Artículos de Opinión 27-4-06
Envio Red Prensa Cultural Marta Prono
Carlos Ortiz Bienvenido a la Red Prensa Cultural Marta Prono
Publicado en Los Principios On Line de Entre Ríos. Será publicado en El Libertador de Misiones, y muy posiblemente en diversos medios de esta provincia y de toda Argentina.
LAS OLIGARQUÍAS UNIVERSITARIAS
Si la aristocracia ?en su concepción original aristotélica- significa el gobierno de los mejores, la oligarquía es la degeneración de la aristocracia. Bajo este sistema de gobierno, el poder es monopolizado por una cerrada camarilla de personajes ávidos del poder, el cual intentan mantenerlo de cualquier modo y como sea, para obtener de él todo tipo de prebendas, ventajas personales y de inequitativos beneficios que sean productos del poder omnímodo, egoísta, arteramente ejercido y carente de toda ética. La sabiduría popular define los manejos oligárquicos para mantener y acrecentar el poder con la simple y contundente expresión de "la rosca del poder".
En su concepción original, aquella que dio origen a las primeras Universidades del mundo, -la que partiendo de las escuelas filosóficas atenienses pasó a las épocas de primacía cultural de los musulmanes, para después alcanzar a la Europa Cristiana de fines de la Edad Media y comienzos del Renacimiento- el ámbito universitario debería estar formado por la verdadera "aristocracia del conocimiento", entendida esa expresión en su contexto primigenio y elevado de nucleamiento de las mentes más brillantes, las que en un entorno propicio pudieran tanto transmitir sus elevados conocimientos a quienes tengan genuino interés en aprehenderlos, como en la sinergia que naturalmente se produce cuando trabajando al unísono se potencian, colaboran y se estimulan para alcanzar nuevos y más destacados niveles de conocimiento y de más avanzadas investigaciones.
En algunos momentos de la Historia Argentina, las Universidades Nacionales alcanzaron niveles brillantes e incluso de excelencia académica, al calificar la capacidad e idoneidad para el acceso y permanencia en las plantas docentes de las mismas.
Pero en el contexto de severa decadencia que desde hace varias décadas se instauró en el tejido socio político y económico de Argentina, toda la educación pública se vio severamente afectada; y las Universidades Públicas lamentablemente no fueron la excepción, sino que por el contrario se han transformado ?salvo raras excepciones que confirman la regla- en cotos cerrados dominados por verdaderas oligarquías de mediocres, que se disputan palmo a palmo los fragmentos del poder político interno, de relativas o escasas luces intelectuales pero muy hábiles para las "roscas" de todo tipo, que solo buscan la perpetuación en el poder por el poder mismo.
En ese deplorable marco, han saltado a la opinión pública algunos resonantes casos de corrupción y de escándalos académicos teñidos de perfiles que rozan o se internan profundamente en prácticas mafiosas, las que nada bueno pueden tener como consecuencias en el nivel académico a suministrar a las nuevas camadas de profesionales que se forman en las Universidades Nacionales que todo el pueblo financia a través de sus impuestos.
Para acentuar el marco de vergonzosa impunidad, las profundas reformas legales implementadas en la década menemista y acentuadas durante el anodino desgobierno delarruista, han prohijado una tergiversada figura de autarquía universitaria que llega a consolidar la impunidad dentro de la cual pueden manejarse a discreción las oligarquías del poder universitario que se han ido consolidando. Una malhadada concepción de autonomía casi absoluta ha llevado a la ausencia de intervención judicial, en muchos casos encubierta por un tergiversado "respeto" (¿complicidad?) respecto a dicha autonomía, bajo cuya figura la Justicia Federal ha llegado a inhibirse de hecho a actuar. Por el método del absurdo, cabe preguntarse si la Justicia Federal se "inhibiría" de actuar si se cometiera un asesinato dentro de una Universidad Nacional; pues si se "inhibe" o no actúa de oficio ante otras figuras criminales (en su amplia acepción del concepto) también podría "inhibirse" si se cometiera un asesinato. Y de hecho, las fuertes presiones sicológicas que muchos procesos persecutorios conllevan, traen como consecuencia severas alteraciones de la salud, que en algunos casos pueden desembocar en cuadros muy graves e incluso la muerte.
Algunos casos del accionar oligárquico universitario son los siguientes..
El escándalo bochornoso que significa el proceso de elección del nuevo Rector de la UBA, actualmente de público conocimiento, exime de mayores comentarios. ¿La Justicia? Aparentemente brilla por su ausencia, el decoro también.
Hace pocos meses se hizo público el vergonzoso caso de venta de títulos que fue protagonizado por la Universidad Nacional de Formosa, el cual a pesar de la gravedad del caso no habría trascendido al ámbito judicial penal federal. De acuerdo a noticias periodísticas, las sanciones a los responsables habrían sido muy diluidas, pues constatado el caso en el ámbito académico hubiese correspondido la expulsión, sin perjuicio de la intervención "per se" de la Justicia, la cual no se habría concretado.
El año pasado, una docente de la UBA optó por la desesperada medida de encadenarse en su Facultad, como protesta por la persecución que estaba soportando.
