Articulos de Opinion 21-9-06
¿Terrorismo israelí en Buenos Aires?
José Steinsleger
La Jornada
En Argentina vive una de las comunidades judías más importantes del mundo. La tercera, después de Estados Unidos y Francia. No todos los judíos argentinos son creyentes, y tampoco resultan ni más ni menos tolerantes que el resto de la población. Pero casi todos sienten tanto o más orgullo de su argentinidad que Jorge Luis Borges, aquel híper-argentino que detestaba ser argentino.
Sin los aportes de la cultura judía, Argentina sería un país menos rico y comprensible. Pensadores y empresarios, artistas y poetas, sindicalistas y revolucionarios, académicos y científicos de origen judío forjaron el "ser nacional" de los argentinos, cabalmente entendido. Es decir, fusionado con el de los pueblos nativos y el de los europeos que a finales del siglo XIX arribaron al río de la Plata.
El grueso de los inmigrantes europeos en Argentina guardaba ideales progresistas. Los judíos no fueron excepción. Quienes fundaron la Chevra Kedusha Ashkenazi (1894, embrión de la Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA) eran mayoritariamente judíos anarquistas y socialistas que en Europa luchaban contra las tiranías.
Por gravitación natural o determinismo clasista, aquellas ideologías emancipadoras chocaron con los sacerdotes de la "hispanidad", el "racismo científico", el clericalismo hostil a "bolcheviques, liberales, ateos y masones", y esa perla funesta de los "valores de Occidente", el antisemitismo doctrinario (antijudaísmo) cocinado en Inglaterra, Francia y Alemania.
Pese a ello, en 1935 se creó la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). En 1940 fue posible constituir la Vaad Hajinuj (red de escuelas judías) y luego, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1952), se inauguró la AMIA (1949). Institución de referencia socio-cultural de la comunidad judía (kheilá), la AMIA presta servicios sociales, organiza planes comunitarios, sepelios, posee una enorme biblioteca, archivos de la inmigración desde 1907 y bolsa de trabajo, no sólo limitada a los integrantes de la comunidad.
Ningún investigador o ciudadano argentino (judío o no, reaccionario o progresista) desconoce hoy el apoyo que Perón brindó a la DAIA y a la AMIA. En cuanto al manoseado "fascismo" de Perón, toda inquietud debería cruzarse con su antimperialismo distante de Washington y Moscú, política precursora del Movimiento de Países No Alineados (Bandung, 1955).
Así, mientras sólo algunos trostkistas argentinos conseguían interpretar el peronismo con lucidez, liberales, socialistas, cívico-radicales, conservadores y comunistas consultaban el Libro azul del Departamento de Estado (1945): Perón "fascista". No deja de ser curioso, entonces, que al empezar la guerra fría el nacionalismo de Perón (y no el comunismo) representaba el enemigo de Estados Unidos en Argentina.
Es verdad que en aquella época (y cuando la tragedia de la "solución final" era poco conocida) arribaron al país cientos de criminales de guerra nazis. Sin embargo, mientras los nazis entraban con pasaportes falsos vendidos por algunos funcionarios de la derecha peronista (y Washington los contrataba en su "lucha contra el comunismo"), decenas de miles de judíos se establecían cobijados por la Constitución peronista que, por primera vez, condenaba toda discriminación racial (1949).
Perón fue de los primeros "caudillos" (¿demagogos premodernos?, ¡ejem..!) que en los años de posguerra, y a despecho de Washington, estableció sólidos lazos con la Unión Soviética y reconoció la creación del Estado de Israel. Un hombre clave de esta historia fue muy cercano a Perón: el judío polaco José Ber Gelbard, primer presidente de la Confederación General Económica (CGE, 1950) y ministro de Economía del tercer gobierno peronista (1973).
En tanto, y conforme el Estado de Israel libraba sus guerras contra los árabes a cuenta de los "valores occidentales" (y muy en particular la Guerra de los Seis Días, 1967), los judíos argentinos revisaron enfoques e ideales. Algunos optaron por Caín, otros por Abel, muchos se fueron a Israel y una nueva generación se incorporó a las distintas organizaciones populares y revolucionarias de la época, dando la sangre y la vida por su patria real.
La DAIA se alineó con la gran burguesía argentina y el imperio. Y en la AMIA, los judíos de izquierda empezaron a ser mal vistos. Si en los regímenes militares posteriores al derrocamiento de Perón (1955) un judío marchaba a prisión, era torturado, desaparecido o asesinado, la DAIA guardaba silencio. Pero si las bandas de extrema derecha atacaban a una sinagoga, un periódico o una institución judía la DAIA ponía el grito en el cielo, o financiaba desplegados de prensa contra el "antisemitismo".
En los años del genocidio militar (1976-1983) y después, muchos judíos acudieron a la DAIA y la AMIA en busca de ayuda, justicia, solidaridad. Entonces, rabinos y dirigentes como Rubén Ezrah Beraja, especializados en machacar con los "4000 años de persecución", los consolaban diciendo: "¿Para qué remover el pasado?"
PARTE II
Los argentinos conocieron el lado tenebroso del poder global con varios años de antelación al 11 de septiembre de 2001, cuando el presidente Carlos Menem festejaba el ingreso del país al "primer mundo" y las "relaciones carnales" con Washington anunciaban lo mejor. Entonces las calles de Buenos Aires trepidaron en dos ocasiones.
Los atentados a la embajada de Israel (17 de marzo de 1992) y al edificio de la Asociación Mutual Israelita (AMIA, 18 de julio de 1994) dejaron un total de 114 muertos y más de medio centenar de heridos (29/242 y 85/300, respectivamente). El ataque a la legación extranjera quedó en agua de borrajas. Pero el perpetrado contra la institución argentina indignó al conjunto de la sociedad.
A 14 y 12 años de los hechos, lo único claro es cuándo y dónde. Sin embargo, los "quién", "por qué" y "para qué" subyacen en una maraña de investigaciones judiciales y de "inteligencia", condenas, versiones, pistas, conjeturas, absoluciones, nuevas y más pistas. Maquiavelo, Kafka y John Le Carré llorarían de impotencia.
Los primeros informes técnicos de la policía federal y el Colegio de Ingenieros de Buenos Aires dictaminaron: "implosión". Los "expertos" de Israel y Estados Unidos impusieron lo suyo: "explosión". Una implosión requiere de ciertos cuidados y planificación y a los terroristas les encanta explotarse... ¿verdad? Y si los objetivos eran "judíos" los terroristas eran "árabes de Hezbolá" con ojos desorbitados y pagados por Irán... ¿verdad? Vamos a comerciales.
Un jefe de los "servicios" de Menem: Hugo Anzorreguy, titular de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE).
Un juez omnipotente: Juan José Galeano.
Primeros culpables: Carlos Telleldín y un grupo de policías de moral dudosa.
