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31.10.06 

Aritículos de Opinión 31-10-06

Para todos aquellos con quienes intentando la construcción del común , compartimos reflexiones diariamente:

Qué pasaría si un día despertamos

dándonos cuenta de que somos mayoría?


¿Qué pasaría si de pronto una injusticia,

solo una, es repudiada por todos,

todos que somos todos, no unos,

no algunos, sino todos?


¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos

nos multiplicamos, nos sumamos

y restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?


¿Qué pasaría si nos organizáramos

y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas,

en silencio, en multitudes,

en millones de miradas la cara de los opresores,

sin vivas, sin aplausos,

sin sonrisas, sin palmadas en los hombros,

sin cánticos partidistas,

sin cánticos?


¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos,

y vos por mí que estoy tan lejos,
y ambos por los otros que están muy lejos

y los otros por nosotros aunque estemos lejos?


¿Qué pasaría si el grito de un continente

fuese el grito de todos los continentes?


¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?


¿Qué pasaría si rompemos las fronteras

y avanzamos, y avanzamos,

y avanzamos, y avanzamos?


¿Qué pasaría si quemamos todas las banderas

para tener solo una, la nuestra,

la de todos, o mejor ninguna

porque no la necesitamos?


¿Qué pasaría si de pronto

dejamos de ser patriotas para ser humanos?


¿No sé... me pregunto yo,

qué pasaría?



