Articulos de Opinion 24-7-06
Llueven mentiras y bombas sobre El Líbano
Robert Fisk
Mundoarabe.org, 23/07/2006
Ahora caen sobre Líbano tantas mentiras como bombas. Las explosiones son fáciles de contar: tres en los suburbios del sur de Beirut la mañana de este viernes y muchas en la carretera principal a Siria, que destruyeron más el gran viaducto de Mdeirej junto con tres autobuses que regresaban a Líbano después de llevar extranjeros a Damasco. Las mentiras fueron obvias, pero igual de poderosas.
La primera fue de Ehud Olmert. Horas después de que el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, había llamado a un cese del fuego y solicitado que se abrieran "corredores" para permitir el traslado de ayuda humanitaria para la población civil atrapada, el primer ministro israelí dijo a la prensa que autorizaría dicho "corredor humanitario"... entre Chipre y Líbano.
La promesa, por supuesto, llegó a los titulares matutinos. Pero ya existe un pasaje marino libre entre Chipre y Beirut: lo que el secretario general demandaba eran "corredores" entre Beirut y los poblados del sur de Líbano, sujetos a un intenso bombardeo... y unas horas después, el ejército israelí exigió el retiro de todos los civiles dentro de 36 kilómetros de la frontera israelí, acto que los libaneses consideran "limpieza étnica" pero que, por supuesto, Ehud Olmert no mencionó.
Luego se informó que los israelíes planeaban enviar una gran fuerza terrestre por el río Litani, en el sur de Líbano, ofensiva que de ser cierta les costaría fuertes bajas y de todos modos no evitaría que Hezbollah lanzara nuevos ataques de misiles de largo alcance hacia territorio israelí. Los generales del comando norte israelí eran capitanes y mayores durante la desastrosa invasión y ocupación de Líbano, en 1982, y saben la insensatez de tal idea.
Y luego John Bolton, embajador estadunidense ante la ONU, dijo otra mentira. Para evitar un cese del fuego y una votación en el Consejo de Seguridad, preguntó cómo un "Estado electo democráticamente" podía tener un cese del fuego con una "banda de terroristas". Era imposible, dijo, pese a que su postura causará sin remedio la matanza de más civiles.
La mayoría de los ministros del gabinete libanés -y por lo menos un reportero occidental que se me viene a la mente- creen que Bolton está un poco loco. O eso, o es totalmente ignorante de la historia de Medio Oriente.
En 1980, después que katyiushas palestinos fueron lanzadas al otro lado de la frontera, Israel -presumiblemente el "Estado democráticamente electo" de Bolton- entró en un cese del fuego con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasser Arafat, a la cual Tel Aviv sin duda consideraba una "banda de terroristas".
La tregua fue negociada por el teniente general Bill Callaghan, comandante irlandés de la fuerza de la ONU en el sur de Líbano, y garantizada por la organización mundial. El cese del fuego fue roto dos años más tarde por Israel, cuando bombardeó la OLP alegando que Arafat había ordenado un ataque al embajador israelí en Londres, Shlomo Argot.
Los israelíes se equivocaban: fue Saddam Hussein, fiero crítico del líder palestino, quien dio la orden, con la esperanza de que Tel Aviv acusaría en falso a Arafat del crimen e invadiría Líbano. Los israelíes lo complacieron.
Sin embargo, las mentiras continuaron hoy. Los reporteros se afanaban en decir que Israel se disponía a levantar su "bloqueo naval" a Líbano para permitir el ingreso de suministros "humanitarios".
Tonterías. Los navíos que desalojan extranjeros de Líbano han pedido cobardemente permiso a Tel Aviv para hacerlo -nadie ha olvidado el ataque aéreo "accidental" de Israel al barco estadunidense Liberty, en 1967-, pero de hecho los israelíes retiraron todos sus buques de guerra de aguas libanesas después de que Hezbollah impactó una nave cañonera con un misil de fabricación iraní, hace una semana.
Si bien los israelíes no revelaron ese hecho -y los periodistas dejaron perder la nota-, ahora se ha sabido que esa nave casi se hundió en el Mediterráneo después de que el misil incendió el cuarto de máquinas y dio muerte a cuatro marinos israelíes. La conflagración ardió más de 15 horas mientras la tripulación trataba con desesperación de salvar el barco.
Otra mentira, esta vez pequeña, se ha infiltrado en los relatos sobre la forma en que empezó esta última guerra sucia en Líbano. El 12 de julio, miembros de Hezbollah cruzaron hacia Israel, mataron a tres soldados y capturaron a otros dos. Horas después, un tanque israelí cruzó la frontera hacia Líbano y una mina lo hizo volar en pedazos; murieron sus cuatro tripulantes.
Pero ahora los informes que salen de Tel Aviv, recogidos por gobiernos extranjeros, hablan rutinariamente de que Hezbollah "mató nueve soldados" en su ataque. Al fundir dos incidentes separados, el asalto original del movimiento de resistencia libanés -ya de por sí ilegal, despiadado y letal- se duplica en salvajismo.
Una vez más, Olmert nos dice que no habrá intercambio de prisioneros por los dos soldados israelíes capturados. Pero de ser cierto, ¿por qué los israelíes contactaron a los servicios de seguridad alemanes que han negociado todos los intercambios de prisioneros entre Hezbollah e Israel durante los 20 años pasados?
Fueron los alemanes, por ejemplo, los que negociaron el canje del resto de los 123 miembros de Hezbollah y 45 prisioneros de la tristemente célebre prisión de Jaiam, en el sur de Líbano, a cambio de los cuerpos de dos soldados israelíes, Rachamim Alsheikh y Jossi Fink, en julio de 1996.
Es extraño que, si bien hoy se conocen los nombres de los dos israelíes cautivos en Líbano, nadie ha mostrado interés por los nombres de los tres principales prisioneros libaneses cuya libertad ha sido demandada por Sayed Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah. La mentira de Hezbollah es que son rehenes a quienes se mantiene en cautiverio sólo por simpatizar con la guerrilla.
Falso. El prisionero más importante -para Nasrallah, claro- es Samir Kantar, de la aldea de Abey, en el sur de Líbano. Los israelíes lo juzgaron por atacar la ciudad israelí de Nahariya, en 1979, y dar muerte a tres israelíes, y le impusieron una sumamente creativa condena a 542 años de prisión. Pero en 1979 Hezbollah no existía.
Yahyia Skaff fue capturado por los soldados israelíes en marzo de 1978, después de un ataque a la costa israelí por guerrilleros palestinos que costó 35 vidas israelíes y provocó la invasión de Tel Aviv de 1978 a Líbano, otro desastre militar que tenía el objetivo de "erradicar el terrorismo" en el país árabe.
Los informes dicen que Skaff murió en el incidente, pero prisioneros liberados de cárceles israelíes insisten en que lo encontraron en cautiverio. Una vez más, Hezbollah no existía en 1978.
Nasim Nisr, israelí nacido en Líbano, fue detenido por tener contacto con Hezbollah, si bien Nasrallah no ha divulgado el hecho de que demanda la libertad de un ciudadano israelí.
De la misma forma, Hezbollah ha estado inventando cifras de bajas israelíes: afirma que siete soldados perecieron en la frontera cuando el número real es cuatro, y que ha destruido cuatro tanques, cuando sólo ha sido uno.
La tasa de cambio de vidas libanesas por israelíes se encuentra ahora apenas arriba de 10 libaneses por cada israelí. Por lo menos 327 libaneses han perecido a manos de Israel, entre ellos un puñado de hombres de Hezbollah, dos este viernes. Hezbollah ha dado muerte a 34 israelíes, entre ellos 19 soldados y marinos.
Entonces, ¿qué probabilidad hay de un cese del fuego? En 1996, durante el bombardeo israelí a Líbano, un vocero de Tel Aviv se refirió a Hezbollah como "un cáncer que crece" en Líbano. Una semana después se inició un cese del fuego. El embajador de Israel ante Naciones Unidas, Dan Gillerman, calificó el jueves pasado al grupo de resistencia islámico como "un cáncer que crece" en Líbano. ¿Qué otra cosa ha cambiado?