En Ciencias Económicas de la UBA, según referencias de personas creíbles, el sector político perdidoso en las internas estudiantiles, se atrincheró en el Centro de Estudiantes, disponiendo incluso de matones para amedrentar a los opositores. Recordemos que el manejo de los apuntes y fotocopias puede llegar a ser un negocio muy lucrativo, el cual no paga impuestos de ningún tipo.
Es conocido en el mundo académico que el "único pensamiento político económico correcto" en la Facultad de Ciencias Económicas de la UN de La Plata es el neoliberalismo, y ello fue corroborado por algunas personas condiscípulas de una Maestría que me encuentro cursando. Por otra parte, con solo analizar el listado de los profesores de la misma, se advierte una clara preeminencia de los economistas responsables intelectuales del desmadre ultra neoliberal globalizante que tanto daño a causado a nuestro país, poniéndolo incluso en severo riesgo de disolución en los años 2001-2002. Por supuesto, los esquemas de poder invisibles pero fácticos impiden el acceso a las cátedras a quienes no profesan su fe absoluta en los dogmas neoliberales.
En la Facultad de Humanidades de la UNaM (Universidad Nacional de Misiones) hubo al menor un par de casos de severas denuncias de persecuciones y discriminaciones, una de las cuales tuvo gran trascendencia pública.
En un confuso y contradictorio dictamen del Departamento Legal de la UNaM, se mantuvo el absurdo criterio de considerar "información reservada" los títulos académicos que poseen los docentes de dicha Universidad. ¿Puede existir un contrasentido más grande, siendo que esa información debería ser pública y de fácil acceso? ¿Qué situaciones fácticas se quieren ocultar con esa medida?
La maraña de reglamentaciones internas con las que se maneja la UNaM permite arbitrariedades de todo tipo, tal como las he soportado en carne propia al haber sido discriminado doctrinalmente (por no adherir al pensamiento económico "correcto" -léase neoliberal-) tal cual lo demostré hasta el hartazgo en las esferas administrativas internas...con el resultado de no habérseme renovado el contrato que me vinculaba con esa Casa de Estudios desde 1984.
Las graves irregularidades en dos Concursos Docentes dieron lugar a sendas impugnaciones, las que fueron soslayadas en las instancias administrativas por meras y rebuscadas formalidades; sin siquiera analizarse los motivos de dichas impugnaciones.
Los procesos de evaluaciones de los Concursos Docentes se prestan para evaluaciones harto caprichosas, y han dado lugar a muchos resultados de ?por lo menos- dudosa ecuanimidad. Pero por el contrario, en muchos casos, por "méritos demostrados" muchos docentes alcanzaron la titularidad ?incluso la dedicación exclusiva- por meros actos administrativos, sin ninguna posibilidad de Oposición de Antecedentes o Concursos, así sean actos sospechados de estar preñados de arbitrariedad.
En este momento está en marcha ?en la misma Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM-, un curioso proceso de "Concursos Cerrados" para quince cargos de dedicación exclusiva, de jugosos emolumentos, los que de ser ?como corresponde- abiertos, seguramente serían concursados por muchos profesionales ?incluso de otras provincias- que hoy por distintos motivos no están en la plantilla docente de la institución.
Resultaría positivo analizar la procedencia de varios "contratos adicionales" con los que han sido beneficiados determinados docentes de la misma Facultad.
Tampoco importó a los responsables de la conducción de la FCE que casi 200 alumnos apoyaran la iniciativa de Cátedras Paralelas, a cargo de quien suscribe; sin duda interesando a los educandos recibir una formación de mayor amplitud doctrinal económica y ambiental.
Una auditoría de la SIGEN realizada en el año 2004 encontró severas irregularidades en el Rectorado y dependencias de la UNaM, pero ese organismo no tiene atribuciones para tomar otras medidas. Mientras, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, por la tergiversada "autonomía universitaria", se encuentra vedado de intervenir aún en casos de severas irregularidades; tal como me lo expresó por escrito ¿puede entenderse eso?
El "Cambalache" de Discépolo y la filosa pluma de Arturo Jauretche denunciando procesos similares que él combatió desde los años de "la década infame" hasta el fin de sus días, sin duda tienen plena vigencia.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Ex Docente ? Investigador de la F.C.E. de la UNaM
Especialista en Gestión de Producción y Ambiente
Cursante de la Maestría de Gestión de la Energía (CNEA ? UNLa)
Escritor e investigador de temas económicos, energéticos, geopolíticos y ambientales
Todos los caminos conducen a Salónica
15 diciembre 2002, Movimiento Antiautoritario
En junio de 2003 tendrá lugar en Salónica la reunión de cumbre regular de los países-miembros de la UE. Detrás de la fachada de la discusión democrática de los jefes de estado electos, se oculta, una vez más, la consolidación institucional de decisiones tomadas de antemano, que luego se presentan como decisión final de la voluntad común de los pueblos europeos. Desde hace mucho tiempo, la ideología del espacio común de Europa se utiliza como tapadera para la imposición desde arriba de un marco de explotación y represión sin inhibiciones y límites. Es obvio que el problema no es el internacionalismo en general y en abstracto, sino la base sobre la que se realiza. La lista de los temas que se van a discutir, según el programa, es característica.
