Noticias del dia 17-3-06
El párroco de Las Heras dijo que Kirchner perpetró "golpe institucional" y que "es peor" que una dictadura
El párroco de Las Heras, Luis Bicego, consideró hoy que el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, fue "obligado" a renunciar por "el presidente" Néstor Kirchner que así, opinó, perpetró un "golpe institucional" en la provincia.
El párroco de Las Heras, Luis Bicego, consideró hoy que el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, fue "obligado" a renunciar por "el presidente" Néstor Kirchner que así, opinó, perpetró un "golpe institucional" en la provincia.
El cura aseguró que Kirchner manda en la provincia y que está actuando "peor" que en la dictadura.
Por otra parte, aseguró que las detenciones por el crimen del policía Jorge Sayago, ocurrido semanas atrás durante una manifestación de trabajadores petroleros de Las Heras, "fue una caza como en la época militar", que incluyó secuestros y torturas.
"El último que agarraron -relató-, como bajó de la camioneta frente a su casa, lo cagaron a palos. Lo digo en criollo así todo el mundo me entiende", destacó, en declaraciones a radio Continental.
Asimismo, cuando se le preguntó si coincidía con denuncias que afirman que hubo torturas y secuestros en torno de la investigación del crimen de Sayago sostuvo: "es muy así, fue una especie de secuestro porque nadie se identificaba y en algunos casos ni presentaron la orden de detención".
Luego indicó que esa situación "ahora paró porque hay veinte presos por el mismo delito".
Respecto del alejamiento del gobernador de su cargo, Bicego consideró que "es un golpe a la democracia" porque, indicó, "se vio obligado a renunciar".
Cuando se le preguntó quién había perpetrado ese presunto golpe institucional respondió que "el presidente" y advirtió que la posibilidad de que se produjera una situación así había sido denunciada tiempo atrás por "los curas de la zona norte de Santa Cruz".
"Corrió la bolilla tres años atrás y sacamos un comunicado diciendo que si lo hacía renunciar era un golpe a la democracia porque Acevedo subió con el 70 por ciento de los votos", destacó.
"Me duele profundamente", dijo, el alejamiento del cargo de Acevedo.
Bicego opinó que el objetivo de las supuestas presiones para que renunciara el gobernador es que Kirchner "quiere seguir mandando en la provincia" y "dos gallos en el mismo gallinero, no sirve", graficó.
En Santa Cruz, agregó, "el sistema de la dictadura sigue impertérrito porque hay impunidad, autoritarismo".
Luego Bicego remarcó que, en verdad, el sistema imperante en la provincia "es peor que la dictadura porque (el presidente) nos está mintiendo"
"Si estamos en democracia y el pueblo elige, pienso que si se le hace la vida imposible a una autoridad elegida por el pueblo estamos como si estuviéramos en dictadura".
Finalmente, como ejemplo del poder que ejerce Kirchner en su provincia, destacó que en los últimos tiempos el presidentes supuestamente "le impuso (a Acevedo) la presidencia de la Cámara de Diputados".(DyN)
-Fuente : El SantaCruceño-
REVUELTA POPULAR EN FRANCIA
La acción estudiantil contra Villepin termina en duros enfrentamientos
Decenas de miles de jóvenes salen de nuevo a la calle en contra del Contrato de Primer Empleo. La radicalización de la protesta causa más de 200 detenidos y una veintena de policías heridos.
MONTSE CAPDEVILA (17/03/2006)
Decenas de miles de estudiantes, 250.000 según la policía, 500.000 según los organizadores, se manifestaron de nuevo ayer en Francia contra el controvertido Contrato de Primer Empleo (CPE), en una demostración de fuerza que acabó en algunos lugares en incidentes, como en París. Los estudiantes dejaron claro que seguirán movilizados hasta conseguir la retirada del contrato, destinado a los menores de 26 años y que contempla el despido sin justificar en los dos primeros años.
"No a la precariedad", es el eslógan y el grito de guerra de la revuelta, convertida en un pulso al Gobierno conservador de Dominique de Villepin. Las manifestaciones más importantes fueron en París, Burdeos, Marsella, Toulouse, Lille y Lyon. Las protestas acabaron en enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden en París, Nantes y Rennes.
En París, unos 200 individuos, muchos de ellos encapuchados, incendiaron un quiosco y lanzaron proyectiles y cócteles molotov contra los antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos. Escenas similares se repitieron por la noche ante la Universidad de la Sorbona, donde la policía dispersó a los manifestantes con cañones de agua.
MAYOR AFLUENCIA La jornada de movilización estudiantil acabó con 212 detenidos en todo el país, 147 de ellos en la capital. Una veintena de agentes policiales resultaron heridos. Los incidentes suponen una escalada en el pulso que los estudiantes mantienen con el Gobierno. Además, esta radicalización estuvo acompañada de una mayor movilización que en las precedentes jornadas de protesta
Tanto los estudiantes como los sindicatos consideraron que la movilización fue un "éxito" y un "ensayo general" de las manifestaciones interprofesionales convocadas para el sábado. Pero pese a la fuerte presión de la calle, Villepin asegura que defenderá el CPE "hasta el final", aunque reconoce el error de haber ido "demasiado rápido".
Villepin reiteró ayer que está "abierto al diálogo" para "mejorar" el CPE, pero sin tocar el espíritu de la ley votada por el Parlamento hace justo una semana. El primer ministro "no puede dar marcha atrás, porque si lo hace está muerto" en sus aspiraciones presidenciales, según afirmó el diario Le Monde , que citó a un ministro.
La puerta de salida podría venir del Consejo Constitucional si suscribe el recurso contra el CPE que los socialistas presentaron el martes pasado. Sin embargo, la máxima autoridad francesa en materia constitucional no se pronunciará antes de 15 o 20 días, tiempo en el que las manifestaciones y las protestas podrían ampliarse o apagarse.
