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28.8.06 

Articulos de Opinion 28-8-06

Londres: terrorismo ficticio, guerra real
x Jürgen Elsässer


Fuertemente dramatizado por el ministro británico del Interior, el anuncio del 10 de agosto de 2006 sobre el descubrimiento de un complot terrorista en Londres suscitó pánico y, posteriormente, perplejidad. El periodista alemán Jurguen Elsasser analiza este caso de histeria colectiva y el papel del espionaje israelí en esa manipulación de la opinión pública montada en medio de los bombardeos israelíes contra el Líbano
«La estrategia de la masacre» nos grita la portada de la revista Der Spiegel, en venta en toda Alemania desde el lunes pasado [1]. Pero no se trata de los bombardeos masivos e indiscriminados de la aviación israelí contra el Líbano. Tampoco de los muertos tremendamente reales que esa locura ha costado ya ?alrededor de 1 300, de los cuales la tercera está constituida por niños. No se equivoquen. El semanario informativo publicado en Hamburgo se refiere a las posibles víctimas de un posible atentado que posiblemente cometerían posibles kamikazes islamistas ?«una masacre de proporciones gigantescas». Los astrólogos especializados en movimientos islámicos incluso mencionan las fechas previstas para esa masacre: el quinto aniversario del 11 de septiembre de 2001 o el 22 de agosto, o sea el martes próximo.
Ese día los musulmanes de todo el mundo celebran el ascenso al cielo de su profeta, Mahoma, cabalgando sobre Burak, el caballo alado. Según Bernard Lewis, reconocido islamófobo [2] interrogado por Der Spiegel, esa fecha «puede ser considerada como plausible para un ataque apocalíptico cuyo objetivo sería la destrucción de Israel e incluso, si fuese necesario, del mundo entero» [3].
Esas elucubraciones sobre un posible fin del mundo se basan en la espectacular razzia que tuvo lugar en Gran Bretaña, en la noche del 9 al 10 de agosto, durante la cual la policía arrestó a 10 supuestos terroristas que, según el ministro británico del Interior John Reid, estaban preparándose para cometer atentados contra varios aviones y provocar «una masacre de proporciones inconcebibles» que dejaría «un número nunca visto de víctimas».
La gran mayoría de las personas arrestadas son jóvenes bien integrados a la sociedad y que no se caracterizan por presentar prácticas religiosas muy marcadas, lo cual implica un cambio de imagen del enemigo. El peligro no tiene ya el rostro de barbudos iluminados («predicadores del odio»). Las bombas de tiempo humanas se han hecho aún más peligrosas y difíciles de detectar bajo la forma de nuestro vecino turco o de nuestro colega árabe. Al día siguiente de los arrestos de Londres, el diario más leído de Alemania, el Bild-Zeitung, comentaba: «La Jihad, la guerra santa contra los infieles, la conquista del mundo por el Islam, representa una amenaza que aumenta día a día [?].
Lo más peligroso de esa guerra es que hasta los hijos de los inmigrantes, que crecen en paz en nuestro país, se dejan contaminar por ese virus y comienzan a creer que su deber, como "Soldados de Alá", es destruir a los enemigos de la Fe. También en Alemania, entre nosotros, se esconden bombas invisibles en el corazón de nuestra sociedad». Como en los años 1930, se señala a todo un grupo de la población de nuestro país como enemigo interno.
Bombas artesanales en los baños
Lo más extraordinario es la manera unánime en que los medios de difusión repiten y adornan, digamos más bien que inflan de forma sensacionalista, la historia del megacomplot descubierto justo a tiempo. Ello ocurre incluso a pesar de que las autoridades británicas no han sido prolijas en detalles y ni siquiera han presentado hasta el momento la menor prueba de lo que afirman. La histeria mediática es similar a la que siguió al incendio del Reichstag, sin que se haya producido siquiera incendio alguno.
Ni siquiera nos han dicho exactamente cuántos aviones iban a ser atacados ?unas veces nos hablan de 3, otras de 10 y otras veces se habla de «una docena». Pero no nos precisan tampoco cuándo iban a tener lugar esos atentados. Al propio Der Spiegel no le queda más remedio que reconocer que «por el momento, nadie ha visto todavía las falsas botellas de refresco Gatorade que contenían el explosivo líquido que los sospechosos debían introducir a bordo de los aviones».
Tampoco aparecen las armas que iban a ser utilizadas en el atentado. Las teorías presentadas de forma no oficial sobre la manera cómo pensaban los terroristas hacer explotar los aviones son ridículas. Según la prensa, se trataba de utilizar componentes de explosivos líquidos que los terroristas debían combinar estando ya a bordo de los aviones.
¿Cuáles eran esos componentes? Se habla de nitroglicerina y de nitrometano ?dos productos extremadamente peligrosos que explotan al menor choque?, como sabe cualquiera que haya visto la película Le Salaire de la peur [El salario del miedo, 1953, dirigida por Henri-Georges Clouzot con Yves Montand, Charles Vanel y Peter van Eyck]. Por su parte, Der Spiegel se inclina más bien por el TATP o triacetonaperóxido ya que, según afirma, es fácil fabricar esa sustancia a partir de la pintura de uñas y de otros productos que están corrientemente en venta al público. Pero, «El TATP exige mucho tiempo para su fabricación, sólo al cabo de varias horas se forma el polvo explosivo en el fondo de la probeta. Por el contrario, innumerables accidentes ocurridos durante la mezcla de los componentes demuestran la letal inestabilidad de ese producto durante su fabricación».
Hay que creer entonces que los terroristas planeaban encerrarse durante varias horas en los baños del avión con la esperanza de que el cóctel mezclado no les explotara entre las manos antes de lograr obtener la potencia requerida. Para terminar, existe otro elemento que está lejos de ser uno de los menos importantes. El Guardian de Londres nos informa en su edición del 13 de agosto que ninguna de las personas arrestadas por la policía había reservado ni comprado un pasaje de avión. Entonces, ¿por qué son sospechosos?
A causa de algunas conversaciones telefónicas y correos electrónicos que intercambiaron. Veamos una muestra de los elementos utilizados para acusarlos: «Utilizaban nombres codificados que no dejan lugar a dudas sobre sus intenciones, expresiones con imágenes como por ejemplo "uvas secas", término que se utiliza a menudo en árabe para referirse a explosivos». En alemán también se utiliza «uvas secas» como nombre codificado. Cuando se habla de alguien que «caga uvas secas» se hace referencia a una persona quisquillosa, mezquina y pusilánime que se vende al mejor postor.
Propaganda belicista
Las autoridades británicas afirman hacer actuado basándose en informaciones provenientes del ISI, la agencia pakistaní de espionaje. Pero en Alemania, los diarios sensacionalistas del grupo Springer nos dan otra versión que menciona al espionaje israelí, el Mossad, como fuente adicional.
«Baalbek, principio de agosto: un comando israelí se apodera de un hospital. El objetivo inicial es la búsqueda de terroristas de Hezbollah pero, según expertos británicos, durante esa operación varios agentes de los servicios secretos israelíes encontraron tres computadoras. Los discos duros contienen informaciones sobre más de 20 células terroristas en Inglaterra.
Tel Aviv, domingo 6 de agosto: en la sede del Mossad se recibe una información urgente proveniente de Islamabad; ¡Al Qaeda acaba de ordenar a sus terroristas en Inglaterra que se preparen para actuar!... Poco después, el jefe del Mossad informa a su homólogo de los servicios secretos MI6?»
La información que sugiere ese artículo es clara: la agresión sanguinaria y violatoria del derecho internacional que Israel emprendió contra su vecino permitió impedir un terrible baño de sangre en Europa. Conclusión: las guerras que emprenden Estados Unidos y sus aliados en la región comprendida entre el Canal de Suez y el Golfo Pérsico también benefician a Europa.
El diario crea un clima para sus lectores: «Crisis, conflictos y guerras por todos lados: Afganistán. Irak y ahora el Líbano. ¿Estamos ante el preludio de una guerra mundial entre el mundo libre y el Islam fanático?». Después se puede leer: «La principal fuente de financiamiento del terrorismo es Irán. ¿Debe tomar Occidente medidas más severas contra Teherán?»
Cuando uno se plantea la pregunta de esa forma es porque ya tiene la respuesta.