En primer lugar, el liderazgo tecnocrático de Europa, teniendo en cuenta las opiniones y conclusiones de los economistas, va a ocuparse de la reforma necesaria de las relaciones laborales, algo que tiene como fin la disolución definitiva del viejo marco legislativo y la liberación de la producción capitalista de los obstáculos que suponen los compromisos de los contratos laborales y de las jornadas. Ante el culto de la prosperidad económica, no significan nada los sacrificios inevitables, y cada oposición y protesta se puede ignorar, como superada por los cambios económicos, que pueden ser buenos o malos, independientemente de sus repercusiones en los hombres.
Con la misma lógica, sigue en el orden del día de las negociaciones de la conferencia el tema de la política de inmigración común. Los países europeos, que quieren presentar a sí mismos como abiertos, tolerantes, multiculturales, etc., e intervenir en donde juzgan que se violan los derechos humanos, desmienten provocativamente sus propias palabras, ya que promueven, con medidas cada vez más rigurosas, la marginación económica y social de los emigrantes.
Ellos que ya han pagado con su trabajo el doble y el triple del precio del desarrollo, ahora tienen que pagar el precio de la crisis. Cuando su sobreexplotación como fuerza laboral muy barata deja de tener los resultados esperados, o cuando piden algo más que su humillación diaria, entonces las buenas palabras sobre la abolición de las fronteras paran y en su lugar aparecen, como en otros tiempos, los pasaportes.
Parece que todos estos medios de control no son suficientes. Y esto será el tercer asunto de la cumbre de Salónica. La homogeneidad económica y política tendrá que apoyarse en una red de vigilancia policial y represión, igualmente poderosa y eficaz. El liberalismo no necesita la libertad. Bajo el pretexto del "peligro terrorista", que la lucha contra él puede justificarlo todo, se infringen incluso los derechos civiles, y se legisla un marco de control riguroso y la criminalización de la resistencia y disidencia. Las últimas detenciones y las amenazas que los órganos estatales, con la colaboración de los medios de comunicación, lanzan contra individuos, grupos sociales y la sociedad en su conjunto, se enmarcan en este contexto. Europa se convierte en una fortaleza contra los extranjeros y contra sí misma.
No podemos hacer frente a la forma internacional, que con estos medios adquiere el totalitarismo, con la organización de la resistencia sólo a nivel nacional.
Junto a la crítica a las propuestas liberales falsas, es necesaria la sospecha hacia los que, con demasiada manía antiliberal, proponen varios antídotos, cobrando, al mismo tiempo, elogios por su resistencia. Otra vez se distinguen dos principios básicos de argumentación. El primero, más moderado y, por supuesto, más popular, dado que sus defensores ocupan desde hace mucho tiempo altos cargos en los partidos políticos y en las instituciones estatales y públicas, sin poner en duda de modo radical los procedimientos económicos corrientes, insiste en la formación de mecanismos preventivos contra los peligros incontrolables del mercado mundial. Si para los anteriores la palabra clave es "libertad", para ellos es la palabra "seguridad". Si los primeros son partidarios del liberalismo a ultranza, los últimos surgen como defensores de las virtudes de un estado social y protectores de las conquistas laborales. Con propuestas que van desde el establecimiento del diálogo, el fomento de la educación democrática, la imposición de impuestos sobre la circulación del capital, hasta la constitución de organismos económicos con criterios sociales, aunque no sean siempre semejantes a las Iglesias y las organizaciones benéficas, las cuales pedían del G-8 la prescripción del 100% en vez del 40% de las deudas, sin embargo, a menudo se asemejan muy peligrosamente a las personas que ellos mismos acusan con rabia. La perturbación de las relaciones laborales establecidas, la disminución drástica de las prestaciones sociales, el aumento del paro y la descomposición de la Seguridad Social, son, sin duda, consecuencias de las opciones liberales, entrelazadas con la manera que está realizándose hoy la globalización.
Igualmente verdadero, sin embargo, es el hecho de que las regulaciones sociales del pasado, de las cuales la socialdemocracia está tan orgullosa, no sólo no pusieron fin al dominio del capital, sino que funcionando unas veces como cebo y otras con medidas preventivas contra las revoluciones, sentaron las bases de la reproducción del capital durante la mayor parte del s. XX y prepararon la reciente contraofensiva del liberalismo. No es casual que los defensores de puntos de vista parecidos, con el pretexto de reaccionar contra la lógica de la opción forzosa que se utiliza por los partidarios del libre mercado, estén interesados sólo en demostrar el carácter realista de sus alternativas, es decir, la viabilidad del capital y del estado, sin los "excesos" liberales. Una vez más, tienen la intención de funcionar como distensión de la agitación social, que, de todas maneras, será necesario que siga canalizándose por los conocidos canales inocuos.
