Articulos de opinion 14-6-06
Dos ex MTD frente al espejo
¿Qué significa, hoy, ser piquetero?
Por: LAVACA (Fecha publicación:13/06/2006)
¿Tiene sentido la identidad piquetera cuando el gobierno inventa ?piketeros? oficialistas y reparte fondos que aceitan el control político? ¿O tiene sentido el sello de "desocupado", si la persona siente que la están etiquetando con algo que no quiere ser? Los MTD de Allen y Cipolletti debatieron estos temas, decidieron cambiar de nombre, de actitud, y romper los propios estereotipos. Su análisis sobre los nuevos modos de dominación, el Estado, la izquierda, los Castells, D?Elía, el asistencialismo, las formas de la rebeldía frente a tales pantanos, y una frase: "queremos ser nosotros".
Los Movimientos de Trabajadores Desocupados de Allen y Cipolletti decidieron cambiar de nombre, tras un debate de dos años que les llevó a cuestionarse -mucho más que la sigla- su propia identidad como piqueteros, los estereotipos en los que se sintieron caer, y el sentido de etiquetas como la de "desocupados" que perciben impuestas desde afuera.
En Cipolletti, pudimos entrevistar a integrantes de ambas organizaciones que desde ahora se llamarán Movimiento Social Descubrir, y Movimiento Social Dignidad, para intentar comprender en qué consiste esta decisión. Se trata de dos movimientos que siempre han pregonado la autonomía con respecto al Estado, a los partidos políticos, y la noción de un cambio social no generado desde arriba sino surgido de la propia comunidad. Actualmente estos movimientos tienen talleres y emprendimientos de tejido, costura, ropero comunitario, panadería, construcción, fabricación de dulces y conservas, una huerta, bloqueras y proyectos asistenciales de salud y comedores comunitarios. Sin embargo están pensando que el verdadero valor de esos emprendimientos no es el que parece.
La reunión se hizo en ronda, bajo un hospitalario sol patagónico, participaron Miriam, Oscar, Erwin, Ivana, Vasco, Carlos y Patricia, entre los más locuaces, con un abanico de temas que va desde los cambios para impedir quedar encerrados en una lógica ajena a la de la comunidad, y cómo pararse ante un sistema que ahora no combate a los MTD, sino que los inventa.
Patricia: Venimos discutiendo hace mucho, no es un tironcito. Nos pesaba el nombre de MTD.
-¿Por qué?
Patricia: Se nos planteaba esta cuestión ¿Por qué llamarnos trabajadores desocupados, si lo que menos somos es desocupados. Estamos muy ocupados tratando de mejorar la situación en la que estamos viviendo, la calidad de vida, y queremos construir un proyecto de vida distinto, que aporte al cambio social.
Miriam: El tema de los piquetes marca un antes y un después en la historia argentina. Formó parte de una etapa muy importante para nosotros y para el país. Pero también vimos que eso se está desgastando, que los Castells, los D?Elía y los demás, fueron erosionando el significado que todo esto tuvo. Claro que el debate nos provocó contradicciones.
-¿Por qué?
Vasco: La pregunta era: ¿cambiamos el nombre solamente? ¿O eso tiene que ser producto de un cambio interno del movimiento? Porque dejar de ser un MTD también significaba dejar muchas cosas.
-¿Qué era lo anterior, y qué es lo que cambió?
-Carlos: En Allen se dio un movimiento asambleario que juntó a los desocupados y a fines de los 90 nos conformamos como MTD. Había una lucha reivindicativa con algunos logros como conseguir planes sociales, o poner en marcha emprendimientos productivos. Hasta ahí llegaba la cosa. Pero también nos preguntábamos: ¿qué queremos conformar? No queríamos depender ni del Estado ni de partidos políticos, ni de ninguna forma jerarquizada. O sea, buscábamos la horizontalidad, con esa forma asamblearia. Y finalmente se dio esta discusión de que como MTD sentíamos que estábamos encerrados en un cajón, con una tapa encima. Vimos que lo reivindicativo era muy limitado, una etapa defensiva, y de profunda crisis del movimiento social.
-Pero no entiendo lo del encajonamiento.
Oscar: Para mí siempre fue un peso ser desocupado. Me parecía que era una cuestión del gobierno, del sistema, que nos produce la desocupación. Pero parecía que nosotros éramos los responsables, y te ponían el rótulo: desocupado. Me chocaba terriblemente. Siempre.
Erwin: Nosotros cuestionamos el sistema, pero nos terminamos encontrando con muchas limitaciones para poder proyectar un movimiento social donde lo prioritario es que exista una soberanía. Capacidad de decidir, hacer y proyectar. Y extendernos a toda la sociedad incorporando también a trabajadores formales, para no quedarnos sólo en el problema de la desocupación.
-¿Eso es lo "defensivo" de lo que hablaban?
Vasco: Claro, era un movimiento defensivo por ser eminentemente reivindicativo, que luchaba por los planes, por una forma de salir de la postración. Pero ese tipo de reivindicaciones limitaban al movimiento, achataban su creatividad. No nos permitía tener un desenvolvimiento con una soberanía propia. Yo diría inclusive que hubo un modelo de MTD para el país, que fuimos gestando entre todos, pero se autorreproducía y se copiaba.
Erwin: Esa es una de nuestras autocríticas. Copiamos, muchas cosas no las hicimos por creación propia. Entonces nos dábamos cuenta que estábamos adentro de una lógica que había sido totalmente capturada por la política.
Vasco: Y el asunto era cómo romper el cascarón de esa lógica y salir desde allí. Eso significaba un debate interno fuerte, pero también decir algo: queremos ser nosotros.
-¿Cuál es el molde de MTD que copiaban y repetían?
Miriam: Un movimiento atado al Estado, a la dádiva, al asistencialismo.
Patricia: A ser funcionales al Estado y a repetir nosotros mismos esas actitudes asistencialistas.
Oscar: Nos ha pasado de estar una asamblea entera discutiendo con respecto a los alimentos, la bolsa, los planes. Parecía que lo nuestro era solamente ir a cortar un puente para pedir más planes o más comida. Y en algún momento dijimos: no queremos esto, queremos algo más.
-Pero pedir planes y comida resultó algo vital en ese momento.
Miriam: Claro, pero pasó el tiempo y nos encontramos que algunos pocos compañeros lo que pretendían era que el movimiento les de, y les de, y les de. Y dijimos: pucha, estamos entrando en esa dinámica, no puede ser.
Patricia: Claro, el sentido del movimiento no puede ser el mismo que el de Acción Social, la municipalidad, el gobierno. Y dijimos: si querés alimentos, andá a la municipalidad y te lo van a dar, la bolsa también, y el plan también. Nosotros estamos apostando a un proyecto de vida, a algo distinto.
(En este punto conviene considerar que, con esa actitud, los movimientos estaban rechazando la posibilidad de ser punteros de facto, cosa que los convierte en una rareza, en esta realidad política infectada de clientelismo).
-Pero ustedes siempre cuestionaron esas cosas, el asistencialismo, y nunca parecieron demasiado domesticados por el rótulo del desocupado. ¿Qué cambió ahora?
Oscar: ¿Que cambió? Que lo cuestionábamos, pero no podíamos salir de ahí.
Patricia: Esa es la habilidad del gobierno de Kirchner.
Oscar: Nosotros pensábamos en más que la desocupación. Nos diferenciábamos incluso de muchos movimientos de desocupados. Es cierto, al comienzo era lógico que hubiera algo asistencial porque había que cubrir necesidades urgentes. Pero de pronto nos dimos cuenta de que fuimos dominados por eso, estábamos detenidos, encasillados, encuadrados, sin poder avanzar a lo que queríamos como movimiento.
-Cayeron en el cliché que describen algunos medios. El piquetero que va, corta una calle, le dan un plan, y vuelve victorioso.
Erwin: El tema es cómo hacés el salto cualitativo para no ser eso.
-Cierto: ¿cómo se hace?
Vasco: Con la política de Kirchner de cooptación del movimiento social en su conjunto, tenés todo lo contrario de lo que ocurrió cuando empezamos. Antes vos eras un movimiento reivindicativo, reclamabas, hacías piquetes, toma de lugares, para conseguir alimentos y planes. En cambio ahora: ¿qué es lo que hace Kirchner? Inunda al movimiento social de planes, alimentos, esto, lo otro, te llena los movimientos con un montón de cosas materiales. ¿Qué genera eso? Que si no tenés un cambio en tu concepción, en tu idea, te va a ocurrir lo mismo que les ocurrió a un montón de movimientos en la Argentina: empezás a desaparecer, a ser atomizado, a languidecer.
Erwin: ¿Y cómo hacés para no languidecer? Tenés que despegarte de eso, dar un salto. Ese es el debate: como hacés para no morirte y no ser cooptado por la política del Estado. Y lo hacés generando nuevas alternativas y una nueva radicalidad. Esa nueva radicalidad te va a venir desde una concepción de que no somos desocupados. ¿Por qué? Porque esa es una cuestión transitoria, reivindicativa, que ya hemos pasado. Nuestra discusión consiste en pensar cómo sobrevivir a esta ola kirchnerista que viene por nosotros.
Patricia: Hemos dado una lucha social muy importante, que tuvo un impacto muy fuerte en la Argentina, transformó a poder y nos transformó a nosotros mismos. Transformó las estructuras de dominación. Y no nos ponemos por afuera de ello, sino que decimos que nuestras luchas, en alguna medida, aportaron a que haya modos de la política que cambiaron en el país, y también a nosotros.