Notas
[1] «Strategie Massenmord», Der Spiegel, 14 de agosto de 2006.
[2] Sobre Bernard Lewis, ver «La "Guerre des civilisations"», por Thierry Meyssan, Voltaire, 4 de junio de 2004.
[3] «August 22, Does Iran have something in store?», por Bernard Lewis, Wall Street Journal, 8 de agosto de 2006.



Palabras de la Comisión Sexta del EZLN para el Segundo Encuentro Indígena Peninsular

Candelaria, Campeche, México. Agosto del 2006.

Compañeras y compañeros:

Agradecemos a la Coordinación Indígena Peninsular y al Congreso Nacional Indígena el que nos hayan dado un lugar en este encuentro.
También agradecemos a los compañeros y compañeras de Candelaria, Campeche, por ser la sede en donde se encuentran y caminan nuestras palabras y pensamientos.
Ésta es nuestra palabra como indígenas zapatistas que somos, no sólo saludando la raíz maya que nos une a los pueblos indios que dignifican los suelos y cielos en Quintana Roo, Yucatán y Campeche.
También con la gran raíz que nos hace uno con todos los indígenas de nuestro país.
Si antes en el Congreso Nacional Indígena habíamos encontrado a la dignidad indígena que con diferentes lenguas, culturas y modos, lucha por nuestros derechos, ahora en la Otra Campaña hemos encontrado a más pueblos indios y a otras compañeras y compañeros que son quienes son abajo y a la izquierda.
Nuestra causa como pueblos indios se mantiene viva y presente gracias, entre otras cosas, a los compañeros y compañeras del Congreso Nacional Indígena, especialmente los pueblos indios de la región Centro Pacífico.
Con ellos hemos entrado en este nuevo paso que busca construir una nueva forma de hacer política, anticapitalista y de izquierda, levantar un programa nacional de lucha y una nueva constitución, y que llamamos la Otra Campaña
En este movimiento estamos aprendiendo a decir compañera y compañero al obrero y la obrera, al campesino, al estudiante, al maestro, a la mujer adulta, joven y niña, al anciano, al niño, al empleado, al artista, al intelectual, al religioso comprometido, al diferente en su preferencia sexual, al joven, a muchas personas que son despojadas, explotadas, despreciadas y reprimidas por un sistema que ha hecho del dinero su ley y de la simulación su doctrina.
Diferentes como somos, hemos encontrado una igualdad al buscar y encontrar al responsable de nuestros dolores: el sistema capitalista.
Nuestras luchas particulares no se han perdido, han crecido no sólo porque unieron su coraje a otras, también porque establecieron quién es el enemigo y decidieron enfrentarlo.
Nuestra lucha por la libertad, la justicia y la democracia sabe ya que no son posibles en el sistema que se ha impuesto a sangre y fuego en nuestro país.
La libertad que les ha sido arrebatada a nuestras compañeras y compañeros presas y presos de Atenco, y a los cientos de presos y presas, desaparecidos y perseguidos políticos en nuestro país.
La justicia que se le niega al pueblo oaxaqueño que, en la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, demanda la salida del mal gobernante Ulises Ruiz.
La democracia que se convirtió en fraude y burla descarada en las pasadas elecciones presidenciales, y que está a punto de convertirse en la tumba de la vía electoral.
Quienes estamos en la Otra Campaña buscamos construir otra libertad, otra justicia y otra democracia.
Sabemos que para eso debemos destruir el sistema capitalista y buscar, juntos, otro país.
En el trayecto, hemos de construir también nuestro espacio como diferentes, defendiendo nuestra identidad e historia.
Como pueblos indios que somos esta construcción no puede dejarse de lado o subordinarla.
Tiene su propio paso, su propia lógica, su propio destino.
Así lo hemos visto dentro de este gran movimiento, donde algunas personas siguen sin ver nuestra diferencia y la de otros y otras, y quieren imponer su visión y su decisión.
Así que, lejos de los medios de comunicación y de los asuntos "importantes" para allá arriba, dentro de la Otra Campaña seguimos avanzando como pueblos indios, nos reunimos, nos encontramos, hacemos nuestros acuerdos y vamos construyendo una identidad, la nuestra, dentro de la Otra Campaña y de nuestro país.
También, como zapatistas, seguimos abriendo el corazón y el oído para el pensamiento de quien con nosotros lucha.
Sin hacer bulla, nuestro oído recoge palabras de diferentes suelos y realidades, pero todas de abajo, de izquierda.
Con ese pensamiento compañero estamos preparando nuestros siguientes pasos.
Este encuentro de pueblos indios, ahora en las tierras mayas de la península, es parte de este proceso que caminamos.
Y aquí está nuestra palabra.
Mientras arriba el ruido y la prisa de los poderosos tratan de imponer otra vez a un mal gobernante, entronándolo con la mentira y el desprecio.
Mientras se dice y repite que sólo cuenta la mirada y la voz que hacia arriba apuntan.
Mientras se difunde entre corazones buenos y nobles que nada importa si no sigue al movimiento que a estar arriba aspira.
Mientras por todos lados se compra y consume la mentira que impide la mirada crítica y el análisis profundo.
Mientras se vuelve a olvidar el color que somos quienes somos el color de la tierra, incluso por aquellos que dicen buscar el bien de todos.
Mientras allá arriba se miran entre ellos y entre ellos nadie se escucha.
En estos tiempos de ruido y confusión, vuelve la palabra que somos a encontrarnos con los que son como nosotros.
Nosotras, nosotros, las zapatistas y los zapatistas del EZLN, sabemos junto con ustedes que el mañana se pare en la noche, en el silencio, en la sombra.
Sabemos que la gran sostenedora del mundo, la Ceiba, la madre, tiene sus raíces en lo de abajo, en lo profundo, en lo que no se ve; y que de ahí se levantan y sostienen el mundo y los cielos que se ven y admiran.
Y así es nuestro pensamiento.
El pensamiento que somos mucho tiempo pasa y camina en nuestro corazón, antes de hacerse palabra y camino que invita a un destino para los que abajo son con nosotros.
Y mucho desespera éste nuestro modo a quienes apura y mueve el ruido de arriba.