Mario Benedetti

__


Cronología del conflicto en Oaxaca

Redacción EL UNIVERSAL.com.mx
El Universal
Ciudad de México


El 1 de mayo del 2006 inició el conflicto en el estado de Oaxaca, cuando miembros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entregaron al gobierno de Ulises Ruiz un documento con las principales peticiones del movimiento.
El 22 de mayo comenzó el plantón indefinido de cientos de maestros en el centro histórico de Oaxaca, con el apoyo de organizaciones sociales. Los profesores alegaban que la respuesta al pliego petitorio fue nula, por lo que ocuparon varias calles de la zona.
El 1 de junio el movimiento bloqueó los cinco accesos al aeropuerto internacional de Oaxaca.
El 2 de junio se realizó la primera megamarcha con una participación de 80 mil personas en apoyo al plantón y en repudio al gobierno estatal. Ulises Ruiz, gobernador oaxaqueño, los emplazó a regresar a clases el 5 de junio.
El 5 de junio, el movimiento rechazó el ultimátum del gobernador debido a que no se había cumplido se demanda.
El 7 de junio se realizó la segunda megamarcha del movimiento.
El 8 de junio una comisión del magisterio encabezada por el secretario general de la Sección 22, Enrique Rueda, viajó a la Ciudad de México para entrevistarse con el Gobierno federal y buscar una solución al conflicto.
El 14 de junio se intentó desalojar el plantón del centro de la ciudad, pero fracaso el operativo de la policía estatal.
El 16 de junio el magisterio inició negociaciones con la Secretaría de Gobernación. Se realizó la tercera megamarcha en Oaxaca.
Entre el 17 y el 21 de junio se constituyó formalmente la Asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño, (APPO).
El 22 de junio el gobierno estatal convocó a una marcha en demanda de la liberación de Oaxaca.
El 23 y 24 de junio la asamblea estatal del magisterio democrático acordó que se mantendría el plantón y se intensificarían las acciones de protesta en la ciudad capital.
El 28 de junio se realizó la cuarta marcha contra Ulises Ruiz.
El 2 de julio triunfó el voto de castigo y el PRI perdió casi la totalidad de los distritos.
El 11 de julio fueron destituidos Jorge Franco Vargas, secretario general de Gobierno, José
Manuel Vera Salinas, director general de Seguridad Pública, por su participación en el desalojo del 14 de junio.
El 17 de julio se canceló la realización del festival de la Guelaguetza. El gobierno estatal dice que es para evitar confrontaciones.
El 24 de julio cientos de personas participan en la Guelaguetza, evento realizado en Estadio del Instituto Tecnológico de Oaxaca.
El 1 de agosto cientos de mujeres rebeldes marcharon por las calles y ocuparon instalaciones de radio y televisión del gobierno del estado.
El 4 de agosto las mujeres que resguardan las instalaciones de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión denunciaron que un grupo de hombres detonaron petardos y armas de fuego en las cercanías del inmueble.
El 9 de agosto se intensificaron los hechos de violencia. Organizaciones sociales que transmiten desde Radio Cacerola 96.9 FM hablaron de "alerta roja" al tiempo que intentaron organizar retenes en carreteras.
El 18 de agosto se realizó un paro cívico estatal, se bloquearon las principales entradas a la ciudad de Oaxaca.
El 19 de agosto se anunció la creación y aprobación por parte de la secretaría de Gobernación federal, del autodenominado Consejo de Representantes Ciudadanos en el que participan entre otros, Samuel Ruiz, Francisco Toledo, Pablo González Casanova, Carlos Monsivais y Rodolfo Stavenhagen entre otros.
El 21 de agosto, luego de varias noches de disparos y detonaciones en las cercanías del cerro del Fortín y las instalaciones de Canal 9, desde donde transmitían integrantes de la APPO, fueron desalojados los plantones que hasta entonces allí se ubicaban.
El 15 de septiembre en Oaxaca se dio el grito popular de independencia.
El 21 de septiembre comenzó la marcha-caminata por la dignidad de los pueblos de Oaxaca hacia la Ciudad de México.
El 23 de septiembre se realizó otra marcha en Matías Romero en apoyo a la desaparición de poderes en Oaxaca. Ulises Ruiz "reapareció" en la capital del estado y amenazó a maestros con rescindir contratos y contratar jubilados en caso de no regresar a clases el lunes 25.
El 24 de septiembre se registraron nuevos hechos de violencia en el centro de la ciudad. En medio de una balacera, funcionarios públicos estatales y federales fueron rescatados por policías vestidos de civil. Integrantes de la APPO buscaban al gobernador en el hotel Camino Real.
El 25 de septiembre fracasó el ultimátum de Ulises Ruiz al magisterio para regresar a clases.
El 26 de septiembre la asamblea estatal de la Sección 22 anunció que los resultados de la consulta indican que la base magisterial decide continuar con las protestas hasta la caída del gobernador.
El 28 de septiembre la APPO decretó alerta máxima ante los ataques armados en distintos puntos de la ciudad y ante los distintos actos de violencia cometidos en la ciudad que pretenden provocar al movimiento social. Fracasó el paro convocado por la iniciativa privada, se registró actividad normal en transporte público y comercios. Luego de casi una semana de caminar, la marcha por la dignidad de los pueblos de Oaxaca avanzó por territorio poblano.
El 30 de septiembre aviones y helicópteros realizaron sobrevuelos de "reconocimiento" de acuerdo reportes del Gobierno federal. Se reportó el desembarco de tropas en los puertos de Salina Cruz y Huatulco. Concluyó la Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca. Entre los resolutivos se encuentran varias acciones de resistencia y solidaridad para las próximas
semanas tanto en Oaxaca como en la Ciudad de México y otras regiones fuera del país.
El 1 de octubre se reportaron ataques violentos en los campamentos instalados en la zona de Brenamiel, donde se ubican antenas radiofónicas. Una avioneta sin luces sobrevoló durante más de media hora toda la ciudad.
El 2 de octubre continuaron las movilizaciones militares rumbo a la ciudad de Oaxaca. Marcharon por las calles de la ciudad en conmemoración de la matanza estudiantil de 1968.
El 3 de octubre la APPO y la Sección 22 del SNTE rechazaron asistir a la mesa en Gobernación por considerar que en ella participan los causantes del conflicto y solicitaron crear una mesa alterna.
El 4 de octubre fracasó el foro convocado por el secretario de Gobernación, Carlos Abascal. Al abandonar el encuentro realizado en la Ciudad de México, líderes comunitarios denunciaron ausencia del tema indígena en la propuesta de solución del Gobierno federal.
El 7 de octubre la marcha-caminata por la dignidad de los Pueblos de Oaxaca llegó al Valle de Chalco.
El 9 de octubre, luego de caminar más de 500 kilómetros, los marchistas instalaron un plantón a las afueras del Senado de la República. Funcionarios de la Secretaría de Gobernación y representantes de maestros y APPO acordaron discutir una propuesta para que la seguridad pública de Oaxaca esté a cargo de un mando federal.
El 11 de octubre inició oficialmente la visita de la subcomisión del Senado de la República para recopilar información sobre Oaxaca, participaron tres representantes del PRD, PRI y PAN.
El 12 de octubre senadores se reunieron con Ulises Ruiz en un hangar del aeropuerto de la ciudad de Oaxaca.
El 14 de octubre hombres armados abrieron fuego contra una barricada en los rumbos de la colonia Miguel Alemán.
El 16 de octubre comenzó en el Distrito Federal la huelga de hambre en apoyo a la desaparición de poderes en Oaxaca.
El 18 de octubre continuaron los disparos nocturnos contra campamentos y barricadas, así como actos de violencia en diversas partes de la ciudad.
El 19 de octubre, en apariciones casi simultáneas en la televisión y prensa corporativa, Ulises Ruiz, Flavio Sosa y Enrique Rueda Pacheco (gobernador y líderes de APPO y Sección 22, respectivamente), aseguraron que a más tardar el 30 de octubre ocurrirá el regreso a clases. Senadores mexicanos determinaron no declarar la desaparición de poderes, aun cuando reconocieron que Oaxaca vive en la ingobernabilidad. Miles de personas marcharon en Oaxaca para expresar su rechazo a la propuesta legislativa que favorece a Ulises Ruiz.
El 20 de octubre por la noche se escucharon disparos contra la casa del artista plástico Francisco Toledo. Hay inconformidad generalizada contra la dirigencia magisterial por falta de consulta para decidir el regreso a clases.
El 28 de octubre se registró la más violenta crisis desde que estalló hace cinco meses el conflicto social y dejó cuatro muertos, entre ellos el periodista estadounidense Bradley Roland Will y el maestro Emilio Alonso Fabián, quienes perdieron la vida por disparos de arma de fuego.
El 29 de octubre la Policía Federal Preventiva inició desde temprana hora la entrada al Zócalo de Oaxaca. Tras un largo y tenso día de avance y repliegue, durante la noche tomó el control de la plaza. La APPO se replegó en la universidad. El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes, en un reporte preliminar, mencionó que al parecer dos personas murieron durante el operativo de la Policía Federal Preventiva.
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¡Por el respeto a la voluntad popular!

¡Por la libertad de todos los presos políticos del país!