REUNION ESTA TARDE Villepin recibirá esta tarde a los miembros de la Comisión Permanente de las Universidades (CPU), a los que ofrecerá introducir nuevas "garantías" en el CPE con el objetivo de que pueda llegar a ser aceptado por los sindicatos. Sin embargo, no ha previsto nada para los estudiantes.
Por su parte, el Partido Socialista acusó al primer ministro de "dejar pudrir el movimiento", cosa que desmintieron fuentes gubernamentales, que hablan de "dejar un tiempo de reflexión" para todos.
-Fuente @din-
Vecinos de la villa 31 resisten nuevos intentos de desalojo.
Vecinos de las Villas 31 y 31 Bis marcharon, ayer, hacia la Plaza de Mayo para reclamar información sobre los negocios inmobiliarios que el gobierno de Kirchner y algunas empresas pretenden hacer a espaldas de los vecinos. La Villa 31 tiene setenta años de vida y otros tantos de intentos de desalojo. Ningún gobierno, al momento, consideró la posibilidad de transformar la zona para elevar las condiciones de vida de los pobladores. Solo transcendieron proyectos que implican el desarraigo, la expulsión y la vista gorda al problema de la exclusión social de sus habitantes.
Anred
Se confirmó Victoria del FMLN en El Salvador
@DIN, 17 de marzo de 2006 -Como @DIN lo había anticipado el domingo por la tarde, la ex comandante guerrillera Violeta Menjívar, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se convirtió en la primera mujer que gobierna la alcaldía de San Salvador, tras confirmarse su victoria por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador.
Violeta Menjívar le ganó al candidato de la gubernamental Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), Rodrigo Samayoa, quien reconoció su derrota.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó este jueves que tras una fuerte disputa por esa plaza la médica de 55 años triunfó sobre el empresario Rodrigo Samayoa, de la conservadora y gubernamental Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Así, el (FMLN) asegura el gobierno capitalino por cuarta vez consecutiva desde 1997.
Cerradas las urnas e iniciado el recuento preliminar, ambos aspirantes a la jefatura se declararon ganadores, posición que defendieron durante los tres días siguientes ante la prensa y en movilizaciones multitudinarias.
Seguidores y simpatizantes del Frente ocuparon en ese período la Plaza Cívica, en el centro de San Salvador, para reclamar al TSE la pronta culminación del escrutinio y la declaración de la efemelenista como máxima autoridad de la ciudad.
La victoria de Violeta Menjívar, ex miembro de las Fuerzas Populares de Liberación, fue celebrada con cantos y bailes en una concentración popular que avanzó por las principales avenidas con banderas de su partido.
"Schafik vive, la lucha sigue" y "mi comandante se queda, se queda, se queda", corearon para recordar al líder histórico del FMLN, Schafik Handal, quien falleció el pasado 24 de enero.
Los comicios del pasado domingo se realizaron para renovar a 84 diputados y 262 alcaldes.
Histórico triunfo del FMLN
Al cierre del primer conteo, el partido oficialista obtenía 39,43 por ciento y el FMLN, 39,13 del 87,44 por ciento de las boletas. Ese resultado parcial conferiría 34 diputados a ARENA y 32 al FMLN de los 84 escaños del Congreso.
El resto estaría repartido entre los partidos de Conciliación Nacional (PCN), Demócrata Cristiano (PDC) y Centro Democrático (CD).
Con un Parlamento así, el oficialismo estará obligado a negociar, estiman observadores.
El partido de ex paramilitares ARENA ?que invirtió millones de dólares en publicidad y recibió apoyo directo del presidente Antonio Saca y los EE.UU.? fracasó en su empeño de lograr 43 parlamentarios, es decir, la mayoría simple.
El TSE confirmó el triunfo de la revolucionaria, una médico soltera de 55 años, tras el escrutinio final de las votaciones del pasado domingo, que concluyó ayer con la revisión manual, uno por uno, de 83 votos que se habían impugnado.
El conteo final del TSE antes de la revisión de los sufragios impugnados concedía a Menjívar 64 mil 881 votos y a Samayoa 64 mil 822, una ventaja de 59 sufragios que ahora se redujo a 44.
Instituciones critican a Saca
Instituciones salvadoreñas afirmaron hoy que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el presidente, Elías Antonio Saca, vulneraron la institucionalidad del país en los recién finalizados comicios municipales y legislativos.Gana FMLN emblemática alcaldía salvadoreña.
Según el Instituto de Estudios Jurídicos (IEJES), y la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), desde el principio, el TSE permitió todo tipo de arbitrariedades, como el inicio de la campaña electoral antes de lo establecido.
Francisco Ortiz, presidente del IEJES, aseguró que el TSE está compuesto por los mismos partidos políticos que postularon a los alcaldes y diputados.
Por su parte, Miguel Montenegro, de la CDHES, criticó el protagonismo del presidente de la república, Elías Antonio Saca, en la campaña electoral y el condicionamiento del voto a su partido.
Con esta actitud de Saca, el país se ha polarizado nuevamente, afirmó Ortiz.
Catalogó de irresponsable el actuar del gobernante, al cual instó a a tratar de tender los puentes de la concertación, porque la población salvadoreña es la más afectada con esta división.
Ambas instituciones coincidieron en que debe generarse una serie de reformas a la Constitución de la República para crear un Tribunal más viable y democrático.
Francisco Ortiz, subrayó que el fraude electoral es una burla y que en décadas pasadas llevó a la nación al conflicto armado.
Insistió en la responsabilidad del presidente y otros representantes del pueblo para garantizar la gobernabilidad de la nación.
Asimismo, Montenegro agregó que el Tribunal Supremo Electoral deberá sufrir un proceso de reforma tanto en el cuerpo de sus leyes, como en la composición del ente colegiado.
Analistas locales advierten que el oficial Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) ganó apenas dos diputados más que el FMLN, lo que es una evidente derrota para la derecha que quería tener controlado al Parlamento.