Si no caminamos a la velocidad y en la ruta de los que arriba son, dicen que no existimos, que caímos, que morimos, que ya no más, que nos equivocamos, que desaprovechamos, que perdimos.
Pero nosotros, nosotras, sabemos que siempre que hemos caminado al ritmo de arriba y hemos buscado un lugar para nuestra palabra entre quienes son el Poder o aspiran a él por el camino que el Poder establece, perdemos.
Sabemos ya que no es arriba, ni en el tiempo ni en el espacio, donde encontraremos lo que buscamos, necesitamos, merecemos.
Aprendimos. Sabemos ahora.
Es con quienes son como nosotros porque son diferentes.
Allá arriba nos ofrecen un camino lleno de luces, prestigio, fama, aplausos, saludos de quienes tienen como trabajo el pensamiento y la palabra.
Pero ese camino no va a dónde nosotros queremos ir.
Si lleva a otro lado, ¿por qué habríamos de sumar nuestro paso al de otros, por muchos que sean esos otros, en el camino que arriba trazan?
Aprendimos. Ahora sabemos.
El lugar en donde nuestro paso encontrará libertad, justicia y democracia, no existe.
Tenemos que crearlo.
Y tenemos que hacerlo con otros diferentes en su dolor y su historia, pero igualados por el que nos roba y oprime, el que nos desprecia y explota.
Y en ese lugar tiene que estar el color que somos de la tierra con su propio paso, con nuestro modo.
Compañeras y compañeros:
Aquí, en estas tierras mayas, recordamos a la Ceiba madre y la historia del pensamiento que en su cuerpo se abraza. Y la contamos con las palabras de quien fue jefe nuestro y que llevó en la sangre la dignidad de los indígenas mayas. Ésta es...
La historia del Pensamiento.
Contaban los más antiguos de nuestros ancestros, los ancianos sabedores de nuestros pueblos, que los más grandes dioses, los que nacieron el mundo y lo echaron a andar para que luego fuéramos nosotros quienes lo camináramos, habían dejado todo sin terminar.
Y no lo hicieron así porque fueran holgazanes o porque se hubieran distraído en la bailadera.
Así era su plan de por sí, porque los mundos terminados y completos son los que de arriba imponen quienes hicieron dios al dinero y sacerdotisa a la estupidez humana que cada tanto, como ahora, con la mentira se hace gobierno.
Así que fueron muchas las cosas que quedaron pendientes en el mundo primero que hicieron los dioses más de antes, los que nacieron el camino.
Se dice, por ejemplo, que el pensamiento no se nació en los dioses.
O sea que el pensamiento no nació así como ahora lo conocemos, sino que apenas fue una semilla que quedó ahí para que la tomara el que fuera y la naciera y le diera forma y modo y camino y destino.
Y fueron entonces muchos los pensamientos que desde entonces se nacieron. Y no sólo uno o unos cuantos, sino que tantos como colores fueron pintando el mundo en el que fuimos y somos.
Y así está, por ejemplo, el pensamiento de que sólo importa uno o una, que el colectivo no vale, no cuenta, que hay que buscar el bien individual aunque sea a costa del mal colectivo.
Y éste es el pensamiento que ahora manda y es gobierno y verdad impuestos en nuestras tierras indias.
Y éste es el pensamiento que busca exterminarnos como lo que somos y trata de convertir en mercancía nuestra historia, nuestra cultura, nuestra tierra, nuestra dignidad.
Pero este pensamiento se viste con muchas ropas que engañan, que esconden su maña.
Y a veces se viste con ropa de libertad, y miente.
Y a veces con vestido de justicia, y miente.
Y a veces con manto de democracia, y miente.
"Igualdad" dice el que está arriba porque con nuestro dolor se enriquece.
Y la libertad que promete es la que busca para comerciar con nuestra sangre.
Y la justicia que defiende es la que lo deja sin castigo y persigue al que abajo no se rinde.
Y la democracia que proclama es la de la resignación frente a los diferentes rostros del mismo Poder que nos roba, nos explota, nos desprecia y nos persigue.
Pero hubo y hay otro pensamiento.
El pensamiento que sabe que no es igual el que arriba vive de nuestra sangre y el que abajo hace andar el mundo con su trabajo.
El pensamiento que conoce la historia de lucha que abajo duele.
El pensamiento que busca construir otra cosa, otro mundo.
El pensamiento que no se conforma con lo que los ojos ven y oyen los oídos, sino que empieza a mirar y a escuchar lo que no aparece ni sonido tiene.
El pensamiento que anima a nuestras compañeras y compañeros presas y presos de Atenco, y con el que resisten a la injusticia y al olvido.
El pensamiento que enarbolan nuestros compañeros y compañeras de Oaxaca, que luchan por librarse del mal gobierno que los oprime.
El pensamiento que camino se hace en quienes han hecho suyo una nueva forma de hacer política que ni mira ni aspira ni suspira por el arriba que nos desprecia.
El pensamiento que como pueblos indios y como zapatistas del EZLN luchamos.
Compañeras y compañeros:
La leyenda indígena maya que cuenta que la Ceiba madre, la sostenedora del mundo, hunde sus raíces en el inframundo y sobre esa fuerza levanta y sostiene los cielos, no sólo mira hacia la historia que fuimos, también apunta hacia lo que somos y seremos en el mañana que nuestro paso y el de otros tiene.
Como zapatistas que somos, como pueblos indios de raíz maya, como compañeras y compañeros de lucha, saludamos las palabras y las historias que aquí se hablan y encuentran.
Y aquí decimos:
El mañana de libertad, justicia y democracia que necesitamos y merecemos, tendrá el color que somos de la tierra, o no será.
Reciban, compañeros y compañeras, el saludo de nosotros, nosotras, lo más pequeño del mundo que ahora sólo es pensamiento y paso en la sombra, pero que ya asoma a otra madrugada, una que desvista de miedo y vergüenza a la mañana.
¡Con los pueblos indios!
¡Libertad para las presas y presos de Atenco!
¡Justicia para el pueblo de Oaxaca!
¡Democracia para el México de Abajo!
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Por la Comisión Sexta del EZLN.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Agosto del 2006.