Una prueba irrefutable: el motor numerado del coche bomba que "vio" una sola testigo, María Nicolasa Romero, enfermera de la policía federal muy bien atendida por Anzorreguy.
Un agente iraní (el "testigo C" ? creíble - ) que desde Suiza giraba dinero a Buenos Aires a través de bancos de Ciudad del Este (Paraguay, "triple frontera", donde hay "células dormidas de Al Qaeda y Hezbolá"... ¿verdad?).
Testigos de "identidad reservada" como el policía Julio Simón.
Un representante moral de la "sociedad civil": Rubén Ezrah Beraja, titular de la AMIA.
Finalmente...
El juez Galeano fue destituido y perdió los fueros por las irregularidades cometidas en el caso. Entre éstas, ciertas negociaciones con un falso fiscal israelí, Eldad Gaffner, denunciado inclusive por el periódico argentino Nueva Sión, ligado a los neoconservadores de Estados Unidos.
Anzorreguy reconoció ante la justicia que por decisión "del entonces presidente" entregó 400 mil dólares a Telleldín, para que admitiese haber armado el "coche-bomba" y acusara a los policías del atentado. Tras diez años en prisión, todos fueron absueltos.
Los restos del motor del "coche bomba" fueron milagrosamente encontrados por el general del Mossad Zeev Livne, jefe de la brigada de rescate israelí. No obstante, el agente de la FBI Charles Hunter contradijo a Livne: "fue implosión".
Menem desvió la "pista siria" hacia la "pista iraní" sugerida por los gringos y el Mossad y, en el otro patín, por sus intereses con el "clan Yoma" (al que pertenece Zulema, su ex esposa).
En Suiza, la justicia concluyó que en lo relativo a los grupos terroristas de la "triple frontera", el "testigo C" o agente iraní era mitómano.
Julio Simón, alias turco Julián (el testigo de "identidad reservada"), colaborador de Galeano y nazi confeso, fue condenado a 24 años de prisión por crímenes cometidos en los años de la dictadura.
Rubén Ezrah Beraja pasó dos años en prisión acusado de "asociación ilícita" por la quiebra del Banco Mayo, causa que le llevó a pedir la "protección" de Menem impidiéndole atender el dolor y la indignación de los familiares de la AMIA.
En marzo de 2005, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, el gobierno de Néstor Kirchner reconoció la responsabilidad del Estado por "encubrimiento y denegación de justicia" en el caso AMIA. En ceremonia celebrada en la Casa Rosada (presidencial), Kirchner dijo: "Se ha trabajado para que las pruebas desaparezcan".
Pero en enero pasado, tras el encuentro de Kirchner con los miembros del American Jewish Comitee (influyente lobby sionista Estados Unidos), el nuevo fiscal de la causa, Alberto Nissman, retomó la hipótesis del chofer suicida y Maquiavelo, Kafka y Le Carré enloquecieron.
Según Nissman, el suicida se llamaba Ibrahim Hussein Berro, militante de Hezbolla. Oh, oh? Según su hermano (residente en Estados Unidos), Ibrahim habría muerto en combate contra Israel en 1989, pese a lo cual la enfermera Romero lo había reconocido en 1994?con ayuda de Anzorreguy.
En suma, la única voz autorizada para entender el caso AMIA sería la del jurista italiano Cesare Bonesana, marqués de Beccaria (1738-1794): "La mejor manera de desviar una investigación penal es procesar a alguien que no puede tener nada que ver y la mejor manera de consagrar la impunidad de los verdaderos culpables, es condenarlo". Irán es culpable... ¿verdad?
Fuente: lafogata.org
La CND, los agravios, los caminos
Adolfo Gilly
La Jornada
1. El grotesco fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es la mejor confirmación del embrollo electoral. En dicho fallo el tribunal da suficientes razones para anular la elección. Pero no lo hace. Además, se mete a opinar sobre decisiones políticas que no le incumben. Por ejemplo, discute si López Obrador fue o no fue a un debate televisivo. Le faltó decir si le pareció o no que en el otro debate llevara corbata amarilla.
Con ese fallo, el tribunal se incineró en la fría hoguera del ridículo y terminó de confirmar que hubo fraude. Tal vez los jueces lo hicieron a propósito, para dejar sentado que en conciencia no estaban de acuerdo con la farsa que por orden superior representaron.
Anular la elección era lo sensato. Pero ya desde la feria de bufones del desafuero, desbaratada por la movilización popular, estaba claro que los poderes reales no iban a dejar pasar a López Obrador, a como diera lugar. Y así lo hicieron.
2. El primero y más antiguo de esos poderes, establecido en México desde el siglo XVI, es la jerarquía de la Iglesia católica. Al día siguiente del grotesco fallo, la Conferencia del Episcopado Mexicano le dio su bendición en un solemne desplegado (El Universal, 6 septiembre 2006, p.9): "Los obispos de México nos sumamos a los ciudadanos e instituciones que respaldan la actuación y el fallo que ha dado el tribunal electoral, y por tanto reconocemos la legalidad del nuevo presidente electo (...) Exhortamos a toda la ciudadanía a colaborar responsablemente con el próximo gobierno".
Muchos de aquellos que en el año 2000 creyeron estar votando a Vicente Fox para acabar con el PRI, no sabían que estaban votando el regreso al poder de la Iglesia católica y su jerarquía por primera vez desde Benito Juárez y la Constitución de 1857. ¿Creyeron acaso que esa jerarquía estaba dispuesta a abandonar ese poder por el cual se batieron cristeros, sinarquistas y sucesores?
El gobierno usurpador de Carlos Salinas abrió ese camino al derogar el artículo 130 constitucional. No necesito repetir quiénes fueron sus más cercanos colaboradores en esa empresa, hoy reciclados por el PRD.
Esta es la dimensión de la lucha presente en este país que se llama México: que no nos distraigan hablando de cualquier cosa para eludir esta nueva confrontación histórica entre liberales y conservadores, estos que hoy se dicen neoliberales.
3. Felipe Calderón recibió también las bendiciones, al día siguiente de la elección, de Bush y Rodríguez Zapatero, mandatarios de países con grandes inversiones en México, y de Televisa, que así pagó el voto unánime de los diputados del PRD en favor de la vergonzosa ley Televisa. Lo mismo hicieron los organismos empresariales. La Bolsa Mexicana de Valores, la Iglesia, la Casa Blanca y Televisa dieron su voto de calidad a Felipe Calderón.
Pero el PRD y sus aliados, en lugar de llamar a esos poderes por su nombre, siguen hablando de los ricos y los pobres, como en los tiempos de Pedro Infante, cuando cualquiera sabe que la primera condición de una pelea verdadera es identificar con precisión al adversario.
