Especial Medio Oriente
La alharaca de los medios en torno al soldado israelí prisionero esconde una realidad : Hay más de 9.000 presos políticos palestino
Socialismo o Barbarie, periódico, 06/07/06
Desde el inicio de la ocupación de Cisjordania y Gaza en 1967, Israel ha encarcelado a más de 650.000 palestinos, representando aproximadamente el 20 por ciento de la población de los territorios ocupados.
Israel ha detenido a hombres, mujeres y niños a través de una extensivo y sistemático conjunto de regulaciones que controlan casi todos los aspectos de la vida palestina y que son cambiadas constantemente por el ejército ocupante israelí y muchas veces no son conocidas por la población hasta que es reprimida.
Los detenidos palestinos son llevados a centros de detención israelíes tanto dentro como fuera de Israel, donde la condición de los prisioneros palestinos es pésima, agravada por el uso habitual de la tortura.
Los presos palestinos que no están en "detención administrativa", son juzgados en tribunales israelíes, en un idioma que muchos de ellos no hablan y dictando sentencias a veces absurdas, generalmente basadas en testimonios de los soldados que apresaron a la persona, las "confesiones" logradas por medio de torturas, e incluso muchas veces sin la presencia de un abogado.
Los métodos de tortura utilizados son variados. Los más comunes son las golpizas, los shocks eléctricos, la privación de sueño, denegación de atención médica, música ruidosa, violaciones sexuales, insultos, estiramiento de extremidades, privación de comida o agua o el uso del baño, presiones psicológicas para colaborar con la ocupación, introducción de la cabeza de los detenidos en sacos con orina o excremento, prolongada exposición a luces brillantes, al sol, al frío, a la lluvia, etc. El método más famoso es la "Posición Shabah", donde se le obliga al prisionero a permanecer sentado en una pequeña silla, con sus manos esposadas al respaldo y sus pies amarradas a las patas de la silla. En esta posición, el prisionero/a se encuentra más débil frente a las golpizas y shocks eléctricos.
En el informe del Instituto de Mandela para Derechos Humanos del 30 de abril de 2006, se expresa que los prisioneros palestinos alcanzaban para esa fecha 9.599 personas, 1.200 de los cuales eran "detenidos administrativamente", es decir, no tenían cargos y el 34% de los detenidos estaba a la espera de un juicio.
Sin embargo, ahora la cifra de prisioneros palestinos ya llega a las 10.000 personas, 150 de las cuales son mujeres y 350 son niños menores de 10 años. Algunas mujeres han tenido a sus hijos en prisión, quedando el niño prisionero con la madre como el caso de Samar Soboh. Otras tantas han cumplido los 18 años mientras estaban en prisión. Muchas mujeres palestinas han sido arrestadas sólo para presionar a sus maridos o familiares a que cooperen con la ocupación.
Recopilación enviada por M. Kaila y E. Abedrapo, en base a datos del Mandela Institute for Humans Rights.
Informes de Amnistía International
Atrocidades contra los palestinos
Socialismo o Barbarie, periódico, 06/07/06
De la sección "Israel y los territorios ocupados", de la página de Amnistía Internacional en español (www.es.amnesty.org), tomamos las siguientes citas textuales:
"Las restricciones a la libertad de circulación impuestas por el ejército israelí tienen efectos devastadores entre los palestinos. Generan pobreza y desempleo y dificultan el acceso a los centros de educación y de salud. Especialmente grave en este momento es la situación en la Franja de Gaza, donde los cierres prolongados y reiterados del paso fronterizo de Karni amenazan con acrecentar la crisis humanitaria. [?]"
Política de asesinatos sistemáticos de palestinos
"Después de las elecciones, las autoridades israelíes han decidido continuar con lo que denominan asesinatos selectivos, considerados por Amnistía Internacional como ejecuciones extrajudiciales."
"En su «Informe 2006», Amnistía Internacional recogía los siguientes datos referidos a 2005: el ejército israelí mató a unos 190 palestinos, entre ellos alrededor de 50 menores. En la mayoría de los casos lo hizo de forma ilegítima, al efectuar de modo temerario y deliberado disparos, bombardeos y ataques aéreos en zonas residenciales civiles densamente pobladas o hacer uso excesivo de la fuerza. Algunas de las víctimas fueron objeto de ejecuciones extrajudiciales y otras murieron en enfrentamientos armados con soldados israelíes. Hubo también centenares de heridos."
Demolición de viviendas y apropiación de tierras
"Las autoridades israelíes llevan décadas aplicando la política de destruir las viviendas de la población palestina en todos los Territorios Ocupados. [?]"
"Al mismo tiempo, el gobierno israelí continúa apropiándose de tierras palestinas en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental, y construyendo y ampliando asentamientos israelíes, en contravención del derecho internacional. "
"La destrucción de viviendas, tierras y otros bienes palestinos por Israel tiene como objetivos:
- Dar cabida al creciente número y tamaño de los asentamientos israelíes ilegales en los Territorios Ocupados.
- Impedir el crecimiento de los pueblos y ciudades palestinos en los Territorios Ocupados y crear zonas seguras alrededor de los asentamientos israelíes ilegales y a lo largo de las carreteras que usan los colonos israelíes.
- Castigar a las familias de los palestinos implicados o presuntamente implicados en atentados suicidas con bomba y en otros ataques contra israelíes"
El Muro del Apartheid
"La Corte Internacional de Justicia de La Haya dictaminó el 9 de julio de 2004 que la construcción de la valla/muro israelí en Cisjordania es ilegal según el derecho internacional y pidió su derribo."
"Según las autoridades israelíes, el muro es una medida defensiva diseñada para impedir el paso de terroristas, armas y explosivos al estado de Israel. Sin embargo, [?]aproximadamente el 90 por ciento del trazado que sigue está en territorio palestino dentro de Cisjordania, rodeando localidades y pueblos palestinos, aislando entre sí a comunidades y familias y separando a los campesinos de sus tierras y a los palestinos de sus lugares de trabajo, centros educativos y de salud y otros servicios esenciales. [...]"
Situación de las mujeres palestinas
"El informe de Amnistía Internacional «Conflicto, ocupación y patriarcado: la carga que soportan las mujeres», examina la situación de las mujeres en el contexto del conflicto [?]
Las restricciones a la circulación impuestas por el ejército israelí, los bloqueos y los toques de queda han causado múltiples complicaciones para las mujeres palestinas que necesitan atención médica."
"Decenas de mujeres se han visto obligadas a dar a luz en controles junto a la carretera y varias han perdido a sus bebés porque los soldados israelíes les han negado el paso. El temor a no poder llegar al hospital a tiempo para dar a luz se ha convertido en una importante fuente de ansiedad para las mujeres palestinas."
"Un caso es el de Rula Ashtiya, que tuvo que dar a luz junto al control de Beir Furik después de que soldados israelíes le negaran el paso camino del hospital de Nablús. Su bebé murió unos minutos después."
"En el control ?relata Rula Ashtiya? había varios soldados; nos ignoraron [...] me arrastré detrás de un bloque de cemento junto al control para tener algo de intimidad y di a luz allí, en el polvo, como un animal. Sostuve a mi hija en los brazos, y se movía un poco, pero al cabo de unos minutos murió en mis brazos."