La crisis postelectoral mexicana y La Otra Campaña
x Carlos Antonio Aguirre Rojas

"Y en cualquiera de los dos casos, La Otra Campaña estará ahí, convocando a estos sectores y clases subalternos de México y del mundo, para continuar construyendo una alternativa radicalmente anticapitalista y de izquierda, cuyo objetivo final, cada vez más cercano y palpable, no es otro que el noble y audaz objetivo de cambiar el mundo, y de construir, desde abajo y a la izquierda, un otro mundo, todavía posible."
"Pero si el sufragio universal no era la varita mágica que habían creído los probos republicanos, tenía el mérito incomparablemente mayor de desencadenar la lucha de clases..."


Carlos Marx, La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850, 1850.


Hoy, en agosto de 2006, México vive una crisis política postelectoral de grandes dimensiones. Porque como resultado de un escandaloso fraude, tanto manual como cibernético, llevado a cabo por el gobierno de Vicente Fox en general, y en particular por el Instituto Federal Electoral, se intenta ahora imponer, de manera totalmente ilegal e ilegítima, a Felipe Calderón como futuro presidente de México.

Fraude descomunal, en contra de la voluntad ciudadana de la inmensa mayoría de los mexicanos, que reeditando con algunas variantes el fraude sufrido por esas mismas clases populares mexicanas en 1988, ha generado ya un enorme descontento popular, y con ello, un vasto movimiento de protesta y de oposición a esta verdadera "elección de Estado", lo mismo que a este burdo intento de perpetuación del gobierno del PAN en el país.

Y si, por ahora, ese gran descontento y esa enérgica protesta popular se expresan todavía bajo la forma de la consigna de "¡Voto por voto, casilla por casilla!", y como apoyo al movimiento liderado por Andrés Manuel López Obrador, no es imposible que el día de mañana, esa misma oposición e insubordinación populares encuentren otros cauces de expresión, más radicales y más acordes con sus propios intereses y demandas fundamentales, confluyendo entonces hacia el digno movimiento social de La Otra Campaña.

Porque es claro que si el desenlace de este fraude electoral de 2006, no ha tenido hasta ahora el mismo curso que el fraude de 1988, eso se debe principalmente al desarrollo de un proceso importante, que sin duda alguna se hace manifiesto en la existencia y en el crecimiento progresivo de la creativa iniciativa de La Otra Campaña, y que alude claramente al mayor grado de maduración política y de concientización social que, en estos últimos dieciocho años, han ido desarrollando y consolidando los sectores y las clases subalternas y populares de México. Maduración política y concientización social que ha crecido y se ha ido fortaleciendo bajo los impactos múltiples de, primero, esa misma frustración y decepción nacional masiva que fue ese fraude de 1988 y en donde claramente, Cuauhtémoc Cárdenas no estuvo a la altura del movimiento nacional de insurgencia cívica en contra del dominio del PRI. Pero también y en un segundo momento, de todos los logros y avances que se generaron en México a partir del 1 de enero de 1994 y de la digna e importante acción del movimiento social neozapatista, y que abarcan desde el reconocimiento y revaloración de nuestros pueblos indígenas, hasta la caída del Régimen de Partido de Estado priísta que duró más de 70 años, y pasando por el relanzamiento del Movimiento Indígena Nacional, la reactivación de múltiples movimientos sociales locales de todo tipo, junto a las lecciones y experiencias, organizativas, políticas y hasta vitales, que dejaron en tanta gente, los tan relevantes aunque fallidos procesos de la Convención Nacional Democrática, los Diálogos de San Andrés, el Primer Encuentro Intergaláctico, la iniciativa de la Consulta Popular, la Marcha del Color de la Tierra, o el reciente recorrido de La Otra Campaña, entre otros.

Ya que la situación que hoy viven vastos sectores de las clases subalternas de México, puede muy bien ser interpretada como una evidente situación de transición, tanto de su evolución política como de su conciencia social global, tránsito que recorre el periplo entre la sorpresa, el desconcierto y luego la frustración que provocó ese fraude de 1988 y la tibieza de la respuesta de Cuauhtémoc Cárdenas, hasta los planteamientos y propuestas de La Otra Campaña, de organizar un inmenso movimiento social de todos los subalternos de México, que estructuren y luego enarbolen un Programa Nacional de Lucha, para avanzar, primero hacia una Nueva Constitución o nuevo pacto social general de la sociedad mexicana, y luego, hacia el claro y sencillo objetivo de ?cambiar el mundo?, dentro de una perspectiva anticapitalista y de izquierda.