Destacan que el mismo presidente Saca puso en juego su propia figura, la legitimidad de su cargo y su honor en estas elecciones, al convertir prácticamente los comicios en un "plebiscito" del cual salió vencido.
ARENA y Samayoa aceptan derrota
El partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), aceptó hoy que la alcaldía capitalina será gobernada desde el próximo uno de mayo por Violeta Menjívar, del Frente Farabundo Martí (FMLN), dado que el Tribunal Supremo Electoral la oficiolizara como la ganadora de las elecciones del domingo, esta madrugada.
Por supuesto que el partido de derecha dice haber crecido en estas elecciones "contrariamente a lo que está pasando en Sur América donde la izquierda ha tomado fuerza", dijo el Director de Ideología y Ministro de Gobernación, René Figueroa. ?ARENA se siente muy complacida de la respuesta de la ratificación y confianza que hemos alcanzado, mientras los fanáticos de grupos radicales venían ganando terreno en América Latina le hemos demostrado al mundo que no podemos cambiar nuestro rumbo porque este esquema nos garantiza nuestra libertad?, sostuvo Figueroa. Figueroa, quien dirigió la conferencia de prensa, manifestó que el pueblo salvadoreño ha dado nuevamente muestra que ama la democracia, favoreciendo al partido tricolor con 144 alcaldías de 111 que tenía, completando 147.
Figueroa vanaglorió el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE), dominado por la derecha, por un proceso de transparencia y honestidad en los comicios; además, agradeció a los observadores internacionales por estar pendientes del proceso.
El director de ideología del Consejo Ejecutivo Nacional de Arena (COENA), dijo que felicitaba de manera particular a la doctora Violeta Menjívar, por haberse hecho de la alcaldía por 44 votos, repitió, tras invitarla a que puedan trabajar conjuntamente en proyectos para San Salvador. Figueroa aprovechó para repudiar las protestas y marchas realizadas anoche por simpatizantes y militantes del FMLN, acusándoles de poner en riesgo la institucionalidad del país.
La Situación en Colombia
Por: Juan Diego García
Sorprende la poca importancia que los analistas y estudiosos de la política conceden a la no participación de la ciudadanía en los procesos electorales, considerados universalmente como la mayor expresión de la democracia y como el primer símbolo del compromiso ciudadano. Y causa extrañeza porque la abstención, lejos de ser poco trascendente puede estar señalando males muy profundos en toda la estructura social además de problemas de funcionamiento en el mecanismo político.
Cuando se juzga por ejemplo el sistema político estadounidense -considerado modélico- apenas se menciona la bajísima participación ciudadana en los comicios; ésta casi nunca llega al 50% del censo electoral y en muchos casos ni se acerca siquiera a este umbral que debería ser norma universal de validez. En una interpretación generosa del fenómeno podría afirmarse que este país posee otros mecanismos de integración social tan o más válidos que la participación política, confirmando de paso que la suya sería una democracia de tipo excepcional, notoriamente divorciada de los preceptos generales que hacen del voto una especie de elemento preceptivo para determinar la naturaleza democrática de un sistema de representación. Sorprende por eso mismo cómo su gobierno pretende convertirse en árbitro del comportamiento democrático y en juez universal que otorga los certificados de buena conducta a los demás, decidiendo quién es y quién no es democrático. Además, sus gobernantes pretenden estar llamados por la divina providencia a extender su idea de democracia por el planeta. A juzgar por su propio ejemplo, la participación electoral no sería entonces tan decisiva a la hora de juzgar la naturaleza de un sistema político y los Estados Unidos nos deberían a todos una explicación plausible para conciliar su discurso con unos principios supuestamente generales o habría de admitirse que tal universalidad no existe y que las formas de manifestar la aquiescencia de la ciudadanía con un sistema político resultan tan variadas como diversas son las culturas, las tradiciones y las historias nacionales.
En Europa la cuestión parece tener otros matices. La abstención si preocupa - y mucho- y estaría asociada a conductas de rechazo político afectando la legitimidad del sistema. Por supuesto siempre se puede argumentar que la abstención es otra forma de participar, otra manera de protestar, de hacer llegar la queja a las instancias políticas, de obligar a introducir cambios. Esto es cierto cuando la abstención es coyuntural y no pone en entredicho el sistema sino a un gobierno particular en una coyuntura dada. Pero aún así habría que reconocer que tal protesta ya constituye una forma extrema de descontento y que los mecanismos corrientes han fracasado. La abstención en todo caso, sería una especie de castigo a la ?clase política? mediante el uso de la indiferencia, de la misma manera que lo es un rechazo mediante votaciones negativas a las propuestas gubernamentales (el reciente NO masivo en Holanda y Francia al proyecto de Constitución europea) o con el voto en blanco o el voto nulo, intencionadamente invalidado. En el Viejo Continente la abstención (descontando el porcentaje mínimo e inevitable que siempre se presenta) sí es considerada con preocupación, sobre todo cuando tiende a crecer y se convierte en actitud política permanente de colectivos significativos de la población. Se entiende entonces que esta inhibición electoral es el resultado de procesos sociales de integración frustrada o directamente de marginación social, cultural, laboral o política.
En América latina, un continente en donde ahora se supone que las formas democráticas del sistema de representación están extendidas y consolidadas luego de la larga noche de las dictaduras civiles y militares, la abstención tiene características aún más significativas. Y de todos los casos, el de Colombia es probablemente el más destacable.
El pasado 12 de marzo han tenido lugar votaciones para elegir diputados y senadores con una participación muy baja que algunos cifran en el 28% y otros en el 38% del censo electoral. En el mejor de los casos, una abstención que ronde el 60% es algo que no puede ignorarse y asombra que haya que hacer un ejercicio de búsqueda muy minucioso para encontrar algún comentarista que proponga reflexiones sobre el asunto. Y es asombroso entre otros motivos porque las varas de medir no parecen ser las mismas para todos los casos. En efecto, cuando se trata de Venezuela la alta abstención en las últimas elecciones municipales se interpreta como un varapalo para el gobierno de Chávez mientras la abstención en Colombia se ignora o se menciona tan solo de pasada como un dato más, sin mayor relevancia.