Comité de Enlace Latinoamericano y Caribeño (CELC)

Página Web:

Diálogo con Miguel Linares Rivera, maestro zapoteco de la Seccional 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, e integrante de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca.
Por Hernán Ouviña, desde México


Desde hace cinco meses, el sureño estado de Oaxaca está viviendo una situación de intensa movilización política. En consonancia con otras luchas que vienen librando diversos espacios y organizaciones en el resto del territorio mexicano -entre los que se destacan La Otra Campaña impulsada por el EZLN, el Frente Popular en Defensa de la Tierra de Atenco, los mineros de SICARSA y Cananea, e incluso las bases del movimiento de resistencia civil contra el fraude en el Distrito Federal- la Seccional 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que aglutina a los maestros oaxaqueños, y en un plano más general la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), están protagonizado un inédito proceso de auto-organización y control político de la ciudad, que incluye la ocupación permanente de los edificios públicos, la construcción de centenares de barricadas con comités de autodefensa, la toma de decisiones a través de dinámicas asamblearias, y la autogestión de varios medios de comunicación "recuperados" (televisora, radios y periódicos). De larga tradición de resistencia, la insurrecta Oaxaca supo ser tierra natal de Benito Juárez y los hermanos libertarios Flores Magón. Histórico bastión del Partido Revolucionaria Institucional (PRI), es el estado de mayor composición indígena en todo México, contrastando su riqueza y belleza con la enorme pobreza y marginación en la cual está sumida su población desde hace décadas. Lo que sigue es un diálogo entablado con Miguel Linares Rivera, uno de los 21 maestros y activistas de la APPO que hace quince días están realizando una huelga de hambre frente al simbólico Hemiciclo a Juárez de la Ciudad de México.

¿Podrías presentarte y comentar por qué están realizando en el Distrito Federal este "plantón" y la huelga de hambre?

Mi nombre es Miguel Linares Rivera y somos huelguistas de hambre de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca. El motivo principal de esta huelga se basa en tres objetivos fundamentales: El primero es que solicitamos la caída de Ulises Ruiz Ortiz, gobernador del estado de Oaxaca. El segundo es difundir y promover la situación que estamos viviendo ante los medios nacionales e internacionales. El tercero es el llamado a la solidaridad tanto en México como en el resto del mundo de todas las organizaciones independientes, para que a nuestro pueblo no lo estén masacrando como está pasando en estos momentos en la ciudad de Oaxaca.

¿Cuando y cómo surge el conflicto en el estado de Oaxaca?

Nosotros los trabajadores de la educación todos los años en el mes de mayo tenemos que revisar el contrato colectivo del trabajo. Este último año salimos a solicitarle al Gobierno del estado la "rezonificación por vida cara" de todos los integrantes del magisterio, para que nos aumentaran el salario al igual que otros trabajadores del resto del país.

¿Cuál es la situación actual de los maestros en Oaxaca?

Hay una minoría que se encuentra en las grandes urbes de las cabeceras de los municipios, pero la gran mayoría de los maestros estamos en una situación sumamente precaria. Muchos tenemos que transbordar más de 18 horas para llegar a nuestro centro de trabajo o regresar a casa. A veces, en pasaje nada más se nos va la mitad del salario, sin contar que debemos pagar también rentas. En lugares como en la Costa, además, debido a que es una zona turística, la comida resulta muy cara. A pesar de los bajos salarios, nosotros tenemos que comprar los lapiceros y todo el material que necesitamos. Pagamos incluso nuestros propios cursos para capacitarnos cultural y educativamente. La inmensa mayoría del magisterio oaxaqueño está jodido pues.

La práctica educativa estatal expresa por lo general un colonialismo y un desprecio hacia la cultura indígena muy fuerte. ¿Cómo intentan batallar contra esto?

En total en las comunidades de Oaxaca hay 16 lenguas indígenas. La mayoría de los maestros hablamos otra lengua además del español. En mi caso hablo el zapoteco. Pero salvo excepciones, tenemos bien claro que nuestra tarea no es llegar a las comunidades a colonizar, ni tampoco a imponer una cultura a los compañeros. A los niños les decimos compañeros porque sentimos que también aprendemos de ellos. Los maestros cuando llegamos a una comunidad debemos respetar la lengua del niño. Nada más lejos de querer imponer el español. Le explicamos al niño que si aprende el español es para que defienda su lengua. Entonces el niño lo entiende: aprende el español, pero manteniendo su propia lengua y cultura. También intentamos generar un proceso democrático dentro de las aulas, a pesar de que a éstas las construyen ya con una parte "alta" donde está ubicado el maestro. Nosotros decimos que esas estructuras no deben permitirse en Oaxaca. Ya estando en las aulas, muchos construimos el colectivismo con los niños, siendo parte de ese proceso mismo. En Oaxaca se han aplicado mucho las ideas de Paulo Freire, que están muy arraigadas entre los maestros. Aunque también Paulo Freire nos ha quedado un poco corto, porque al final su práctica terminó en parte ligada a aparatos institucionales de Brasil. Entonces sí retomamos su experiencia, como la cubana, aunque también tenemos nuestra propia experiencia de educación alternativa en Oaxaca. Es un proceso muy largo, pero en ese camino estamos.

¿Qué respuesta dio el Gobierno a sus demandas magisteriales?