Situación de tránsito de las clases populares mexicanas, que hoy se expresa como lucha radical en contra del fraude electoral y por el respeto de la voluntad ciudadana, y que mañana podría manifestarse como reclamo de acatamiento e imposición popular, frente a las clases dominantes y frente al futuro Presidente de México, sea quien sea este último, de ese Programa Nacional de Lucha anticapitalista y de izquierda, y de esa transformación radical y estructural de la entera sociedad mexicana.

Porque si bien hasta el día de hoy, López Obrador parece haberle mantenido el paso a esta protesta social popular en contra del fraude electoral, acompañando a ese clamor nacional de respeto a la voluntad ciudadana, nada nos asegura en cambio que en el cercano futuro, podamos presenciar también un claro divorcio entre la mayoría de las clases subalternas de México y quien fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México entre 2000 y 2005. Y ello, tanto a partir de la composición específica actual del equipo inmediato que rodea a Andrés Manuel López Obrador, y de sus convicciones sociales más profundas, plasmadas en su Proyecto Alternativo de Nación, como también y sobre todo de esta importante travesía de creciente politización y concientización que ahora escenifican esos grandes sectores subalternos del pueblo mexicano.

Puesto que a la hora de evaluar esta relación que por el momento parece ser sólida, entre el antiguo líder del PRD, y las muy descontentas clases populares mexicanas, no es irrelevante recordar los orígenes priistas de López Obrador, así como sus concepciones específicas sobre el sentido en el que habría que transformar a México, y que él ha repetido reiteradamente en declaraciones recientes, concepciones que sin poner en cuestión para nada a la estructura capitalista de nuestro país, sólo persiguen hacer de nuestra patria una sociedad menos desigual y menos pobre, donde impere una verdadera democracia y una justicia real, y donde existan una prensa libre e instituciones que funcionen de modo también libre y adecuado. Todo ello, sin entender que la causa de esa pobreza y desigualdad social, lo mismo que de esa deformación de las libertades, de la democracia, de las instituciones o de los medios de comunicación derivan sin duda de dicho carácter capitalista de nuestra sociedad mexicana.

Pues más allá de las circunstancias inmediatas, que hoy nublan la mirada de muchos analistas sociales, y de muchos especialistas de la coyuntura presente, provocando que ellos engrandezcan y magnifiquen a quien hoy representa ese vasto descontento y clamor ciudadano, hace falta volver a revisar con seriedad, tanto el contexto general latinoamericano y mundial en el que se despliega esta específica coyuntura postelectoral mexicana, como también los intereses económicos y sociales reales que representa el proyecto de nación defendido por Andrés Manuel López Obrador, y por ende, los sectores de las clases dominantes que lo apoyan y apuntalan.

Igualmente, y dirigiendo después la mirada hacia "abajo y a la izquierda", será necesario explicar más a fondo ese tránsito que hoy realizan los sectores y las clases subalternas mexicanas, para comprender, primero las razones de este apoyo en curso a la figura de López Obrador, pero también y sobre todo, en segundo término, los posibles escenarios futuros del desenlace de esta misma coyuntura postelectoral por la que hoy atravesamos.



"¿Sabe usted?? los ricos son ricos porque la única cosa que aman en esta vida es el dinero?"


¿Por qué la confrontación actual entre, de un lado el gobierno de Vicente Fox, el desprestigiado Instituto Federal Electoral, el Partido Acción Nacional y Felipe Calderón, y del otro, el vasto movimiento social en contra del fraude electoral, el también muy desacreditado Partido de la Revolución Democrática y Andrés Manuel López Obrador, por qué esta confrontación ha adquirido el encono, la agudeza y la radicalidad que ahora presenciamos? ¿Y por qué se dividen tan profundamente los bandos que apoyan a uno y otro representantes de esta confrontación, alineando de una parte al gobierno de George Bush Jr, al The Wall Street Journal, a los dos grandes consorcios televisivos de México, o a los representantes de la CONCANACO mexicana, entre otros, mientras ubican en la postura diametralmente opuesta, a presidentes como Evo Morales o Hugo Chávez, junto al The New York Times, a grandes sectores de las clases populares de la ciudad de México, o a los voceros de la CONCAMIN y de la Cámara de la Mediana y Pequeña Industria Mexicanas, entre otros?.

La explicación a este radical desgarramiento de la clase política mexicana, hunde sus raíces en un concomitante desgarramiento y polarización de la propia clase dominante mexicana, los que a su vez no hacen más que reproducir el proceso de idéntica fractura y distanciamiento interno de las clases dominantes de todos los países de América Latina, e incluso del mundo entero.

Un proceso de fragmentación y división radical de esas clases dominantes de todo el planeta que, habiendo comenzado a esbozarse inicialmente a partir de la crisis económica mundial de 1972-73, fue avanzando y perfilándose muy lentamente, para estallar y hacerse evidente, en muchas partes del mundo, durante los últimos dos o tres lustros recién transcurridos.

Desgarramiento político y también social de todas las clases dominantes dentro del capitalismo mundial, que tiene su fundamento en la polarización económica que también se ha desplegado en estos últimos treinta años, y que no hace más que expresar, en esta esfera de las relaciones económicas, a la verdadera y profunda crisis terminal del sistema histórico capitalista a la que ahora asistimos. Ya que como lo ha explicado reiteradamente Immanuel Wallerstein, la etapa que vive el capitalismo mundial, desde esa crisis económica de 1972-73 y desde la revolución cultural mundial de 1968 y hasta hoy, no es otra que la fase de su crisis global y estructural definitiva, en la que colapsan y se desestructuran y deshacen todas las relaciones de la civilización y del mundo capitalistas, para ubicarnos a todos los seres humanos frente a una nueva situación de elección histórica general, respecto del nuevo mundo y el nuevo sistema histórico que queremos ahora construir, y con el que habremos de reemplazar a ese hoy agonizante y decadente capitalismo mundial.