Contrasta igualmente la reacción de los gobiernos. Para Chávez aquella abstención había sido una llamada de atención muy clara del electorado a los dirigentes para corregir los errores del proceso de la Revolución Bolivariana y proponía como reto personal conseguir una participación masiva de los electores en la próxima contienda presidencial alcanzado el respaldo de al menos diez millones de votos como muestra de la legitimidad de su gobierno revolucionario.
A Uribe Vélez, en cambio, la reiterada abstención no parece perturbarle el sueño. Poco o nada se habla entonces de una abstención que se ha convertido en habitual en Colombia. Solo muy excepcionalmente una votación consigue movilizar a más del 50% de los electores. Uribe mismo llega a la presidencia con una bajísima participación que no llega ni al 50%, de manera que visto globalmente no es errado afirmar que al actual presidente le escogió tan solo uno de cada cuatro ciudadanos. De los tres restantes dos no votaron y el otro lo hizo en contra.
Para cualquier observador imparcial un sistema político como éste, sustentado siempre en porcentajes tan escasos de participación estaría sostenido por fundamentos muy endebles. O quizás asentado en esos mecanismos misteriosos que hacen de la democracia gringa el modelo a seguir, al menos para Uribe Vélez, que ha sido elegido con porcentajes muy ?á la americana?. Poco importa entonces que los gobernantes carezcan de un respaldo electoral creíble, comprobado en una votación con niveles razonables de participación.
No vale argumentar que quien no vota de alguna manera está dando su consentimiento al sistema. Es tan solo un juego tramposo asociar abstención con una aquiescencia implícita, con la peregrina idea que ve en la abstención tan solo la manifestación de una ciudadanía feliz, próspera y satisfecha que no ve como una necesidad mayor refrendar su fidelidad al sistema mediante el voto.
Menos plausible resulta el argumento que explica la abstención por una supuesta inmadurez política de los colombianos, quienes carentes de la necesaria educación cívica se despreocupan de elegir a sus gobernantes y les da igual cualquier cosa que signifique ir un poco más allá de sus propios intereses individuales. Un pueblo entonces, ignorante, de escasa condición ciudadana y de enfermizo individualismo. Y resulta menos creíble tal argumentación porque basta una somera revisión de la historia reciente del país para observar que Colombia registra una vida política muy activa, cuya ciudadanía ha dado muestras reiteradas de un enorme compromiso cívico y una decisión de participación puesta a toda prueba. Son innegables las amplias luchas de los campesinos por la tierra; son inocultables las huelgas obreras, los movimientos cívicos, las iniciativas ciudadanas y los mil grupos de voluntariado de todas las causas, en unas condiciones de violencia y represión que hacen del país uno de los más inseguros del planeta.
Recientemente, por ejemplo, la OIT denunciaba que de cada cuatro sindicalistas asesinados en el mundo, tres eran colombianos; hay más de tres millones de desplazados, principalmente por culpa de la acción de los grupos armados de la ultraderecha, los exilados de la izquierda se cuentan por miles y a las autoridades les cabe -entre otras muchas responsabilidades- la muerte violenta de más de tres mil cuadros políticos de la Unión Patriótica, un partido mediante el cual la guerrilla comunista intentó en su día iniciar un proceso de abandono de las armas y desembarco en la acción política legal.
Es muy difícil endilgar a la ciudadanía colombiana desinterés político como explicación de su tradicional abstencionismo. Sorprende más bien, no solo que tantos expertos y analistas pasen de puntillas sobre la abstención en Colombia sino que la izquierda no armada mantenga su participación en las elecciones, en unas condiciones tales que el mismo tradicional partido liberal denuncia por su falta de garantías, por el abuso del poder que hace el presidente en favor de sus listas, por la intimidación y el crimen de unos grupos de la ultra derecha que lejos de haber abandonado sus actividades criminales se mantienen activos, han estado en primera línea en el debate electoral y han conseguido ampliar su presencia en el Parlamento. Ciertamente, hay que tener mucho coraje, mucha conciencia cívica y una alta responsabilidad ciudadana para participar en las elecciones cuando se sabe de antemano que las cartas están marcadas y sobre todo cuando se es conciente de la dificultad casi insuperable de convencer a esas mayorías populares de la validez del voto y la democracia representativa.
Uribe Vélez ganó las pasadas elecciones y es bastante probable que se haya asegurado su propia reelección en la primera vuelta en mayo próximo. Pero quien realmente ganó fue esa masa inmensa de abstencionistas que con su silencio clamoroso dijeron no a la política económica de la nueva derecha; no a la guerra absurda que solo sirve a intereses espurios; no a la alineación internacional del país en contra de la corriente progresista que barre el continente; no a la demagogia gubernamental que no termina la pobreza; no a la politiquería uribista jamás desterrada y ahora más sólida que nunca; no a las pretensiones de instaurar un sistema político autoritario que lleva todas las trazas de convertirse en una forma odiosa de fascismo criollo.
Si al 60% de abstencionistas se suman los votos de la oposición liberal y el casi millón de votos de la izquierda, el respaldo de Uribe y la derecha es literalmente el mismo de siempre. Un respaldo que no alcanza al 25% del electorado. Sin duda, el mismo porcentaje de población que sale beneficiado del actual modelo económico y social cuya vocación primera no es otra que ahondar las diferencias sociales, empobrecer a las mayorías y regalar los recursos nacionales al mejor postor. Uribe no mejoró la suerte de los colombianos y las colombianas, tampoco consiguió derrotar a la guerrilla marxista, ni terminó la politiquería y la violencia paramilitar. El nuevo Mesías que pretende dirigir la nación como maneja los peones de su enorme latifundio podrá celebrar alborozado su victoria en las urnas, pero no debería olvidar que esas urnas están casi vacías.