Frente a nuestra propuesta no encontramos respuesta: el Gobierno se encerró y ni siquiera apeló a la negociación. El 22 de mayo decidimos iniciar una huelga y hacer un "plantón" (acampe) en Oaxaca, pensando que nos iban a dar una respuesta inmediata. Sin embargo, el gobernador Ulises Ruiz hizo oídos sordos hasta el 14 de junio. Ese día, la respuesta fue a las cuatro de la madrugada una intervención policíaca, con más de tres mil policías estatales y municipales, tanto por vía terrestre como con helicópteros. Estuvieron agrediéndonos con todo lo que tienen las fuerzas represivas: perros, gases lacrimógenos, etc., y si bien la gente se había replegado para resguardar su integridad (varios de ellos maestras y maestros jubilados, niños, y mujeres embarazadas) hubo muchos heridos. A las seis de la mañana los maestros volvemos con el apoyo del pueblo a recuperar el Zócalo (plaza central), expulsando a los policías. Esto permitió que la gente viera al maestro como valiente. Tras de él se empezaron a juntar la inmensa mayoría de las colonias y de los pobladores de Oaxaca, primero de la capital y después de todo el estado. Y ahí se funda la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), donde la demanda del maestro queda rebasada por una demanda central que es "¡Fuera Ulises Ruiz de Oaxaca!". El pueblo asumió todo el control de Oaxaca, y empezó a formar barricadas porque había "escuadrones de la muerte", policías vestidos de civil, que se constatan incluso en imágenes de televisoras nacionales y fotografías, paramilitares pues que iban y balaceaban a los compañeros que estaban en las barricadas. Durante todo este proceso tenemos alrededor de quince muertos nuestros, y en estos momentos nos acaban de informar que acaba de fallecer otro compañero más en esta incursión que hizo el Gobierno Federal con la Policía Federal Preventiva (especie de fuerza policial militarizada) y los militares a la capital de Oaxaca.

¿Qué pasó luego de aquel primer intento de represión?

Hicimos grandes manifestaciones, incluso de más de 500 mil personas en las calles de Oaxaca, que nunca se habían visto, a pesar de lo cual no fueron escuchadas por el Gobierno. No solo no nos hacían caso, sino que todas las noches nos seguían reprimiendo. Entonces dijimos: hay que sacar este problema de Oaxaca. E iniciamos el 22 de septiembre una marcha hacia el Distrito Federal. Alrededor de cinco mil personas de Oaxaca, entre maestros y organizaciones sociales, caminamos más de quinientos kilómetros. Llegamos un 9 de octubre, y una semana después (16 de octubre) instalamos este campamento en huelga de hambre de manera indefinida, sobre la base de los puntos que mencioné.

¿Qué tipo de prácticas y espacios comunitarios se empiezan a generar en Oaxaca?

Nosotros antes de la represión teníamos una Radio que se llamaba Plantón, que transmitía en todo lo que son los Valles Centrales en la Capital. Durante la represión, lo primero que fueron a dañar es esa Radio. La destruyeron. Pero de manera simultánea a esa represión, a las 6 de la mañana, al enterarse los estudiantes que se había bloqueado la comunicación con el pueblo a través de Radio Plantón, toman Radio Universidad, y ahí sí esta Radio empieza a ser nuevamente la voz del pueblo. Pero al poco tiempo nos la quitan. Frente a esto las mujeres reaccionan con una movilización el 1 de agosto, tomando una televisora y radios oficiales. No pasa mucho tiempo hasta que los paramilitares intentan bloquearnos las antenas y quitárnoslas. Ese día fallece otro compañero. La gente responde tomando nuevas Radios en Oaxaca. Luego de varias negociaciones con las autoridades en estos meses, de doce que se habían tomado se sueltan diez, y otra nos las destruyen, por lo que mantenemos la Radio Ley que es la única que nos queda hasta que nos la bloquean. En eso estábamos cuando Radio Universidad vuelve a entrar al aire, funcionando hasta este momento. Estas movilizaciones y tomas de Radio están siendo una espontaneidad de la sociedad oaxaqueña, porque ya estábamos hartos de 76 años de gobiernos priistas. Todos estos medios siempre eran para "mediatizar", siempre insultando a los maestros y a la gente humilde, alabando todo el tiempo al gobernador. Por eso fue una reacción natural de la gente este ¡Ya basta! a todos estos medios que estaban idiotizando a Oaxaca. Ahorita no están ni siquiera funcionando, precisamente para evitar que vayan a ser tomados de nuevo por los pobladores.

¿Cómo surgieron las barricadas y cuál es la situación que se vive allí?

Al principio ni los maestros pensábamos que Oaxaca iba a explotar de esta manera. Empezamos a ver que cuando nos agraden el 14 de junio, inmediatamente hay una respuesta de la población en general. La gente se solidariza con los maestros y se integra a las acciones. Las barricadas surgen ahí, cuando comenzamos a ser agredidos por grupos paramilitares. Se empiezan a formar entonces las autodefensas, para no permitir que anduvieran circulando libremente por Oaxaca. Si bien se crean pequeñas barricadas, donde ya estalla la barricada general es cuando estos señores atacan la Radio Ley y matan a un compañero. Se crean en todo Oaxaca cientos de barricadas. Incluso antes de que incursione la Policía Federal Preventiva con los militares llegaron a haber más de 1600 barricadas. Por eso es un proceso de insurrección popular el que estamos viviendo.

¿También han ocupado edificios públicos en todo este tiempo de lucha?

Claro, los tres poderes de Oaxaca. Todas las oficinas públicas estuvieron durante varias semanas en manos de los maestros y el pueblo, y fueron defendidas con barricadas. Frente a esto, en la Casa de Gobierno este viernes los paramilitares se ensañaron a mansalva con nuestros hermanos de la Costa, como así también en la Procuraduría, buscando desalojarnos a través de la represión y los asesinatos, como se vio en la prensa.

¿Quiénes integran la APPO y de qué manera se toman las decisiones en ella?