Israel invade Líbano: La lección de Hizbulá
x Alberto Cruz
Hizbulá, la organización que lidera la lucha de liberación nacional libanesa contra la ocupación israelí, ha realizado una acción audaz: la captura de dos soldados israelíes y la muerte de otros varios en el sur libanés. No es la primera vez que lo hace, pero sin embargo en esta ocasión Israel ha reaccionado en forma desproporcionada, por lo que el objetivo de esta acción seguramente está más relacionado con Siria o Irán que con Líbano
Europa se suele sorprender a menudo cuando estallan ciertas crisis que no están dentro de lo "políticamente correcto". Si Israel viola el derecho internacional reiteradamente con, entre otras cosas, el castigo colectivo a la población de Gaza (pongamos por caso el artículo 33 de la IV Convención de Ginebra, que establece que "el poder ocupante no puede utilizar los castigos colectivos contra la población civil") nos limitaremos a llamadas a la calma, a la cordura y sandeces similares. ¿Alguien se acuerda de la resolución del Tribunal de Justicia de La Haya contra el muro del apartheid levantado por Israel? ¿Algún gobierno ha reclamado a Israel su derribo, tal y como proclamaba la citada resolución? No.
Ahora bien, si los combatientes palestinos capturan en una operación militar a un soldado israelí se producirá un rasgado general de vestiduras exigiendo su liberación sin condiciones aunque durante años estén languideciendo en las cárceles israelíes miles de palestinos y otros ciudadanos árabes sin que los bienpensantes europeos hayan movido un dedo por ellos.
Gaza partida, bombardeada, destruida en sus principales infraestructuras. Silencio. Ministros y diputados elegidos democráticamente por el pueblo palestino encarcelados por Israel. Silencio. Familias destrozadas bajo las bombas de los "asesinatos selectivos" ?infame lenguaje utilizado por los medios de comunicación siguiendo la estela marcada por Javier Solana, hoy responsable de la política exterior de la UE, cuando en su época de secretario general de la OTAN acuñó otra expresión de infame recuerdo, "daños colaterales", para referirse a los bombardeos de puentes, trenes y casas en la guerra contra Yugoslavia de 1999- en imágenes servidas por los informativos a la hora de comer como parte del paisaje sin una pacata resolución de la ONU, tan presta a sancionar a Irán, a Corea del Norte o a quien sea menos a Israel.
Pero no es una crítica sólo a Europa o a occidente en general. Los miserables regímenes árabes esconden la cabeza cada vez que se produce un ataque de los reseñados y, a lo sumo, firmarán una declaración con la condena más firme y más dura posible. Pura retórica que no pasará de ahí. Ya se ha reclamado una reunión de urgencia de la Liga Árabe para discutir el tema. Ni hablar de retirada de embajadores (Egipto, Jordania, Mauritania tienen relaciones diplomáticas plenas con Israel), de encargados de negocios (como es el caso de Marruecos o Qatar) o del envío urgente del prometido dinero con el que ayudar a las maltrechas arcas palestinas ante la asfixia económica impuesta por Israel y el chantaje europeo tras el triunfo, democrático, de Hamás.
El sufrimiento palestino no cuenta, está dentro del guión. Y en eso llegó Hizbulá. La organización que lideró, no en exclusiva, pero sí con una hegemonía incuestionable la lucha de liberación nacional libanesa contra la ocupación israelí ha realizado una acción audaz y de consecuencias imprevisibles: la captura de dos soldados israelíes y la muerte de otros varios en el sur libanés. Una acción reivindicada para poner encima de la mesa el tema de los presos, palestinos y de otras nacionalidades, en cárceles israelíes.
Los precedentes
No es la primera vez que Hizbulá realiza una operación de este tipo para lograr la liberación de prisioneros. A primeros del año 2004, en el mes de febrero, tras unas largas y laboriosas negociaciones entre Hizbulá e Israel, en las que actuó como mediador y garante Alemania, el movimiento político-militar logró la excarcelación de 400 presos árabes a cambio de la entrega de un ex coronel del ejército israelí y de los cadáveres de tres soldados israelíes muertos en un ataque contra el territorio ocupado de las granjas de la Shebaa (territorio libanés cercano a la frontera con Siria). Entre los presos había palestinos, libaneses y de otras nacionalidades. Además, en el acuerdo se incluyó la entrega de restos de guerrilleros palestinos y libaneses, muertos durante los más de veinte años de ocupación israelí del sur de Líbano. Esos guerrilleros pertenecían a organizaciones laicas como el Partido Comunista Libanés, Frente Popular para la Liberación de Palestina o Al Fatah, entre otras.
Tampoco es la primera vez este año que se producen combates entre Hizbulá y los ocupantes israelíes. El pasado 28 de mayo un soldado de Hizbulá y otro israelí murieron en un enfrentamiento producido en las granjas de la Shebaa, concretamente en la localidad de Yacub, a unos cinco kilómetros de las fronteras con Siria. También hubo un lanzamiento de los famosos misiles Katyusha contra el cuartel general del Ejército israelí en la Alta Galilea, situado en la localidad de Sabed, en el interior de las fronteras reconocidas al estado de Israel, aunque no está claro si el responsable de su lanzamiento fue Hizbulá o la Yijad Islámica, que actuaba en represalia de uno de sus dirigentes muerto en atentado unos días antes.
Más allá de las diferencias que se puedan tener con Hizbulá, hay que ver a esta organización como un movimiento político-militar legítimo y cuya lucha se constituye en un ejemplo a seguir. Hizbulá, por utilizar una frase de Lenin, está agudizando las contradicciones occidentales y árabes muy hábilmente. Uno se puede imaginar el júbilo en los barrios shiíes de Beirut, los más depauperados y, a buen seguro, en Gaza y otros lugares. Y la desesperación de quienes, como el presidente de la Autoridad Palestina ?siempre sumiso a los mandados occidentales- o el dirigente libanés druso, Walid Jumblat, partidario no sólo del desarme de Hizbulá sino de la invasión de Siria por los Estados Unidos, se enfrentan ahora a una situación en la que ya no tienen margen de maniobra alguno. Uno se puede imaginar cómo los teléfonos están echando humo mientras el Consejo de Seguridad de la ONU, y su secretario general al frente, buscan cómo salir del atolladero y sacar la cara, otra vez, a Israel. Pero esta vez la partida tiene otras cartas.
Desde octubre de 2004 el Consejo de Seguridad ha aprobado cuatro resoluciones en las que, junto a la retirada Siria de Líbano y el desarme de las milicias palestinas que protegen los campamentos de refugiados, se exige la entrega de las armas de Hizbulá, algo a lo que se niega esta organización mientras se mantengan las tropas israelíes en las granjas de la Shebaa (1).
Consciente la ONU de que no es posible el desarme de Hizbulá por la fuerza, había reclamado su integración en el ejército libanés (2) y esta posibilidad había sido discutida el 8 de junio durante la última reunión que los partidos libaneses han mantenido para llegar a un acuerdo de gobernabilidad del país y el fin de la presidencia de Emil Lahoud, considerado pro-sirio y que públicamente ha dicho que Hizbulá ejerce una "resistencia legítima" mientras haya una parte del país ocupado por Israel. Lo mismo ha reconocido, públicamente, el primer ministro Fouad Siniora, considerado anti-sirio. Aquí se había llegado a un acuerdo "de honor" para tratar con respeto a Hizbulá y considerarlo como una fuerza importante dentro de la política libanesa. En esa reunión hubo opiniones favorables a que, una vez Hizbulá se integrase en el ejército libanés, el sur del país contase con la presencia de fuerzas internacionales para defender la frontera con Israel.
Sin embargo, en el último mes se han producido dos hechos que ha pasado desapercibidos en occidente y que han espoleado la situación actual: por una parte, el supuesto envío de cohetes de medio alcance desde Irán para reforzar la situación militar de Hizbulá (3); por otra, el descubrimiento de una célula del espionaje israelí en Líbano, responsable del asesinato de dos altos dirigentes de Hizbulá y de otros dos responsables políticos palestinos, uno de la Yihad Islámica y otro del Frente Popular de Liberación de Palestina-Comando General (4).