Crisis civilizatoria de alcance mundial y de proporciones globales, que en el ámbito económico se expresa como la clara división entre, por un lado, aquellos capitalistas que, en las naciones de la periferia capitalista o de los países capitalistas pobres, solo miran hacia la entrega incondicional, para su depredación indiscriminada, de todos sus recursos naturales y de su riqueza nacional a los capitales extranjeros transnacionales, destruyendo a la industria y al comercio nacionales, y extremando la explotación económica de sus respectivas poblaciones y de sus territorios nacionales específicos. Y del otro lado, otro sector de los capitalistas que, por el contrario, intentan todavía salvaguardar e impulsar los mercados internos nacionales, manteniendo la propiedad estatal de las riquezas y recursos naturales de cada país, y fomentando a la industria y al comercio nacionales, a la vez que procuran estimular el consumo interno y la sobrevivencia de las plantas industriales, la infraestructura comercial, y la propia economía nacional. Es decir, como la evidente polarización económica extrema, entre el grupo de la burguesía puramente intermediaria y aliada del capital trasnacional, y de otra parte el grupo de la burguesía nacional. División clara y nítida entre estos dos sectores de la burguesía, que si en las condiciones de la reproducción normal del capitalismo, antes del quiebre de 1968/72-73, permitía fácilmente una conciliación de sus divergencias y su unificación como clase dominante a partir del reparto de espacios y de nichos económicos diversos, en las condiciones de la crisis terminal del capitalismo se convierte, en cambio, en renovada fuente de esa polarización creciente y de una irreconciliable confrontación permanente.

Lo que naturalmente no se da sólo en México, sino en toda América Latina y en el mundo, siendo el proceso que está en la base de las marcadas diferencias entre, de una parte, los gobiernos del neoliberalismo salvaje y depredador que han sido el de Carlos Menem en Argentina, o el de Fernando Collor de Mello en Brasil, o el de Alberto Fujimori en Perú, o el de Augusto Pinochet en Chile, y que todavía son el de Álvaro Uribe en Colombia o el de Vicente Fox en México, frente a, del otro lado, los gobiernos del neoliberalismo moderado y un poco más social que son ahora los de Néstor Kirchner en Argentina, Luis Inazio Lula Da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, o Hugo Chávez en Venezuela. Y que son la matriz obvia de lo que podría ser un gobierno neoliberal salvaje de Felipe Calderón, o en el otro polo, un gobierno neoliberal moderado de Andrés Manuel López Obrador.

División que se reproduce también a nivel mundial, contraponiendo a los gobiernos salvajemente neoliberales de George Bush Jr., Silvio Berlusconi, José María Aznar, Georg Haider o Jacques Chirac, al neoliberalismo moderado de William Clinton, Romano Prodi, José Luis Zapatero, o antes François Mitterand, y que explica también por qué The Wall Street Journal apoya por ejemplo a Felipe Calderón, mientras The New York Times se inclina a aceptar como legítimas las demandas de López Obrador, haciendo que Televisa, Televisión Azteca y la CONCANACO respalden al neoliberalismo salvaje que propone el candidato del PAN, mientras que las madres solteras y los miembros de la tercera edad de la ciudad de México, junto a los industriales que viven y prosperan del desarrollo del mercado interno nacional, sostienen al candidato del PRD, con su proyecto neoliberal moderado y complementado de un cierto asistencialismo social.

Y si observamos que la tendencia general en América Latina, en los últimos diez años, ha sido la de ir sustituyendo a los gobiernos neoliberales salvajes, por gobiernos neoliberales moderados, entenderemos entonces uno de los porqués principales del encono y de la radicalidad de la confrontación de López Obrador con el gobierno de Vicente Fox, en el escenario de un fraude descomunal y escandaloso que, en contra de todas las tendencias históricas generales latinoamericanas y hasta mundiales, quiere perpetuar por medios tan ilegales como ilegítimos, a ese mismo neoliberalismo salvaje hoy en crisis en México, en América Latina y en todas partes del mundo. Porque dicha tendencia de recambio latinoamericano no es, dentro de los juegos y oposiciones de las propias clases dominantes latinoamericanas, más que el resultado del hecho de que, una vez más en el mundo entero, ese modelo del neoliberalismo salvaje se ha agotado completamente y ha terminado caducando, imponiendo poco a poco y en todas partes ese obligado giro hacia las figuras de un modelo igualmente neoliberal, pero de formas más moderadas y de aristas menos depredadoras, que además de reactivar los mercados internos nacionales, desarrolla políticas de gasto social y de asistencialismo social, compensatorias de sus más perniciosos y destructivos efectos generales.



"¿Y sabe también qué?? que hoy los políticos son políticos porque están enamorados del poder por el poder, y pagan por obtenerlo el precio que sea?"


A partir de esta división referida, entre las dos versiones del neoliberalismo que hoy se disputan la presidencia de México, se establecen también claras diferencias en cuanto a las políticas sociales, los comportamientos políticos y las estrategias culturales que implementarían cada uno de los dos candidatos hoy confrontados. Pues mientras Felipe Calderón continuaría sin duda con las políticas foxistas de contracción del empleo y de destrucción de la planta productiva del país, junto a las políticas de represión brutal de toda disidencia social como en Atenco, Sicartsa o Oaxaca, y a un conservadurismo cultural retrógrado y militante, Andrés Manuel López Obrador, más bien fomentaría y defendería el mercado y el consumo interno nacionales, implementando ciertas políticas de negociación y diálogo selectivo con algunos grupos, sectores y movimientos sociales, además de una política cultural moderadamente abierta y progresista.

No habría entonces que hacerse ilusiones, respecto de lo que podría ser un gobierno dirigido por López Obrador. Pues el mismo sería solamente un gobierno neoliberal moderado en lo económico, y socialdemócrata en lo social y lo político, además de desplegar una también muy limitada apertura y tolerancia cultural. Y todo ello, complementado con una tibia política exterior, que no revertiría ni siquiera el desastre creado por Vicente Fox en este ámbito particular. Y vale la pena reiterar que todo esto lo ha dicho el mismo López Obrador, repitiéndolo en múltiples foros y ocasiones, además de haberlo plasmado en sus 20 compromisos y en su Proyecto Alternativo de Nación. Y que acaba de reiterar en el reciente discurso en la Plaza Central de la Ciudad de México este 13 de agosto de 2006. Así como tampoco habría que hacerse ninguna ilusión respecto de quienes, eventualmente, implementarían dichas políticas en lo económico, lo social, lo político, lo cultural y lo internacional, pues su equipo de colaboradores inmediatos son personajes tan dudosos y cuestionables como Manuel Camacho, Ricardo Monreal, Socorro Díaz o Jesús Ortega, entre otros.