El dilema que pone la globalización no debe ser éste entre menos o más estado, menos o más protección económica, menos o más miseria y explotación, sino aquéllo entre atraparse o rechazar semejantes contrastes falsas. No obstante, esto es imposible si alguien está buscando en el espíritu de los economistas de ambos lados las leyes más válidas de la vida económica y vacila entre los varios programas de gestión. Lo que se pide no es la gestión del sistema, algún tipo de contrato social, sino su destrucción.
A pesar de sus fanfarronadas, la historia sigue su movimiento. Y este movimiento parece tener sus raíces en procesos intensos que ocurren en el interior de las estructuras capitalistas. Para dar a nuestro intento la esencia de un movimiento hay que tener en mente un esbozo de estos procesos.
Observamos la descomposición del estado de bienestar y de derecho, que desde hace mucho tiempo, han perdido su utilidad como pilares del modelo de gestión de la posguerra. La Ilustración, como corriente de pensamiento de la revolución francesa que embrujó a la sociedad burguesa, está muerta, y con ella toda necesidad del poder de pactar con la sociedad. A partir de ahora, se aceptan solamente contratos individuales.
Ahora que el nuevo ámbito de producción exorciza cada lógica redistributiva a la mofa de lo imposible, ahora que gritan ante nuestros ojos sus ganancias y nuestra miseria, en este momento toman sus decisiones tras zonas férreas, dentro de fortalezas, en este momento establecen paso a paso la democracia policial. Otra vez el miedo se convierte en el arma principal que se utiliza para conseguir la reunión en torno al poder. La sociedad, aturdida en el rincón de su soledad individualista, ve que le aplastan cada derecho sin ninguna justificación. De todo lo que prometió el capitalismo nada se cumplió. Por el contrario, nos inundan de nuevo y con especial intensidad las guerras, el hambre, la miseria. Argentina parece ser la imagen de nuestro futuro. No poseemos nada. El agua, el tiempo, el amor, la vida misma tienden a convertirse en bienes-artículos intercambiables. La desilusión difusa y el aislamiento total no tienen salida. Son parte del silencio del consumidor.
Sin embargo, mientras el dominio político del capital no encuentre visión y metas, y meramente gestiona el tiempo y las ganancias, esperando que se mantenga la pasividad, lo más seguro es que se perseguirá cada ejemplo hacia la dirección opuesta. Cada voz de resistencia hay que ahogarse al nacer. Edifican y blindan su poder lejos y en contra de la sociedad. El marco legislativo de la opresión globalizada se ensancha hasta el nivel del pensamiento. "Con ellos o con nosotros", el dilema predominante de la lógica del poder, es ya medida para cada estado. Aquí en Grecia, en nombre de la histeria antiterrorista, el estado griego amplia las condiciones de aceptación y consentimiento hasta la extrema izquierda. Hay que romper este silencio peculiar.
Suposiciones sobre el "terrorismo" y nosotros
Un ciclo histórico y político entero cierra este período en Grecia con la detención y prisión preventiva de los sospechosos de ser miembros de la Organización Revolucionaria 17N. El régimen, libre por fin de sus pesadillas y su culpabilidad, por medio de la confirmación de su potencia, se vanagloria. Pero no lo hace solo. Con él, una chusma de aprendices de agentes y periodistas delatores, de izquierdas y de derechas, de la prensa amarilla y progresivos, ex y activos "luchadores", con la ayuda de la CIA, la EYP (Agencia Nacional de Inteligencia) y la Scotland Yard, forman la frente del totalitarismo democrático.
La lucha armada y la violencia política, por mucho que disienta alguien, es resultado de la lucha de clases y de la lucha por la liberación social. La 17N fue una opción armada. Al lado de las no armadas, aunque no por eso no-violentas, complementariamente o en rivalidad, su insuficiencia evidente estaba y está relacionada con la insuficiencia de las opciones no armadas, a pesar de que las últimas se presentan como idóneas.
Por mucho que disienta alguien, y nosotros tenemos motivos de estar en desacuerdo, motivos que tienen que ver con la empresa misma de la liberación social y las opciones de resistencia, los detenidos como miembros de la 17N son, desde cualquier punto de vista, presos políticos, y los defenderemos como tales.
El intento generalizado de desprecio y de difamación que se realiza, con el fin de presentarlos como meros asesinos y ladrones que actuaban por su propio interés, pero también su incomunicación en las celdas "blancas" de las prisiones de Koridalós, nos pone furiosos no sólo por ellos, sino también porque creemos que esta situación constituye un presagio del futuro que espera a todos los disidentes políticos del régimen. La 17N era un adversario armado del régimen y como tal debe ser considerada y reconocida.
Entre las líneas históricas de identificación con, o desprecio de la lucha armada o terrorismo indivindual, existe la línea actual en el movimiento social de resistencia y subversión, de síntesis con y separación de sus propias posiciones-concepciones y métodos de lucha política y violencia social. Una violencia que últimamente se ha aumentado, sobre todo a través de la Nueva Ley Antiterrorista, pero también con la activación de todas las cláusulas que existen en el arsenal jurídico del Estado. Así, los asesinatos de emigrantes se bautizan detonaciones accidentales, los accidentes laborales, delitos de menor cuantía y la contravención de la juventud llega a ser su pena de muerte, como en los últimos sucesos aquí en Grecia, el año pasado en Zefiri y este año en Glifada.