Quienes mantienen la primera tesis creen que ese envío de cohetes sería una parte de la "disuasión" iraní frente a un posible ataque de Israel por el conflicto nuclear. Pero olvidan que Hizbulá, aunque shií, es una organización libanesa y que no se arriesgaría a perder el apoyo con que cuenta dentro del país, no sólo entre los shíies, por una cuestión que no es estrictamente libanesa aunque se atacase a Israel.
No obstante, en los últimos meses, y sobre todo a raíz de la resolución 1559 y la denominada "revolución roja" ?movilizaciones de sectores antisirios-, se viene produciendo un enfrentamiento, larvado aún, entre suníes y shiíes que ha llevado a estos últimos a reforzar sus posiciones no sólo en Beirut, sino en otras ciudades en las que son fuertes como Sidón. En Líbano no hay un enfrentamiento sectario al estilo iraquí, pero el radicalismo suní está en auge en zonas como Trípoli y Akkar, donde parece que Al Qaeda se está haciendo fuerte.
En cuanto a la segunda, el descubrimiento de la red del Mossad, en la que se integraban libaneses y palestinos, puso contra las cuerdas a los partidos anti-sirios que, desde entonces (la detención de los espías se produjo dos días después de la reunión interpartidaria del 8 de junio), no han vuelto a insistir en el desarme de Hizbolá.
Es evidente que la situación ahora da un vuelco considerable. Israel ha vuelto a invadir Líbano y la comunidad internacional no sabe aún cómo reaccionar. Mientras tanto, Hizbulá se va a ganar un nuevo reconocimiento, tanto de suníes como shiíes, al ser la única organización árabe que vuelve a poner contra las cuerdas al estado hebreo. Y pone de manifiesto que mientras una organización mantenga intacta su voluntad de lucha contra la ocupación y expansionismo de Israel, ningún plan imperialista de reordenamiento estratégico de la zona tendrá éxito.
Notas
(1) Alberto Cruz,"EEUU busca en Líbano recomponer su estrategia para Oriente Medio", 10 de abril de 2006.
(2) Alberto Cruz, ?La ONU, otra vez, al servicio de EEUU e Israel?, 23 de mayo de 2006.
(3) Haaretz, 29 de mayo de 2006.
(4) Al Bawaba, 10 de junio de 2006.
Rebelión
Cómo armó Estados Unidos a Israel
Por William Hartung y Frida Berrigan [1]
La Haine, 05/07/06
La cobertura en la prensa estadounidense de los ataques israelíes a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y las ciudades palestinas en Cisjordania, normalmente tratan al gobierno de Estados Unidos ya sea como observador no comprometido inocente o mediador honesto en el conflicto, sin dar una perspectiva del papel de Estados Unidos como abastecedor de armamento, ayuda y tecnología militar a Israel.
En su papel de principal abastecedor de armamento a este país, Estados Unidos podría obtener un potencial significativo sobre el comportamiento de Israel en el conflicto, si así lo quisiera.
Ayuda militar y económica
Desde 1976 Israel ha sido el principal receptor de la ayuda exterior estadounidense. De acuerdo con el reporte del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, de noviembre 2001, la ayuda estadounidense a Israel en el pasado medio siglo llegó a un gigantesco 81.3 mil millones de dólares.
En años recientes Israel sigue siendo el principal receptor de la asistencia militar y económica de su aliado. El dato comúnmente más citado es de 3 mil millones de dólares al año, de los cuales 1.8 mil millones anuales son donaciones de fondos dentro del rubro Financiamiento Militar Externo (FME) del Departamento de Defensa, y mil 200 millones anuales del rubro Fondos de Apoyo Económico del Departamento de Estado. En el anterior decenio las concesiones FME suman 18.2 mil millones de dólares. De hecho, 17 por ciento de toda la ayuda exterior estadounidense se destina a Israel.
Venta y donaciones de armamento
Israel es uno de los más importantes importadores de armas procedentes de Estados Unidos. En la década pasada éste ha vendido a Israel 7.2 mil millones de dólares en armamento y equipo militar, 762 millones por conducto de Direct Comercial Sales (ventas comerciales directas, VCD), más de 6.5 mil millones mediante el programa de FME.
De esta forma, Israel posee la flota de aviones F?16 más grande del mundo fuera de Estados Unidos, teniendo más de 200 jets. Otros 102 F16 de la empresa Lockheed Martín.
Estados Unidos también ha apoyado a la industria armamentista israelí al darle:
-1.3 mil millones para desarrollar naves Lavi, 625 millones para desarrollar y desplegar misiles antimisiles Arrow (el proyecto sigue su curso).
-200 millones para desarrollar tanques Mercava (operativos); la más reciente versión, el Mercava 4, usa un motor diesel V?12 de origen alemán producido bajo licencia en Estados Unidos por la empresa General Dynamics.
-130 millones para desarrollar un sistema antimisiles láser de alta energía.
Si bien la totalidad de la ayuda a Israel está destinada a disminuir en los próximos cinco años, la asistencia militar aumentará significativamente. Uno de los últimos actos de Bill Clinton fue firmar un acuerdo con Israel hasta 2008. Al mismo tiempo, paralelamente, los fondos de FME a Israel aumentarán en 60 millones cada año, de tal modo que en 2008 alcanzarán 2.4 mil millones de dólares.
Armas gratis
Estados Unidos también regala armamento y municiones como parte del programa Exceso en Artículos de Defensa (EAD), dando estos sin costo alguno. Entre 1994 y 2001 Estados Unidos proveyó la mayor parte de armas a Israel mediante este programa, incluyendo 64 mil 744 rifles M?16A1, 2 mil 469 lanzagranadas M?204, mil 500 pistolas calibre .50 M?2, municiones calibre .30, .50 y 20mm
Armamento estadounidense en el arsenal israelí; lista selectiva
Cantidad de armamento y costos de manufactura por unidad:
Aviones de combate: F?4E Phantom 50 Boeing, 18.4 millones de dólares; F?15 Eagle 98 Boeing, 38 millones; F?16 Falcón 237 Lockheed Martín, 34.3 millones.
Helicópteros: AH?64 Apache 42 Boeing, 14.5 millones; Cobra Attack 57 Bell Textron, 10.7 millones; CH?53D 38 Sikorsky y Blackhawk 25 Sikorsky, 11 millones.
Misiles: AGM 65 Maverik Raytheon, 17 mil a 110 mil; AGM 114 Hellfire Boeing, 40 mil; TOW Hughes, 180 mil; AIM 7 Sparrow Raytheon, 125 mil; AIM 9 Sidewinder Raytheon, 84 mil; AIM 120 B AMRAAM Raytheon, 386 mil; Patriot Raytheon, Lockheed Martín y Harpoon Anti?Ship Missile Boeing, 720 mil.
La escala de los ataques del ejército israelí contra ciudades palestinas y campos de refugiados en Cisjordania han sido ?desproporcionados?, de acuerdo con un reporte reciente de Amnistía Internacional. La organización estima que en las seis semanas que fueron del primero de marzo a mediados de abril, más de 600 palestinos fueron asesinados y más de 3 mil han sido heridos por soldados israelíes.
Para qué sirven las leyes de EE.UU.
El uso de armamento estadounidense en el conflicto entre Israel y los palestinos parece ser una violación flagrante del Acta sobre Control de Exportación de Armamento, que prohíbe el uso de armas estadounidenses para fines no defensivos.