-Argenpress-
El párroco de Las Heras, Luis Bicego, consideró hoy que el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, fue "obligado" a renunciar por "el presidente" Néstor Kirchner que así, opinó, perpetró un "golpe institucional" en la provincia.
El párroco de Las Heras, Luis Bicego, consideró hoy que el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, fue "obligado" a renunciar por "el presidente" Néstor Kirchner que así, opinó, perpetró un "golpe institucional" en la provincia.
El cura aseguró que Kirchner manda en la provincia y que está actuando "peor" que en la dictadura.
Por otra parte, aseguró que las detenciones por el crimen del policía Jorge Sayago, ocurrido semanas atrás durante una manifestación de trabajadores petroleros de Las Heras, "fue una caza como en la época militar", que incluyó secuestros y torturas.
"El último que agarraron -relató-, como bajó de la camioneta frente a su casa, lo cagaron a palos. Lo digo en criollo así todo el mundo me entiende", destacó, en declaraciones a radio Continental.
Asimismo, cuando se le preguntó si coincidía con denuncias que afirman que hubo torturas y secuestros en torno de la investigación del crimen de Sayago sostuvo: "es muy así, fue una especie de secuestro porque nadie se identificaba y en algunos casos ni presentaron la orden de detención".
Luego indicó que esa situación "ahora paró porque hay veinte presos por el mismo delito".
Respecto del alejamiento del gobernador de su cargo, Bicego consideró que "es un golpe a la democracia" porque, indicó, "se vio obligado a renunciar".
Cuando se le preguntó quién había perpetrado ese presunto golpe institucional respondió que "el presidente" y advirtió que la posibilidad de que se produjera una situación así había sido denunciada tiempo atrás por "los curas de la zona norte de Santa Cruz".
"Corrió la bolilla tres años atrás y sacamos un comunicado diciendo que si lo hacía renunciar era un golpe a la democracia porque Acevedo subió con el 70 por ciento de los votos", destacó.
"Me duele profundamente", dijo, el alejamiento del cargo de Acevedo.
Bicego opinó que el objetivo de las supuestas presiones para que renunciara el gobernador es que Kirchner "quiere seguir mandando en la provincia" y "dos gallos en el mismo gallinero, no sirve", graficó.
En Santa Cruz, agregó, "el sistema de la dictadura sigue impertérrito porque hay impunidad, autoritarismo".
Luego Bicego remarcó que, en verdad, el sistema imperante en la provincia "es peor que la dictadura porque (el presidente) nos está mintiendo"
"Si estamos en democracia y el pueblo elige, pienso que si se le hace la vida imposible a una autoridad elegida por el pueblo estamos como si estuviéramos en dictadura".
Finalmente, como ejemplo del poder que ejerce Kirchner en su provincia, destacó que en los últimos tiempos el presidentes supuestamente "le impuso (a Acevedo) la presidencia de la Cámara de Diputados".(DyN)
-Fuente : El SantaCruceño-
REVUELTA POPULAR EN FRANCIA
La acción estudiantil contra Villepin termina en duros enfrentamientos
Decenas de miles de jóvenes salen de nuevo a la calle en contra del Contrato de Primer Empleo. La radicalización de la protesta causa más de 200 detenidos y una veintena de policías heridos.
MONTSE CAPDEVILA (17/03/2006)
Decenas de miles de estudiantes, 250.000 según la policía, 500.000 según los organizadores, se manifestaron de nuevo ayer en Francia contra el controvertido Contrato de Primer Empleo (CPE), en una demostración de fuerza que acabó en algunos lugares en incidentes, como en París. Los estudiantes dejaron claro que seguirán movilizados hasta conseguir la retirada del contrato, destinado a los menores de 26 años y que contempla el despido sin justificar en los dos primeros años.
"No a la precariedad", es el eslógan y el grito de guerra de la revuelta, convertida en un pulso al Gobierno conservador de Dominique de Villepin. Las manifestaciones más importantes fueron en París, Burdeos, Marsella, Toulouse, Lille y Lyon. Las protestas acabaron en enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden en París, Nantes y Rennes.
En París, unos 200 individuos, muchos de ellos encapuchados, incendiaron un quiosco y lanzaron proyectiles y cócteles molotov contra los antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos. Escenas similares se repitieron por la noche ante la Universidad de la Sorbona, donde la policía dispersó a los manifestantes con cañones de agua.
MAYOR AFLUENCIA La jornada de movilización estudiantil acabó con 212 detenidos en todo el país, 147 de ellos en la capital. Una veintena de agentes policiales resultaron heridos. Los incidentes suponen una escalada en el pulso que los estudiantes mantienen con el Gobierno. Además, esta radicalización estuvo acompañada de una mayor movilización que en las precedentes jornadas de protesta
Tanto los estudiantes como los sindicatos consideraron que la movilización fue un "éxito" y un "ensayo general" de las manifestaciones interprofesionales convocadas para el sábado. Pero pese a la fuerte presión de la calle, Villepin asegura que defenderá el CPE "hasta el final", aunque reconoce el error de haber ido "demasiado rápido".
Villepin reiteró ayer que está "abierto al diálogo" para "mejorar" el CPE, pero sin tocar el espíritu de la ley votada por el Parlamento hace justo una semana. El primer ministro "no puede dar marcha atrás, porque si lo hace está muerto" en sus aspiraciones presidenciales, según afirmó el diario Le Monde , que citó a un ministro.
La puerta de salida podría venir del Consejo Constitucional si suscribe el recurso contra el CPE que los socialistas presentaron el martes pasado. Sin embargo, la máxima autoridad francesa en materia constitucional no se pronunciará antes de 15 o 20 días, tiempo en el que las manifestaciones y las protestas podrían ampliarse o apagarse.