Carlos Ortiz Bienvenido a la Red Prensa Cultural Marta Prono
Publicado en Los Principios On Line de Entre Ríos. Será publicado en El Libertador de Misiones, y muy posiblemente en diversos medios de esta provincia y de toda Argentina.
LAS OLIGARQUÍAS UNIVERSITARIAS
Si la aristocracia ?en su concepción original aristotélica- significa el gobierno de los mejores, la oligarquía es la degeneración de la aristocracia. Bajo este sistema de gobierno, el poder es monopolizado por una cerrada camarilla de personajes ávidos del poder, el cual intentan mantenerlo de cualquier modo y como sea, para obtener de él todo tipo de prebendas, ventajas personales y de inequitativos beneficios que sean productos del poder omnímodo, egoísta, arteramente ejercido y carente de toda ética. La sabiduría popular define los manejos oligárquicos para mantener y acrecentar el poder con la simple y contundente expresión de "la rosca del poder".
En su concepción original, aquella que dio origen a las primeras Universidades del mundo, -la que partiendo de las escuelas filosóficas atenienses pasó a las épocas de primacía cultural de los musulmanes, para después alcanzar a la Europa Cristiana de fines de la Edad Media y comienzos del Renacimiento- el ámbito universitario debería estar formado por la verdadera "aristocracia del conocimiento", entendida esa expresión en su contexto primigenio y elevado de nucleamiento de las mentes más brillantes, las que en un entorno propicio pudieran tanto transmitir sus elevados conocimientos a quienes tengan genuino interés en aprehenderlos, como en la sinergia que naturalmente se produce cuando trabajando al unísono se potencian, colaboran y se estimulan para alcanzar nuevos y más destacados niveles de conocimiento y de más avanzadas investigaciones.
En algunos momentos de la Historia Argentina, las Universidades Nacionales alcanzaron niveles brillantes e incluso de excelencia académica, al calificar la capacidad e idoneidad para el acceso y permanencia en las plantas docentes de las mismas.
Pero en el contexto de severa decadencia que desde hace varias décadas se instauró en el tejido socio político y económico de Argentina, toda la educación pública se vio severamente afectada; y las Universidades Públicas lamentablemente no fueron la excepción, sino que por el contrario se han transformado ?salvo raras excepciones que confirman la regla- en cotos cerrados dominados por verdaderas oligarquías de mediocres, que se disputan palmo a palmo los fragmentos del poder político interno, de relativas o escasas luces intelectuales pero muy hábiles para las "roscas" de todo tipo, que solo buscan la perpetuación en el poder por el poder mismo.
En ese deplorable marco, han saltado a la opinión pública algunos resonantes casos de corrupción y de escándalos académicos teñidos de perfiles que rozan o se internan profundamente en prácticas mafiosas, las que nada bueno pueden tener como consecuencias en el nivel académico a suministrar a las nuevas camadas de profesionales que se forman en las Universidades Nacionales que todo el pueblo financia a través de sus impuestos.
Para acentuar el marco de vergonzosa impunidad, las profundas reformas legales implementadas en la década menemista y acentuadas durante el anodino desgobierno delarruista, han prohijado una tergiversada figura de autarquía universitaria que llega a consolidar la impunidad dentro de la cual pueden manejarse a discreción las oligarquías del poder universitario que se han ido consolidando. Una malhadada concepción de autonomía casi absoluta ha llevado a la ausencia de intervención judicial, en muchos casos encubierta por un tergiversado "respeto" (¿complicidad?) respecto a dicha autonomía, bajo cuya figura la Justicia Federal ha llegado a inhibirse de hecho a actuar. Por el método del absurdo, cabe preguntarse si la Justicia Federal se "inhibiría" de actuar si se cometiera un asesinato dentro de una Universidad Nacional; pues si se "inhibe" o no actúa de oficio ante otras figuras criminales (en su amplia acepción del concepto) también podría "inhibirse" si se cometiera un asesinato. Y de hecho, las fuertes presiones sicológicas que muchos procesos persecutorios conllevan, traen como consecuencia severas alteraciones de la salud, que en algunos casos pueden desembocar en cuadros muy graves e incluso la muerte.
Algunos casos del accionar oligárquico universitario son los siguientes..
El escándalo bochornoso que significa el proceso de elección del nuevo Rector de la UBA, actualmente de público conocimiento, exime de mayores comentarios. ¿La Justicia? Aparentemente brilla por su ausencia, el decoro también.
Hace pocos meses se hizo público el vergonzoso caso de venta de títulos que fue protagonizado por la Universidad Nacional de Formosa, el cual a pesar de la gravedad del caso no habría trascendido al ámbito judicial penal federal. De acuerdo a noticias periodísticas, las sanciones a los responsables habrían sido muy diluidas, pues constatado el caso en el ámbito académico hubiese correspondido la expulsión, sin perjuicio de la intervención "per se" de la Justicia, la cual no se habría concretado.
El año pasado, una docente de la UBA optó por la desesperada medida de encadenarse en su Facultad, como protesta por la persecución que estaba soportando.