La APPO al inicio se fundó con 340 organizaciones, alrededor de un punto central que era la caída de Ulises Ruiz Ortiz. En torno a esto se empezaron a crear comisiones internas, como las de prensa, barricadas y propaganda. Comenzamos a conformar toda una red en Oaxaca de organizaciones, y cualquier acción que quisiéramos realizar debía pasar por una consulta de las bases, tanto de los maestros como de la propia APPO. Este es el mecanismo que funciona, y siempre hay reuniones con todas las organizaciones y con los delegados de las colonias y de las barricadas. Las decisiones y determinaciones se toman de manera colectiva pues. Así es nuestra resistencia civil y pacífica en el estado de Oaxaca. Incluso ya se han generado Asambleas Populares del Pueblo en Guerrero, en Morelia y en el Estado de México, que si bien son muy simbólicas, son embriones que podrían ir marcando una pauta de organización nacional. Este es un proceso que está viviendo el país a la par de un proceso electoral donde millones de mexicanos inquietos rechazan a este nuevo presidente "electo" (Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional).

¿Cuál ha sido la respuesta de los partidos tradicionales frente a la situación de auto-organización de la APPO?

Las organizaciones institucionales, como son los partidos políticos en Oaxaca, quedaron totalmente rebasadas. Tanto el PRI como el PAN demostraron ser enemigos del pueblo. Pero incluso el PRD, que se reclama de centro-izquierda, quedó rebasado: si bien muchas de sus bases están con la APPO, sus dirigentes se han quedado callados, viéndose obligados a reconocer que la gente ha actuado por si sola, sin ellos.

¿Más allá de la caída de Ulises Ruiz, cuál es la propuesta política de la APPO?

De hecho, independientemente de lo que estuvo pasando, nosotros ya teníamos una convocatoria para conformar el Congreso Constitutivo de la APPO. ¿Qué quiere decir esto? Pues que desde las comunidades, colonias, sindicatos y todo lo que se mueve en términos organizativos, se iban a nombrar delegados para que se formara este Congreso, en donde se pudieran discutir plataformas, principios y formas de organización. La propuesta era para el 8, 9 y 10 de noviembre, pero antes los últimos sucesos creo que la tendremos que reprogramar. Esperemos que no la tengamos que posponer demasiado, para que así vayamos ya conformando el nuevo poder popular en Oaxaca.

Muchos denominan al proceso que ustedes están protagonizando como la "Comuna de Oaxaca". ¿A qué se refieren?

Creo que se alude a los procesos de organización interna: el tener nuestros "topiles", el organizarnos en asambleas y a través de barricadas, el enfrentarnos directamente con las fuerzas policiales. Se refiere a la cuestión de la auto-organización pues, aunque todavía no podemos llegar a lo que quisiéramos, como en la Comuna de París. Más bien la idea de "Comuna" en Oaxaca se refiere a las prácticas de las comunidades indígenas que mantienen estos procesos desde hace muchísimos años. Lo nuestro es una insurrección con algunas tendencias de poder popular parecidas a las de la Comuna de París. Pero de todas maneras, todavía es un embrión que lo estamos trabajando.

¿Puedes comentar brevemente qué son los "topiles"?

Nosotros lo retomamos de las comunidades indígenas. En ellas no hay policías vestidos de uniforme y portando armas de fuego. La autoridad son los mismos campesinos e indígenas, que nomás tienen un bastón de mando en la mano y un "chipote". Sin necesidad de tener armas, ellos son la autoridad: en caso de un pleito vecinal, llegan e intentar resolver el problema. Los "topiles" ejercen gratuitamente la justicia en el pueblo, sin recibir un salario por ello.

¿De qué manera son electos?

En asambleas comunitarias. Esta experiencia indígena la trasladamos a la capital de Oaxaca cuando estalla nuestro movimiento. Los "topiles" son los compañeros que se proponen voluntariamente o son elegidos en sus organizaciones, para fungir este papel en las barricadas, en las funciones de autodefensa contra los policías y los ladronzuelos.

Al margen de esta enorme influencia indígena, ¿Cómo se enmarca esta lucha en Oaxaca con las resistencias que se dan en el resto de América?

Si bien nosotros hemos tenido la influencia de nuestras comunidades indígenas, en donde se rigen por "usos y costumbres" a través de asambleas comunitarias, nuestro proceso de lucha no es algo aislado, sino que es todo un conjunto. La experiencia que nosotros tenemos hoy es también gracias a lo que se ha hecho en Ecuador, Brasil y Argentina. Hemos estado pendiente de todos los procesos que ha habido en Latinoamérica, y también en los Estados Unidos con nuestros compañeros migrantes. Por eso esperamos que la solidaridad nacional e internacional con nuestra lucha sea inmediata. De hecho ya la estamos teniendo: tenemos información de que en España, Italia, los Estados Unidos, y en otros lugares más, se están realizando movilizaciones y protestas frente Consultados y Embajadas. Creemos que el futuro de la humanidad puede cambiar y lo podemos llevar a cabo desde el lugar en el que nos encontremos.
¿Cuál es la situación que se vive hoy en día en Oaxaca, después de las recientes represiones?

Creo que si el Gobierno es inteligente va a replegar a sus fuerzas policíacas. Sino, pues va a terminar en una batalla campal en Oaxaca, porque nosotros no vamos a entregar la ciudad a la Policía Federal Preventiva.

Por último, ¿como están de ánimo?