REUNION ESTA TARDE Villepin recibirá esta tarde a los miembros de la Comisión Permanente de las Universidades (CPU), a los que ofrecerá introducir nuevas "garantías" en el CPE con el objetivo de que pueda llegar a ser aceptado por los sindicatos. Sin embargo, no ha previsto nada para los estudiantes.
Por su parte, el Partido Socialista acusó al primer ministro de "dejar pudrir el movimiento", cosa que desmintieron fuentes gubernamentales, que hablan de "dejar un tiempo de reflexión" para todos.
-Fuente @din-
Vecinos de la villa 31 resisten nuevos intentos de desalojo.
Vecinos de las Villas 31 y 31 Bis marcharon, ayer, hacia la Plaza de Mayo para reclamar información sobre los negocios inmobiliarios que el gobierno de Kirchner y algunas empresas pretenden hacer a espaldas de los vecinos. La Villa 31 tiene setenta años de vida y otros tantos de intentos de desalojo. Ningún gobierno, al momento, consideró la posibilidad de transformar la zona para elevar las condiciones de vida de los pobladores. Solo transcendieron proyectos que implican el desarraigo, la expulsión y la vista gorda al problema de la exclusión social de sus habitantes.
Anred
Se confirmó Victoria del FMLN en El Salvador
@DIN, 17 de marzo de 2006 -Como @DIN lo había anticipado el domingo por la tarde, la ex comandante guerrillera Violeta Menjívar, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se convirtió en la primera mujer que gobierna la alcaldía de San Salvador, tras confirmarse su victoria por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador.
Violeta Menjívar le ganó al candidato de la gubernamental Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), Rodrigo Samayoa, quien reconoció su derrota.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó este jueves que tras una fuerte disputa por esa plaza la médica de 55 años triunfó sobre el empresario Rodrigo Samayoa, de la conservadora y gubernamental Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Así, el (FMLN) asegura el gobierno capitalino por cuarta vez consecutiva desde 1997.
Cerradas las urnas e iniciado el recuento preliminar, ambos aspirantes a la jefatura se declararon ganadores, posición que defendieron durante los tres días siguientes ante la prensa y en movilizaciones multitudinarias.
Seguidores y simpatizantes del Frente ocuparon en ese período la Plaza Cívica, en el centro de San Salvador, para reclamar al TSE la pronta culminación del escrutinio y la declaración de la efemelenista como máxima autoridad de la ciudad.
La victoria de Violeta Menjívar, ex miembro de las Fuerzas Populares de Liberación, fue celebrada con cantos y bailes en una concentración popular que avanzó por las principales avenidas con banderas de su partido.
"Schafik vive, la lucha sigue" y "mi comandante se queda, se queda, se queda", corearon para recordar al líder histórico del FMLN, Schafik Handal, quien falleció el pasado 24 de enero.
Los comicios del pasado domingo se realizaron para renovar a 84 diputados y 262 alcaldes.
Histórico triunfo del FMLN
Al cierre del primer conteo, el partido oficialista obtenía 39,43 por ciento y el FMLN, 39,13 del 87,44 por ciento de las boletas. Ese resultado parcial conferiría 34 diputados a ARENA y 32 al FMLN de los 84 escaños del Congreso.
El resto estaría repartido entre los partidos de Conciliación Nacional (PCN), Demócrata Cristiano (PDC) y Centro Democrático (CD).
Con un Parlamento así, el oficialismo estará obligado a negociar, estiman observadores.
El partido de ex paramilitares ARENA ?que invirtió millones de dólares en publicidad y recibió apoyo directo del presidente Antonio Saca y los EE.UU.? fracasó en su empeño de lograr 43 parlamentarios, es decir, la mayoría simple.
El TSE confirmó el triunfo de la revolucionaria, una médico soltera de 55 años, tras el escrutinio final de las votaciones del pasado domingo, que concluyó ayer con la revisión manual, uno por uno, de 83 votos que se habían impugnado.
El conteo final del TSE antes de la revisión de los sufragios impugnados concedía a Menjívar 64 mil 881 votos y a Samayoa 64 mil 822, una ventaja de 59 sufragios que ahora se redujo a 44.
Instituciones critican a Saca
Instituciones salvadoreñas afirmaron hoy que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el presidente, Elías Antonio Saca, vulneraron la institucionalidad del país en los recién finalizados comicios municipales y legislativos.Gana FMLN emblemática alcaldía salvadoreña.
Según el Instituto de Estudios Jurídicos (IEJES), y la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), desde el principio, el TSE permitió todo tipo de arbitrariedades, como el inicio de la campaña electoral antes de lo establecido.
Francisco Ortiz, presidente del IEJES, aseguró que el TSE está compuesto por los mismos partidos políticos que postularon a los alcaldes y diputados.
Por su parte, Miguel Montenegro, de la CDHES, criticó el protagonismo del presidente de la república, Elías Antonio Saca, en la campaña electoral y el condicionamiento del voto a su partido.
Con esta actitud de Saca, el país se ha polarizado nuevamente, afirmó Ortiz.
Catalogó de irresponsable el actuar del gobernante, al cual instó a a tratar de tender los puentes de la concertación, porque la población salvadoreña es la más afectada con esta división.
Ambas instituciones coincidieron en que debe generarse una serie de reformas a la Constitución de la República para crear un Tribunal más viable y democrático.
Francisco Ortiz, subrayó que el fraude electoral es una burla y que en décadas pasadas llevó a la nación al conflicto armado.
Insistió en la responsabilidad del presidente y otros representantes del pueblo para garantizar la gobernabilidad de la nación.
Asimismo, Montenegro agregó que el Tribunal Supremo Electoral deberá sufrir un proceso de reforma tanto en el cuerpo de sus leyes, como en la composición del ente colegiado.
Analistas locales advierten que el oficial Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) ganó apenas dos diputados más que el FMLN, lo que es una evidente derrota para la derecha que quería tener controlado al Parlamento.
Destacan que el mismo presidente Saca puso en juego su propia figura, la legitimidad de su cargo y su honor en estas elecciones, al convertir prácticamente los comicios en un "plebiscito" del cual salió vencido.