-¿De qué modo?
Vasco: En la búsqueda de una mayor radicalidad y cuestionamiento sobre nuestras propias prácticas. En la exigencia de mayor creación y creatividad.
Patricia: Pero vimos que la política se había metido en el movimiento, el asistencialismo también, y lo que quisimos es recuperar la soberanía, la autodeterminación.
Vasco: Fijate que aquí cambiaron muchas cosas. Cambió la institucionaliddad, el Estado, hay modificaciones profundas en la sociedad, en el pensamiento, en la subjetividad, en la consideración sobre lo que es el movimiento social, o la resistencia. Porque hoy, por ejemplo, podemos hasta ser tildados de reaccionarios si no estamos subidos a la ola de este seudo progresismo -muy entre comillas lo de progresismo- que envuelve a toda América Latina. Nosotros somos muy cuestionados por los que piensan que estos gobiernos son de izquierda. Nuestra visión es otra: creemos por el impacto de la lucha social van cambiando en América Latina los modos de dominación, y hay una reinsitucionalización del capitalismo.
Patricia: Incluso llegamos a evaluar en algún momento que la metodología de lucha estaba desgastada. En un primer momento la gente consentía y apoyaba al piquete, pero fue al revés, era tan continua esa metodología que generaba mucho rechazo.
-Ustedes se transformarían en piqueteros que no hacen piquetes.
Patricia: No lo descartamos, pero fijate la paradoja. Varias veces en Cipoletti salimos a la calle a reclamar cosas muy sentidas por la sociedad, y el mismo periodismo nos decía: "che, corten la calle". Como que nos empujaban. La forma de lucha establecida era el piquete. Ahí pensamos: tenemos que crear formas de lucha que no sean las desgastadas.
Erwin: No es que rechacemos totalmente el piquete. Lo que decimos es que no puede ser que la herramienta se transforme en un fin.
Oscar: Y lo que hemos hecho es salir por cuestiones que no son propias del movimiento, no son reivindicaciones como las de antes, sino salir a apoyar la educación pública en Río Negro, apoyar a los maestros, a los universitarios, a la gente de fábricas recuperadas como Zanón en Neuquén.
-Pero eso lo han hecho desde siempre. ¿Qué cambia ahora?
Vasco: Que el movimiento sale por propia cuenta a librar luchas como la de evitar que enviasen al reformatorio a unos chicos, entre ellos hermanos de un compañero nuestro. Salimos porque la jueza para irse de vacaciones cerró el caso, y los mandó a internar. Los dos movimientos, Allen y Cipolletti decidieron salir a la calle, movilizarse al juzgado y a la policía. Esta lucha fue objetivamente muy sentida y tuvo una enorme repercusión mediática y social. Hasta pareció que hicimos funcionar las instituciones al revés. La policía fue a buscar a la jueza para traerla frente a nosotros. Los patrulleros no fueron a reprimirnos, sin a buscar a esa jueza. Y así sacamos a los chicos del reformatorio.
-Y no fue por hacer piquetes, sino porque tenían razón.
Patricia: Son cambios de modalidades de lucha, para ver desde dónde está peleando nuestra comunidad. Es una mirada más territorial, de mayor "encomunamiento" con la sociedad.
Vasco: Ahí mostrás la radicalidad y el cuestionamiento crítico a las instituciones, poniéndolas en crisis y desnudando lo que esas instituciones hacen o dejan de hacer. Este cambio genera una nueva subjetividad en el movimiento, un nuevo modo de ver las cosas, y a nivel social te da consenso. El movimiento en Cipolletti tiene gran consenso social producto de estas luchas, que ya no son una cuestión puramente reivindicativa.
Erwin: El cambio es en los contenidos. No se trata sólo de lo aparente, sino el sentido más profundo de la lucha.
-¿Por ejemplo?
Oscar: A nosotros nos interesa que la sociedad nos mire diferente, que vea que somos creativos, que hacemos cosas, que no podemos quedar rotulados como vagos, desocupados, quilomberos. Nosotros tenemos que mostrar otras cosas, y eso es lo nuevo.
Vasco: Más de una vez nos hicieron la misma pregunta en los medios. Ustedes ya dejaron la capucha, el palo, nos decían. Pero no es eso. No sólo se lucha con una capucha o un palo. También es lucha trabajar, salir adelante, crear. Eso también es vencer al poder.
Erwin: Y usás la herramienta que decidís usar, el piquete puede reaparecer cuando vos lo decidís. Está el caso de Gualeguaychú. Pero el objetivo de Gualeguaychú no es el piquete, sino la lucha por algo mucho más grande. El tema no es la forma de lucha, sino el contenido.
-Quiere decir que ustedes pasaron de la reivindicación por lo específico, a reivindicaciones de la comunidad.
Vasco: No es tan blanco y negro, o tan "adentro y afuera". El planteo es que acá hay una nueva forma de dominación, de institucionalización y de construcción de poder. No nos afecta solamente a nosotros como movimiento, sino a toda la sociedad. ¿Cómo hacés para dar un toque de atención? Entendiendo que es un "nosotros" más amplio. De ahí que las luchas ambientales hoy tienen el consenso social que tienen. Esto ya no afecta a un grupo sino a toda la sociedad. En nuestra región hay conflictos que no nos afectan solo a nosotros, sino a toda la sociedad. ¿Cómo hacés entonces? O esperás que salga otro para sumarte, o vos empezás a generar la discusión para mostrarle a la sociedad qué es lo que está ocurriendo.
-¿Y eso sería pasar de la actitud defensiva a una ofensiva?
Erwin: Pasamos a la ofensiva desde la construcción del movimiento planteando cuáles son los problemas sociales que hoy tenemos.
Ivana: No solamente los problemas de los desocupados, sino de la sociedad en su conjunto. Y cambiando concepciones que te mete el sistema y te influyen en la vida cotidiana.
-¿Qué cuestiones?
Ivana: Hay valores que te impone el sistema y uno no alcanza a entender: la necesidad de ser solidario con el compañero, que te salga del alma. O saber que tener un proyecto productivo no es para producir algo material solamente, sino para producir principalmente relaciones sociales distintas. Es más difícil que ir a un piquete o quemar una goma en la ruta. Antes todo era más simple. Salías a pelear, después el reparto de la bolsa era para todos por igual, y el plan lo tenían todos. En cambio hoy si ya hay plan y alimento, ese no es un problema. La lucha es por otra cosa más complicada, donde no todos pensamos igual.
-¿Por ejemplo?
Erwin: El objetivo es decirle a la comunidad: tenemos una panadería pero no es del movimiento, es de la sociedad. Ese es el cambio. No es un "nosotros" del movimiento, sino un movimiento hacia fuera, abierto, que amplía los espacios de solidaridad. No es ya solo lo que construimos desde el pensamiento autónomo, sino que es tomar la idea de que otra realidad es posible desde cuestiones concretas y bien materiales. El Estado tiene su idea de proyecto productivo, pero nosotros usamos lo que el Estado nos otorga para darlo vuelta. No renegamos de que el Estado nos ponga una panadería. El "para qué" es el que decidimos nosotros.
Vasco: El nuevo modo de dominación -me parece- tiene que ver con capturar las cuestiones sociales más sentidas por el movimiento social y estatizarlas. Todo lo que ha sido productor de radicalidad, creatividad, movimientos autónomos y luchas independientes, lo ha tomado el Estado, para darlo vuelta y llevarlo al achatamiento, el desinfle, la no necesidad de organización. ¿Para qué te vas a organizar, si el Estado te da todo? No necesitás luchar por cosas. El Estado está ahí. Los funcionarios hasta parecen los principales abanderados de un montón de luchas sociales. Estamos locos. Capturan los valores sociales y los verticalizan. Es evidente: las figuras del movimiento piquetero se hacen funcionarios del gobierno. Y más todavía. El propio gobierno crea MTD. Es un fabricante de movimientos sociales al revés: sin independencia, sin autonomía, sin creación propia. Los inventa para que parezcan autónomos, que luchan y se mueven por su cuenta, pero solo son un apéndice del Estado, que sigue siendo tan opresor y neoliberal como siempre.
-Pero más de uno va a pensar que es una exageración comprara la actual etapa con un neoliberalismo crudo y puro.
Vasco: La derecha, que fue la que aplicó los proyectos neoliberales ha sufrido un proceso de desgaste tan profundo, que para seguir teniendo consenso institucional necesitó de la izquierda parlamentaria que aporte se consentimiento para seguir pagando la deuda externa y no la interna, y para seguir produciendo los grandes desfasajes sociales, aumentar la brecha entre ricos y pobres, aumentar los niveles de explotación. Es cierto que hay diferencias. Las reivindicaciones por derechos humanos son cosas para aplaudir. Lo que no nos gustan en ese punto son los museos, la memoria congelada en un feriado. La memoria es viva, es resistencia. No es un edificio vacío.
Oscar: Si no, todo es un maquillaje. Se pintan de nuevo, pero el rostro es el mismo.
Erwin: Nosotros planteamos el robo de la subjetividad de los movimientos sociales, con la construcción de una mala copia de los movimientos. Los movimientos que mínimamente logramos construir algo más que la reivindicación somos los que estamos sobreviviendo a esta ola kirchnerista. ¿Cómo haces para pasar a la ofensiva después de ese robo de la subjetividad? Construyendo nuevas subjetividades, planteando la radicalidad en otro lugar. Para nosotros hay dos tiempos. El del movimiento y el del Estado. Tenemos que recuperar el tiempo nuestro, definir nosotros los campos de pelea. Es lo que otros no hicieron, y por eso el kirchnerismo parece que puso un cartucho de dinamita que voló en mil pedazos a los movimientos que no habían logrado construir algo más que un movimiento meramente reivindicativo.