4. El 8 de julio pasado propuse en estas páginas que, si como era previsible, el tribunal electoral sancionaba el fraude y negaba el conteo, los electos del PRD (senadores, diputados, asambleístas, jefe de Gobierno y jefes delegacionales de la ciudad de México) declararan en suspenso la aceptación de sus cargos y abrieran así una crisis constitucional en todos los poderes electivos.
Preguntaba ese día: "¿Estarán dispuestos los electos del PRD y sus aliados a ponerse a la cabeza de la protesta popular y, como prenda, poner sus constancias de mayoría sobre la mesa? Es lo que nunca quisieron hacer, salvo alguna aislada excepción, los electos del FDN en 1988. ¿Están dispuestos los electos del 2006, con el respaldo de la indignación y también la amargura popular, a jugársela en serio?"
No, no lo estuvieron. Es cierto, han hecho muchos gestos y hasta tomaron la tribuna del Congreso, en un acto teatral tantas veces visto en todos los parlamentos desde el siglo XIX; ya en los tiempos de las caricaturas de Honoré Daumier (cuyo sarcasmo buena falta nos haría hoy). Pero arriesgar el puesto de a deveras, no, Dios no lo permita.
Van ahora a encabezar la convención nacional democrática (CND) y a apoyar un gobierno en rebeldía, mientras ellos permanecen en sus cargos en el Congreso del otro gobierno, el institucional. Debe de ser, dirán, una argucia táctica para confundir al enemigo. ¿Me permiten no tenerles confianza?
5. Los cuatro gobernadores del PRD (Baja California Sur, Guerrero, Michoacán y Zacatecas), al mismo tiempo que saludan la realización de la convención nacional democrática, apoyan expresamente la decisión de los legisladores de la coalición Por el Bien de Todos de asumir sus cargos y "no renunciar a ninguno de los espacios institucionales". Por su parte, mientras el dirigente de la coalición, Andrés Manuel López Obrador, manda al diablo a esas instituciones, los gobernadores insisten en que "no sería prudente abandonarlas", incluida la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), lo cual no les impide apoyar a la CND y a su gobierno en rebeldía. ¿Dónde está la congruencia?
6. Los gobernadores del PRD participan de la reunión plenaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores donde Felipe Calderón es recibido como presidente electo. Todos sabemos que en una crisis política del poder presidencial como la presente, siempre ha sido el poder real de los gobernadores el que llena el vacío. Por eso la importancia, hoy, de la Conago.
Pues bien, esa reunión aprobó un punto de acuerdo sobre Oaxaca. Ese acuerdo expresa el respaldo unánime al actual gobierno de Oaxaca, encabezado por Ulises Ruiz, y se pronuncia "contra todo propósito desestabilizador que por la vía directa pretenda lesionar el orden constitucional de un gobierno erigido en elecciones libres, directas, legales y democráticas" (La Jornada, 12 septiembre 2006, p.13). Este acuerdo fue firmado por los 32 gobernadores del PRI, el PAN y el PRD, incluidos el jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas; el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez (el de los presos de Guadalajara); el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto (el de los presos de Atenco), y el góber de Puebla, Mario Marín (el amigo de Kamel Nacif).
¿De cuál rebeldía, de cuál resistencia, de cuál gobierno itinerante nos están hablando? Uno puede comprender la amargura, la indignación, la rabia de millones de ciudadanos que vieron escamoteada una elección nacional. Pero no puede aceptar este juego sobre todos los tableros de quienes encabezan y representan a la coalición Por el Bien de Todos.
7. Por esta falta de congruencia entre las declaraciones y los hechos; por la falta de claridad sobre los fines y los modos de alcanzarlos; por la inmensa confusión entre lo que sería una convención con delegados electos y representativos de discusiones y propuestas diversas, y lo que será una reunión multitudinaria de cientos de miles donde en una sola tarde se votarán a mano alzada y por aclamación las propuestas del dirigente y su entorno, no estoy de acuerdo con la convención nacional democrática. Sobre cuanto esto significa, me remito a los clásicos: Antonio Gramsci, Max Weber, Elías Canetti. Quien los haya hojeado sabrá de qué estoy hablando.
8. No es falta menor de los organizadores de la CND el poner en primera fila a algunos cientos de indígenas, mientras siguen ignorando a los presos de Atenco, a los presos y reprimidos de los pueblos de Chiapas, a los desplazados de Acteal y de otros poblados, a los acosados por los paramilitares, y en Chiapas mismo se alían con el Croquetas Albores, con Constantino Kanter y con Juan Sabines. No es falta menor dar su apoyo al gobernador Ulises Ruiz y descalificar en la misma resolución al poderoso movimiento indígena, ciudadano y popular de la APPO en Oaxaca. Es absurdo que todavía los voceros de la CND acusen a los zapatistas de no haberlos apoyado en la elección, cuando ellos abandonaron a su suerte al EZLN y al movimiento del Congreso Nacional Indígena. El PAN y el PRI en esta elección le hicieron al PRD y a la coalición lo mismo que éstos, aliados con el PAN y el PRI, le hicieron en el Congreso de la Unión al EZLN a propósito de los derechos y la autonomía indígena.
Una CND que ignore o cierre los ojos ante estos hechos sólo podrá aprobar declaraciones vacías.
9. Los dirigentes de la CND y los gobernadores del PRD dicen que "nuestro mayor agravio" es "la desigualdad y la pobreza en la que viven millones de mexicanos". Desigualdad y pobreza son términos tecnocráticos que esconden los nombres verdaderos de la realidad y preparan falsas escapatorias paternalistas. No: los nombres de los agravios mayores son explotación, despojo y racismo, todos ellos sostenidos por la represión y por los órganos corrompidos de una justicia inexistente.
Si algo han probado esta elección y sus diversas secuelas, es que esos agravios no pueden ser enfrentados confiando en los partidos institucionales o en un dirigente, itinerante o fijo, que se comunica en directo con el pueblo y ofrece defenderlo y protegerlo.
De los agravios y de la injusticia brotan las propuestas y las luchas, como en Oaxaca, y en esas luchas surge y se renueva la organización. Decenas de miles de cuantos asistan a la convención nacional democrática, agraviados por el fraude y la imposición, andan en busca de esas formas y modos de organización. Ojalá que la experiencia de su paso por la CND les sirva a ellos, y no a los otros, para seguirse encontrando y organizando y para enfrentar las duras jornadas que el gobierno de la derecha, la jerarquía eclesiástica, los financistas, los inversionistas extranjeros y sus políticos de todos los colores nos preparan.
Mientras tanto, otros buscamos y andamos nuestros propios y menos clamorosos recorridos. Ya nos encontraremos, espero, cuando toque.
El espejo irlandés
x Txente Rekondo
El pasado 31 de agosto se cumplió el doceavo aniversario de la primera declaración de alto el fuego del Ejército Republicano Irlandés (IRA), lo que significó la escenificación pública de un proceso que llevaba varios años preparándose en las cocinas de la sociedad irlandesa y británica.