En Ciencias Económicas de la UBA, según referencias de personas creíbles, el sector político perdidoso en las internas estudiantiles, se atrincheró en el Centro de Estudiantes, disponiendo incluso de matones para amedrentar a los opositores. Recordemos que el manejo de los apuntes y fotocopias puede llegar a ser un negocio muy lucrativo, el cual no paga impuestos de ningún tipo.
Es conocido en el mundo académico que el "único pensamiento político económico correcto" en la Facultad de Ciencias Económicas de la UN de La Plata es el neoliberalismo, y ello fue corroborado por algunas personas condiscípulas de una Maestría que me encuentro cursando. Por otra parte, con solo analizar el listado de los profesores de la misma, se advierte una clara preeminencia de los economistas responsables intelectuales del desmadre ultra neoliberal globalizante que tanto daño a causado a nuestro país, poniéndolo incluso en severo riesgo de disolución en los años 2001-2002. Por supuesto, los esquemas de poder invisibles pero fácticos impiden el acceso a las cátedras a quienes no profesan su fe absoluta en los dogmas neoliberales.
En la Facultad de Humanidades de la UNaM (Universidad Nacional de Misiones) hubo al menor un par de casos de severas denuncias de persecuciones y discriminaciones, una de las cuales tuvo gran trascendencia pública.
En un confuso y contradictorio dictamen del Departamento Legal de la UNaM, se mantuvo el absurdo criterio de considerar "información reservada" los títulos académicos que poseen los docentes de dicha Universidad. ¿Puede existir un contrasentido más grande, siendo que esa información debería ser pública y de fácil acceso? ¿Qué situaciones fácticas se quieren ocultar con esa medida?
La maraña de reglamentaciones internas con las que se maneja la UNaM permite arbitrariedades de todo tipo, tal como las he soportado en carne propia al haber sido discriminado doctrinalmente (por no adherir al pensamiento económico "correcto" -léase neoliberal-) tal cual lo demostré hasta el hartazgo en las esferas administrativas internas...con el resultado de no habérseme renovado el contrato que me vinculaba con esa Casa de Estudios desde 1984.
Las graves irregularidades en dos Concursos Docentes dieron lugar a sendas impugnaciones, las que fueron soslayadas en las instancias administrativas por meras y rebuscadas formalidades; sin siquiera analizarse los motivos de dichas impugnaciones.
Los procesos de evaluaciones de los Concursos Docentes se prestan para evaluaciones harto caprichosas, y han dado lugar a muchos resultados de ?por lo menos- dudosa ecuanimidad. Pero por el contrario, en muchos casos, por "méritos demostrados" muchos docentes alcanzaron la titularidad ?incluso la dedicación exclusiva- por meros actos administrativos, sin ninguna posibilidad de Oposición de Antecedentes o Concursos, así sean actos sospechados de estar preñados de arbitrariedad.
En este momento está en marcha ?en la misma Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM-, un curioso proceso de "Concursos Cerrados" para quince cargos de dedicación exclusiva, de jugosos emolumentos, los que de ser ?como corresponde- abiertos, seguramente serían concursados por muchos profesionales ?incluso de otras provincias- que hoy por distintos motivos no están en la plantilla docente de la institución.
Resultaría positivo analizar la procedencia de varios "contratos adicionales" con los que han sido beneficiados determinados docentes de la misma Facultad.
Tampoco importó a los responsables de la conducción de la FCE que casi 200 alumnos apoyaran la iniciativa de Cátedras Paralelas, a cargo de quien suscribe; sin duda interesando a los educandos recibir una formación de mayor amplitud doctrinal económica y ambiental.
Una auditoría de la SIGEN realizada en el año 2004 encontró severas irregularidades en el Rectorado y dependencias de la UNaM, pero ese organismo no tiene atribuciones para tomar otras medidas. Mientras, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, por la tergiversada "autonomía universitaria", se encuentra vedado de intervenir aún en casos de severas irregularidades; tal como me lo expresó por escrito ¿puede entenderse eso?
El "Cambalache" de Discépolo y la filosa pluma de Arturo Jauretche denunciando procesos similares que él combatió desde los años de "la década infame" hasta el fin de sus días, sin duda tienen plena vigencia.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Ex Docente ? Investigador de la F.C.E. de la UNaM
Especialista en Gestión de Producción y Ambiente
Cursante de la Maestría de Gestión de la Energía (CNEA ? UNLa)
Escritor e investigador de temas económicos, energéticos, geopolíticos y ambientales
Todos los caminos conducen a Salónica
15 diciembre 2002, Movimiento Antiautoritario
En junio de 2003 tendrá lugar en Salónica la reunión de cumbre regular de los países-miembros de la UE. Detrás de la fachada de la discusión democrática de los jefes de estado electos, se oculta, una vez más, la consolidación institucional de decisiones tomadas de antemano, que luego se presentan como decisión final de la voluntad común de los pueblos europeos. Desde hace mucho tiempo, la ideología del espacio común de Europa se utiliza como tapadera para la imposición desde arriba de un marco de explotación y represión sin inhibiciones y límites. Es obvio que el problema no es el internacionalismo en general y en abstracto, sino la base sobre la que se realiza. La lista de los temas que se van a discutir, según el programa, es característica.