ARENA y Samayoa aceptan derrota
El partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), aceptó hoy que la alcaldía capitalina será gobernada desde el próximo uno de mayo por Violeta Menjívar, del Frente Farabundo Martí (FMLN), dado que el Tribunal Supremo Electoral la oficiolizara como la ganadora de las elecciones del domingo, esta madrugada.
Por supuesto que el partido de derecha dice haber crecido en estas elecciones "contrariamente a lo que está pasando en Sur América donde la izquierda ha tomado fuerza", dijo el Director de Ideología y Ministro de Gobernación, René Figueroa. ?ARENA se siente muy complacida de la respuesta de la ratificación y confianza que hemos alcanzado, mientras los fanáticos de grupos radicales venían ganando terreno en América Latina le hemos demostrado al mundo que no podemos cambiar nuestro rumbo porque este esquema nos garantiza nuestra libertad?, sostuvo Figueroa. Figueroa, quien dirigió la conferencia de prensa, manifestó que el pueblo salvadoreño ha dado nuevamente muestra que ama la democracia, favoreciendo al partido tricolor con 144 alcaldías de 111 que tenía, completando 147.
Figueroa vanaglorió el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE), dominado por la derecha, por un proceso de transparencia y honestidad en los comicios; además, agradeció a los observadores internacionales por estar pendientes del proceso.
El director de ideología del Consejo Ejecutivo Nacional de Arena (COENA), dijo que felicitaba de manera particular a la doctora Violeta Menjívar, por haberse hecho de la alcaldía por 44 votos, repitió, tras invitarla a que puedan trabajar conjuntamente en proyectos para San Salvador. Figueroa aprovechó para repudiar las protestas y marchas realizadas anoche por simpatizantes y militantes del FMLN, acusándoles de poner en riesgo la institucionalidad del país.
La Situación en Colombia
Por: Juan Diego García
Sorprende la poca importancia que los analistas y estudiosos de la política conceden a la no participación de la ciudadanía en los procesos electorales, considerados universalmente como la mayor expresión de la democracia y como el primer símbolo del compromiso ciudadano. Y causa extrañeza porque la abstención, lejos de ser poco trascendente puede estar señalando males muy profundos en toda la estructura social además de problemas de funcionamiento en el mecanismo político.
Cuando se juzga por ejemplo el sistema político estadounidense -considerado modélico- apenas se menciona la bajísima participación ciudadana en los comicios; ésta casi nunca llega al 50% del censo electoral y en muchos casos ni se acerca siquiera a este umbral que debería ser norma universal de validez. En una interpretación generosa del fenómeno podría afirmarse que este país posee otros mecanismos de integración social tan o más válidos que la participación política, confirmando de paso que la suya sería una democracia de tipo excepcional, notoriamente divorciada de los preceptos generales que hacen del voto una especie de elemento preceptivo para determinar la naturaleza democrática de un sistema de representación. Sorprende por eso mismo cómo su gobierno pretende convertirse en árbitro del comportamiento democrático y en juez universal que otorga los certificados de buena conducta a los demás, decidiendo quién es y quién no es democrático. Además, sus gobernantes pretenden estar llamados por la divina providencia a extender su idea de democracia por el planeta. A juzgar por su propio ejemplo, la participación electoral no sería entonces tan decisiva a la hora de juzgar la naturaleza de un sistema político y los Estados Unidos nos deberían a todos una explicación plausible para conciliar su discurso con unos principios supuestamente generales o habría de admitirse que tal universalidad no existe y que las formas de manifestar la aquiescencia de la ciudadanía con un sistema político resultan tan variadas como diversas son las culturas, las tradiciones y las historias nacionales.
En Europa la cuestión parece tener otros matices. La abstención si preocupa - y mucho- y estaría asociada a conductas de rechazo político afectando la legitimidad del sistema. Por supuesto siempre se puede argumentar que la abstención es otra forma de participar, otra manera de protestar, de hacer llegar la queja a las instancias políticas, de obligar a introducir cambios. Esto es cierto cuando la abstención es coyuntural y no pone en entredicho el sistema sino a un gobierno particular en una coyuntura dada. Pero aún así habría que reconocer que tal protesta ya constituye una forma extrema de descontento y que los mecanismos corrientes han fracasado. La abstención en todo caso, sería una especie de castigo a la ?clase política? mediante el uso de la indiferencia, de la misma manera que lo es un rechazo mediante votaciones negativas a las propuestas gubernamentales (el reciente NO masivo en Holanda y Francia al proyecto de Constitución europea) o con el voto en blanco o el voto nulo, intencionadamente invalidado. En el Viejo Continente la abstención (descontando el porcentaje mínimo e inevitable que siempre se presenta) sí es considerada con preocupación, sobre todo cuando tiende a crecer y se convierte en actitud política permanente de colectivos significativos de la población. Se entiende entonces que esta inhibición electoral es el resultado de procesos sociales de integración frustrada o directamente de marginación social, cultural, laboral o política.
En América latina, un continente en donde ahora se supone que las formas democráticas del sistema de representación están extendidas y consolidadas luego de la larga noche de las dictaduras civiles y militares, la abstención tiene características aún más significativas. Y de todos los casos, el de Colombia es probablemente el más destacable.
El pasado 12 de marzo han tenido lugar votaciones para elegir diputados y senadores con una participación muy baja que algunos cifran en el 28% y otros en el 38% del censo electoral. En el mejor de los casos, una abstención que ronde el 60% es algo que no puede ignorarse y asombra que haya que hacer un ejercicio de búsqueda muy minucioso para encontrar algún comentarista que proponga reflexiones sobre el asunto. Y es asombroso entre otros motivos porque las varas de medir no parecen ser las mismas para todos los casos. En efecto, cuando se trata de Venezuela la alta abstención en las últimas elecciones municipales se interpreta como un varapalo para el gobierno de Chávez mientras la abstención en Colombia se ignora o se menciona tan solo de pasada como un dato más, sin mayor relevancia.