-¿Siguen cobrando planes?
Vasco: Todavía hay planes y subsidios que por ahí tira el Estado.
Patricia: Y hay compañeros que entran y no tienen planes, sino un trabajo formal. Se va heterogeneizando cada vez más el movimiento.
Oscar: Es una apertura, pero la apertura más grande es la de nuestra cabeza. No es una apertura que digamos "estamos con más sectores" sino una apertura del pensamiento, de la libertad, de sacarnos de encima un montón de trabas que nos condicionaban. Y por lo tanto es un cambio en la práctica.
Vasco: No queremos convertirnos en un movimiento testimonial, que de testimonio de la pureza de la autonomía, de los principios, de los valores, un movimiento libresco digno de estar en un folleto por su pulcritud. No queríamos ser eso, sino un movimiento abierto a la comunidad, heterogéneo, con composiciones distintas, diversas, y respetar esa diversidad.
-Hay otros movimiento que siguen llamándose MTD, ¿ustedes qué les cuestionan?
Vasco: No es un crítica directa, sino mostrar que las cosas están cambiando y que nosotros como movimiento vamos al ritmo de los cambios. El cambio más importante por ahí no se va a notar, y es que los vecinos van a ver a un movimiento que no se adoctrinó ni se achanchó. Mientras otros movimientos se achatan en la abundancia del plan y el subsidio, nosotros seguimos caminando. En ambas ciudades hay MTD, uno es el Evita y otro Darío Santillán, y eso nos pesaba mucho también, porque tienen todas las características de movimientos cooptados por el sistema.
-Para alguien que vive en Allen o Cipolletti, ¿qué será lo diferente de estos MSD en lugar de los antiguos MTD?
Patricia: Si hacemos una huerta invitaremos a los vecinos a que una parte de la huerta sea de ellos, que puedan sembrar ahí. Si estamos haciendo un espacio de conocimiento, que vengan escuelas industriales, gente de la comunidad que pueda participar. Que nos vean como parte de un todo, con proyectos que queremos compartir con la comunidad.
La comunidad lo que más criticó en su momento es que parecemos algo sectario, cerrado, solamente destinado al que tiene una necesidad de trabajo. Esto no es más así.
Miriam: La vez pasada el municipio nos dio un stand para vender nuestros productos, pero decidimos dar vuelta la cosa. En lugar de vender, utilizamos ese stand para distribuir volantes, mostrar fotos de lo que hacemos, conversar con la gente, que nos conozcan, que nos vean, que sepan qué hacemos y cómo lo hacemos.
-Lo transformaron en un medio de comunicación.
Oscar: Exacto. Fue increíble la reacción. El año anterior éramos MTD parecíamos gitanos con carpa pobre. Nadie se acercaba. Este año presentamos algo diferente y la gente se acercó muchísimo. ¿Es un nuevo movimiento? ¿Desde cuándo están?
Patricia: O nos decían: están avanzando.
Carlos: Se armó un vínculo totalmente diferente.
Patricia: Hace un año en ese puesto había tres compañeros, a duras penas. Este año éramos 30 trabajando ahí.
-¿Qué decían los folletos?
Ivana: Empezaban diciendo: "Para nuestra comunidad".
La ejecución sumaria de al-Zarqaui y su papel real en Iraq
x Pedro Rojo - La Haine http://www.lahaine.org
Al Qaeda profundizará la campaña de violencia sectaria alentada por la ocupación :: La forma en la que ha sido eliminado Abu Musaab al-Zarqaui dice mucho de la situación y de los métodos de actuación de los ocupantes y de su gobierno iraquí tutelado.
La opción del asesinato selectivo, en lugar de la detención y posterior juicio del "terrorista más buscado de Iraq", da cuenta de la situación de guerra despiadada que vive este país, no del "desarrollo de un proceso democrático", como reiteran unos y otros. Lo lógico en esa sociedad democrática y fiel al Derecho que nos intentan vender, que es este Iraq bajo ocupación, sería haber rodeado la casa donde se encontraba el sospechoso junto con otras siete personas, incluidas dos mujeres -de las que, por cierto, ningún medio de comunicación parece ocuparse, pues al parecer no se merecen ni el calificativo de "daño colateral" habida cuenta de que si compartían casa con el terrorista más buscado se merecían la misma ejecución sumaria [1]. Pero parece que Washington no quería repetir la experiencia del juicio de Sadam Huseín, que no está discurriendo por el sendereo que la ocupación esperaba, sino que se ha convertido en un escaparate para que el antiguo presidente siga estando presente en la realidad iraquí, garantizándose regularmente unos minutos en todas las cadenas árabes e iraquíes.
Hay articulistas que parece haber olvidado estos mismos principios de libertad y de estado de Derecho que defendían cuando llegaron los carros de combate estadounidenses:
"Una vez más, la historia ha dictado una sentencia justa contra quien ha infringido sus leyes." [2].
Espeluzna observar cómo estas plumas árabes al servicio de la criminal política estadounidense en Oriente Medio pueden tener una memoria tan corta y olvidarse de cómo la "Justicia de la Historia" y los cazas dictan sentencias erradas una y otra vez contra una aldea de Pakistán, una ciudad iraquí o una playa de Gaza.
Ascensión y caída de al-Zarqaui
La trayectoria de al-Zarqaui dentro del islamismo radical empieza en Afganistán, pero no bajo las órdenes de Ben Laden. Cuando fue liberado en Jordania, en el año 1999, por una amnistía del rey Abdalá de Jordania tras cumplir cuatro años en prisión por haber intentado atacar intereses estadounidenses e israelíes, volvió a Afganistán. Allí mantuvo una serie de diferencias con Osama Ben Laden y su lugarteniente al-Zawahiri que le llevarían a negarse a presentar la beia, o acto de vasallaje, al líder de Al Qaeda prefiriendo someterse a la autoridad del Mulá Omar, líder de los talibanes. A través de la intermediación del egipcio Seif al-Adal, miembro del Consejo de Seguridad de Al Qaeda, logró que le enviasen a Herat, en la frontera iraní, donde se había creado un campamento de Yund al-Sham (El Ejército del Sham) que, dependiendo de las fuentes, llegó a dirigir él mismo.
Derrocado el régimen talibán tras la invasión estadounidense de Afganistán, al-Zarqaui cruza a Irán con un grupo de árabes para después entrar a Iraq a través del Kurdistán. De este primer grupo, dirigido por al-Zarqaui, que se haría llamar Ansar al-Sunna, no se conoce presencia fuera del Kurdistán iraquí hasta agosto de 2003, unos meses después de la caída de Bagdad, lo cual invalida los intentos de algunos medios y dirigentes estadounidenses de ligar a este personaje con el régimen de Sadam Huseín. La realidad es más bien la contraria: es el colapso del Estado iraquí posterior a la invasión el que crea el caos adecuado para que un grupo sin apoyo ni estructura previa local se infiltre en el centro de Iraq.
Las primeras acciones contra la ocupación del grupo de al-Zarqaui llevaban la firma del grupo Monoteísmo y Yihad, lo que indica su desvinculación inicial con Al Qaeda, que no contaba con ninguna infraestructura en Iraq. Esta falta de infraestructura y de capacidad para introducirse en Iraq lleva a los dos máximos líderes de Al Qaeda, a pesar de sus discrepancias [3], a aceptar a al-Zarqaui como su representante en Iraq, sobre todo tras el anuncio de éste de la creación de un emirato, a imagen y semejanza del talibán, en el oeste de Iraq. Al-Zarqaui también aparcó sus diferencias con Ben Laden tras la amenaza de su lugarteniente de nombrar a Abderrahmán al-Iraqui número uno de Al Qaeda en Iraq [4].
El resultado fue la reaparición de Al Qaeda en el campo de batalla más importante del momento para el mundo árabe e islámico justo cuando andaba escondiéndose por las montañas de Afganistán y Pakistán. Los ocupantes de Iraq y su destrucción del Estado iraquí dieron una oportunidad de oro a Al Qaeda para entrar en Iraq y utilizar esta lucha, como han utilizado otras causas, para ganar prestigio y reclutar adeptos en una capa muy concreta del extremismo islámico. Hay informaciones que hablan de que en el momento álgido de Al Qaeda en Iraq se usaba el territorio iraquí para entrenar a sus seguidores para luego enviarlos a distintos lugares del mundo a realizar la yihad por cuenta de Ben Laden [5].
Pero lejos de lograr la instauración del ansiado emirato, la situación del grupo de al-Zarqaui ha ido empeorando a medida que se ha ido desarrollando la lucha contra la ocupación. Su deseada trasformación de un pequeño grupúsculo, que había llegado a Iraq para luchar contra los estadounidenses -probablemente financiados y armados en un principio por Irán-, en el referente árabe e islámico de la lucha contra la ocupación imperialista nunca sucedió. En el momento de mayor popularidad, la presencia de combatientes árabes en Iraq nunca se ha cifrado en más de unos pocos miles, de los cuales solo un puñado estaría bajo mando de al-Zarqaui.