Desde esa fecha el llamado proceso de paz irlandés ha continuado su camino, no exento de obstáculos. Al mismo tiempo es evidente que de cara a otros conflictos en el mundo, la metodología y el espejo irlandés ha servido para intentar poner en marcha y desarrollar nuevos procesos de paz.
Los últimos meses han sido la constatación de las dificultades por las que tienen que atravesar este tipo de procesos, y también ha reflejado con bastante nitidez las posiciones obstruccionistas de algunos actores y la dejadez de algunos otros. La suspensión de las instituciones emanadas del Acuerdo de Viernes Santo ha sido la materialización de la crisis más reciente.
Las próximas semanas la actividad política de los diferentes partidos y de los gobiernos de Londres y Dublín va a estar marcada por el plazo puesto por éstos, el 24 de noviembre, para que los agentes del proceso se pongan de acuerdo y se reinstauren las instituciones. Así, el Sinn Féin tiene previsto celebrar la Ard Comhhairle( la ejecutiva del partido) el sábado nueve, donde se marcarán sus posiciones de cara a las dos sesiones de debate parlamentario que se tiene previsto celebrar los días 11 y 12 de septiembre.
Esos dos días los partidos políticos tienen previsto debatir de cara a al formación del gobierno de los seis condados, donde deberían compartir los puestos de máxima responsabilidad los republicanos del SF y los unionistas del DUP. No obstante, hasta este momento, las posiciones del conservador Paisley han impedido cualquier acuerdo para poder llevar adelante la formación del ejecutivo.
El DUP lleva tiempo maniobrando para acabar con el Acuerdo, o cuando menos para que éste se vuelva a escribir con importantes variaciones. La postura complaciente de Dublín y Londres ha facilitado a los unionistas mantener esta postura obstruccionista. Mientras tanto, el otro partido Unionista, el UUP, lleva semanas asistiendo a verdaderos movimientos malabares, sin poder asumir todavía la perdida de su privilegiada posición del pasado, donde era el partido más votado del norte de Irlanda y el que controlaba en buena manera el quehacer político de la región. Desde que el DUP de Paisley le arrebató esa posición, el UUP camina dando bandazos y cambiando de estrategia cada poco tiempo, para mayor reorientación de sus ya bastante confusas bases.
Intereses
Otros protagonistas también están mirando más por sus propios intereses a corto y medio plazo que por dar una salida definitiva a la actual crisis del proceso. Así, el gobierno de Dublín, especialmente su partido mayoritario, el Fianna Fáil, lleva semanas planificando su quehacer político en función de las próximas elecciones generales que se celebrarán en Irlanda en primavera. Esta formación política está viendo con verdadero pavor las buenas expectativas electorales que se le pronostican al Sinn Féin, y ha puesto todos sus esfuerzos en contrarrestar esa situación.
Por su parte, desde Londres la situación es similar, con un Partido Laborista inmerso en debates internos sobre su futuro, sobre el liderazgo del partido y las connotaciones locales de la geopolítica exterior que lleva a cabo el gobierno de Tony Blair.
La postura de todos esos actores persigue por un lado crear dudas, frustra las esperanzas en el proceso y sobre todo, y ligado a ello, debilitar la posición del Sinn Féin. Minimizando los avances que se han logrado en buena medida por la actitud constructiva del movimiento republicano (alto el fuego, recomisión de armas, declaración del final de "la guerra".), se busca también impedir que el papel del movimiento republicano alcance un rol fundamental, con su posible acceso al gobierno del norte de Irlanda y al consejo interministerial norte- sur.
También se busca con ello, sobre todo desde la óptica de algunos sectores unionistas, que la dinámica de cambio impulsada a través del proceso de paz se acabe materializando. Esos actores son conscientes que ello significa la pérdida de sus posiciones de privilegio que han mantenido durante tantos años, y que en un escenario político nuevo, la sociedad probablemente se dirija hacia una nueva representación política, muy diferente de la anterior.
Movimiento republicano
Las fuerzas conservadoras nacionalistas y unionistas, junto a los gobiernos de Londres y Dublín, coinciden en una cosa, "intentan impedir como sea que el Sinn Féin se convierta en una fuerza aún más poderosa". Para ello no dudan en utilizar coyunturalmente cualquier ocasión para desprestigiar al movimiento republicano y obstaculizar el proceso de paz. La capacidad de los republicanos para sortear hasta la fecha todas las trabas, hace que a cada momento esas fuerzas obstruccionistas preparen nuevos obstáculos. De cara a los próximos meses, el tema de la reforma policial y las marchas sectarias serán las excusas que aireen algunos para frenar los logros del proceso.
La estrategia republican ante estos ataques está siendo estudiada con detenimiento estos días. La significativa propuesta "de la resistencia a la liberación y al poder" señala que los retos que tiene ante sí la propuesta republicana requieren del esfuerzo de toda su base social, que "no es el momento de dormirnos por los reveses coyunturales y las maniobras de los contarios políticos". La mera posibilidad de que el Sinn Féin acabe alcanzando el poder en Irlanda les causa terror a sus oponentes políticos, de ahí los esfuerzos desesperados y las manipulaciones para evitarlo, aún a costa de perjudicar al conjunto de la población con medidas reaccionarias.
Desde el movimiento republicano son conscientes de que tienen ante sí un importante reto que va a requerir "interiorizar por parte de la familia republicana nuestra estrategia, rechazar caer en las tácticas políticas de diversión que planean algunos, aumentar el apoyo popular y maximizar al máximo el impacto de la políticas republicana".
En esta nueva fase de la lucha, el movimiento republicano tiene claro cuales son los objetivos a conseguir, según sus dirigentes son los mismos por los que llevan peleando durante tantas décadas. De ahí que ante la posibilidad de que las maniobras contrarias al proceso sigan intentando que la opinión pública pase "de la esperanza a al frustración", los republicanos deben "concentrar sus esfuerzos para evitar que la población acabe desanimándose con el proceso de paz".
Desde 1984 la estrategia republicana ha desarrollado diferentes aportaciones sobre la táctica y la estrategia a desarrollar para fortalecer el movimiento republicano (la analogía del autobús a Cork, la discusión sobre el Frente Amplio, inicio de la estrategia de paz, la introducción de los once objetivos estratégicos, el mapa de ruta hacia la República.), y todas ellas han surgido en diferentes contextos (lucha armada, estrategia electoral, treguas, negociaciones.) que han exigido al movimiento republicano definir su posición.
El 24 de noviembre es una fecha más en ese recorrido, por eso desde el Sinn Féin señalan la necesidad de continuar trabajando por aumentar el apoyo a la independencia "antes y después de ese día". Las perspectivas republicanas son muy buenas social y electoralmente, por eso los próximos meses también asistiremos a maniobras por parte de sus oponentes para impedir materializar esas perspectivas.
Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)
José Steinsleger
La Jornada
En Argentina vive una de las comunidades judías más importantes del mundo. La tercera, después de Estados Unidos y Francia. No todos los judíos argentinos son creyentes, y tampoco resultan ni más ni menos tolerantes que el resto de la población. Pero casi todos sienten tanto o más orgullo de su argentinidad que Jorge Luis Borges, aquel híper-argentino que detestaba ser argentino.
Sin los aportes de la cultura judía, Argentina sería un país menos rico y comprensible. Pensadores y empresarios, artistas y poetas, sindicalistas y revolucionarios, académicos y científicos de origen judío forjaron el "ser nacional" de los argentinos, cabalmente entendido. Es decir, fusionado con el de los pueblos nativos y el de los europeos que a finales del siglo XIX arribaron al río de la Plata.
El grueso de los inmigrantes europeos en Argentina guardaba ideales progresistas. Los judíos no fueron excepción. Quienes fundaron la Chevra Kedusha Ashkenazi (1894, embrión de la Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA) eran mayoritariamente judíos anarquistas y socialistas que en Europa luchaban contra las tiranías.
Por gravitación natural o determinismo clasista, aquellas ideologías emancipadoras chocaron con los sacerdotes de la "hispanidad", el "racismo científico", el clericalismo hostil a "bolcheviques, liberales, ateos y masones", y esa perla funesta de los "valores de Occidente", el antisemitismo doctrinario (antijudaísmo) cocinado en Inglaterra, Francia y Alemania.
Pese a ello, en 1935 se creó la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). En 1940 fue posible constituir la Vaad Hajinuj (red de escuelas judías) y luego, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1952), se inauguró la AMIA (1949). Institución de referencia socio-cultural de la comunidad judía (kheilá), la AMIA presta servicios sociales, organiza planes comunitarios, sepelios, posee una enorme biblioteca, archivos de la inmigración desde 1907 y bolsa de trabajo, no sólo limitada a los integrantes de la comunidad.
Ningún investigador o ciudadano argentino (judío o no, reaccionario o progresista) desconoce hoy el apoyo que Perón brindó a la DAIA y a la AMIA. En cuanto al manoseado "fascismo" de Perón, toda inquietud debería cruzarse con su antimperialismo distante de Washington y Moscú, política precursora del Movimiento de Países No Alineados (Bandung, 1955).
Así, mientras sólo algunos trostkistas argentinos conseguían interpretar el peronismo con lucidez, liberales, socialistas, cívico-radicales, conservadores y comunistas consultaban el Libro azul del Departamento de Estado (1945): Perón "fascista". No deja de ser curioso, entonces, que al empezar la guerra fría el nacionalismo de Perón (y no el comunismo) representaba el enemigo de Estados Unidos en Argentina.
Es verdad que en aquella época (y cuando la tragedia de la "solución final" era poco conocida) arribaron al país cientos de criminales de guerra nazis. Sin embargo, mientras los nazis entraban con pasaportes falsos vendidos por algunos funcionarios de la derecha peronista (y Washington los contrataba en su "lucha contra el comunismo"), decenas de miles de judíos se establecían cobijados por la Constitución peronista que, por primera vez, condenaba toda discriminación racial (1949).
Perón fue de los primeros "caudillos" (¿demagogos premodernos?, ¡ejem..!) que en los años de posguerra, y a despecho de Washington, estableció sólidos lazos con la Unión Soviética y reconoció la creación del Estado de Israel. Un hombre clave de esta historia fue muy cercano a Perón: el judío polaco José Ber Gelbard, primer presidente de la Confederación General Económica (CGE, 1950) y ministro de Economía del tercer gobierno peronista (1973).
En tanto, y conforme el Estado de Israel libraba sus guerras contra los árabes a cuenta de los "valores occidentales" (y muy en particular la Guerra de los Seis Días, 1967), los judíos argentinos revisaron enfoques e ideales. Algunos optaron por Caín, otros por Abel, muchos se fueron a Israel y una nueva generación se incorporó a las distintas organizaciones populares y revolucionarias de la época, dando la sangre y la vida por su patria real.
La DAIA se alineó con la gran burguesía argentina y el imperio. Y en la AMIA, los judíos de izquierda empezaron a ser mal vistos. Si en los regímenes militares posteriores al derrocamiento de Perón (1955) un judío marchaba a prisión, era torturado, desaparecido o asesinado, la DAIA guardaba silencio. Pero si las bandas de extrema derecha atacaban a una sinagoga, un periódico o una institución judía la DAIA ponía el grito en el cielo, o financiaba desplegados de prensa contra el "antisemitismo".
En los años del genocidio militar (1976-1983) y después, muchos judíos acudieron a la DAIA y la AMIA en busca de ayuda, justicia, solidaridad. Entonces, rabinos y dirigentes como Rubén Ezrah Beraja, especializados en machacar con los "4000 años de persecución", los consolaban diciendo: "¿Para qué remover el pasado?"
PARTE II
Los argentinos conocieron el lado tenebroso del poder global con varios años de antelación al 11 de septiembre de 2001, cuando el presidente Carlos Menem festejaba el ingreso del país al "primer mundo" y las "relaciones carnales" con Washington anunciaban lo mejor. Entonces las calles de Buenos Aires trepidaron en dos ocasiones.
Los atentados a la embajada de Israel (17 de marzo de 1992) y al edificio de la Asociación Mutual Israelita (AMIA, 18 de julio de 1994) dejaron un total de 114 muertos y más de medio centenar de heridos (29/242 y 85/300, respectivamente). El ataque a la legación extranjera quedó en agua de borrajas. Pero el perpetrado contra la institución argentina indignó al conjunto de la sociedad.
A 14 y 12 años de los hechos, lo único claro es cuándo y dónde. Sin embargo, los "quién", "por qué" y "para qué" subyacen en una maraña de investigaciones judiciales y de "inteligencia", condenas, versiones, pistas, conjeturas, absoluciones, nuevas y más pistas. Maquiavelo, Kafka y John Le Carré llorarían de impotencia.
Los primeros informes técnicos de la policía federal y el Colegio de Ingenieros de Buenos Aires dictaminaron: "implosión". Los "expertos" de Israel y Estados Unidos impusieron lo suyo: "explosión". Una implosión requiere de ciertos cuidados y planificación y a los terroristas les encanta explotarse... ¿verdad? Y si los objetivos eran "judíos" los terroristas eran "árabes de Hezbolá" con ojos desorbitados y pagados por Irán... ¿verdad? Vamos a comerciales.
Un jefe de los "servicios" de Menem: Hugo Anzorreguy, titular de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE).
Un juez omnipotente: Juan José Galeano.
Primeros culpables: Carlos Telleldín y un grupo de policías de moral dudosa.