© The Independent/ La Jornada Traducción: Jorge Anaya
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Leggiamo Tronti? "Obreros y Capital" hoy
Nicolas Gonzalez Varela
Había una vez un libro de culto, un libro de destino. Aquí la propia escritura y el texto tienen un carácter divino (como en la Antigüedad, donde había libros "celestiales", "sagrados", "litúrgicos"). Que se prestaba con recelo, que circulaba como un auténtico "Samizdat" entre los jóvenes del '68 italiano (como circulaban los textos de Daniel Guerin entre los franceses). Sólo lo conocíamos por referencias indirectas, citas oscuras o críticas desenfocadas que aumentaban nuestro apetito. Borges dice que las obras maestras suelen ser hijas del azar o de la negligencia. Este libro decisivo y secreto es fruto azaroso de la militancia política. Recuerdo el temblor cuando un editor de la mítica editorial Siglo XXI (que se había exiliado en México debido a la dictadura argentina) me prestó un ejemplar en italiano (¡la edición original de Einaudi de 1966!) para que lo fotocopiara en el día y se lo devolviera. El libro tenía un título enigmático: "Operai e Capitale". Obreros y Capital. No se trataba de una obra íntegra, sino una serie de artículos escritos entre 1962 y 1966. Su autor era un desconocido universitario, militante del PCI en la sección de Ostia (cerca de Roma). Como toda la nuova sinistra italiana de posguerra el libro surgió de una experiencia editorial y de intervención práctica que marco época: los "Quaderni Rossi" (Cuadernos Rojos, con el siguiente motto: "espressione di un lavoro teorico e practico di militanti impegnati nelle lotte sindicali e politiche del movimento operaio"). Producto de la maduración de una generación de militantes (y en especial del extraordinario Raniero Panzieri) el desarrollo de un nuevo marxismo crítico y abierto, capaz de realizar una condensación y síntesis de la rica cultura política del '56, la "altra linea". La nueva crítica se afirmaba en una superación del marxismo tercerointernacionalista (Kritik fuertemente anti-idealista y anti-historicista que intentaba una superación "classista" del estatalismo socialdemócrata y del capitalismo de estado stalinista) y un ?ritorno a Marx? serio y filológico (el mismo Panzieri había sido editor en Einaudi y traductor del tomo II de ?EL Capital?). La figura liminar de Panzieri amerita un artículo completo pero podemos decir que después de haber participado entre 1956 y 1958 en la experiencia del ala izquierda del PSI (con Rodolfo Morandi) había propuesto reformulaciones sobre una estrategia de controllo operaio en alternativa a las direcciones reformistas sindicales (tesis escritas con Lucio Libertini) para madurar hacia 1960 la necesidad imperiosa de una refundación de la política de organización del nuevo movimiento obrero. Influenciado por Della Volpe (pero también por intentos de sincretismo de la fenomenología con Marx de Giulio Preti) y su idea de reproponer al marxismo como análisis científico de la realidad. El mismo Tronti recordaba la fortuna de haberse topado en la Facultad de Letras de Roma con el marxismo de Della Volpe. No sólo Della Volpe, no sólo Roma: se leían y traducían trabajos de la nueva sociología del trabajo norteamericana, de revistas francesas como "Socialisme ou Barbarie" o "Pouvoir Ouvrier", textos ya canónicos como los de Daniel Mothé y su "Journal d'ouvrier" o experiencias prácticas como las de Cremona (primera co-investigación militante), en las que Danilo Montaldi intentaba desarrollar una nueva cultura política. El espíritu era una paradójica opposizione comunista al comunismo. Pero no era suficiente simplemente constatar la superioridad y autosuficiencia de los clásicos, se trataba de demostrar prácticamente el fundamento del nuevo marxismo no sólo recuperando el discurso del método sino traduciéndolo en intervenciones y conclusiones prácticas coherentes, eficaces. Los Q.R. se proponían no sólo romper totalmente con la ortodoxia, sino además superar los nuevos revisionismos (ideólogos del neocapitalismo, de la neutralidad de la técnica, del fin de la clase obrera) para logra una rilettura de Marx con la reconstrucción de nuevos instrumentos operativos. En la inédita revista colaboran militantes de partidos de toda la izquierda, como Romano Alquati, Alberto Asor Rosa, Dario Lanzardo, Massimo Paci, Antonio Negri (que venía de una experiencia católica), Mario Tronti, además de sindicalistas (Foa, Garavini, Pugno, Alasia). Las primeras divergencias produjeron en 1963, Alquati, Gasparotto y Gobbi fundarán ?Gatto Selvaggio?, un volantone que describe las formas de las nuevas luchas y pone en cuestión los modelos sindicales. Una divergencia más profunda surge después del tercer número de la rivista: los miembros del llamado Gruppo Romano (entre ellos Tronti y Asor Rosa) que darán origen a otra publicación y a otro grupo político: "Classe Operaia". Las divergencias centrales eran entre Panzieri y Tronti; para el primero la centralidad es de las relaciones de producción y la crítica a la pretendida neutralidad del desarrollo científico-técnico (l'uso capitalistico delle macchine, como se titulaba uno de sus artículos más destacados que critica tanto al capital como a la URSS). Las relaciones de producción están siempre dentro de las fuerzas productivas. Las relaciones de producción son siempre, según Panzieri, relaciones de poder, por eso se las reclama como clave de lectura del nuevo conflicto social, de las recomposiciones de clase, del nuevo despotismo del capital y de las transformaciones en la forma del estado. ¿Cómo se las lee en su materialidad? Con un viejo método de la encuesta obrera empleado por Marx en 1867: la co-investigación militante (co-ricerca). La muerte imprevista de Panzieri (octubre 1964) acentúa la crisis de los "Q.R.", que sobrevive produciendo una serie de publicaciones (Cronache, Appunti, Lettere) que serán la vigilia del movimiento del '68. Decíamos que el Gruppo Romano lanzará, luego de separarse de los "Q.R.", un "giornale politico mensile degli operai in lotta", desarrollando muchas de las intuiciones panzierianas pero encuadradas en las coordenadas de la divergencia que Tronti tuvo en 1962. Ya en el ensayo "La fabbrica e la societá" está presente el núcleo teórico no sólo de la divergencia con Panzieri sino el alma de toda una corriente del futuro Operaismo: la clase obrera es el motor del desarrollo capitalista. Se invierte así las intuiciones de la metodología de los "Q.R.", mientras en Panzieri es el desarrollo capitalista el que determina la posibilidad de un nuevo nivel de luchas, para Tronti el desarrollo no es otra cosa que una funzione de la lucha obrera dentro del proceso productivo. En la editorial del primer número Tronti, el famosísimo artículo Lenin in Inghilterra, exaltará todavía más esta contraposición. Hemos visto (por la experiencia en "Q.R.") "primero el desarrollo capitalista, después las luchas obreras". Es un error, dice Tronti, el principio è invece le lotta de classe operaia. El desarrollo del capital se halla subordinado a las luchas, se despliega tras ellas y a ellas se debe el mecanismo político de la propia producción. La fuerza-trabajo nace históricamente homogénea sobre el plano internacional y esta homogeneidad es la que constriñe la forma de dominio del capital. El debate, aunque pareciera puramente académico, se daba sobre el intento de intervenir en la propia lucha de clases: la rottura politica en los "Q.R." se superponía sobre la lucha victoriosa de los trabajadores metal mecánicos (el mítico suceso de Piazza Statuto en julio del '62). En el balance del ciclo de luchas que había quebrado el nexo PSI/PCI-sindicato, emergen dos orientaciones: una, la del grupo de Panzieri, el éxito de los trabajadores no sólo confirmaba la incapacidad de la burocracia sindical oficial y sus métodos reformistas, sino señalaba una amplia derrota política de la clase obrera en su conjunto (por ejemplo: la lucha exhibía que ciertos elementos de conciencia política no están implícitos en la combatividad sindical, aún siendo esta altísima y extrema); la del grupo romano (con Tronti y Negri) por el contrario, la derrota sindical de la lucha ha determinado ya en los hechos (en especial en las grandes usinas, la FIAT) un verdadero salto cualitativo de la clase o mejor dicho: de su avanguardie de massa, que no comprende pequeños núcleos de trabajadores, sino la fábrica en su conjunto, con capacidad de guiar en la lucha, como objetivo consciente y organizado, respecto a lo cual elemento sindical es un mero pretexto. Mientras el grupo panzieriano retiene prioritario objetivos de trabajo más cautos y menos optimistas (que apuntaban a una recomposición política de la clase), Tronti retiene "en acto" la recomposición misma de la classe, incluso se ensaya una idea de rotura y revolución a corto plazo. Por supuesto que subyacían a la elaboración de las líneas afinidades políticas (Panzieri con el ala izquierda del PSI; Tronti con su propia militancia en el PCI), modelos teóricos y experiencias de militancia diversa: si el principio de todo es la lucha de clases y, en especial, si la "Arbeitskraft", la fuerza-trabajo es "ya" clase obrera, prescindiendo del lado material de sus organizaciones y del grado de desarrollo del estado y el capital, si el desarrollo político de la classe es el presupuesto teórico del modelo, todo se justifica. Es un círculo vicioso, una hipostatización de un Sujeto ideal: la classe es puesta como sujeto y se excluye todo lado objetivo, todo lo que no sea variable a sí misma, todo está "ya" puesto en el sujeto mismo y todo es como parte de su propia realización. Es un vicio neohegeliano, y ya Panzieri capto este sujeto ideal "ya" puesto como "è molto hegeliano, in senso originale, como modo nuovo di rivivere una filosofia della storia. Ma è appunto una filosofia della storia, una filosofia della classe operaia..." Lo que se extrae del discurso de Tronti es que el capitalismo vive sólo por autosugestión, concluía pesimista Panzieri. "Classe Operaia" inicia su publicación mensual en enero de 1964 con una redacción impresionante: Romano Alquati, Massimo Cacciari, Luciano Ferrari-Bravo, Mario Tronti y Antonio "Toni" Negri. Las colaboraciones son numerosas, con redacciones locales en Milán, Torino, Génova, Firenze, Mestre. Recordemos los nombres de Sergio Bologna, Enzo Grillo (traductor de los Grundrisse de Marx), Adriano Sofri. El propio equipo redactor funciona como centro de agregación política para un trabajo de intervención en la fábrica. Los artículos son en su mayoría anónimos. La atención principal es dedicada a la lucha obrera: análisis de las formas de lucha, categorías de participantes (metalúrgicos, textiles, etc.) participación del estado y de partidos políticos, balance de la lucha sindical, todo en números monográficos. La noción fundamental trontiana (prioridad teórica, histórica y política de la classe) impregna toda la revista, cuya experiencia política hará una parábola que parte de la idea de un conflicto de clase amplio y general para concluir con un repliegue que considera el ?uso táctico? realista del viejo PCI. Tronti ya había invertido la vieja fórmula y reclamaba la estrategia como un hecho inmanente a la clase y que el partido es sólo instrumento de la táctica. Si inicialmente servía para justificar y explicar la madurez política de la clase obrera (toda hecha expresión en las luchas), apenas el grupo se encuentra con dificultades políticas en su intervención práctica, la misma sirve ahora para justificar un re-ingreso al PCI legitimado del propio ?uso? táctico de los trabajadores comunistas. ?C.O.? es una experiencia teórica y política singular, izquierdo-hegeliana, de un lado progresiva y muy de izquierda (con connotaciones de superar el leninismo); por el otro lado, involutiva y reaccionaria. Pero en sus contradicciones es el laboratorio de una elaboración de ruptura, de una creatividad en el retorno a Marx, la trontiana, acta de nacimiento del Operaismo moderno que surge como rara síntesis y punto de cristalización entre la cultura crítica del ?56, las lecciones teóricas de Panzieri, la nueva hermeneútica sobre los textos clásicos e incluso con acento neohegeliano. La experiencia ?C.O.? no se reduce a Tronti: allí están los soberbios análisis sociológicos y de co-ricerca en la fábrica de Romano Alquati, primeros análisis de la composición y estratificación interna del proletariado (luego reunidos en otro libro mítico: Sulla FIAT e altri scritti); la serie de análisis sobre al formación de la ideología de la cultura de Alberto Asor Rosa, crítica ácida al inocente populismo de la cultura de izquierda (reunidos en el volumen Intellettuali e classe operaia); incluso Antonio Negri intentando expurgar los vicios ideológicos del trontismo. Alquati, recordando esta etapa, afirmaba que la diferencia fundamental de Tronti respecto al marxismo oficial era la valorización y énfasis cambiado de la más notable fórmula marxiana: el Doppel Charakter del trabajo. Recordemos que para Marx (en el tomo I de Das Kapital) el trabajo bajo el capital tiene un carácter bifacético, que genera movimientos antitéticos. El fetichismo del capital es una caja de Pandora con varias antinomias superpuestas, pero retenía Alquati, Tronti destacaba este doble carácter del trabajo colectivo como estratégico y medular, dándole incluso un énfasis más allá (o acá) de Marx. Era el encuentro inédito entre una nueva clase obrera y una nueva manera de entender la tradición clásica. El discurso sobre la autonomía de la classe nace de esta verificación (aunque sus raíces están en Morandi) de esa mercadería especial llamada ?Arbeitskraft? y su potencial negatividad (su no-identificación con los procesos e instituciones del capital, quizá la más grande lección práctica del trontismo).