El desplazamiento del objetivo de este grupo desde los militares ocupantes a la propia población civil iraquí (principalmente, su comunidad chií) y los secuestros de trabajadores occidentales fue aislándolo de las formaciones armadas de la legítima resistencia, centradas en los ataques contra el ocupante. Al principio, los grupos de la resistencia se limitaron a señalar la diferencia con las acciones de los llamados grupos takfiristas o anatematizadores [6] mediante de comunicados públicos. Independientemente de si todos los grupos de esta corriente radical integristas estaban o no bajo las órdenes de al-Zarqaui, sus acciones son insignificantes, cuantitativamente, si se comparan con las del resto de la resistencia [7], pero mediáticamente sí han tenido una gran cobertura. Por un lado, por el gran número de víctimas, especialmente entre la población civil y, por otro lado, con la clara intención de mezclar toda acción armada en Iraq y no diferenciar entre la resistencia legítima, que ataca objetivos militares, y estos grupos dispuestos a "limpiar la sociedad de herejes".
Al-Zarqaui después de hacer un llamamiento a los sunníes para que le secundasen en su guerra contra los infieles chiíes, lo que fue enérgicamente rechazado, empezó a asesinar también a importantes referentes religiosos sunníes [8]. Todo este cúmulo de circunstancias, incluyendo el daño que a la imagen de la resistencia hacía al-Zarqaui, llevó a los grupos de la resistencia y a los sheijs de las tribus de las zonas donde se asentaba a declararle la guerra, llegando a enfrentamientos armados en ciudades como en Faluya y en la misma Baquba, donde se había refugiado y donde fue, finalmente, muerto [9].
Forzado por las dificultades que afrontaba por su incapacidad de reclutar a más seguidores dentro de Iraq, el mayor control de la frontera siria y el consecuente descenso en la llegada de refuerzos del exterior-, la falta de apoyo entre la población local y el presunto abandono del apoyo de Irán [10], al-Zarqaui decide intentar concentrar sus ataques en la ciudad de Bagdad y batallar allí su guerra contra el chiísmo [11], convirtiendo la capital iraquí en un infierno mayor, si cabe, del ya creado por los ocupantes: esta guerra ,cuyo objetivo son los mismos bagdadíes, tiene en el otro bando a los Escuadrones de la muerte de las milicias chiíes, que buscan convertir Bagdad en una ciudad de población mayoritariamente chií [12].
Al Qaeda en Iraq sin al-Zarqaui
A pesar de que se ha difundido un comunicado de Al Qaeda -recogido íntegramente por la prensa árabe- en el que se asegura que el sucesor de al-Zarqaui es Abderrahmán al-Iraqui, fuentes integristas en Londres han asegurado a al-Sharq al-Awsat [13] que el sucesor definitivo será bendecido por Ben Laden en un futuro mensaje grabado. De hecho, el lunes, 12 la cadena al-Jazeera daba cuenta de un nuevo comunicado de Al Qaeda en el que se afirmaba que el sucesor de al-Zarqaui no sería el mencionado al-Iraqui, sino Abu Hamza al-Muhayir.
La evolución futura y la designación del dirigente que debe liderar Al Qaeda dependen de lo que decida la cúpula de la organización en Afganistán. Pero según escribe Abdel Bari Atuán en al-Quds al-Arabi, es posible un cambio de estrategia que permita a la organización integrista recuperar su reconocimiento dentro de las capas más extremistas de la sociedad islámica iraquí, perdido por la campaña de asesinatos indiscriminados contra la población civil cometidos por al-Zarqaui:
"Quizá la organización Al Qaeda abra una nueva página en su labor militar en Iraq tras la muerte de al-Zarqaui, concentrándose en acciones militares que tengan como objetivo las tropas estadounidense y los miembros de la seguridad iraquí. Puede que incluso se replanteen el lanzar coches bombas para matar a iraquíes chiíes, ya que la cúpula no quiere abrir una guerra con Irán que ha dado cobijo a varios miembros de la red tras la invasión estadounidense de Afganistán." [14]
Pero la opción más apuntada es el continuismo y la profundización de la campaña de violencia sectaria con la que Al Qaeda está intentando fracturar confesionalmente el país siguiendo la pauta de división sectaria que han marcado y alentado, desde el principio, las autoridades de ocupación. De ser así, el futuro es oscuro para Iraq porque, a pesar de que la importancia numérica sea ínfima, es relativamente sencillo seguir poniendo bombas en lugares públicos, mientras las milicias chiíes hacen lo propio en los barrios sunníes.
El nombramiento, finalmente, de los ministerios de Interior y Defensa [15] no va a mejorar el panorama de seguridad, ni se van a controlar las acciones de las milicias ni de los grupos takfiristas. La promesa del primer ministro iraquí al-Maliki de disolver todas las milicias es tan irreal como débil es su puesto al frente de un gobierno en el que su partido -Dawa- es minoritario dentro de la coalición chií, Alianza Unida Iraquí, que lo sustenta [16]. Las milicias que pretende desmantelar están comandadas por los mismos partidos que han colocado a al-Maliki al frente del gobierno: las Brigadas Badr (del Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Iraq), el Ejército del Mehdi (de la Corriente as-Sáder) y los peshmergas kurdos.
La única salida para acabar con la presencia de estos grupos es terminar con la situación que les ha permitido entrar en Iraq: la ocupación. Una salida de las tropas extranjeras y la formación de un verdadero gobierno de unidad nacional que cuente con el apoyo de la resistencia armada, acompañado de unas verdaderas fuerzas de seguridad compuestas por antiguos miembros de las mismas y lejos de la infiltración de las milicias partidistas, pueden hacer recuperar la estabilidad a Iraq y alejar la división étnica y confesional impuesta por la ocupación como método para desarticular a este país como posible potencia regional.
* Pedro Rojo Pérez es arabista y director de los boletines de prensa árabe de 'Al Fanar', forma parte del grupo de coordinación de la CEOSI y participó en la delegación a Iraq de abril de 2005.
Notas del autor y de IraqSolidaridad:
1. Algunos medios árabes hablan de que podría tratarse de alguna de las tres mujeres de al-Zarqaui: al-Sharq al-Awsat, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe:
Según asegura az-Zamán en su edición del día 13 de junio, citando a fuentes de los servicios secretos jordanos, la mujer de Zarqaui originaria de Faluya, Isrá Yasín Yarad y el hijo de ambos, de 18 meses, murieron en el bombardeo estadounidense que causó la muerte de al-Zarqaui.
2. Abdeljáleq Huseín, Elaf, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
3. Al-Zawahiri mandó una carta a al-Zarqaui en la que criticaba los asesinatos de rehenes ante las cámaras, el envío de coches bombas a las celebraciones chiíes, aglomeraciones y mercados chiíes en Bagdad, Nayaf y Kerbalá.
4. Pasa de denominarse Al Tauhid wal Yihad (Monoteísmo y Yihad) a Tandim Qaeda Al-Yihad fi Bilad al-Rafidain (Organización Al Qaeda de la Yihad en Mesopotamia) tras la confirmación de Ben Laden en un mensaje sonoro.
5. "Según un responsable en los Servicios de inteligencia jordana, 300 reclutas entrenados por al-Zarqaui volvieron a sus países", az-Zamán, 12 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
6. Por exigencia de al-Zawahiri, al-Zarqaui forma el Consejo Consultivo de los Muyahidines (véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La negociación entre EEUU y la resistencia iraquí), donde se agrupa una serie de organizaciones desconocidas hasta hace unos meses. Al-Zarqaui es obligado a nombrar a Abderrahmán al-Iraqui como jefe de la rama política en una muestra del descontento de la dirección de Al Qaeda con su labor y de la creciente debilidad del poder de al-Zarqaui en la organización. Véase en IraqSolidaridad: Pedro Rojo: Cruce de declaraciones entre al-Zarqaui, los ocupantes y la resistencia
7. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Iraq, tras la muerte de al-Zarqaui
8. Véase en IraqSolidaridad: Al Qaeda asesina al alcalde de Faluya, el 'sheij' al-Nazar al-Duleimi. La resistencia crea una organización unificada en al-Anbar para hacer frente a la red de al-Zarqaui
9. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Enfrentamientos entre la resistencia y Al Qaeda en Iraq
10. Irán ha declarado públicamente su "satisfacción" por la muerte de al-Zarqaui.
11. Véase en IraqSolidaridad: Pedro Rojo: Cruce de declaraciones entre al-Zarqaui, los ocupantes y la resistencia
12. Véase en IraqSolidaridad: Andrew Buncombe y Patrick Cockburn: Miles de personas han sido asesinadas en los últimos meses por los 'Escuadrones de la muerte' - Carlos Varea: El pueblo iraquí considera mayoritariamente que la ocupación empeora la situación y Mahan Abedin: Badr, Irán y los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes
13. Al-Sharq al-Awsat, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
14. Al-Quds al-Arabi, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
15. La cartera de Interior ha sido otorgada al chií Jawad al-Bulani; la de Defensa, al general Abd al-Qadir Jasim al-Ubaidi, un sunní, pero criticado por haber participado con las fuerzas estadounidenses en los brutales operativos militares en la provincia de al-Anbar, en concreto contra Faluya.
16. Véase en IraqSolidaridad: Nueva vuelta de tuerca en el afianzamiento del sectarismo en el país: Al-Maliki, nuevo primer ministro de Iraq y Carlos Varea: Nuevo gobierno en Iraq: inestable reparto sectario - La lista del nuevo gobierno
Rabat, Marruecos, 12 de junio, 2006
IraqSolidaridad (www.irasolidaridad.org), 13 de junio, 2006
¿Qué significa, hoy, ser piquetero?