Pues seguimos confiados que nuestro movimiento tiene que triunfar, porque no es una rebelión de unos pocos grupos o de algunas alas "radicales", sino que es una insurrección popular. Quien no entienda esto, seguirá tratando de acallar estas voces con bayonetas. Que sepan que la podrán acallar en un momento, pero saldrán de otros puntos y seguirá la batalla.

Desde el Campamento en Huelga de Hambre frente al Hemiciclo a Juárez
Ciudad de México, 29 de octubre 2006




Francia: Los barrios pobres arden otra vez
x Flor Beltrán

La revuelta juvenil han recomenzado en los barrios pobres vecinos de Paris. Estas últimas semanas, hasta el 25 de octubre, el blanco eran las patrullas policiales. El jueves 26 se han incendiado algunos autobuses. Es la víspera del aniversario de la muerte de dos adolescentes a Clichy-sous-Bois en un transformador eléctrico, donde se habían refugiado para huir de la policía el 27 de octubre de 2005. Esta tragedia causó varias semanas de revueltas hace un año.
Los familiares y amigos de las víctimas organizaron una marcha silenciosa en la mañana y homenajes y debates por noche. El alcalde de Clichy-sous-Bois, del Partido Socialista, se quejaba de que los medios de comunicación predecían desordenes desde hace semanas y que esto obligaría a los jóvenes a "no decepcionar".
Pero no se necesita ser brujo para saber que tarde o temprano los jóvenes retomarían el camino de las acciones violentas. No necesitan que los medios les "den la idea". Es que la situación de estos jóvenes no ha mejorado en nada. Al contrario, ellos y sus las familias están cada vez más pobres, con más desempleos y peores salarios.
El director departamental de la Seguridad Pública de Seine-Saint-Denis, David Skuli, destacó "un fenómeno de mimetismo" entre los incidentes, los cuales permanecen no obstante "limitados". Antes de estos ataques a autobuses y "agresiones" a policías (descriptas como "emboscadas" por estos últimos), los mismos servicios de seguridad del gobierno consideraban en un reciente informe que "la mayoría de las condiciones sociales que provocaron, hace un año, el desencadenamiento de violencia colectiva en una gran parte del territorio metropolitana, no han cambiado". (Le Monde, 26/10/06).
En los barrios "difíciles", la gente coincide con esta apreciación de los "servicios" del régimen: el sentimiento dominante es que nada cambió ni mejoró en un año.
Desde septiembre, los jóvenes han atacado tres veces a la policía con piedras, barras de hierro y cócteles Molotov. Anoche, el fuego persistía alrededor de París, se quemaron dos autobuses y el combate contra la policía y las autoridades sigue. No son las escuelas los blancos, a pesar de que el sistema educativo es excluyente en los barrios periféricos. Los blancos son principalmente el uniforme de policía y los transportes. Los protagonistas son jóvenes franceses hijos de inmigrantes árabes y negros.

Las causas profundas que se tratan de ignorar

Las causas de todo esto han sido señaladas mil veces. Al régimen (tanto en sus alas de derecha como de "izquierda") se le hace cada vez más difícil desentenderse de esta candente realidad. En este sentido, un documento de sectores provenientes de la emigración, señala:
"Comienzan a reconocerse, después de décadas de ceguera o negación, las discriminaciones institucionales la existencia masiva de discriminaciones racistas, y muchos están dispuestos a admitir que afectan más específicamente a los descendientes de antiguos colonizados.
"Pero, a pesar de la existencia de tantos estudios que destacan el carácter capitalista de estas discriminaciones, éstas siguen siendo consideradas como fenómenos puramente «individuales» de «ignorancia del otro» o de «repliegue sobre sí». Peor aun, las mismas víctimas son culpabilizadas por su «falta de integración» o su «retraso cultural».
"En todos los casos, se niega la existencia de procesos sociales de reproducción de las discriminaciones, en toda la legalidad, y por las instituciones de la República, encubiertos por leyes antidiscriminación, declaradas pero violadas diariamente .
"Este carácter sistémico e institucional de las discriminaciones es evidente, y constituye la primera semejanza con el proceso colonial: además de la serie de parecidos que se pueden encontrar entre los dos fenómenos -analogías de carácter histórico (la inmigración es hija de la colonización directa o indirecta) y analogías de estructura (la inmigración, actualmente, ocupa en el orden de relaciones de dominación el lugar que ocupaba ayer la colonización)- la inmigración, de una determinada manera, se transformó en sistema de la misma manera que «colonización es un sistema» (según la expresión de Sartre).
"El racismo poscolonial no es pues una simple «supervivencia del pasado». Se trata, por el contrario, de una producción permanente y sistémica de nuestra sociedad, que retomó las imágenes heredadas del pasado y las utiliza al servicio de intereses contemporáneos.
"Está sociedad sigue produciendo «indígenas» en el sentido político del término: «semiciudadanos», que no son extranjeros en sentido jurídico pero que no son tratados como franceses verdaderos. Marx estudió bien esta interacción entre pasado y presente, y el papel que desempeña el imaginario social heredado . Es a través de este imaginario que los hombres descifran su realidad vivida, determinan las fronteras entre el «nosotros» y «ellos», y realizan acciones.
"En este caso, es a través del imaginario colonial que se representaron los inmigrantes poscoloniales de los años 60 y 70, y que se legitimó su opresión económica, social y política: inserción por la parte baja en los sectores más duros del trabajo, negación de las necesidades sociales no vinculadas directamente a las necesidades productivas, reducción del hombre a una simple fuerza de trabajo (y en consecuencia no se toma en cuenta la vida familiar y el problema del arraigo), obligados a la discreción y al apoliticismo.
"La masificación del desempleo y la precariedad desde la década del 1980 se realizó sobre la base de esta dominación capitalista en el cual los inmigrantes aparecen como los mas oprimidos entre los dominados." [1]