Lo cierto es que había nacido una nueva Tendenza político-teórica destinada a influenciar a toda la nueva izquierda, italiana o no-italiana. La más importante experiencia política, ?Potere Operaio?, tendrá como texto sagrado nada más ni nada menos que el libro de Tronti: ??Operai e Capitale? era la bibbia di Potere Operaio?, recordaba Greppi. Pero antes la propia ?C.O.? sufrirá su propia rotura interna, un hilo rojo que atravesaba el problema de autonomía y nueva organización (=partido). Para Tronti el primer objetivo había sido evitar la socialdemocratizzazione del PCI, para luego recomponer adecuadamente la relación clase-partido, como lo señalaba en un número dedicado al tema del partido de clase (Nº 10-12). El slogan era ?l?uso operaio del partito?. Y ?C.O.? serviría no como germen de una nueva forma organizacional, sino una experiencia pedagógica de formación en contacto con la lucha real, de un gruppo dirigente, que podría luego fungir en la Gran Política, re-introducirse en el PCI (y la CGIL, la central obrera comunista) para darle sentido revolucionario con su relación material (ontológica) con la nueva vanguardia. Tronti recuerda que el motivo final de la ruptura fue está evolución no-intencional de la rivista, que se estaba transformando en un grupo alternativo, en un esbozo organizativo que enfrentaba y competía con la burocracia stalinista en todos los niveles. Rita Di Leo, la más trontiana con Asor Rosa, explicaba que pujaban dos almas en el grupo: una, que quería ayudar al PCI a recuperar su via regia con las luchas obreras; otros que consideraban a ?C.O.? como una posibilidad de golpear y superar al PCI en un nuevo nivel. Sobre esta consigna se consumo la nueva escisión. La identidad entre soggetto sociale y el partido histórico (futura perspectiva de la ?Autonomía de lo político? del tardo Tronti) ya estaba presente en la primera editorial. Ya Negri en dos artículos (Il comitati di classe di Porto Marghera; Operai senza alliatti) intentaba poner el peso sobre esta identidad pero apuntando hacía otro lado: sobre el comité de base señalaba sin titubeos que las bases y condiciones materiales de una organización están dadas. En otro artículo de 1965 (Lenin e i Soviet nella rivoluzione), aunque no entra de fondo en el debate demuestra que opone el Lenin ?loco? de las tesis de abril al Lenin conservador y jefe de estado de Kronstadt y la NEP: ruptura de las masas frente a continuidad. Su búsqueda era radicalizar hacía la izquierda la hipostatización trontiana, mostrando una resistencia clara al nuevo discurso sobre las instituciones del movimiento que comienza a penetrar en los integrantes provenientes de la experiencia comunista. Para Negri la cuestión será otra: ?¿Cuáles son las formas a través de las cuales la clase obrera internacional amenaza el desarrollo capitalista? Es éste el nuevo interrogante científico, el nuevo horizonte??. La ruptura será inevitable, lo que dará forma a una nueva solución de compromiso, la revista ?Contropiano?, creada bajo el impacto del mayo italiano del ?68, junto con Asor Rosa y Cacciari (solución que duró dos números) cuando Negri definitivamente opte por el Lenin ?loco? anti-partido de 1917: ?si el desarrollo sabe ser crisis, si sabe ser estado y violencia? entonces el antagonismo revolucionario de la clase obrera debe recobrar la primacía leninista del romper? romper, enseña Lenin, romper el eslabón más débil de la cadena? (Marx sul ciclo e la crisi; Contropiano, Nº2, 1968, siempre reconociendo la deuda con Tronti). Al final de este artículo la dirección de la revista publica un breve comunicado donde anuncia la renuncia de Negri al equipo editorial. Pero esta ya es otra historia?
Mientras Tronti realiza una autocrítica a su pecado de la época de los ?Q.R.? que demuestra que la otra cara del idealismo del Sujeto proletario es la aceptación acrítica de la más vulgar empiria: la propia historia del PCI. Reclamando una nueva relación espontaneidad (classe)-organización (partito), Tronti abandona a Lenin en Inglaterra, mientras redescubre al viejo partido comunista en Italia. La Gran Mediación del partido leninista de cuadros es indispensable/irremplazable (ya está allí al autonomía de lo político de nuevo) y sólo un ?uso operaio? (que no puede ser pacífico) puede re-establecer la tensión hacia la propia clase. La palabra de orden es que el PCI cambie su línea política, adquiera una cultura proletaria, liquide el populismo y se revitalice en un contacto prístino con la fabbrica. Ninguna crítica a la realidad material de las instituciones históricas: la separación entre activos y pasivos, su propia composición social, su naturaleza des-representativa, su metamorfosis burguesa en el estado de partidos, su separación estructural con el movimiento, la naturaleza alienante de la propia mediación política sans phrase. La crisis de las hipótesis trontianas y las resistencias internas se puede seguir sismográficamente en la periodicidad de la rivista: ocho números en 1964; cuatro en 1965, dos en 1966. El último número de ?C.O.? sale en 1967: la objetividad material refuta toda su arquitectura neohegeliana, se verifica la importancia y fuerza de las instituciones históricas de la clase obrera, el valor y el espesor en la mediación de la política burguesa pero también el instinto de innovación y creatividad (ruptura) del nuevo movimiento obrero. No es casualidad que en el Poscritto a la segunda edición de ?Operai e Capitale? (1971), Tronti manteniendo su coherencia teórica, descubre que la América política de ayer (la de los años ?30) será nuestro presente histórico de hoy. El ?New Deal? es la demostración histórica de cómo una gran iniciativa capitalista es una gran victoria de los trabajadores. Roosevelt es el resultado, in positivo, de la supremacía de la lucha obrera. El Geist obrero puede y quiere desplegarse y encarnarse en cualquier forma; la Will zur macht proletaria se funcionaliza siempre persiguiendo sus propios fines, sin preocuparse de la materialidad de las relaciones de producción, de la naturaleza alienante del capital, del fetichismo de la mercancía. La classe, por definición, puede hacer un uso ?in-mediato? de la Mediación (aunque suene tautológico). Embarazoso es seguir las ondas de los ciclos de lucha y las constantes traducciones/traiciones que intenta Tronti: la lucha explota en el ?68, y se mantendrá en el más alto nivel en Occidente hasta 1972, es como si su teoría, gelatinizada en el reflujo y pasividad obrera del 63-66, intentara salvaguardar intacto el ideal del Sujeto. Primero utilizará al propio Hegel (al Hegel más político, título de su libro de 1975); después intentará rescatar la pulsión populare de la revolución inglesa; luego participará del descubrimiento italiano del decisionismo de Carl Schmitt (Marx dopo Schmitt). Todo concluirá con la tesis que cierra toda una parábola: el Político (con mayúsculas, pero en modo particular el partido, que ya a esta altura puede ser incluso la socialdemocracia¡¡¡) es ya totalmente autónomo, de la misma clase obrera, de sus luchas, de sus subjetividades, de sus intereses y necesidades. Ahora la classe concede ella misma la autonomía al partido, liberándolo de la estrecha representación de sus intereses sectoriales, tratando a su propia lucha con autosuficiencia, como momento particular (¡dialéctica!) privado de importancia y que el Político puede cancelar. Ahora el partido puede ser indiferente, incluso oponerse a la misma lucha de clases, puede tranquilamente reprimir (ya lo hará el 7 de abril), porque él ya es, en todos los casos, la expresión (el Ausdruck hegeliano) más auténtica de la classe. Se inaugura la época del ingreso en el Político de las nuevas fuerzas sociales, realizando un doble salto mortal sobre la alienación de la forma representativa burguesa y la reducción de la política al profesionalismo del estado de partidos? Un largo camino ha llevado a Tronti de la autonomia operaia a la autonomía del político, por lo que deberíamos tomar seriamente la matriz filosófica-política (que algún lector atento como Sbardella o Meriggi han definido como de naturaleza idealística `a lá Gentile, actualística y neohegeliana). Muchos creen que la actual posición política de Tronti es una contradicción con sus posiciones de ?Operai e Capitale?; otros simplemente coherencia y continuidad. Como sentenciaba Negri, aunque ?Quaderni Rossi? y ?Classe Operaia? fueron un salto elevadísimo en la teoría, hoy son ilegibles para nosotros y la propia militancia. Se encuentran demasiado situados, demasiado determinados, demasiados ligados a la figura del trabajador fordista de la FIAT. Sin embargo, leggiamo de nuevo a Tronti aunque sepamos que el rojo que se avecinaba en sus textos no era el del amanecer sino el del crepúsculo de una figura social.
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¡Mujeres en movimiento cambian el mundo!
Marcha Mundial de las Mujeres y REMTE
presentes en el II Foro Social de la Triple Frontera
Vivimos un momento de intenso debate entre los movimientos
sociales sobre alternativas de integración para nuestro continente,
que tiene hoy condiciones concretas para la superación del
neoliberalismo. La construcción de un proyecto alternativo de
integración desde nuestros pueblos es una herramienta para hacer
avanzar nuestra lucha antiimperialista.
En la resistencia a las políticas neoliberales, las mujeres hemos
denunciado la super-explotación de nuestro trabajo y la
precarización a que estamos sometidas para garantizar las
ganancias de las transnacionales; el incremento de la violencia
contra las mujeres vinculada a la presencia militar en nuestros
territorios; la privatización y saqueo de nuestras riquezas
naturales; y el intento del libre comercio de controlar nuestra vida,
nuestra economía y nuestros conocimientos.
Las mujeres tenemos el reto de garantizar la perspectiva feminista
en el debate de integración. Para consolidar las primeras
convergencias en el tema, se realizará en diciembre en Bolivia la
Cumbre Social por la Integración de los Pueblos. Las mujeres
estamos en el proceso preparatorio a la Cumbre visibilizando
nuestras luchas para que se exprese en las propuestas comunes
de los movimientos el compromiso con la igualdad entre mujeres y
hombres. Un proyecto alternativo de integración debe constituirse
en una visión integral que rompa con jerarquías y desigualdades
estructurantes de la sociedad capitalista y patriarcal.
Por una integración generadora de igualdad
La sostenibilidad de la vida humana
La división sexual del trabajo define y jerarquiza los trabajos de los
hombres y los de las mujeres, ocultando una grande cantidad de
trabajo de las mujeres en la reproducción social. Sin embargo, esa
división también estructura el trabajo productivo, en el cual a las
mujeres se destinan los empleos más precarios, sin derechos y
las más bajas remuneraciones. Así, la división sexual del trabajo
organiza el trabajo, la producción y la distribución de recursos,
constituyendo la base material de opresión de las mujeres. Es
fundamental para un proceso de integración generador de igualdad
el rompimiento con esa lógica y la búsqueda del equilibrio entre la
producción y reproducción. Por eso el tema del trabajo y la
garantía de empleo con derechos son centrales en este momento.
La sostenibilidad ecológica
Las patentes y la privatización de nuestra biodiversidad son
instrumentos de control. En oposición a ese paradigma las
mujeres afirmamos que la naturaleza es una riqueza pública
compartida entre los pueblos. En los sectores populares y en el
mundo rural, las mujeres son las principales responsables del
abastecimiento del agua, recorriendo a menudo largas distancias
para traer el agua a sus comunidades. Afirmamos el acceso al
agua como un derecho y no una mercancía controlada por las
corporaciones transnacionales.
l carácter público del Estado
El neoliberalismo ha desmantelado nuestros Estados a través de
las privatizaciones de los servicios básicos, como salud,
educación y transportes. Las mujeres son consideradas
responsables de cuidar del bienestar de la familia y la comunidad y
por eso la destrucción de esos servicios recaen sobre las mujeres,
sobrecargándolas con este trabajo. La reproducción social debe
ser encarada de manera política con responsabilidad colectiva de
las comunidades y el Estado. Recuperar el carácter público del
Estado es plantear una gestión transparente, con participación
popular y reconocerlo como garantizador de derechos.
Soberanía y autonomía
La defensa de la soberanía de los pueblos y nuestros países pasa
por la lucha contra las bases militares norteamericanas que
pretenden controlar nuestros territorios y recursos naturales, y por
garantizar la soberanía alimentaria. Las mujeres desarrollan un
importante rol en la defensa de la soberanía alimentaria y de las
semillas como patrimonio de la humanidad. La soberanía
alimentaria es un derecho colectivo, que prioriza la producción
local para la alimentación de la población y requiere la garantía del
acceso a la tierra, al agua y al crédito. La autonomía económica
de las mujeres y la libertad de nuestros cuerpos y nuestras vidas
también es parte de la lucha por la soberanía de los pueblos. La
integración que queremos construir respeta y garantiza el derecho
de las mujeres de vivir nuestra sexualidad y una vida sin violencia.