Una prueba irrefutable: el motor numerado del coche bomba que "vio" una sola testigo, María Nicolasa Romero, enfermera de la policía federal muy bien atendida por Anzorreguy.
Un agente iraní (el "testigo C" ? creíble - ) que desde Suiza giraba dinero a Buenos Aires a través de bancos de Ciudad del Este (Paraguay, "triple frontera", donde hay "células dormidas de Al Qaeda y Hezbolá"... ¿verdad?).
Testigos de "identidad reservada" como el policía Julio Simón.
Un representante moral de la "sociedad civil": Rubén Ezrah Beraja, titular de la AMIA.
Finalmente...
El juez Galeano fue destituido y perdió los fueros por las irregularidades cometidas en el caso. Entre éstas, ciertas negociaciones con un falso fiscal israelí, Eldad Gaffner, denunciado inclusive por el periódico argentino Nueva Sión, ligado a los neoconservadores de Estados Unidos.
Anzorreguy reconoció ante la justicia que por decisión "del entonces presidente" entregó 400 mil dólares a Telleldín, para que admitiese haber armado el "coche-bomba" y acusara a los policías del atentado. Tras diez años en prisión, todos fueron absueltos.
Los restos del motor del "coche bomba" fueron milagrosamente encontrados por el general del Mossad Zeev Livne, jefe de la brigada de rescate israelí. No obstante, el agente de la FBI Charles Hunter contradijo a Livne: "fue implosión".
Menem desvió la "pista siria" hacia la "pista iraní" sugerida por los gringos y el Mossad y, en el otro patín, por sus intereses con el "clan Yoma" (al que pertenece Zulema, su ex esposa).
En Suiza, la justicia concluyó que en lo relativo a los grupos terroristas de la "triple frontera", el "testigo C" o agente iraní era mitómano.
Julio Simón, alias turco Julián (el testigo de "identidad reservada"), colaborador de Galeano y nazi confeso, fue condenado a 24 años de prisión por crímenes cometidos en los años de la dictadura.
Rubén Ezrah Beraja pasó dos años en prisión acusado de "asociación ilícita" por la quiebra del Banco Mayo, causa que le llevó a pedir la "protección" de Menem impidiéndole atender el dolor y la indignación de los familiares de la AMIA.
En marzo de 2005, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, el gobierno de Néstor Kirchner reconoció la responsabilidad del Estado por "encubrimiento y denegación de justicia" en el caso AMIA. En ceremonia celebrada en la Casa Rosada (presidencial), Kirchner dijo: "Se ha trabajado para que las pruebas desaparezcan".
Pero en enero pasado, tras el encuentro de Kirchner con los miembros del American Jewish Comitee (influyente lobby sionista Estados Unidos), el nuevo fiscal de la causa, Alberto Nissman, retomó la hipótesis del chofer suicida y Maquiavelo, Kafka y Le Carré enloquecieron.
Según Nissman, el suicida se llamaba Ibrahim Hussein Berro, militante de Hezbolla. Oh, oh? Según su hermano (residente en Estados Unidos), Ibrahim habría muerto en combate contra Israel en 1989, pese a lo cual la enfermera Romero lo había reconocido en 1994?con ayuda de Anzorreguy.
En suma, la única voz autorizada para entender el caso AMIA sería la del jurista italiano Cesare Bonesana, marqués de Beccaria (1738-1794): "La mejor manera de desviar una investigación penal es procesar a alguien que no puede tener nada que ver y la mejor manera de consagrar la impunidad de los verdaderos culpables, es condenarlo". Irán es culpable... ¿verdad?
Fuente: lafogata.org
La CND, los agravios, los caminos
Adolfo Gilly
La Jornada
1. El grotesco fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es la mejor confirmación del embrollo electoral. En dicho fallo el tribunal da suficientes razones para anular la elección. Pero no lo hace. Además, se mete a opinar sobre decisiones políticas que no le incumben. Por ejemplo, discute si López Obrador fue o no fue a un debate televisivo. Le faltó decir si le pareció o no que en el otro debate llevara corbata amarilla.
Con ese fallo, el tribunal se incineró en la fría hoguera del ridículo y terminó de confirmar que hubo fraude. Tal vez los jueces lo hicieron a propósito, para dejar sentado que en conciencia no estaban de acuerdo con la farsa que por orden superior representaron.
Anular la elección era lo sensato. Pero ya desde la feria de bufones del desafuero, desbaratada por la movilización popular, estaba claro que los poderes reales no iban a dejar pasar a López Obrador, a como diera lugar. Y así lo hicieron.
2. El primero y más antiguo de esos poderes, establecido en México desde el siglo XVI, es la jerarquía de la Iglesia católica. Al día siguiente del grotesco fallo, la Conferencia del Episcopado Mexicano le dio su bendición en un solemne desplegado (El Universal, 6 septiembre 2006, p.9): "Los obispos de México nos sumamos a los ciudadanos e instituciones que respaldan la actuación y el fallo que ha dado el tribunal electoral, y por tanto reconocemos la legalidad del nuevo presidente electo (...) Exhortamos a toda la ciudadanía a colaborar responsablemente con el próximo gobierno".
Muchos de aquellos que en el año 2000 creyeron estar votando a Vicente Fox para acabar con el PRI, no sabían que estaban votando el regreso al poder de la Iglesia católica y su jerarquía por primera vez desde Benito Juárez y la Constitución de 1857. ¿Creyeron acaso que esa jerarquía estaba dispuesta a abandonar ese poder por el cual se batieron cristeros, sinarquistas y sucesores?
El gobierno usurpador de Carlos Salinas abrió ese camino al derogar el artículo 130 constitucional. No necesito repetir quiénes fueron sus más cercanos colaboradores en esa empresa, hoy reciclados por el PRD.
Esta es la dimensión de la lucha presente en este país que se llama México: que no nos distraigan hablando de cualquier cosa para eludir esta nueva confrontación histórica entre liberales y conservadores, estos que hoy se dicen neoliberales.
3. Felipe Calderón recibió también las bendiciones, al día siguiente de la elección, de Bush y Rodríguez Zapatero, mandatarios de países con grandes inversiones en México, y de Televisa, que así pagó el voto unánime de los diputados del PRD en favor de la vergonzosa ley Televisa. Lo mismo hicieron los organismos empresariales. La Bolsa Mexicana de Valores, la Iglesia, la Casa Blanca y Televisa dieron su voto de calidad a Felipe Calderón.
Pero el PRD y sus aliados, en lugar de llamar a esos poderes por su nombre, siguen hablando de los ricos y los pobres, como en los tiempos de Pedro Infante, cuando cualquiera sabe que la primera condición de una pelea verdadera es identificar con precisión al adversario.