Los reportes de la oficina sobre derechos humanos del Departamento de Estado 2001, publicado en marzo de 2002, afirmaban que el ejército israelí "empleó excesivamente el uso de la fuerza" contra los palestinos, y hace notar que se recurrió al uso de la fuerza, incluso en momentos cuando no existía peligro inminente. El reporte del Departamento de Estado también señala que los militares israelíes "dispararon fuego de mortero contra las instituciones de la ANP y áreas civiles en respuesta a ataques individuales palestinos contra civiles israelíes o colonos". Estos comentarios demuestran que Estados Unidos sabe que las armas no están siendo usadas para propósitos de "legítima defensa", tal como lo estipula el acta.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, expresó recientemente sus reservas, así como preocupación por el uso de armamento estadounidense por parte del ejército israelí, al afirmar: "Me siento obligado a llamar su atención hacia conductas preocupantes en el trato a civiles y trabajadores de agencias de ayuda humanitaria por parte del ejército israelí". A juzgar por los medios y métodos empleados ?bombarderos F?16, helicópteros y cañoneras navales, misiles y bombas de gran tonelaje?, el combate llegó a parecer una guerra convencional.
En el proceso, cientos de inocentes civiles no combatientes ?hombres, mujeres y niños? han sido heridos o asesinados, y muchas construcciones, edificios y hogares, dañados o destruidos. Se han desplegado tanques en campos de refugiados densamente poblados y en pueblos y ciudades, y explosivos pesados han sido soltados a pocos metros desde arriba en los techos de escuelas donde miles de niños asistían a clases.
[1] William D. Hartung y Frida Berrigan son investigadores del proyecto Arms Trade Resource Center, del World Policy Institute de la New School University (EE.UU).
No seamos nosotros como la Unión Europea
Rosa Regás
Comité de Solidaridad con la Causa Arabe
Pocas veces en toda la Historia hemos asistido a una injusticia tan flagrante según la que un país entero ha sido convertido en esclavo. Palestina, como una serie de países, ha vivido la colonización. igual que Argelia, que Laos, que la India, etc. pero en lugar de serle concedida la independencia ha sido entregada a una comunidad israelí en nombre de un supuesto mensaje de Yavé hace miles de años, del mismo modo que Sevilla o Granada podrían darse de nuevo a los árabes en nombre de una Guerra Santa inspirada por Alà. La situación se ha convertido en legal, admitámoslo. Pero aún así, ¿cómo se puede tener a un pueblo sometido al hambre y al terror con la connivencia de la Unión Europea y el silencio culpable de todos los países del mundo?.
Recordemos por ejemplo el muro que divide familias y territorios siempre en beneficio de los israelíes, o la anulación de las ayudas por parte de la Unión Europea simplemente porque no han ganado las elecciones los que a la Unión le hubiera gustado. Es más, se consideran terroristas a los que luchan contra loque ellos ven como invasores, y en cambio a nadie se le ha ocurrido pensar que los israelíes practican otro terrorismo infinitamente más cruel, el terrorismo de Estado. Un país rico riquísimo, que goza de la ayuda de los poderosos Estados Unidos y ahora ¡ay! de nuestra Unión Europea que nos ha decepcionado una vez más por el servilismo hacia el emperador del mundo.
Ya que nada podemos hacer contra ello, protestemos, informemos a los nuestros que no es legal ni racional ni siquiera moral lo que el pueblo israelí está haciendo con los pobladores del suelo que hoy habitan. No sólo tergiversan la verdad y niegan la vida cultural y política que tenía el pueblo palestino, siempre sometido al poder británico pero existente y real, sino que consideran meros animales a los palestinos, matándolos a voluntad con el pretexto de que defienden su seguridad. Y la seguridad, la vida, la dignidad de los palestinos ¿quién la defiende? Nadie. El mundo se ha vuelto absolutamente loco y ni siquiera pestañean los grandes de la tierra cuando asisten a la mayor injusticia que ha conocido la Historia moderna. Pero como me dijo Ismail, un palestino que conocí hace años, precisamente la Historia es la que nos favorece. Ellos tienen las armas, el dinero, el apoyo de la comunidad internacional, pero nosotros tenemos la razón. Y tal vez haya justicia alguna vez en el mundo, entonces será el momento en que podremos vivir en paz, sin el terror constante de sus armas mortíferas, sin tener que sacrificar a nuestros hijos para sobrevivir, sin que tengamos que ver como nadie nos defiende, nadie nos ayuda.
No seamos nosotros como la Unión Europea, tengamos lo ojos abiertos y defendamos a un pueblo torturado, masacrado, vilipendiado solo en beneficio de otro màs rico y poderoso.
Israel: el descontrol
Editorial de La Jornada
La Jornada
los incesantes ataques militares israelíes contra blancos civiles en Gaza ayer fueron asesinados nueve integrantes de una familia, y una decena de niños resultaron heridos cuando la aviación de Tel Aviv destruyó el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino ha de agregarse la incursión y los bombardeos del Estado hebreo contra Líbano, luego de que la organización Hezbollah diera muerte a una decena de efectivos de Israel y capturara a otros dos. En su torpeza criminal, el gobierno de Ehud Olmert ha aplicado contra su vecino del norte la misma estrategia que en Gaza: destruir la infraestructura civil varios puentes y una central eléctrica han sido demolidos por las bombas, en lo que se describe como un afán de rescatar con vida a sus militares secuestrados, pero que constituye evidentes represalias contra las poblaciones y castigos colectivos que contravienen las normas internacionales e implican graves violaciones a los derechos humanos de libaneses y de palestinos.
Es significativo que ningún ataque terrorista de los muchos perpetrados contra civiles israelíes haya sido seguido por una respuesta tan vesánica y descontrolada como la que padecen en estas horas los habitantes de la franja de Gaza y del sur de Líbano, por más que las agresiones a personas inocentes y desarmadas son repudiables e inaceptables. En cambio, operativos como los realizados por las facciones palestinas contra posiciones militares en el sur y norte de Israel son acciones legítimas de guerra de un pueblo despojado, oprimido, saqueado, humillado y masacrado por una potencia armada con la más compleja tecnología militar y hasta con bombas nucleares y respaldada por un flujo astronómico e inagotable de dólares estadunidenses.
Al parecer, en el curso de las dos intifadas los gobernantes israelíes se habían acostumbrado a la cómoda ausencia de bajas militares en su lado y a diezmar con plena impunidad a los habitantes de los territorios palestinos ocupados. Pero, con los recientes ataques palestinos a posiciones castrenses de Tel Aviv, el conflicto parece estar entrando en una nueva lógica, alejada del terrorismo e inscrita en una guerra de resistencia nacional. De ser así, el cambio dará nuevos márgenes de legitimidad a la causa palestina, porque si los atentados dinamiteros contra objetivos civiles son una práctica condenable y repugnante independientemente de las motivaciones de fondo, los operativos contra un ejército invasor y genocida resultan inatacables desde cualquier postura ética y política.
Se explicaría, así, la ferocidad y la ceguera de la respuesta de Tel Aviv, cuyo régimen ha amenazado a Líbano con causarle un retroceso de 20 años en su infraestructura. Pero no debe perderse de vista que el cumplimiento de la amenaza podría provocar un retroceso similar en la situación geopolítica del propio Israel, y que una ofensiva en gran escala contra Líbano podría producir un resultado del todo indeseable para el Estado hebreo: reunificar en su contra a sus vecinos árabes, por hoy desentendidos del drama palestino e inmersos en sus propios asuntos, y desembocar, incluso, en una nueva guerra árabe-israelí.
Pese a los ataques de la aviación y la artillería terrestre de Israel contra objetivos civiles libaneses, y en medio de la nueva incursión criminal de Tel Aviv en Gaza y Cisjordania, el camino a la paz sigue estando claro: la clase política israelí debe resignarse a reintegrar Gaza, Cisjordania y la Jerusalén oriental a sus legítimos propietarios, permitir la conformación de un Estado palestino y reconocer el derecho al retorno o a la indemnización justa de los árabes expulsados de sus tierras desde 1948. Tales acciones son la clave de la seguridad nacional del Estado judío y de una vecindad pacífica y fructífera con todos sus vecinos.