Para construir otro paradigma debemos romper con el patrón de
consumo que el neoliberalismo nos ha impuesto. Bajo el modelo
actual, se quiere atrapar nuestra esperanza de felicidad en el
consumo de productos. La industria de los cosméticos, de los
medicamentos, de la comida rápida y de los agroquímicos alcanza
crecientes ganancias mientras se profundiza la exclusión, la
desigualdad y la destrucción de la naturaleza. Nuestro proyecto de
integración debe fundarse en la construcción de nuevos valores,
basados en la solidaridad y en nuestras luchas por la ruptura
radical con las lógicas combinadas de mercantilización,
privatización y militarización.
¡Cambiemos el mundo! ¡Cambiemos la vida de las mujeres!
La Marcha Mundial de las Mujeres es una acción global de lucha
feminista, organizada en coordinaciones nacionales y articulada
por grupos de base en más de 50 países y territorios. Marchamos
para cambiar el mundo y cambiar la vida de las mujeres en un solo
movimiento. Nos impulsa la necesidad de desmantelar el sistema
machista y capitalista que justifica la violencia y la explotación, la
exclusión y la miseria en que vive la inmensa mayoría de las
mujeres en el planeta. El feminismo es una manera de pensar, un
movimiento social, una alternativa y otra perspectiva para entender
y transformar la realidad.
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Más allá de AMLO
Autor: josé gil olmos
Fecha: 20-Jul-2006
México, D. F., 19 de julio (apro).- El derecho a saber qué ocurrió con los votos el 2 de julio, el derecho a tener certeza de que la elección fue limpia, legal y transparente, es lo que ha motivado a miles de ciudadanos a salir a la calle y exigir que se cumpla esta demanda legítima, más allá de la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Las dos últimas semanas han salido a las calles del centro de la Ciudad de México cerca de un millón y medio de ciudadanos que demandan "voto por voto, casilla por casilla", en respuesta a la convocatoria hecha por el candidato de la coalición Por el Bien de Todos de que se abran los paquetes electorales para un nuevo recuento de los sufragios.
Las sospechas de que algo no se hizo bien el 2 de julio pasado no forma parte de un plan que haya salido de una mente perversa, que quiera anular la elección presidencial por un deseo de auto-imposición, como lo plantean columnistas como Germán Dehesa, Ciro Gómez, Joaquín López y otros más, sino que es producto de las irregularidades que se han ido detectando a lo largo del proceso electoral, como la intervención directa del presidente Vicente Fox, los empresarios y algunos funcionarios, así como de la actuación de los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) y los errores en el conteo de los votos.
La demanda ciudadana de limpiar la elección es lo que está abajo de las últimas dos manifestaciones convocadas por López Obrador, la necesidad de sectores importantes de la sociedad de tener la certeza de que su voto fue bien contabilizado y no manipulado. Esto es, despejar todas las dudas que se han cernido sobre el proceso electoral más importante del país en las últimas décadas.
Se trata de un derecho legítimo que cientos de miles de mexicanos tenemos de que el voto sea respetado y que no se repita esa historia de elecciones fraudulentas, cuando el voto era objeto de compra, coacción y manipulación por parte de las autoridades electorales, en connivencia con el gobierno federal y su partido.
Este mensaje es lo que al parecer no ha entendido ?o no se ha querido entender? el gobierno de Vicente Fox, el PAN, Felipe Calderón y los empresarios y organizaciones de la derecha que califican esta expresión social como "un acto de rebeldía" o "un peligro para las instituciones".
La demanda de "voto por voto, casilla por casilla" es para panistas, y miembros del sector más conservador, una afrenta al estado de derecho y a la vida institucional del país. Desde su punto de vista, ahora instalado en el poder, no se puede cuestionar un resultado electoral que lamentablemente está plagado de irregularidades y sospechas. Exigir que se cuenten los votos para limpiar y hacer creíble la elección es, para los panistas y algunos columnistas, un atentado a la incipiente democracia mexicana.
Los panistas se olvidan que hace unas décadas ellos recorrieron los mismos caminos de la lucha por el respeto al voto ante un gobierno acostumbrado a cometer fraudes para imponer a sus candidatos y mantenerse en el poder. Luis Héctor Álvarez, Manuel de Jesús Clouthier y otros panistas reconocidos utilizaron los actos de resistencia pacífica, convencidos que éste era un recurso necesario para hacer valer su derecho a defender sus votos. Algunos de estos actos fueron considerados ilegales ?como el bloqueo a carreteras y puentes fronterizos?, pero para ellos esto era el costo de hacer valer el ejercicio de la democracia.
Hoy eso se está olvidando o por lo menos se quiere olvidar. A los que exigen que se cuenten los votos para estar seguros de que no hubo fraude, el presidente Vicente Fox les llama "renegados", y los panistas los consideran "resentidos sociales". Otros más siguen considerando a López Obrador y sus seguidores "un peligro para México", y lo propalan en Estados Unidos, como es el caso de Jorge Castañeda, quien al viejo estilo priista pretende aprovechar la coyuntura y arribar al equipo de Felipe Calderón en la búsqueda de un nuevo hueso.
Sin embargo, los argumentos de los panistas y de sus seguidores no resultan tan convincentes porque tienen una contradicción de origen: no pueden estar en contra de una lucha que ellos mismos impulsaron.
Es decir, los mismos que abogan por la democracia y el respeto a la legalidad, no están tomando en cuenta que ante las dudas generadas por el IFE, por la historia de fraudes electorales, por la participación ilegal del presidente Fox y de las televisoras ?principalmente Televisa, como cuando el PRI gobernaba?, es preferible dar credibilidad a este proceso electoral y que el próximo presidente sea claramente legítimo. Y esto solamente se puede hacer con un nuevo conteo de los votos.
Esta demanda social va más allá de la lucha electoral de Andrés Manuel López Obrador, porque no es coyuntural sino substancial para avanzar en el proceso de democratización del país, pues implica poner un alto a las intenciones de repetir los mismos esquemas de corrupción política y de fraude electoral.
Desoír esta exigencia ciudadana para salir al paso del conflicto postelectoral, o confundirla con llamados a la violencia y a la anarquía, como sostiene Calderón, es desvalorizar un derecho fundamental: mantener la confianza social en los próximos gobernantes, condición básica de la gobernabilidad.
Candente fragmento del artículo: "Fox convirtió a México en colonia de EEUU", del periodista Manuel Moncada Solórzano, en: http://www.voltairenet.org/es
Quedan por aclararse públicamente, que no a los entendidos, dos casos de asesinato estrechamente ligados con la "Santa Madre Iglesia? y la clase ultraderechista. El primero es el del supuesto accidente en el que perdió la vida Manuel J. Clouthier, "El Maquío", antaño candidato a la presidencia por el partido político de derecha (PAN) - El segundo, que Fox se comprometió a resolver, es el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, acaecido el 24 de mayo de 1993 en la ciudad de Guadalajara, México. Catorce impactos le quitaron la vida y aún así hasta hoy se pretende hacer creer que el asesinato fue resultado de una confusión. ¿Maledicencias de un anticlerical come curas con la lengua suelta? - Veamos que nos dicen los hechos y solo los hechos.?
La muerte por supuesto accidente de Manuel J. Clouthier, por su contexto general y político en el fondo se parece mucho al de Aldo Moro, candidato del Partido Demócrata Cristiano en Roma, asesinado en mayo de 1978. Este asesinato junto con otros hechos relacionados con la Iglesia Católica, desencadenó cuatro años después los asesinatos de los banqueros al servicio del Vaticano y de su ingerencia en asuntos turbios en cuanto a política y fraudes en el Banco Ambrosiano, entre ellos, lavado de dinero sucio proveniente de actividades ilícitas en los paraísos fiscales de Panamá y Bahamas. (La Jornada 21/02/2006 y prensa internacional)
Lo curioso e irrisorio del caso es, que tanto el Partido Demócrata Cristiano así como la "Santa Madre", no previeron que cuando invitaron a la familia de Aldo Moro a la misa que se celebraría por el descanso de su alma, la familia cercana a Aldo Moro respondió algo perecido a esto: "No estaremos junto a los que asesinaron a nuestro ser querido y que hoy pretenden rendirle homenaje" ? ¿Consecuencia directa a raíz del de esta declaración de los familiares? - Perdieron las elecciones.
Tan parecidos resultan los dos casos en este sentido, que a mediados de marzo de 2005, la diputada Tatiana Clouthier Carrillo hija de Manuel J. Clouthier, renunció al PAN, partido de derecha mexicano. Señalando como causa que: "...el Partido Acción Nacional: ahora había cambiado los ideales que le dieron origen, buscando el poder por el poder, lo que lo ha llevado a ser una mala copia del PRI" - Declaración y renuncia de Tatiana que "casualmente" coincide con la llegada a la presidencia del PAN de Manuel Espino, por añadidura integrante de "Yunque", organización católica secreta y radical reconocida por su extrema violencia hasta el asesinato. (La Jornada, El Universal, Reforma, El Milenio, etc. Marzo de 2005)
Lo que hace deducir que el caso del supuesto accidente de Clouthier y el asesinato de Aldo Moro tienen el mismo origen, es lo siguiente. Pocos días después de la renuncia, en entrevista con integrantes del partido político mexicano de izquierda (PRD), Tatiana Clouthier dijo con angustia y con insistencia: "¡Cuiden mucho a su candidato, pero cuídenlo mucho!"
Quizá un poco tarde para que lo entendiera Tatiana, pero el mensaje sobre el supuesto accidente ocurrido a su padre sigue siendo el mismo y muy claro - ¿O no? - Pues a menos que se quiera ignorar lo que es obvio - y ni así - puede pasar desapercibido el mensaje de Tatiana, que voluntario o producto de un acto fallido es revelador.
El asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo ocurre en otro escenario aunque apunta al mismo origen, ya que entre otras muchas actividades de su "sacratísimo" ministerio, este príncipe cardenalicio de la Iglesia, en contra de la voluntad de Juan Pablo II, promovía y encabezaba a los obispos que reclamaban los productos de la Basílica de Guadalupe para que quedaran en manos de obispos mexicanos, pues siempre han sido entregados en su totalidad directamente al Vaticano. Circunstancia bajo la sombra sobre la cual jamás ha dicho cosa alguna la "Santa Madre" Iglesia...
Si los asesinos que ejecutaron al cardenal fueron narcotraficantes o de cualquiera otra organización criminal, o si "casualmente" lo confundieron con otra persona es lo que menos interesa. - El hecho concluyente y definitorio es que finalmente y "Por Obra y Gracia del Espíritu Santo", los productos multimillonarios provenientes de la Basílica de Guadalupe hasta hoy siguen enviándose al Vaticano sin participación alguna para los obispos mexicanos... Luego entonces cabe preguntar - ¿A quién le interesaba que el Cardenal Posadas Ocampo fuese eliminado y desapareciera su influencia?
Por supuesto que tratándose de sujetos misericordiosos y casi en olor de santidad, en los dos casos quedaría la duda en cuanto a que estos crímenes quizá sean atribuibles a la Divina Providencia... En consecuencia y por tal razón de peso, resultará conveniente que la conclusión quede a criterio del lector.