4. El 8 de julio pasado propuse en estas páginas que, si como era previsible, el tribunal electoral sancionaba el fraude y negaba el conteo, los electos del PRD (senadores, diputados, asambleístas, jefe de Gobierno y jefes delegacionales de la ciudad de México) declararan en suspenso la aceptación de sus cargos y abrieran así una crisis constitucional en todos los poderes electivos.
Preguntaba ese día: "¿Estarán dispuestos los electos del PRD y sus aliados a ponerse a la cabeza de la protesta popular y, como prenda, poner sus constancias de mayoría sobre la mesa? Es lo que nunca quisieron hacer, salvo alguna aislada excepción, los electos del FDN en 1988. ¿Están dispuestos los electos del 2006, con el respaldo de la indignación y también la amargura popular, a jugársela en serio?"
No, no lo estuvieron. Es cierto, han hecho muchos gestos y hasta tomaron la tribuna del Congreso, en un acto teatral tantas veces visto en todos los parlamentos desde el siglo XIX; ya en los tiempos de las caricaturas de Honoré Daumier (cuyo sarcasmo buena falta nos haría hoy). Pero arriesgar el puesto de a deveras, no, Dios no lo permita.
Van ahora a encabezar la convención nacional democrática (CND) y a apoyar un gobierno en rebeldía, mientras ellos permanecen en sus cargos en el Congreso del otro gobierno, el institucional. Debe de ser, dirán, una argucia táctica para confundir al enemigo. ¿Me permiten no tenerles confianza?
5. Los cuatro gobernadores del PRD (Baja California Sur, Guerrero, Michoacán y Zacatecas), al mismo tiempo que saludan la realización de la convención nacional democrática, apoyan expresamente la decisión de los legisladores de la coalición Por el Bien de Todos de asumir sus cargos y "no renunciar a ninguno de los espacios institucionales". Por su parte, mientras el dirigente de la coalición, Andrés Manuel López Obrador, manda al diablo a esas instituciones, los gobernadores insisten en que "no sería prudente abandonarlas", incluida la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), lo cual no les impide apoyar a la CND y a su gobierno en rebeldía. ¿Dónde está la congruencia?
6. Los gobernadores del PRD participan de la reunión plenaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores donde Felipe Calderón es recibido como presidente electo. Todos sabemos que en una crisis política del poder presidencial como la presente, siempre ha sido el poder real de los gobernadores el que llena el vacío. Por eso la importancia, hoy, de la Conago.
Pues bien, esa reunión aprobó un punto de acuerdo sobre Oaxaca. Ese acuerdo expresa el respaldo unánime al actual gobierno de Oaxaca, encabezado por Ulises Ruiz, y se pronuncia "contra todo propósito desestabilizador que por la vía directa pretenda lesionar el orden constitucional de un gobierno erigido en elecciones libres, directas, legales y democráticas" (La Jornada, 12 septiembre 2006, p.13). Este acuerdo fue firmado por los 32 gobernadores del PRI, el PAN y el PRD, incluidos el jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas; el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez (el de los presos de Guadalajara); el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto (el de los presos de Atenco), y el góber de Puebla, Mario Marín (el amigo de Kamel Nacif).
¿De cuál rebeldía, de cuál resistencia, de cuál gobierno itinerante nos están hablando? Uno puede comprender la amargura, la indignación, la rabia de millones de ciudadanos que vieron escamoteada una elección nacional. Pero no puede aceptar este juego sobre todos los tableros de quienes encabezan y representan a la coalición Por el Bien de Todos.
7. Por esta falta de congruencia entre las declaraciones y los hechos; por la falta de claridad sobre los fines y los modos de alcanzarlos; por la inmensa confusión entre lo que sería una convención con delegados electos y representativos de discusiones y propuestas diversas, y lo que será una reunión multitudinaria de cientos de miles donde en una sola tarde se votarán a mano alzada y por aclamación las propuestas del dirigente y su entorno, no estoy de acuerdo con la convención nacional democrática. Sobre cuanto esto significa, me remito a los clásicos: Antonio Gramsci, Max Weber, Elías Canetti. Quien los haya hojeado sabrá de qué estoy hablando.
8. No es falta menor de los organizadores de la CND el poner en primera fila a algunos cientos de indígenas, mientras siguen ignorando a los presos de Atenco, a los presos y reprimidos de los pueblos de Chiapas, a los desplazados de Acteal y de otros poblados, a los acosados por los paramilitares, y en Chiapas mismo se alían con el Croquetas Albores, con Constantino Kanter y con Juan Sabines. No es falta menor dar su apoyo al gobernador Ulises Ruiz y descalificar en la misma resolución al poderoso movimiento indígena, ciudadano y popular de la APPO en Oaxaca. Es absurdo que todavía los voceros de la CND acusen a los zapatistas de no haberlos apoyado en la elección, cuando ellos abandonaron a su suerte al EZLN y al movimiento del Congreso Nacional Indígena. El PAN y el PRI en esta elección le hicieron al PRD y a la coalición lo mismo que éstos, aliados con el PAN y el PRI, le hicieron en el Congreso de la Unión al EZLN a propósito de los derechos y la autonomía indígena.
Una CND que ignore o cierre los ojos ante estos hechos sólo podrá aprobar declaraciones vacías.
9. Los dirigentes de la CND y los gobernadores del PRD dicen que "nuestro mayor agravio" es "la desigualdad y la pobreza en la que viven millones de mexicanos". Desigualdad y pobreza son términos tecnocráticos que esconden los nombres verdaderos de la realidad y preparan falsas escapatorias paternalistas. No: los nombres de los agravios mayores son explotación, despojo y racismo, todos ellos sostenidos por la represión y por los órganos corrompidos de una justicia inexistente.
Si algo han probado esta elección y sus diversas secuelas, es que esos agravios no pueden ser enfrentados confiando en los partidos institucionales o en un dirigente, itinerante o fijo, que se comunica en directo con el pueblo y ofrece defenderlo y protegerlo.
De los agravios y de la injusticia brotan las propuestas y las luchas, como en Oaxaca, y en esas luchas surge y se renueva la organización. Decenas de miles de cuantos asistan a la convención nacional democrática, agraviados por el fraude y la imposición, andan en busca de esas formas y modos de organización. Ojalá que la experiencia de su paso por la CND les sirva a ellos, y no a los otros, para seguirse encontrando y organizando y para enfrentar las duras jornadas que el gobierno de la derecha, la jerarquía eclesiástica, los financistas, los inversionistas extranjeros y sus políticos de todos los colores nos preparan.
Mientras tanto, otros buscamos y andamos nuestros propios y menos clamorosos recorridos. Ya nos encontraremos, espero, cuando toque.
El espejo irlandés
x Txente Rekondo
El pasado 31 de agosto se cumplió el doceavo aniversario de la primera declaración de alto el fuego del Ejército Republicano Irlandés (IRA), lo que significó la escenificación pública de un proceso que llevaba varios años preparándose en las cocinas de la sociedad irlandesa y británica.