Socialismo o Barbarie, periódico, 06/07/06
Desde el inicio de la ocupación de Cisjordania y Gaza en 1967, Israel ha encarcelado a más de 650.000 palestinos, representando aproximadamente el 20 por ciento de la población de los territorios ocupados.
Israel ha detenido a hombres, mujeres y niños a través de una extensivo y sistemático conjunto de regulaciones que controlan casi todos los aspectos de la vida palestina y que son cambiadas constantemente por el ejército ocupante israelí y muchas veces no son conocidas por la población hasta que es reprimida.
Los detenidos palestinos son llevados a centros de detención israelíes tanto dentro como fuera de Israel, donde la condición de los prisioneros palestinos es pésima, agravada por el uso habitual de la tortura.
Los presos palestinos que no están en "detención administrativa", son juzgados en tribunales israelíes, en un idioma que muchos de ellos no hablan y dictando sentencias a veces absurdas, generalmente basadas en testimonios de los soldados que apresaron a la persona, las "confesiones" logradas por medio de torturas, e incluso muchas veces sin la presencia de un abogado.
Los métodos de tortura utilizados son variados. Los más comunes son las golpizas, los shocks eléctricos, la privación de sueño, denegación de atención médica, música ruidosa, violaciones sexuales, insultos, estiramiento de extremidades, privación de comida o agua o el uso del baño, presiones psicológicas para colaborar con la ocupación, introducción de la cabeza de los detenidos en sacos con orina o excremento, prolongada exposición a luces brillantes, al sol, al frío, a la lluvia, etc. El método más famoso es la "Posición Shabah", donde se le obliga al prisionero a permanecer sentado en una pequeña silla, con sus manos esposadas al respaldo y sus pies amarradas a las patas de la silla. En esta posición, el prisionero/a se encuentra más débil frente a las golpizas y shocks eléctricos.
En el informe del Instituto de Mandela para Derechos Humanos del 30 de abril de 2006, se expresa que los prisioneros palestinos alcanzaban para esa fecha 9.599 personas, 1.200 de los cuales eran "detenidos administrativamente", es decir, no tenían cargos y el 34% de los detenidos estaba a la espera de un juicio.
Sin embargo, ahora la cifra de prisioneros palestinos ya llega a las 10.000 personas, 150 de las cuales son mujeres y 350 son niños menores de 10 años. Algunas mujeres han tenido a sus hijos en prisión, quedando el niño prisionero con la madre como el caso de Samar Soboh. Otras tantas han cumplido los 18 años mientras estaban en prisión. Muchas mujeres palestinas han sido arrestadas sólo para presionar a sus maridos o familiares a que cooperen con la ocupación.
Recopilación enviada por M. Kaila y E. Abedrapo, en base a datos del Mandela Institute for Humans Rights.
Informes de Amnistía International
Atrocidades contra los palestinos
Socialismo o Barbarie, periódico, 06/07/06
De la sección "Israel y los territorios ocupados", de la página de Amnistía Internacional en español (www.es.amnesty.org), tomamos las siguientes citas textuales:
"Las restricciones a la libertad de circulación impuestas por el ejército israelí tienen efectos devastadores entre los palestinos. Generan pobreza y desempleo y dificultan el acceso a los centros de educación y de salud. Especialmente grave en este momento es la situación en la Franja de Gaza, donde los cierres prolongados y reiterados del paso fronterizo de Karni amenazan con acrecentar la crisis humanitaria. [?]"
Política de asesinatos sistemáticos de palestinos
"Después de las elecciones, las autoridades israelíes han decidido continuar con lo que denominan asesinatos selectivos, considerados por Amnistía Internacional como ejecuciones extrajudiciales."
"En su «Informe 2006», Amnistía Internacional recogía los siguientes datos referidos a 2005: el ejército israelí mató a unos 190 palestinos, entre ellos alrededor de 50 menores. En la mayoría de los casos lo hizo de forma ilegítima, al efectuar de modo temerario y deliberado disparos, bombardeos y ataques aéreos en zonas residenciales civiles densamente pobladas o hacer uso excesivo de la fuerza. Algunas de las víctimas fueron objeto de ejecuciones extrajudiciales y otras murieron en enfrentamientos armados con soldados israelíes. Hubo también centenares de heridos."
Demolición de viviendas y apropiación de tierras
"Las autoridades israelíes llevan décadas aplicando la política de destruir las viviendas de la población palestina en todos los Territorios Ocupados. [?]"
"Al mismo tiempo, el gobierno israelí continúa apropiándose de tierras palestinas en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental, y construyendo y ampliando asentamientos israelíes, en contravención del derecho internacional. "
"La destrucción de viviendas, tierras y otros bienes palestinos por Israel tiene como objetivos:
- Dar cabida al creciente número y tamaño de los asentamientos israelíes ilegales en los Territorios Ocupados.
- Impedir el crecimiento de los pueblos y ciudades palestinos en los Territorios Ocupados y crear zonas seguras alrededor de los asentamientos israelíes ilegales y a lo largo de las carreteras que usan los colonos israelíes.
- Castigar a las familias de los palestinos implicados o presuntamente implicados en atentados suicidas con bomba y en otros ataques contra israelíes"
El Muro del Apartheid
"La Corte Internacional de Justicia de La Haya dictaminó el 9 de julio de 2004 que la construcción de la valla/muro israelí en Cisjordania es ilegal según el derecho internacional y pidió su derribo."
"Según las autoridades israelíes, el muro es una medida defensiva diseñada para impedir el paso de terroristas, armas y explosivos al estado de Israel. Sin embargo, [?]aproximadamente el 90 por ciento del trazado que sigue está en territorio palestino dentro de Cisjordania, rodeando localidades y pueblos palestinos, aislando entre sí a comunidades y familias y separando a los campesinos de sus tierras y a los palestinos de sus lugares de trabajo, centros educativos y de salud y otros servicios esenciales. [...]"
Situación de las mujeres palestinas
"El informe de Amnistía Internacional «Conflicto, ocupación y patriarcado: la carga que soportan las mujeres», examina la situación de las mujeres en el contexto del conflicto [?]
Las restricciones a la circulación impuestas por el ejército israelí, los bloqueos y los toques de queda han causado múltiples complicaciones para las mujeres palestinas que necesitan atención médica."
"Decenas de mujeres se han visto obligadas a dar a luz en controles junto a la carretera y varias han perdido a sus bebés porque los soldados israelíes les han negado el paso. El temor a no poder llegar al hospital a tiempo para dar a luz se ha convertido en una importante fuente de ansiedad para las mujeres palestinas."
"Un caso es el de Rula Ashtiya, que tuvo que dar a luz junto al control de Beir Furik después de que soldados israelíes le negaran el paso camino del hospital de Nablús. Su bebé murió unos minutos después."
"En el control ?relata Rula Ashtiya? había varios soldados; nos ignoraron [...] me arrastré detrás de un bloque de cemento junto al control para tener algo de intimidad y di a luz allí, en el polvo, como un animal. Sostuve a mi hija en los brazos, y se movía un poco, pero al cabo de unos minutos murió en mis brazos."