Robert Fisk
Mundoarabe.org, 23/07/2006
Ahora caen sobre Líbano tantas mentiras como bombas. Las explosiones son fáciles de contar: tres en los suburbios del sur de Beirut la mañana de este viernes y muchas en la carretera principal a Siria, que destruyeron más el gran viaducto de Mdeirej junto con tres autobuses que regresaban a Líbano después de llevar extranjeros a Damasco. Las mentiras fueron obvias, pero igual de poderosas.
La primera fue de Ehud Olmert. Horas después de que el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, había llamado a un cese del fuego y solicitado que se abrieran "corredores" para permitir el traslado de ayuda humanitaria para la población civil atrapada, el primer ministro israelí dijo a la prensa que autorizaría dicho "corredor humanitario"... entre Chipre y Líbano.
La promesa, por supuesto, llegó a los titulares matutinos. Pero ya existe un pasaje marino libre entre Chipre y Beirut: lo que el secretario general demandaba eran "corredores" entre Beirut y los poblados del sur de Líbano, sujetos a un intenso bombardeo... y unas horas después, el ejército israelí exigió el retiro de todos los civiles dentro de 36 kilómetros de la frontera israelí, acto que los libaneses consideran "limpieza étnica" pero que, por supuesto, Ehud Olmert no mencionó.
Luego se informó que los israelíes planeaban enviar una gran fuerza terrestre por el río Litani, en el sur de Líbano, ofensiva que de ser cierta les costaría fuertes bajas y de todos modos no evitaría que Hezbollah lanzara nuevos ataques de misiles de largo alcance hacia territorio israelí. Los generales del comando norte israelí eran capitanes y mayores durante la desastrosa invasión y ocupación de Líbano, en 1982, y saben la insensatez de tal idea.
Y luego John Bolton, embajador estadunidense ante la ONU, dijo otra mentira. Para evitar un cese del fuego y una votación en el Consejo de Seguridad, preguntó cómo un "Estado electo democráticamente" podía tener un cese del fuego con una "banda de terroristas". Era imposible, dijo, pese a que su postura causará sin remedio la matanza de más civiles.
La mayoría de los ministros del gabinete libanés -y por lo menos un reportero occidental que se me viene a la mente- creen que Bolton está un poco loco. O eso, o es totalmente ignorante de la historia de Medio Oriente.
En 1980, después que katyiushas palestinos fueron lanzadas al otro lado de la frontera, Israel -presumiblemente el "Estado democráticamente electo" de Bolton- entró en un cese del fuego con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasser Arafat, a la cual Tel Aviv sin duda consideraba una "banda de terroristas".
La tregua fue negociada por el teniente general Bill Callaghan, comandante irlandés de la fuerza de la ONU en el sur de Líbano, y garantizada por la organización mundial. El cese del fuego fue roto dos años más tarde por Israel, cuando bombardeó la OLP alegando que Arafat había ordenado un ataque al embajador israelí en Londres, Shlomo Argot.
Los israelíes se equivocaban: fue Saddam Hussein, fiero crítico del líder palestino, quien dio la orden, con la esperanza de que Tel Aviv acusaría en falso a Arafat del crimen e invadiría Líbano. Los israelíes lo complacieron.
Sin embargo, las mentiras continuaron hoy. Los reporteros se afanaban en decir que Israel se disponía a levantar su "bloqueo naval" a Líbano para permitir el ingreso de suministros "humanitarios".
Tonterías. Los navíos que desalojan extranjeros de Líbano han pedido cobardemente permiso a Tel Aviv para hacerlo -nadie ha olvidado el ataque aéreo "accidental" de Israel al barco estadunidense Liberty, en 1967-, pero de hecho los israelíes retiraron todos sus buques de guerra de aguas libanesas después de que Hezbollah impactó una nave cañonera con un misil de fabricación iraní, hace una semana.
Si bien los israelíes no revelaron ese hecho -y los periodistas dejaron perder la nota-, ahora se ha sabido que esa nave casi se hundió en el Mediterráneo después de que el misil incendió el cuarto de máquinas y dio muerte a cuatro marinos israelíes. La conflagración ardió más de 15 horas mientras la tripulación trataba con desesperación de salvar el barco.
Otra mentira, esta vez pequeña, se ha infiltrado en los relatos sobre la forma en que empezó esta última guerra sucia en Líbano. El 12 de julio, miembros de Hezbollah cruzaron hacia Israel, mataron a tres soldados y capturaron a otros dos. Horas después, un tanque israelí cruzó la frontera hacia Líbano y una mina lo hizo volar en pedazos; murieron sus cuatro tripulantes.
Pero ahora los informes que salen de Tel Aviv, recogidos por gobiernos extranjeros, hablan rutinariamente de que Hezbollah "mató nueve soldados" en su ataque. Al fundir dos incidentes separados, el asalto original del movimiento de resistencia libanés -ya de por sí ilegal, despiadado y letal- se duplica en salvajismo.
Una vez más, Olmert nos dice que no habrá intercambio de prisioneros por los dos soldados israelíes capturados. Pero de ser cierto, ¿por qué los israelíes contactaron a los servicios de seguridad alemanes que han negociado todos los intercambios de prisioneros entre Hezbollah e Israel durante los 20 años pasados?
Fueron los alemanes, por ejemplo, los que negociaron el canje del resto de los 123 miembros de Hezbollah y 45 prisioneros de la tristemente célebre prisión de Jaiam, en el sur de Líbano, a cambio de los cuerpos de dos soldados israelíes, Rachamim Alsheikh y Jossi Fink, en julio de 1996.
Es extraño que, si bien hoy se conocen los nombres de los dos israelíes cautivos en Líbano, nadie ha mostrado interés por los nombres de los tres principales prisioneros libaneses cuya libertad ha sido demandada por Sayed Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah. La mentira de Hezbollah es que son rehenes a quienes se mantiene en cautiverio sólo por simpatizar con la guerrilla.
Falso. El prisionero más importante -para Nasrallah, claro- es Samir Kantar, de la aldea de Abey, en el sur de Líbano. Los israelíes lo juzgaron por atacar la ciudad israelí de Nahariya, en 1979, y dar muerte a tres israelíes, y le impusieron una sumamente creativa condena a 542 años de prisión. Pero en 1979 Hezbollah no existía.
Yahyia Skaff fue capturado por los soldados israelíes en marzo de 1978, después de un ataque a la costa israelí por guerrilleros palestinos que costó 35 vidas israelíes y provocó la invasión de Tel Aviv de 1978 a Líbano, otro desastre militar que tenía el objetivo de "erradicar el terrorismo" en el país árabe.
Los informes dicen que Skaff murió en el incidente, pero prisioneros liberados de cárceles israelíes insisten en que lo encontraron en cautiverio. Una vez más, Hezbollah no existía en 1978.
Nasim Nisr, israelí nacido en Líbano, fue detenido por tener contacto con Hezbollah, si bien Nasrallah no ha divulgado el hecho de que demanda la libertad de un ciudadano israelí.
De la misma forma, Hezbollah ha estado inventando cifras de bajas israelíes: afirma que siete soldados perecieron en la frontera cuando el número real es cuatro, y que ha destruido cuatro tanques, cuando sólo ha sido uno.
La tasa de cambio de vidas libanesas por israelíes se encuentra ahora apenas arriba de 10 libaneses por cada israelí. Por lo menos 327 libaneses han perecido a manos de Israel, entre ellos un puñado de hombres de Hezbollah, dos este viernes. Hezbollah ha dado muerte a 34 israelíes, entre ellos 19 soldados y marinos.
Entonces, ¿qué probabilidad hay de un cese del fuego? En 1996, durante el bombardeo israelí a Líbano, un vocero de Tel Aviv se refirió a Hezbollah como "un cáncer que crece" en Líbano. Una semana después se inició un cese del fuego. El embajador de Israel ante Naciones Unidas, Dan Gillerman, calificó el jueves pasado al grupo de resistencia islámico como "un cáncer que crece" en Líbano. ¿Qué otra cosa ha cambiado?