Por: LAVACA (Fecha publicación:13/06/2006)
¿Tiene sentido la identidad piquetera cuando el gobierno inventa ?piketeros? oficialistas y reparte fondos que aceitan el control político? ¿O tiene sentido el sello de "desocupado", si la persona siente que la están etiquetando con algo que no quiere ser? Los MTD de Allen y Cipolletti debatieron estos temas, decidieron cambiar de nombre, de actitud, y romper los propios estereotipos. Su análisis sobre los nuevos modos de dominación, el Estado, la izquierda, los Castells, D?Elía, el asistencialismo, las formas de la rebeldía frente a tales pantanos, y una frase: "queremos ser nosotros".
Los Movimientos de Trabajadores Desocupados de Allen y Cipolletti decidieron cambiar de nombre, tras un debate de dos años que les llevó a cuestionarse -mucho más que la sigla- su propia identidad como piqueteros, los estereotipos en los que se sintieron caer, y el sentido de etiquetas como la de "desocupados" que perciben impuestas desde afuera.
En Cipolletti, pudimos entrevistar a integrantes de ambas organizaciones que desde ahora se llamarán Movimiento Social Descubrir, y Movimiento Social Dignidad, para intentar comprender en qué consiste esta decisión. Se trata de dos movimientos que siempre han pregonado la autonomía con respecto al Estado, a los partidos políticos, y la noción de un cambio social no generado desde arriba sino surgido de la propia comunidad. Actualmente estos movimientos tienen talleres y emprendimientos de tejido, costura, ropero comunitario, panadería, construcción, fabricación de dulces y conservas, una huerta, bloqueras y proyectos asistenciales de salud y comedores comunitarios. Sin embargo están pensando que el verdadero valor de esos emprendimientos no es el que parece.
La reunión se hizo en ronda, bajo un hospitalario sol patagónico, participaron Miriam, Oscar, Erwin, Ivana, Vasco, Carlos y Patricia, entre los más locuaces, con un abanico de temas que va desde los cambios para impedir quedar encerrados en una lógica ajena a la de la comunidad, y cómo pararse ante un sistema que ahora no combate a los MTD, sino que los inventa.
Patricia: Venimos discutiendo hace mucho, no es un tironcito. Nos pesaba el nombre de MTD.
-¿Por qué?
Patricia: Se nos planteaba esta cuestión ¿Por qué llamarnos trabajadores desocupados, si lo que menos somos es desocupados. Estamos muy ocupados tratando de mejorar la situación en la que estamos viviendo, la calidad de vida, y queremos construir un proyecto de vida distinto, que aporte al cambio social.
Miriam: El tema de los piquetes marca un antes y un después en la historia argentina. Formó parte de una etapa muy importante para nosotros y para el país. Pero también vimos que eso se está desgastando, que los Castells, los D?Elía y los demás, fueron erosionando el significado que todo esto tuvo. Claro que el debate nos provocó contradicciones.
-¿Por qué?
Vasco: La pregunta era: ¿cambiamos el nombre solamente? ¿O eso tiene que ser producto de un cambio interno del movimiento? Porque dejar de ser un MTD también significaba dejar muchas cosas.
-¿Qué era lo anterior, y qué es lo que cambió?
-Carlos: En Allen se dio un movimiento asambleario que juntó a los desocupados y a fines de los 90 nos conformamos como MTD. Había una lucha reivindicativa con algunos logros como conseguir planes sociales, o poner en marcha emprendimientos productivos. Hasta ahí llegaba la cosa. Pero también nos preguntábamos: ¿qué queremos conformar? No queríamos depender ni del Estado ni de partidos políticos, ni de ninguna forma jerarquizada. O sea, buscábamos la horizontalidad, con esa forma asamblearia. Y finalmente se dio esta discusión de que como MTD sentíamos que estábamos encerrados en un cajón, con una tapa encima. Vimos que lo reivindicativo era muy limitado, una etapa defensiva, y de profunda crisis del movimiento social.
-Pero no entiendo lo del encajonamiento.
Oscar: Para mí siempre fue un peso ser desocupado. Me parecía que era una cuestión del gobierno, del sistema, que nos produce la desocupación. Pero parecía que nosotros éramos los responsables, y te ponían el rótulo: desocupado. Me chocaba terriblemente. Siempre.
Erwin: Nosotros cuestionamos el sistema, pero nos terminamos encontrando con muchas limitaciones para poder proyectar un movimiento social donde lo prioritario es que exista una soberanía. Capacidad de decidir, hacer y proyectar. Y extendernos a toda la sociedad incorporando también a trabajadores formales, para no quedarnos sólo en el problema de la desocupación.
-¿Eso es lo "defensivo" de lo que hablaban?
Vasco: Claro, era un movimiento defensivo por ser eminentemente reivindicativo, que luchaba por los planes, por una forma de salir de la postración. Pero ese tipo de reivindicaciones limitaban al movimiento, achataban su creatividad. No nos permitía tener un desenvolvimiento con una soberanía propia. Yo diría inclusive que hubo un modelo de MTD para el país, que fuimos gestando entre todos, pero se autorreproducía y se copiaba.
Erwin: Esa es una de nuestras autocríticas. Copiamos, muchas cosas no las hicimos por creación propia. Entonces nos dábamos cuenta que estábamos adentro de una lógica que había sido totalmente capturada por la política.
Vasco: Y el asunto era cómo romper el cascarón de esa lógica y salir desde allí. Eso significaba un debate interno fuerte, pero también decir algo: queremos ser nosotros.
-¿Cuál es el molde de MTD que copiaban y repetían?
Miriam: Un movimiento atado al Estado, a la dádiva, al asistencialismo.
Patricia: A ser funcionales al Estado y a repetir nosotros mismos esas actitudes asistencialistas.
Oscar: Nos ha pasado de estar una asamblea entera discutiendo con respecto a los alimentos, la bolsa, los planes. Parecía que lo nuestro era solamente ir a cortar un puente para pedir más planes o más comida. Y en algún momento dijimos: no queremos esto, queremos algo más.
-Pero pedir planes y comida resultó algo vital en ese momento.
Miriam: Claro, pero pasó el tiempo y nos encontramos que algunos pocos compañeros lo que pretendían era que el movimiento les de, y les de, y les de. Y dijimos: pucha, estamos entrando en esa dinámica, no puede ser.
Patricia: Claro, el sentido del movimiento no puede ser el mismo que el de Acción Social, la municipalidad, el gobierno. Y dijimos: si querés alimentos, andá a la municipalidad y te lo van a dar, la bolsa también, y el plan también. Nosotros estamos apostando a un proyecto de vida, a algo distinto.
(En este punto conviene considerar que, con esa actitud, los movimientos estaban rechazando la posibilidad de ser punteros de facto, cosa que los convierte en una rareza, en esta realidad política infectada de clientelismo).
-Pero ustedes siempre cuestionaron esas cosas, el asistencialismo, y nunca parecieron demasiado domesticados por el rótulo del desocupado. ¿Qué cambió ahora?
Oscar: ¿Que cambió? Que lo cuestionábamos, pero no podíamos salir de ahí.
Patricia: Esa es la habilidad del gobierno de Kirchner.
Oscar: Nosotros pensábamos en más que la desocupación. Nos diferenciábamos incluso de muchos movimientos de desocupados. Es cierto, al comienzo era lógico que hubiera algo asistencial porque había que cubrir necesidades urgentes. Pero de pronto nos dimos cuenta de que fuimos dominados por eso, estábamos detenidos, encasillados, encuadrados, sin poder avanzar a lo que queríamos como movimiento.
-Cayeron en el cliché que describen algunos medios. El piquetero que va, corta una calle, le dan un plan, y vuelve victorioso.
Erwin: El tema es cómo hacés el salto cualitativo para no ser eso.
-Cierto: ¿cómo se hace?
Vasco: Con la política de Kirchner de cooptación del movimiento social en su conjunto, tenés todo lo contrario de lo que ocurrió cuando empezamos. Antes vos eras un movimiento reivindicativo, reclamabas, hacías piquetes, toma de lugares, para conseguir alimentos y planes. En cambio ahora: ¿qué es lo que hace Kirchner? Inunda al movimiento social de planes, alimentos, esto, lo otro, te llena los movimientos con un montón de cosas materiales. ¿Qué genera eso? Que si no tenés un cambio en tu concepción, en tu idea, te va a ocurrir lo mismo que les ocurrió a un montón de movimientos en la Argentina: empezás a desaparecer, a ser atomizado, a languidecer.
Erwin: ¿Y cómo hacés para no languidecer? Tenés que despegarte de eso, dar un salto. Ese es el debate: como hacés para no morirte y no ser cooptado por la política del Estado. Y lo hacés generando nuevas alternativas y una nueva radicalidad. Esa nueva radicalidad te va a venir desde una concepción de que no somos desocupados. ¿Por qué? Porque esa es una cuestión transitoria, reivindicativa, que ya hemos pasado. Nuestra discusión consiste en pensar cómo sobrevivir a esta ola kirchnerista que viene por nosotros.
Patricia: Hemos dado una lucha social muy importante, que tuvo un impacto muy fuerte en la Argentina, transformó a poder y nos transformó a nosotros mismos. Transformó las estructuras de dominación. Y no nos ponemos por afuera de ello, sino que decimos que nuestras luchas, en alguna medida, aportaron a que haya modos de la política que cambiaron en el país, y también a nosotros.
-¿De qué modo?