Entonces, si en la conciencia popular está ya claro que no es lo mismo un posible gobierno de Felipe Calderón que uno de Andrés Manuel López Obrador, quizá no son tan claros todavía, en cambio, los límites reales de esa eventual presidencia del antiguo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Y ello por varias razones.

En primer lugar, porque los efectos destructivos y corrosivos del neoliberalismo salvaje han sido tan extremos, que cualquier mínimo gesto de políticas de apoyo social a la economía familiar, o de atención a los jóvenes, o de escucha y recuperación de ciertas demandas ciudadanas, tiende a ser visto, en un primer momento, como una real alternativa a ese neoliberalismo salvaje. Y si bien es claro que se trata de una ilusión, pues estas políticas de asistencialismo social no son más que parches efímeros y paliativos temporales para una enfermedad crónica que sigue avanzando inexorablemente, enfermedad que no es otra que la antes referida crisis terminal del capitalismo mundial, sin embargo esa ilusión sólo se disuelve lentamente, para ceder el espacio a una conciencia más crítica y más exacta de esta misma y compleja realidad.

En segundo lugar, porque no es fácil para nadie el pensar fuera de los horizontes capitalistas, es decir, desde una lógica que asuma radicalmente que la causa central de todos los problemas y conflictos sociales principales es el propio sistema capitalista mundial, comenzando a reestructurar y reconstruir nuestras explicaciones, nuestras prácticas y nuestros modos de vida, de organización y de acción desde esa lógica nueva, genuinamente anticapitalista y profundamente de izquierda. Un horizonte anticapitalista que mira "desde abajo y a la izquierda", y al que lenta pero sostenidamente se van aproximando las clases subalternas de México, de América Latina, y de todo el mundo.

En tercer lugar, porque la magnitud del proceso del cambio social radical es de tal envergadura, que se cumple lo que ya hace un buen tiempo fue afirmado por Marx en su obra El 18 Brumario de Luis Napoleón, cuando dice que "Las revoluciones proletarias" [y todos los movimientos genuinamente anticapitalistas que han emprendido y emprenden hoy las clases subalternas, en cualquier parte del mundo, agregaríamos nosotros], esas revoluciones y movimientos anticapitalistas "...se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado para comenzarlo de nuevo desde el principio, se burlan concienzuda y cruelmente de sus propias indecisiones, de sus lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos; parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantescamente frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea la situación que no permite volverse atrás, y las circunstancias mismas gritan: ¡Hic Rhodus, Hic Salta!".

Y las clases populares y subalternas mexicanas corean, como fruto de su propia iniciativa, y no de Andrés Manuel López Obrador ni de los miembros del PRD, la consigna retadora: ¡Si no hay solución, habrá revolución!, ¡Si no hay solución, habrá revolución! Grito que parece que va dirigido no solamente en contra del gobierno de Vicente Fox y de los sectores retrógrados de las clases dominantes que lo apoyan, sino también y como una suerte de advertencia, hacia Andrés Manuel López Obrador, y hacia los otros sectores de la clase dominante a los que él representa.



"Y a todo esto, ¿en donde estamos nosotros, el pueblo, los de a pie?? Pues nosotros, el pueblo, estamos, claro, ?abajo y a la izquierda?, preparando un mundo muy otro?"


Es posible entonces que, en contra de la voluntad ciudadana y de toda lógica y mínima coherencia, sea impuesto Felipe Calderón como Presidente de México. Lo que no haría más que agravar hasta el extremo las contradicciones sociales, y acelerar el inminente e ineludible estallido social que, en México, se perfila en el horizonte en torno del emblemático y simbólico año de 2010, con sus obvias y muy reales reminiscencias y reenvíos, en la conciencia y en la memoria populares, a los grandes y fundamentales procesos de la Revolución de Independencia de 1810, y de la Revolución Mexicana de 1910.

Pero también es posible que logre revertirse el descomunal fraude electoral que ahora padecemos y presenciamos, y que Andrés Manuel López Obrador gobierne a México, desde finales de este año de 2006, o después de un presidente interino, fruto de una también posible anulación general de las elecciones, que podría derivarse de la tensa y explosiva situación postelectoral que ahora vivimos. Y en este caso, su gobierno tendrá que mostrar, tarde o temprano, sus obvios límites capitalistas, neoliberales y socialdemócratas, decepcionando, más rápido o más lentamente, a los vastos sectores populares y subalternos que ahora lo apoyan.

Y en cualquiera de los dos casos, La Otra Campaña estará ahí, convocando a estos sectores y clases subalternos de México y del mundo, para continuar construyendo una alternativa radicalmente anticapitalista y de izquierda, cuyo objetivo final, cada vez más cercano y palpable, no es otro que el noble y audaz objetivo de cambiar el mundo, y de construir, desde abajo y a la izquierda, un otro mundo, todavía posible.