Desde esa fecha el llamado proceso de paz irlandés ha continuado su camino, no exento de obstáculos. Al mismo tiempo es evidente que de cara a otros conflictos en el mundo, la metodología y el espejo irlandés ha servido para intentar poner en marcha y desarrollar nuevos procesos de paz.
Los últimos meses han sido la constatación de las dificultades por las que tienen que atravesar este tipo de procesos, y también ha reflejado con bastante nitidez las posiciones obstruccionistas de algunos actores y la dejadez de algunos otros. La suspensión de las instituciones emanadas del Acuerdo de Viernes Santo ha sido la materialización de la crisis más reciente.
Las próximas semanas la actividad política de los diferentes partidos y de los gobiernos de Londres y Dublín va a estar marcada por el plazo puesto por éstos, el 24 de noviembre, para que los agentes del proceso se pongan de acuerdo y se reinstauren las instituciones. Así, el Sinn Féin tiene previsto celebrar la Ard Comhhairle( la ejecutiva del partido) el sábado nueve, donde se marcarán sus posiciones de cara a las dos sesiones de debate parlamentario que se tiene previsto celebrar los días 11 y 12 de septiembre.
Esos dos días los partidos políticos tienen previsto debatir de cara a al formación del gobierno de los seis condados, donde deberían compartir los puestos de máxima responsabilidad los republicanos del SF y los unionistas del DUP. No obstante, hasta este momento, las posiciones del conservador Paisley han impedido cualquier acuerdo para poder llevar adelante la formación del ejecutivo.
El DUP lleva tiempo maniobrando para acabar con el Acuerdo, o cuando menos para que éste se vuelva a escribir con importantes variaciones. La postura complaciente de Dublín y Londres ha facilitado a los unionistas mantener esta postura obstruccionista. Mientras tanto, el otro partido Unionista, el UUP, lleva semanas asistiendo a verdaderos movimientos malabares, sin poder asumir todavía la perdida de su privilegiada posición del pasado, donde era el partido más votado del norte de Irlanda y el que controlaba en buena manera el quehacer político de la región. Desde que el DUP de Paisley le arrebató esa posición, el UUP camina dando bandazos y cambiando de estrategia cada poco tiempo, para mayor reorientación de sus ya bastante confusas bases.
Intereses
Otros protagonistas también están mirando más por sus propios intereses a corto y medio plazo que por dar una salida definitiva a la actual crisis del proceso. Así, el gobierno de Dublín, especialmente su partido mayoritario, el Fianna Fáil, lleva semanas planificando su quehacer político en función de las próximas elecciones generales que se celebrarán en Irlanda en primavera. Esta formación política está viendo con verdadero pavor las buenas expectativas electorales que se le pronostican al Sinn Féin, y ha puesto todos sus esfuerzos en contrarrestar esa situación.
Por su parte, desde Londres la situación es similar, con un Partido Laborista inmerso en debates internos sobre su futuro, sobre el liderazgo del partido y las connotaciones locales de la geopolítica exterior que lleva a cabo el gobierno de Tony Blair.
La postura de todos esos actores persigue por un lado crear dudas, frustra las esperanzas en el proceso y sobre todo, y ligado a ello, debilitar la posición del Sinn Féin. Minimizando los avances que se han logrado en buena medida por la actitud constructiva del movimiento republicano (alto el fuego, recomisión de armas, declaración del final de "la guerra".), se busca también impedir que el papel del movimiento republicano alcance un rol fundamental, con su posible acceso al gobierno del norte de Irlanda y al consejo interministerial norte- sur.
También se busca con ello, sobre todo desde la óptica de algunos sectores unionistas, que la dinámica de cambio impulsada a través del proceso de paz se acabe materializando. Esos actores son conscientes que ello significa la pérdida de sus posiciones de privilegio que han mantenido durante tantos años, y que en un escenario político nuevo, la sociedad probablemente se dirija hacia una nueva representación política, muy diferente de la anterior.
Movimiento republicano
Las fuerzas conservadoras nacionalistas y unionistas, junto a los gobiernos de Londres y Dublín, coinciden en una cosa, "intentan impedir como sea que el Sinn Féin se convierta en una fuerza aún más poderosa". Para ello no dudan en utilizar coyunturalmente cualquier ocasión para desprestigiar al movimiento republicano y obstaculizar el proceso de paz. La capacidad de los republicanos para sortear hasta la fecha todas las trabas, hace que a cada momento esas fuerzas obstruccionistas preparen nuevos obstáculos. De cara a los próximos meses, el tema de la reforma policial y las marchas sectarias serán las excusas que aireen algunos para frenar los logros del proceso.
La estrategia republican ante estos ataques está siendo estudiada con detenimiento estos días. La significativa propuesta "de la resistencia a la liberación y al poder" señala que los retos que tiene ante sí la propuesta republicana requieren del esfuerzo de toda su base social, que "no es el momento de dormirnos por los reveses coyunturales y las maniobras de los contarios políticos". La mera posibilidad de que el Sinn Féin acabe alcanzando el poder en Irlanda les causa terror a sus oponentes políticos, de ahí los esfuerzos desesperados y las manipulaciones para evitarlo, aún a costa de perjudicar al conjunto de la población con medidas reaccionarias.
Desde el movimiento republicano son conscientes de que tienen ante sí un importante reto que va a requerir "interiorizar por parte de la familia republicana nuestra estrategia, rechazar caer en las tácticas políticas de diversión que planean algunos, aumentar el apoyo popular y maximizar al máximo el impacto de la políticas republicana".
En esta nueva fase de la lucha, el movimiento republicano tiene claro cuales son los objetivos a conseguir, según sus dirigentes son los mismos por los que llevan peleando durante tantas décadas. De ahí que ante la posibilidad de que las maniobras contrarias al proceso sigan intentando que la opinión pública pase "de la esperanza a al frustración", los republicanos deben "concentrar sus esfuerzos para evitar que la población acabe desanimándose con el proceso de paz".
Desde 1984 la estrategia republicana ha desarrollado diferentes aportaciones sobre la táctica y la estrategia a desarrollar para fortalecer el movimiento republicano (la analogía del autobús a Cork, la discusión sobre el Frente Amplio, inicio de la estrategia de paz, la introducción de los once objetivos estratégicos, el mapa de ruta hacia la República.), y todas ellas han surgido en diferentes contextos (lucha armada, estrategia electoral, treguas, negociaciones.) que han exigido al movimiento republicano definir su posición.
El 24 de noviembre es una fecha más en ese recorrido, por eso desde el Sinn Féin señalan la necesidad de continuar trabajando por aumentar el apoyo a la independencia "antes y después de ese día". Las perspectivas republicanas son muy buenas social y electoralmente, por eso los próximos meses también asistiremos a maniobras por parte de sus oponentes para impedir materializar esas perspectivas.
Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)