© The Independent/ La Jornada Traducción: Jorge Anaya
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Leggiamo Tronti? "Obreros y Capital" hoy
Nicolas Gonzalez Varela
Había una vez un libro de culto, un libro de destino. Aquí la propia escritura y el texto tienen un carácter divino (como en la Antigüedad, donde había libros "celestiales", "sagrados", "litúrgicos"). Que se prestaba con recelo, que circulaba como un auténtico "Samizdat" entre los jóvenes del '68 italiano (como circulaban los textos de Daniel Guerin entre los franceses). Sólo lo conocíamos por referencias indirectas, citas oscuras o críticas desenfocadas que aumentaban nuestro apetito. Borges dice que las obras maestras suelen ser hijas del azar o de la negligencia. Este libro decisivo y secreto es fruto azaroso de la militancia política. Recuerdo el temblor cuando un editor de la mítica editorial Siglo XXI (que se había exiliado en México debido a la dictadura argentina) me prestó un ejemplar en italiano (¡la edición original de Einaudi de 1966!) para que lo fotocopiara en el día y se lo devolviera. El libro tenía un título enigmático: "Operai e Capitale". Obreros y Capital. No se trataba de una obra íntegra, sino una serie de artículos escritos entre 1962 y 1966. Su autor era un desconocido universitario, militante del PCI en la sección de Ostia (cerca de Roma). Como toda la nuova sinistra italiana de posguerra el libro surgió de una experiencia editorial y de intervención práctica que marco época: los "Quaderni Rossi" (Cuadernos Rojos, con el siguiente motto: "espressione di un lavoro teorico e practico di militanti impegnati nelle lotte sindicali e politiche del movimento operaio"). Producto de la maduración de una generación de militantes (y en especial del extraordinario Raniero Panzieri) el desarrollo de un nuevo marxismo crítico y abierto, capaz de realizar una condensación y síntesis de la rica cultura política del '56, la "altra linea". La nueva crítica se afirmaba en una superación del marxismo tercerointernacionalista (Kritik fuertemente anti-idealista y anti-historicista que intentaba una superación "classista" del estatalismo socialdemócrata y del capitalismo de estado stalinista) y un ?ritorno a Marx? serio y filológico (el mismo Panzieri había sido editor en Einaudi y traductor del tomo II de ?EL Capital?). La figura liminar de Panzieri amerita un artículo completo pero podemos decir que después de haber participado entre 1956 y 1958 en la experiencia del ala izquierda del PSI (con Rodolfo Morandi) había propuesto reformulaciones sobre una estrategia de controllo operaio en alternativa a las direcciones reformistas sindicales (tesis escritas con Lucio Libertini) para madurar hacia 1960 la necesidad imperiosa de una refundación de la política de organización del nuevo movimiento obrero. Influenciado por Della Volpe (pero también por intentos de sincretismo de la fenomenología con Marx de Giulio Preti) y su idea de reproponer al marxismo como análisis científico de la realidad. El mismo Tronti recordaba la fortuna de haberse topado en la Facultad de Letras de Roma con el marxismo de Della Volpe. No sólo Della Volpe, no sólo Roma: se leían y traducían trabajos de la nueva sociología del trabajo norteamericana, de revistas francesas como "Socialisme ou Barbarie" o "Pouvoir Ouvrier", textos ya canónicos como los de Daniel Mothé y su "Journal d'ouvrier" o experiencias prácticas como las de Cremona (primera co-investigación militante), en las que Danilo Montaldi intentaba desarrollar una nueva cultura política. El espíritu era una paradójica opposizione comunista al comunismo. Pero no era suficiente simplemente constatar la superioridad y autosuficiencia de los clásicos, se trataba de demostrar prácticamente el fundamento del nuevo marxismo no sólo recuperando el discurso del método sino traduciéndolo en intervenciones y conclusiones prácticas coherentes, eficaces. Los Q.R. se proponían no sólo romper totalmente con la ortodoxia, sino además superar los nuevos revisionismos (ideólogos del neocapitalismo, de la neutralidad de la técnica, del fin de la clase obrera) para logra una rilettura de Marx con la reconstrucción de nuevos instrumentos operativos. En la inédita revista colaboran militantes de partidos de toda la izquierda, como Romano Alquati, Alberto Asor Rosa, Dario Lanzardo, Massimo Paci, Antonio Negri (que venía de una experiencia católica), Mario Tronti, además de sindicalistas (Foa, Garavini, Pugno, Alasia). Las primeras divergencias produjeron en 1963, Alquati, Gasparotto y Gobbi fundarán ?Gatto Selvaggio?, un volantone que describe las formas de las nuevas luchas y pone en cuestión los modelos sindicales. Una divergencia más profunda surge después del tercer número de la rivista: los miembros del llamado Gruppo Romano (entre ellos Tronti y Asor Rosa) que darán origen a otra publicación y a otro grupo político: "Classe Operaia". Las divergencias centrales eran entre Panzieri y Tronti; para el primero la centralidad es de las relaciones de producción y la crítica a la pretendida neutralidad del desarrollo científico-técnico (l'uso capitalistico delle macchine, como se titulaba uno de sus artículos más destacados que critica tanto al capital como a la URSS). Las relaciones de producción están siempre dentro de las fuerzas productivas. Las relaciones de producción son siempre, según Panzieri, relaciones de poder, por eso se las reclama como clave de lectura del nuevo conflicto social, de las recomposiciones de clase, del nuevo despotismo del capital y de las transformaciones en la forma del estado. ¿Cómo se las lee en su materialidad? Con un viejo método de la encuesta obrera empleado por Marx en 1867: la co-investigación militante (co-ricerca). La muerte imprevista de Panzieri (octubre 1964) acentúa la crisis de los "Q.R.", que sobrevive produciendo una serie de publicaciones (Cronache, Appunti, Lettere) que serán la vigilia del movimiento del '68. Decíamos que el Gruppo Romano lanzará, luego de separarse de los "Q.R.", un "giornale politico mensile degli operai in lotta", desarrollando muchas de las intuiciones panzierianas pero encuadradas en las coordenadas de la divergencia que Tronti tuvo en 1962. Ya en el ensayo "La fabbrica e la societá" está presente el núcleo teórico no sólo de la divergencia con Panzieri sino el alma de toda una corriente del futuro Operaismo: la clase obrera es el motor del desarrollo capitalista. Se invierte así las intuiciones de la metodología de los "Q.R.", mientras en Panzieri es el desarrollo capitalista el que determina la posibilidad de un nuevo nivel de luchas, para Tronti el desarrollo no es otra cosa que una funzione de la lucha obrera dentro del proceso productivo. En la editorial del primer número Tronti, el famosísimo artículo Lenin in Inghilterra, exaltará todavía más esta contraposición. Hemos visto (por la experiencia en "Q.R.") "primero el desarrollo capitalista, después las luchas obreras". Es un error, dice Tronti, el principio è invece le lotta de classe operaia. El desarrollo del capital se halla subordinado a las luchas, se despliega tras ellas y a ellas se debe el mecanismo político de la propia producción. La fuerza-trabajo nace históricamente homogénea sobre el plano internacional y esta homogeneidad es la que constriñe la forma de dominio del capital. El debate, aunque pareciera puramente académico, se daba sobre el intento de intervenir en la propia lucha de clases: la rottura politica en los "Q.R." se superponía sobre la lucha victoriosa de los trabajadores metal mecánicos (el mítico suceso de Piazza Statuto en julio del '62). En el balance del ciclo de luchas que había quebrado el nexo PSI/PCI-sindicato, emergen dos orientaciones: una, la del grupo de Panzieri, el éxito de los trabajadores no sólo confirmaba la incapacidad de la burocracia sindical oficial y sus métodos reformistas, sino señalaba una amplia derrota política de la clase obrera en su conjunto (por ejemplo: la lucha exhibía que ciertos elementos de conciencia política no están implícitos en la combatividad sindical, aún siendo esta altísima y extrema); la del grupo romano (con Tronti y Negri) por el contrario, la derrota sindical de la lucha ha determinado ya en los hechos (en especial en las grandes usinas, la FIAT) un verdadero salto cualitativo de la clase o mejor dicho: de su avanguardie de massa, que no comprende pequeños núcleos de trabajadores, sino la fábrica en su conjunto, con capacidad de guiar en la lucha, como objetivo consciente y organizado, respecto a lo cual elemento sindical es un mero pretexto. Mientras el grupo panzieriano retiene prioritario objetivos de trabajo más cautos y menos optimistas (que apuntaban a una recomposición política de la clase), Tronti retiene "en acto" la recomposición misma de la classe, incluso se ensaya una idea de rotura y revolución a corto plazo. Por supuesto que subyacían a la elaboración de las líneas afinidades políticas (Panzieri con el ala izquierda del PSI; Tronti con su propia militancia en el PCI), modelos teóricos y experiencias de militancia diversa: si el principio de todo es la lucha de clases y, en especial, si la "Arbeitskraft", la fuerza-trabajo es "ya" clase obrera, prescindiendo del lado material de sus organizaciones y del grado de desarrollo del estado y el capital, si el desarrollo político de la classe es el presupuesto teórico del modelo, todo se justifica. Es un círculo vicioso, una hipostatización de un Sujeto ideal: la classe es puesta como sujeto y se excluye todo lado objetivo, todo lo que no sea variable a sí misma, todo está "ya" puesto en el sujeto mismo y todo es como parte de su propia realización. Es un vicio neohegeliano, y ya Panzieri capto este sujeto ideal "ya" puesto como "è molto hegeliano, in senso originale, como modo nuovo di rivivere una filosofia della storia. Ma è appunto una filosofia della storia, una filosofia della classe operaia..." Lo que se extrae del discurso de Tronti es que el capitalismo vive sólo por autosugestión, concluía pesimista Panzieri. "Classe Operaia" inicia su publicación mensual en enero de 1964 con una redacción impresionante: Romano Alquati, Massimo Cacciari, Luciano Ferrari-Bravo, Mario Tronti y Antonio "Toni" Negri. Las colaboraciones son numerosas, con redacciones locales en Milán, Torino, Génova, Firenze, Mestre. Recordemos los nombres de Sergio Bologna, Enzo Grillo (traductor de los Grundrisse de Marx), Adriano Sofri. El propio equipo redactor funciona como centro de agregación política para un trabajo de intervención en la fábrica. Los artículos son en su mayoría anónimos. La atención principal es dedicada a la lucha obrera: análisis de las formas de lucha, categorías de participantes (metalúrgicos, textiles, etc.) participación del estado y de partidos políticos, balance de la lucha sindical, todo en números monográficos. La noción fundamental trontiana (prioridad teórica, histórica y política de la classe) impregna toda la revista, cuya experiencia política hará una parábola que parte de la idea de un conflicto de clase amplio y general para concluir con un repliegue que considera el ?uso táctico? realista del viejo PCI. Tronti ya había invertido la vieja fórmula y reclamaba la estrategia como un hecho inmanente a la clase y que el partido es sólo instrumento de la táctica. Si inicialmente servía para justificar y explicar la madurez política de la clase obrera (toda hecha expresión en las luchas), apenas el grupo se encuentra con dificultades políticas en su intervención práctica, la misma sirve ahora para justificar un re-ingreso al PCI legitimado del propio ?uso? táctico de los trabajadores comunistas. ?C.O.? es una experiencia teórica y política singular, izquierdo-hegeliana, de un lado progresiva y muy de izquierda (con connotaciones de superar el leninismo); por el otro lado, involutiva y reaccionaria. Pero en sus contradicciones es el laboratorio de una elaboración de ruptura, de una creatividad en el retorno a Marx, la trontiana, acta de nacimiento del Operaismo moderno que surge como rara síntesis y punto de cristalización entre la cultura crítica del ?56, las lecciones teóricas de Panzieri, la nueva hermeneútica sobre los textos clásicos e incluso con acento neohegeliano. La experiencia ?C.O.? no se reduce a Tronti: allí están los soberbios análisis sociológicos y de co-ricerca en la fábrica de Romano Alquati, primeros análisis de la composición y estratificación interna del proletariado (luego reunidos en otro libro mítico: Sulla FIAT e altri scritti); la serie de análisis sobre al formación de la ideología de la cultura de Alberto Asor Rosa, crítica ácida al inocente populismo de la cultura de izquierda (reunidos en el volumen Intellettuali e classe operaia); incluso Antonio Negri intentando expurgar los vicios ideológicos del trontismo. Alquati, recordando esta etapa, afirmaba que la diferencia fundamental de Tronti respecto al marxismo oficial era la valorización y énfasis cambiado de la más notable fórmula marxiana: el Doppel Charakter del trabajo. Recordemos que para Marx (en el tomo I de Das Kapital) el trabajo bajo el capital tiene un carácter bifacético, que genera movimientos antitéticos. El fetichismo del capital es una caja de Pandora con varias antinomias superpuestas, pero retenía Alquati, Tronti destacaba este doble carácter del trabajo colectivo como estratégico y medular, dándole incluso un énfasis más allá (o acá) de Marx. Era el encuentro inédito entre una nueva clase obrera y una nueva manera de entender la tradición clásica. El discurso sobre la autonomía de la classe nace de esta verificación (aunque sus raíces están en Morandi) de esa mercadería especial llamada ?Arbeitskraft? y su potencial negatividad (su no-identificación con los procesos e instituciones del capital, quizá la más grande lección práctica del trontismo).