Fuente: Rebelión.org



Las ballestas y la "caballería cara" del Imperio
x Edgar Schmid

En 1939, Hitler tenía la fuerza para lograr su objetivo, pero se equivocó de estrategia. En 1946, Mao no tenía la fuerza pero acertó en la estrategia. Israel se equivocó de estrategia, ha perdido la superioridad tecnológica y debe por el momento mantenerse en la defensiva estratégica
Siendo la infantería un "arma barata" y la caballería un "arma cara", la derrota de una u otra pueden tener consecuencias no sólo militares sino también políticas, sociales y económicas, y muchas veces a muy largo plazo.
Hacia el siglo I A de C, China estaba dividida en siete grandes reinos. El arma principal de los reyes eran los carros de guerra, arma muy cara pero imparable. Pero en ese momento se inventa la ballesta, arma barata para infantería ?y muy efectiva cuando de disponía de infantería numerosa? y el rey Sin comienza a derrotar a sus rivales y termina unificando China con un ejército de ballesteros.
La Legión romana era un arma cara, tanto en equipo individual del soldado como en mantenimiento de un ejército profesional. Pero servía para imponerse a los bárbaros que eran infanterías aún más baratas. Pero el 9 de agosto del 378, en Adrianópolis, se enfrentaron a un ejército de godos que venían desde Ucrania y con una caballería mejor que la romana. En la batalla muere el emperador Valente y se abre el camino para que más tarde Alarico tome Roma.
A partir de ahí, la Edad Oscura y Media es el predominio de la clase feudal basada militarmente en el castillo y una caballería cada vez más cara, predominio que duraría casi un milenio.
Pero desde China llega primero la ballesta, que mata a Ricardo Corazón de León, rey guerrero por excelencia. Los rebeldes suizos ?con pinos altos? inventan la pica de cinco metros para una formación cerrada de infantería que rechaza a la caballería austriaca. Los ingleses incorporan el arco largo ?de madera de tejo galés? y derrotan a la caballería francesa. Por último, también de China llega la pólvora y los monjes fundidores de campanas se transforman en fundidores de cañones, de éstos el arcabuz, y nuevamente la infantería tiene el arma para derrotar a la oligarquía feudal.
En el siglo XVIII la fabricación de fusiles se hace más barata y con ellos los ejércitos masivos de ciudadanos-milicianos que derrotan a los mercenarios de las monarquías absolutas, en las Trece Colonias, en la Revolución Francesa, las guerras de liberación y de unificación nacional. Las guerras libertarias siguen hasta las primeras décadas del siglo XX en México, Rusia y China.
Las trincheras del Frente Occidental y el motor, van a producir una nueva caballería ?el tanque? junto con un arma coetánea y también producto del motor: el avión. El blitzkrieg que pone a los Panzer a retaguardia de la Línea Maginot es una maniobra similar a la caballería visigoda a retaguardia de la Legión de Valente. De nuevo la "caballería cara" vuelve a ser el arma de un proyecto oligárquico y sólo al alcance de las grandes y ricas potencias.
Israel ganó su primera guerra con un ejército de 70 mil colonos armados ?infantería masiva para lo que era Israel en 1948? que enfrentaron a 20 mil profesionales árabes con blindados anticuados.
Pero la infantería masiva es esencialmente defensiva. Para un proyecto de expansión se necesita una "caballería cara". Para 1956, Israel ya la tenía y pudo llegar al Canal de Suez junto a los paracaidistas franceses e ingleses. En 1966 había perfeccionado aun más su "caballería cara" y en seis días pudo derrotar a tres ejércitos coaligados.
Egipto no podía emprender una carrera armamentista hacia la "caballería cara" y Anwar el Sadat ?como el rey Sin dos mil años antes? debió optar hacia la "infantería barata y masiva" y con una nueva "ballesta china": los misiles de infantería antiblindados y antiaéreos de fabricación rusa.
La batalla por la orilla oriental del canal tuvo un costo enorme para Israel. Con una población cien veces menor que Estados Unidos, perder mil 500 hombre en un par de semanas es como si Estados Unidos perdiera 150 mil efectivos en Vietnam para la misma fecha.
La onda expansiva de la "caballería" israelí encontró un freno al sur; ahora se debía dirigir en otra dirección y fue al Líbano en 1982. No hubo mayor oposición porque Líbano no era una nación ?al menos como se la considera en Occidente? sino un conjunto de grupos religiosos que pronto estaban luchando entre sí. Como decía Perón: "Hay que dejarlos que avancen para que ellos mismos produzcan los anticuerpos".
Así como el blitzkrieg produjo al mariscal Tito y su guerrilla en Yugoslavia, la invasión de Líbano produjo a Nasrallah y el Hezbollah en el sur del Líbano. También esta vez, con "infantería barata" ?aunque de mucha calidad y capacidad combativa? y lo principal: una estrategia inteligente.
Y los generales israelíes ahora culpan a una nueva "ballesta china": la bazuka rusa RPG?29, dos cargas huecas en tandem que logró superar el blindaje reactivo del Merkava (otra versión del tanque estadounidense Abrams).
En 1939, Hitler tenía la fuerza para lograr su objetivo, pero se equivocó de estrategia. En 1946, Mao no tenía la fuerza pero acertó en la estrategia.
Israel se equivocó de estrategia, ha perdido la superioridad tecnológica y debe por el momento mantenerse en la defensiva estratégica.
Israel tiene una densidad demográfica de 350 habitantes por kilómetro cuadrado; es como si Argentina tuviera mil millones. Debe salir a buscar agua, pero los chiítas le han cortado el paso al río Litani, el que riega al único país sin desiertos de la región. ¿Hacia adonde irá ahora? ¿Hacia la sunnita Jordania? No tiene agua más allá del Jordán. El "qué hará" Israel es materia de análisis senior.
El otro tema es la otra "caballería cara" de la región ?y la primera del mundo?: el ejército de Estados Unidos.
Los elementos de un Estado son: territorio, población, ley propia y Fuerzas Armadas. El cuadrilátero de 600 kilómetros cuadrados, la frontera de Israel y el río Litani demostró ser un Estado chiita de facto, gobernado y dirigido por el Hezbollah y fuertemente apoyado por Irán, otro Estado chiíta contra quien se dirigen las miradas de los neo?cons del Pentágono y el lobby sionista de Estados Unidos.
Pero si el Tsahal (Ejército Israelí) no pudo contra la milicia Hezbollah, ahora es harto difícil que el ejército de Estados Unidos pueda vencer las Guardias Islámicas de Teherán. Y armadas con el misil chino Silkworm ?que impactaron en tres corbetas israelíes desde la plaza libanesa? nadie sabe que pasaría si empiezan a impactar en los super?petroleros que salen del estrecho de Ormuz, ¿A cuanto subiría el barril de petróleo? ¿A 150 dólares? ¿A 200? ¿Podrá el mundo de hoy aguantar una suba quizás mayor a la del embargo petrolero de 1973?
La cantidad de opciones e hipótesis que se abren es muy grande. Lo que sí es cierto es que la marcha del mundo no será la misma desde que las "ballestas chinas" (o rusas en este caso) han vuelto obsoleta ?y de un día para otro? a la "caballería cara" del imperio.

* Coautor, junto con Horacio Ricciardelli, de Los Protocolos de la Corona Británica, editorial Struhart, Buenos Aires, julio de 2004.

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