Israel invade Líbano: La lección de Hizbulá
x Alberto Cruz
Hizbulá, la organización que lidera la lucha de liberación nacional libanesa contra la ocupación israelí, ha realizado una acción audaz: la captura de dos soldados israelíes y la muerte de otros varios en el sur libanés. No es la primera vez que lo hace, pero sin embargo en esta ocasión Israel ha reaccionado en forma desproporcionada, por lo que el objetivo de esta acción seguramente está más relacionado con Siria o Irán que con Líbano
Europa se suele sorprender a menudo cuando estallan ciertas crisis que no están dentro de lo "políticamente correcto". Si Israel viola el derecho internacional reiteradamente con, entre otras cosas, el castigo colectivo a la población de Gaza (pongamos por caso el artículo 33 de la IV Convención de Ginebra, que establece que "el poder ocupante no puede utilizar los castigos colectivos contra la población civil") nos limitaremos a llamadas a la calma, a la cordura y sandeces similares. ¿Alguien se acuerda de la resolución del Tribunal de Justicia de La Haya contra el muro del apartheid levantado por Israel? ¿Algún gobierno ha reclamado a Israel su derribo, tal y como proclamaba la citada resolución? No.
Ahora bien, si los combatientes palestinos capturan en una operación militar a un soldado israelí se producirá un rasgado general de vestiduras exigiendo su liberación sin condiciones aunque durante años estén languideciendo en las cárceles israelíes miles de palestinos y otros ciudadanos árabes sin que los bienpensantes europeos hayan movido un dedo por ellos.
Gaza partida, bombardeada, destruida en sus principales infraestructuras. Silencio. Ministros y diputados elegidos democráticamente por el pueblo palestino encarcelados por Israel. Silencio. Familias destrozadas bajo las bombas de los "asesinatos selectivos" ?infame lenguaje utilizado por los medios de comunicación siguiendo la estela marcada por Javier Solana, hoy responsable de la política exterior de la UE, cuando en su época de secretario general de la OTAN acuñó otra expresión de infame recuerdo, "daños colaterales", para referirse a los bombardeos de puentes, trenes y casas en la guerra contra Yugoslavia de 1999- en imágenes servidas por los informativos a la hora de comer como parte del paisaje sin una pacata resolución de la ONU, tan presta a sancionar a Irán, a Corea del Norte o a quien sea menos a Israel.
Pero no es una crítica sólo a Europa o a occidente en general. Los miserables regímenes árabes esconden la cabeza cada vez que se produce un ataque de los reseñados y, a lo sumo, firmarán una declaración con la condena más firme y más dura posible. Pura retórica que no pasará de ahí. Ya se ha reclamado una reunión de urgencia de la Liga Árabe para discutir el tema. Ni hablar de retirada de embajadores (Egipto, Jordania, Mauritania tienen relaciones diplomáticas plenas con Israel), de encargados de negocios (como es el caso de Marruecos o Qatar) o del envío urgente del prometido dinero con el que ayudar a las maltrechas arcas palestinas ante la asfixia económica impuesta por Israel y el chantaje europeo tras el triunfo, democrático, de Hamás.
El sufrimiento palestino no cuenta, está dentro del guión. Y en eso llegó Hizbulá. La organización que lideró, no en exclusiva, pero sí con una hegemonía incuestionable la lucha de liberación nacional libanesa contra la ocupación israelí ha realizado una acción audaz y de consecuencias imprevisibles: la captura de dos soldados israelíes y la muerte de otros varios en el sur libanés. Una acción reivindicada para poner encima de la mesa el tema de los presos, palestinos y de otras nacionalidades, en cárceles israelíes.
Los precedentes
No es la primera vez que Hizbulá realiza una operación de este tipo para lograr la liberación de prisioneros. A primeros del año 2004, en el mes de febrero, tras unas largas y laboriosas negociaciones entre Hizbulá e Israel, en las que actuó como mediador y garante Alemania, el movimiento político-militar logró la excarcelación de 400 presos árabes a cambio de la entrega de un ex coronel del ejército israelí y de los cadáveres de tres soldados israelíes muertos en un ataque contra el territorio ocupado de las granjas de la Shebaa (territorio libanés cercano a la frontera con Siria). Entre los presos había palestinos, libaneses y de otras nacionalidades. Además, en el acuerdo se incluyó la entrega de restos de guerrilleros palestinos y libaneses, muertos durante los más de veinte años de ocupación israelí del sur de Líbano. Esos guerrilleros pertenecían a organizaciones laicas como el Partido Comunista Libanés, Frente Popular para la Liberación de Palestina o Al Fatah, entre otras.
Tampoco es la primera vez este año que se producen combates entre Hizbulá y los ocupantes israelíes. El pasado 28 de mayo un soldado de Hizbulá y otro israelí murieron en un enfrentamiento producido en las granjas de la Shebaa, concretamente en la localidad de Yacub, a unos cinco kilómetros de las fronteras con Siria. También hubo un lanzamiento de los famosos misiles Katyusha contra el cuartel general del Ejército israelí en la Alta Galilea, situado en la localidad de Sabed, en el interior de las fronteras reconocidas al estado de Israel, aunque no está claro si el responsable de su lanzamiento fue Hizbulá o la Yijad Islámica, que actuaba en represalia de uno de sus dirigentes muerto en atentado unos días antes.
Más allá de las diferencias que se puedan tener con Hizbulá, hay que ver a esta organización como un movimiento político-militar legítimo y cuya lucha se constituye en un ejemplo a seguir. Hizbulá, por utilizar una frase de Lenin, está agudizando las contradicciones occidentales y árabes muy hábilmente. Uno se puede imaginar el júbilo en los barrios shiíes de Beirut, los más depauperados y, a buen seguro, en Gaza y otros lugares. Y la desesperación de quienes, como el presidente de la Autoridad Palestina ?siempre sumiso a los mandados occidentales- o el dirigente libanés druso, Walid Jumblat, partidario no sólo del desarme de Hizbulá sino de la invasión de Siria por los Estados Unidos, se enfrentan ahora a una situación en la que ya no tienen margen de maniobra alguno. Uno se puede imaginar cómo los teléfonos están echando humo mientras el Consejo de Seguridad de la ONU, y su secretario general al frente, buscan cómo salir del atolladero y sacar la cara, otra vez, a Israel. Pero esta vez la partida tiene otras cartas.
Desde octubre de 2004 el Consejo de Seguridad ha aprobado cuatro resoluciones en las que, junto a la retirada Siria de Líbano y el desarme de las milicias palestinas que protegen los campamentos de refugiados, se exige la entrega de las armas de Hizbulá, algo a lo que se niega esta organización mientras se mantengan las tropas israelíes en las granjas de la Shebaa (1).
Consciente la ONU de que no es posible el desarme de Hizbulá por la fuerza, había reclamado su integración en el ejército libanés (2) y esta posibilidad había sido discutida el 8 de junio durante la última reunión que los partidos libaneses han mantenido para llegar a un acuerdo de gobernabilidad del país y el fin de la presidencia de Emil Lahoud, considerado pro-sirio y que públicamente ha dicho que Hizbulá ejerce una "resistencia legítima" mientras haya una parte del país ocupado por Israel. Lo mismo ha reconocido, públicamente, el primer ministro Fouad Siniora, considerado anti-sirio. Aquí se había llegado a un acuerdo "de honor" para tratar con respeto a Hizbulá y considerarlo como una fuerza importante dentro de la política libanesa. En esa reunión hubo opiniones favorables a que, una vez Hizbulá se integrase en el ejército libanés, el sur del país contase con la presencia de fuerzas internacionales para defender la frontera con Israel.
Sin embargo, en el último mes se han producido dos hechos que ha pasado desapercibidos en occidente y que han espoleado la situación actual: por una parte, el supuesto envío de cohetes de medio alcance desde Irán para reforzar la situación militar de Hizbulá (3); por otra, el descubrimiento de una célula del espionaje israelí en Líbano, responsable del asesinato de dos altos dirigentes de Hizbulá y de otros dos responsables políticos palestinos, uno de la Yihad Islámica y otro del Frente Popular de Liberación de Palestina-Comando General (4).