Lo cierto es que había nacido una nueva Tendenza político-teórica destinada a influenciar a toda la nueva izquierda, italiana o no-italiana. La más importante experiencia política, ?Potere Operaio?, tendrá como texto sagrado nada más ni nada menos que el libro de Tronti: ??Operai e Capitale? era la bibbia di Potere Operaio?, recordaba Greppi. Pero antes la propia ?C.O.? sufrirá su propia rotura interna, un hilo rojo que atravesaba el problema de autonomía y nueva organización (=partido). Para Tronti el primer objetivo había sido evitar la socialdemocratizzazione del PCI, para luego recomponer adecuadamente la relación clase-partido, como lo señalaba en un número dedicado al tema del partido de clase (Nº 10-12). El slogan era ?l?uso operaio del partito?. Y ?C.O.? serviría no como germen de una nueva forma organizacional, sino una experiencia pedagógica de formación en contacto con la lucha real, de un gruppo dirigente, que podría luego fungir en la Gran Política, re-introducirse en el PCI (y la CGIL, la central obrera comunista) para darle sentido revolucionario con su relación material (ontológica) con la nueva vanguardia. Tronti recuerda que el motivo final de la ruptura fue está evolución no-intencional de la rivista, que se estaba transformando en un grupo alternativo, en un esbozo organizativo que enfrentaba y competía con la burocracia stalinista en todos los niveles. Rita Di Leo, la más trontiana con Asor Rosa, explicaba que pujaban dos almas en el grupo: una, que quería ayudar al PCI a recuperar su via regia con las luchas obreras; otros que consideraban a ?C.O.? como una posibilidad de golpear y superar al PCI en un nuevo nivel. Sobre esta consigna se consumo la nueva escisión. La identidad entre soggetto sociale y el partido histórico (futura perspectiva de la ?Autonomía de lo político? del tardo Tronti) ya estaba presente en la primera editorial. Ya Negri en dos artículos (Il comitati di classe di Porto Marghera; Operai senza alliatti) intentaba poner el peso sobre esta identidad pero apuntando hacía otro lado: sobre el comité de base señalaba sin titubeos que las bases y condiciones materiales de una organización están dadas. En otro artículo de 1965 (Lenin e i Soviet nella rivoluzione), aunque no entra de fondo en el debate demuestra que opone el Lenin ?loco? de las tesis de abril al Lenin conservador y jefe de estado de Kronstadt y la NEP: ruptura de las masas frente a continuidad. Su búsqueda era radicalizar hacía la izquierda la hipostatización trontiana, mostrando una resistencia clara al nuevo discurso sobre las instituciones del movimiento que comienza a penetrar en los integrantes provenientes de la experiencia comunista. Para Negri la cuestión será otra: ?¿Cuáles son las formas a través de las cuales la clase obrera internacional amenaza el desarrollo capitalista? Es éste el nuevo interrogante científico, el nuevo horizonte??. La ruptura será inevitable, lo que dará forma a una nueva solución de compromiso, la revista ?Contropiano?, creada bajo el impacto del mayo italiano del ?68, junto con Asor Rosa y Cacciari (solución que duró dos números) cuando Negri definitivamente opte por el Lenin ?loco? anti-partido de 1917: ?si el desarrollo sabe ser crisis, si sabe ser estado y violencia? entonces el antagonismo revolucionario de la clase obrera debe recobrar la primacía leninista del romper? romper, enseña Lenin, romper el eslabón más débil de la cadena? (Marx sul ciclo e la crisi; Contropiano, Nº2, 1968, siempre reconociendo la deuda con Tronti). Al final de este artículo la dirección de la revista publica un breve comunicado donde anuncia la renuncia de Negri al equipo editorial. Pero esta ya es otra historia?
Mientras Tronti realiza una autocrítica a su pecado de la época de los ?Q.R.? que demuestra que la otra cara del idealismo del Sujeto proletario es la aceptación acrítica de la más vulgar empiria: la propia historia del PCI. Reclamando una nueva relación espontaneidad (classe)-organización (partito), Tronti abandona a Lenin en Inglaterra, mientras redescubre al viejo partido comunista en Italia. La Gran Mediación del partido leninista de cuadros es indispensable/irremplazable (ya está allí al autonomía de lo político de nuevo) y sólo un ?uso operaio? (que no puede ser pacífico) puede re-establecer la tensión hacia la propia clase. La palabra de orden es que el PCI cambie su línea política, adquiera una cultura proletaria, liquide el populismo y se revitalice en un contacto prístino con la fabbrica. Ninguna crítica a la realidad material de las instituciones históricas: la separación entre activos y pasivos, su propia composición social, su naturaleza des-representativa, su metamorfosis burguesa en el estado de partidos, su separación estructural con el movimiento, la naturaleza alienante de la propia mediación política sans phrase. La crisis de las hipótesis trontianas y las resistencias internas se puede seguir sismográficamente en la periodicidad de la rivista: ocho números en 1964; cuatro en 1965, dos en 1966. El último número de ?C.O.? sale en 1967: la objetividad material refuta toda su arquitectura neohegeliana, se verifica la importancia y fuerza de las instituciones históricas de la clase obrera, el valor y el espesor en la mediación de la política burguesa pero también el instinto de innovación y creatividad (ruptura) del nuevo movimiento obrero. No es casualidad que en el Poscritto a la segunda edición de ?Operai e Capitale? (1971), Tronti manteniendo su coherencia teórica, descubre que la América política de ayer (la de los años ?30) será nuestro presente histórico de hoy. El ?New Deal? es la demostración histórica de cómo una gran iniciativa capitalista es una gran victoria de los trabajadores. Roosevelt es el resultado, in positivo, de la supremacía de la lucha obrera. El Geist obrero puede y quiere desplegarse y encarnarse en cualquier forma; la Will zur macht proletaria se funcionaliza siempre persiguiendo sus propios fines, sin preocuparse de la materialidad de las relaciones de producción, de la naturaleza alienante del capital, del fetichismo de la mercancía. La classe, por definición, puede hacer un uso ?in-mediato? de la Mediación (aunque suene tautológico). Embarazoso es seguir las ondas de los ciclos de lucha y las constantes traducciones/traiciones que intenta Tronti: la lucha explota en el ?68, y se mantendrá en el más alto nivel en Occidente hasta 1972, es como si su teoría, gelatinizada en el reflujo y pasividad obrera del 63-66, intentara salvaguardar intacto el ideal del Sujeto. Primero utilizará al propio Hegel (al Hegel más político, título de su libro de 1975); después intentará rescatar la pulsión populare de la revolución inglesa; luego participará del descubrimiento italiano del decisionismo de Carl Schmitt (Marx dopo Schmitt). Todo concluirá con la tesis que cierra toda una parábola: el Político (con mayúsculas, pero en modo particular el partido, que ya a esta altura puede ser incluso la socialdemocracia¡¡¡) es ya totalmente autónomo, de la misma clase obrera, de sus luchas, de sus subjetividades, de sus intereses y necesidades. Ahora la classe concede ella misma la autonomía al partido, liberándolo de la estrecha representación de sus intereses sectoriales, tratando a su propia lucha con autosuficiencia, como momento particular (¡dialéctica!) privado de importancia y que el Político puede cancelar. Ahora el partido puede ser indiferente, incluso oponerse a la misma lucha de clases, puede tranquilamente reprimir (ya lo hará el 7 de abril), porque él ya es, en todos los casos, la expresión (el Ausdruck hegeliano) más auténtica de la classe. Se inaugura la época del ingreso en el Político de las nuevas fuerzas sociales, realizando un doble salto mortal sobre la alienación de la forma representativa burguesa y la reducción de la política al profesionalismo del estado de partidos? Un largo camino ha llevado a Tronti de la autonomia operaia a la autonomía del político, por lo que deberíamos tomar seriamente la matriz filosófica-política (que algún lector atento como Sbardella o Meriggi han definido como de naturaleza idealística `a lá Gentile, actualística y neohegeliana). Muchos creen que la actual posición política de Tronti es una contradicción con sus posiciones de ?Operai e Capitale?; otros simplemente coherencia y continuidad. Como sentenciaba Negri, aunque ?Quaderni Rossi? y ?Classe Operaia? fueron un salto elevadísimo en la teoría, hoy son ilegibles para nosotros y la propia militancia. Se encuentran demasiado situados, demasiado determinados, demasiados ligados a la figura del trabajador fordista de la FIAT. Sin embargo, leggiamo de nuevo a Tronti aunque sepamos que el rojo que se avecinaba en sus textos no era el del amanecer sino el del crepúsculo de una figura social.
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¡Mujeres en movimiento cambian el mundo!
Marcha Mundial de las Mujeres y REMTE
presentes en el II Foro Social de la Triple Frontera
Vivimos un momento de intenso debate entre los movimientos
sociales sobre alternativas de integración para nuestro continente,
que tiene hoy condiciones concretas para la superación del
neoliberalismo. La construcción de un proyecto alternativo de
integración desde nuestros pueblos es una herramienta para hacer
avanzar nuestra lucha antiimperialista.
En la resistencia a las políticas neoliberales, las mujeres hemos
denunciado la super-explotación de nuestro trabajo y la
precarización a que estamos sometidas para garantizar las
ganancias de las transnacionales; el incremento de la violencia
contra las mujeres vinculada a la presencia militar en nuestros
territorios; la privatización y saqueo de nuestras riquezas
naturales; y el intento del libre comercio de controlar nuestra vida,
nuestra economía y nuestros conocimientos.
Las mujeres tenemos el reto de garantizar la perspectiva feminista
en el debate de integración. Para consolidar las primeras
convergencias en el tema, se realizará en diciembre en Bolivia la
Cumbre Social por la Integración de los Pueblos. Las mujeres
estamos en el proceso preparatorio a la Cumbre visibilizando
nuestras luchas para que se exprese en las propuestas comunes
de los movimientos el compromiso con la igualdad entre mujeres y
hombres. Un proyecto alternativo de integración debe constituirse
en una visión integral que rompa con jerarquías y desigualdades
estructurantes de la sociedad capitalista y patriarcal.
Por una integración generadora de igualdad
La sostenibilidad de la vida humana
La división sexual del trabajo define y jerarquiza los trabajos de los
hombres y los de las mujeres, ocultando una grande cantidad de
trabajo de las mujeres en la reproducción social. Sin embargo, esa
división también estructura el trabajo productivo, en el cual a las
mujeres se destinan los empleos más precarios, sin derechos y
las más bajas remuneraciones. Así, la división sexual del trabajo
organiza el trabajo, la producción y la distribución de recursos,
constituyendo la base material de opresión de las mujeres. Es
fundamental para un proceso de integración generador de igualdad
el rompimiento con esa lógica y la búsqueda del equilibrio entre la
producción y reproducción. Por eso el tema del trabajo y la
garantía de empleo con derechos son centrales en este momento.
La sostenibilidad ecológica
Las patentes y la privatización de nuestra biodiversidad son
instrumentos de control. En oposición a ese paradigma las
mujeres afirmamos que la naturaleza es una riqueza pública
compartida entre los pueblos. En los sectores populares y en el
mundo rural, las mujeres son las principales responsables del
abastecimiento del agua, recorriendo a menudo largas distancias
para traer el agua a sus comunidades. Afirmamos el acceso al
agua como un derecho y no una mercancía controlada por las
corporaciones transnacionales.
l carácter público del Estado
El neoliberalismo ha desmantelado nuestros Estados a través de
las privatizaciones de los servicios básicos, como salud,
educación y transportes. Las mujeres son consideradas
responsables de cuidar del bienestar de la familia y la comunidad y
por eso la destrucción de esos servicios recaen sobre las mujeres,
sobrecargándolas con este trabajo. La reproducción social debe
ser encarada de manera política con responsabilidad colectiva de
las comunidades y el Estado. Recuperar el carácter público del
Estado es plantear una gestión transparente, con participación
popular y reconocerlo como garantizador de derechos.
Soberanía y autonomía
La defensa de la soberanía de los pueblos y nuestros países pasa
por la lucha contra las bases militares norteamericanas que
pretenden controlar nuestros territorios y recursos naturales, y por
garantizar la soberanía alimentaria. Las mujeres desarrollan un
importante rol en la defensa de la soberanía alimentaria y de las
semillas como patrimonio de la humanidad. La soberanía
alimentaria es un derecho colectivo, que prioriza la producción
local para la alimentación de la población y requiere la garantía del
acceso a la tierra, al agua y al crédito. La autonomía económica
de las mujeres y la libertad de nuestros cuerpos y nuestras vidas
también es parte de la lucha por la soberanía de los pueblos. La
integración que queremos construir respeta y garantiza el derecho
de las mujeres de vivir nuestra sexualidad y una vida sin violencia.