En primer lugar, el liderazgo tecnocrático de Europa, teniendo en cuenta las opiniones y conclusiones de los economistas, va a ocuparse de la reforma necesaria de las relaciones laborales, algo que tiene como fin la disolución definitiva del viejo marco legislativo y la liberación de la producción capitalista de los obstáculos que suponen los compromisos de los contratos laborales y de las jornadas. Ante el culto de la prosperidad económica, no significan nada los sacrificios inevitables, y cada oposición y protesta se puede ignorar, como superada por los cambios económicos, que pueden ser buenos o malos, independientemente de sus repercusiones en los hombres.
Con la misma lógica, sigue en el orden del día de las negociaciones de la conferencia el tema de la política de inmigración común. Los países europeos, que quieren presentar a sí mismos como abiertos, tolerantes, multiculturales, etc., e intervenir en donde juzgan que se violan los derechos humanos, desmienten provocativamente sus propias palabras, ya que promueven, con medidas cada vez más rigurosas, la marginación económica y social de los emigrantes.
Ellos que ya han pagado con su trabajo el doble y el triple del precio del desarrollo, ahora tienen que pagar el precio de la crisis. Cuando su sobreexplotación como fuerza laboral muy barata deja de tener los resultados esperados, o cuando piden algo más que su humillación diaria, entonces las buenas palabras sobre la abolición de las fronteras paran y en su lugar aparecen, como en otros tiempos, los pasaportes.
Parece que todos estos medios de control no son suficientes. Y esto será el tercer asunto de la cumbre de Salónica. La homogeneidad económica y política tendrá que apoyarse en una red de vigilancia policial y represión, igualmente poderosa y eficaz. El liberalismo no necesita la libertad. Bajo el pretexto del "peligro terrorista", que la lucha contra él puede justificarlo todo, se infringen incluso los derechos civiles, y se legisla un marco de control riguroso y la criminalización de la resistencia y disidencia. Las últimas detenciones y las amenazas que los órganos estatales, con la colaboración de los medios de comunicación, lanzan contra individuos, grupos sociales y la sociedad en su conjunto, se enmarcan en este contexto. Europa se convierte en una fortaleza contra los extranjeros y contra sí misma.
No podemos hacer frente a la forma internacional, que con estos medios adquiere el totalitarismo, con la organización de la resistencia sólo a nivel nacional.
Junto a la crítica a las propuestas liberales falsas, es necesaria la sospecha hacia los que, con demasiada manía antiliberal, proponen varios antídotos, cobrando, al mismo tiempo, elogios por su resistencia. Otra vez se distinguen dos principios básicos de argumentación. El primero, más moderado y, por supuesto, más popular, dado que sus defensores ocupan desde hace mucho tiempo altos cargos en los partidos políticos y en las instituciones estatales y públicas, sin poner en duda de modo radical los procedimientos económicos corrientes, insiste en la formación de mecanismos preventivos contra los peligros incontrolables del mercado mundial. Si para los anteriores la palabra clave es "libertad", para ellos es la palabra "seguridad". Si los primeros son partidarios del liberalismo a ultranza, los últimos surgen como defensores de las virtudes de un estado social y protectores de las conquistas laborales. Con propuestas que van desde el establecimiento del diálogo, el fomento de la educación democrática, la imposición de impuestos sobre la circulación del capital, hasta la constitución de organismos económicos con criterios sociales, aunque no sean siempre semejantes a las Iglesias y las organizaciones benéficas, las cuales pedían del G-8 la prescripción del 100% en vez del 40% de las deudas, sin embargo, a menudo se asemejan muy peligrosamente a las personas que ellos mismos acusan con rabia. La perturbación de las relaciones laborales establecidas, la disminución drástica de las prestaciones sociales, el aumento del paro y la descomposición de la Seguridad Social, son, sin duda, consecuencias de las opciones liberales, entrelazadas con la manera que está realizándose hoy la globalización.
Igualmente verdadero, sin embargo, es el hecho de que las regulaciones sociales del pasado, de las cuales la socialdemocracia está tan orgullosa, no sólo no pusieron fin al dominio del capital, sino que funcionando unas veces como cebo y otras con medidas preventivas contra las revoluciones, sentaron las bases de la reproducción del capital durante la mayor parte del s. XX y prepararon la reciente contraofensiva del liberalismo. No es casual que los defensores de puntos de vista parecidos, con el pretexto de reaccionar contra la lógica de la opción forzosa que se utiliza por los partidarios del libre mercado, estén interesados sólo en demostrar el carácter realista de sus alternativas, es decir, la viabilidad del capital y del estado, sin los "excesos" liberales. Una vez más, tienen la intención de funcionar como distensión de la agitación social, que, de todas maneras, será necesario que siga canalizándose por los conocidos canales inocuos.
El dilema que pone la globalización no debe ser éste entre menos o más estado, menos o más protección económica, menos o más miseria y explotación, sino aquéllo entre atraparse o rechazar semejantes contrastes falsas. No obstante, esto es imposible si alguien está buscando en el espíritu de los economistas de ambos lados las leyes más válidas de la vida económica y vacila entre los varios programas de gestión. Lo que se pide no es la gestión del sistema, algún tipo de contrato social, sino su destrucción.