Vasco: En la búsqueda de una mayor radicalidad y cuestionamiento sobre nuestras propias prácticas. En la exigencia de mayor creación y creatividad.
Patricia: Pero vimos que la política se había metido en el movimiento, el asistencialismo también, y lo que quisimos es recuperar la soberanía, la autodeterminación.
Vasco: Fijate que aquí cambiaron muchas cosas. Cambió la institucionaliddad, el Estado, hay modificaciones profundas en la sociedad, en el pensamiento, en la subjetividad, en la consideración sobre lo que es el movimiento social, o la resistencia. Porque hoy, por ejemplo, podemos hasta ser tildados de reaccionarios si no estamos subidos a la ola de este seudo progresismo -muy entre comillas lo de progresismo- que envuelve a toda América Latina. Nosotros somos muy cuestionados por los que piensan que estos gobiernos son de izquierda. Nuestra visión es otra: creemos por el impacto de la lucha social van cambiando en América Latina los modos de dominación, y hay una reinsitucionalización del capitalismo.
Patricia: Incluso llegamos a evaluar en algún momento que la metodología de lucha estaba desgastada. En un primer momento la gente consentía y apoyaba al piquete, pero fue al revés, era tan continua esa metodología que generaba mucho rechazo.
-Ustedes se transformarían en piqueteros que no hacen piquetes.
Patricia: No lo descartamos, pero fijate la paradoja. Varias veces en Cipoletti salimos a la calle a reclamar cosas muy sentidas por la sociedad, y el mismo periodismo nos decía: "che, corten la calle". Como que nos empujaban. La forma de lucha establecida era el piquete. Ahí pensamos: tenemos que crear formas de lucha que no sean las desgastadas.
Erwin: No es que rechacemos totalmente el piquete. Lo que decimos es que no puede ser que la herramienta se transforme en un fin.
Oscar: Y lo que hemos hecho es salir por cuestiones que no son propias del movimiento, no son reivindicaciones como las de antes, sino salir a apoyar la educación pública en Río Negro, apoyar a los maestros, a los universitarios, a la gente de fábricas recuperadas como Zanón en Neuquén.
-Pero eso lo han hecho desde siempre. ¿Qué cambia ahora?
Vasco: Que el movimiento sale por propia cuenta a librar luchas como la de evitar que enviasen al reformatorio a unos chicos, entre ellos hermanos de un compañero nuestro. Salimos porque la jueza para irse de vacaciones cerró el caso, y los mandó a internar. Los dos movimientos, Allen y Cipolletti decidieron salir a la calle, movilizarse al juzgado y a la policía. Esta lucha fue objetivamente muy sentida y tuvo una enorme repercusión mediática y social. Hasta pareció que hicimos funcionar las instituciones al revés. La policía fue a buscar a la jueza para traerla frente a nosotros. Los patrulleros no fueron a reprimirnos, sin a buscar a esa jueza. Y así sacamos a los chicos del reformatorio.
-Y no fue por hacer piquetes, sino porque tenían razón.
Patricia: Son cambios de modalidades de lucha, para ver desde dónde está peleando nuestra comunidad. Es una mirada más territorial, de mayor "encomunamiento" con la sociedad.
Vasco: Ahí mostrás la radicalidad y el cuestionamiento crítico a las instituciones, poniéndolas en crisis y desnudando lo que esas instituciones hacen o dejan de hacer. Este cambio genera una nueva subjetividad en el movimiento, un nuevo modo de ver las cosas, y a nivel social te da consenso. El movimiento en Cipolletti tiene gran consenso social producto de estas luchas, que ya no son una cuestión puramente reivindicativa.
Erwin: El cambio es en los contenidos. No se trata sólo de lo aparente, sino el sentido más profundo de la lucha.
-¿Por ejemplo?
Oscar: A nosotros nos interesa que la sociedad nos mire diferente, que vea que somos creativos, que hacemos cosas, que no podemos quedar rotulados como vagos, desocupados, quilomberos. Nosotros tenemos que mostrar otras cosas, y eso es lo nuevo.
Vasco: Más de una vez nos hicieron la misma pregunta en los medios. Ustedes ya dejaron la capucha, el palo, nos decían. Pero no es eso. No sólo se lucha con una capucha o un palo. También es lucha trabajar, salir adelante, crear. Eso también es vencer al poder.
Erwin: Y usás la herramienta que decidís usar, el piquete puede reaparecer cuando vos lo decidís. Está el caso de Gualeguaychú. Pero el objetivo de Gualeguaychú no es el piquete, sino la lucha por algo mucho más grande. El tema no es la forma de lucha, sino el contenido.
-Quiere decir que ustedes pasaron de la reivindicación por lo específico, a reivindicaciones de la comunidad.
Vasco: No es tan blanco y negro, o tan "adentro y afuera". El planteo es que acá hay una nueva forma de dominación, de institucionalización y de construcción de poder. No nos afecta solamente a nosotros como movimiento, sino a toda la sociedad. ¿Cómo hacés para dar un toque de atención? Entendiendo que es un "nosotros" más amplio. De ahí que las luchas ambientales hoy tienen el consenso social que tienen. Esto ya no afecta a un grupo sino a toda la sociedad. En nuestra región hay conflictos que no nos afectan solo a nosotros, sino a toda la sociedad. ¿Cómo hacés entonces? O esperás que salga otro para sumarte, o vos empezás a generar la discusión para mostrarle a la sociedad qué es lo que está ocurriendo.
-¿Y eso sería pasar de la actitud defensiva a una ofensiva?
Erwin: Pasamos a la ofensiva desde la construcción del movimiento planteando cuáles son los problemas sociales que hoy tenemos.
Ivana: No solamente los problemas de los desocupados, sino de la sociedad en su conjunto. Y cambiando concepciones que te mete el sistema y te influyen en la vida cotidiana.
-¿Qué cuestiones?
Ivana: Hay valores que te impone el sistema y uno no alcanza a entender: la necesidad de ser solidario con el compañero, que te salga del alma. O saber que tener un proyecto productivo no es para producir algo material solamente, sino para producir principalmente relaciones sociales distintas. Es más difícil que ir a un piquete o quemar una goma en la ruta. Antes todo era más simple. Salías a pelear, después el reparto de la bolsa era para todos por igual, y el plan lo tenían todos. En cambio hoy si ya hay plan y alimento, ese no es un problema. La lucha es por otra cosa más complicada, donde no todos pensamos igual.
-¿Por ejemplo?
Erwin: El objetivo es decirle a la comunidad: tenemos una panadería pero no es del movimiento, es de la sociedad. Ese es el cambio. No es un "nosotros" del movimiento, sino un movimiento hacia fuera, abierto, que amplía los espacios de solidaridad. No es ya solo lo que construimos desde el pensamiento autónomo, sino que es tomar la idea de que otra realidad es posible desde cuestiones concretas y bien materiales. El Estado tiene su idea de proyecto productivo, pero nosotros usamos lo que el Estado nos otorga para darlo vuelta. No renegamos de que el Estado nos ponga una panadería. El "para qué" es el que decidimos nosotros.
Vasco: El nuevo modo de dominación -me parece- tiene que ver con capturar las cuestiones sociales más sentidas por el movimiento social y estatizarlas. Todo lo que ha sido productor de radicalidad, creatividad, movimientos autónomos y luchas independientes, lo ha tomado el Estado, para darlo vuelta y llevarlo al achatamiento, el desinfle, la no necesidad de organización. ¿Para qué te vas a organizar, si el Estado te da todo? No necesitás luchar por cosas. El Estado está ahí. Los funcionarios hasta parecen los principales abanderados de un montón de luchas sociales. Estamos locos. Capturan los valores sociales y los verticalizan. Es evidente: las figuras del movimiento piquetero se hacen funcionarios del gobierno. Y más todavía. El propio gobierno crea MTD. Es un fabricante de movimientos sociales al revés: sin independencia, sin autonomía, sin creación propia. Los inventa para que parezcan autónomos, que luchan y se mueven por su cuenta, pero solo son un apéndice del Estado, que sigue siendo tan opresor y neoliberal como siempre.
-Pero más de uno va a pensar que es una exageración comprara la actual etapa con un neoliberalismo crudo y puro.
Vasco: La derecha, que fue la que aplicó los proyectos neoliberales ha sufrido un proceso de desgaste tan profundo, que para seguir teniendo consenso institucional necesitó de la izquierda parlamentaria que aporte se consentimiento para seguir pagando la deuda externa y no la interna, y para seguir produciendo los grandes desfasajes sociales, aumentar la brecha entre ricos y pobres, aumentar los niveles de explotación. Es cierto que hay diferencias. Las reivindicaciones por derechos humanos son cosas para aplaudir. Lo que no nos gustan en ese punto son los museos, la memoria congelada en un feriado. La memoria es viva, es resistencia. No es un edificio vacío.
Oscar: Si no, todo es un maquillaje. Se pintan de nuevo, pero el rostro es el mismo.
Erwin: Nosotros planteamos el robo de la subjetividad de los movimientos sociales, con la construcción de una mala copia de los movimientos. Los movimientos que mínimamente logramos construir algo más que la reivindicación somos los que estamos sobreviviendo a esta ola kirchnerista. ¿Cómo haces para pasar a la ofensiva después de ese robo de la subjetividad? Construyendo nuevas subjetividades, planteando la radicalidad en otro lugar. Para nosotros hay dos tiempos. El del movimiento y el del Estado. Tenemos que recuperar el tiempo nuestro, definir nosotros los campos de pelea. Es lo que otros no hicieron, y por eso el kirchnerismo parece que puso un cartucho de dinamita que voló en mil pedazos a los movimientos que no habían logrado construir algo más que un movimiento meramente reivindicativo.
