, las pruebas me las están haciendo en prisión, pero siempre con el amparo que les da el auto de la Audiencia Nacional.

La AN ha dictado hasta ahora dos autos: uno del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria y otro de la Sala Primera de lo Penal. Ambos son para que me trasladen al hospital cuando quieran y me hagan todo tipo de pruebas.

Hasta ahora no han dictado el de la alimentación forzosa, pero ya han dicho que lo dictarán y no creo que tarden mucho, pues el mismo subdirector médico de la prisión me ha informado que de ninguna manera dejarán que pase de los 50 días sin alimentarme a la fuerza.

Tanto las medidas que han tomado hasta ahora como las que vengan están violentando injustamente mi voluntad, por mucho respaldo constitucional que tengan. No sólo tortura sicológica, por lo que supone de violación de tu voluntad, sino física, violación de tu cuerpo, porque lo hacen por la fuerza física. Además, estas medidas prolongan el sufrimiento pero no garantizan la vida, y mucho menos una vida sana y en condiciones.

¬Uno de los autos se justificaba en sus antecedentes médicos de «insuficiencia renal»...

A comienzos de los años 90, en la prisión de Salto del Negro se mantuvieron una serie de borrokas muy duras. Durante el año 92, participé en tres largas huelgas de hambre. Otros compañeros, Esteban, Tapia, Garratz... hicieron más que yo, antes y después de mi estancia allí.

En la tercera y última huelga de hambre que participé, a los cuarenta y tantos días tuve una insuficiencia renal grave. Me pusieron suero a la fuerza y me sacaron de urgencia de aquella prisión. Debí de estar fastidiado porque me acompañó un médico durante toda la travesía en barco y, luego, en ambulancia hasta la enfermería de la prisión de Málaga, donde me tuvieron mes y medio hasta recuperarme.

Como es sabido, cuando los riñones se paran la lesión es definitiva, pero los míos no llegaron a ese punto. Las lesiones fueron reversibles y me recuperé totalmente. Después de catorce años, Instituciones Penitenciarias ha desempolvado esta situación pasada y es el expediente médico que ha mandado a la Audiencia Nacional para justificar las medidas adoptadas con tanta celeridad. De aquí la redacción del auto.

Pero quiero dejar bien claro que en el momento de comenzar la huelga de hambre mi salud era perfecta, sin la más mínima enfermedad.

¬Ha demostrado una total determinación en seguir adelante con la huelga de hambre. ¿En qué basa la firmeza de su decisión?

En que es el único arma que tengo. No sé lo que sucederá en esta situación. Dependerá de diversos factores. Pero tengo la seguridad de que la otra alternativa es la cadena perpetua y la muerte de viejo en prisión. Prefiero pelear y se verá. En cualquier caso, luchar ya es ganar. Pero no quiero que esta decisión se tome como una medida desesperada, porque no lo es. Es un combate.

¬Desde que comenzó su protesta se han realizado muchos actos en las calles. ¿Qué valor tienen estos gestos de solidaridad? ¿Le llega el calor de la calle?

Sí. Me llega. Tienen muchísima importancia para mi estado de ánimo y para la posible, aunque difícil, resolución de esta si- tuación.Estoy inmensamente agradecido. Pero también soy consciente de que, como debe de ser, sólo una pequeña parte es por mí. La solidaridad es con todos y todas los encarcelados políticos y con todo represaliado por sus ideas. Lo que sucede es que mi situación es una de las más llamativas, porque escandalosas son todas. Y en este momento parece que ha sido un revulsivo ante el hartazgo de tanto inmovilismo y agresión.

¬Hasta ahora se han sucedido los ataques contra el Colectivo de Presos Políticos Vascos y sus condiciones de vida. ¿Qué lectura realiza de esta situación y cómo ve al conjunto del Colectivo?

Yo no soy quien para opinar del Colectivo en su conjunto. Eso sólo lo pueden y deben hacer los compañeros nombrados oficialmente como representantes de todos los presos y presas políticos vascos.Además, sinceramente, sería un atrevimiento por mi parte contestar a esto porque, aunque parezca extraño, no lo sé. Me refiero a que, después de la dispersión, casi siempre he estado en departamentos de aislamiento con un número limitado de compañeros, así que sólo sé lo que piensan unos pocos.

Particularmente, creo que el Estado hace años, y especialmente los tres últimos, lo que hace es llenar el saco de los rehenes; para luego, si llega el caso, ir desatándolo poco a poco, con cuentagotas. Y dilatar durante años, manteniendo el chantaje, cualquier proceso de resolución del conflicto.Vender como gestos de generosidad los mismos pasos represivos que había dado y, después de años, llegar a la misma situación en la que estábamos hace quince.

Pero, sin hablar en nombre de nadie, lo que sí sé, como cualquier observador, es que el Colectivo ha resistido todo tipo de agresiones desde hace casi treinta años, y las seguirá resisitiendo.

¬En su caso se han utilizado dos artículos de opinión para reclamar una nueva condena de 96 años...

Pero por lo primero que no me soltaron fue porque anularon resoluciones judiciales firmes relativas a redenciones por estudios. Cuando esto no les daba más juego porque estaba creando incluso contradicciones entre los jueces, y todavía no estaba la «doctrina Parot» del Tribunal Supremo, se sacaron lo de los artículos. Lo que hiciera falta para llenar el saco. Que no salga nadie. O, al menos, que no salga nadie que no quieran que salga.

¬Ultimamente, responsables políticos e institucionales vascos han hecho declaraciones pidiendo la repatriación o, al menos, el acercamiento. ¿Cómo entiende estas manifestaciones?

Como fuegos de artificio.Pura hipocresía. Porque se quedan en declaraciones, los hechos no corresponden. No toman medidas efectivas que den credibilidad. Además, no hay que olvidar que todos esos responsables políticos son copartícipes de la dispersión, del sufrimiento, de las muertes, en la cárcel y de familiares y amigos, de los accidentes, de las cargas económicas...

La única que siempre ha estado al lado de los presos y presas ha sido la izquierda abertzale, y no hay que olvidarlo ni distraerse con palabrerías. Lo que sucede es que, en una actitud de inmensa indignidad, una más, todos esos responsables políticos buscan una posible capitalización política del futurible hecho de que algún día se produzca la repatriación.

¬¿Tiene esperanzas de que la presión popular consiga algo de cara al Colectivo?

Particularmente, de los dirigentes españoles no espero nada más que represión. Tampoco de los colaboracionistas vascongados y navarristas. Como siempre, la izquierda abertzale deberá afrontar los problemas y resolverlos en solitario y con sus propias fuerzas. Como siempre, luchando y sacrificándose. Luchar y rebelarse es no dejarse asimilar. Es resistir. Y a la larga vencer.