A pesar de sus fanfarronadas, la historia sigue su movimiento. Y este movimiento parece tener sus raíces en procesos intensos que ocurren en el interior de las estructuras capitalistas. Para dar a nuestro intento la esencia de un movimiento hay que tener en mente un esbozo de estos procesos.
Observamos la descomposición del estado de bienestar y de derecho, que desde hace mucho tiempo, han perdido su utilidad como pilares del modelo de gestión de la posguerra. La Ilustración, como corriente de pensamiento de la revolución francesa que embrujó a la sociedad burguesa, está muerta, y con ella toda necesidad del poder de pactar con la sociedad. A partir de ahora, se aceptan solamente contratos individuales.
Ahora que el nuevo ámbito de producción exorciza cada lógica redistributiva a la mofa de lo imposible, ahora que gritan ante nuestros ojos sus ganancias y nuestra miseria, en este momento toman sus decisiones tras zonas férreas, dentro de fortalezas, en este momento establecen paso a paso la democracia policial. Otra vez el miedo se convierte en el arma principal que se utiliza para conseguir la reunión en torno al poder. La sociedad, aturdida en el rincón de su soledad individualista, ve que le aplastan cada derecho sin ninguna justificación. De todo lo que prometió el capitalismo nada se cumplió. Por el contrario, nos inundan de nuevo y con especial intensidad las guerras, el hambre, la miseria. Argentina parece ser la imagen de nuestro futuro. No poseemos nada. El agua, el tiempo, el amor, la vida misma tienden a convertirse en bienes-artículos intercambiables. La desilusión difusa y el aislamiento total no tienen salida. Son parte del silencio del consumidor.
Sin embargo, mientras el dominio político del capital no encuentre visión y metas, y meramente gestiona el tiempo y las ganancias, esperando que se mantenga la pasividad, lo más seguro es que se perseguirá cada ejemplo hacia la dirección opuesta. Cada voz de resistencia hay que ahogarse al nacer. Edifican y blindan su poder lejos y en contra de la sociedad. El marco legislativo de la opresión globalizada se ensancha hasta el nivel del pensamiento. "Con ellos o con nosotros", el dilema predominante de la lógica del poder, es ya medida para cada estado. Aquí en Grecia, en nombre de la histeria antiterrorista, el estado griego amplia las condiciones de aceptación y consentimiento hasta la extrema izquierda. Hay que romper este silencio peculiar.
Suposiciones sobre el "terrorismo" y nosotros
Un ciclo histórico y político entero cierra este período en Grecia con la detención y prisión preventiva de los sospechosos de ser miembros de la Organización Revolucionaria 17N. El régimen, libre por fin de sus pesadillas y su culpabilidad, por medio de la confirmación de su potencia, se vanagloria. Pero no lo hace solo. Con él, una chusma de aprendices de agentes y periodistas delatores, de izquierdas y de derechas, de la prensa amarilla y progresivos, ex y activos "luchadores", con la ayuda de la CIA, la EYP (Agencia Nacional de Inteligencia) y la Scotland Yard, forman la frente del totalitarismo democrático.
La lucha armada y la violencia política, por mucho que disienta alguien, es resultado de la lucha de clases y de la lucha por la liberación social. La 17N fue una opción armada. Al lado de las no armadas, aunque no por eso no-violentas, complementariamente o en rivalidad, su insuficiencia evidente estaba y está relacionada con la insuficiencia de las opciones no armadas, a pesar de que las últimas se presentan como idóneas.
Por mucho que disienta alguien, y nosotros tenemos motivos de estar en desacuerdo, motivos que tienen que ver con la empresa misma de la liberación social y las opciones de resistencia, los detenidos como miembros de la 17N son, desde cualquier punto de vista, presos políticos, y los defenderemos como tales.
El intento generalizado de desprecio y de difamación que se realiza, con el fin de presentarlos como meros asesinos y ladrones que actuaban por su propio interés, pero también su incomunicación en las celdas "blancas" de las prisiones de Koridalós, nos pone furiosos no sólo por ellos, sino también porque creemos que esta situación constituye un presagio del futuro que espera a todos los disidentes políticos del régimen. La 17N era un adversario armado del régimen y como tal debe ser considerada y reconocida.
Entre las líneas históricas de identificación con, o desprecio de la lucha armada o terrorismo indivindual, existe la línea actual en el movimiento social de resistencia y subversión, de síntesis con y separación de sus propias posiciones-concepciones y métodos de lucha política y violencia social. Una violencia que últimamente se ha aumentado, sobre todo a través de la Nueva Ley Antiterrorista, pero también con la activación de todas las cláusulas que existen en el arsenal jurídico del Estado. Así, los asesinatos de emigrantes se bautizan detonaciones accidentales, los accidentes laborales, delitos de menor cuantía y la contravención de la juventud llega a ser su pena de muerte, como en los últimos sucesos aquí en Grecia, el año pasado en Zefiri y este año en Glifada.