Quienes mantienen la primera tesis creen que ese envío de cohetes sería una parte de la "disuasión" iraní frente a un posible ataque de Israel por el conflicto nuclear. Pero olvidan que Hizbulá, aunque shií, es una organización libanesa y que no se arriesgaría a perder el apoyo con que cuenta dentro del país, no sólo entre los shíies, por una cuestión que no es estrictamente libanesa aunque se atacase a Israel.
No obstante, en los últimos meses, y sobre todo a raíz de la resolución 1559 y la denominada "revolución roja" ?movilizaciones de sectores antisirios-, se viene produciendo un enfrentamiento, larvado aún, entre suníes y shiíes que ha llevado a estos últimos a reforzar sus posiciones no sólo en Beirut, sino en otras ciudades en las que son fuertes como Sidón. En Líbano no hay un enfrentamiento sectario al estilo iraquí, pero el radicalismo suní está en auge en zonas como Trípoli y Akkar, donde parece que Al Qaeda se está haciendo fuerte.
En cuanto a la segunda, el descubrimiento de la red del Mossad, en la que se integraban libaneses y palestinos, puso contra las cuerdas a los partidos anti-sirios que, desde entonces (la detención de los espías se produjo dos días después de la reunión interpartidaria del 8 de junio), no han vuelto a insistir en el desarme de Hizbolá.
Es evidente que la situación ahora da un vuelco considerable. Israel ha vuelto a invadir Líbano y la comunidad internacional no sabe aún cómo reaccionar. Mientras tanto, Hizbulá se va a ganar un nuevo reconocimiento, tanto de suníes como shiíes, al ser la única organización árabe que vuelve a poner contra las cuerdas al estado hebreo. Y pone de manifiesto que mientras una organización mantenga intacta su voluntad de lucha contra la ocupación y expansionismo de Israel, ningún plan imperialista de reordenamiento estratégico de la zona tendrá éxito.
Notas
(1) Alberto Cruz,"EEUU busca en Líbano recomponer su estrategia para Oriente Medio", 10 de abril de 2006.
(2) Alberto Cruz, ?La ONU, otra vez, al servicio de EEUU e Israel?, 23 de mayo de 2006.
(3) Haaretz, 29 de mayo de 2006.
(4) Al Bawaba, 10 de junio de 2006.
Rebelión
Cómo armó Estados Unidos a Israel
Por William Hartung y Frida Berrigan [1]
La Haine, 05/07/06
La cobertura en la prensa estadounidense de los ataques israelíes a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y las ciudades palestinas en Cisjordania, normalmente tratan al gobierno de Estados Unidos ya sea como observador no comprometido inocente o mediador honesto en el conflicto, sin dar una perspectiva del papel de Estados Unidos como abastecedor de armamento, ayuda y tecnología militar a Israel.
En su papel de principal abastecedor de armamento a este país, Estados Unidos podría obtener un potencial significativo sobre el comportamiento de Israel en el conflicto, si así lo quisiera.
Ayuda militar y económica
Desde 1976 Israel ha sido el principal receptor de la ayuda exterior estadounidense. De acuerdo con el reporte del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, de noviembre 2001, la ayuda estadounidense a Israel en el pasado medio siglo llegó a un gigantesco 81.3 mil millones de dólares.
En años recientes Israel sigue siendo el principal receptor de la asistencia militar y económica de su aliado. El dato comúnmente más citado es de 3 mil millones de dólares al año, de los cuales 1.8 mil millones anuales son donaciones de fondos dentro del rubro Financiamiento Militar Externo (FME) del Departamento de Defensa, y mil 200 millones anuales del rubro Fondos de Apoyo Económico del Departamento de Estado. En el anterior decenio las concesiones FME suman 18.2 mil millones de dólares. De hecho, 17 por ciento de toda la ayuda exterior estadounidense se destina a Israel.
Venta y donaciones de armamento
Israel es uno de los más importantes importadores de armas procedentes de Estados Unidos. En la década pasada éste ha vendido a Israel 7.2 mil millones de dólares en armamento y equipo militar, 762 millones por conducto de Direct Comercial Sales (ventas comerciales directas, VCD), más de 6.5 mil millones mediante el programa de FME.
De esta forma, Israel posee la flota de aviones F?16 más grande del mundo fuera de Estados Unidos, teniendo más de 200 jets. Otros 102 F16 de la empresa Lockheed Martín.
Estados Unidos también ha apoyado a la industria armamentista israelí al darle:
-1.3 mil millones para desarrollar naves Lavi, 625 millones para desarrollar y desplegar misiles antimisiles Arrow (el proyecto sigue su curso).
-200 millones para desarrollar tanques Mercava (operativos); la más reciente versión, el Mercava 4, usa un motor diesel V?12 de origen alemán producido bajo licencia en Estados Unidos por la empresa General Dynamics.
-130 millones para desarrollar un sistema antimisiles láser de alta energía.
Si bien la totalidad de la ayuda a Israel está destinada a disminuir en los próximos cinco años, la asistencia militar aumentará significativamente. Uno de los últimos actos de Bill Clinton fue firmar un acuerdo con Israel hasta 2008. Al mismo tiempo, paralelamente, los fondos de FME a Israel aumentarán en 60 millones cada año, de tal modo que en 2008 alcanzarán 2.4 mil millones de dólares.
Armas gratis
Estados Unidos también regala armamento y municiones como parte del programa Exceso en Artículos de Defensa (EAD), dando estos sin costo alguno. Entre 1994 y 2001 Estados Unidos proveyó la mayor parte de armas a Israel mediante este programa, incluyendo 64 mil 744 rifles M?16A1, 2 mil 469 lanzagranadas M?204, mil 500 pistolas calibre .50 M?2, municiones calibre .30, .50 y 20mm
Armamento estadounidense en el arsenal israelí; lista selectiva
Cantidad de armamento y costos de manufactura por unidad:
Aviones de combate: F?4E Phantom 50 Boeing, 18.4 millones de dólares; F?15 Eagle 98 Boeing, 38 millones; F?16 Falcón 237 Lockheed Martín, 34.3 millones.
Helicópteros: AH?64 Apache 42 Boeing, 14.5 millones; Cobra Attack 57 Bell Textron, 10.7 millones; CH?53D 38 Sikorsky y Blackhawk 25 Sikorsky, 11 millones.
Misiles: AGM 65 Maverik Raytheon, 17 mil a 110 mil; AGM 114 Hellfire Boeing, 40 mil; TOW Hughes, 180 mil; AIM 7 Sparrow Raytheon, 125 mil; AIM 9 Sidewinder Raytheon, 84 mil; AIM 120 B AMRAAM Raytheon, 386 mil; Patriot Raytheon, Lockheed Martín y Harpoon Anti?Ship Missile Boeing, 720 mil.
La escala de los ataques del ejército israelí contra ciudades palestinas y campos de refugiados en Cisjordania han sido ?desproporcionados?, de acuerdo con un reporte reciente de Amnistía Internacional. La organización estima que en las seis semanas que fueron del primero de marzo a mediados de abril, más de 600 palestinos fueron asesinados y más de 3 mil han sido heridos por soldados israelíes.
Para qué sirven las leyes de EE.UU.
El uso de armamento estadounidense en el conflicto entre Israel y los palestinos parece ser una violación flagrante del Acta sobre Control de Exportación de Armamento, que prohíbe el uso de armas estadounidenses para fines no defensivos.