"Si la situación no mejora, todo va a explotar en 2007"
Esta situación de "masificación del desempleo y la precariedad" (que empeora día a día) golpea especialmente a la juventud. Vamos a un centro comercial, a conversar con algunos de ellos. Allí, los jóvenes desempleados o precarizados "sostienen" los muros, mientras matan el aburrimiento discutiendo.
Karin, de 27 años, no soporta más su trabajo de vigilante en un supermercado. Como tiene antecedentes policiales, no puede conseguir nada mejor, ni siquiera tiene derecho a una licencia para conducir. Dice que no participa en los desordenes, pero que habría que atacar todo lo que pertenece al estado. Como hacen los nacionalistas corsos: "Ellos atacan las instituciones, ponen bombas en las alcaldías y en las oficinas de recaudación de impuestos, y siempre les dan lo que piden". Otro chico, Munir, dice que hay que ir a votar [en las presidenciales del 2007].
"No somos idiotas, somos de izquierda", dice otro joven, Milos. "Pero nadie se hace ilusiones: si la situación no mejora, todo va a explotar en 2007."
Nota
[1] Las transnacionales petroleras lograron consolidar y legalizar su situación en Bolivia al firmar este fin de semana nuevos contratos con el gobierno de Evo Morales, lo que les garantiza nuevos y millonarios ingresos por la explotación de reservas de gas y petróleo valuadas en más de 200 mil millones de dólares durante los próximos 30 años, en los que tendrán que aumentar sus inversiones y pagar un poco más de impuestos al Estado.
Los contratos, suscritos este viernes y sábado con Repsol, Petrobras, Total, British Petroleum, Pluspetrol, Vintage, Pan American y otras, tendrán el aval del Congreso y se harán respetar con la fuerza del Estado, cerrando toda posibilidad para que en el futuro las transnacionales sean expulsadas del país y sus bienes y recursos expropiados.
El compromiso oficial del gobierno, según anunció el vicepresidente Alvaro García Linera, es que los contratos serán refrendados por el Parlamento para tener total seguridad jurídica, no serán modificados en el tiempo y garantizarán altas ganancias para las transnacionales, que operan con los costos de producción más bajos del mundo y cometiendo delitos que van desde la defraudación y evasión fiscal, el contrabando de carburantes, la subfacturación y otras irregularidades denunciadas por las propias autoridades del gobierno boliviano.
Aunque el texto de los contratos aún es confidencial, se conoce que éstos se regirán por la ley 3058, que establece que las petroleras pagarán, en términos nominales, un 50 por ciento en regalías e impuestos en la mayor parte de los campos, quedando aún sin confirmación el pago nominal del 82 por ciento en dos megacampos de gas.
Tampoco se conoce si existen compensaciones económicas en favor de las petroleras por el cambio del sistema de tributación, tal como establece la ley, aunque sí se ratificó el incentivo tributario para las empresas (Repsol y Petrobras) que controlan el negocio de la exportación de gas a Argentina y Brasil. Así, las petroleras que operan a ambos lados de la frontera, en el doble papel de vendedores y compradores, pagarán impuestos sobre un promedio de 5 dólares por millón de BTUs, y no sobre 8, que es el precio internacional actual.
CONCESIONES Y SATISFACCIÓN
"Hubo concesiones de ambas partes (...) Se alcanzó un acuerdo satisfactorio", dijo el ministro de Energía de Brasil, Silas Rondeau, tras la firma del contrato entre Petrobras y Bolivia. En el mismo tono, el secretario de Asuntos exteriores de España, Bernardino León, que protege a Repsol, anunció nuevas inversiones. "Vamos a invertir en los próximos años más de mil millones de dólares para asegurar el cumplimiento con la (exportación de gas a) Argentina". En esta nueva exportación de gas a Argentina, el gobierno boliviano aspira a quedarse con 17 mil millones de dólares de los 50 mil millones que moverá el negocio en los siguientes 20 años.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos, que aglutina a las empresas petroleras y uno de los baluartes de los gobiernos neoliberales, dijo que "el escenario que se ha planteado con la firma de nuevos contratos vislumbra una relación positiva y duradera entre socios, las empresas y el Estado nacional".
Los anteriores contratos de todas las petroleras habían sido declarados sin validez jurídica e inconstitucionales por decisión inapelable del máximo tribunal de justicia de Bolivia, el Tribunal Constitucional, lo que había reforzado la lucha que libran desde el 2003 los sindicatos y las organizaciones populares para lograr la expulsión de las transnacionales y para renacionalizar el gas y el petróleo. En esta lucha, se enfrentaron a los tanques y la metralla y derribaron a dos presidentes (Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa), aunque sin lograr la expulsión/nacionalización de las petroleras, una consigna considerada como inviable por el actual gobierno.
"Con estos contratos queremos resolver los problemas del país (...) sentamos soberanía sobre nuestros recursos sin expulsar a nadie, esta es la nacionalización sin indemnización", dijo el presidente Morales, tras la firma de los contratos, realizados al amparo de la ley pro petrolera 3058, aprobada hace un año y medio por el Congreso neoliberal para preservar los millonarios intereses de las transnacionales.
BLANQUEO DE DELITOS