-¿Siguen cobrando planes?
Vasco: Todavía hay planes y subsidios que por ahí tira el Estado.
Patricia: Y hay compañeros que entran y no tienen planes, sino un trabajo formal. Se va heterogeneizando cada vez más el movimiento.
Oscar: Es una apertura, pero la apertura más grande es la de nuestra cabeza. No es una apertura que digamos "estamos con más sectores" sino una apertura del pensamiento, de la libertad, de sacarnos de encima un montón de trabas que nos condicionaban. Y por lo tanto es un cambio en la práctica.
Vasco: No queremos convertirnos en un movimiento testimonial, que de testimonio de la pureza de la autonomía, de los principios, de los valores, un movimiento libresco digno de estar en un folleto por su pulcritud. No queríamos ser eso, sino un movimiento abierto a la comunidad, heterogéneo, con composiciones distintas, diversas, y respetar esa diversidad.
-Hay otros movimiento que siguen llamándose MTD, ¿ustedes qué les cuestionan?
Vasco: No es un crítica directa, sino mostrar que las cosas están cambiando y que nosotros como movimiento vamos al ritmo de los cambios. El cambio más importante por ahí no se va a notar, y es que los vecinos van a ver a un movimiento que no se adoctrinó ni se achanchó. Mientras otros movimientos se achatan en la abundancia del plan y el subsidio, nosotros seguimos caminando. En ambas ciudades hay MTD, uno es el Evita y otro Darío Santillán, y eso nos pesaba mucho también, porque tienen todas las características de movimientos cooptados por el sistema.
-Para alguien que vive en Allen o Cipolletti, ¿qué será lo diferente de estos MSD en lugar de los antiguos MTD?
Patricia: Si hacemos una huerta invitaremos a los vecinos a que una parte de la huerta sea de ellos, que puedan sembrar ahí. Si estamos haciendo un espacio de conocimiento, que vengan escuelas industriales, gente de la comunidad que pueda participar. Que nos vean como parte de un todo, con proyectos que queremos compartir con la comunidad.
La comunidad lo que más criticó en su momento es que parecemos algo sectario, cerrado, solamente destinado al que tiene una necesidad de trabajo. Esto no es más así.
Miriam: La vez pasada el municipio nos dio un stand para vender nuestros productos, pero decidimos dar vuelta la cosa. En lugar de vender, utilizamos ese stand para distribuir volantes, mostrar fotos de lo que hacemos, conversar con la gente, que nos conozcan, que nos vean, que sepan qué hacemos y cómo lo hacemos.
-Lo transformaron en un medio de comunicación.
Oscar: Exacto. Fue increíble la reacción. El año anterior éramos MTD parecíamos gitanos con carpa pobre. Nadie se acercaba. Este año presentamos algo diferente y la gente se acercó muchísimo. ¿Es un nuevo movimiento? ¿Desde cuándo están?
Patricia: O nos decían: están avanzando.
Carlos: Se armó un vínculo totalmente diferente.
Patricia: Hace un año en ese puesto había tres compañeros, a duras penas. Este año éramos 30 trabajando ahí.
-¿Qué decían los folletos?
Ivana: Empezaban diciendo: "Para nuestra comunidad".
La ejecución sumaria de al-Zarqaui y su papel real en Iraq
x Pedro Rojo - La Haine http://www.lahaine.org
Al Qaeda profundizará la campaña de violencia sectaria alentada por la ocupación :: La forma en la que ha sido eliminado Abu Musaab al-Zarqaui dice mucho de la situación y de los métodos de actuación de los ocupantes y de su gobierno iraquí tutelado.
La opción del asesinato selectivo, en lugar de la detención y posterior juicio del "terrorista más buscado de Iraq", da cuenta de la situación de guerra despiadada que vive este país, no del "desarrollo de un proceso democrático", como reiteran unos y otros. Lo lógico en esa sociedad democrática y fiel al Derecho que nos intentan vender, que es este Iraq bajo ocupación, sería haber rodeado la casa donde se encontraba el sospechoso junto con otras siete personas, incluidas dos mujeres -de las que, por cierto, ningún medio de comunicación parece ocuparse, pues al parecer no se merecen ni el calificativo de "daño colateral" habida cuenta de que si compartían casa con el terrorista más buscado se merecían la misma ejecución sumaria [1]. Pero parece que Washington no quería repetir la experiencia del juicio de Sadam Huseín, que no está discurriendo por el sendereo que la ocupación esperaba, sino que se ha convertido en un escaparate para que el antiguo presidente siga estando presente en la realidad iraquí, garantizándose regularmente unos minutos en todas las cadenas árabes e iraquíes.
Hay articulistas que parece haber olvidado estos mismos principios de libertad y de estado de Derecho que defendían cuando llegaron los carros de combate estadounidenses:
"Una vez más, la historia ha dictado una sentencia justa contra quien ha infringido sus leyes." [2].
Espeluzna observar cómo estas plumas árabes al servicio de la criminal política estadounidense en Oriente Medio pueden tener una memoria tan corta y olvidarse de cómo la "Justicia de la Historia" y los cazas dictan sentencias erradas una y otra vez contra una aldea de Pakistán, una ciudad iraquí o una playa de Gaza.
Ascensión y caída de al-Zarqaui
La trayectoria de al-Zarqaui dentro del islamismo radical empieza en Afganistán, pero no bajo las órdenes de Ben Laden. Cuando fue liberado en Jordania, en el año 1999, por una amnistía del rey Abdalá de Jordania tras cumplir cuatro años en prisión por haber intentado atacar intereses estadounidenses e israelíes, volvió a Afganistán. Allí mantuvo una serie de diferencias con Osama Ben Laden y su lugarteniente al-Zawahiri que le llevarían a negarse a presentar la beia, o acto de vasallaje, al líder de Al Qaeda prefiriendo someterse a la autoridad del Mulá Omar, líder de los talibanes. A través de la intermediación del egipcio Seif al-Adal, miembro del Consejo de Seguridad de Al Qaeda, logró que le enviasen a Herat, en la frontera iraní, donde se había creado un campamento de Yund al-Sham (El Ejército del Sham) que, dependiendo de las fuentes, llegó a dirigir él mismo.
Derrocado el régimen talibán tras la invasión estadounidense de Afganistán, al-Zarqaui cruza a Irán con un grupo de árabes para después entrar a Iraq a través del Kurdistán. De este primer grupo, dirigido por al-Zarqaui, que se haría llamar Ansar al-Sunna, no se conoce presencia fuera del Kurdistán iraquí hasta agosto de 2003, unos meses después de la caída de Bagdad, lo cual invalida los intentos de algunos medios y dirigentes estadounidenses de ligar a este personaje con el régimen de Sadam Huseín. La realidad es más bien la contraria: es el colapso del Estado iraquí posterior a la invasión el que crea el caos adecuado para que un grupo sin apoyo ni estructura previa local se infiltre en el centro de Iraq.
Las primeras acciones contra la ocupación del grupo de al-Zarqaui llevaban la firma del grupo Monoteísmo y Yihad, lo que indica su desvinculación inicial con Al Qaeda, que no contaba con ninguna infraestructura en Iraq. Esta falta de infraestructura y de capacidad para introducirse en Iraq lleva a los dos máximos líderes de Al Qaeda, a pesar de sus discrepancias [3], a aceptar a al-Zarqaui como su representante en Iraq, sobre todo tras el anuncio de éste de la creación de un emirato, a imagen y semejanza del talibán, en el oeste de Iraq. Al-Zarqaui también aparcó sus diferencias con Ben Laden tras la amenaza de su lugarteniente de nombrar a Abderrahmán al-Iraqui número uno de Al Qaeda en Iraq [4].
El resultado fue la reaparición de Al Qaeda en el campo de batalla más importante del momento para el mundo árabe e islámico justo cuando andaba escondiéndose por las montañas de Afganistán y Pakistán. Los ocupantes de Iraq y su destrucción del Estado iraquí dieron una oportunidad de oro a Al Qaeda para entrar en Iraq y utilizar esta lucha, como han utilizado otras causas, para ganar prestigio y reclutar adeptos en una capa muy concreta del extremismo islámico. Hay informaciones que hablan de que en el momento álgido de Al Qaeda en Iraq se usaba el territorio iraquí para entrenar a sus seguidores para luego enviarlos a distintos lugares del mundo a realizar la yihad por cuenta de Ben Laden [5].
Pero lejos de lograr la instauración del ansiado emirato, la situación del grupo de al-Zarqaui ha ido empeorando a medida que se ha ido desarrollando la lucha contra la ocupación. Su deseada trasformación de un pequeño grupúsculo, que había llegado a Iraq para luchar contra los estadounidenses -probablemente financiados y armados en un principio por Irán-, en el referente árabe e islámico de la lucha contra la ocupación imperialista nunca sucedió. En el momento de mayor popularidad, la presencia de combatientes árabes en Iraq nunca se ha cifrado en más de unos pocos miles, de los cuales solo un puñado estaría bajo mando de al-Zarqaui.