Los reportes de la oficina sobre derechos humanos del Departamento de Estado 2001, publicado en marzo de 2002, afirmaban que el ejército israelí "empleó excesivamente el uso de la fuerza" contra los palestinos, y hace notar que se recurrió al uso de la fuerza, incluso en momentos cuando no existía peligro inminente. El reporte del Departamento de Estado también señala que los militares israelíes "dispararon fuego de mortero contra las instituciones de la ANP y áreas civiles en respuesta a ataques individuales palestinos contra civiles israelíes o colonos". Estos comentarios demuestran que Estados Unidos sabe que las armas no están siendo usadas para propósitos de "legítima defensa", tal como lo estipula el acta.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, expresó recientemente sus reservas, así como preocupación por el uso de armamento estadounidense por parte del ejército israelí, al afirmar: "Me siento obligado a llamar su atención hacia conductas preocupantes en el trato a civiles y trabajadores de agencias de ayuda humanitaria por parte del ejército israelí". A juzgar por los medios y métodos empleados ?bombarderos F?16, helicópteros y cañoneras navales, misiles y bombas de gran tonelaje?, el combate llegó a parecer una guerra convencional.
En el proceso, cientos de inocentes civiles no combatientes ?hombres, mujeres y niños? han sido heridos o asesinados, y muchas construcciones, edificios y hogares, dañados o destruidos. Se han desplegado tanques en campos de refugiados densamente poblados y en pueblos y ciudades, y explosivos pesados han sido soltados a pocos metros desde arriba en los techos de escuelas donde miles de niños asistían a clases.
[1] William D. Hartung y Frida Berrigan son investigadores del proyecto Arms Trade Resource Center, del World Policy Institute de la New School University (EE.UU).
No seamos nosotros como la Unión Europea
Rosa Regás
Comité de Solidaridad con la Causa Arabe
Pocas veces en toda la Historia hemos asistido a una injusticia tan flagrante según la que un país entero ha sido convertido en esclavo. Palestina, como una serie de países, ha vivido la colonización. igual que Argelia, que Laos, que la India, etc. pero en lugar de serle concedida la independencia ha sido entregada a una comunidad israelí en nombre de un supuesto mensaje de Yavé hace miles de años, del mismo modo que Sevilla o Granada podrían darse de nuevo a los árabes en nombre de una Guerra Santa inspirada por Alà. La situación se ha convertido en legal, admitámoslo. Pero aún así, ¿cómo se puede tener a un pueblo sometido al hambre y al terror con la connivencia de la Unión Europea y el silencio culpable de todos los países del mundo?.
Recordemos por ejemplo el muro que divide familias y territorios siempre en beneficio de los israelíes, o la anulación de las ayudas por parte de la Unión Europea simplemente porque no han ganado las elecciones los que a la Unión le hubiera gustado. Es más, se consideran terroristas a los que luchan contra loque ellos ven como invasores, y en cambio a nadie se le ha ocurrido pensar que los israelíes practican otro terrorismo infinitamente más cruel, el terrorismo de Estado. Un país rico riquísimo, que goza de la ayuda de los poderosos Estados Unidos y ahora ¡ay! de nuestra Unión Europea que nos ha decepcionado una vez más por el servilismo hacia el emperador del mundo.
Ya que nada podemos hacer contra ello, protestemos, informemos a los nuestros que no es legal ni racional ni siquiera moral lo que el pueblo israelí está haciendo con los pobladores del suelo que hoy habitan. No sólo tergiversan la verdad y niegan la vida cultural y política que tenía el pueblo palestino, siempre sometido al poder británico pero existente y real, sino que consideran meros animales a los palestinos, matándolos a voluntad con el pretexto de que defienden su seguridad. Y la seguridad, la vida, la dignidad de los palestinos ¿quién la defiende? Nadie. El mundo se ha vuelto absolutamente loco y ni siquiera pestañean los grandes de la tierra cuando asisten a la mayor injusticia que ha conocido la Historia moderna. Pero como me dijo Ismail, un palestino que conocí hace años, precisamente la Historia es la que nos favorece. Ellos tienen las armas, el dinero, el apoyo de la comunidad internacional, pero nosotros tenemos la razón. Y tal vez haya justicia alguna vez en el mundo, entonces será el momento en que podremos vivir en paz, sin el terror constante de sus armas mortíferas, sin tener que sacrificar a nuestros hijos para sobrevivir, sin que tengamos que ver como nadie nos defiende, nadie nos ayuda.
No seamos nosotros como la Unión Europea, tengamos lo ojos abiertos y defendamos a un pueblo torturado, masacrado, vilipendiado solo en beneficio de otro màs rico y poderoso.
Israel: el descontrol
Editorial de La Jornada
La Jornada
los incesantes ataques militares israelíes contra blancos civiles en Gaza ayer fueron asesinados nueve integrantes de una familia, y una decena de niños resultaron heridos cuando la aviación de Tel Aviv destruyó el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino ha de agregarse la incursión y los bombardeos del Estado hebreo contra Líbano, luego de que la organización Hezbollah diera muerte a una decena de efectivos de Israel y capturara a otros dos. En su torpeza criminal, el gobierno de Ehud Olmert ha aplicado contra su vecino del norte la misma estrategia que en Gaza: destruir la infraestructura civil varios puentes y una central eléctrica han sido demolidos por las bombas, en lo que se describe como un afán de rescatar con vida a sus militares secuestrados, pero que constituye evidentes represalias contra las poblaciones y castigos colectivos que contravienen las normas internacionales e implican graves violaciones a los derechos humanos de libaneses y de palestinos.
Es significativo que ningún ataque terrorista de los muchos perpetrados contra civiles israelíes haya sido seguido por una respuesta tan vesánica y descontrolada como la que padecen en estas horas los habitantes de la franja de Gaza y del sur de Líbano, por más que las agresiones a personas inocentes y desarmadas son repudiables e inaceptables. En cambio, operativos como los realizados por las facciones palestinas contra posiciones militares en el sur y norte de Israel son acciones legítimas de guerra de un pueblo despojado, oprimido, saqueado, humillado y masacrado por una potencia armada con la más compleja tecnología militar y hasta con bombas nucleares y respaldada por un flujo astronómico e inagotable de dólares estadunidenses.
Al parecer, en el curso de las dos intifadas los gobernantes israelíes se habían acostumbrado a la cómoda ausencia de bajas militares en su lado y a diezmar con plena impunidad a los habitantes de los territorios palestinos ocupados. Pero, con los recientes ataques palestinos a posiciones castrenses de Tel Aviv, el conflicto parece estar entrando en una nueva lógica, alejada del terrorismo e inscrita en una guerra de resistencia nacional. De ser así, el cambio dará nuevos márgenes de legitimidad a la causa palestina, porque si los atentados dinamiteros contra objetivos civiles son una práctica condenable y repugnante independientemente de las motivaciones de fondo, los operativos contra un ejército invasor y genocida resultan inatacables desde cualquier postura ética y política.
Se explicaría, así, la ferocidad y la ceguera de la respuesta de Tel Aviv, cuyo régimen ha amenazado a Líbano con causarle un retroceso de 20 años en su infraestructura. Pero no debe perderse de vista que el cumplimiento de la amenaza podría provocar un retroceso similar en la situación geopolítica del propio Israel, y que una ofensiva en gran escala contra Líbano podría producir un resultado del todo indeseable para el Estado hebreo: reunificar en su contra a sus vecinos árabes, por hoy desentendidos del drama palestino e inmersos en sus propios asuntos, y desembocar, incluso, en una nueva guerra árabe-israelí.
Pese a los ataques de la aviación y la artillería terrestre de Israel contra objetivos civiles libaneses, y en medio de la nueva incursión criminal de Tel Aviv en Gaza y Cisjordania, el camino a la paz sigue estando claro: la clase política israelí debe resignarse a reintegrar Gaza, Cisjordania y la Jerusalén oriental a sus legítimos propietarios, permitir la conformación de un Estado palestino y reconocer el derecho al retorno o a la indemnización justa de los árabes expulsados de sus tierras desde 1948. Tales acciones son la clave de la seguridad nacional del Estado judío y de una vecindad pacífica y fructífera con todos sus vecinos.