Esta ley, viabilizada ahora con los nuevos contratos, blanquea todos los delitos mayores que las petroleras han cometido en Bolivia desde mediados de los años 90, cuando tomaron control y dominio de toda la industria petrolera al amparo de onerosas concesiones otorgadas por el poder neoliberal.
La ley 3058 posibilita, por ejemplo, que las compañías como Repsol, Petrobras, Total, British Petroleum, Amoco & Pan American Energy, British Gas, Exxon, Enron, Shell, Pluspetrol, Vintage y otras puedan legalizar su ilegal e inconstitucional permanencia en Bolivia, explotando yacimientos que virtualmente no les costó casi nada. Con los nuevos contratos, el Estado queda sin la posibilidad legal de echar a las transnacionales y recuperar así más de 200 mil millones de dólares, que es el valor de las reservas de gas y petróleo, las segundas más importantes de Sudamérica.
La Ley 3058 infiere, además, un segundo daño de magnitud a Bolivia cuando elimina toda posibilidad legal para que el Estado recupere de inmediato, sin necesidad de nacionalización, decreto o ley expresa, el 60 por ciento de las reservas de gas y petróleo de manos de las petroleras, que incumplieron el artículo 30 de una ley anterior y que les obligaba a devolver todos los campos y yacimientos en los que no hubiesen perforado pozos en los últimos cinco años. Una cincuentena de auditorías, instruidas por el gobierno de Morales, confirmaron este delito. En esta situación estaban casi todos los megacampos de gas y petróleo que están siendo explotados por Repsol, Petrobras, Total y otras compañías y que, si se cumpliera la ley, ya sólo deberían beneficiar al Estado.
Así, "la ley 3058 (ratificada vía decreto por Morales N.d.E), resulta ser más entreguista y antinacional que la anterior, aprobada por el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada", decía hace un año y medio el ex ministro de Hidrocarburos del actual gobierno, Andrés Soliz Rada. El daño estimado en contra del Estado es, en este caso, de casi 100 mil millones de dólares, monto que, paulatinamente en el tiempo, irá a parar a la bolsa de las petroleras, producto de la explotación y comercialización de las reservas.
EL MILLONARIO FRAUDE DE REPSOL Y PAN AMERICAN
Un tercer atentado contra Bolivia. La misma ley 3058, el decreto de Morales y los contratos petroleros convalidan otro millonario fraude en contra del Estado al legalizar, de facto, la mayor parte de las acciones que Repsol y Amoco & Pan American (y posteriormente British Petroleum) tienen en las empresas mixtas de Andina y Chaco, levantadas sobre los campos que eran antes de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Repsol y Amoco & Pan American recibieron de los gobiernos neoliberales el 50 por ciento de las acciones a cambio de la promesa de invertir 843 millones de dólares. Sin embargo, esta entrega no tomó en cuenta que estos campos de YPFB (en Chaco y Andina) tenían reservas probadas y certificadas valuadas actualmente en 24 mil millones de dólares y que fueron pignoradas a título gratuito para que sean explotadas en beneficio de Repsol y Amoco & Pan American.
El decreto de Morales convalida la fraudulenta propiedad de Repsol y Amoco & Pan American sobre el 50 por ciento de las acciones de Andina y Chaco, cuando en realidad la participación legal de estas transnacionales no debería ser mayor al cinco por ciento. Pese a ello, la intención del gobierno de Morales es "nacionalizar" el 3 por ciento de las acciones en Andina y Chaco, respetando el otro 48 por ciento.
EL ASALTO DE ENRON Y SHELL
Un cuarto atentado. La ley 3058 y el decreto de Morales dejan en total impunidad, sin sanción ni reparación, el asalto que la Enron, primero, y la Shell, después, realizaron en Bolivia al tomar a título gratuito el 40 por ciento del gasoducto a Brasil y otros ramales de transporte y distribución de hidrocarburos.
Sin poner un solo centavo, la corrupta Enron tomó a medidos de los 90 la posesión y control de las acciones en estos gasoductos, que posteriormente los transfirió a la Shell. La Enron había sido contratada por el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada para financiar o buscar financiamiento para construir el gasoducto al Brasil, que finalmente fue construido por Petrobras, sin ningún concurso de la transnacional norteamericana.
El daño inferido al Estado fue cuantificado en 120 millones de dólares, por el ex delegado presidencial, Juan Carlos Virreina, que pretendió recuperar esos recursos mediante un juicio que fue dejado de lado por los últimos gobiernos, incluido el actual.
UNA LEY ANTINACIONAL
Por esta su esencia pro petrolera, la aprobación de la ley 3058, en mayo de 2005, constituyó una virtual declaratoria de guerra del poder transnacional contra el pueblo boliviano, que se alzó furibundo contra el presidente Carlos Mesa, al que derribó del cargo, y contra el Congreso neoliberal, recortándole su mandato constitucional y abriendo paso a nuevas elecciones, ganadas ampliamente por el deseo y la urgencia del pueblo para nacionalizar el gas y el petróleo.
Razones más que suficientes para que el nuevo gobierno de Evo Morales, que ganó las elecciones agitando la bandera de la nacionalización, se hubiese jugado a fondo para montar una ficción y para mostrar y convencer a los bolivianos que su decreto de "nacionalización" era muy diferente a la cerrada defensa que hacían en el pasado las élites neoliberales del poder petrolero.
Razones más que suficientes para que tras firmar los nuevos contratos, bajo el amparo de la ley 3058, todas las transnacionales hubiesen anunciado su intención de realizar inversiones y de ser las socias que Evo Morales quiere para Bolivia.