Contrasta igualmente la reacción de los gobiernos. Para Chávez aquella abstención había sido una llamada de atención muy clara del electorado a los dirigentes para corregir los errores del proceso de la Revolución Bolivariana y proponía como reto personal conseguir una participación masiva de los electores en la próxima contienda presidencial alcanzado el respaldo de al menos diez millones de votos como muestra de la legitimidad de su gobierno revolucionario.
A Uribe Vélez, en cambio, la reiterada abstención no parece perturbarle el sueño. Poco o nada se habla entonces de una abstención que se ha convertido en habitual en Colombia. Solo muy excepcionalmente una votación consigue movilizar a más del 50% de los electores. Uribe mismo llega a la presidencia con una bajísima participación que no llega ni al 50%, de manera que visto globalmente no es errado afirmar que al actual presidente le escogió tan solo uno de cada cuatro ciudadanos. De los tres restantes dos no votaron y el otro lo hizo en contra.
Para cualquier observador imparcial un sistema político como éste, sustentado siempre en porcentajes tan escasos de participación estaría sostenido por fundamentos muy endebles. O quizás asentado en esos mecanismos misteriosos que hacen de la democracia gringa el modelo a seguir, al menos para Uribe Vélez, que ha sido elegido con porcentajes muy ?á la americana?. Poco importa entonces que los gobernantes carezcan de un respaldo electoral creíble, comprobado en una votación con niveles razonables de participación.
No vale argumentar que quien no vota de alguna manera está dando su consentimiento al sistema. Es tan solo un juego tramposo asociar abstención con una aquiescencia implícita, con la peregrina idea que ve en la abstención tan solo la manifestación de una ciudadanía feliz, próspera y satisfecha que no ve como una necesidad mayor refrendar su fidelidad al sistema mediante el voto.
Menos plausible resulta el argumento que explica la abstención por una supuesta inmadurez política de los colombianos, quienes carentes de la necesaria educación cívica se despreocupan de elegir a sus gobernantes y les da igual cualquier cosa que signifique ir un poco más allá de sus propios intereses individuales. Un pueblo entonces, ignorante, de escasa condición ciudadana y de enfermizo individualismo. Y resulta menos creíble tal argumentación porque basta una somera revisión de la historia reciente del país para observar que Colombia registra una vida política muy activa, cuya ciudadanía ha dado muestras reiteradas de un enorme compromiso cívico y una decisión de participación puesta a toda prueba. Son innegables las amplias luchas de los campesinos por la tierra; son inocultables las huelgas obreras, los movimientos cívicos, las iniciativas ciudadanas y los mil grupos de voluntariado de todas las causas, en unas condiciones de violencia y represión que hacen del país uno de los más inseguros del planeta.
Recientemente, por ejemplo, la OIT denunciaba que de cada cuatro sindicalistas asesinados en el mundo, tres eran colombianos; hay más de tres millones de desplazados, principalmente por culpa de la acción de los grupos armados de la ultraderecha, los exilados de la izquierda se cuentan por miles y a las autoridades les cabe -entre otras muchas responsabilidades- la muerte violenta de más de tres mil cuadros políticos de la Unión Patriótica, un partido mediante el cual la guerrilla comunista intentó en su día iniciar un proceso de abandono de las armas y desembarco en la acción política legal.
Es muy difícil endilgar a la ciudadanía colombiana desinterés político como explicación de su tradicional abstencionismo. Sorprende más bien, no solo que tantos expertos y analistas pasen de puntillas sobre la abstención en Colombia sino que la izquierda no armada mantenga su participación en las elecciones, en unas condiciones tales que el mismo tradicional partido liberal denuncia por su falta de garantías, por el abuso del poder que hace el presidente en favor de sus listas, por la intimidación y el crimen de unos grupos de la ultra derecha que lejos de haber abandonado sus actividades criminales se mantienen activos, han estado en primera línea en el debate electoral y han conseguido ampliar su presencia en el Parlamento. Ciertamente, hay que tener mucho coraje, mucha conciencia cívica y una alta responsabilidad ciudadana para participar en las elecciones cuando se sabe de antemano que las cartas están marcadas y sobre todo cuando se es conciente de la dificultad casi insuperable de convencer a esas mayorías populares de la validez del voto y la democracia representativa.
Uribe Vélez ganó las pasadas elecciones y es bastante probable que se haya asegurado su propia reelección en la primera vuelta en mayo próximo. Pero quien realmente ganó fue esa masa inmensa de abstencionistas que con su silencio clamoroso dijeron no a la política económica de la nueva derecha; no a la guerra absurda que solo sirve a intereses espurios; no a la alineación internacional del país en contra de la corriente progresista que barre el continente; no a la demagogia gubernamental que no termina la pobreza; no a la politiquería uribista jamás desterrada y ahora más sólida que nunca; no a las pretensiones de instaurar un sistema político autoritario que lleva todas las trazas de convertirse en una forma odiosa de fascismo criollo.
Si al 60% de abstencionistas se suman los votos de la oposición liberal y el casi millón de votos de la izquierda, el respaldo de Uribe y la derecha es literalmente el mismo de siempre. Un respaldo que no alcanza al 25% del electorado. Sin duda, el mismo porcentaje de población que sale beneficiado del actual modelo económico y social cuya vocación primera no es otra que ahondar las diferencias sociales, empobrecer a las mayorías y regalar los recursos nacionales al mejor postor. Uribe no mejoró la suerte de los colombianos y las colombianas, tampoco consiguió derrotar a la guerrilla marxista, ni terminó la politiquería y la violencia paramilitar. El nuevo Mesías que pretende dirigir la nación como maneja los peones de su enorme latifundio podrá celebrar alborozado su victoria en las urnas, pero no debería olvidar que esas urnas están casi vacías.
-Argenpress-