El desplazamiento del objetivo de este grupo desde los militares ocupantes a la propia población civil iraquí (principalmente, su comunidad chií) y los secuestros de trabajadores occidentales fue aislándolo de las formaciones armadas de la legítima resistencia, centradas en los ataques contra el ocupante. Al principio, los grupos de la resistencia se limitaron a señalar la diferencia con las acciones de los llamados grupos takfiristas o anatematizadores [6] mediante de comunicados públicos. Independientemente de si todos los grupos de esta corriente radical integristas estaban o no bajo las órdenes de al-Zarqaui, sus acciones son insignificantes, cuantitativamente, si se comparan con las del resto de la resistencia [7], pero mediáticamente sí han tenido una gran cobertura. Por un lado, por el gran número de víctimas, especialmente entre la población civil y, por otro lado, con la clara intención de mezclar toda acción armada en Iraq y no diferenciar entre la resistencia legítima, que ataca objetivos militares, y estos grupos dispuestos a "limpiar la sociedad de herejes".
Al-Zarqaui después de hacer un llamamiento a los sunníes para que le secundasen en su guerra contra los infieles chiíes, lo que fue enérgicamente rechazado, empezó a asesinar también a importantes referentes religiosos sunníes [8]. Todo este cúmulo de circunstancias, incluyendo el daño que a la imagen de la resistencia hacía al-Zarqaui, llevó a los grupos de la resistencia y a los sheijs de las tribus de las zonas donde se asentaba a declararle la guerra, llegando a enfrentamientos armados en ciudades como en Faluya y en la misma Baquba, donde se había refugiado y donde fue, finalmente, muerto [9].
Forzado por las dificultades que afrontaba por su incapacidad de reclutar a más seguidores dentro de Iraq, el mayor control de la frontera siria y el consecuente descenso en la llegada de refuerzos del exterior-, la falta de apoyo entre la población local y el presunto abandono del apoyo de Irán [10], al-Zarqaui decide intentar concentrar sus ataques en la ciudad de Bagdad y batallar allí su guerra contra el chiísmo [11], convirtiendo la capital iraquí en un infierno mayor, si cabe, del ya creado por los ocupantes: esta guerra ,cuyo objetivo son los mismos bagdadíes, tiene en el otro bando a los Escuadrones de la muerte de las milicias chiíes, que buscan convertir Bagdad en una ciudad de población mayoritariamente chií [12].
Al Qaeda en Iraq sin al-Zarqaui
A pesar de que se ha difundido un comunicado de Al Qaeda -recogido íntegramente por la prensa árabe- en el que se asegura que el sucesor de al-Zarqaui es Abderrahmán al-Iraqui, fuentes integristas en Londres han asegurado a al-Sharq al-Awsat [13] que el sucesor definitivo será bendecido por Ben Laden en un futuro mensaje grabado. De hecho, el lunes, 12 la cadena al-Jazeera daba cuenta de un nuevo comunicado de Al Qaeda en el que se afirmaba que el sucesor de al-Zarqaui no sería el mencionado al-Iraqui, sino Abu Hamza al-Muhayir.
La evolución futura y la designación del dirigente que debe liderar Al Qaeda dependen de lo que decida la cúpula de la organización en Afganistán. Pero según escribe Abdel Bari Atuán en al-Quds al-Arabi, es posible un cambio de estrategia que permita a la organización integrista recuperar su reconocimiento dentro de las capas más extremistas de la sociedad islámica iraquí, perdido por la campaña de asesinatos indiscriminados contra la población civil cometidos por al-Zarqaui:
"Quizá la organización Al Qaeda abra una nueva página en su labor militar en Iraq tras la muerte de al-Zarqaui, concentrándose en acciones militares que tengan como objetivo las tropas estadounidense y los miembros de la seguridad iraquí. Puede que incluso se replanteen el lanzar coches bombas para matar a iraquíes chiíes, ya que la cúpula no quiere abrir una guerra con Irán que ha dado cobijo a varios miembros de la red tras la invasión estadounidense de Afganistán." [14]
Pero la opción más apuntada es el continuismo y la profundización de la campaña de violencia sectaria con la que Al Qaeda está intentando fracturar confesionalmente el país siguiendo la pauta de división sectaria que han marcado y alentado, desde el principio, las autoridades de ocupación. De ser así, el futuro es oscuro para Iraq porque, a pesar de que la importancia numérica sea ínfima, es relativamente sencillo seguir poniendo bombas en lugares públicos, mientras las milicias chiíes hacen lo propio en los barrios sunníes.
El nombramiento, finalmente, de los ministerios de Interior y Defensa [15] no va a mejorar el panorama de seguridad, ni se van a controlar las acciones de las milicias ni de los grupos takfiristas. La promesa del primer ministro iraquí al-Maliki de disolver todas las milicias es tan irreal como débil es su puesto al frente de un gobierno en el que su partido -Dawa- es minoritario dentro de la coalición chií, Alianza Unida Iraquí, que lo sustenta [16]. Las milicias que pretende desmantelar están comandadas por los mismos partidos que han colocado a al-Maliki al frente del gobierno: las Brigadas Badr (del Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Iraq), el Ejército del Mehdi (de la Corriente as-Sáder) y los peshmergas kurdos.
La única salida para acabar con la presencia de estos grupos es terminar con la situación que les ha permitido entrar en Iraq: la ocupación. Una salida de las tropas extranjeras y la formación de un verdadero gobierno de unidad nacional que cuente con el apoyo de la resistencia armada, acompañado de unas verdaderas fuerzas de seguridad compuestas por antiguos miembros de las mismas y lejos de la infiltración de las milicias partidistas, pueden hacer recuperar la estabilidad a Iraq y alejar la división étnica y confesional impuesta por la ocupación como método para desarticular a este país como posible potencia regional.
* Pedro Rojo Pérez es arabista y director de los boletines de prensa árabe de 'Al Fanar', forma parte del grupo de coordinación de la CEOSI y participó en la delegación a Iraq de abril de 2005.
Notas del autor y de IraqSolidaridad:
1. Algunos medios árabes hablan de que podría tratarse de alguna de las tres mujeres de al-Zarqaui: al-Sharq al-Awsat, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe:
Según asegura az-Zamán en su edición del día 13 de junio, citando a fuentes de los servicios secretos jordanos, la mujer de Zarqaui originaria de Faluya, Isrá Yasín Yarad y el hijo de ambos, de 18 meses, murieron en el bombardeo estadounidense que causó la muerte de al-Zarqaui.
2. Abdeljáleq Huseín, Elaf, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
3. Al-Zawahiri mandó una carta a al-Zarqaui en la que criticaba los asesinatos de rehenes ante las cámaras, el envío de coches bombas a las celebraciones chiíes, aglomeraciones y mercados chiíes en Bagdad, Nayaf y Kerbalá.
4. Pasa de denominarse Al Tauhid wal Yihad (Monoteísmo y Yihad) a Tandim Qaeda Al-Yihad fi Bilad al-Rafidain (Organización Al Qaeda de la Yihad en Mesopotamia) tras la confirmación de Ben Laden en un mensaje sonoro.
5. "Según un responsable en los Servicios de inteligencia jordana, 300 reclutas entrenados por al-Zarqaui volvieron a sus países", az-Zamán, 12 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
6. Por exigencia de al-Zawahiri, al-Zarqaui forma el Consejo Consultivo de los Muyahidines (véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La negociación entre EEUU y la resistencia iraquí), donde se agrupa una serie de organizaciones desconocidas hasta hace unos meses. Al-Zarqaui es obligado a nombrar a Abderrahmán al-Iraqui como jefe de la rama política en una muestra del descontento de la dirección de Al Qaeda con su labor y de la creciente debilidad del poder de al-Zarqaui en la organización. Véase en IraqSolidaridad: Pedro Rojo: Cruce de declaraciones entre al-Zarqaui, los ocupantes y la resistencia
7. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Iraq, tras la muerte de al-Zarqaui
8. Véase en IraqSolidaridad: Al Qaeda asesina al alcalde de Faluya, el 'sheij' al-Nazar al-Duleimi. La resistencia crea una organización unificada en al-Anbar para hacer frente a la red de al-Zarqaui
9. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Enfrentamientos entre la resistencia y Al Qaeda en Iraq
10. Irán ha declarado públicamente su "satisfacción" por la muerte de al-Zarqaui.
11. Véase en IraqSolidaridad: Pedro Rojo: Cruce de declaraciones entre al-Zarqaui, los ocupantes y la resistencia
12. Véase en IraqSolidaridad: Andrew Buncombe y Patrick Cockburn: Miles de personas han sido asesinadas en los últimos meses por los 'Escuadrones de la muerte' - Carlos Varea: El pueblo iraquí considera mayoritariamente que la ocupación empeora la situación y Mahan Abedin: Badr, Irán y los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes
13. Al-Sharq al-Awsat, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
14. Al-Quds al-Arabi, 9 de junio de 2006. Traducido en Boletín de Prensa Árabe.
15. La cartera de Interior ha sido otorgada al chií Jawad al-Bulani; la de Defensa, al general Abd al-Qadir Jasim al-Ubaidi, un sunní, pero criticado por haber participado con las fuerzas estadounidenses en los brutales operativos militares en la provincia de al-Anbar, en concreto contra Faluya.
16. Véase en IraqSolidaridad: Nueva vuelta de tuerca en el afianzamiento del sectarismo en el país: Al-Maliki, nuevo primer ministro de Iraq y Carlos Varea: Nuevo gobierno en Iraq: inestable reparto sectario - La lista del nuevo gobierno
Rabat, Marruecos, 12 de junio, 2006
IraqSolidaridad (www.irasolidaridad.org), 13 de junio, 2006