Para construir otro paradigma debemos romper con el patrón de
consumo que el neoliberalismo nos ha impuesto. Bajo el modelo
actual, se quiere atrapar nuestra esperanza de felicidad en el
consumo de productos. La industria de los cosméticos, de los
medicamentos, de la comida rápida y de los agroquímicos alcanza
crecientes ganancias mientras se profundiza la exclusión, la
desigualdad y la destrucción de la naturaleza. Nuestro proyecto de
integración debe fundarse en la construcción de nuevos valores,
basados en la solidaridad y en nuestras luchas por la ruptura
radical con las lógicas combinadas de mercantilización,
privatización y militarización.
¡Cambiemos el mundo! ¡Cambiemos la vida de las mujeres!
La Marcha Mundial de las Mujeres es una acción global de lucha
feminista, organizada en coordinaciones nacionales y articulada
por grupos de base en más de 50 países y territorios. Marchamos
para cambiar el mundo y cambiar la vida de las mujeres en un solo
movimiento. Nos impulsa la necesidad de desmantelar el sistema
machista y capitalista que justifica la violencia y la explotación, la
exclusión y la miseria en que vive la inmensa mayoría de las
mujeres en el planeta. El feminismo es una manera de pensar, un
movimiento social, una alternativa y otra perspectiva para entender
y transformar la realidad.
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Más allá de AMLO
Autor: josé gil olmos
Fecha: 20-Jul-2006
México, D. F., 19 de julio (apro).- El derecho a saber qué ocurrió con los votos el 2 de julio, el derecho a tener certeza de que la elección fue limpia, legal y transparente, es lo que ha motivado a miles de ciudadanos a salir a la calle y exigir que se cumpla esta demanda legítima, más allá de la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Las dos últimas semanas han salido a las calles del centro de la Ciudad de México cerca de un millón y medio de ciudadanos que demandan "voto por voto, casilla por casilla", en respuesta a la convocatoria hecha por el candidato de la coalición Por el Bien de Todos de que se abran los paquetes electorales para un nuevo recuento de los sufragios.
Las sospechas de que algo no se hizo bien el 2 de julio pasado no forma parte de un plan que haya salido de una mente perversa, que quiera anular la elección presidencial por un deseo de auto-imposición, como lo plantean columnistas como Germán Dehesa, Ciro Gómez, Joaquín López y otros más, sino que es producto de las irregularidades que se han ido detectando a lo largo del proceso electoral, como la intervención directa del presidente Vicente Fox, los empresarios y algunos funcionarios, así como de la actuación de los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) y los errores en el conteo de los votos.
La demanda ciudadana de limpiar la elección es lo que está abajo de las últimas dos manifestaciones convocadas por López Obrador, la necesidad de sectores importantes de la sociedad de tener la certeza de que su voto fue bien contabilizado y no manipulado. Esto es, despejar todas las dudas que se han cernido sobre el proceso electoral más importante del país en las últimas décadas.
Se trata de un derecho legítimo que cientos de miles de mexicanos tenemos de que el voto sea respetado y que no se repita esa historia de elecciones fraudulentas, cuando el voto era objeto de compra, coacción y manipulación por parte de las autoridades electorales, en connivencia con el gobierno federal y su partido.
Este mensaje es lo que al parecer no ha entendido ?o no se ha querido entender? el gobierno de Vicente Fox, el PAN, Felipe Calderón y los empresarios y organizaciones de la derecha que califican esta expresión social como "un acto de rebeldía" o "un peligro para las instituciones".
La demanda de "voto por voto, casilla por casilla" es para panistas, y miembros del sector más conservador, una afrenta al estado de derecho y a la vida institucional del país. Desde su punto de vista, ahora instalado en el poder, no se puede cuestionar un resultado electoral que lamentablemente está plagado de irregularidades y sospechas. Exigir que se cuenten los votos para limpiar y hacer creíble la elección es, para los panistas y algunos columnistas, un atentado a la incipiente democracia mexicana.
Los panistas se olvidan que hace unas décadas ellos recorrieron los mismos caminos de la lucha por el respeto al voto ante un gobierno acostumbrado a cometer fraudes para imponer a sus candidatos y mantenerse en el poder. Luis Héctor Álvarez, Manuel de Jesús Clouthier y otros panistas reconocidos utilizaron los actos de resistencia pacífica, convencidos que éste era un recurso necesario para hacer valer su derecho a defender sus votos. Algunos de estos actos fueron considerados ilegales ?como el bloqueo a carreteras y puentes fronterizos?, pero para ellos esto era el costo de hacer valer el ejercicio de la democracia.
Hoy eso se está olvidando o por lo menos se quiere olvidar. A los que exigen que se cuenten los votos para estar seguros de que no hubo fraude, el presidente Vicente Fox les llama "renegados", y los panistas los consideran "resentidos sociales". Otros más siguen considerando a López Obrador y sus seguidores "un peligro para México", y lo propalan en Estados Unidos, como es el caso de Jorge Castañeda, quien al viejo estilo priista pretende aprovechar la coyuntura y arribar al equipo de Felipe Calderón en la búsqueda de un nuevo hueso.
Sin embargo, los argumentos de los panistas y de sus seguidores no resultan tan convincentes porque tienen una contradicción de origen: no pueden estar en contra de una lucha que ellos mismos impulsaron.
Es decir, los mismos que abogan por la democracia y el respeto a la legalidad, no están tomando en cuenta que ante las dudas generadas por el IFE, por la historia de fraudes electorales, por la participación ilegal del presidente Fox y de las televisoras ?principalmente Televisa, como cuando el PRI gobernaba?, es preferible dar credibilidad a este proceso electoral y que el próximo presidente sea claramente legítimo. Y esto solamente se puede hacer con un nuevo conteo de los votos.
Esta demanda social va más allá de la lucha electoral de Andrés Manuel López Obrador, porque no es coyuntural sino substancial para avanzar en el proceso de democratización del país, pues implica poner un alto a las intenciones de repetir los mismos esquemas de corrupción política y de fraude electoral.
Desoír esta exigencia ciudadana para salir al paso del conflicto postelectoral, o confundirla con llamados a la violencia y a la anarquía, como sostiene Calderón, es desvalorizar un derecho fundamental: mantener la confianza social en los próximos gobernantes, condición básica de la gobernabilidad.
Candente fragmento del artículo: "Fox convirtió a México en colonia de EEUU", del periodista Manuel Moncada Solórzano, en: http://www.voltairenet.org/es
Quedan por aclararse públicamente, que no a los entendidos, dos casos de asesinato estrechamente ligados con la "Santa Madre Iglesia? y la clase ultraderechista. El primero es el del supuesto accidente en el que perdió la vida Manuel J. Clouthier, "El Maquío", antaño candidato a la presidencia por el partido político de derecha (PAN) - El segundo, que Fox se comprometió a resolver, es el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, acaecido el 24 de mayo de 1993 en la ciudad de Guadalajara, México. Catorce impactos le quitaron la vida y aún así hasta hoy se pretende hacer creer que el asesinato fue resultado de una confusión. ¿Maledicencias de un anticlerical come curas con la lengua suelta? - Veamos que nos dicen los hechos y solo los hechos.?
La muerte por supuesto accidente de Manuel J. Clouthier, por su contexto general y político en el fondo se parece mucho al de Aldo Moro, candidato del Partido Demócrata Cristiano en Roma, asesinado en mayo de 1978. Este asesinato junto con otros hechos relacionados con la Iglesia Católica, desencadenó cuatro años después los asesinatos de los banqueros al servicio del Vaticano y de su ingerencia en asuntos turbios en cuanto a política y fraudes en el Banco Ambrosiano, entre ellos, lavado de dinero sucio proveniente de actividades ilícitas en los paraísos fiscales de Panamá y Bahamas. (La Jornada 21/02/2006 y prensa internacional)
Lo curioso e irrisorio del caso es, que tanto el Partido Demócrata Cristiano así como la "Santa Madre", no previeron que cuando invitaron a la familia de Aldo Moro a la misa que se celebraría por el descanso de su alma, la familia cercana a Aldo Moro respondió algo perecido a esto: "No estaremos junto a los que asesinaron a nuestro ser querido y que hoy pretenden rendirle homenaje" ? ¿Consecuencia directa a raíz del de esta declaración de los familiares? - Perdieron las elecciones.
Tan parecidos resultan los dos casos en este sentido, que a mediados de marzo de 2005, la diputada Tatiana Clouthier Carrillo hija de Manuel J. Clouthier, renunció al PAN, partido de derecha mexicano. Señalando como causa que: "...el Partido Acción Nacional: ahora había cambiado los ideales que le dieron origen, buscando el poder por el poder, lo que lo ha llevado a ser una mala copia del PRI" - Declaración y renuncia de Tatiana que "casualmente" coincide con la llegada a la presidencia del PAN de Manuel Espino, por añadidura integrante de "Yunque", organización católica secreta y radical reconocida por su extrema violencia hasta el asesinato. (La Jornada, El Universal, Reforma, El Milenio, etc. Marzo de 2005)
Lo que hace deducir que el caso del supuesto accidente de Clouthier y el asesinato de Aldo Moro tienen el mismo origen, es lo siguiente. Pocos días después de la renuncia, en entrevista con integrantes del partido político mexicano de izquierda (PRD), Tatiana Clouthier dijo con angustia y con insistencia: "¡Cuiden mucho a su candidato, pero cuídenlo mucho!"
Quizá un poco tarde para que lo entendiera Tatiana, pero el mensaje sobre el supuesto accidente ocurrido a su padre sigue siendo el mismo y muy claro - ¿O no? - Pues a menos que se quiera ignorar lo que es obvio - y ni así - puede pasar desapercibido el mensaje de Tatiana, que voluntario o producto de un acto fallido es revelador.
El asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo ocurre en otro escenario aunque apunta al mismo origen, ya que entre otras muchas actividades de su "sacratísimo" ministerio, este príncipe cardenalicio de la Iglesia, en contra de la voluntad de Juan Pablo II, promovía y encabezaba a los obispos que reclamaban los productos de la Basílica de Guadalupe para que quedaran en manos de obispos mexicanos, pues siempre han sido entregados en su totalidad directamente al Vaticano. Circunstancia bajo la sombra sobre la cual jamás ha dicho cosa alguna la "Santa Madre" Iglesia...
Si los asesinos que ejecutaron al cardenal fueron narcotraficantes o de cualquiera otra organización criminal, o si "casualmente" lo confundieron con otra persona es lo que menos interesa. - El hecho concluyente y definitorio es que finalmente y "Por Obra y Gracia del Espíritu Santo", los productos multimillonarios provenientes de la Basílica de Guadalupe hasta hoy siguen enviándose al Vaticano sin participación alguna para los obispos mexicanos... Luego entonces cabe preguntar - ¿A quién le interesaba que el Cardenal Posadas Ocampo fuese eliminado y desapareciera su influencia?
Por supuesto que tratándose de sujetos misericordiosos y casi en olor de santidad, en los dos casos quedaría la duda en cuanto a que estos crímenes quizá sean atribuibles a la Divina Providencia... En consecuencia y por tal razón de peso, resultará conveniente que la conclusión quede a criterio del lector.